Dentro de la habitación se podía ver 2 figuras desnudas abrazadas entre sí, una de ella es de una belleza rubia Italiana muy hermosa, se veía que su edad rondaba entre los inicios de sus veinte años (23 años), tiene la piel blanca y una figura de voluptuosa, 100-60-91(busto, cintura y cadera). A su lado se podía ver a un adolescente de cabello rubio y una figura tonificada como el de un nadador olímpico.
La belleza rubia no tardo en despertar y al abrir los ojos se pudo ver como ella tiene unos hermosos ojos azules y lo primero que vio fue el rostro de su ahora novio/amante oficial (públicamente), aún dormido, pero luego este la empieza a abrazar de una forma amorosa como protectora, ante esto ella no pudo evitar soltar una gran sonrisa feliz.
"Ufufufu, finalmente puedo decirle a todo el mundo que soy toda tuya Naru-kun" dijo la rubia hablando consigo misma mientras recuesta su cabeza en el pecho tonificado del amor de su vida.
"Y pensar que encontraría mi verdadera felicidad después de pasar por la experiencia más traumática de mi vida... Realmente los milagros ocurren de formas muy misteriosas" siguió hablando la rubia, donde empezó a recordar ese maravilloso día que cambio su vida para siempre.
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[ Flashback ]
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La tarde en que toda mi vida cambió para bien sucedió hace 7 años, luego de que fuera excomulgada del vaticano. Y para evitar ser asesinada después de ser declarada como bruja, la madre María de mi orfanato me dio un boleto para viajar a las tierras del oriente, más específicamente a Japón, una nación en la que el vaticano y el cielo tiene casi nula autoridad.
Al llegar a la ciudad de Kuoh empecé a buscar la iglesia que la madre María me recomendó, aunque igual que cuando llegue a Japón no dure mucho en perderme, pero gracias a eso pude conocerlo, el amor de vida, Naruto.
"Onee-chan, ¿estás bien?" una voz inocente me llamo.
Cuando voltee, lo vi, un pequeño niño de tan solo 10 años, de cabello rubio, una altura promedio para su edad y unos ojos Azul ceruleos. A pesar de que todo en él se veía como cualquier niño promedio, mi corazón empezó a latir rápido, dándome un sentimiento nuevo que jamás sentí en mi vida. Por alguna razón mi alma me decía que acabo de conocer a aquel que sería mi futuro.
"S-Si pequeño, solo estoy un poco perdida" responde con una voz nerviosa y sonrojada ya que no sabe por qué al conocer a este niño tan adorable la pone así... tal vez sean los nervios de estar en un lugar nuevo que no conoce para nada, si, debe de ser eso.
"¿Sabes a donde tienes que ir? Además, mi nombre es Naruto, Onee-chan" le pregunta esperando poder ayudar a la linda monja que acaba de conocer.
"Mucho gusto Naruto-chan, yo soy Jeanne, Jeanne D'Arc" responde la monja al pequeño Naruto.
"Y bueno... n-no tengo donde ir, y-ya que aún no consigo donde quedarme" le responde Jeanne al pequeño.
Inesperadamente Jeanne miente por primera vez en su vida, no sabe el por qué, pero algo dentro de ella le dijo que lo hiciera. Es como si su alma y corazón le digiera que trate de hacer todo lo posible para estar con Naruto sin importar que tenga que mentir un poco.
" ... ¡Ya se! ¿Por qué no te quedas en mi casa Onee-chan? Estoy seguro que mis padres estarán felices de ayudarte" le propone Naruto a la monja ya sabiendo que sus padre estarían de acuerdo con él.
"... Me encantaría Naruto-chan, ¡Muchas gracias!" Sorprendida por su oferta Jeanne acepta poniendo la sonrisa más alegre por la propuesta de Naruto.
Ya llegando a la residencia Uzumaki, tal y como había dicho Naruto, sus padres no dudaron en darle asilo a Jeanne después de escuchar que no tenia un lugar para quedarse, además de ser huérfana donde rápidamente le dieron la bienvenida y le dieron el cuarto de invitados.
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[ 5 días después casa Uzumaki, 2 p.m. sala de estar ]
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Jeanne no podía estar más feliz que nunca, después de quedarse a vivir en la casa de la familia Uzumaki, los señores Uzumaki empezaron a tratarla como a la hija que nunca tuvieron, la llenaban de afecto paterno y materno que ella nunca recibió, para ella esta vida no podía ser mejor.
