Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de M. Kishimoto.
Summary: Sakura siempre creyó que se casaría con el hombre que amaría con locura. Que su boda estaría bendecida por los dioses y por toda su familia, pero claramente el universo no estaba de acuerdo con ella y eso lo supo el día en que Sasuke la proclamó como suya.
N/A: Pequeña historia Sasusaku ubicada en un Universo Alterno.
CAPITULO 1
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Frente a ella surgía la gran fortaleza de la región. El castillo del daimyo Uchiha. El señor feudal más temido en todo el país. Miles de historias circulaban sobre él, buenas o malas, todos sabían de sobra que: 1. Con un Uchiha no se juega y 2. Un Uchiha siempre obtenía lo que quería.
Y ahí estaba ella, con el miedo recorriéndole cada fibra de su ser, pero manteniéndose firme.
El castillo era hermoso, pero no habría que olvidar quien residía ahí. Sasuke Uchiha.
El caballo resopló por lo que dejó de admirar aquel impresionante castillo y se enfocó en él. En el problemático ritmo que tenía. Llevaban cabalgando dos días, descansando ocasionalmente. El daimyo ya la quería poseer y no era conocido por su paciencia.
Su vista se posó sobre las cuerdas que sujetaban sus manos y después sus ojos detallaron la cuerda que la unía a aquel guardia de cabello naranja que la tenía prisionera. Su mano agarraba fuertemente la cuerda, impidiéndole cualquier escape. Transportándola cual ganado.
Él se encontraba a unos pasos delante de ella. Su caballo lucía mejor que el suyo.
Un ruido la sacó de sus cavilaciones. Se detuvieron y el estruendo de la puerta abriéndose se escuchó por varios metros. La entrada principal del castillo se abría.
Sakura trago saliva y su corazón comenzó a latir fuertemente. Había estado retrasando sus emociones, pero ya era inevitable. Había llegado a su destino.
Cuando la puerta se abrió completamente, volvieron a avanzar. Sakura se removió en su lugar.
Una vez que atravesaron la gran puerta, su curiosidad la dominó y comenzó a recorrer cada centímetro del lugar. Había muchos guardias. Unos la miraban con disimulada curiosidad y otros tantos, la ignoraban manteniendo sus posiciones de vigilancia.
Miró hacia el frente y observó que la puerta se abría y de ahí salía alguien que se mantuvo en ese lugar. Sakura apretó fuertemente su puño.
Cuando llegaron a la base de las escaleras. El guardia de cabello naranja bajó del caballo y se dirigió a ella. Reprimió un chillido cuando la alzó en brazos y la colocó en el suelo.
Un sirviente llegó y se llevó a los caballos. El guardia en cuanto la dejó en el suelo dio media vuelta y comenzó a caminar jalándola de la cuerda por lo que se obligó a caminar detrás de él para no lastimarse por el amarre un poco fuerte que tenía sobre sus muñecas.
Cada escalón que subía era como un apuñalada para Sakura. Su libertad se había terminado. Sabía que todo estaba perdido desde que él llegó a su aldea.
Subieron el ultimo escalón. Sakura mantenía la vista en el suelo. Trataba de controlar su respiración, sus piernas comenzaban a temblar.
Escuchó una voz gruesa.
- Adelante. Él está esperando – y sin más ese sujeto volvió a entrar
Ella se dejó guiar por aquel extraño guardia. Atravesaron el gran salón principal, era muy grande y algunos acabados estaban hechos de oro puro. La elegancia resaltaba. La tranquilidad del lugar era interrumpida por el sonido de sus pasos.
Caminaron durante un rato más, Sakura se comenzaba a preguntar cuanto tiempo más para su agonía, pero ojalá no lo hubiera hecho porque en cuanto se termino de formular la pregunta en su cabeza se detuvieron frente a una enorme puerta de roble.
Sakura trago con fuerza y se obligó a tranquilizarse, aunque sus nervios no la estaban ayudando. Se tomó fuertemente las manos, pues el temblor la recorría por completo.
El hombre que los encontró en la entrada, abrió la puerta y se perdió en el interior. El guardia que la escoltaba no se inmutó ante esto, simplemente se quedo mirando al frente, pero sin enfocar a nada en particular. Se mantuvo firme y su tranquilidad estaba matando a Sakura. Ella únicamente quería salir corriendo de ese lugar, subir al caballo y cabalgar hasta su hogar.
Una mirada que reflejaba tristeza se podía observar en su rostro. Su hogar. Su familia. Sakura se preguntaba como estarían.
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta se abrió repentinamente. Ella saltó inconscientemente, retrocediendo un poco. El guardia de inmediato comenzó a caminar y, por consiguiente, ella también.
En esa cámara solo estaba aquel hombre que los recibió, mirando al frente, pero no a ella. Del otro lado estaba otro hombro que le sonreía amablemente y en medio, sentado en aquella silla, luciendo prendas preciosas y sonriendo arrogantemente, estaba él.
Sasuke Uchiha.
Cuando los ojos de Sakura vieron directamente a Sasuke sus espasmos aumentaron, pero actuó rápidamente mordiéndose la lengua para evitar que se percatara de ello. Tenía que ser fuerte. Aunque Sasuke de inmediato se dio cuenta, pero guardó silencio.
Sasuke sonreía de tal forma que Sakura podía ver sus hermosos dientes blancos. Ella solo quería saltar sobre él y golpearlo hasta cansarse. Maldito idiota arrogante, pensó con rabia.
