Hola a todos y todas.

Bienvenid@s

Para poder empezar con este fic, lo primero es olvidarse de todo. He creado una fic en la que la magia no existe, solo he tomado los personajes de J.K Rowling y los he puesto a interactuar en esta nueva historia, inspirada en uno que otro libro y película.

Recomendada para mayores de 18 años.


By Hermione

Me desperté con la sensación de vértigo anclada en el vientre, tuve náuseas y todavía no podía conciliar el sueño, miré el celular, eran las tres de la mañana, no entendía porque me sentía tan nerviosa si ya había adquirido el puesto como secretaria en aquella empresa de modas, solo tenía que ir a mi primer día de trabajo después de haberme graduado con excelentes calificaciones en diseño de modas, muy seguramente lo haría muy bien, como siempre solía desempeñarme y así ir ascendiendo en la empresa hasta lograr el puesto que realmente quería. Aún así no podía dormir y el vacío en el estómago se volvía más grande. Me levanté y salí de la habitación hacía la cocina, pasando frente a la habitación de Ginny mi mejor amiga y compañera de apartamento, una pelirroja de ojos verdes, muy hermosa, siempre dejaba la puerta abierta y dormía plácidamente.

Atravesé el apartamento hasta llegar a la cocina tome un poco de agua y regresé a la cama obligándome a cerrar los ojos y dormir, pero la dicha me duró poco a las 5:00 am sonó el reloj despertador y me levanté de golpe, me fui hacia el baño que compartía con Ginny, me desnudé y me metí en la ducha, abrí el agua y esperé a que se aclimatara en tibio, me bañe a conciencia completamente, durante veinte minutos, salí del baño y mi pelirroja amiga ya estaba preparando unas deliciosas arepas con huevo, bailando al son de love and sexy magic de Justin Timberlake y Ciara.

-¿Chocolate o café amor? - me preguntó

-¡café! ¡Buenos días amor! - le mandé un pico yendo hacia mi habitación. - ella me sonrió y rodó los ojos.

-no sé para que te pregunto si siempre eliges lo mismo - siguió bailando y batiendo huevos. - Ginny trabajaba en una pequeña revista editorial, que sus padres le habían relegado después de que se graduó de la universidad en literatura universal, era una editorial pequeña y se mantenía a flote gracias a las inversiones de mi amiga, pues sus padres ya la daban por acabada. Pero Ginny con su fortaleza y trabajo duro había logrado sacarla a flote. Como era su propia jefe entraba cuándo ella quería o trabajaba desde casa. A Ginny le encantaba cocinar así que solía hacerme el desayuno, tenía ese don maternal de no dejarme ir sin que me comiera hasta lo último en el plato.

Me vestí con una falda de tubo negra larga hasta debajo de la rodilla, una camisa de seda blanca y una chaqueta negra que me hacía ver muy elegante, me puse los tacones, me peine alisando mi pelo irreverente, me maquille un poco con lápiz y salí hacia la cocina, Ginny ya servía el desayuno en el comedor y ahora cantaba who knew de pink a todo pulmón, tenía una voz muy linda.

- te ves espectacular - me dijo, muy contenta.

- tengo que verme muy respetable para mi nuevo trabajo - me mordí el labio nerviosa.

- relájate te va a ir muy bien y si no, todavía tienes una vacante en mi editorial. - me alentó sonriente

- humm eso se ve delicioso - dije sentándome frente a mi desayuno. Comí con ganas - lo se amiga, es que tuve una mala noche. Y pues estoy un poco nerviosa.

-¡te irá super! Vas a trabajar en el mismo edificio que uno de los diseñadores más prestigiosos de Londres - celebró mi pelirroja amiga. - seguro estarás viendo modelos de pasarela a cada rato, te envidio amiga.- Sus ojos brillaron imaginándoselo.

- estaré trabajando - le dije - no mirando modelos.

- pues deberías aprovechar a ver si atrapas a uno que te haga vivir la vida - se rió. Terminamos de desayunar, me apresuré a lavarme los dientes, tomé mi bolso y me despedí de Ginny con un abrazo.

A las siete en punto ya estaba en el lobby del enorme e imponente edificio blanco y negro de Malfoy's Fashion Designs. En la recepción había tres chicas rubias sonrientes. Me acerqué a una de ellas.

- buenos días. - Saludé

- buenos días - me respondió una de ellas - en que le puedo ayudar.

- Gracias - respondí con cortesía - soy Hermione Granger la nueva secretaria de diseño.

- Bienvenida, ¿señorita Granger? - asentí - siga al piso 15, allá la espera la señora Bella Lestrange. - me señaló el ascensor, le agradecí y caminé directo hacia él, los nervios no se me habían quitado, pero me obligaba a ser profesional y controlarlo.

