Saludos lectores; perdonen la pequeña tardanza pero como pueden ver el capítulo bono fue algo largo y no estaba preparado aún. Esta pequeña historia se desarrolla entre el capítulo 13 y 14 para que no se me pierdan. Me hubiera gustado tenerles un glosario preparado con las referencias culturales pero me atrasaría más y asumi que ustedes preferirían tener el capítulo lo más pronto posible y cualquier palabra ustedes mismos la buscarían. Les indico que me tomaré otro tiempito para tenerles el final publicado, espero que recompense este capítulo bono. Estimó dos semanas para tenerles el final. Gracias por su paciencia y gracias por leerme.
Advertencia: Lenguaje soez, celos, ansiedad, contenido sexual explícito, algo de violencia sexual y mucho pero mucho fluff. -
Capítulo 23
Nunca había celebrado el Tanabata. Neji y su hermana lo creían cursi, su equipo decía que solo parejas o niñas tontas lo celebraban y Naruto no había sacado tiempo ni para tener una pequeña cita, menos lo haría para un festival. Pero Hinata adoraba la festividad. Todos vestidos tradicionalmente, las luces, los juegos, la comida y sobre todo los tanzakus en los árboles o bambúes. Era lo mismo todos los años; mirando a lo lejos, a todos celebrando, sintiéndose tonta y sola por no tener con quién pasar el día.
A estas alturas de su vida, le daba más tristeza que alegría la festividad, entendiendo que sería otro año sin celebrarla.
Hinata se encontraba en la sala de Sasuke mirándolo leer. Se suponía que ella también estuviera estudiando; tenía que memorizar unos planos para la próxima misión. Empezó a estudiarlos pero su mente se perdía una y otra vez en otras cosas.
Todo era culpa del festival.
Comenzó a pensar en lo suertudo que era Sasuke, con su sharingan; solo miraba las cosas por unos segundos y no tendría que estar toda una tarde mirando una y otra vez el mismo pergamino. Sus pensamientos se desviaron en lo apuesto que se veía, sereno envuelto en su lectura; como si esa cara no fuera la perdición de muchas mujeres. Sus ojos miraron al pecho de este, que siempre estaba parcialmente expuesto, y se preguntó qué se pondría Sasuke si iba al festival; ¿algo casual o tradicional?
Su mente regresaba al festival una y otra vez.
"Hinata, si continúas mirándome con tanto detalle, voy a creer que te gusto de verdad."
Hinata subió su vista rápidamente a los ojos oscuros que ya no miraban el libro sino a ella con algo de diversión. Sintió como toda su sangre se acumulaba en su cara de la vergüenza.
"Ah yo… yo… lo siento." Frunció el ceño y regresó a mirar el pergamino pero su mente no estaba ahí.
Escucho como Sasuke cerró el libro, muy probablemente la veía con burla.
"Me dijiste que tenías que estudiar, Hinata. Por eso no estamos en otras actividades… más físicas." Lo escucho decir de manera suave.
"¡Sasuke! No… No es eso, de verdad, ha bueno no es que no qui-quiera, espera, si, si estoy ocupada, ahora nnno, tengo que estudiar." Dijo cualquier cosa que salió de su boca. Cuando llegó de madrugada a la casa de Sasuke fueron directos al cuarto; siempre era difícil cuando las misiones los separaban y al momento estaban buscando estar juntos cada vez que podían.
"Solo jugaba, pero claramente algo no te está dejando estudiar. ¿Qué es lo que te pasa?" Ahora lo tenía al frente con los brazos cruzados.
"Nada nnnno pa-pasa nada."
"Si, te creo. Por eso es que no estás tartamudeando y estás tan concentrada en tu trabajo. ¿Esto es por decirte que el té estaba amargo? Lo dije para molestarte, no era nada serio."
"No, no es eso." Habían tenido una pequeña discusión por la mañana de cómo debía saber el té. Sasuke tenía una gastronomía muy refinada para alguien que vivió gran parte de su vida solo y con poco. La discusión termino con ella diciendole que él y Neji deberían competir por quien es más exigente con el té y asi ella no tendría que soportar lo tonto que era hacer drama por té verde. Sasuke no le dijo más y bebió el resto en silencio.
"Pero si es algo ¿no?" Se acuclilló a su altura para buscar su cara. Sasuke era como un detector de mentiras personificado y se la pasaba buscando sus ojos para saber la verdad.
"Es… nada, es tonto." Se tapó la cara. No quería que continuara indagando, solo quería que la dejara quieta. Pero sabía que eso no pasaría.
"No parece tonto para ti, dime Hime." Le dijo en el oído, había preocupación en el tono.
Luego de un momento decidió decirle, no quería hacer de esto otro drama innecesario o preocuparlo.
"Sabes que se acerca el Tanabata." Dijo Hinata como si fuera un hecho que todos deben saber, con sus manos aun en su cara.
"No y no estoy seguro de saber lo que es tampoco." Escuchó decir al frente de ella.
"¡Vez! Olvidalo, no quiero que te burles de mí." Debía imaginarlo, a Sasuke no le gustaban esas cosas, solo lo veía en actividades cuando eran compulsorias.
"¿Es algo importante?"
"No, no lo es. Es una celebración boba, que a nadie le importa y que nunca he podido celebrar porque es cursi y todos creen que es una tontería." Hinata se quitó sus manos para mirarlo frustrada y avergonzada.
"Me gustaría decirte que entiendo lo que está pasando pero no entiendo nada." Le dijo él con algo de cuidado, como si supiera que estaba pisando terreno blando aunque no sabía de qué tipo.
"Dejemos este tema ¿quieres? No me hagas caso. De todas formas; si lo fueras a celebrar, sería con Sakura." Dijo resignada bajando la cabeza.
Quedaron en silencio. Ella apenada y él midiendo qué decir.
"¿Hinata?" Le subió la cara tomando su mentón. "¿Lo que quieres es celebrar esto conmigo?"
"No, es decir si. Es que nadie jamás quiere y nunca he podido celebrarlo y Naruto ni-ni le pregunte porque se que me va a decir que no, como me dijo el año pasado, siempre está ocupado. Pe-pe-pero olvídalo esto no es tu culpa. Se que no te gustan esas cosas, te aburririas y y…" Paró su monólogo torpe.
Ella sabía que Sasuke la estaba mirando a pesar de tener ella sus ojos cerrados.
Hinata sintió unos labios sobre los de ella.
"Si es algo que quieres hacer, no me molestaría acompañarte, aunque la verdad es que no estoy seguro de saber de qué hablas." Sasuke habló sobre sus labios.
Ella abrió sus ojos de repente emocionada y cualquier malestar desapareció. "¿De verdad? ¡Es la mejor celebración del mundo Sasuke! Luces, la comida, los juegos y lo mejor, compras unos tanzakus de colores, ¿tienes de esos? No, asumo que no. Los compró yo entonces… y en la noche, en la noche, los colocamos en los árboles, con un deseo escrito en ellos."
"Creí que pensabas que era algo bobo." dijo con una sonrisa para esta esfumarse. "Pero Hinata… No podremos ir al festival juntos, lo siento." La miró con el ceño fruncido, algo triste.
Era verdad, de la emoción se olvidó de lo más obvio; eran amantes. No podían estar agarrados de manos en las calles de Konoha llenas de luces y gente con sellos llenos de promesas de amor.
"Lo siento debí… no pensé muy bien esto." Bajo la cabeza desilusionada. Se sentía más tonta que antes.
"¿Hinata? ¿Quieres esto mucho verdad?"
"No es posible." Levantó la cabeza para verlo confundida. No podrían celebrarlo. El que los vieran juntos causaría muchos problemas para ambos.
"Pero quieres ¿no?" Sasuke la miró con decisión y algo se movió en su pecho.
"Mucho." Hinata le sonrió con algo de melancolía.
"¿Cuándo es esto?" Se levantó para caminar de un lado a otro. Ella veía como maquinaba alguna idea en su mente.
"En seis días pero no…"
"Tienes libre asumo." Sasuke la interrumpió como si no hubiera ningún tipo de inconveniente de repente con el festival.
"Ujum" asistió con la cabeza.
"¿Confías en mí? Sabes que no haría nada te perjudicara ¿verdad?" Ahora lo tenía de nuevo de frente tomándole las manos.
"Si, si, por supuesto." Claro que confiaba en él pero esto no era una cuestión de confianza.
"En seis días ven aquí vestida para el festival… a la tarde. No olvides los tanzakus." Cualquier idea que Sasuke tenía continuaba formándose en su mente, no parecía que daría marcha atrás.
"No entiendo." Hinata estaba más que confundida con todo. Nada hacía sentido.
"Solo confía, es una sorpresa." Una pequeña sonrisa se asomo en los labios finos y Hinata no protestó más.
Sasuke necesitaba muy poco para convencerla luego de sonreírle.
iii
Sasuke le había mentido en parte sobre el festival de Tanabata. En su defensa, realmente desconocía en qué consistía con detalle, pero sí estaba consciente de su existencia. Antes de huir de la aldea, todos los veranos, había sido asediado por infinidad de cartas y todo tipo de invitaciones de niñas que querían ir con él al festival. Después de regresar, ninguna mujer era tan atrevida. Sakura le insistió uno que otro año, pero la idea de estar todo un día y noche con ella, pretendiendose amor eterno, era muy deshonesto para él, así que siempre se negaba. Sabía de antemano que Naruto en ocasiones la acompañó en la celebración, si dejó a Hinata plantada por Sakura o no, no era de su conocimiento pero no le sorprendería. Para Sasuke ya era obvió que Hinata pasaba a segundo plano, por su mejor amigo, tan pronto Sakura estaba en la escena.
Cuando Hinata le dijo a Sasuke del festival, no entendió de primera lo que le trataba de decir pero tan pronto su mente conectó la significancia del reguero de palabras, la tentación fue demasiada. Cualquier oportunidad para pasar más tiempo con Hinata y ella menos tiempo con su novio, era bienvenida, más si él era el único que podía complacer su deseo.
Aprendió, que si alguna vez pensó comprar su afecto, había escasas posibilidades, la heredera era extremadamente acaudalada. Ya Sasuke lo sospechaba porque era evidente; no solo por su título, modales y como vestía, pero fue un hecho ineludible cuando vio donde vivía por vez primera. Antes no pasaba cerca de los terrenos de los Hyuuga, sin embargo, desde que tenían esta relación clandestina, la había acompañado a los previos de la entrada. El lugar era enorme y no tenía ni idea hasta donde llegaba, pero de lo poco que se podía ver detrás de los muros, era más grande que distritos completos de la ciudad.
