Saludos lectores; les tengo algo de malas noticias. Está casi por completo el capítulo bono que les prometí pero estoy mega ocupada y escribir y editar requiere mucho tiempo de mi día. Tengo que aclarar que no los estoy abandonando, al contrario quiero darles un buen final y no esta siendo posible. Al momento, mi tiempo está siendo limitado por eventos y circunstancias temporeras pero que aún así no resta lo mucho que interrumpen mis capacidades de escribir. El final esta listo pero aún no esta editado y no me siento comoda subiendolo asi. Esto quizás me obligue a no poder subirles un capítulo el proximo jueves así que no se asusten si no ven una actualización la proxima semana. Estoy haciendo todos los ajustes posibles para que continuemos con la rutina establecida y tenerles los capítulos de costumbre, quizás me estoy precipitando y el capítulo este a tiempo. Ojala sea de esa manera y postee como de costumbre, sino es asi, lamento el retraso y no teman que es solo temporero. Gracias por leerme.
Capítulo 22
Lo prepararon toda su vida para ser lider del clan más grande de la aldea; jamás lo prepararon para ser padre. Lo irónico es que disfrutaba más la tarea doméstica que ser la cabeza de su clan, la crueldad de este hecho secreto era que nunca podría poner la paternidad sobre los intereses de su labor.
Hiashi amaba a sus hijas, más que nada en el mundo.
Hinata…
... ella era lo más preciado que tenía.
Pero era el líder de toda su gente, y amar a su clan, sobre todas las cosas, era su deber.
En muchas ocasiones fue cruel con su primogénita, algunas veces porque no sabía cómo ser un buen padre otras porque era lo que tenía que hacer para encaminarla por el mismo camino que le trazaron a él.
No había estado para apoyarla como un padre apoya a sus hijos; sino que le ponía objetivos y retos de la forma que lo hacía un lider a su sucesor en busca de su formación. Escoger entre el amor de Hinata y su clan, era la decisión más difícil que tenía que tomar todos los días de su vida. Jamás sería el tipo de padre que sus hijas buscarían cuando tuvieran un problema o necesitaran ser reconfortadas y eso lo hería de maneras que jamás creyó posibles lastimar a alguien.
Todo habría sido más sencillo si su madre continuará con ellos. Ella podía darse el lujo de ser lo que él nunca podría ser para ellas. Sabía que las dejaba solas y desprotegidas en un mundo cruel y severo en donde nunca habría un regazo cálido para sosegarlas cuando sufrieran o la tristeza llenara sus días. El destino les dió peores cartas a sus hijas que incluso a él.
Muchos futuros líderes terminaban siendo deficientes y faltos de humanidad con el peso de años de exigencia y sufrimiento. Lo había visto en innumerables ocasiones.
Sin embargo, a pesar de sus deficiencias como padre y de la suavidad de su sucesora; Hinata creció para ser, lo que se pronosticaba, la mejor líder que ha tenido su clan en siglos. Hiashi le gustaría tomar crédito en la joya que era su hija pero aunque quizás algunas de sus lecciones trabajaron en su base, su hija tenía una independencia moral y fuerza interna ajena a él u a otros del clan.
Hinata había transformado las faltas de él como padre en herramientas poderosas, las exigencias de su clan en peldaños, la crueldad del mundo en su jardín, sus conocidos y amigos alimentaron su ingenio y sabiduría. Hinata tenía una capacidad adaptativa y resiliencia que pocos tenían y que Hiashi agradecía todos los días, porque sino fuera así no sabría que hubiera sido de su hija con una crianza tan mediocre en compasión y amor.
Hiashi jamás admitiría, porque los cabecillas de clanes no deben tomar espacio en su mente para sus deseos propios, que habían veces que su mente vagaba con la posibilidad de algún día poder hacer algo por sus hijas, que no fuera solo moldearlas a las necesidades de su clan. No se tentaba amenudo con esto, era egoismo priorizar el afecto de sus hijas sobre la posición que le encomendaron.
