El 31 de julio era un día especial en la Casa de los Potter. No solo marcaba el cumpleaños de Harry, sino que también celebraba el amor que floreció en el corazón de James y Lily Potter. Aquel día, Harry cumplió diez años, y su familia y amigos estaban decididos a hacer de su día una experiencia inolvidable.

La casa estaba decorada con globos dorados y plateados, los colores de la Casa de Gryffindor en Hogwarts, pero también destacaba el verde, el azul y el amarillo, James y Lily no querían condicionar a su hijo. Los Potters habían invitado a los Greengrass a unirse a la celebración. Daphne Greengrass, una amiga cercana de Harry desde su infancia, estaba entre los invitados. Los Greengrass y los Potter eran amigos de toda la vida, y habían compartido muchas aventuras juntos. También asistieron al festejo Neville Longbottom y su abuela, Augusta; Susan Bones había sido la primera en llegar ya que su tía, Amelia, era la jefa del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, pero como gran amiga de Lily, confiaba que su sobrina estaría segura hasta que pudiera finalizar con sus deberes y concurrir al festival, Susan había perdido a sus padres durante la guerra de sangre, a manos de los mortífagos. Más tarde los señores Evans llegan al festejo de su querido nieto.

Harry era un niño especial, y no solo porque sus padres estaban vivos y habían vencido al señor oscuro, sino también por su herencia mágica única. Se decía que era el heredero de las Casas de Gryffindor, Peverell, Potter, Slytherin y Ravenclaw. Esto lo hacía poderoso y con habilidades mágicas excepcionales. Sin embargo, a pesar de su herencia, Harry era un chico modesto y amable. A lo largo de los años, había crecido rodeado de personas que lo amaban y lo animaban a ser su mejor versión, era un muchacho por demás educado, atento, sin perjuicios, ya que creció como un príncipe sangre pura, pero con Lily trayéndolo a la realidad.

Uno de los momentos más destacados de la fiesta de cumpleaños fue cuando Harry abrió su regalo de los Potters. Era un antiguo libro de magia que había pertenecido a la familia Peverell, que contenía secretos y hechizos que ningún otro mago conocía. James y Lily habían encontrado el libro entre las pertenencias de los padres de James, que fallecieron hace unos años de viruela de dragón y sabían que Harry lo usaría con sabiduría.

La fiesta transcurrió muy tranquilamente, hasta que Sirius Black, padrino de Harry, llega al festejo con más de 38 regalos, el Sr Evans se ríe por lo bajo y su esposa le pregunta qué es tan gracioso – "Imaginate a Dudley si viera que su primo ha recibido más regalos que él, y de una sola persona". Petunia Dursley, de soltera Evans, es la hermana de Lily, quién, atemorizada por la magia decide alejarse de su hermana y todo lo relacionado con ella.

Sirius, se acerca a Harry y deja de levitar sus regalos. "Cachorro, feliz cumpleaños, eres muy importante y especial para mí, sé que los regalos no pueden expresar cuánto, es por eso, que además de haberte comprado una escoba voladora, la Nimbus 1900, y todos los accesorios que necesitas para convertirte en el mejor jugador de Quidditch de la historia, he ido a Gringotts para formalmente declararte como mi heredero". "Tío Pads, no necesitabas hacer eso – responde Harry en un tono gracioso – ya tenía suficiente con mis otras herencias, ¿ahora sumaremos la Black?" "Bueno, ve el lado positivo cachorro, la joven Daphne tendrá que demostrar su amor hacia ti más temprano que tarde, serás el niño más codiciado para contratos de compromiso" Replica Sirius guiñándole un ojo al sonrojado Harry.

Una vez que los invitados se retiran, Harry le pide permiso a sus padres para ir a probar su nueva escoba. La sensación del viento en su cara al volar lo hacía sentir más poderoso que nada. "Probaré nuevos movimientos, papá", con eso, Harry prueba el Amago de Wronski, haciendo que el corazón de Lily se detuviera momentáneamente y que tanto James, como Sirius y Remus vitoreen con entusiasmo. Este había sido un buen cumpleaños.