Entró con los pies hechos un plomo, nunca había estado tan nervioso en su vida, y cuando cruzó la puerta de la cocina donde estaba ella simplemente intentó sonar normal.

- "Ho-Hola Tsubame" –saludó con una falsa sonrisa-

- "Que tal Yashiko-kun" –su voz era neutral, aunque sea le veía un semblante un tanto triste-

- "Yo…. Emm…. Verás" –se rascó la cabeza con nerviosismo, pero antes de continuar la chica se acercó a él con una bandeja-

- "Mesa siente, están esperando que les lleve un poco más de té, y mesa ocho, pidieron un miso que ya está listo, encárgate por favor. Yo me encargo de algunos pedidos que están un poco atrasados" –y Yashiko agarró la bandeja mientras la escuchaba atento y un tanto preocupado, nunca la vio tan seria-

- "Tsubame…" –la agarró del brazo cuando ella quiso caminar- "Yo, quiero hablar sobre lo de hoy, no quisiera que quede esto así" –demonios, ¿dónde había quedado el fuerte chico que se enojaba por todo?- "Por favor" –suplicó entre dientes-

- "Yashiko-kun están esperando la co…"

- "PRIMERO ME CONTESTAS…" –afirmó más su agarre sin darse cuenta que de su fuerza hasta que vio la mueca de su amada. La soltó inmediatamente, pero agarró sus hombros nuevamente cuando vio que quiso salir corriendo- "Tsubame, lo siento, pero te pido que me escuches por favor, no quiero que esto quede así" –la miró en silencio, tenía los ojos cerrados evitando llorar, tocó sus pocas lágrimas para luego bajar por su mejilla, la besó un corto instante- "Por favor" –su voz era ronca-

- "Está bien, pero ve a atender las mesas Yashiko-kun"

Yashiko estaba contento, aunque en arte sabía que la chica había cedido porque ya estaban muy molestos los comensales al seguir esperando sus pedidos y los cocineros al ver que los dos niños seguían sin trabajar.

La jornada fue larguísima, y eso que había trabajado solamente una hora y media, igualmente la sintió eterna.

Se sacó el uniforme y miró a su chica que se lavaba las manos mientras dejaba la propina que unos insoportables chiquillos le habían dejado mientras repetían insistentemente que era una gran trabajadora, aparte de muy bella. No dudaron en proponerle una "buena compañía" para esa noche haciendo que se sonroje por la vergüenza e incomodidad que estaba sintiendo, no fue hasta que Yashiko intervino que la dejaron en paz.

"Besar a Tsubame en frente de todos no es tan malo, y más si es por una buena causa" pensó orgulloso, pero por alguna razón esto molestó un poco más a la chica, aunque ayudó a que la dejen de molestar, si la había dejado bastante mal vista con la gente ahí adentro. Volvió a suspirar, parece que ese día ninguna de sus decisiones iban a ser las correctas.

- "¿Tsubame? ¿ya estás lista para hablar? –preguntó con preocupación. Ella suspiró-

- "Si, Yashiko-kun" –y se sentaron en una de las mesas-

- "Mira, yo me quiero disculpar, sé que hicimos una promesa y la rompí, pero es que Kaoru esta vez se pasó con su entrenamiento y no llegue a la hora acordada" –comenzó mientras la chica lo escuchaba atenta-

- "¿Y por qué no le dijiste que ya tenías planes?" –contestó tranquilamente-

- "Es que no querían que se enteraran que era por ti"

- "¿Acaso te da vergüenza…"

- "CLARO QUE NO" –cortó abrumado- "es solo que…" –recordó las palabras de -Kenshin sobre el compromiso de él y Tsubame, y decidió seguir sus palabras, pero ahora no sabía que decirle a ella-

Pasaron los minutos sin una contestación clara, y a pesar que de que se sentía un poco dolida lo miró con ternura. Lo amaba y sabía que podía confiar en él porque él siempre intentaba que ella esté cómoda y segura, es verdad que se enojó pero pensándolo bien y luego de la escena en la cual la salvó de esos chicos sabía que en parte era muy injusta con su chico al enojarse solamente por una promesa rota.

El espadachín seguía con su debate mental cuando sintió unas cálidas manos rosando las suyas.