Se detuvieron cuando estuvieron a sólo unos pasos de él. Durante unos segundos solamente sus ojos podrían hacer el siguiente movimiento.
- Perdona que te hayan atado, pero no quería que escaparas – dijo después de unos segundos en silencio
Sakura no dijo nada, en cambio, trató de poner la mirada más amenazante que pudo, arrancándole una carcajada al Demonio Uchiha.
Eso la enfureció más.
- Tienes coraje. Me gusta – comentó levantándose de su silla. – Pero te advierto que no cometas el error de desafiarme, porque créeme, no ganaras – dijo caminando hacia ella
- ¿Tanta confianza tiene en usted? – su voz sonó más segura de lo que ella se sentía en esos momentos
Él sonrió aun más. – Veo que tienes una lengua muy larga, sería una pena que tuviera que cortártela – Sakura retrocedió de inmediato, pero él la sujetó de un brazo - ¡Oh! Tranquila, no tendré que hacerlo si no me obligas – Sasuke le acarició el cabello
Sakura se contuvo. Por este maldito cabello ella estaba en ese lugar.
Sasuke se acercó a ella y aspiró el aroma. – Hueles bien para alguien que tardó dos días en llegar – en su voz se podría apreciar un ligero tono amenazante
Sakura notó que el guardia que la escoltó se enderezó de inmediato. – No hubo buen clima mi señor – pronunció sin perder la postura
- Como sea – dijo Sasuke sin mirar a aquel hombre. De repente su expresión cambió.
La sonrisa se esfumó y él se irguió más. Sakura se asustó, era mucho más alto y fuerte de lo que se veía hace unos minutos atrás. Otro escalofrió recorrió a Sakura. Sus ojos reflejaban la más mínima empatía y estaba segura, que en cualquier momento se teñirían de sangre.
Sasuke apretó más el agarre que tenía sobre su brazo, obligándola a acercarse más de lo que quería. Ejerció más presión por lo que soltó un pequeño quejido.
- Vamos – dijo simplemente y comenzaron a caminar
Ella miró desesperada a los hombres que se quedaban en esa cámara, pero ninguno los miraba. Simplemente estaban observando a la nada, manteniendo sus posiciones. Sakura miró desesperada al frente. Pasillo tras pasillo, ella no lograba encontrar una salida, parecía un laberinto sin fin.
Sasuke la mantenía bien sujeta. Caminaba muy rápido por lo que en ocasiones se tropezaba, pero a Sasuke no le importaba, seguía manteniendo el ritmo.
El lugar era más obscuro de lo que aparentaba ser por fuera. Parecía que nadie vivía ahí.
En un ultimo intento por escapar, se removió violentamente logrando únicamente causarle molestias a Sasuke. Él la miró enfadado y activó los ojos.
- No agotes mi paciencia. No quieres conocerme Sakura – le dijo en tono amenazante
Sakura no respondió por miedo. Estaba hipnotizada viendo esos ojos rojos. En medio de la obscuridad, hasta el más experimentado soldado le temía.
Retomaron la caminata, pero no por mucho. Sasuke abrió una puerta y la introdujo sin delicadeza al interior. La arrojó sobre el futón. Ella cayó de bruces por la fuerza empleada.
Estaba aturdida cuando levantó la cabeza y observó el lugar. Sus alarmas se dispararon.
Estaban en su habitación. Miró a Sasuke con el miedo en el rostro.
Él mostró su sonrisa. – No te preocupes, te gustara – dijo mientras se quitaba su haori y la demás vestimenta.
Ella no podía darse por vencida tan fácil, así que se levantó rápidamente e intento correr. Sí, intentó, ya que al segundo nuevamente estaba tumbada sobre el futón con Sasuke encima. Sus ojos rojos estaban a la vista de nuevo.
- No soy conocido por mi paciencia Sakura – le dijo seriamente
No le dio tiempo a responder, ya que de un movimiento rompió su ropa, dejando sus senos expuestos. No le había desatado las manos por lo que las ató en algún lugar por encima de su cabeza.
Ella luchaba por liberarse, pero gracias al peso de Sasuke esa tarea se estaba tornando imposible.
Sakura lanzaba patadas, pero Sasuke sujetó una con fuerza, inmovilizándola. Sakura se mordió la lengua, el agarre era fuerte. Con su otra mano, Sasuke comenzó a acariciar el seno derecho de Sakura. Él no había desactivado el sharingan.
Sus ojos escoceaban por las lágrimas acumuladas, no quería llorar. No quería demostrarle que era débil, pero estaba indefensa ante aquel monstruo. Estaba perdida.
Su cuerpo temblaba, si él había escuchado el sollozo lo estaba ignorando olímpicamente. Sasuke solo miraba aquel pequeño seno blanquecino que acariciaba lentamente.
Sakura no entendía su comportamiento. ¿Por qué prolongar la tortura? Si quería tomarla, que lo hiciera ya.
Sus caricias cesaron y Sakura le miró. Sasuke alzó la vista y ella se perdió en esos peculiares ojos.
Todo se volvió negro.
Gracias por leer. Me ayudarías mucho comentando y siguiendo la historia. Acepto sugerencias o quejas con el debido respeto. No olvides estar al pendiente de mis otras historias.
Nos vemos.
AS