Así que cuando vio, de la manera menos inesperada, que los deseos de Hinata y el bienestar del clan se alineaban, una rareza, creyo tener por primera vez la oportunidad de complacer a su hija.
Hiashi se encontraba como de costumbre en su estudio, leyendo reportes y minutas, firmando planes e inventarios futuros. Estas cuatro paredes era la mayoría de su mundo y cuando tenía la oportunidad para algo más ya no sabía que hacer con su tiempo que no fuera derramar todo lo que era él a los pies de su labor.
Su asistente esperaba por él para que lo dejara hablar. Hiashi lo vio de reojo, el joven movía un poco sus dedos para restarlos en su ropa y volver a hacer el movimiento involuntario, muy probablemente le traía información que no era la que esperaba.
"Prosigue." No dejaba de leer los pergaminos de reportes. Cuando uno esta en su posición no tiene el lujo de hacer una sola cosa a la vez.
"Hiashi-sama. El informante nos indica que aún no hay contacto entre las partes." La misma información que le dijo el lunes pasado, el lunes antes que ese y todos los lunes anteriores; nada.
"¿Estás seguro? Mi hija es muy buena escondiendo cosas cuando quiere hacerlo y ya sabe que la he estado espiando." Necesitaba otra respuesta, necesitaba que esto funcionara. No sabía si porque era lo mejor para el clan, para Hinata o para salvar lo poco que quedaba de su rol de padre.
"Si, Hiashi-sama. Todo indica que Hinata-sama y la otra parte no han tenido ningún contacto. Presencial, indirecto o por cartas. El informante ha intervenido la correspondencia de ambos y en ninguna instancia hay muestras de contacto de ningún tipo." Hiashi noto algo de júbilo en el tono del asistente, no era la primera vez que se le escapaba la evidente emoción de la información entregada.
"Terca… tercos." Hiashi dijo para él mismo. Quizás no debió intervenir y abogar por el Uchiha, después de todo él más que nadie debía saber lo testaruda que era Hinata con las personas que quería y si uno quería a alguien buscaba su felicidad. En estos terrenos, la felicidad era un recurso escaso y su hija sabía eso a la perfección.
"Hiashi-sama; perdone el atrevimiento pero ¿puedo preguntar algo?" Se escuchó decir al asistente; tan bajo que otro no habría escuchado. Claramente sabía que no era pertinente.
Hiashi arqueo una ceja. Los asistentes no preguntaban; ellos informaban, mantenían la maquinaria aceitada y en marcha; algunas veces, si se le pedía, aconsejaban.
Era irrespetuoso.
Con la edad y su posición, el lider se había hecho cada vez más soberbio, así que la desfachatez se le hacía particularmente desagradable pero también, cuando era retado su orgullo, solía ceder. Creía que la humildad mantenía a las personas con los pies en la tierra y era un ejercicio que se debía practicar.
"Tienes la palabra; muchacho." Dijo lo último de manera deliberada, recalcando la brecha de estatus entre los dos. Ya sabía con anterioridad para donde terminaría cualquier comentario.
"¿Por qué él… por qué el Uchiha? No es que dudo de sus planes Hiashi-Sama, o sus capacidades pero ¿no cree que es muy riesgoso? y el consejo, ellos…" El asistente trataba de hablar pero el nerviosismo hacía que su voz sonara entrecortada, comenzaba a formarse una ligera sudoración en su frente.
Cansado de esperar que terminara, porque no tenía todo el día, Hiashi lo interrumpió. "El consejo eventualmente entenderá lo que es mejor para el clan; como yo también lo estoy haciendo."
"Con el historial del traidor, digo el Uchiha y su clan, no creo que…" El muchacho paro en seco su verborrea cuando vio la cara de su líder. Hiashi lo menos que quería era escuchar ahora un sermón obsoleto por un empleado falto de ideas propias que solo repetía lo que decían todos.
