.

The New Girl

Entonces, fue en ese momento donde Sasuke entendió la conmoción

Hinata Hyūga era muy atractiva.

.

.

.


Capítulo 1:

Sasuke se levantó ese día con unos ánimos terribles, tanto que ni el mismo se soportaba. Miraba al reloj con odio.

'Regresar a la escuela...'

De nuevo, con los mismos problemas, las mismas auto-proclamadas Fans, que no dejarían de molestarlo hasta que se alejara en las siguientes vacaciones; cosa que ocurría dentro de seis meses. Se lavó los dientes con coraje, acordándose de Naruto en el proceso. No dudaba que en el cualquier momento llegaría a su puerta a hacer alboroto, le robaría su desayuno, mismo que su madre le había hecho específicamente para él.

Aunque no lo podía culpar, su madre era débil ante cualquier zorro callejero y más si este era Naruto. ¿Es que acaso en su casa no le daban de comer?

Se puso el desodorante; el idiota tenía dos padres que le daban lo que quisieran, era hijo único después de todo.

Se miró al espejo.

—Este día va a ser una mierda.

—Cuida que madre no te escuche hablar así.

Miro por instinto el reflejo de su hermano Itachi por el espejo. No sabía como, pero siempre lograba inmiscuirse en su cuarto en el momento menos oportuno. Era simplemente frustrarte... y hasta cierto nivel vergonzoso. En unos movimientos rápido Sasuke se tapó con la toalla. Era su propio baño, y su hermano se metía como si fuera el baño de las visitas.

—¡Itachi!— Reclamó.—Deja de meterte como un viejo pedófilo a mi cuarto.— dijo cuando finalmente se amarró la toalla a la cintura.

El Uchiha mayor ni se inmutó mordiendo su manzana. —Tonto hermano menor, no hay nada que me llame la atención, cambie tus pañales después de todo.— rodó los ojos mientras se sentaba encima de los gabinetes del baño.

Sasuke chasqueó la lengua. —Que me importa.— dijo. —¿No se supone que estés en la universidad?

—Entro a las doce. —reveló Itachi de manera calmada.

—¿Y que haces jodiendo desde temprano?— le acusó mientras se secaba el pelo con una toalla pequeña.

El mayor se alzó de hombros sin inmutarse ante el lenguaje soez que su querido hermano estaba llevando a cabo. —Es tu primer día de tu último año escolar.

Sasuke miró con molestia a su hermano. —Me da lo mismo.

—No seas tan pesimista.—le dijo el mayor. —Después de esto te iras a la universidad y créeme, vas a querer regresar.

—¿Regresar a que?— tiró la toalla. — ¿A las mismas clases mediocres de siempre? ¿Las Fangirls que lo que hacen es espiarte y sacar fotos cuando ellas creen que uno no se dará cuenta.— se volteó encarándolo. —¿Por que simplemente no me dejan adelantar como a ti?— soltó frustrado. —Yo también soy un genio en la familia.

—Y eso nadie lo duda, pero todo a su tiempo. —comentó Itachi dejando escapar un suspiro. —Pero no siempre es bueno que quieras adelantarte, te pierdes de cosas. Te lo digo por experiencia.

Itachi era el prodigio de la familia, ya a los catorce años había empezado su primer año en la universidad. Y ahora estaba terminando la maestría carrera. Era todo un prodigio su familia lo sabía, Sasuke lo sabía...

¡Todos lo sabían!

Por eso mismo su hermano menor siempre había sentido celos de la atención que recibía. Sin embargo, el Uchiha mayor estaba cansado. ¿Cuando había sido la última vez que había hecho algo por que quería y no por que se esperaba de él? No lo recordaba honestamente; pero si en algo estaba decidido, era que su hermanito menor era su prioridad.

—¿Y que crees que me estoy perdiendo si adelanto?—

Los ojos del menor estaban muy atentos al mayor. Todo lo que decía Itachi era como un aliento de vida.

—Una novia.

Sasuke lo miró serio lentamente haciendo una cara de asco que al mayor le sacó una sonrisa.

—No jodas, Itachi.

—Yo nunca tuve una novia, bueno, aun no tengo.— terminó de murmurar.

—¿Y que tiene de importante una chica?- le preguntó.

—No lo sé.- comentó Itachi con sincerad. —Creo que tener una novia es bueno, alguien con quien compartir, pasar tiempo...

—No puedo creer que estas hablando de esto.