"Onee-chan ¿Puedo tocarte las tetas?" una voz inocente le pregunto a Jeanne tomándola por completo desprevenida.
"Q-q-q-que ¿P-por qué de repente me preguntas eso Naru-chan?" desconcertada y sonrojada Jeanne le pregunto al pequeño que sospecha esta empezando a sentir algo por él.
"Bueno, estaba caminando me encontré a un anciano hablando algo sobre las maravillas de las tetas, me quedé a escucharlo y él me dijo que un hombre alcanza la mayor felicidad cuando ve por primera vez unas tetas" respondió inocentemente el niño de 10 años a la púrpura sorprendida.
Jeanne al escuchar lo que Naruto le acaba de decir se sorprendió aun más, pero luego de la nada, un pensamiento pecaminoso y para nada santo empieza a formarse en la cabeza de la ex monja santa, uno del que, a pesar de ser un gran pecado para la sociedad, para Jeanne, es uno que no deja de ponerla muy caliente, además de hacer que su corazón no deje de latir con gran anticipación.
"O-ok Naru-chan, ¡Pero! Tienes que prometerme que jamás les contaras a nadie de esto, ni a Otou-san y Okaa-san. Esto será un gran secreto de los 2 y solo los 2 ¿Me lo prometes?" le dijo Jeanne toda sonrojada y alegre mientras empieza a jadear lentamente por lo que esta apunto de hacer que su amado Naru-chan.
"¡Si Onee-chan, lo prometo!" Naruto le respondió a Jeanne como si un soldado se tratase.
"Muy bien, pero hagamos esto en mi habitación" Sin esperar una afirmación Jeanne tomo la mano de Naruto y lo llevo rápidamente a la habitación de ella, una vez llegaron ella cerro la puerta con seguro y se puso frente a un Naruto todo expectante de ver su primera teta.
"Antes de que toques mis tetas ¿M-m-me dejas hacer algo primero Naru-chan?" le dijo Jeanne toda sonrojada y con una mirada llena de lujuria mientras sigue jadeando.
"¿? Claro Onee-chan" aunque confundido sobre lo que quiere Jeanne, Naruto le dijo que sí.
"Gracias Naru-chan", dijo, inclinándose hacia adelante de tal manera que sus brazos juntaron sus senos y los hizo parecer aún más regordetes.
"O-o-onee" tartamudeando, sus ojos daban vueltas como si estuviera tratando de grabar cada centímetro de su imagen en su cerebro de su hermosa Onee-chan.
Ella acercó sus labios a los de él.
"Descuida, Naru-chan", susurró. "Esta también es mi primera vez. Ahora relájate."
Entonces ella lo besó.
En verdad, Jeanne estaba muy extasiada, nunca pensó que ella haría esto con su pequeño Naru, ella creía que lo haría una vez que el cumpliera los 16, pero cuando él llego y le pregunto de la nada si podía tocarle las tetas, algo dentro de su mente hizo corto circuito y toda la moralidad que tenia se esfumo por completo.
Ahora, mientras Jeanne lo besaba, explorando la boca virgen de su Naru-chan con su ágil lengua, empezó a quitarle la ropa. La camisa era bastante fácil de abrir, estaba atado con un nudo en la parte delantera. Ella lo deshizo con facilidad sin siquiera romper el beso. Pero cuando ella le bajó los pantalones y su mano tocó su pene, él jadeó.
Pero ella también.
Cuando le bajó los pantalones, algo surgió entre sus piernas. Cuando miró hacia abajo, estaba tan sorprendida que accidentalmente rompió el beso.
"Oh mi Dios" Exclamo Jeanne con sorpresa y lujuria.
A pesar de que jamás en su vida había visto un pene, al menos sabia como se veía gracias a la charla e imágenes que la señora Uzumaki le dio, por lo que sabia este tamaño no era normal para un niño de la edad de Naruto, ya que mástil completo, tenía fácilmente 8 pulgadas de largo.
"¿Qué... qué pasa?" preguntó Naruto preocupado.
Rápidamente ella se recompuso.
"Oh, no. Nada está mal. Simplemente no esperaba que estuvieras tan bien desarrollado. Veo que ya eres un adulto aquí abajo" Dijo Jeanne logrando calmar a Naruto.
Naruto se sonrojó ferozmente. "Yo... uhm... no sé qué decir".
