Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.
Capítulo 31
Edward
No soy tan imbécil para mostrarle a Charlie nuestro penthouse. Salvo que el señor se nota agradable, no estoy dispuesto a revelar mucho, no sin el consentimiento de Bella.
Entramos en una pequeña cafetería. El lugar elegido, al lado opuesto de nuestro hogar.
En el trayecto hacia aquí Charlie se mantuvo callado y muy pensativo. Por su semblante es claro saber que ha estado meditando la situación de su hija.
Ellos se abrazan y Bella llora en sus brazos por algunos minutos, luego lo mira con mucho amor y acuna las mejillas del hombre frente a ella. Se nota preocupada por la salud de su padre.
―Puedes dejarnos un rato a solas ―pide Swan.
―No. Aquí estoy muy bien ―respondo.
Bella toca nuevamente las mejillas de Charlie y el hombre se rinde ante su hija, destila felicidad y también angustia.
―No puedo creer que te esté tocando, papá. Tenía muchas ganas de abrazarte.
Charlie la aleja. No lo hace con malicia sino para evaluar a su hija, frunce el bigote al descubrir la hinchazón en el vientre de Bella.
―Entonces es cierto ―masculla―, tienes una barriga.
Bella descansa una mano en el vientre donde habita nuestro bebé.
―No pidas lo mismo que Alice y mamá, porque de ti no podré soportarlo ―explica―. Yo quiero a mi bebé, es lo único que tengo mío. Es tu nieto o nieta, no sabemos qué es.
Los hombros de Charlie se hunden.
―Cuéntame, cariño. Quiero saber qué ocurrió para que salieras de tu casa y dejaras a ese hombre bueno.
Mi risa se escapa llamando la atención de Charlie que voltea a mirarme. Bella también me está viendo, tiene los ojos entrecerrados y no pestañea, es una mirada amenazante.
Me controlo.
―Sr. Swan ―intervengo― Jacob está muy lejos de ser un hombre bueno.
Charlie suelta una exhalación.
―Edward tiene razón, papá ―dice Bella―. Quiero que pongas atención a lo que voy a contarle, solo no me interrumpas…
Ella comienza narrando desde su noviazgo. Los celos aparecen, las tripas se me revuelven, me molesta que hable de la forma que lo hace, así que me quedo observando sin entrometerse.
No sé cuánto tiempo transcurre. Considero que es lo suficiente para que Bella se haya explayado porque veo que Charlie está respirando de forma acelerada.
―Papá ¿estás bien? ―la voz de Bella denota preocupación―. ¿Quieres que vayamos al hospital?
―No ―carraspea entre largos suspiros― es la impresión del momento, por… ¿por qué no me dijiste lo que ocurría, hija? ―las manos de Charlie están temblando y puedo notar la impotencia en su mirada, le duele, es lógico que se sienta devastado por su hija menor―. Cuando te propuso… ―los ojos oscuros de Charlie me miran un segundo― tal bajeza, debiste dejarlo, Bella. No debiste aceptar nada indecente.
Charlie arrastra los dedos temblorosos por la frente.
―Acepto que quise desquitarme ―Bella reconoce― y no pensé en las consecuencias, que sería un embarazo. Ahora es tarde para arrepentirme, papá, yo quiero a mi bebé.
Su padre hace una mueca, me mira fijamente por primera vez. Siento cómo si quisiera desmembrar mi cuerpo en estos momentos.
―¿Qué hay entre tú y mi hija? ―Indaga―. Porque no me van a negar que entre ustedes pasa algo, yo… yo te conozco, Bella.
Me cruzo de brazos.
―Su hija me gusta ―confieso de la manera más natural posible. Bella solo me mira con sus ojos muy abiertos, no sé si trata de callarme y tampoco quiero averiguarlo―. Estoy esperando que su divorcio se resuelva para pedirle una oportunidad.
Bella abre la boca, quizá no da crédito a lo que escucha.
Me centro en Charlie.
―Quiero cuidar de mi mujer como debe hacerlo un verdadero hombre ―termino por decir―. No importa si estás de acuerdo o no.
Me niego a seguir guardando lo que siento, quiero una oportunidad con ella, quiero cuidarla junto con mi bebé. Quiero que estemos juntos los tres.
Sé que es momento de hablar de lo que ambos sentimos.
Porque estoy convencido que ella también siente algo por mí.
Hola, este capítulo es en agradecimiento al apoyo que me han dado. ¿Qué opinan? ¿Fue una declaración o no? Que tengan un hermoso fin de semana, para quienes leen Los imprevistos del amor, nos leemos mañana.
Abrazos a la distancia.
Gracias totales por leer ✨