El Uchiha menor salió del cuarto de baño. —Voy a olvidar que esto ocurrió.

Itachi solo se alzó de hombros mientras comía de su manzana. Sasuke aveces era muy sensible a esos temas y eso lo divertía.


En la cocina de la mansión Uchiha, Mikoto, la matriarca de dicha casona, miraba al rubio Namikaze de manera extraña. Lo notaba quieto sentado en la mesa de la cocina, sus ojos azules perdidos, muy dentro entro de sus pensamientos. No había llegado como era la costumbre del rubio, hablando alto y esparciendo su energía. La pelinegra miró la pila de panquecas que ella previamente le había preparado, y que estaba sin tocar.

—Naruto-kun...- le llamó de manera dulce. —¿No quieres desayunar?

—Ah...—pareció despertar de su trance. —No, no... — sacudió la mano para enfatizar su punto. —No se preocupe, Mikoto-kasan, ya comí algo en casa.

Los ojos de la matriarca se abrieron.

—¿Estas seguro?

No era ningún secreto que el rubio tenía un apetito insaciable, por eso se extrañó mucho antes sus palabras.

—Sí, Mikoto-kasan. —le sonrió.

Mikoto Uchiha conocía a este niño, era casi su hijo. No solo por que era amiga de Kushina, sino por que así lo sentía. Por eso sabía que a él le pasaba algo, pero era obvio que no le preguntaría directamente. Tenía un plan, pondría a su mejor agente a investigar que le pasaba al rubio.

—¡Sasuke! —llamó.

—Voy ka-san.

Justo después el chico en cuestión entró por el arco de la cocina terminando de ponerse la camisa negra que portaría ese día. Miró casi con sorpresa a Naruto ya que no lo había oído entrar. Se dirigió a su madre quien le pasaba su desayuno.

—Ese niño esta raro.— le dijo en tono bajo, y apurando a su hijo. —Pregúntale que le pasa.

—Quizás su madre le quitó el X-box, es común. —le quitó importancia al asunto.

—Claro que no, por que si fuera así me estaría rogando para que llamara a Kushina y convencerla de que lo que hizo no fue tan malo para que le quitara el juguete ese. —le dijo.—Sé un buen amigo y pregunta que es lo que le pasa.—le dio un beso en la mejilla para después seguir con sus cosas.

El chico rodó sus ojos, él no podía creer la naturaleza de los favores que le hacía a su madre. Sin embargo, Sasuke conocía a Naruto, y supo con solo ver su postura que algo le pasaba, así que entendía la curiosidad de su madre.

—Oye dobe ¿que te pasa?

Se sentó a su lado.

—Ah... Sasuke. — fue el saludo distraído que le dio. —No, no me pasa nada.

Mikoto estaba en el fregadero simulando lavar una taza que ya estaba más que limpia pero muy pendiente a la conversación de los adolescentes a su espalda.

—No me creas idiota. — dijo el pelinegro.

—De verdad no me pasa nada.

Estaba mintiendo pero Sasuke no iba a rogar, no estaba en su naturaleza meterse en asuntos ajenos. Su plan era llevarse otro bocado pero su madre le dio un latigazo con un paño en la parte de atrás de la cabeza. El chico en cuestión miró a su progenitora preguntándole con la vista a que se debió eso.

En señas muy elaboradas la madre le dijo que le insistiera al Namikaze.

—Sácale la información.—leyó Sasuke de la boca de Mikoto.

—Él no quiere hablar. —le comentó de la misma manera.

—¡Ahora!—le ordenó abriendo los ojos.

Él sinceramente no podía creer que estaba haciendo esto, pero todo por complacer a su madre, se le era complicado decirle que no.

Le dio un codazo, quizás un poco más brusco de lo normal. —¿Qué es lo que te pasa?

Escuchó al rubio suspirar.

—Es que...- hizo un gesto. —Me enteré de algo.— reveló.

El Uchiha alzó una ceja. —¿Qué? ¿Cerraron Ichiraku's?

—¡No, teme! No seas un bastardo. —le empujó el Namikaze.

Sasuke sonrió sarcásticamente a su manera, no tomaba mucho para molestar al rubio, y eso lo complacía en gran manera. —¿Me vas a decir o que? — apuró. La paciencia no era de sus mejores virtudes.

—Una chica se me confesó hace unos años.—empezó.—La rechacé pero quedamos como buenos amigos aun cuando se mudó para los Estados a empezar en nuestra escuela y honestamente no se que haré cuando la vea.—rápido reveló todo en un respiro.