- "Está bien Yashiko-kun, te perdono, sé lo importante que es para ti esos entrenamientos, así que está bien" –él la miró sorprendido, entendiendo que esa sonrisa era la más hermosa que vería en su vida, y eso que la de Kaoru también le parecía hermosa. Se sonrojó- "Ahora vamos a descansar trabajamos mucho"

- "Espera…" –la agarró nuevamente- "quisiera que mañana nos levantemos temprano y me acompañes a un lugar" –vio como sus ojos volvieron a brillar dándole un dejo más de confianza- "Con esto te compensaré lo de hoy"

- "¿Y a dónde iremos?" –preguntó con interés-

- "El idiota de Sanosuke, se ve que no es tan idiota y antes de irse bajo penas legales me dejó su departamento. Y quisiera ir contigo para conocerlo y que me ayudes a ordenar un poco ¿te parece?" –estaba ilusionado por contarle eso, puesto que él fantaseaba con que esa pequeña casa se su primera morada de casados, aunque no le diga nada de la propuesta de matrimonio, si quería que lo ayude con ese tema-

- "Me parece genial Yashiko-kun te felicito por esa casa, pero lo que sí creo es que Sanosuke-san no lo hizo porque "no sea tan idiota como dice", lo hizo porque realmente te aprecia, como un hermano mayor, o tal vez un poco más allá y podría decir un tío a su sobrino"

Tsubame se disculpó con un aturdido Yashiko y le dijo que se iba a ir a acostar para poder estar en condiciones de ir mañana con él a ese lugar.

Yashiko se quedó mirando como su chica partía y él siguió con sus pensamientos, ese idiota no podía haber hecho eso con sentimientos tan profundos. Pero luego algo le vino a la cabeza:

Flashback

- "…te propongo algo, ve a hablar con Tsubame-dono pero no le digás nada de casamiento hasta que cumplas los quince, y hasta que hables conmigo bien los cumplas ¿te parece?" –Kenshin sonrió ante la propuesta haciendo que el chico quede aún más enfadado-

- "¿Y POR QUE TENGO ESPERAR SU APROBACION O CUMPLIR LA EDAD ADECUADA? USTEDES NO SON MIS PADRES NI NADA POR EL ESTILO"

- "Sé que no estoy en condiciones de decirte qué hacer pero deberías ir a hablar con Tsubame-dono y aclarar las cosas para que no se enoje contigo"

- "Mejor ve rápido, no voy a estar tranquila si están afuera tan tarde… igualmente debes hablar con Kenshin a tus quinces años, aunque no quieras… es un tema de honor"

Fin del Flasback

- "¿Cuestión de honor?" –Yashiko volvió a hablar luego de un buen rato de hipnotismo- "¿Qué rayos significa eso? Idiotas, siempre me hablan en difícil" –se paró y tomó con desgano sus cosas para ir a donde Tsubame había ido para ir a su habitación ahí-

Ya se había ducha en el Dojo, pero por alguna razón quiso otra vez entrar al agua. Pensó que iba a ayudarlo con sus pensamientos, pero resultó peor de que se hubiera imaginado, principalmente porque la imagen de ambos adultos tristes por su estúpido comentario de que ellos no eran sus padres lo estaba matando.

Pero ¿por qué se pusieron así? Si era la verdad, ellos no eran sus padres y por lo tanto no tenían derecho de hablarle como le hablaron, aunque pensándolo mejor tampoco recordaba que le hayan dicho algo malo o lo hayan reprendido, entonces solamente fue un berrinche suyo lo que provocó que diga semejantes cosas.

Suspiró…

Igualmente no dijo nada que no sea cierto… ellos no eran sus padres y él iba a cumplir pronto los quince años, así que era lógico que quiera pensar su futuro con la chica que amaba, que el idiota de Kenshin haya esperado varios meses para concretar con Kaoru y ahora que lo hacen solamente interfieren en su vida como si tuvieran el derecho.

Suspiró…

Sería mejor salir de baño, eso lo estaba poniendo peor. Llegó a su futón y recordó que mañana compensaría lo de Tsubame entonces durmió con un poco más de humor… tal vez podría besarla de nuevo.

Continuará...