La apuesta

—Cierra los ojos—Mimi dijo un poco mandona con una cara sonrojada.

—¿Por qué?—Yamato pregunto también con las mejillas rojas, Mimi nunca había estado en ese estado y no sabía lo que quería realmente.

—Solo hazme caso—Dijo bastante nerviosa la chica.

Yamato para zafarse de eso y llegar al ensayo lo más pronto posible la obedeció. Pero lo que no se espero fue sentir las manos pequeñas de Mimi en sus mejillas y sus suaves labios contra los suyos. Inmediatamente Yamato le respondió el beso tomándola de la cintura y haciendo que la castaña se parara aún más de puntas. Sintió que eso nunca iba a suceder, pero aquel momento se dejó llevar por el beso de Mimi. Minutos después la chica lo soltó y respiro agitadamente mientras intentaba evitarle la vista con las mejillas sonrojadas.

Los labios de Yamato temblaban, no pudo evitar tocarse los labios y ver inmediatamente a la chica, aquella tinta de labios que ella traía se había desvanecido un poco con aquel intenso beso. Intento decirle algo, pero cuando acordó la chica había salido huyendo de la escena.

No le dio tiempo de preguntarle por qué lo había hecho. Horas antes Mimi había citado misteriosamente a Yamato detrás de la escuela a solas y al llegar no le dijo más que cierra los ojos y esa batalla duro varios minutos hasta que el rubio obedeció.

Se quedó parado ahí unos minutos hasta que el teléfono lo saco de sus pensamientos

— ¿Yamato vas a mover tu trasero aquí? —Dijo Koji uno de sus compañeros de banda.

—Dame un minuto que pasó algo sumamente extraño.

La mente de Yamato no reaccionó bien durante los primeros minutos después del beso, pero cuando se recuperó fue a ensayar. Haciendo el peor espectáculo de su vida hasta que sus compañeros le preguntaron qué era lo que había pasado.

—Mimi me cito y me beso—Yamato estaba casi perdido en su mundo.

— ¿Que? ¿Mimi te beso? ¿Por qué? — Pregunto Koji un poco extrañado por la confesión de Yamato.

—Sí, no dijo por qué solo me cito y me besó y salió huyendo de ahí.

—Wow, sí que eres surtido la chica que te gusta te cita para besarte—Dijo Ryo uniéndose a la plática.

—Fue extraño, y no sé si deba hablarle para aclarar esto.

—Yo que tú, me esperaba un poco antes de hacer cualquier cosa— Hiro también se unió a la platica.

—Tal vez.

Yamato el resto de la tarde no se pudo concentrar, y no pudo dormir tampoco. Se sentía nervioso por lo que había pasado. Llegó a la mañana siguiente con sus ojos cubiertos por hermosas ojeras, Taichi estaba más insoportable que nunca, ahora intentando apaciguar las cosas y Mimi que se juntaba siempre con ellos tres no apareció en todo el día, incluso en la hora de la comida tampoco apareció. Sora había dicho que Mimi tenía mucho trabajo y muchas cosas que hacer. Pero Yamato se la encontró en los pasillos dos veces y siempre salía corriendo.

Esa tarde Yamato se armó de valor y le escribió a Mimi.

"Necesitamos hablar"

Tardo media hora en responder.

"No hay de qué hablar" Dijo la castaña sin siquiera preguntar el porqué, el creía que ya sabía lo que quería conversar.

"Si, y es sobre el beso de la otra ocasión"

Yamato no entendía a la chica por qué lo citaba, lo besaba, huía y ahora no quería darle explicaciones. Pero no tuvo respuesta de ello. El resto de la semana tampoco se encontró con Mimi y las pocas veces que la veía desaparecía o lo ignoraba definitivamente.

A la semana siguiente saliendo del ensayo escucho a unas horas conversar rumbo a la salida.

—Es que si se atrevió— dijo la primera.

—¿Pero cómo lo convenció?—respondió la segunda.

—No lo sé, pero al parecer Mimi ganó la apuesta—Volvió a decir la primera, al escuchar el nombre de Mimi presto más atención.

—Si no le hubiéramos insistido en que besara a Ishida nunca hubiera hecho nada—Dijo la segunda.

—Como que una apuesta para que me besara—Dijo Yamato detrás de ellas.

Las chicas voltearon asustadas.

—Ishida senpai...

—Lo que pasa es que retamos a Mimi a qué lo besara...y creo que lo cumplió.

Ishida se sentía dolido, traicionado, sentía que lo habían engañado descaradamente y salió de ahí para poder ver a Mimi en su departamento. Al llegar estaba furioso y comenzó a tocar la puerta como loco, Mimi abrió con miedo pero al verlo intento cerrar la puerta.

—¡Como me pudiste hacer esto!— Yamato estaba bastante molesto.

—Puedo explicarlo—Dijo Mimi intentando cerrar la puerta.

—Ah sí, solo jugaste conmigo y yo que si siento algo por ti Mimi.

Mimi dejo de forcejear la puerta al escuchar esa confesión.

—Sí, yo siento algo por ti Mimi, y me duele que hayas jugado con mis sentimientos, no es justo, si era por una tonta apuesta me lo hubieras pedido, no solo ilusionarme de esa forma.

—Te equivocas—Yamato tenía la cara roja por el coraje—La apuesta consistía en besar al chico que te gusta Yamato se sorprendió por la apuesta—Y por eso te bese, por qué me gustas, y por eso te evitaba por qué fui demasiado tonta por aceptar eso y que tú me correspondieran así devolviéndome…

—Me gustas Mimi desde hace tiempo y por eso me moleste pensando en que era un juego.

—Si fue un juego, pero... Pero también me gustas Yamato discúlpame.

Yamato la jalo hacía el para besarla como aquella primera vez, se separó un poco de ella para susurrarle.

—Te reto a que beses al chico que te gusta—Mimi no lo dudo dos veces y lo beso apasionadamente.


Hola mis estrellitas, este creo que fue de los primeros mimatos que hice, y se lo dedique a a mi amiga mimato bombon kou, espero que te siga gustando tanto como hace muchos años.