El Uchiha se le quedó mirando por unos segundos sin creer que esta conversación se estuviera llevando a cabo.

—La chica esa tenía malos gustos.

Soltó el pelinegro para molestia del ojiazul.

—No seas así.—dijo.—No la veo desde que tenía doce años.

—¿Iba con nosotros en intermedia?—preguntó Sasuke.

—No, ella iba a una academia para chicas.-

El Uchiha tmó un bocado. —¿Y como la conociste?

—Mi padre y su madre eran amigos.

—Hn.- dio por terminada la conversación.

Ni siquiera era una ex novia, no entendía la actitud del rubio. Primero, Itachi le hablaba de novias y ahora Naruto. Esos temas eran banales, y honestamente no quería nada que ver con ellos. Dejó su plato en el fregadero y le dio un beso a su madre en la frente para despedirse mientras recibía un bento de su parte.

Haló a Naruto por la manga de su camisa. —Vamos, dobe. —y con eso se fueron sin dejar que el Namikaze se despidiera como era debido.


Ya montado y de camino en el carro negro de Sasuke. Naruto se encontraba en su ánimo usual, ya no tenía esa cara de funeral. Estaba hiperactivo cosa que por un lado tranquilizaba al Uchiha, pero por otro lado lo molestaba.

—Veo que seguiste mi consejo y te vestiste bien. — molestó el rubio.

—Yo siempre me visto bien. —le aclaró el Uchiha.

Junto con su camisa negra de manga larga tenía puesto unos jeans negros y su collar con el emblema de su familia Y no era que se preocupara mucho de su apariencia, es que él era un Uchiha y por naturaleza ellos hacían las cosas bien, con estilo. —Deberías tú preocuparte por lo que te pones.

El Namikaze llevaba una camiseta anaranjada con un espiral negro en el centro, jeans azules, y unos zapatos negros. ¿Acaso esa camisa llevaba una mancha de caldo de ramen? Sasuke no disimuló una mueca asqueada al pensar en eso. El idiota que se hacía llamar su mejor amigo hasta vestía ramen. Necesitaba mejores amistades.

—¿De que hablas? Esto...—se haló una parte de su camiseta. —Esto si que es un imán para las chicas.

—Dile eso a Sakura.—molestó el Uchiha sonriendo a la carretera esperando la reacción del rubio.

—¡Oi! Este es el año teme, haré que Sakura-chan sea mi novia, de veras.

Rodó los ojos. —Me dices la misma mierda todos los años todavía sigues soltero.

—Deja de ser tan negativo.

—Quizás deberías rendirte.— le comentó. —Existen otras chicas.

—Mira quien habla, tú nunca haz tenido novia.— le acusó.

—Eso es por que no quiero, idiota.— dijo Sasuke. —Además, no sé de que hablas. Tú tampoco haz tenido una novia.

—Bueno, casi, una vez.— dijo el rubio con voz queda.

—La rara que se te declaró no cuenta.

—Por favor, Sasuke no la llames así.

Con la seriedad con la que habló el Namikaze el tuvo que voltear a verlo por un momento. Raras eran las ocasiones que él hablaba de esa manera. Esta niña debía ser alguien especial para que Naruto adquiriera ese tono casi solemne.

—Como quiera la rechazaste...—volteó a mirar la carretera.

—Bueno, sí... —se alzó de hombros.—Pero eso no quita el hecho que después de eso la vi de otra manera.—reveló.—Hinata-chan siempre ha sido muy bonita, digo ella no lo cree, pero ella es como una hada. Y es adorable cuando se sonroja, pone a otros por encima de sus necesidades, es muy noble...— soltó una risa corta aun perdido en sus recuerdos. —Y es prima de Neji Hyüga, ¿sabes? Pero ella no es seria ni constipada como él.—negó rápidamente. —Ella es... especial.

Terminó por sonreír. No la usual zorruna que usualmente hacía, pero una como si estuviera soñando despierto. Cosa que admiraba de él, Naruto tenía una manera de expresarse que aveces le causaban celos, pero no se lo iba a decir nunca, primero muerto. Hubo una pequeña pausa donde solo se escuchaba el ronroneo del carro.

—¿Estás seguro que estas enamorado de Sakura?

—¡No seas cabrón, Sasuke!

Exclamó Naruto con un sonrojo intenso en las mejillas.