"Muchacho; ¿Crees que soy el tipo de líder que se deleita en complacerser sus ambiciones personales sobre las de su clan?" No era ese tipo de lider pero si había cierta satisfacción personal con esto. Quería darle esto, quería darle a Hinata lo que nunca pudo darle; lealtad y amor sin trabas o condiciones.
Necesitaba este as bajo la manga desesperadamente; necesitaba a el Uchiha.
El mundo estaba cambiando pero a la vez no. Aún había los retos de siempre y otros nuevos; su hija tendría que enfrentarse a todos.
El clan estaba lleno de serpientes y afuera, en el mundo ninja, habían bestias más grandes. Neji, su sobrino, en su capacidad de protector podía hasta cierto punto cuidar de Hinata pero después de todo seguía siendo un peón de su clan; marcado de por vida. Hinata no lo parecía pero era temeraria, ambiciosa y testaruda. Hiashi sabía que disgustaría a muchos en su posición; ya lo hacía. Necesitaba a alguien leal que la protegiera de la aldea, de su clan, de él mismo.
"No señor; jamás me atrevería a tal cosa. Soy su más leal servidor y creo en su mandato como se cree en el orden natural de las cosas." Este se inclinó reverencialmente, tocando su frente en el suelo.
"¿Cuál es la duda entonces? ¿Dudas de mi buen juicio?" Sabía de la fidelidad de sus ayudantes más íntimos. Eran seleccionados con el mayor rigor; pero también sabía de la cultura de su clan, después de todo él era parte de ella. El muchacho tenía que estar cuestionandose uno de sus mayores ideales; no confíes en un Uchiha.
El asistente continuó en su silencio reverencial; tenía miedo de decir lo que quería decir.
"Habla ya. Ya que insististes en dar tu opinión al respecto, comprométete a tus planteamientos." En esta etapa de su vida todo lo que escuchaba parecía parafraseado de algo que escuchó antes; había pocos argumentos nuevos, ideas innovadoras, visiones revolucionarias. Dudaba que su ayudante dijera algo diferente de lo que había escuchado. Siempre eran los mismos discursos cansados.
"El consejo nunca verá con buenos ojos tener a un Uchiha en el clan, especialmente luego de tener como prospecto a Naruto Uzumaki; en comparación." Dijo rápidamente; quizás era su manera de darse valor.
Pura verborrea regurgitada era lo único que la gente decía una y otra vez, esto no era diferente pensaba Hiashi, viendo al muchacho levantar su cabeza cerrando sus ojos fuertemente.
Hiashi casi suspira, cansado de la simpleza de la gente y del tema recurrente de su ex cuñado. Desde que se supo de la ruptura entre su hija y el Uzumaki, el clan estaba alborotado pero él no; él entendía, mejor que todos ellos, que esto era lo mejor que podía pasarles. Naruto; el futuro Hokage, el héroe del mundo ninja, sería más un problema a largo plazo que una buena adquisición.
"El consejo prefiere a Naruto porque ya era todo lo que querían, importante, con renombre, heroico; no les gusta pasar trabajo a esos viejos mediocres. No ven las ventajas del trabajo arduo."
Tan pronto Hinata llego con Naruto a los terrenos como su pareja, Hiashi supo que sería un problema. Otros sin visión no entenderían que hubiera preferido a Hinata con un don nadie antes que alguien como Uzumaki Naruto.
"Aunque obvien su apellido, no creerán que hay ventajas en tener a un rebelde en el clan… Mi señor." Bajo de nuevo su cabeza y añadió lo último con la intención de suavizar su impertinencia.
Personas como este muchacho; que a pesar de sus estudios, disciplina y aparente buen juicio no entendía lo evidente; su clan siempre estaría en segundo plano para un Hokage en comparación a la aldea que juraría proteger. Él entendía esto muy bien, lo entendía porque era la decisión que tomaba todas las mañanas; poner su juramento de proteger a su clan sobre su familia.
Naruto sería un excelente Hokage; jamás sería un buen esposo para la líder de los Hyuugas.
"Tampoco creían en mi hija y ahora es uno de los mejores prospectos que ha tenido este clan desde su existencia."
