Aquí Saint Ninja 11 reportándose.

Este corto OS será en cuestión para el cumpleaños de Umi, un pequeño poema a la letrista de μ's.

Sin más, comencemos…

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Honoka había escrito toda la noche ese papelito en donde puso mucho que su cabeza le daba.

No era buena con las letras, eso lo sabía. Aun así, la peli jengibre se esforzó más que nada en terminar ese poema que le daría a su amada peli azul.

Sus piernas la guiaron hasta la residencia Sonoda en donde ya sabía que Umi estaría despierta debido a su horario de entrenamiento.

Y no se equivocó.

- Umi-chan – la peli azul se dio cuenta de la presencia de su amada comepan.

- Honoka, ¿Qué haces tan temprano acá? – antes de que la arquera dijera algo más, recibió un papel de parte de la oji azul – ¿Honoka? ¿Qué es esto?

- Es tu regalo… lamento si es algo sencillo – Umi simplemente abrió el papel para leer su contenido.

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Los cielos son azules con sus blancas nubes

pero tu azul es más bello.

Los mares azules que contienen criaturas únicas

pero tu azul es más bello.

Mis ojos son azules y me encantan

pero tu azul es más bello.

No hay nada en este mundo que supere ese cabello azul

un océano hermoso más grande que cualquiera alud

amo a esa chica que con su flecha de luz

ilumina mi cielo como una estrella

brillante como la noche y esa eres tú.

Gracias Umi-chan por dejarme estar contigo

al camino que elijas, créeme que con todo te sigo

Juro levantando mis ojos y alzando mi mano

Y decirte con mi corazón, Umi-chan, que te amo.

Feliz cumpleaños.

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- Honoka… esto es…

- Lamento si es corto y algo raro, sabes que no soy buena con la poesía a diferencia de ti, pero quiero que sepas que lo hice de todo corazón… ¡lo siento si está horrible! – la peli jengibre hizo una reverencia como humillándose, no obstante, esta sintió unos brazos envolviéndola en un abrazo fuerte.

- Es el mejor regalo que me has dado Honoka… gracias – los ojos de la líder de μ's se abrieron de par en par y esta poco a poco fue correspondiendo al abrazo de su amada oji avellana – gracias por el poema, Honoka.

- No hay de que… mi bello azul.