Capítulo 18: Año Nuevo en Hogwarts.
Los días pasaban tranquilos en Hogwarts, había mejorado un poco el tiempo y, aunque a los chicos no se les permitía salir del jardín, por temor a que haya una nueva ventisca, los chicos se divertían en el jardín jugando y haciendo guerras de bolas de nieve. Poppy cuando le tocaba vigilarlos se pasaba el rato recordándoles que se abriguen, no quería pasarse el resto de las vacaciones atendiendo resfriados. Un día les tocó vigilarlos a Severus y Elvira, él no supo cómo pasó, pero Elvira se unió al juego de los niños y, en un momento dado, ella empezó a lanzarle bolas de nieve a él y terminaron jugando ambos allí como niños. Los chicos estaban alucinando, el terrible Severus Snape estaba jugando en la nieve y reía y bromeaba con Elvira, cuando Pomona pasó por allí camino al invernadero y los vio parecía que allí había un ovni del que salía un extraterrestre con 7 cabezas. Cuando llegó la hora del almuerzo, salió Poppy a avisarlos y también se quedó muy sorprendida. Severus les hizo parar y les advirtió, con su simpatía habitual, que si contaban a los demás alumnos lo que había pasado esa mañana los castigaría durante tanto tiempo que incluso sus hijos tendrían que seguir cumpliendo con su castigo. Los chicos prometieron no decir nada, sabían que el profesor Snape era capaz de cumplir esa promesa, no querían pasar castigados el resto de su vida escolar.
Así llegó el último día del año y el tiempo volvió a empeorar, esa mañana ninguno de los habitantes del castillo fue a desayunar antes de las 9, hacía un tiempo horrible y sólo salieron de sus camas porque tenían hambre. Severus y Elvira se despertaron en su nueva habitación, Albus accedió a su petición y al día siguiente de navidad por la mañana ya estaba terminada la reforma y por la tarde reorganizaron sus cosas y por la noche ya estaban instalados. Eso salió bien, desgraciadamente el experimento en el que estaban trabajando desde hacía un par de semanas no salió como habían esperado. Tras esa decepción decidieron disfrutar el resto de sus vacaciones y continuarían trabajando en ello cuando empiecen las clases. Mientras repasarían el plan de clases para el siguiente trimestre. Cuando se levantaron el último día del año aún era un poco temprano para bajar, así que decidieron que, en lugar de su ducha habitual, se darían un baño relajante, solían bañarse juntos de noche cuando habían tenido un día un poco estresante, pero en esa mañana tan fría, les apetecía el calor de un baño de espuma. Pasaron un rato simplemente allí disfrutando de su mutua compañía. Elvira se metió en la bañera y Severus se tumbó sobre ella, descansó su cabeza en sus pechos y ella mientras acariciaba su pelo, ella rodeó su cintura con sus piernas y él pasaba sus manos perezosamente por ellas. Estaban muy cómodos, pero sus estómagos empezaron a protestar pidiendo comida, así que salieron de la bañera, se secaron y vistieron, se abrigaron bien y fueron a desayunar. Llegaron allí y los alumnos tenían cara de decepción, querían salir a pasar el rato en el jardín, pero el tiempo era horrible, así que para consolarlos Elvira les sugirió que esa tarde, verían una película, ella llevaría el televisor y el vídeo al comedor, allí estarían más cómodos. Todos se pusieron muy contentos, fueron a sus habitaciones para pasar la mañana tranquilos. Elvira y Severus se fueron a su habitación, ella estuvo buscando una película adecuada para niños, decidió ponerles Los Goonies. Nada demasiado aterrador, pero que fuera entretenido para chicos de esa edad. A él le sorprendió que en su colección tuviera ese tipo de películas, ella le dijo que no sólo tenía películas de terror clásicas, tenía un poco de todo, cine clásico, mudo, comedias, musicales, terror actual, dramas y, antes de volver a Hogwarts, compró algunas películas más, de temáticas más infantiles y juveniles, por si acaso pudieran ser útiles para entretener a los chicos, como es el caso, o si el profesor de estudios muggles quisiera ponerles una película. También le confesó, igual que a sus amigas, que tenía escondidas algunas películas pornográficas, había despertado su interés. Severus la cogió por la cintura y le dio un beso. Ésa es mi brillante bruja, siempre preparada para todo, pero prométeme que algún día veremos una de esas películas guarras juntos. Ella lanzó una carcajada y le dijo que podrían ver una por su cumpleaños, para celebrarlo en la intimidad. Tras ésto, pasaron la mañana tranquilos leyendo, ella uno de los libros de Stephen King que Hermione le había regalado, cuando volviera le enseñaría una foto que se hizo con Stephen King y el actor Vincent Price, seguro que alucinaría. Severus estaba leyendo su libro de Lovecraft.
