Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.
Gracias por leer y nos veremos después.
Un pequeño Au donde este par son el Sol y la Luna uwu.
Antes de que el ser humano existiera como tal, en la antigüedad se libraron batallas sangrientas entre dioses que querían dominar las tierras lejanas del mundo entero.
El sol y la luna veían como sus hermanos y hermanas caían en batalla, cada uno en un bando diferente.
Uno representaba la luz en el universo. Mientras que el otro representaba la oscuridad del mismo.
Sangre y dolor. Desesperación, todo era un caos que hacía sentir débil a Luna mientras Sol se sentía imponente al ver así a su ser amado.
-¡Ryou!- grito Sol al ver a Luna desmayándose en batalla, corrió hacia donde estaba el chico -¡¿estás bien?!-
-Sí, lo siento Daiki-san- respondió Luna viendo a Sol estando en brazos del moreno que le veía preocupado, acaricio la mejilla ensangrentada del más alto -tengo miedo Daiki-san, mis hermanos y tus hermanos están sufriendo. No quiero que en el futuro los humanos nos vean así, divididos. Debemos detener esto- se puso de pie con ayuda del moreno quien lo levantaba con cuidado.
-Lo sé Ryou, lo sé- respondió Daiki abrazándole de la cintura y llevándoselo del campo de batalla -¿pero qué podemos hacer? Primero tengo que sacarte de aquí. Si alguien de nuestros hermanos nos ven estaremos en problemas, debo ponerte a salvo- agregó llevándose consigo a Ryou quien se negaba a irse de la batalla -¡Ryou, no puedo irme sin ti, coopera por favor!-
-¡No!- negó, entonces Aomine lo cargo en su hombro y se lo llevo ahí rápidamente -¡bájame Aomine-san! Tengo que ayudarlos-
-¡No!- grito Aomine sujetando el cuerpo de Luna sin intensiones de soltarlo nunca -si algo te pasa o llegas a sufrir daño me muero ¿oíste Ryou?-
El castaño lloro y se avergonzó al oír aquello. Amaba a Sol como amaba a sus hermanos pero le estaba pidiendo cosas imposibles. No podía dejar a sus hermanos y hermanas morir.
No quería que su Sol muriera a causa de una batalla sin un propósito.
Aomine se aferró a las piernas de su Luna y escapo de la batalla. Aquella guerra estaba perdida pero no quería que su Ryou sufriera por eso.
Luna no lo merecía. Su hermosa Luna no lo merecía.
Y haría lo que estaba en sus manos para que se mantuviera Ryou lo más lejos posible de aquella catástrofe.