Además aunque Sasuke tuviera el capital, Hinata no era de desear muchas cosas de todas formas. Sasuke sabía, desde hace mucho, que era capaz de cualquier cosa por ella, pero rara vez se le presentaban las oportunidades, este era uno de esos escasos momentos en donde podía demostrarle que él era algo más que un buen momento en la cama. Aunque cada vez compartían más cosas, sentía que no tenía mucho que ofrecer. El sexo era increible pero no queria reducir su relación a solo eso.
Así que tan pronto ella se fue el día siguiente de su casa, luego de estar todo el día hablando del festival, fue a la biblioteca a buscar toda la información disponible sobre el Tanabata.
Hinata tenía razón. Si era una cursilería, en donde había todo tipo de actividades tontas, pero ella quería esto y había algo triste en el hecho de que Hinata quisiera tanto algo tan simple y nadie hubiera cumplido su deseo.
Ya para el día del festival, Sasuke había gastado una pequeña fortuna. Tenía su paga completa de nuevo pero aún así sabía que no tenía el dinero suficiente cuando sacó los números del presupuesto. Así que había pedido un pequeño préstamo en la forma de dos pagos, estimados, de misiones por adelantado. No se podía dar esos lujos pero esperaba que cada centavo valiera la pena.
Se compró un yucata decente negro, Sasuke no tenía mucha ropa, solo ropa de entrenar y algunos básicos que usaba para cualquier cosa que no fuera misiones y entrenamiento. Quizás era muy luhubre el color para la festividad pero no podía pagar nada más y por lo menos el negro era elegante.
El día del festival, fue durante la mañana a comprar dos o tres cosas en el mercado y al mediodía fue al mismo festival; apenas habían personas en el, compro otras cosas que solo podría comprar ahí. Luego de miradas cuestionables, y cosas sobre precios, fue a su casa y preparó lo que tenía planeado.
El día anterior había comprado lo más complicado de montar; ya estaba preparado. Para la hora que había acordado con Hinata estaba todo listo y lo único que hacía era esperar en su yucata, arreglado, perfumado, con los dedos cruzados, deseando que esto fuera suficiente para complacerla.
Ya no podía hacer más.
De repente se instaló en él una anticipación ansiosa que hacía que los minutos se sintieran horas. Su mente lo traicionaba con dudas sobre si a Hinata le gustaría realmente lo que preparó. Definitivo no era lo que ella tenía en mente, temía desilusionarla o peor aún, que lo odiara y tratara de pretender que le gusto. El vería la mentira; no se le escapaba cuando Hinata trataba de ocultarle algo, eso sería muy penoso para él.
Cuándo por fin sintió su presencia, en la calle de su casa, estaba lleno de toda clase de humores negativos por todas las inseguridades que lo embargaron a última hora.
Se escuchó un suave toque en la puerta y su corazón se aceleró, era el momento de la verdad. Malo o bueno no había más nada que hacer.
iii
Estar con Sasuke era algo complicado a veces.
El último Uchiha era directo y enigmático a la vez, si tal cosa era posible; una contradicción que la mantenía siempre a la expectativa.
Algunas veces iba directo al grano, decía cosas de manera tajante y poco cortés. Le gustaría justificar esto a su infancia solitaria, pero Naruto también había sido huérfano y a pesar de ser de pocos modales, no llegaba a la crudeza y poco tacto de Sasuke. Aunque de buen porte y algunos modales refinados, que quedaban ahí por alguna vez haber sido hijo del líder de un gran clan, estos se manchaban con la altanería y descaro que se expresaba en ocasiones.
Pero otras veces era todo un rompecabezas difícil de descifrar. Momentos de silencio donde debían haber palabras, acciones que no parecían tener ningún tipo de sentido o provocación evidente, miradas taciturnas, mal humores de la nada o carcajadas en momentos inapropiados. Hinata se preguntaba en ocasiones si esto era lo que otros llamaban la locura de los Uchihas.
Así que aunque le dijo a Sasuke que confiaba en él, cuando le propuso celebrar el Tanabata, su subconsciente la traicionaba no dejándola estar tranquila y llenándola de ansiedades.
Ya a estas alturas, Hinata sabía que estaba perdidamente enamorada del ninja temido por muchos. Se sentía como una estúpida por esto. ¿Quién no había salido de una mala relación para meterse en otra igualmente o más dudosa que la anterior? Sabía que era una receta para el desastre, pero era difícil ignorar su naturaleza crédula, aunque está la había dejado en situaciones precarias una y otra vez.
Confío en las palabras de Sasuke, no veía razones para no hacerlo. A pesar de sus extraños comportamientos, si algo creía, era en la honestidad de él.
Días antes del festival Hinata procuro un plan de su parte.
Compró los tanzakus en el pueblo de su última misión, cuando sus compañeros descansaban en el hostal. Si lo hacía en Konoha, podía encontrarse con alguien que le cuestionara por la festividad y era muy mala dando explicaciones. Tampoco podía salir vestida con un kimono celebratorio desde los terrenos Hyuuga, porque daría alarma en su residencia de que participaría de las festividades y como mínimo solicitarían a su primo de custodio. Una vez trató de participar en el Hanami de la aldea con Hanabi pero terminaron siendo decoradas como muñecas y rodeadas por una docena de miembros del clan que no las dejaban ni comprar sus propias golosinas. Lo bueno, Neji no estaba al momento pero lo malo era que si no era él muy probablemente enviarían un séquito o harían cualquier interrogatorio incómodo sobre con quién iría al festival. Algo era salir con amistades y otra cosa era ir a un festival anual tradicional de la aldea. Lo convertirían en toda una participación política, después de todo era la futura matriarca.
Buscó un sencillo kimono entre sus prendas, bonito pero no llamativo. Le hubiera gustado vestir con algo vistoso y con más detalle pero sería difícil el transportar mucha indumentaria a uno de los saunas públicos.
Salió a una hora prudente; de poco tráfico en su clan. Las calles, aunque ya decoradas, pocas personas se encontraban disfrutando de ello porque las festividades oficiales no habían comenzado. Solo había una que otra familia con niños. La gran multitud se esperaba a las horas de tarde y noche.
Fue a su sauna favorito y pagó una suma generosa para tener privacidad. No solo era por su timidez sino que sería desafortunado que planeó todo esto para terminar encontrándose con alguien en el lugar. Se aseo ahí y se vistió luego, dándose cuenta, que por el nerviosismo, dejó su ropa interior, todas las prendas que iban debajo del kimono. No podía creer que dejara algo tan importante. Jamás le había pasado algo así.
Resignada, se colocó su kimono lavanda con acentos cerúleos y blancos que su hermana decía, resaltaba sus ojos. Se recogió su cabello de manera simple, con uno de los peines de su madre y a última hora decidió ponerse un poco de labial color durazno. Le gustaba usar labial pero siempre había alguien que le decía algo con burla y de la pena dejó de ponerse. Hoy estaría con Sasuke y sabía que él no le diría nada negativo sobre algo así.
Cuando terminó salió por la parte trasera del local. Podía escuchar como el gentío comenzaba a apoderarse de las calles.
No entendía qué pretendía Sasuke ni cuál era su plan. Claramente no podían desfilar por las calles de la aldea juntos. ¿cambiarían su imagen? ¿pretenderían encontrarse de manera casual en el festival? ¿Debió traer a terceros? Para que no fuera un problema ellos solos juntos, si eso es lo que planeaba Sasuke.
Su nerviosismo incrementó haciendo que su kimono se sintiera apretado e incómodo. Ahora no era sólo la idea secreta de Sasuke sino que estaba también sin ropa interior caminando en público, esto la hacía sentirse sumamente avergonzada y vulnerable.
Mientras realizaba todo este proceso mental, comenzaba a entrar en pánico sobre la situación.
Empezó a imaginarse todos estos escenarios descabellados que podían suceder.
Naruto o Sakura apareciendo como un drama teatral, provocando un duelo en medio de los kioskos. Alguien de su clan la vería y buscarían refuerzos para atacar a Sasuke de alguna forma. Su equipo, que aunque ya no le causaban inconvenientes en su relación con Sasuke, aún así, verlos juntos sería mucho para ellos y le formarían una escena mientras jugaba algún juego de la feria. ¿Cómo disfrutaría la compañía de él si todos cuchichearían de ambos? ¿y si alguien, de alguna manera, se daba cuenta que no tenía ropa interior debajo de su indumentaria?
Uso su línea sucesoria todo el trayecto a la residencia de Sasuke, mientras procuraba caminar por las calles menos concurridas. Era la primera vez que se percataba con detalle de la ubicación de la casa de Sasuke, muy probablemente porque el viaje se le estaba haciendo imposiblemente largo.
Sasuke, aunque parecía a simple vista que vivía cerca del gentío, en realidad su casa estaba lejos de las partes más concurridas del pueblo. Se encontraba algo alejada por una pequeña colina. Se preguntaba si él fue el que escogió la ubicación o fue algo impuesto por los líderes de la comunidad.
Ya cuando por fin estuvo frente a la puerta, estaba segura que olía a puro sudor, su peinado debía estar en un estado deplorable y su cara pálida como un papel.
Tocó suavemente.
Escuchó algo de movimientos detrás de la puerta y una pausa que se le hizo eterna.
La puerta se abrió parcialmente, Sasuke asomó solo su cabeza por ella.
"Llegas tarde." La miró serio.
"¿Tarde? ¿De verdad Sasuke? ¿Sabes lo complicado que se me hizo llegar aquí?" Hinata estaba segura qué sólo estaba tarde por algunos minutos pero la persistencia en la puntualidad de parte de Sasuke era casi una enfermedad incurable.
El muchacho se quedó mirándola por unos minutos; claramente estaba inspeccionandola.
"Si-si-si, lo se, trate de-de arreglarme lo mmmmejor que pude pero…" trato de justificar su estado. Dejó de hablar, Sasuke ahora la veía con el ceño fruncido y metió su cabeza detrás de la puerta.
¿Por qué tiene que ser tan enigmático? Pensó ella ya mortificada "¿Qué sucede Sasuke?"
Él sacó de nuevo su cabeza por el marco de la puerta, está vez, si no se equivocaba, había algo de vergüenza en su semblante. "Cierra los ojos."
"¿Ce-cerrar los ojos? Puedo entrar y luego los… el camino fue… Sasuke." Se sentía incómoda parada ahí sin sus bragas y con la puerta de por medio.