Prácticamente me subieron a la fuerza en el ascensor un montón de gente que no supe de donde salió, algunos hablaban entre sí, otros por el celular y otros miraban papeles que llevaban en sus manos, al parecer todos de afán y cargados hasta el copete de trabajo. Como pude presioné el botón quince y esperé apretujada contra un costado del pequeño ascensor, afortunadamente muchos se bajaron en los pisos quinto y sexto. Pude con algo de pasmo acomodarme la ropa y respirar un poco, mientras la puerta se abría de nuevo en el piso séptimo, donde un hombre rubio de ojos grises esperaba el ascensor, me miró alzó las cejas y una sonrisa divertida atravesó su cara. Le sonreí cohibida y lo vi entrar hacia el fondo del ascensor, me miré en la puerta brillante del ascensor que se cerraba lentamente y me horrorize, tenía el pelo todo alborotado erizado y la ropa arrugada, me puse roja como un tomate al darme cuenta de que el motivo de la sonrisa divertida de aquel hombre, era mi aspecto tan peculiar en un lugar donde todos iban perfectos, me aplasté el cabello con las manos pero poco pude hacer el calor me había dañado el alisado. Rayos, no podía llegar con esa presentación a mi primer día de trabajo, me preocupe, mire en mi bolso pero no tenía ninguna bandita o peine para arreglar el desastre, me frustré por un momento. Las puertas se abrieron en el piso quince y dude un poco al salir. Que mi pelo estuviera horrible era indicio de que había empezado el día mal, muy mal.

- Oye disculpa - escuché que me llamó el hombre del ascensor, su voz era fuerte y varonil, lo volteé a ver y noté lo guapo que era, justo antes de que se cerraran las puertas, lo vi llevarse la mano a su cabello, se quitó una bandita que tenía puesta y me la lanzó. - buena suerte - me sonrió.

Atrapé la bandita en el aire, su sonrisa ladeada fue lo último que pude ver. Me quedé de piedra ahí, frente al lobby vacío, ¡que rayos había sido eso!

Desperté del shock rápidamente, observe el lugar, era un lobby grande con dos recepciones, y dos oficinas al fondo, una mujer salió de una oficina, con las manos me peine el cabello y me agarré una coleta con la bandita.

-¿Tú eres la nueva secretaria? - me preguntó.

- sí señora, Hermione Granger mucho gusto. - me presenté, la mujer me miró con el rostro serio, se veía que era una de esas mujeres duras y exigentes.

-ya era hora de que contrataran a alguien madrugador - dijo sin ningún atisbo de sonrisa - yo soy Bella Lestrange, su jefa inmediata, yo me encargo de la parte de diseño de modas de invierno, tu deber será estar alrededor mío y tomar nota de todo lo que puedas, entre menos te tenga que ordenar las cosas mejor, busco personas con iniciativa y que me den ideas frescas. Apenas llegue Hanna mi anterior secretaria, necesito que te pongas al día hoy mismo porque mañana tengo mucho trabajo y te necesito atenta. - Yo asentí como una autómata. la vi caminar hacia una de las recepciones que había en la estancia - Este será tu puesto de trabajo, familiarizarte con él, mi oficina es esa puerta. - señaló una puerta doble a un costado del lugar - enseguida llamo a Hanna. - fue lo último que me dijo antes de entrar de nuevo en su oficina y dejarme sola.

Me acerqué al escritorio, puse mi bolso y observé mi puesto de trabajo, muy bien acoplado con un computador de planta y uno portátil, impresora último modelo, tres teléfonos y mucho material de oficina. Pronto el ascensor se abrió y entraron dos mujeres, vestidas muy elegantes con ropa de diseñador.

- buenos días - me saludó una de ellas.

- buenos días - respondí con una sonrisa.

-soy Hanna la asistente de la señorita bella Lestrange - me dijo la mujer - voy a ponerte al día de todas las cosas - asentí y le puse mucha atención, después de ver que la otra chica se sentaba en su escritorio sin siquiera mirarme - para empezar - le puse atención cuando señaló los aparatos - estos tres teléfonos, el primero es línea directa con el señor Malfoy, es primordial que dejes de hacer cualquier cosa y atiendas enseguida, el segundo es de recepción también importante y el último son llamadas personales de la señorita bella, con ese mismo teléfono marcas este botón, el uno y le consultas a la señorita antes de pasarle cualquier llamada o para recordarle que tiene reunión o una cita, acá en el portátil en la pantalla está este itinerario donde están todas las citas, reuniones y así mismo tienes que anotar acá todo. Tienes que estar muy atenta.

Y así pase todo un día recibiendo las indicaciones de Hanna, hasta que fue la hora de volver a casa, realmente el trabajo de secretaria iba a ser muy pesado pero me sentía motivada al ser mi primer trabajo oficial, con buen sueldo. Después de todo el día no había sido tan malo. No podía serlo después de que un hombre guapo me sacará del ridículo con algo tan mínimo como una bandita para el pelo.

Al llegar a casa Ginny me esperaba en medio de la sala con las luces apagadas, arropada, tomando un poco de vino y escuchando trouble de Taylor swift. Me senté a su lado y me imaginé que algo le había pasado cuando vi su rostro fruncido.

- ¿qué tienes amor? - le pregunté sentándome a su lado. Suspiró.