Entraron a la escuela y se encontraron con la otra parte de su grupo, Sai y Sakura. Aveces se le hacía complicado creer que tenía una buena amistad con Sakura, por que cuando niños ella lo acosaba hasta el cansancio. Aún estaba consiente de que todavía ella gustara de él, ya que siempre estaba al pendiente de él, en un nivel de amistad no importa, pero al nivel que ella lo llevaba a cabo era cansino. ¿Acaso no tenía que concentrarse en sus cosas? Siempre ella sacaba tiempo para estar encima de él. Pero la soportaba por Naruto, y siendo sincero por el pequeño aprecio que él le tenía. Como quiera, estaba agradecido que ella hubiese madurado de su fase acosadora sin control.

Sai era un personaje particular, aunque admitía en su interior que aveces le tenía un poco de celos. A finales del año pasado, Sai decidió hacer un colección de arte erótico, y consiguió un gran reconocimiento por ello. Hasta el presente hacía presentaciones en museos. Su arte era activamente aclamado, en consecuencia de eso Sai se hizo rico de la noche a la mañana. El idiota era un maldito genio, podía ir mas lejos si quisiera, sin embargo él quería seguir con su vida normal.

—¡Sasuke-kun!— se colgó de su cuello la chica.

La alejó después de medio segundo.

—¡Oi! ¿No hay abrazo para mi, Sakura-chan?

—Ah, Hola Naruto. —dijo la pelirrosada obligándose a mirar lejos del pelinegro.

—Yo te abrazo Naruto-kun.— ofreció Sai.

—¡Uy no! Aléjate pervertido.

Se escondió detrás de la espalda de Sakura.

Sasuke rodó los ojos. ¿Por qué tenían que ser tan irritantes?

Los demás lo imitaron tomando el camino al salón asignado. Al llegar, el asiento en la parte de atrás al final del salón estaba esperando por él. Era su lugar de siempre y a su lado siempre se sentaba Naruto, los otros dos dejaron sus cosas en la mesa de su gusto, y fueron hacia ellos.

—¿Oyeron que la prima de Neji Hyūga se transfirió de Estados Unidos para acá? —le dijo Sakura. —He escuchado que es muy bonita—dijo un poco recelosa esperando la opinión de Sasuke.

—Hn.

El Uchiha se desasoció rápido de la conversación que se avecinaba al voltear el rostro y mirar hacia afuera.

—Yo la conozco.

—¿De verdad Naruto?

—Papá conoce mucho de los Hyūga . Se llama Hinata.

Sasuke por su parte ignoró la siguiente parte de la conversación. Esta tal Hyūga le podía importar muy poco, él solo quería que este día terminara ya que todo le parecía irritante. Estaba consciente de que ni siquiera trataba de ser amable, pero como el bastardo que era, no le preocupaba cambiar.

Miró hacia hacia el frente notando como Shino Aburame tomaba asiento en la mesa frente a la suya. Sasuke sabía a quien tenerle respeto, el Aburame era un ejemplo de eso. Él nunca quería estar en el lado malo de ese chico, honestamente el creía el rumor de que él había entrenado con veneno de tarántulas. Eso de por si era de temer, personalmente no había hablado con él, pero sabía que era del tipo callado pero letal.

Su línea de pensamiento cambio a como sería la mejor manera de no prestar atención a la clase pero parecer que lo hacía cuando algo captó su atención. La clase estuvo en silencio para todos presenciar como Neji Hyūga entraba al salón. Neji era otra persona en su limitada lista de personas con las cuales Sasuke no se metería. Por mas miedo que diera el individuo nunca perdía la gracia; era alguien con porte elegante, con solo mirarlo se daba a respetar. Quizás era por eso que él le tenía celos no se podía negar que Neji era alguien a quien respetar. Era como su hermano, lo cual era suficiente para mirarlo con recelo. Lo visualizaban como un príncipe de alto calibre, y como tal se paró frente a la mesa donde estaba el Aburame.

Puso las manos en el espacio vacío del mismo, y clavando su vista en Naruto habló.

—Hinata se sentará aquí.

Su cabeza se inclinó hacia el lado de Shino de manera sútil. Sasuke se sintió irritado, ¿tanto protocolo para esa tal 'Hinata'? Rodó los ojos, ni que fuera realeza. Aunque los Hyūga no estaban lejos de serlo, si lo pensaba bien.

—Naruto, confió en que la ayudes y estés al pendiente de lo que necesite.

