Disclamier : Los personajes son de S.M , yo solo creo historias que me gustan y quiero compartirlas con ustedes.
Prólogo
Isabellla es una paparazzi. Ella esta de suerte y consigue no solo uno, sino dos noticias de la famosa actriz Alice Cullen. Isabella no piensa desaprovechar la oportunidad y vende la historia, al fin de cuentas ese es su trabajo.
Por el contrario Edward Cullen, famoso millonario hotelero no va a permitir que la prensa interfiera en la vida privada de su pequeña hermanastra. ¿ Qué será capaz de hacer este hombre para impedir que Isabella Swan no interfiera más en la vida de Alice?
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Paparazzi
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— Posen para mí, chicos — murmuro desde una de las ramas de un árbol que de encuentra en la acera, pero que se puede ver al patio trasero de la casa de Jasper Whitloock , un cantante de Jazz y compositor poco reconocido que ha creado algunas piezas para algunas películas.
No estoy aquí por él sino por su famosa novia Alice Cullen, una mujer que en su corta carrera ha logrado ganar un premio Oscar por su papel en la taquillera película de "vidas paralelas" . También, la chica ha llamado la atención de miles de personas por su gran belleza y por su parentesco con el gran multimillonario hotelero Edward Cullen; digamos que solo es un treinta por ciento del total de sus fans quienes están interesadas en saber como lleva la relación con su medio hermano, el resto esta al pendiente de ella.
Me acomodo mejor sobre el árbol hasta que me siento un tanto segura en la maldita rama. Vuelvo a sacar mi cámara y me preparo de nuevo para tomar dos o tres fotografías más de ellos juntos. No es la gran cosa, pero esto me dará un buen de par de billetes a mi bolsillo, ya que por el momento nadie más que yo sabe que estos dos están aquí. O al menos eso es lo que me ha dicho María, una vieja novia de Jasper que los vigila y trata de arruinar sus salidas. No sé como es que ella consigue su ubicación, pero de alguna manera lo hace y me lo informa, ya que según esto, lo hace para de alguna manera vengarse por abandonarla por Alice Cullen. Y la verdad es que no me interesa tanto su rollo amoroso, solo estoy aquí para hacer mi trabajo e irme a casa con un par de billetes.
—Un par de fotos más y les juro que me iré — murmuró por lo bajo. Estoy a punto de bajar la cámara, cuando veo que Jasper lleva una mano a sus bolsillos traseros de sus pantalones y saca una pequeña caja satinada.
¡Mierda! ¿Eso es lo qué creo qué es?
A continuación, Jasper se inclina hasta quedar en una rodilla, abre la cajita y puedo leer en sus labios qué hace la pregunta que todo novio a punto de pedir matrimonio hace. Enfoco la cámara hacia Alice y ella se lleva las manos a la cara y asiente muchas veces, afirmando.
¡Mierda! Esto no me lo esperaba.
Capturo cada segundo para no perderme ni un segundo de lo que está pasando.
—¡Hey!— grita alguien de la parte de abajo del árbol.
Miro hacía abajo y me encuentro a un hombre vestido de negro con lentes oscuros gritarme.
¡Mierda! Es un guardaespaldas. ¿ De dónde carajos ha salido?
Guardo la calma lo mejor que puedo y miro hacía abajo.
—¿Sucede algo señor? — cuestiono.
El hombre da un pequeño golpe sobre la rama mas cercana a él.
—No te hagas la tonta y baja del árbol, esta es propiedad de él señor Jasper Witlock.
retrocedo un poco sobre la rama al sentirme un poco inestable, así que me acerco al tronco y me sostego de el.
—¿Ah, sí? No me había dado cuenta que la vía pública formaba parte de la propiedad de Jasper— le grito desde acá arriba. Mientras tanto me apoyo sobre el tronco y en unos pocos movimientos rápidos cambio la tarjeta SD por una que tengo escondida en una pequeña bolsa que le he añadido a mi sostén. Por nada del mundo pienso perder el pedazo de diamante que Alice y Jasper me han dado. En cambio meto otra tarjeta SD que he llenado de fotos de Kim Kardashian discutiendo con su ex marido.