"Necesito que cierres los ojos Hinata." Insistió con algo de frustración en el tono.
Hinata esta vez los cerró sin más protestas, cualquier cosa para entrar al seguro resguardo que era la casa de Sasuke; lejos de posibles ojos aprensivos o accidentes que involucrarán su exposición.
De inmediato sintió como Sasuke la tomó de las manos y la entró a la casa.
"No los abras aún." Escucho movimientos. Parecía que Sasuke abría una de las ventanas para escuchar el gentío y la música del Tanabata. Al momento era tanto el bullicio que casi era como si estuvieran ya en el festival.
"Espero que tus expectativas no sean muy altas Hinata porque… Estas tan bonita y no se si… esto es…" Sasuke nunca era de titubear al hablar. Hinata pensó decir algo; que no estaba tan bonita como quería o que estaba toda empapada de sudor debajo de tanta tela porque camino el doble para llegar ahí, llena de vergüenza por no tener nada debajo pero pensó que no era prudente; Sasuke parecía nervioso. "Ya abrelos." Dijo por fin, casi con resignación.
Hinata los abrió de inmediato…
…no supo cómo reaccionar a lo que vieron sus ojos.
Toda la sala y el comedor de Sasuke estaba completamente rediseñado, esa podía ser la palabra pero era más que eso. Los pocos muebles que tenía no estaban a la vista y ahora se encontraba repleto por cada rincón de cosas que sus ojos tardaron en procesar. Lo primero que llamó su atención fue la iluminación; había luces en las paredes, colgando del techo y de unos árboles de bambúes, que antes no estaban, llegaban casi hasta el techo. Entre las luces había decoraciones de papel y lamparitas, las que uno encontraría tradicionalmente en un festival. Donde antes había muebles, sillas y un comedor, había sido sustituido por una que otra mesita con lo que ella creía que era comida de feria. Se giró y vio a su esquina una piscinita llena de agua con bolitas y otra con globos, en una de las paredes había lo que creía que eran unas estacas y abajo había unos aros. En una que otra parte habían chucherías que Hinata asumió, serían los premios.
El olor a comida estaba en el aire, las luces resplandecían aún más porque comenzaba a esconderse el sol, la música que entraba por la ventana, corría entre los 'kioscos' como también lo debía estar haciendo afuera.
Sasuke había montado un pequeño festival en su casa; Hinata no sabía qué decir.
Con rapidez lo busco, dando vueltas en el mismo punto y se lo encontró, a espaldas de ella, cruzado de brazos, mirándola con seriedad.
Tradicional entonces. Pensó Hinata, cuando se fijó en él.
Estaba más apuesto que nunca, vestido con un yukata oscuro como su cabello rebelde. Llevaba la indumentaria abierta, más de lo recomendado, dejando casi su torso expuesto hasta su abdomen y su piel pálida contrastaba como el reflejo de la luna en aguas oscuras y profundas.
Hinata removió su vista de él, regresando a inspeccionar el lugar; estaba completamente conmovida.
"¿Te gustó? Sé que, sé que no es el festival Hinata pe…" Sasuke paró sus palabras para ir donde ella. "Hime, ¿por qué lloras?"
"Sa-Sasuke." No pudo decir más y las lágrimas que no sabía que estaban bajando, hasta que Sasuke le dijo, aumentaron.
"Espera, déjame buscarte algo para…" Sasuke se movía del lado de ella cuando lo tomó de brazo para que no se fuera.
No-no-no." Lo jalo hacía ella y lo abrazo fuertemente metiendo su cara en su pecho expuesto, oliendo su piel cálida y perfumada.
De todos los panoramas, de todas las cosas que su mente construyó, esta no era una de ellas. Esto era mucho mejor; no, no mejor, era lo más bonito que había hecho alguien por ella.
Si, Sasuke era todo un enigma. Era el tipo de hombre que jamás pasaría por un festival pero si ella quería sería capaz de montar uno para ella.
"Me en-encanta Sasuke, lo lamento, no quería llorar y dañar la sor…" Se despegó del pecho y lo vio a la cara, quería que él supiera la verdad; no había palabras para describir lo que sentía. "Es el mejor Tanabata que he visto."
"Considerando que no has estado en ninguno no se si es un buen cumplido pero lo acepto." Vio que la ansiedad disminuyó en él y ahora había alivio y diversión en sus ojos. Hinata pensó en lo difícil que debió ser, no solo preparar todo sino el temor de que a ella no le gustara.
Lo abrazó de nuevo.
"Entonces… ¿Entonces vamos a recorrer el festival?" Dijo ella posicionándose a su lado, tomándolo del brazo.
Si, esto era mejor. Los amantes no podían asistir a festivales pero aquí estaban ellos dos. No tendría que preocuparse por que los juzgaran si se tocaban, abrazaban o besaban, era fantástico.
Sasuke la miró por un momento; esta vez él fue el que la abrazó para darle un beso en su cabeza luego. "Sí, por supuesto." Regreso a su lado entrelazando sus brazos.
Comenzaron a moverse por los rincones de la casa como si de cualquier plaza se tratase; cargados del humor que se tiene cuando se hace algo tan tonto pero a la vez divertido.
"No sabía que te gustaria jugar, o si te gustan los juegos de feria, así que me tomé la libertad de escoger algunos." Se dirigió a la piscinita, algo nervioso. El corazón de Hinata martillaba fuertemente cada vez que Sasuke se veía así. El sentimiento era difícil de comparar. Como era algo raro de ver Hinata lo cataba como se cata un licor muy costoso.
Miraba con detalle cómo se acomodaba su pelo con algo de nerviosismo; dejándolo más alborotado o como se asomaba más ese tick de su boca que la volvía loca.
Sasuke se carrasqueo la garganta; creando la expectativa de un presentador. "¡Ta-tan! Aquí tenemos Super Ball Sukui" dijo con sus brazos extendidos. Hinata rió por el pequeño espectáculo. "Pensé que encontrarías cruel capturar pececitos, se que tienes una debilidad por los animales. También no tenía ni la menor idea de que haría luego con tantos peces en mi casa que no fuera comerlos."
"Cierto; gracias por la consideración." Era un alivio que Sasuke entendiera eso de ella, la idea de atrapar pececillos, delicados y frágiles, le daba algo de tristeza.
"Aquí tienes." Sasuke le extendió unas de las redes de manera reverencial. Hinata usó la red para tapar la sonrisa tonta que tenía que tener al momento.
"¿Juguemos entonces?"
iii
No era una experta en juegos de feria, rara vez participaba en algún evento de entretenimiento. Si iba era para dar su presencia oficial y no le daban espacio para el óseo. Pero después de atrapar dos bolitas con una red de papel podría casi jurar que era buena en esto.
Sasuke se limitaba a mirarla y aunque parecía que se divertía con solo eso, Hinata no podía evitar querer que él jugara también. "¿Y tú, no vas a jugar?"
"Esto es para niños, Hinata." Se limitó a decir para cruzar más sus brazos; como si así recalcara su adultez y masculinidad.
"¿Me estás diciendo niña?" Hinata lo miró con falsa molestia; sabía que eso no era lo que Sasuke quería decir pero aparento ofensa para presionar.
"No, pero tu sabes, a ti te gustan más estas cosas." Sasuke dijo moviendo una mano, descartando la idea de él jugando como si fuera la cosa más absurda.
"¿Entonces pretendes estar todo el festival solo viéndome jugar?" Insistió, dándole una red de papel. "Sé que te encanta competir, velo como otra competencia. " Sabía la debilidad de Sasuke, quería siempre ser el mejor en todo, eso sería suficiente para picar su interés.
"Tsk tsk, Hime. Como te encanta provocarme." Extendió su mano. "Dame la ridícula red. ¿Cuántas bolitas quieres que saque?" Dijo con plena confianza para inclinarse en la piscinita.
Media hora después fue claro para los dos que quizás necesitarían más redes para el Super Ball Sukui.
Jugar era entretenido pero ver a Sasuke tratando de tomar las bolitas con las mallas y fallando miserablemente era el mejor entretenimiento que podía tener una persona o eso creía Hinata con algo de remordimiento por la diversión que sentía.
El perfecto y compuesto joven se encontraba concentrado tratando en vano de tomar una bolita roja para romper de nuevo el papel de la red.
"¡Agh! Estupido, inservible, aparato de porquería." Dijo mirando con puro rencor la pobre red. "Es el papel, claramente está defectuoso. Dame otro."
"Si, quizás son las redes." Dijo Hinata, mientras extendía otra red para él. No perdió la oportunidad para jugar con las dos bolitas que ella sacó, entre sus dedos, presumiendo su proeza.
Sasuke la miró con los ojos entrecerrados. Le arrebató la red y la jalo hacia él, tomando el mismo brazo que ella usó para extenderle el artefacto, le dio un beso en una mejilla, para susurrar en su oído. "Disfruta tu victoria mientras te dure preciosa. Disfrutala." Se inclinó de nuevo, esta vez besó la red, para la buena suerte. Hinata no lo creía un hombre supersticioso pero a estas alturas se trataba todo lo que se podía, ella supuso.
Hinata rió por lo bajo, para tapar su boca con rapidez cuando Sasuke se carraspeo su garganta por la interrupción.
Esta vez, tan pronto la malla de papel tocó el agua, esta se rompió.
Hubo un silencio que Hinata tenía miedo de romper con las carcajadas que querían salir de su garganta.
Sasuke solo se limitó a bajar su cabeza rendido.
"A ver, déjame a mí de nuevo." Dijo Hinata finalmente, tomando otra red.
"Estoy completamente convencido que la única red en buen estado era la que ya usaste. Ese viejo mal nacido del mercado me vio la cara y me vendió puras baratijas. Lo voy a buscar y le…" continuó hablando para él y al notarla. "...pero prosigue, Hinata." Sasuke se movió de la piscinita, haciendo un movimiento dramático con sus brazos para indicarle que estaba más que bienvenida a tratar.
Hinata se acuclilló al frente del mar de bolitas; sintiendo la nube negra que era el mal humor de Sasuke en su espalda. Respiro hondo y metió la red.
Esta vez, tomó tres bolitas antes de que se rompiera la malla. "Tienes razón, el papel es un problema." dijo con burla mirando las bolitas de colores en el envase.
Hinata no pudo evitar reírse a carcajadas.