"Señor le imploro, tome una página de la sabiduría de nuestra futura matriarca, nada bueno saldrá de el Uchiha, solo trae problemas y miserias; deseche esta idea. No quiero que esto le ocasione problemas con el consejo, especialmente ahora que están disgustados con la sola idea de que nuestro mando casi termina en manos equivocadas." Esta vez había más decisión en lo que pronuncio y bajo su cabeza entendiendo que esto le podía costar su posición o incluso la vida.
Hiashi no se enfado; cada uno juega su papel, el papel de él es ser líder, el de su asistente es servirle sobre todas las cosas, sobre el consejo, sobre el bienestar de sus hijas o el del clan. Solo hacía su trabajo.
"Bah tonterías muchacho. No voy a dejar que el consejo intervenga en lo que puede ser uno de las mejores oportunidades que tenemos para nuestra sobrevivencia." Hiashi se paro frente al joven y le extendió una mano para que se parece. "Se avecinan tiempos oscuros." Su asistente lo veía algo estresado con la situación pero había cierto sosiego con sacarse del pecho lo que sentía.
"El consejo no lo ve ahora; rara vez ven más alla de sus narices. Pero no es su culpa. Son hombres pequeños; grandes egos que no entienden de sacrificios, en pedestales en donde nunca han pasado necesidades, derramado ni una gota de su sangre o perdido a seres queridos. Hombres que no saben de entrega; mezquinos, exigentes, inconformes. Cuando tienen un diamante en bruto lo dejan perder, acostumbrados a perfectos cortes en sus dedos."
Sasuke era su diamante en bruto.
No sabe cómo pasó, no iba a tratar de entender el sinsentido de Hinata en un romance con el Uchiha. Jamás creyo posible tal cosa. Hinata siempre lo sorprendía y en un mundo que ya nada lo hacía, era bien recibido aunque no eran las mejores noticias siempre.
Aunque al principio de saber del romance de su hija, sus primeros instintos fueron de repudio, estos se esfumaron con la posibilidad de tener a alguien como Sasuke en sus trincheras.
"Lamento cualquier insolencia de mi parte Hiashi-sama. Se que debo confiar en su buen juicio y aunque dude de el potencial de tener alguien tan volátil. Su sabiduría es infinita y el consejo vera eventualmente lo mismo que ve usted." De nuevo inclinó su cabeza, pero estando más tranquilo, fue menos ceremonioso en el acto.
Hiashi sabía que el muchacho era volatil, todos lo sabían. El juego que estaba jugando era uno peligroso y no tenía las mejores cartas en la mesa pero si algo aprendió de su primogénita es que aunque tengas todo en contra tienes que seguir jugando hasta ganar porque no hay otra opción.
Hiashi regresó a su escritorio entre sus papeles. "Yo tengo mucha paciencia y puedo pulir cualquier cosa. Mientras otros ven un muchacho rebelde y volatil yo veo un muchacho audaz y apasionado. Cosas que queremos moldear a nuestro favor."
Hiashi no mentía cuando decía que se avecinaban tiempos oscuros. Desde que se acabó la guerra los Daimyõs habían adquirido más poder sobre el mundo ninja, en base a estabilidad y paz. Pero esa paz se estaba construyendo en las espaldas de clanes como su clan y cada vez estos tomaban más. Más recursos alimentarios, más recursos de tierras, más recursos humanos; sin ninguna regulación o consecuencia. Especialmente clanes como ellos que tenían recursos humanos especiales que podían ser explotados en nombre de 'el beneficio de todos'.
¿Quién más para apoyarlos que alguien que ya tenía la experiencia de revelarse ante tales injusticias?
Mojó su pluma en la tinta y escribió con rapidez en el papel.
"Envía esta carta sin demoras a Neji." Dijo luego de doblarla y ponerle un sello. No quería involucrar a Neji en esto. No tanto porque no lo creía capaz o de poca confianza sino que no le gustaba usar uno de los mayores recursos de Hinata a su favor. Pero aunque su sobrino no entendería al momento todos los pormenores de lo que estaba ocurriendo o podía ocurrir, si de algo estaba seguro, es que pondría los intereses de Hinata sobre cualquier cosa. Sabía que Neji entendería.