—Baja inmediatamente de ahí si es que no quieres tener problemas— amenaza.
¡Mierda! Necesito pensar en algún plan rápido que me pueda permitir escapar de aquí. Correr no es una posibilidad, pues sé lo rápido que pueden ser estos guardaespaldas hijos de puta.
Bajo lo más lentamente que me puedo permitir. Una vez en el suelo, miro al hombre gigante que se encuentra a mi costado.
—Dame tu cámara —Exige.
Niego con la cabeza.
—No pienso darle mi cámara, señor. He visto lo que hacen con ellas una vez que se las entregan, Sabes. No quiero perder mi herramienta de trabajo.
No estoy muy segura, pero el hombre hace una mueca burlona.
—Tomar fotos a la intimidad de celebridades es un trabajo duro— se burla.
—No señor. Pero también mi trabajo es ir a fiestas infantiles, bodas, revelación de sexo. Ya sabes, esas cosas cursis. Si te interes documentar un evento así puedo darte mi tarjeta y quizá puedas darme un poco de trabajo — sonrio lo mejor que puedo.
El hombre extiende una mano.
—Dame la cámara— repite.
Retrocedo dos pasos y miego con la cabeza.
— No lo haré. Y si intentas tocarme voy a demandarte por acoso.
Estoy asustada como la mierda por su aspecto fuerte y matón, pero aunque sea un tipo grade, no me dejaré intimidar.
—¿Qué sucede aquí? — Cuestiona una voz externa.
Me giro para ver quien ha preguntado eso. Otro hombre, pero este con un traje azul, lentes oscuros y cabello cobre despeinado aparece en la escena.
—Descubrí a la señorita tomando fotos a la propiedad del señor Jasper desde aquí.
—¿Te encargarte del material?
—Estoy en eso, Señor.
El hombre que ha llegado se gira en mi dirección.
—Dame el material de tu cámara— exige, quitándose los lentes polarizados.
¡Santo Dios! No es nada más que Edward Maldito Cullen. Si Alice es un misterio, este hombre es como la bobada de un banco.
Sí que estoy de suerte.
Asiento con la cabeza, pero luego me doy cuenta del error que cometí, pues si accedo fácilmente no me creerán que es el material de su media hermana el que estoy entregando. Así que cambio y niego con la cabeza.
—Se lo daré si no dañan mi cámara.
Edward Cullen sonríe burlonamente.
—No prometo nada— dice él.
—Entonces no le daré nada, señor Cullen— suelto.
Cullen levanta una ceja y me inspecciona detenidamente. Luego su expresión cambia por un gesto aburrido.
—Encárgate de esto, Emmett— dice, da media vuelta y comienza a alejarse.
Al igual que lo hice hace rato, con algunos movimientos ágiles de mis manos saco la tarjeta de la cámara y la arojo al suelo. La mirada del tipo grande va al suelo . Entonces provecho esos milésimas de segundos para correr en dirección contraría a la que se encuentran el guardaespaldas y Cullen. Lo sé, había dicho que no era una buena idea, y no lo es, pero creo que no me queda otra opción, es todo o nada.
No tardo en ser alcanzada por el hombre llamado Emmett. Me toma del brazo con rudeza y me detiene.
—No tan rápido, chica — suelta.
Jalo con todas mis fuerzas mi brazo y por puro instinto le doy un golpe en las bolas. Se supone que el tipo está entrenado para cualquier ataque que venga, pero creo que el se esperaba todo tipo de ataque, menos en que yo le de dado. Entonces aprovecho para correr lo más rápido que puedo hasta que mis pulmones se quedan sin aire.
No sé cuanto tiempo ha pasado desde que comencé a correr, pero me doy cuenta que he llegado a mi edificio. Subo los tres pisos hasta llegar a mi departamento, abro la puerta con la llave que está debajo de la maceta de él señor Rodriguez, mi vecino y me meto a mi departamento cerrando con llave.
¡Por Dios! ¿Qué acabo de hacer?
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Paparazzi
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Si llegaste hasta aquí, gracias. Nos vemos pronto.
