Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.

Gracias por leer y nos veremos después.

Les sugiero que escuchen la cancion Youngblood de 5 Seconds of Summer para que comprendan mejor el contexto de este cap.


»En ocasiones amar significa dejar ir,

Madurar y crecer significa amar aun cuando no se es correspondido

Te amo tanto que si conmigo no encuentras la felicidad que anhelas, entonces seré yo quien dará la media vuelta y jura por lo que resta de su existencia que no seré un obstáculo entre tú y la vida que quieres.

Porque maduré y yo te dejo ir sin mirar atrás aun cuando eres el dueño de este corazón«

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Porque eres mi cielo y mi oscuridad.

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Sakurai caminaba sin mirar por donde estaba. Sus hombros chocaban con la gente que transitaba por la avenida, realmente no le interesaba eso.

La lluvia caía con lentitud, como si mostraran el pesar de su corazón.

Y estaba bien.

Bien porque quiere decir que seguía con vida.

Estaba vivo.

Y eso era lo más importante. Al menos para su corazón roto.

-Creo que va siendo hora de decir adiós definitivamente, Aomine-san- expreso en el viento mientras la lluvia seguía cayendo sobre sus hombros. Sonrió mientras sus ojos se humedecían a causa de los sentimientos que albergaba su corazón -voy a dejarte ir, ya no te amaré y podrás ser feliz. Así como yo lo fui al conocerte- siguió su camino sin mirar atrás.

Tomo los trozos de su corazón roto y los guardó en lo más profundo de su alma.

Era hora de decir adiós.

-¿Ryou?-

No, no es posible...

Es imposible.

¿Acaso su corazón roto y sus emociones a flor de piel le estaban pasando una broma de mal gusto?

Después de tantos meses de esforzarse para no tratarlo, no encontrarlo por los pasillos de Toó, hacer exámenes y pedir cambio de grupo solo con la intensión de no verle más.

¿Y ahora el destino le daba un golpe en la cara y lo hacía verle ahí, frente a sus ojos, con una preocupación hacia el al verlo mojado en la lluvia?

¿Así de mal era su vida?

-Adiós Aomine-san- salió deprisa de ahí pasando de largo al moreno que caminaba con un amplio paraguas cubriéndolo de la lluvia.

Quizá tuvo que haber hecho eso antes de salir de casa sin nada más que la ropa que tenía puesta.

-Espera- le freno el moreno tomándole de la muñeca sin ser brusco. Atrajo el cuerpo de Ryou hasta una distancia prudente dentro de su paraguas, el castaño no debía enfermarse. Podrán haber ya pasado casi siete meses desde que se separaron y... no podía dejar de preocuparse por Ryou.

Teme a que esto se deba más por costumbre que por amor hacia Ryou.

-Yo...- inicio de nuevo el moreno no sabiendo que decir en esa situación, jamás espero encontrarse al castaño aquel día, de hecho, estaba sorprendido de encontrarlo en esos momentos. Ryou se había encargado de pintar distancia entre ellos todos esos largos y tortuosos meses.

Y eso estaba bien para Aomine.

Él le rompió el corazón al castaño en primer lugar.

-Si no tiene nada que decir, será mejor que me vaya Aomine-san- se soltó suavemente del agarre del moreno, se dio la vuelta y empezó a caminar lejos del peli azul.

Por su parte estaba Aomine quien no supo en que momento su primer amor se volvería tan intenso y tan doloroso de vivir.

Apretó los puños y dejo caer la sombrilla que le cubría de la inclemencia del tiempo.

»Nadie dijo que el amor iba a ser sencillo de sobrellevar.

-¡RYOU!- grito Aomine corriendo hacia el castaño quien con pasos rápidos se alejaba de la escena.

Ya no quería que su corazón sufriera más de lo que ya lo había hecho.

Nadie dijo que en el amor no habría dolor ni oscuridad.

-¡Ryo- su nuevo llamado se vio interrumpido al notar aquella molesta e inesperada escena frente a sus ojos.

El castaño, Sakurai estaba siendo abrazado y consolado por otro hombre.

Otro hombre que sabía perfectamente de quien se trataba.

Pudo notar que tampoco el castaño esperaba aquel acontecimiento. Pero aceptaba el consuelo que le ofrecían sin obtener nada a cambio.

Su corazón estaba agradecido por eso.

Nadie dijo que verte ir sería lo más difícil que haya experimentado en mi vivida.

-Vamos, Sakurai- abrazo al castaño de la cintura y le cubrió con la sombrilla que llevaba consigo. Lo último que quería era que Ryou se enfermara.

Suficiente tenía con preparar su corazón roto.

-Gracias, Kiyoshi-san- expreso el bajito viendo al castaño mayor a los ojos. Siempre era bueno encontrarse con un viejo amigo cuando el corazón se rindió de luchar.

Dejo de latir por quien hoy le dices adiós.

Nadie dijo que el primer amor iba a vivirlo tan intensamente contigo.

-Ryou...- llamo al aire dejando que varias lágrimas salieran de lo más profundo de su alma -...te quiero. Te amo todavía pero- sonrió, sonriendo como quien le dice adiós a su primer amor definitivamente -yo sé que no volveremos a estar juntos. Y eso está bien, porque mi destino no era permanecer a tu lado sino solo haber formado momentáneamente una parte de tu vida-

Y lloro, lloro como aquel que pierde su amor.

Nadie dijo que iba a perderte y amarte a partes iguales«

Y eso es mi amor por ti ahora y para siempre.