Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.
Gracias por leer y nos veremos después.
En mi imaginación personal Aomine tiene complejo de conejo, no lo digo yo, lo dice la ciencia.
Daiyo Aomine podría ser un bebé de apenas dos años pero era muy listo para su corta edad.
Tanto así que era capaz de saber lo que su padre en esos momentos quería de su madre.
-Daiyo...- llamo Aomine al bebé que jugaba tranquilamente con los cochecitos de Kai -... ¿qué dirías de ser un buen hermano mayor? ¿Te gustaría ser hermano de una linda y bella niña?-
El pequeño castaño con mechones de cabello azul vio fijamente los ojos zafiro de su padre, notando que no se tratara de una mentira de su padre hacia él. El moreno no iba a mentir, a veces se sentía intimidado por la mirada analítica de su hijo menor.
Daiyo desvío los ojos de su padre y después los enfocó en los juguetes con los que jugaba. Por su corta experiencia sabe que ser hermano mayor no era tan malo, sus hermanos lo consienten, malcrían y lo quieren mucho
¿Eso era ser un buen hermano mayor?
¿Sería así con su hermanita?
-¡Se!- exclamó el pequeño bebé para tranquilidad de Aomine. O al menos eso es lo que quiere interpretar el moreno como un sí.
-Bueno- murmuró el peli azul, cargo a su hijo y lo puso en sus piernas -solo no le digas a tu madre sobre esta conversación. Pienso embarazar a Ryou una última vez y este será nuestro secreto- el pequeño Daiyo se le quedo viendo confundido.
¿Qué habrá querido decir su padre?
-¿Mami? ¿Qué pasa?- pregunto Kai al castaño quien estaba encerrado en el baño. El pequeño de diez años estaba extrañado por la actitud de su mami.
-No es nada cariño, es solo que yo...- vomito de nuevo dentro del retrete para preocupación de Kai -creo que me cayó pesado la cena-
-¿Qué le pasa a mamá, Kai?- preguntó Ryuchi a su hermano, detrás de él venía Ryuki con un Daiyo en brazos.
-Dice mami que le cayó pesada la cena pero...- dudo en seguir con su explicación.
-Ha estado vomitando todo el día ¿verdad?- aseguró Ryuki, Kai asintió a las palabras de su hermano mayor -okey, todos abajo, yo veo que mamá este bien- ordeno a sus hermanos quienes asintieron. Le dio a Daiyo a Ryuchi y después se acercó al baño asegurándose de que sus hermanos menores le obedecieran, toco un par de veces la puerta y después pego la oreja a la puerta -¿mamá? ¿Estás bien?-
-Ryuki- habló el castaño aun en el baño -llama a tu padre. Esto es serio-
-¿Seguro?-
-Por supuesto cariño, hazlo por favor- el mayor de sus hijos suspiro y acato lo que su madre dijo.
Algo le daba mala espina a Ryuki. Esto ya lo había vivido en otras ocasiones y estaba seguro que tenía que ver con el viejo.
-¿Ryou?- llamo el moreno entrando al baño de su hogar bajo la mirada expectante de todos sus hijos, incluso del pequeño Daiyo.
-Daiki- llamo a su esposo sentado en el retrete con sus manos juntas mientras acariciaba su estómago y tomaba un poco de agua -¿qué rayos hiciste con los condones que tengo en el buró?- el moreno trago duro -¿Daiki?-
-Eh...- expresó Aomine -¿seguro de que quieres tratar este asunto con los chicos aquí?-
-Mis hijos mayores ya casi tienen veinte años, a Kai ya le dieron su primera clase de sexualidad y dudo que Daiyo recuerde esta conversación, así que más te vale tener una mejor excusa que esa, Aomine Daiki- todos los ahí presente tragaron duro, era la primera vez que Ryou se mostraba molesto, el castaño suspiro y después mostró la evidencia -picaste con una aguja los condones que usamos ¿verdad?-
-Yo... no- iba a negarlo pero la mirada seria de su esposo lo detuvo -...si- aceptó al final.
-¿Por qué?- quiso saber el castaño.
-Bueno... yo-
-¿Querías embarazar a mamá, cierto?- aseguró Ryuchi.
-No quería- respondió el castaño de brazos cruzados -ya me embarazo- aseguro acariciando su vientre. Sería tonto negar los síntomas que ha estado experimentando estos días cuando ya los ha vivido en cuatro ocasiones con sus anteriores embarazos -pero lo que quiero saber es por qué me embaraza su padre aun cuando acordamos que ya no habría más bebés-
-Quiero una niña, Ryou- respondió el moreno sintiéndose un poco culpable. Solo un poco -y lo siento si es que soy egoísta contigo pero quiero a una bebé Aomine corriendo por la casa y que sea la compañera de aventuras y travesuras de Daiyo. Sinceramente no me arrepentimiento de nada, Ryou-
-Awww- expreso el castaño -eso es muy lindo de tu parte Daiki- agrego mientras se acercaba al moreno y después tiro de la oreja de su esposo -pero existe una posibilidad de que volvamos a tener un niño ¿te recuerdo cuantos tenemos ahora mismo? Eso fue muy egoísta de tu parte- le regañó tirando aún más de la oreja de su marido.
Sus hijos les vieron intensamente. Existía la posibilidad de que hubiera una nueva integrante en la familia así como un bebé varón.
¿Los cuatro hijos de Aomine estaban listos para una nueva hermanita?