'¿El dobe?' Sasuke alzó una ceja. 'Apenas se puede ayudar así mismo...' pensó con burla al ver al rubio asentir nerviosamente.

Neji se dirigió al Aburame.

—Shino, sé que eres el mejor amigo de Hinata, así que eres él mas capacitado para protegerla de cualquier basura que se quiera pasar de listo con ella.

Sasuke se acordó de el veneno de tarántulas y casi sintió pena por el idiota que se quiera meter con la tal Hinata. Que por lo que veía era la 'princesita' de los Hyūga. Honestamente, ya estaba curioso de saber como era la individua. Naruto la tenía en un alto nivel de aprecio, al parecer era la mejor amiga de Shino y Neji estaba tomando medidas de seguridad antes de que la susodicha estuviera aquí. Admitía que estaba intrigado.

Neji re-acomodo su postura.

—Le informaré al Inuzuka en su próxima clase. Este es el mejor asiento para ella aquí, evita que otro lo tome. Así que, no me decepcionen. — dijo mirando a Naruto, con eso caminó para salir de la clase. Pero Sasuke siendo el bastardo que es.

—Nunca pensé que te vería actuar como una madre gallina.

Vio a Neji parar, pero no se volteó. —Es una pena que Itachi es el único de los dos que sabe actuar de manera civil.—soltó, para terminar de salir.

Naruto tuvo que aguantarlo para no salir detrás de él. ¿Que se creía? Actuando como toda una realeza y despreciando su persona de esa manera.

—Ya basta teme.—le habló el rubio con los dientes presionados. —Te pasaste, ahora te aguantas.

—Hn.

El Uchiha se sentó; ya se la cobraría. Escuchó de fondo como los chicos murmuraban aliviados que no les tocaba sentarse con la prima de Neji, y las chicas hablando de como podían ayudar a dicha prima para tener alguna probabilidad con el mismo. Rodó los ojos.

'Que patéticas' recostó su mentón y se dedico a mirar al exterior por la ventana. 'Debería sentir pena por la Hyüga, ni siquiera esta aquí y ya la están acechando.' Después lo pensó mejor. 'Pobre idiota.'

—Debe de ser bien parecida. —comentó Ino, la reina de los chismes. —Si esta relacionada con Neji.

—No te equivoques, puede que sea la prima fea de la familia.— mencionó Suigetsu dándole un cinco a otros chicos que se rieron de manera estruendosa.

En ese momento Shikamaru Nara, el mas inteligente de la clase, pero al mismo tiempo el mas vago, murmuró lo suficientemente alto para que la clase escuchara. —Te reto a decir eso frente a Neji cuando vuelva.

Por primera vez en su vida vio como el Hözuki se sonrojó de la vergüenza y el miedo que le sobrevino al escuchar como la clase se reía y lo molestaban. Sasuke escondió su sonrisa detrás de la palma de su mano.

'Este año si que va a ser muy interesante.'


Hinata respiraba de manera nerviosa y distraídamente jugaba con sus manos, hace tiempo que no hacía eso. Ella había cambiado mucho desde los doce años, además de que le creciera el cabello, que su cara se afilara y creciera unas pocas pulgadas en estatura, sus hábitos nerviosos y su timidez estaban más controlados, pero ahora que iba a empezar de cero, no podía dejar de sentir cosquillas en el estómago.

Exhaló. 'Todo va a salir bien.'

Miró como la estructura de la escuela se visualizaba desde la ventana de su auto. Una vez estacionada, pero aún no se atrevía a bajarse del automóvil. Frunció el ceño.

'¿Por que Neji no me esperó?'

Se hizo una nota mental de mencionarlo en cuanto lo viera. Aunque probablemente no lo iba a hacer, sabía muy bien que su primo se había ido más temprano para dejar todo arreglado para cuando ella llegara. Respiró una vez más y se miró por el espejo retrovisor. Ella ya no era más la chica antisocial que usaba ropa holgada. Ahora era alguien segura de sí misma, buena actitud y quien sabe quizás bonita. Se acomodó su ropa por quinta vez, aunque no era necesario. Llevaba puesto unos cortos de tela negros, unas medias del mismo color que le llegaban justo arriba de la rodilla, una blusa blanca sin mangas con cuello de tortuga, unos zapatos cerrados de tacón rojos y una bufanda. Ella venía de los Estados Unidos, y a ella le encantaba la moda de aquel continente. Su cabellos estaba perfectamente peinado y liso, y tenía un poco de maquillaje resaltando sus ojos.