"Si Hiashi-sama."
Si su hija y Sasuke no movían un dedo para arreglar cualquier inconveniente que tenían al momento, él tendría que jugar con las cartas que tenía disponibles. Ya Hiashi tenía su caballo negro y no lo dejaria perder.
iii
Hinata se preguntaba con frecuencia si las mariposas podrían ser felices aunque sus vidas eran efímeras o si la araña tenía la conciencia limpia de atrapar a su presa porque así fue diseñada por naturaleza. Claro que ella entendía que no estaba el intelecto complejo de la mente humana; la idea del bien o el mal, filosofía, ética o moral. Pero quizás ahí se encontraba la felicidad, la verdadera felicidad; en la completa ignorancia. En no saber que eres una víctima o que eres un victimario.
Sus emociones tumultuosas ya se habían calmado y su corazón aunque roto no se desbordaba en cada memoria triste o alegre. Percibía su alrededor en un lente que lo veía todo a la distancia, ajeno a ella.
Debía ser asi.
Si quería continuar funcionando como siempre, debía ver lo que le pasaba como si le pasara a alguien más; triste pero no lo suficiente como para consumirla.
Se encontraba en su taller atendiendo sus plantas que, como si supieran que su dueña necesitaba ánimo, estaban de unos verdes esmeraldas intensos y las que florecían lo hacían como nunca, llenando todo el lugar del más dulce aroma.
Pensaba en el Concejo y las movidas políticas en que había quedado ella atrapada.
Ya la nube de novedad y misticismo que rodeaba el escándalo de la reunión se había evaporado pero el rumor de que la heredera había estado teniendo un romance con Sasuke Uchiha, el hombre más temido de la aldea, se manifestaba de diferentes formas. En los corredores y recamaras como se cuela el viento entre ventanas, en en silencio repentino cuando llegaba su presencia, las miradas constantes. Por lo tanto era cuestión de tiempo, como le avisó su padre, que el Consejo tocará el tema.
Había ensayado en su mente lo que diría. No diría la verdad, en un mundo de mentiras y un consejo que solo velaba por ellos mismos, no le debía honestidad a nadie. No hablaría del intercambio, el amorío de Naruto y Sakura o de su romance con Sasuke. Se reservó a lo que sabía que preferían escuchar aunque no lo creyeran. Naruto y ella se separaron amistosamente y Sasuke Uchiha era un buen amigo…
…solo eso.
Esos buenos amigos que se desaparecen cuando las cosas no te salen bien; ese tipo de amigos.
Lo que no esperaba era la nueva insistencia del Consejo en buscarle un esposo y como la sugerencia se transformó en eventos y preparativos formales.
"Hinata-sama; lamentamos que otros juzgarán su virtud y buen juicio pero para que no existan más dudas hemos creído prudente una unión en un futuro cercano." No había sugerencias, ni discusiones sobre el tema. Claramente ya estaba planificado.
Así se sosesagaran las malas lenguas.
Miró a su padre esperando apoyo de su parte; creía que quizás sería un aliado al momento, después de todo había dejado claro su interés en Sasuke.
No dijo nada; ni siquiera la miro. Cuando por fin creía entender a su padre, la abandonaba en momentos como estos. No era la primera vez que la dejaba sola en situaciones difíciles y más cuando se trataba del Concejo o el bienestar del apellido familiar. Quizás era una de sus tantas lecciones para formarla en la líder que quería que fuera o solo ya había visto que los retos pesaban más que los beneficios de tener a Sasuke en la familia.