Fueron a almorzar y después de comer Elvira fue a buscar el televisor y la película, llevó palomitas para todos y los niños estaban encantados, ayudaron a preparar los asientos para todos. Elvira les explicó a los niños lo que era una película y que nada de lo que salía ahí era real, era como una obra de teatro, y nada saldría del televisor. Les puso la película y tanto adultos como niños pasaron un rato muy agradable, después pidieron un té caliente y unas galletas a los elfos, terminaron de comer y se despidieron hasta la cena de Nochevieja que celebrarían esa noche.
Todos se prepararon para la ocasión, Poppy invitó a Aberforth a pasar esa noche allí, él dejó encargados a sus empleados y se tomó la noche libre. No había ido en Navidad para darles ese día libre a sus empleados. Poppy sabía que a Albus no le importaría aunque la relación entre los hermanos no era muy buena. Pomona bromeó diciéndole a Poppy que recuerde insonorizar su habitación porque estaba cerca de la suya y no quería pasarse la noche sintiendo envidia. Ambas rieron como colegialas.
Todos se vistieron muy elegantes, aunque como no era una ocasión tan formal como el baile de Navidad, Severus prescindió de la túnica de gala y de ninguna túnica, animado por Elvira, decidió ponerse sólo una levita negra muy elegante, abierta con un chaleco y camisa blanca debajo y la corbata que ella le regaló. Elvira decidió ponerse uno de sus vestidos negros ajustados, como el que llevaba el día que volvió a Hogwarts, como habría niños por allí, decidió subir un poco el escote, sólo para que Severus no se pusiera nervioso si alguno miraba más de la cuenta. Llegaron allí y saludaron a Aberforth, Elvira estaba muy contenta de verlo, por el trabajo no había podido visitarlo desde que llegó a Hogwarts y tras el baile de Navidad ni siquiera había salido del recinto de Hogwarts por el acoso de la prensa mágica. Aberforth entendía los motivos de Elvira y se alegró mucho de verla, Elvira le dio la dirección de sus padres y le dijo que les escribiera, que seguro que les haría ilusión. La cena fue muy agradable y deliciosa, los niños aún estaban como locos comentando la película, estaban deseando contarles a sus amigos y familia lo bien que se lo estaban pasando esas vacaciones.
Cuando terminó la cena Albus hizo aparecer un tocadiscos antiguo y puso música estuvieron bailando un rato, cuando puso música más movida y Severus decidió que iba a beber algo, uno de los chicos le pidió a Elvira que bailara con ellos, Severus puso mala cara, ella le susurró al oído:
-No seas cascarrabias, son sólo críos, además los bailes lentos están reservados sólo para ti.
Ella le besó en la mejilla y estuvo bailando un rato con los niños que ya la habían nombrado la profesora más divertida de Hogwarts. Los demás adultos miraban a Elvira bailando con los chiquillos pensando que menos mal que estaba allí porque los niños se aburrían si sólo estuvieran allí Albus, Pomona, Poppy, Severus y Aberforth.
Eran cerca de las 12 cuando Severus y Elvira bailaban una balada, entonces dijo Albus:
-He preparado una pequeña sorpresa para esta noche. Había pensado que podríamos ir a Hogsmade a ver los fuegos artificiales de Año Nuevo, pero como el tiempo es tan malo y hay tormenta esta noche, los fuegos artificiales se han suspendido, como me ha dicho mi hermano Aberforth, he pensado daros una pequeña sorpresa, ya veréis cuando lleguen las 12. - Les guiñó un ojo y todos se preguntaban qué podría haber pensado el viejo loco. En unos minutos dieron las 12 y Albus gritó: - ¡Feliz Año Nuevo a todos!¡Mirad arriba!
Todos miraron al techo y vieron que el techo normalmente encantado para mostrar una imagen del cielo en ese mismo momento, cambiaba de un cielo oscuro y con terribles nubes de tormenta a un deslumbrante cielo nocturno estrellado con una luna brillante e inmediatamente empezó un impresionante espectáculo de fuegos artificiales proyectado sobre sus cabezas. Algunos alumnos de los más pequeños se asustaron, pero Albus los tranquilizó rápidamente diciéndole que sólo era una imagen proyectada, no les haría daño. Entonces todos disfrutaron del espectáculo, los niños estaban pasándolo como nunca. En el momento en que todos estaban pendientes del espectáculo, Elvira abrazó a Severus, se puso de puntillas y le susurró al oído:
-Te quiero mucho, Feliz Año, amor.