Él la tomó en sus brazos, para callar su riza con un beso. "Ríe todo lo que quieras, aún quedan otros juegos." Ella lo besó esta vez, disfrutando la cercanía repentina. él bajó sus manos por su espalda para apoyarlas en sus caderas. Jamás hubiera podido estar así en el festival y menos disfrutarlo.
Sasuke se despegó un momento ladeando ligeramente su cabeza mientras rozaba sus manos sobre la tela del kimono, parecía algo pensativo. Se inclinó a su oído. "¿Qué prefieres ahora jugar?"
Hinata miró a su alrededor y divisó otra piscinita que ella creía era para jugar Yo-yo Tsuri.
¿Qué tan mala sería si tomaba otro juego que quizás Sasuke perdería también? Pensó Hinata divertida.
"¿Qué tal este?" Señaló la piscina llena de globos.
Sasuke puso una mano en su cara. "Debí escoger otros juegos; estos van a enloquecerme."
Después de cinco intentos para Hinata, que tenía en su muñeca cuatro globos colgando y una infinidad para Sasuke, que el único que pudo pescar, de la emoción, se le explotó; ambos se dirigían a comer algo.
Sasuke volvió a abrazarla con un solo brazo mientras caminaban, una mano bajó suavemente por la espalda de Hinata, quedando en su espalda baja. Sasuke la miro por unos segundos, para continuar su paso.
Hinata estaba que no cabía dentro de ella de la emoción. Estaba canturreando la música que entraba por la ventana, balanceaba los globos en su muñeca y cargaba, en una bolsa de tela, las bolitas que ganó. Miraba cada vez que podía a Sasuke a la cara; completamente embelesada con lo apuesto que se veía en el yukata simple, cualquier maraña de pensamientos oscuros que lo arropaba a menudo, estaba siendo sustituida por una serenidad retozona, que cada vez era más común cuando estaban solos.
Se pararon al frente de una mesa con infinidad de alimentos. Habían lo que parecía yakisoba preparados parcialmente, con las salsas y algunos ingredientes extras a parte. También había una pequeña montaña de okonomiyakis y lo que parecía ser cinco ikayaks y yakitoris.
"How" fue lo único que Hinata pudo decir. Estaba tratando de imaginar a Sasuke cargando con tanta comida.
"Sé que eres de dulces pero no puedes comer solo golosinas en un festival." Destacó Sasuke que claramente estaba midiendo la reacción de ella a la comida disponible.
"¿A no? ¿No se puede?" Dijo ella jugando con él.
"Es decir, necesitas alimentación Hinata. Además son malos para los dientes, aún así te traje dos o tres." Le señalo otra mesa en donde habían taiyakis que parecían tener rellenos diferentes, guineos cubiertos con chocolate y dangos.
Lo besó de nuevo, si definitivamente esto era mejor que estar afuera. Afuera no podría estar agarrada de su brazo, besándolo cada vez que encontraba la oportunidad, riendo de cada tontería.
"Espero que recompense el que esté todo frío con no tener que hacer filas o pagar."
"Definitivo." Hinata volvió a mirar a su alrededor, ahora no solo miraba el arduo trabajo y el detalle sino también cuánto debió sacrificar Sasuke de su salario para tener todo esto. Para ella el dinero no era una preocupación. Siempre estaba a la mano y jamás pasó necesidades de índole económica. Lo que no se le proveía, podía comprar con todo el dinero que tenía guardado entre lo que se le otorgaba, como mesada desde que tenía uso de razón o sus misiones. Sasuke salió de su encierro, solo teniendo la ropa que tenía puesta. Recuerda que vivió un tiempo con Naruto hasta que pudo costear vivir solo. "¿Sasuke?"
"¿Mnh?"
"Todo esto… debió costar una fortuna, no debiste." Sintió culpa de repente.
"No te preocupes por eso. Me las ingenio bien; no tengo muchos gastos." Le enseñó una sonrisa de medio lado; apretando su mano para darle tranquilidad.
"No, de verdad no tenías que, solo con pasar tiempo los dos, aquí, habría sido suficiente." Apretó la mano que él le ofrecía con fuerza. No quería que creyera que necesitaba hacer grandes gestos por ella. Después de todo, pequeños gestos de parte de él fueron los que lo calaron en su corazón.
Sasuke no dijo nada, solo miró a otro lado.
"Entonces, ¿se puede de todo un poco? ¿Eso me haría una glotona?" Hinata trató de animar la conversación pesada que trajo.
"Si, por supuesto que eso te haría una glotona pero eso no importa porque estamos celebrando y literalmente puedes comer todo lo que quieras." Regreso a verla para darle una amplia sonrisa y un beso en la frente.
Sasuke la ayudó sirviendo porciones y aunque la comida estaba algo fría, había algo en poder comer lo que quisiera, qué hacía emocionante la experiencia. Siempre tenía que guardar una imagen de compostura y elegancia por ser la heredera Hyuuga. Las mujeres elegantes no se llenaban la cara de comida, Hinata se cuestionaba si tales reglas las habían decidido hombres golosos que muy probablemente se llenaban la cara de comida cómo ella lo hacía ahora.
"Ya que me has alimentado para una vida, creo que te toca a ti escoger el próximo juego." dijo terminando un yakitori y colocando el palito en un contenedor. Los ojos de Hinata buscaban que otra cosa comer, aunque estaba llena.
"¿Me lo estás cediendo porque me tienes lastima? ¿por perdedor?" Sasuke dejó su yakitori a medio bocado mirándola con una ceja levantada.
"No, no, claro que no, pero creo que lo más justo es que tú escojas ahora." Camino en dirección a las golosinas, mirando con deleite las confiterías azucaradas. Hinata sí le tenía algo de lástima pero el disfrute de saber lo malo que era en esta clase de juegos era mayor.
Para Sasuke fue evidente.
"Los aros, Hinata. Vamos a los aros a ganarte aunque sea un peluche y desaparecer ese tono burlón que tienes desde que te convertiste en la campeona de juegos de feria." La jalo por el brazo que estaba a punto de tomar un guineo con chocolate. Tenía ya en la otra mano unos dangos.
Hinata miró con tristeza la mesa de dulces que se alejaba mientras comenzaba a comer lo que pudo tomar.
"Al menos los tengo a ustedes." dijo a los dangos mordisqueando parte de ellos. Se ensucio un poco y busco un pañuelo entre sus cosas, se encontró con un mar de papelitos de colores.
"Ha si. Se me olvidaba, traje los tanzakus." dijo cuando terminó de tragar lo que tenía en la boca; emocionada de poder decir eso en voz alta.
"¿Cuando los quieres colocar?" Sasuke se detuvo mirando los bambúes que había colocado provisionalmente cerca de la terraza.
" ¿Qué tal ahora? Luego jugamos un poco más. Mmmm… luego más dangos o guineos…" Le dio otro mordisco al resto de su golosina.
"¿Más dulces, Hinata?" Miro los dangos con desaprobación. Sasuke odiaba cualquier cosa que tuviera algún elemento dulce.
"Recuerda, estamos celebrando, se come dulces como parte de la celebración, Sasuke." Le puso al frente lo que quedaba en el palito para que él comiera también. Sabía que no lo haría.
"De acuerdo, continuaremos como usted desee." Empujó los dangos de su cara como si fuera la cosa más repugnante del mundo.
Por esto eres tan amargado. Hinata pensó con gracia.
"Luego del itinerario establecido por la señorita podemos tomarnos un descanso, quizás para ver desde la terraza las estrellas ¿no? Antes de quemar los papeles a media noche."
"Mjim" asintió ella. Con la boca llena de lo que le quedaba de su dulce. "¡Hay no! Se me olvidó traer algo para quemarlos." Puso su mano en la frente. "¿tienes algo para eso Sasuke?"
"Hinata, soy un Uchiha. Si quiero puedo quemar la casa completa junto a las odiosas piscinas, por toda la eternidad." Le giró los ojos mientras sin esfuerzo aparente formaba una pequeña llama.
"Tranquilo, que luego de colgar los tanzakus vamos a los aros para que puedas ganar algo por fin y no estes con más mala cara." Se burló Hinata.
Sasuke le habló con sorna en la voz también. "¿Para esto las mujeres les gusta ir a los festivales? ¿para ridiculizar a sus parejas en juegos estúpidos?" La sonrisa que tenía Sasuke desapareció y bajó la cabeza ocultando su mirada bajo su cabello oscuro. Hinata ya conocía este gesto de su parte; creía que dijo algo extralimitado.
Los dos se quedaron en silencio.
Hinata se puso roja y miró a otro lado eventualmente. Sabía que era pura hipérbole de parte de él, para ser dramático en su punto, pero le apretó un poco el pecho el comentario.
La palabra pareja era casi un tabú entre ambos. No eran una pareja y no era cómodo para ninguno de los dos el enfrentar cualquier cosa que era lo que eran al momento.
"No, los traemos para comer todos los dulces de feria disponibles sin que nos juzguen y ganar peluches adorables." Esta vez ella fue la que lo jalo del brazo para tenerlo de frente. "Anda; vamos a los bambúes y luego a ganarme un conejo para mi y un gatito para ti ya que parece que voy a tener que hacerlo todo yo esta noche." Dijo bromeando para suavizar el ambiente.
"Si, vamos." Fue lo único que dijo Sasuke algo taciturno para luego corresponder abrazándola con fuerza.
Hinata le devolvió el abrazo. Estas muestras de cariño repentinas la desconcertaban a veces; decían muchas cosas que la confundian. Estaban llenas de afecto y amor; metió su cara en el cabello de ella y la dejó ahí mientras la apretaba fuerte como queriendo meterla dentro de él.
Sasuke terminó el abrazo y tomándola de la mano ambos se dirigieron a los bambúes que Sasuke colocó en donde antes había una butaca. Hinata las reconoció como las que estaban en unas macetas cerca de la entrada de la residencia. Algún inquilino anterior quizás las puso para enmarcar la llegada de personas y Sasuke las dejó ignoradas sobreviviendo al clima. Quizás ahora le daba algo de cuidado desde que tomó como pasatiempo cuidar de su nueva planta. Se preguntó cuánto le tomó mover todo esto y lo incómodo que debía ser para él tener su casa así. Él era ordenado y no le gustaba el aglomerado de cosas.
Se fijó en Sasuke para ver si veía la incomodidad que esto le provocaba. Sus ojos negros la miraban de esa manera que la hacía sentirse exquisita. La oscuridad de ellos era sustituida por puro resplandor. Cuando la miraba así, Hinata sentía que era capaz de todo por él aunque sabía que era algo que no debía compartir con nadie.