Tomando un respiro, salió de su auto y lo cerró tomando su mochila negra en piel. Caminó hasta encontrándose con Neji y su amiga Tenten.

—Tardaste.— le dijo su primo.—¿Nerviosa?

Ella asintió.—Lo siento Neji-niisan.

—No te preocupes.— dijo esta vez Tenten. —Sé lo que se siente ser la nueva.— guiñó un ojo.

Neji le sonrió a la castaña; agradecía que ayudara a su prima menor para que se adaptara lo más pronto posible a este nuevo ambiente escolar.

—Eres muy bonita, Neji tendrá mucho trabajo con los chicos que se quieran pasar de listos, eh— la codeó haciendo que la chica tropezara con sus pies, pero su primo que estaba pendiente evitó la caída.

—Es muy temprano para que se desmaye, Tenten.— dijo mientras ayudaba a la pelinegra a recobrar su balance.

—No me regañes por decir la verdad.— dijo la castaña. —Te ves muy guapa, Hinata.— dijo al admirar su atuendo.

La chica solo pudo sonreír de manera nerviosa en agradecimiento, ya vería lo que le depararía este primer día. Su primo mayor le ofreció su brazo y ella lo tomó, a continuación el trío cruzó por el umbral de Konoha High.


En todos los primeros días del año escolar los maestros daban el discurso que se supone que motivaba a los estudiantes a dar lo mejor de sí. Sasuke estaba oficialmente aburrido y la clase no llevaba más de cinco minutos. Honestamente, lo único que lo motivaba este tipo de lectura era a volver a su casa y dormir.

'Que perdida de tiempo' rodó los ojos.

Miró a su alrededor, sus compañeros estaban, durmiéndose como Naruto, perdido en sus propios pensamientos o tirándose papeles sin disimular sus risas. A esto se refería al decir que volvía a clases con los mismos idiotas. ¿Por qué no dejaron adelantarse como a su hermano? Sakura lo miraba de reojo, y eso era otra cosa que lo hastiaba; evitó los ojos verdes que buscaban insistentemente los suyos. ¿Cuándo sería el día que ella se daría cuenta que nunca iba a recibir un interés romántico de su parte.

De momento toda la clase hizo un silencio sepulcral al ver a las personas que entraron a la clase. Naruto se levantó en un segundo.

—Me llamo Hyūga Hinata. Es un placer conocerlos.— expresó la chica con una sonrisa tímida.

Sasuke internamente se le abrió la boca. Fue en ese momento donde entendió la conmoción sobre Hinata Hyūga, ella era muy atractiva. Nunca en su vida había visto una chica así. Todos los chicos empezaron a silbarle y a decirle halagos hasta que las miradas asesinas de Neji, Shino y Naruto silenciaron algunos comentarios.

—Ya Basta.- calló el maestro por completo al grupo. —Bienvenida Hyūga-san. Busque un asiento de su gusto.

La chica asintió quedamente hacia Iruka-sensei, y después miró a su primo quien le dio una sonrisa completa para darle ánimos a su prima menor. Ella caminó hacia el asiento que le tenían reservado. Fue allí donde ella pareció parar de momento al ver hacia su mesa; pero no lo estaba mirando a él como hubiese esperado, sino que miraba al rubio quien a su vez le dio una sonrisa. Haciendo que la chica tropezara pero sin llegar a caer y que un sonrojo polvoreara sus mejillas. Ella se tocó las puntas de su cabello nuevamente, mientras miraba al Namikaze para después darle una sonrisa sincera.

—Shino-kun.

La escuchó exclamar emocionada mientras abrazaba al chico. Todos en la clase se sorprendieron al ver como le devolvía el abrazo. Se sentó mientras se ponía a hablar con el Aburame.

Sasuke no se dio cuenta cuando Neji se retiró, o cuando Iruka retomaba la clase. Él estaba meditando en lo que acababa de pasar. Normalmente, las chicas lo notaban primero a él antes que a Naruto, anteriormente si hubiese pasado así no le hubiese dado importancia. Sin embargo, ella lo había ignorado y por alguna razón eso lo irritó mucho.

La vio hablar con Shino para luego reírse.

Aunque no lo admitiera, esta chica había logrado picar su interés.


Mensaje de La Autora:

¡Volví! Hice algunas correcciones, pero estoy trabajando en el segundo capítulo. Lamento la tardanza, sin embargo gracias por el apoyo.

Espero que les guste. Hasta la próxima

-LaCrazyWriter