-Feliz Año. Te quiero, preciosa. - Entonces se besaron lentamente mientras aún escuchaban las exclamaciones admiradas de los niños. Terminaron de besarse unos segundos antes de que terminara el hechizo y volviera el techo a la normalidad.
Los niños estaban entusiasmados, contra todo pronóstico estaban pasando unas vacaciones muy agradables a pesar de estar encerrados en el colegio. Severus y Elvira seguían abrazados, los niños los miraron con curiosidad, aún les extrañaba ver a su profesor de pociones siendo cariñoso con alguien. Albus propuso que brindaran todos, los adultos tomaron champagne y los niños un poco de cerveza de mantequilla. Cuando terminaron sus bebidas, se dio por terminada la celebración de Año Nuevo, había un par de chicos de primer año que ya les costaba mantenerse despiertos, así que los profesores los acompañaron a la entrada a sus dormitorios, los niños no protestaron, estaban deseando escribir a sus familias y contarles lo que habían hecho esa noche, casi todos fueron a escribir sus cartas para mandarlas al día siguiente temprano.
Cuando volvieron a sus habitaciones, Severus y Elvira encontraron a Poe esperándolos, empezó a restregarse contra sus pies, Elvira lo cogió en sus brazos y le hizo algunos mimos, vio que había cenado y le dio una golosina para gatos de las que le envío su madre para él cuando se enteró de que tenía un gatito. Poe cogió su galletita con entusiasmo y fue a su camita a comer tranquilo.
Severus la abrazó y la besó en los labios.
-Estaba deseando quedarme a solas contigo.
-Yo también. Me he divertido mucho con Pomona, Poppy, Albus, Aberforth y los chicos pero quería estar a solas con mi mago.
-La verdad es que me ha llamado la atención lo que te adoran esos niños, es comprensible, eres preciosa y encantadora con ellos, se te dan muy bien los niños. - Ella lo miró a los ojos y le dijo:
-Esos niños aún son pequeños y están pasando la Navidad lejos de su familia, sólo quiero que lo pasen bien. Si se tuvieran que quedar también en Semana Santa, que por lo menos no se entristezcan por ello. - Él la miró con ternura.
-Eres maravillosa. Cuando yo me quedaba aquí por vacaciones sólo leía y estudiaba. Ojalá hubiera habido una profesora como tú entonces. Cuando viniste aquel año sí lo pasé bien en vacaciones contigo, pero las otras veces se me hicieron eternas.
-Bueno, ahora estoy aquí y, si tú quieres, no volveré a irme nunca más de tu lado.
-Elvira, ¿Alguna vez has pensado en tener niños? Te he visto divertirte mucho con ellos.
Ella no se esperaba esa pregunta.
-Pues me gustan los niños, pero si te soy sincera, no había pensado en ser madre, también es cierto que es algo que sólo me plantearía contigo, si tuviera un niño o una niña querría que se pareciera a ti. - Él se quedó estupefacto.
-¿Querrías tener un niño se parezca a mí? ¿Un pequeño amargado con mi nariz y mi mal carácter? - Ella sonrió.
-No eres tan malo como aparentas…y tu nariz me encanta, te da mucho atractivo y personalidad… y a mi me da mucho placer cuando estamos en la cama. - Él se ruborizó. Ella siguió hablando. - Bromas aparte, sólo me lo plantearía si tú también lo quisieras.
Él la miró a los ojos.
-Ahora voy a ser sincero, nunca me he planteado la paternidad porque nunca he pensado que encontraría a alguien que me quisiera tanto como para tener hijos conmigo. Después de lo que me has dicho, no sé qué pensar sobre eso, no sé si sería un buen padre, sabes como era el mío, no tuve el mejor ejemplo. - Ella le acarició la mejilla y le dio un suave beso.
-Pues yo creo que serías un buen padre, ¿no recuerdas el día que estuvimos jugando en la nieve? Los chicos se divirtieron contigo, vale que después los asustaste, pero sé que tienes que mantener tu imagen de cabrón despiadado. No te voy a obligar a querer tener hijos, además hace poco tiempo que estamos juntos, sería muy precipitado quedarme embarazada ahora, yo quiero que disfrutemos más tiempo de nuestra relación, pero quién sabe, igual en un año o dos podríamos tener un niño o una niña que dentro de unos años venga a estudiar a Hogwarts con instrucciones nuestras de darle a Dumbledore una caja de caramelos de limón de parte de sus padres, en cuanto se coma uno le pondrá el pelo verde durante 3 días. - Ambos se echaron a reír histéricamente.
-¿De verdad le dirías a tu hijo que hiciera eso?