Puso inconsciente una mano en la cara de él; rozando su pulgar cerca de uno de sus ojos. Como si buscara atrapar así ese destello fugaz.
Sasuke se limitó a darle una pequeña sonrisa y besar su palma.
"Date la vuelta." Dijo de repente Hinata despertando de su embeleso. Debía verse tonta, mirándolo fijamente sin decir nada. Tenía que mantener su compostura como fuera.
Saco los papeles que tenía entre las prendas y la botellita de tinta con un pincel.
"No tienes de qué preocuparte, no voy a ver tu deseo, sé que es de mala suerte." Resopló él mientras le daba una sonrisa ladina.
"A no-no, es-es… es para poder usar tu espalda como…" dijo muy avergonzada de sus intenciones. Siempre encontró algo romántico e íntimo el usar la espalda de un muchacho para escribir algo pero un tanzaku con promesas de amor, sería toda una fantasía.
"Que cursi eres Hinata." Sasuke le dijo deduciendo su idea.
"Si no-no-no quieres lo entiendo." Su mano metió un mechón de pelo inexistente detrás de su oreja.
Sasuke sonrió. "No me ensucies con tinta." Se volteó. "Es negra la tela pero la tinta se verá de todas formas y es nuevo el yukata."
Hinata se emocionó tanto que tuvo que atrapar un chillido de emoción que quería salir de ella al ver a Sasuke doblarse ligeramente al frente de ella para ofrecer su espalda.
Antes de apoyar el papel, pasó sus dedos sobre el yukata para sentir la musculatura; la había memorizado al detalle. Cuando caía rendido sobre ella; le gustaba pasar sus dedos sobre su espalda; haciendo patrones pequeños, creando un mapa mental de cada cicatriz y músculo. Sasuke exhalo un poco y Hinata recordó su tarea, apoyó una hoja para mojar la pluma en el frasquito de tinta.
No quería poner sólo un tanzaku, quería poner un sinnúmero de ellos. Tenía tantos deseos al momento; qué él la amara como ella lo hacía, qué fuera para siempre, qué Sasuke fuera feliz aunque eso no fuera con ella, qué jamás se acabará este día o cualquier otro con Sasuke.
"Hinata, ¿hay un límite de tanzakus? Ya me duele la espalda." Dijo él luego del sexto.
"Lo-lo lamento es que pues nunca hago esto y quería… no importa." Terminó con rapidez el que escribía al momento.
Sasuke se volteó para mirarla con burla. "No entiendo porque tanta dedicación Hime; no es como si se fueran a cumplir jejeje"
Hinata no era particularmente supersticiosa pero en el fondo le gustaba creer que de vez en cuando el universo le daba oportunidades para cambiar sus destinos de manera positiva.
Ella sonrió un poco para disimular la desilusión de lo que acababa de escuchar. Se volteó para colocar las notas en las ramas en silencio.
"Lo lamento, no sabía que creías en esto o que era algo serio para ti. Pensé que era solo más por tradición que lo hacías." Dijo él a su lado, notando el repentino cambio de ánimo.
"Si, gran parte es por la tradición. Entiendo que pienses que es tonto, que crea que se van a cumplir." Estaba colocándolos de manera estratégica, entre los adornos de papel que decoraban las ramas; no quería que Sasuke viera sus deseos de amor escritos en cada papel. Primero porque sería difícil de explicar algunos de sus deseos a él y segundo porque quería que se cumplieran todos.
"De todas formas, no debí hacer burla de algo que disfrutas Hime." Le tomó una mano y le beso la punta de los dedos que estaban manchados de tinta; siempre había sido torpe con el plumón.
"Jajaja descuida no hay de qué disculparse." Le producía cosquillas los labios de él sobre sus dedos.
"Hime para mostrar mi compromiso con el Tanabata, voy a preparar una nota y espero que se cumpla porque es lo más que deseo en todo el mundo." Extendió una mano esperando que ella le diera un tanzaku. Se vio pensativo por un momento; Hinata imaginó que buscaba la manera de escribir su deseo.
"Tengo entendido que mientras más poética es su composición, más oportunidad tienes de que se cumpla." Le sugirió ella emocionada por verlo participar. Sasuke y ella eran muy diferentes. Tenían diferentes temperamentos, pasatiempos y gustos pero si algo amaba de él era su disposición a tratar simplemente por saber que ella lo apreciaría.
La miró asintiendo con la cabeza; tomando nota mental. Escribió algo rápido, en esa pulcra letra que muy probablemente era la envidia de otros junto a su buena apariencia. Hinata quería tanto saber que sería.
Sasuke besó el papel luego de terminar su nota. Parecía que esa era su manera de demostrar que él también creía en supersticiones y rituales místicos. "No me defraudes mísero papel, esto es importante y serio para mi." Lo colocó en una de las ramitas.
"Tengo que admitir, y espero que no te ofendas, que esto de preparar los tanzakus fue algo anticlimático, Hinata." Dijo mirando los bambúes llenos de papelitos de colores.
"Lo es si no crees que se van a cumplir, Sasuke. Qué más emocionante que se te cumpla un deseo." Hinata esperaba que los dioses tomaran en conciliación su entusiasmo para concederle aunque fuera uno.
"Si lo pones así las cosas cambian un poco." La jalo suavemente por el obi hasta tenerla de frente. "¿Ya te dije que te ves hermosa?"
"Creo que algo así me dijistes, que estaba bonita." Sintió como los colores subían a sus mejillas y levantó una de sus manos hacia su cara por la costumbre de tratar de esconder su sonrojo.
"Te queda hermoso éste color." Sasuke pasó una mano por la tela de su kimono y con la otra rozó una de sus mejillas.
"Gra-gracias, a-a-a mi me gusta tammmbien como te ves con tu-tu-tu yukata." Bajo su cara avergonzada; no podía creer lo mucho que se apoderaba de ella su tartamudeo cuando Sasuke le daba cumplidos. Agradecía muchísimo que él encontrara sus manierismos adorables y no desesperantes como lo solía encontrar Naruto. Su novio no se lo decía de esa forma pero muchas veces la interrumpía o simplemente no comprendía su timidez.
"Vamos" dijo finalmente él apiadándose de ella, entrelazando sus dedos para continuar.
En los aros a Sasuke le fue de maravilla y sacó tres peluches que muy probablemente Hinata tendría que dejarlos por ahora, no sabría cómo llevarlos a su casa cuando estuviera de regreso.
Luego de ir a comer todos los dangos y guineos azucarados que Hinata podía almacenar sorprendentemente en su estómago, decidieron restar entre peluches enormes cerca de los bambúes; donde se podía ver hacia afuera. Ya se estaban acercando las once de la noche y era el momento perfecto para ver el cielo estrellado.
Permanecieron abrazados, contemplando la noche iluminada; disfrutando la música de los eventos. Mientras escuchaban el mar de personas a la lejanía; Hinata volvió a pensar en lo que Sasuke planificó para ella y lo perfecto que había sido todo. Ambos no eran de gozar del bullicio y aunque quería participar, como lo hacían todos, en el fondo sabía que su ansiedad no la hubiera dejado disfrutar a plenitud.
"Gracias de nuevo Sasuke. Es… es de verdad el mejor Tanabata que ha existido." Dijo Hinata saboreando los últimos momentos de la noche; entre los brazos de Sasuke, mirando las estrellas resplandecer como nunca lo habían hecho o eso ella creía.
"Es el mejor Tanabata porque tú estás aquí. Si no fuera así, no sería nada; solo ruido y luces sin sentido." Sasuke le susurro al oído mientras continuaba ese toque relajado en el cabello de ella, gesto que se había convertido en uno de los mimos favoritos de Hinata. "Tu eres la razón de ser de los festivales aunque no estes en ellos; tu le das sentido a todo para mi, Hime."
Hinata giró su cara hacia la de él atrapada por sus palabras. Sasuke estaba iluminado por el juego de luces que se asomaba de vez en cuando en los previos de la residencia; ocultando y mostrando sus ojos que miraban a la distancia. No la miro de vuelta; quizás también estaba tratando de procesar lo que acababa de decir.
Sin ser suficiente la cercanía que tenían ahora; Hinata inclinó su frente hacia la de él y Sasuke rápidamente correspondió como si lo hubiera estado esperando. Sus labios se rozaron buscando el beso hasta que este llegó. Esta vez Hinata ya sabía cuando un beso no era solo un beso y exigía la unión de la carne.
Pero él se detuvo y se paró con rapidez; cómo si recordara algo o cómo si tocarse fuera prohibido.
"¿Qué sucede?" Hinata dijo aún en el trance que entraba cuando sus bocas se perdían una con la otra.
"No quiero que creas que hice todo esto para solo tener sexo contigo." Dijo incómodo, alejándose un poco más.
"¿A no?" Pregunto Hinata riendo suavemente; tomándolo con humor.
"No; es cierto, no lo hice por eso." Esta vez la miro directo a los ojos, quería resaltar que lo que decía era serio.
Lo miró desde el piso por unos minutos.
¿Qué se supone que debería hacer ella con esta información? Sabía que no era sexo nada más lo que Sasuke buscaba pero aun asi él continuaba con Sakura. Ella seguía siendo solo la amante secreta de Sasuke; por la qué tenía que preparar un festival dentro de la casa porque nadie de la aldea podía verlos juntos.
Había veces que escuchaba a la gente hablar de los novios. Qué la Haruano se estaba sacrificando por la aldea teniendo a Sasuke controlado, qué estaba secretamente embarazada, qué se casarían prontamente, qué era una cuestión de seguridad nacional así que se estaban discutiendo capitulaciones y buscaban la aprobación del Daimyo, qué ambos estaban planeando fugarse de la aldea porque no los dejaban casarse.
Hinata se paró al frente de Sasuke aun mirándolo a los ojos.
Ella sabía que los rumores eran mentiras pero tampoco sabía cuál era la verdad y su corazón se apretaba y su sangre hervía, cada vez que escuchaba a la gente hablar de ellos. Quería decirles a todos que sabía del rostro de Sasuke cuando dormía porque lo había tenido ya en muchas ocacciones sobre su pecho desnudo. Que conocía más el sabor de sus labios que los de Naruto y que ella sería la que buscaría la aprobación del propio Daimyo si eso garantizaba a Sasuke seguro y a su lado. Pero solo se limitaba a aparentar que no escuchaba la comidilla y que si escuchaba algo no era de importancia; aunque por dentro la destrozara.
