Disclaimer: la mayoría de los personajes mencionados son propiedad de Stephenie Meyer.

Capítulo 19

―El sueldo no es el mejor ―explica el señor Newton―. La tintorería es nueva y tiene pocos clientes, cerramos temprano y no abrimos los domingos.

Asiento. No puedo ni quiero quitar la sonrisa de mis labios.

Cuando se comunicaron con Edward para avisarle de este posible empleo quise saltar de felicidad, no lo hice por vergüenza.

Necesitan una persona que asista a los clientes. Que haga anotaciones sobre las prendas de ropa y atienda el teléfono, es un trabajo sencillo.

―¿Cuándo puedo presentarme? ―No oculto la emoción en mi voz.

―El lunes, la entrada es a las 6 am. La salida es a las 2 de la tarde, a esa hora llega mi hijo de la universidad y es quien cubrirá tu lugar.

―Muy bien, aquí estaré el lunes ―doy media vuelta, estoy por salir del local y volteo hacia el hombre de panza prominente y cabeza calva. Tiene un color de ojos azul profundo―. Gracias, por la oportunidad.

Él sonríe.

Corro por la acera. La libertad es alegría y felicidad, empiezo a bailar conforme avanzo a la camioneta de Edward.

―Supongo que tienes trabajo ―me sonríe―. Felicitaciones, aunque yo hubiera preferido que aceptarás trabajar con mi madre. Te aseguro que con ella hubieras aprendido mucho en la veterinaria.

―Lo agradezco. Pero aceptar tu propuesta, no es conveniente. Necesito dejar de depender de los demás, me casé muy joven y nunca he tenido la oportunidad de valerme por mí misma. Es un reto que tal vez te resulte tonto, sin embargo, créeme que tener un empleo que yo misma conseguí, para mí es un gran logro personal.

―Sé que lograrás tus metas, Bella. Y te juro que en estos momentos me siento muy orgulloso de ti.

Sonrío.

―Por cierto ―añade―, ya he conectado tu celular ―agita mi móvil y lo deja en mi mano―. Pedí que te dejaran el mismo número.

Tengo la necesidad de abrazarlo muy fuerte. Me siento feliz que lo único que hago es frotar mi mano en su antebrazo.

―Gracias por toda tu ayuda, te juro que sin ti, seguramente estaría en un albergue de madres solteras. Gracias por no dejarme sola, Edward.

Su mano cubre la mía. Es demasiado grande comparada con mis dos manos.

―Te dije que no te dejaría sola, Bella. Y te aseguro que lo voy a cumplir.

―Te creo ―respondo, viendo fijamente ese par de ojos esmeralda. De la nada me giro hacia afuera y asomo mi cabeza―. ¡Ya tengo trabajo!

No puedo contenerme y termino gritando por la ventana. Los transeúntes solo me miran y siguen su camino.

―¿Qué te parece si celebramos? ―propone.

Quiero decirle que sí. Solo que existe un gran motivo para decirle no, su móvil está sonando. Sinceramente, mi intención no es traer más problemas a su vida.

Veo que observa la pantalla de su móvil. Tiene el ceño fruncido cuando responde:

―Billy Black.

Mi estómago se revuelve al instante, a la vez que un frío recorre mi cuerpo entero.

¿Qué quiere él?


Aquí esta el capítulo prometido. Les seré honesta, mi intención era subir capítulo doble por día, solo que veo que no se puede, ayer muchas no leyeron el primero que publiqué, creo se confundieron. Lo digo a base del conteo de visualizaciones, así que nos quedaremos con uno solo por día. Nos leemos el lunes y para quienes leen LIDA nos leemos mañana.

Feliz fin de semana.

Gracias totales por leer ✨