"No digas nada, Naru-chan. Solo recuéstate y yo me encargaré de todo". Dijo Jeanne con lujuria emocionada.
Jeanne agarró su polla e Naruto siseó de placer ante el simple toque. Oh, sus reacciones fueron cien por ciento adorables, pero su mano apenas podía envolver su mástil. A pesar de que esta era la primera polla que veía y tocaba, era muy grande para sus manos.
Con unas cuantas caricias suaves, lo frotó de arriba abajo. Al mismo tiempo se colocó el cabello detrás de la oreja y abrió la boca para babear una copiosa cantidad de saliva a lo largo de su longitud. Naruto se retorció, agarrando el tatami en busca de un agarre que no pudo encontrar.
"¿Se siente bien Naru-chan?" preguntó Jeanne.
"S... Sí. Sí, se siente bien". Respondió Naruto todo sonrojado, pero con una mirada que demostraba lo excitado que estaba.
Ella sonrió, Jeanne amaba las cosas lindas, más que eso, le encantaban y ahora tiene en sus manos a un Naruto muy adorable y apetecible, por lo que su mente no dejaba de decirle que lo hiciera suyo para siempre en el proceso.
"Bueno, esto es solo el comienzo. Hay más de donde vino eso. Algo como esto." Ella separó los labios y bajó la cabeza hacia su miembro, llevándoselo a la boca.
"¡Kh-aahhh!" Naruto gimió, echando la cabeza hacia atrás.
Lentamente, Jeanne lo chupó mientras acariciaba su eje con una mano y acariciaba sus testículos con la otra. Miró a Naruto, que se retorcía impotente, intentando y fallando en controlar sus propias reacciones. Sus ojos se curvaron en una sonrisa lujuriosa y controladora.
Ella lo chupó con más fuerza, acelerando el ritmo al que también lo estaba acariciando.
"Ahh... Onee-chan. Estoy a punto... Estoy a punto de..."
Jeanne apretó su polla, evitando que se corriera por completo.
"Ahh... Uhh..." gimió.
"Todavía no, Naru-chan "dijo ella en tono de regaño. "No lo quiero en mi boca, lo quiero dentro de mí, mientras estamos verdaderamente unidos".
Se puso de rodillas y se sentó a horcajadas sobre el cuerpo de Naruto. Cada detalle de su figura desnuda era perfectamente visible para él, desde la curva de sus senos hasta la curva de su estómago, hasta la grieta donde descansaba su feminidad.
"Mira todo lo que quieras, Naru-chan. Este es el cuerpo de tu onee-chan que te convertirá en un hombre" dijo, pasando sus manos arriba y abajo de sus curvas. Si es posible, la polla de Naruto se levantó aún más.
Agarrándolo por el eje, Jeanne llevó el poste de carne a la entrada de su feminidad, así, cuando la enorme polla abrió su coño, lo primero que sintió fue dolor, pero después todo lo que sintió fue placer.
"Hmm", ronroneó ella. "¿Cómo se siente el cuerpo de tu amada onee-chan, Naru?"
"¡Kuuh!" Naruto gimió. "Hace tanto calor. Me está derritiendo. Es tan bueno."
"Sí. Te sientes muy bien dentro de mí también, Naru-chan. Tan grande y fuerte. Hnn. Como se esperaba de quien me enamore" Responde Jeanne con completa honestidad.
Esa declaración provocó una reacción en él, haciendo que su polla latiera violentamente dentro de ella.
Sin embargo, sus ojos giraron hacia ella. "¿D-de verdad?... Onee-chan ¿Tú me amas?", protestó.
Jeanne sonrió "Así es Naru-chan desde el momento que te vi empecé a sentir amor por ti" una vez más respondió con honestidad.
"Ahora, dime ¿Quieres pasar el resto de nuestras vidas juntos Naru-chan? Si dices que sí, te amare por siempre y podremos hacer esto todas las veces que queramos" dijo, y movió las caderas.
"¡Fuahh!" gimió
"¡Sii!" gimió Naruto "¡Quiero estar siempre con Onee-chan!" respondió Naruto aceptando por completo la confesión de Jeanne.
"Oh, sí", dijo ella, colocando ambas manos sobre su pecho. "¡Soy tan feliz!" Siguió balanceando sus caderas arriba y abajo de su pene, empalándose en su carne. Cada vez que ella se abalanzaba sobre él, alcanzaba nuevas profundidades inexploradas.