Lo tomó del rostro y esta vez fue ella la que le dio de esos besos que piden caricias interminables y palabras entre suspiros. Rozo sus labios con los de él para tomar el labio inferior con sus dientes y morder de manera sutil la piel delicada.
"janm" Sasuke suspiro. Sin despegarse, Hinata posó sus labios en la comisura de su boca, como si esa parte fuera solo de ella y de nadie más. Para Hinata lo era; la idea de Sakura besando esa parte como ella lo hacía… no pensaba en ello y punto.
Cuanto quería dejarles saber a todos que Sasuke le preparó todo un festival porque ella nunca había estado en un Tanabata.
"Lo se Sasuke; se que no es solo eso." Esta vez su boca fue más exigente; imitando el hambre con la cual él la solía besar.
Sasuke entendió el resto.
La tomó por la nuca posesivamente; profundizando. "Cero protestas de mi parte… si esto es lo que quieres." dijo entre besos que bajaban por su cuello.
"Eso me lo imaginaba. Jajaja." dijo divertida, pasando sus dedos por el pecho expuesto.
Sasuke la jaló hacia él y sus manos comenzaron ese camino desenfrenado que hacían sobre su ropa antes de quitársela.
Hinata abrió los ojos de repente.
"Espera, espera…" Lo empujó con fuerza casi haciéndolo caer.
"¿Qué sucede? ¿Te lastimé o algo así? ¿Creía que esto era lo que querías?" Sasuke la miraba compungido, tocándose donde Hinata lo había empujado.
"Si, no es eso, es que…" Hinata se acordó que no tenía nada bajo su kimono. Había disfrutado tanto del 'festival' que se le había olvidado por completo que no llevaba ropa interior.
Se movió algo incómoda.
"¿Qué es lo que está pasando entonces? Primero me robas el aliento con ese beso y ahora me…"
"Tengo que quitarme el kimono en otra habitación…" Dijo interrumpiendolo mientras comenzaba a caminar lejos de él.
Hinata no progresó mucho en su intento de fuga, su acompañante la tomó del brazo de inmediato.
"¿A dónde crees que vas con la explicación más tonta que he escuchado en mi vida Hinata? Y soy uno de los estudiantes de Kakashi." La jalo al frente de él de nuevo.
"Yo solo…" Debió saber que decir algo tan tonto no la liberaria su propia torpesa; ¿Qué razones podía tener para desnudarse sola en otra habitación? Estaba tratando de pensar una explicación pero todas eran más estúpidas que la anterior.
"Es que debo ir… po-por…" bajó su vista; sabía que los colores estaban empezando a mostrarse en su cara y pronto se delataría.
Sasuke la miró ladeando su cabeza, rozó una mano sobre su espalda, bajo con suavidad sensual. "¿Por qué?" De repente le dio un pellizco a una de sus nalgas. "¿Por esto?
Hinata dio un pequeño brinco. "¿Qué-qué-e-e cosa?"
"Hinata lo sé. Lo sé desde hace tiempo." La abrazó con fuerza; muy probablemente para que no tratara de escabullirse de nuevo.
"¿Qué sabes?" Miro para otro lado tratando de desentenderse de la conversación.
"Qué no tienes ropa interior. ¿Cómo crees que no me daría cuenta de algo así?" Volvió a poner su mano sobre su trasero y esta vez apretó fuertemente una de sus nalgas con toda su palma. "Me tienes algo distraído de hecho."
"¡Qué horror!" Dijo Hinata avergonzada, tratando de despegarse de él; era una sorpresa para ella que aún no se hubiera desmayado.
"Tranquila Hime. No es que se puede ver pero desde que te abrace pude notar que debajo no llevabas nada. Conozco al detalle cómo te sientes en mis brazos." Esta vez la abrazo como generalmente sus cuerpos encajaban naturalmente el uno al otro.
Ella se limitó a cerrar los ojos. No quería ver la cara de soberbia satisfacción que tenía que tener Sasuke al momento.
"Hay veces que me pregunto, si haces estas cosas para provocarme Hinata." Le susurro en el oído mordiendo el lóbulo de su oreja luego.
"Fu-u-e un accidente, lo-lo-lo juro, se me olvido traerla a-a-al… sauna." No sabía si estaba tartamudeando por lo nerviosa que estaba o por la boca de Sasuke jugando con su oreja. Muy probablemente la segunda; una corriente de electricidad bajaba por su columna con cada toque que daba su lengua.
"¿Crees que esa excusa lo hace menos seductor?" La comenzó a desvestir. Soltó primero su obijime, el fino cordón blanco que estaba sobre su obi color cerúleo y lo enrollo en su propia muñeca.
"Ha sido un verdadero suplicio, ¿sabes?" Removió lentamente el obi para desatar el resto de amarres que sostenían el kimono en su lugar. Las suaves telas caían al suelo sin prisa alguna. Hinata había optado por un kimono en vez de un yukata a pesar de ser verano. Era una chica de usar kimonos; tenía miedo de que otros creyeran que era para presumir de su rango pero en realidad era más costumbre y que solía ser el tipo de persona que con cualquier brisa le daba frío. "Oh Hinata… ni siquiera tienes el juban puesto. ¿Cómo no lo noté antes?" Dijo Sasuke viendo que todo este tiempo el kimono estaba solo sobre su piel. "No querer desvestirte cuando llegas a mi casa así de tentadora. ¿No crees que es injusto Hinata?"
"Bueno no fue… no fue… lo siento." No sabía por qué se estaba disculpando pero sentía que debía hacerlo. Bajo su rostro apenada, completamente expuesta ahora. Solo tenía el kimono parcialmente abierto y sus medias blancas puestas.
Sasuke tomó su garganta con su mano y la bajó con suavidad por la piel expuesta, roso donde los amarres dejaron marca en su cintura. "¿Qué quieres Hinata?"
"Quiero… yo quiero tocarte también." Hinata puso su mano sobre el pecho de Sasuke y bajó sus dedos imitando el camino que él trazó en ella. Hablando de provocaciones y tentaciones; su yukata abierto claramente era todas las cosas que la hacían perder el sueño. Estaba segura que Sasuke lo sabía, cada vez exponía más piel a la hora de vestirse. Se preguntaba cómo lo mantenía en su lugar si lo tenía de manera tan relajada. Cuando su mano llegó a su ombligo él la detuvo tomándola por la muñeca, llevó ese brazo tras su espalda.
"Tsk tsk ¿Crees que debo conceder ese deseo si me has tenido a tu merced todo este tiempo?" Sasuke levantó la mano que tenía el cordón blanco en la muñeca y este se deslizó entre sus dedos.
Sasuke unió sus labios; entrando su lengua con lascivia en su boca. Exploró con ella cada rincón, produciendo leves cosquilleos que la hacían querer parar pero era tan adictivo el toque que no podía detenerlo ni aunque quisiera. "¿Confías en mi verdad?" dijo sobre sus labios.
"Si." Susurro entre la humedad de los besos. Confiaba en él, era la verdad. Aún con las dudas, aún con los miedos, confiaba a ciegas y lo peor de todo; Sasuke lo sabía.
"Si amarro tus muñecas con esto." Le enseño el cordón que había tenido sobre su obi. "¿te asustarias?".
"No se si asustarme sea la palabra." El sentimiento que le daba era parecido al miedo; su corazón palpitaba frenéticamente su pulso se aceleraba y su respiración se hacía rápida cuando Sasuke le pedía cosas asi. Pero no era miedo; cuando sentía miedo su vientre no se contraía ni su cuerpo se acaloraba como lo hacía ahora.
"¿Me dejarías hacerlo?" dijo él con los labios sobre la garganta de ella, dejando pequeños besos aquí y allá.
Solo asistió con la cabeza. A Sasuke le gustaba jugar. El sexo no era solo desnudarse y ya. Estaba la ocasión en donde solo se metían en la cama y fluía natural, para quedar dormidos sin mayor distinción pero cuando había tiempo y alguna inclinación en particular de parte de Sasuke, ella cedía sin protestar; lo disfrutaba tanto como él.
Sasuke se posicionó detrás ella, bajo sus dos manos, por los brazos de Hinata, en una larga caricia hasta tomarlas por ambas muñecas. "Si no quieres, dímelo." Dijo sobre su nuca para darle un pequeño beso ahí. Sasuke esperó unos minutos por ella; Hinata no dio protesta. Tomó el largo cordón de seda y comenzó a amarrar ambas muñecas.
Hinata probó la fuerza del amarre cuando lo tuvo de frente. Estaba firmemente sujeta; sería difícil soltarse, podría pero necesitaría mucha precisión. Había algo de incomodidad pero la adrenalina que le producía estar amarrada junto a la fricción que sentía en sus muñecas hacían que cualquier molestia pasará a otro plano.
Sasuke la contempló unos momentos, disfrutando de su creación. Pasó la parte trasera de su mano por una de sus mejillas muy probablemente para sentir su sonrojo. "No sientas pena Hinata; te ves como un regalo hecho solo para mi." Lentamente abrió más el kimono mostrando sus pechos.
"Un regalo que aceptó felizmente." Tomó uno de ellos con firmeza y apretó su pezón entre su pulgar e índice.
"Agmg" se le escapó a Hinata, que no pudo ocultar su cara entre sus manos, como siempre lo hacía, así que solo giró su cabeza, esquivando la mirada curiosa de su amante.
"¿Hay algo más excitante que tus pechos despiertos con solo un pellizco?" Esta vez apretó con más fuerza y Hinata se vio obligada a morder su labio inferior para no soltar gemidos que la apenaran aún más. Jugó con ellos; los apretaba para acariciarlos luego. A Sasuke le fascinaba la sensibilidad de sus pechos, Hinata no le había dicho nunca que solo con sus toques se hacían tan dóciles y complacientes como lo hacía ella también.
Se tambaleo un poco; no sabía cómo iba a poder mantener el balance amarrada así; otra persona que no tuviera su entrenamiento estaría ya en el suelo.
Sasuke continuó su exploración bajando su mano entre las telas suaves, hasta encontrar su intimidad. Sus dedos jugaron con su vello, acariciando de manera tan ligera que era difícil precisar los toques, haciéndola estremecer.
Hinata intentó tocarlo también, respuestas primitivas que se despertaban en ella, pero recordó que estaba atada.
Él lo notó. "Hime, quiero que te sientas como me siento cada vez que te veo y estas a mi alcance pero no puedo tenerte." Esta vez sus dedos se aventuraron dentro de ella. Hinata sabía que ya estaba mojada, entre los besos y caricias, habían sido suficiente preludio para cualquier cosa que él tuviera en mente.