"Entiendo la necesidad de proteger la integridad de la imagen del mando del clan pero planes para un matrimonio, luego de un rompimiento, pueden tener el efecto contrario. No malinterpreten mi inquietud con testarudez; mis señores. No dudo de la sabiduría de mi Consejo sino que la imprudencia y mal manejo de un evento insignificante los presione a tomar medidas sobreprotectoras por devoción a este clan." A pesar de no esperarse la movida del clan en casarla prontamente, ya sabía como responder; el tono, las palabras, las pausas. Su padre le había enseñado hasta el cansancio mantener el temperamento en las reuniones a pesar de estar hecha un mar de nervios.
El mar de nervios que era en estos momentos con la sorpresiva conversación. ¿Qué tanto el Consejo había planeado una unión futura? ¿Tenían una lista de pretendientes o ya seleccionaron a alguien? ¿Hablaron con los líderes de otros clanes que consideran una unión con ellos? ¿Ya existían preparativos de anuncios oficiales?
"Hinata-sama; como bien ha pronunciado usted, nuestra sabiduría envuelve cada decisión y plan que hacemos en este clan. Hemos estudiado a profundidad las ramificaciones de los caminos a tomar y sus resultados positivos y negativos. Entenderá que no solo es el rompimiento repentino con Uzumaki Naruto, que creíamos ya parte del plan futuro en el clan, sino el mar de rumores con el Uchiha en el centro, que manchan proyectos al presente y en el futuro convirtiéndose en rocas en el camino. Concluimos que se necesita, lo más pronto posible, estabilidad y una unión callara gran parte de los rumores mal intencionados y le dará base a los planes que este inconveniente pudo interrumpir." Dijo otro miembro con ojos sosos y opacos, con un tono de voz que producía la misma sensación que uñas en una pizarra.
Ella no creía que había un gran inconveniente; de hecho había cero inconvenientes. Todos los planes seguían corriendo como de costumbre. Ningún clan había pedido explicaciones del asunto y no se habían manchado relaciones con ningún clan importante. Pero el Consejo no estaba para detener problemas sino evitarlos y su trabajo era ver problemas en cada esquina y donde no los habían los creaban para buscar soluciones y hacerse de utilidad.
"Una unión en medio de una transición de mandato como la que el clan está viviendo puede dejar en segundo plano las cosas que son de mayor importancia." No quería quedarse sin argumentos pero sabía que entre ellos debieron discutir cualquier cosa que ella dijera en su defensa.
"No se minimice de esa forma, Hinata-sama. Sabemos que es más que capaz de incursionar en una nueva etapa de su vida social y familiar junto con el liderazgo del clan. Además ya se encuentra en la edad de introducirse en la escena oficial del compromiso marital y un cambio de mando puede llevar años." Esta vez habló, con falsa simpatía, uno de los más jóvenes del consejo. Entrando en sus cuarenta, era energético y más directo que el resto. El miembro más joven, Neji, no se encontraba presente; estaba de misión o eso ella creía. Se preguntaba si fue una decisión deliberada entre ellos hacer esta reunion sin él para hacerle una emboscada en donde, si Neji o ella tenían algún inconveniente, no se atrincheraran en contra del Consejo.
Sabía que estaba completamente sola en una habitación llena de personas.
"Mi padre se casó a los veintiocho años." Dijo suave. Sabía que el argumento no cambiaría nada. Ella no era su padre y aunque el Consejo la respetaba en la actualidad aún estaban las dudas de sus capacidades y buscaban cualquier pequeño error para recordarle que siempre habia algo que mejorar y que apenas era adecuada en su posición.
"Su padre estuvo comprometido con su difunta madre desde los siete años antes de su unión; Hinata-sama." Dijo el más viejo de todos; con la firmeza del que dice algo como punto final.
Cualquier discusión del tema no llegaría a nada y ya no tenía las fuerzas para discutir algo que era inutil. Claramente todo era una excusa para casarla; cosa que querían desde hace tiempo. Después de todo no mentían. Una unión daría estabilidad y callaría las habladurías. No es como si tuviera mejores opciones al momento y quizás si cedía en esto tendría la mano a su favor para asuntos futuros en donde necesitaría apoyo de ellos en sus proyectos más controversiales.