- hoy salí de la editorial, tuve que ir a recoger un libro que querían reescribir porque es muy antiguo - me dijo con calma y mirando hacia el televisor encendido con el ceño fruncido - el caso es que tuve que ir al centro y me encontré de frente con Harry y Cho agarrados de la mano, se veían tan felices. - abrí la boca sorprendida.

- ¿y qué pasó? ¿Lo enfrentaste?

- no, solo seguí mi camino, hice como que no los vi - me dijo ella, alcé las cejas sorprendida - creo que él ha tomado su decisión y yo ya estoy cansada de llorar por él, creo que me he secado ya.

- oh amiga, se que te duele, pero me alegra mucho que hayas tomado esa decisión tan difícil pero acertada, yo se que tuviste algo lindo con Harry pero él decidió volver con Cho, tu mereces alguien que te quiera solo a ti. - curiosamente mi amiga ya no lloraba.

- lo sé, pero tampoco quiero eso Herms- me miró con decisión a los ojos - al parecer todos los hombres son iguales, estoy harta, de ahora en adelante me voy a dedicar a divertirme, me cogeré al que me guste sin compromiso.- me escandalice un poco - Si Hermione, saciar mi cuerpo cuando tenga ganas de coger, y más bien dejar de pensar en esas estupideces del amor que solo me ha servido para frustrarme y amargarme la vida.

-amiga sabes que te apoyo en lo que sea, pero debo decirte que no todos los hombres son iguales, se que no hemos dado con los mejores, pero por ahí estará el de nosotras, el ideal - le acaricié el cabello.

- eres una soñadora Hermione, el hombre ideal no existe. - dijo ella con amargura. - Pero déjemos de hablar de mí y este tema tan poco relevante, - me miró - ¿a ti cómo te fue?

-Bien, hoy fue un largo día de inducción y mañana empiezo realmente - le dije - es agotador pero me pagan muy bien y mi jefa es un poco seria pero pasable.

-que bueno que todo fue bien, de verdad me alegro por ti, porque sé que eres excelente. - me sonrió ofreciéndome la botella de vino.

- bueno al comienzo no me fue tan bien - no pude evitar contarle a mi amiga y confidente. Me bebí un sorbo

- ¿como así? ¿Porque? - preguntó curiosa - vamos a la cocina y me cuentas mientras cenamos, muero de hambre. - me tomó de la mano y me hizo seguirla hasta sentarme frente a la barra que divide el comedor de la cocina. Le conté lo que me había pasado en el ascensor con aquel hombre de lindos ojos grises, le mostré la bandita que me había lanzado y sus palabras mientras ella se movía por la cocina, calentando la cena.

- yo te dije que ese traje te hacía ver unas tetotas y un trasero hermoso, obvio que quedó impresionado de ti. - dijo ella y yo rodé los ojos

- ¿no me acabas de oír? Creo que te he dicho que he hecho el oso más tremendo frente a un supermodelo, el pobre de buen corazón solo me ayudó al ver mi frustración reflejada en el ascensor.

- Hermione, baja a la tierra por favor y deja de pensar que los hombres le hacen un favor a una mujer por bondad, la mayoría o es el mejor amigo o le ha gustado lo que ha visto y quiere cogersela. - me dijo ella.

- ¡Eres increíble Ginny! - la reprendí y ella rió. - la cosa es que fue muy buena gente. Además muy seguramente no lo volveré a ver en la vida, la empresa es enorme y trabajan muchas personas. - dije acomodando los platos a un lado

-ay amiga debiste haberle lanzado tu número de teléfono - dijo con coquetería, nos reímos. Ginny terminó de servir la cena y nos sentamos a comer.

-no creo que lo hubiera recibido, enserio amiga en el ascensor daba pena - me reí al recordarme con la ropa arrugada y el pelo alborotado, luego la risa divertida de aquel hombre. sonreí avergonzada.

- mírate si hasta te pusiste roja, debió ser un momento muy vergonzoso - dijo mi pelirroja amiga mirándome con una sonrisa.

- ¡por fin comprendes!

- bueno olvidemos eso y hablemos de algo realmente importante, ya sabes que he estado hablando con Luna y me ha dicho que va a venir a Londres pronto, que quiere vernos - saltó emocionada contagiándome.

-Que dicha, no nos vemos desde que salimos de la secundaria - dije contenta - mientras lavaba los trastes de la comida.

-al parecer llegará el otro fin de semana, así que prepárate porque apenas llegue nos vamos de fiesta.

- bien estoy de acuerdo, pero por el momento debo ir a descansar que mañana me toca un día muy ajetreado - me despedí de mi pelirroja amiga y fui a mi habitación, me quite la ropa, me lavé los dientes, me puse mi pijama de pantalón y blusa, y me acosté a dormir pensando en el momento del ascensor, me reí de mi misma viéndole la gracia a la situación y pronto me quedé dormida con el último pensamiento de unos ojos grises que me miraban con curiosidad.


Espero que hayan disfrutado algo. pronto publicaré el próximo capítulo, comprendan que escribo desde el celular y no es tan breve como me gustaría. Así que paciencia querid@s