"Sasuke" dijo jadeante, sintiendo como entraba suavemente dentro de ella un par de dedos para detenerse. Quería más, mucho más.
"Tranquila que cuidare bien de ti. Siempre lo hago." Sasuke bajó sus labios; desde su cuello hasta su pecho, tomó un pezón con delicadeza entre su dientes los mordisqueo un poco para continuar bajando hasta llegar a una de sus piernas. Beso de manera vehemente la piel de sus muslos. Levantó un poco una pierna de ella, para explorar con su boca la piel de esta; Hinata tuvo que concentrarse más en su postura para no caer pero era todo un reto, su mente estaba en la lengua de Sasuke bajando por su pantorrilla.
Labios llegaron a su tobillo y Sasuke quitó lentamente su media para exponer su pie.
"Jajamjnan" Pasó su lengua por un segundo en su empeine pero se detuvo. Hinata perdió un poco el balance; era muy cosquillosa.
"No queremos que te lastimes ¿no?" La miró con una pequeña sonrisa picara, para depositar un pequeño beso en su tobillo y soltar su pie. "Vamos a la otra; lo estas haciendo muy bien."
Sasuke repitió el camino de besos y caricias con su otra pierna, beso con más fervor su tobillo, como si probara que tan bien ella podía permanecer balanceada en una sola pierna mientras él jugaba con ella.
Esta vez; cuando subía su boca por su cuerpo, se dirigió a su entrepierna.
"Nnnnno, no quiero que me beses ahí." Viendo las intenciones; Hinata se despejó como pudo por no poder usar sus manos atadas para detenerlo.
"¿Estás segura de eso?" Mordió la parte interna de su muslo. El vientre de Hinata se contrajo placenteramente. Sasuke sabía lo que estaba provocando.
"Es que, es que transpire a mares todo el trayecto y me siento…"
"¿Sucia?" Ella asistió. Habian tenido sexo ya en numerables ocaciones y no es que siempre estaba inmaculadamente aseada pero nunca había tenido algo con él despues de haber estado toda sudada y pegajosa.
"¿Y eso es algo malo por?" Deposito un beso en su monte de venus.
"¡Sasuke!" Hinata se tambaleo un poco, algo mortificada.
"Hinata; si de verdad no quieres que te de sexo oral no lo hago pero debo informarte que es lo más que he querido hacer desde que supe que no tenías nada debajo del kimono." Levantó un poco una de sus piernas para posar sus labios en la parte interna de su muslo. "Meter mi cara entre tu entrepierna y probarte. Voy a estar muy decepcionado si no lo hago."
Dio un beso húmedo en la piel suave mientras sus ojos la miraban con hambre y algo de súplica.
¿Cómo decirle que no a esa promesa de su mirada de llevarla a la locura?
Hinata inconscientemente movió su pierna más a sus labios y Sasuke deseoso lamió la parte interna de su muslo, desatando sensaciones impúdicas en ella.
Viendo su reacción, Sasuke procedió a subir su boca hasta desaparecer debajo del kimono.
"Sa-a-suk…mng" Salió de manera estrangulada su nombre, sintiéndolo rozar su intimidad con sus labios. Sabía que él podía estar así por mucho tiempo, regodiandoce en la dulce tortura.
En un pequeño instante sintió la lengua de él aventurandose a más, sus piernas flaquearon pero Sasuke se aseguro de tomarla firmemente, gruñendo sobre su intimidad, mientras sus manos se hacían posesivamente firmes donde la sujetaban.
Los ojos nublados de ella se aventuraron a verlo. Su cabeza desaparecía bajo su ropa, arrodillado en adoración. Quería pasar sus manos por lo que veía de su cabello oscuro haciendo que la contracción se sintiera más apretada en sus muñecas.
"Ah" soltó un pequeño alarido. De repente sintió un leve mordisco en uno de sus labios.
Antes de que pudiera decir algo Sasuke le abrió más las piernas y succiono con fuerza.
Hinata se perdió en la sensación, cuando pudo captar otra cosa que no fuera el placer puro que estaba experimentando noto que sus piernas ya no la sostenían sino que Sasuke la tenía tomada con fuerza por sus muslos.
Él se detuvo de improvisto. Se asomo mirándola desde abajo con sus ojos manchados de carmesí. "Hinata… aunque esté disfrutando de esto…" Beso con cariño la parte interna de su muslo de nuevo. "...no creo que podamos seguir en esta posición; no es práctica." Sasuke no se levantó de donde estaba sino que la invitó con sus manos a que se bajara al suelo con él.
Mientras lo hacía, se recostaba y Hinata solo se dejaba posicionar hasta que se dio cuenta de lo que Sasuke pretendía. La estaba levantando por sus caderas, con toda las fuerzas que esto requería de él, para posicionarla sobre su cara.
"No-no vo-vo-voy a-a-a…" Decía, tratando de dar para atrás pero con sus manos amarradas no tenía manera de impulsarse. "...sentarme en-en-en tu cara ¡Sasuke!"
Él giró sus ojos, deteniendo lo que hacía, colocándola sobre sus pectorales. "¿Por qué no? Parecías que lo estabas disfrutando, ¿cómo crees que te mantuve balanceada hace un momento atrás?"
Hinata no lo había pensado pero ahora que se detenía a racionalizar sus posiciones, Sasuke se tuvo que asistir de alguna forma para tenerla en posición y muy probablemente recostó parte de su peso en su cara.
"Básicamente estabas sentada en mi Hime." Dijo poniendo sus manos en sus caderas, buscando persuadir, la movió sutilmente estimulándola con el rose.
"Pero pero…" Hinata quería continuar pero no había manera, la sola idea de ella colocarse así, sobre él, era muy penoso.
Sasuke puso una mano en su mejilla. "Hey, descuida, estás amarrada, no eres tú, soy yo el que te está colocando así. Soy yo el que te quiere así." Dijo Sasuke como si leyera sus pensamientos de culpa represiva. "Si no quieres esto, no lo hacemos."
"Yo…" Quizás se arrepentiría de lo que le iba a decir pero rara vez eso pasaba. "Yo quiero." giró su cara a otra parte para que no la viera. Sasuke tenía esta manía de excitarla para dejarla hambrienta y usar su deseo como arma.
Sasuke la tomó del rostro para que lo viera, le sonreía de manera traviesa. "No te vas a arrepentir." Susurro y antes de que pudiera reaccionar, él la estaba ya colocando en su cara.
Hinata tardó en poner todo su peso en su cabeza. Sabía que no pasaría pero tenía miedo de asfixiarlo.
Sasuke entendió la duda así que la tomó con fuerza por las caderas y la presionó firmemente a él, indicando que estaba bien.
"Mngh" Hinata lo sintió rugir cuando puso todo su peso; mostrando aprecio por tenerla así para él.
Se sentía bastante diferente a las otras veces que él la besaba en su intimidad. Al estar sobre él, de alguna forma sentía un control que no tenía cuando estaba acostada recibiendo sus besos. A pesar de estar atada; podía subir y bajar, presionar y rozarse como lo hacía cuando se sentaba sobre él durante la penetración.
Pero se quedó muy quieta; estaba algo abrumada por la nueva posición.
Sasuke comenzó una línea de besos delicados entendiendo lo apenada que tenía que estar ella al momento. Se tomó su tiempo para calmarla. Sus manos se relajaron sobre ella y acariciaban con una sutileza desconocida cada tramo de piel expuesta que encontraba. Los besos eran pausados y tiernos como si no estuviera metido en su intimidad sino más bien fueran roses castos en su mejilla.
Pero Hinata quería más y su cuerpo de poco la fue traicionando; de vez en cuando sus caderas se movían en reflejó. Algunas veces hacia al frente o hacia atrás, siguiendo la boca que la tenía sometida, otras presionando sus caderas hacia abajo invitándolo a profundizar.
Poco a poco Sasuke aumentó la pasión de sus besos, torturándola con una serie de succiones hambrientas y suaves lamidas.
"gmg" Sasuke gimió de manera profunda, creando corrientes dentro de ella como olas cálidas, recorriendo toda su piel, haciéndola erizar. Sin darse cuenta de sus propias acciones, Hinata estaba moviendo de manera firme sus caderas; movimiento que estaba acostumbrada a hacer cuando lo montaba.
Como si esto fuera una clase de orden, Sasuke la penetró con su lengua con necesidad.
"Si a-a" Se le escapó a Hinata, todo dentro de ella se anudaba, pero no era suficiente, necesitaba más estimulación. Ya sin pudor alguno o raciocinio de su parte; sus muslos lo apretaron al suelo y su vaivén de caderas comenzó un tempo más apresurado. La cabeza de ella se echó hacia atrás embriagada por el placer recibido que prometía puro éxtasis.
O eso creía Hinata pero cuando estaba tocando su clímax, sus caderas fueron sujetadas con firmeza; Sasuke la detuvo.
"Img" Frustrada divisó a su amante. La miraba desde abajo con ojos entrecerrados por pura lujuria; ella estaba perdida en las sensaciones, él estaba perdido en lo que creaba su boca y sus manos. Como consuelo, Sasuke acaricio su intimidad con la lengua, buscando calmar la piel acalorada.
"No…agnm puedo… más Sasuke." Trato de mover sus caderas en vano, mostrando su necesidad.
Tomándole la palabra, Sasuke abandonó su juego; la bajó de su cabeza y la posicionó sobre su regazo. Hinata sintió su dureza de inmediato, en medio del delirio no se había percatado que Sasuke había expuesto su hombría.
Quería tanto tocarlo; recorrer su cuerpo con sus dedos, tomar su miembro palpitante en sus manos y torturarlo como él lo hacía con ella, enterrar sus uñas en su espalda a la hora del clímax.
"Tantos días sin tenerte, tantos días sin probarte, puedes volver a un hombre loco Hime." dijo irguiendo su torso, mientras besaba su cuello de manera demandante.
Hinata se movió sobre él, rozando sus intimidades con necesidad salvaje. El cuerpo de Sasuke respondió solo, sus caderas se impulsaron levemente buscándola, ella continuó moviéndose sensualmente. Ya que no podía usar sus manos buscaría otras formas, su boca, el calor de su propio cuerpo, quería tanto el contacto como se quiere el agua estando sediento.
Sasuke la tomó del rostro con fuerza y la besó delirantemente. "¿Me quieres Hinata?" Susurro entre besos que sabian a ella.
No sabía cuál era el sentido de la pregunta, si era de amor o de deseo pero en estos momentos eran ambos.