-Dijiste que ibas a hacerle algo así a Albus y aún no lo has hecho…lo único malo es que si no seguimos aquí nos perderemos ese espectáculo.
-Y que podrías hacer que expulsen a tu hijo del colegio.
-Bueno, entonces tendremos que vengarnos de Albus de otra manera… - Volvieron a reír.
-Está bien, no vamos a descartarlo, pero ya hablaremos del tema "niños" más adelante, por ahora estaremos un tiempo tranquilos, solos tú y yo. - Elvira lo besó.
-Me parece perfecto.
Se fueron a su dormitorio. Se desnudaron como cada noche y se acostaron, Elvira se abrazó a él con fuerza, esa noche estaba contenta, habían pasado un día muy agradable. Quedaba poco tiempo para que los alumnos y el resto del personal volviera, decidió que quería aprovechar el poco tiempo libre que tendrían. Lo besó apasionadamente, Severus le devolvió el beso, ella se subió a horcajadas sobre él, le encantaba ponerse encima, que la llenara con su enorme polla mientras le acariciaba el cuerpo entero. Esa noche Severus tenía otro plan.
-Un momento, ven aquí. - Agarró sus caderas y la hizo ponerse boca abajo a cuatro patas.
-¿Te quedarás quieta o te gustaría que cogiera alguna corbata? - La miró diabólicamente.
-Me quedaré quieta.
-Buena chica… - Dijo mientras acariciaba su nalga y luego la apretaba. Después la sorprendió dándole un ligero azote. Ella dio un pequeño grito de placer.
-¿Te gusta?
-Me gusta todo lo que me haces. - Él seguía acariciando sus nalgas.
-¿Te gusta esto? - Dijo empezando a acariciar superficialmente su pequeño ano. Elvira se tensó.
-Eso no. Lo he probado y me resulta doloroso, además, la tienes muy grande, me matarías. - Severus volvió a tocar su nalga.
-Está bien, era por si te apetecía, si no te gusta no pasa nada, ¿para qué quiero metértela por el culo cuando tienes un chochito precioso, suave, húmedo y estrechito sólo para mí? - Ella seguía a cuatro patas, él se agachó y empezó a lamer su coño desde esa posición… ella empezó a gemir y él acarició su clítoris suavemente, abrió bien su vagina y empezó a introducir su lengua dentro de ella. Elvira notaba sus piernas y brazos temblorosos, consiguió mantenerse en esa postura. Severus se apartó antes de que se corriera, le dio un azote en sus nalgas, después le metió dos dedos en la vagina mientras acariciaba su clítoris con el pulgar. Se inclinó sobre ella y le susurró al oído:
-Así me gusta, que cumplas lo prometido, ahora no te muevas.
Antes de que pudiera reaccionar le sacó los dedos y la penetró de una vez hasta metérsela prácticamente entera. Ella gritó su nombre muy fuerte corriéndose y chorreando abundantemente… él siguió follándola con pasión, se inclinó un poco y agarró sus pechos, amasándolos y acariciándolos con deseo, empezó a pellizcar sus pezones duros, bajó sus manos por sus costados, agarró con fuerza sus caderas, después le dio un nuevo azote en sus temblorosas nalgas redondeadas. Siguió follándola, luego la agarró por los hombros aumentando la intensidad de sus embestidas, hizo que se levantara y apoyara la espalda en su pecho, ella giró la cabeza y lo miró a los ojos, él acarició su mejilla.
-Te quiero mucho. - Dijo Elvira con voz entrecortada.
-Yo también. - La besó apasionadamente mientras seguía follándola incansable, bajó su mano llegó a su pecho y lo acarició su otra mano rodeaba su cintura, ella tenía una mano en la nuca de él para prolongar el beso, con la otra, Elvira se sujetaba al cabecero de la cama. En ese momento Severus bajó su mano desde su cintura para acariciar su clítoris y ella se corrió intensamente, él embistió una última vez y se corrió dentro de ella. Cuando terminaron cayeron en la cama prácticamente desplomados. Cuando recuperó un poco el aliento, Severus realizó los hechizos de limpieza habituales, los arropó y apagó las luces, quedando sólo alumbrados con la luz de la chimenea del dormitorio. Se miraron felices. Se dieron un tierno beso.
-Has estado maravilloso. No sé cómo lo haces, cada vez eres más bueno, eres el mejor amante que he tenido en toda mi vida. - Él sonrió.
-Es fácil ser el mejor amante del mundo cuando te tengo a ti para inspirarme. - Se besaron lentamente durante algunos minutos, se dieron un beso de buenas noches y durmieron abrazados toda la noche.