Debía pensar a largo plazo en el bienestar del clan, después de todo cualquier ambición personal murió la noche en que se entero lo fácil que fue para otros jugar con ella y su confianza.
"¿Se ha escogido quien sería la persona ideal para una unión?" Dijo seriamente.
"Oh su excelencia; ¿Por quien nos toma? Confiamos en su prudencia de escoger su mano derecha en su vida y posición. Pero para que no exista ningún malentendido, tenemos una lista de diez potenciales candidatos que sugerimos fuertemente para usted." Hablo de nuevo el miembro mas joven que sonrió de manera cruel, amontonando sus regordetes cachetes hacia sus ojos, casi pareciendo un niño inocente.
Escucho una pequeña conmoción a lo lejos, en la entrada de su casa. Estaban todos trabajando arduamente para que los terrenos recibieran todo tipo de visitas importantes y el futuro miembro de su clan.
Era un hermoso día de primavera y el sol entraba por todos los cristales calentando placenteramente su oasis en medio de la frialdad que era su casa. El calor era tanto en su refugio de cristal que se puso su vestido favorito de verano, que ya no usaba para salir porque el blanco estaba algo opaco. A pesar de que aún no llegaban las temperaturas de días de zambullirse en el lago y atrapar mariposas, el sudor en su nariz reflejaba las temperaturas sofocantes dentro del taller.
Su Consejo se movía rápido y ya tenía tres reuniones esta semana y cuatro para la siguiente. La lista de candidatos era predecible; algunos ya los conocía de las citas sorpresivas que su padre le hacía cuando estaba insatisfecho con Naruto. El anuncio oficial de que la heredera del clan Hyuuga estaba en el mercado, como si fuera ganado,. se daría dentro de un día pero muy probablemente clanes grandes ya tenían el conocimiento de esto.
Quizás era algún tipo de castigo divino el estar en la situación que se encontraba.
Removía las hojas secas de una aspidistra que compró junto a la que le dio a Sasuke. Miro su muñeca en donde colgaba la flor. Ya no se la quitaba, cargaba con ella todos los días.
No era la cosa más hermosa que tenía. Era de un extraño color, fibrosa y los pétalos, si así se les podía llamar a la maraña de espigas, no eran para nada armoniosos.
La apretó pensando en Sasuke. ¿Sufría sin ella? ¿Le dolía lo que le hizo tanto como a ella? ¿Le dolía que ella no lo hubiera ido a buscar como prometió hacerlo, como lo hizo las otras veces que él se desaparecía y se refugiaba en su propia oscuridad?
Le prometió sacarlo de ese estado.
Pero todos tienen la capacidad de mentir, incluso ella.
Contempló en numerables ocasiones el ir a hablar con él, aceptar cualquier excusa; quizás tenía buenas razones y ella se conformaría porque la verdad era que revivía una y otra vez en la noche cada recuerdo y la idea de perder a Sasuke, de cualquier forma posible, era un castigo de inmensurable dolor.
Pero Sasuke no estaba aquí.
Sasuke no estaba aquí.
La lastimo y no estaba aquí.
Neji tenía razón en muchas cosas pero no entendía algo muy importante que se entrelazaba con la mayor de las fuerzas. Si Sasuke no podía al momento con el peso de su decisión errada no sobreviviría nunca en el clan Hyuuga.
¿De que valía que ella se expusiera a más dolor y posible juicio moral al buscar un hombre que no tomaba responsabilidad por sus acciones? No importaba el resultado de cualquier conversación o entendimiento, tenía que dejarlo ir porque no podría jamás ser el compañero de vida que debía escoger para liderar su clan.
Escucho otra conmoción algo más cerca esta vez y Hinata se pregunto si los preparativos no estaban siendo algo exagerados considerando que la casa siempre estaba inmaculada para cualquier eventualidad.
Busco en la tierra de la aspidistra flores y nada. ¿Alguna vez su aspidistra floresería como lo hizo la de Sasuke?