Miró a su amante y su corazón dio un vuelco al ver su rostro contraído por el placer. Ahora entendiendo ese sentimiento que tuvo cuando conoció a Naruto por primera, él realmente es el hombre de su vida y ahora que lo tiene nunca lo soltara.
Su enorme polla la llenó completamente, golpeando todos los lugares correctos. Sus cuerpos parecían tener una compatibilidad perfecta. Se encontró acelerando el paso, moviendo sus caderas con más fuerza.
" Oh... hmm... sí ".
"Ah. Onee-chan. Viene de nuevo" advirtió Naruto.
"Entonces déjalo venir. Deja que todo salga dentro de mí. No retengas nada. ¡Oh!"
Ella echó la cabeza hacia atrás, sintiendo que su semen inundaba las profundidades de su matriz, abrasando su lugar más íntimo. " (Por suerte sé que Okaa-san tiene píldoras en su cuarto) " Dijo Jeanne en su mente.
Naruto miró a la mujer que lo montaba, bañada por la luz del sol; su cuerpo desnudo cubierto de una capa de sudor. Ella era una santa.
Ahora que Naruto probo el buen sexo, algo dentro de él despertó, eso sumado que es un joven en la flor de su juventud un sentimiento posesivo y animal se apoderó de él.
Todavía estaba en medio del placer cuando él se empujó hacia arriba y hacia abajo.
"¡Wah!" ella lloró.
"¡Onee-chan! ¡Onee-chan!" dijo mientras comenzaba a empujar sus caderas.
"Oh Dios mío ¡Naru! ¡Oh!" Ella gimió lascivamente, envolviendo sus piernas alrededor de su espalda. "¡Buen chico! ¡Dámelo! ¡Dámelo duro! "
Naruto empezó a atacar sin piedad cuando estaba más débil, y comenzó a golpearla con todo el vigor de la juventud. A pesar de que ella era mayor, se sentía mucho más débil, ya que su polla golpeaba su cuello uterino con cada embestida. Ex monja o no, todavía era una adolescente y tenía sus propias hormonas que exigen ser saciadas. Y además quería más de su Naru-chan hasta estar satisfecha o hasta que su Naru este agotado.
'¡Más!', se dijo a sí misma, mirando a los ojos llenos de lujuria de su amante. '¡En este momento quiero más!'
Naruto siguió follándola, pero a pesar de que era muy rudo con sus caderas, era más gentil con sus manos. Él acarició sus pechos como si sus dedos fueran cada uno una pluma, chupando y mordiendo ligeramente sus pezones.
"¡Hnn! ¿Por qué eres tan bueno en esto? " ella preguntó.
"Eso es porque... Es porque Onee-chan es muy bonita", respondió frenéticamente.
No pudo evitar la sinceridad de esa respuesta. Ella lo atrajo para darle un beso profundo, agarrando la parte posterior de su cabeza para mantenerlo justo donde quería.
'Es mío, Es mío, Es mío, Es mío y de nadie más', pensó, mientras sus lenguas luchaban juntas.
Fue sacudida por otro clímax, interrumpiendo sus pensamientos y, para empeorar las cosas, Naruto todavía la golpeaba.
'Es mío, Es mío, Es mío, Es mío' Su cuerpo se aferró a él aún más fuerte. Todavía tenía que bajar del orgasmo anterior que sintió que otro se acumulaba justo detrás de él.
'Demasiado. Estoy perdiendo la mente. ¡¡¡Estoy perdiendo- !!!'
El tercer clímax borró por completo su proceso de pensamiento y lo besó aún más ferozmente.
"Ahh... Onee, voy a correrme de nuevo".
En el fondo de su mente, sabía que, que lo que hacían estaba mal, Naruto es un muy menor para ella, pero, aun así, solo le llego una respuesta a eso ¡Al diablo con las consecuencias!
"¡Siiiii!" ella aulló en contra de su mejor juicio. "¡Soy tu mujer, Naru! ¡Soy toda tuya! ¡AHHHH!"
Y así lo hizo, inundando su útero con semen por segunda vez. La felicidad básica que brotó de su interior eliminó cualquier vacilación que pudiera haber tenido.
"¡Ahh... Uhh! Mio" Dijo Jeanne mientras acariciaba la cara de Naruto dándole a la vez una mirada llena de amor, lujuria y devoción.
Continuará