Miró de nuevo su brazalete. Quería llorar como se despertaba haciéndolo muchas noches. Él no estaba hecho para esto. Naruto no lo soporto, Sasuke que tendría todo en su contra, lo destruiría aún más y la sola idea de causarle dolor, a pesar de todo, era peor que cualquier unión matrimonial planificada.
Solo esperaba que donde quiera que Sasuke estuviera, la perdonara como ella lo perdonaba todas las veces que veía la pequeña aspidistra en su muñeca.
Mis queridos lectores; ¿sabrán que este capítulo entero no se encontraba en la historia original que escribí? Ahora que tengo todo escrito, no entiendo como creía que no era necesario estas partes. Es gracioso que les esté diciendo que no tengo tiempo para editar y aquí estoy añadiendo capítulos a última hora jajaja. Pero en mi defensa creía que era esencial para ustedes entender un poco más el padre de Hinata y porque las cosas se están dando como se estan dando. Son cosas que se insinuaban durante la historia pero hasta ahí. Además como que releyendo esto, creí que no se establecía muy bien porque Hinata hace lo que hace y sus prioridades. Mil gracias por el recibimiento del capítulo anterior y sus comentarios; Daicy Hernandez, Azkipi, kary landero 3, LucyCat73 y compañia. Daicy Hernandez; que bueno saber que te encanta a pesar de ser un capítulo pesado; gracias. Azkipi; que bueno que te gustara. Se que Naruto en mi historia es algo "villanesco" pero que puedas ver lo que quería transmitir, a pesar de que no es algo que estemos de acuerdo porque le hizo daño a Hinata, es grato. Naruto y Sasuke tenían definitivamente esa conversación pendiente y muchas cosas que decirse hace tiempo. Lo de Sasuke contando lo que paso entre él y Sakura creo que es algo que él no contaría. Lo ve como algo muy privado y aunque sea bueno que se abra a alguien no veo a Sasuke siendo el tipo de hablar de cosas así. Pero quién sabe si algún día lo comparta con alguien más. kary landero 3; muchisimas gracias! Tuve dudas de como Naruto tomaría toda esta situación y mi conclusión fue; que aunque él sabe que estuvo mal su comportamiento puede hacérsele difícil aceptarlo porque no quiere verse como el tipo de persona que le haría esto a gente que quiere pero aún así trataria de remediarlo poque está en su naturaleza no rendirse y menos con la gente que quiere. LucyCat73; saludos! Cómo vez, algo ocupados pero muy bien! Espero que estes bien tambien. Me gustó tu comentario del «YOISMO». Porque es muy cierto pero es interesante plantear esto con personajes como Naruto. Jamás en mil años vería a Naruto como egoísta, al contrario se ve que es dado y si tiene que morir por los que ama lo haría. Pero ciertamente en mi historia, al igual que Sakura y Sasuke, el egoísmo lo consumió. Esto fue adrede; quería en la historia demostrar que muchos podemos ser capases de la corrupción moral con las circunstancias adecuadas. Sobre la crudeza entre amigos; lo creí esencial si quería que de alguna manera volvieran a conectar. No hay nada mejor que dos o tres verdades para conectar con amigos. Naruto sabe que hizo mal y si está arrepentido pero en su mente él cree que sus malas acciones no restan la de los otros y aunque eso es cierto tu y yo sabemos que tiene que bajarse de ese pedestal si quiere perdon jajaja. Hinata no la veo haciendo drama aunque quiera hacerlo. No solo por su naturaleza sino que la moldearon para enfrentar la adversidad con temple y agradece un poco eso al tener que lidiar con cosas así. Ella tampoco quiere ser la que le entra a bofetadas al ex en el medio de la plaza aunque en su corazón lo quiera hacer de esa forma lol. Gracias por tus cumplidos y aunque no me gustaría que se tomara lo que escribo al pie de la letra, me gusta saber que veas enseñanzas en mi historia; gracias. Gracias a todos de nuevo y ya saben, sino ven un capítulo el próximo jueves esten por seguros que la siguiente semana si tendre uno listo. Hasta el próximo capítulo.
Teresa Laurence