"Si… te quiero." Hinata se inclinó como mejor le permitió su amarre, beso sus labios, bajo por su garganta fuerte y cálida, besando y mordiendo; quería marcarlo.
Sasuke retomó el control de su boca; se acomodó él mismo en la entrada de su intimidad y despegándose de sus labios, para mirarla a los ojos, entró dentro de ella.
Sentir a Sasuke entrar en ella era ya su segunda naturaleza. Era como si él despertara una versión de ella dormida. Estaba la Hinata que presentaba ante todos y estaba la que se deshacía en sus brazos. Ambas eran Hinata y le asustaba el poder que tenía sobre ella, gran parte de lo que era ahora, no podía serlo con nadie más, era en sus brazos fuertes que la abrazaban, como si tuviera miedo que se escapara, su versión más sublime.
"Hinata" Suspiro en su oído. La dejó de abrazar y la miró con su sharingan, acariciando su cara casi con desesperación. Así se veía la locura, pensaba Hinata; los ojos de él hambrientos por ella, sus manos tocándola con veneración absoluta.
"Tus ojos…" dijo Hinata hechizada en el océano sangriento que la miraba como si vieran por vez primera.
Él la miró con el ceño fruncido a modo de cuestionamiento.
"Están rojos." Respondió y su frustración con sus amarres se hizo notar cuando trató de moverse para tocarlos.
"Te asusta, lo siento." Removió su cara con una vergüenza inusual en él.
Esto es lo que más apreciaba de intimar con Sasuke, él también se desarmaba cuando estaban solos; él también cobraba vida entre suspiros y besos fervientes.
"No, no me asustan, son hermosos." Le beso cada uno de sus párpados y cuando lo sintió latir dentro de ella movió sus caderas suavemente.
Sasuke interrumpió el movimiento. "Aún no, déjame disfrutarte un poco más así." Parecía una orden, que Hinata obedeció a regañadientes.
No se movieron por un momento.
Sasuke solo la miraba con detenimiento, besándola en la cara de vez en cuando. "¿Está mal que crea que te ves arrebatadora así? Amarrada con tu propio kimono, tu tersa piel siendo confundida con la seda de la tela, tus caderas hambrientas de mi…" La tocaba con manos temblorosas, como si tuviera miedo que se desvaneciera.
"Sasuke necesito, necesito tocarte." Hinata apoyó su rostro en el de Sasuke, acariciando su cara con la de ella, buscando algún tipo de sosiego.
"...tus manos ansiosas en tu espalda." Las manos de él se dirigieron a las de ella y entrelazo sus dedos. Al dirigir su atención a estas Hinata noto que sus muñecas empezaban a doler.
Esta vez Sasuke comenzó el ritmo entre ellos, Hinata excitada, se dejaba llevar.
La beso y ella le respondió con fiereza, su cuerpo respondió solo, entonando el movimiento de caderas que ya era común con Sasuke. Algunas veces era precipitado otras con parsimonia pero era la misma danza que no quería repetir con nadie más. Hace meses que no tenía nada con Naruto y la verdad que la sola idea de tener sexo con su novio era igual de aterradora que la vez que supo del intercambio.
Y pensó en Sakura.
Qué esto que compartían ahora lo hacía también con ella, los celos más oscuros y venenosos se apoderaron sin piedad. De repente la idea de la restricción en sus muñecas no era tan excitante sino otra barrera para no poder hacerlo de ella.
Sus caderas se movieron de manera circular y certera, profundizando y aumentando la velocidad; como sabía que a él le gustaba, como ella le gustaba también.
"Carajos Hinata" dijo jadeante mientras se perdía en lo que ella le hacía sentir. Su ceño fruncido, mordiendo sus labios, respirando de manera dificultosa. Su cara se contorsionaba en placer pero otros creerían que era de dolor.
"Suéltame Sasuke, por mng por favor." Hinata espero el momento oportuno para su ruego. Sasuke usaba su deseo en su contra, ella podía hacer lo mismo también.
Sabía que él no lo soportaría. Sentía su dureza y está indicaba que quería hundirse en ella hasta perderse. Su intimidad se había acoplado a la de él. Encajaban como si siempre hubiera sido así y había algo reconfortante para ella cada vez que estaban unidos y sentía la familiaridad de él en ella.
Sasuke tomó sus muñecas, soltó una y movió sus brazos, para amarrarla de nuevo, esta vez al frente de ella. Ella lo jalo a ella para atraparlo entre sus brazos amarrados y lo beso desesperadamente. Deseosa del poco control que se le cedió al momento.
Las caderas de Hinata se hicieron impacientes, sus brazos lo sujetaban firme hacia ella, buscaba con desespero cualquier forma de tenerlo más cerca. Ya Sasuke no la detenía extasiado también, perdido en los besos delirantes que Hinata le daba, perdiendo la razón en cada bocanada de aire que perdían, entregándose por completo.
Y todo se desató dentro de ella; solo sentía puras corrientes, que la hacían retorcerse sin ton ni son sobre él. Sasuke puso su boca en el cuello de ella y mordió la piel febril, tratando de esconder sus gemidos guturales, corriendose dentro de ella.
iii
"Lo siento Hinata; no pensé que estaban tan apretadas." Era la undécima vez que se disculpaba. Sasuke se había levantado de inmediato para buscar un ungüento, que la misma Hinata había preparado, tan pronto vio el estado que dejó sus muñecas. Lo estaba untando con suavidad en la piel amoratada, mientras Hinata se acurrucaba sobre él, retomando sus fuerzas.
Estaba satisfecha como una gata recién alimentada y toda risueña porque por fin podía tocarlo todo lo que quisiera, bueno cuando Sasuke dejara sus muñecas quietas.
"No importa.. yo quise también y-y me gusto." Le dio un beso tímido en su mejilla, no quería que se sintiera culpable. La pasó de maravilla.
Sasuke le sonrió de vuelta. Amaba esa sonrisa.
"¿Sabes? Tenerte aquí conmigo, en mis brazos, es un deseo cumplido ya. Quizás los deseos si se cumplen Hinata." Terminó de poner el ungüento y ahora besaba el área.
"Jajaja" Hinata no pude evitar reír por sus palabras. "No… no escribiste algo tan mundano en el tanzaku ¿verdad?"
"No, mi deseo es imposible pero se vale soñar. Llegaste hoy a mi puerta más hermosa que nunca, disfrutando de las cosas banales que te preparé. Eso antes no hubiera sido posible y aun así aquí estás."
Amaba a Sasuke. Quería decirlo pero no lo hizo. Solo se acurruco más en su pecho tocando, todo lo que no pudo tocar antes, mirando al techo divisó los bambúes llenos de deseos.
"Hay que quemarlos para que se cumplan Sasuke." Dijo señalando las ramas. Ya sería medianoche y no quería perder su ventana de deseos cumplidos.
Se comenzó a levantar y miró a su alrededor; comenzó a reír descontroladamente.
"¿De que te ríes Hime?" Sasuke le preguntó extrañado.
"Qué técnicamente lo hicimos en medio del festival jajajaja." Señaló a su alrededor. Entre peluches y piezas de kimono, se encontraban los dos desnudos, debajo de los bambúes, cerca de juegos de feria y mesas con confiterías.
Rió un mar de carcajadas, él la acompañó entendiendo su risa y Hinata se preguntó si la locura de los Uchihas era contagiosa porque definitivamente estaba loca de amor por la risa de Sasuke.
¿Cuál creen que fue el deseo de Sasuke? Este capítulo se me hizo mega complicado de hacer, no voy a mentir. Cuando uno tiene la mente preparada para capítulos más oscuros, como han sido los últimos, crear escenas dulces y sexuales puede ser difícil. Además fue intenso el research que tuve que realizar. ¿Qué es el Tanabata? ¿Qué hacen las personas en el festival? ¿Qué se juega, qué se come? ¿Cómo se visten? Pero no solo eso, sino también en el contexto de los personajes. ¿Cuál sería el festival favorito de Hinata? ¿A Sasuke le gustaría los festivales? ¿Que harían juntos y sobre todo cómo participarian si son amantes? Todas estas cosas fue todo un proyecto de meses que atrasó el proceso de creación. Espero que mis errores culturales no sean muchos y están abiertos a comentar si ven alguno, amo aprender. El proceso aunque tedioso fue gratificante porque aprendí muchas cosas nuevas. Gracias mil y disculpen las demoras. Adoro este proyecto y la pequeña comunidad que hemos creado pero crear y escribir toma mucho tiempo y aunque tengo mucho apoyo aun así no puedo estar doce horas escribiendo como quisiera a veces jajaja. Gracias a Daicy Hernandez, HimePoto, Jane Ny y compañía por sus comentarios. Daicy Hernandez; gracias por esperar, espero que haya valido la pena. HimePoto; me encanto tu narración del proceso para leer. Lo encontré muy adorable y enternecedor. Y aunque si extrañe tu comentario, nunca hay presión para escribir uno; con que lean es suficiente. Sobre la conversación de Naruto y Sasuke; justamente eso quería demostrar. Me encantan los clichés románticos pero parte de su encanto es también deshacerlos y quiero que mi protagonista romántico, aunque perdidamente enamorado, entienda que su objeto de deseo es una persona independiente y el respeto va primero ante todo. Por eso es tan grande la afrenta que Sasuke le hizo a Hinata y él lo sabe. Fue una falta de respeto las mentiras, los secretos pero sobre todo usó su ignorancia a su beneficio y eso no lo hace mejor que Naruto. La escena de Hiashi fue algo a última hora; ya tenía planeado como él tomaría la relación y los problemas del Clan con la autoridad pero no es algo que tenía planeado explicar porque te voy a ser sincera; eso puede ser toda otra historia a lo spinoff jajaja. Cuando uno escribe tiene este marco de lo que está pasando en la aldea y con el resto de los personajes aunque no salgan y creemelo que es un novelón político jajaja. Si algún día me animo les creó una segunda parte a lo game of thrones lol. Sobre Hinata; Hinata ama a Sasuke, de eso no hay duda y ella es de las que perdonan TODO para bien o para mal. Sus razones pues ya se saben. Sobre la guerra fría, quien da el primer paso, Neji arrastrando a Sasuke y todo lo demás… ahhhh digamos que me reservo cualquier comentario incriminatorio jajaja. Sobre la ambientación. Me encanta la cotidianidad; hay tanta magia en las cosas del diario vivir cuando las compartes con los que quieres. Basándome en eso leo y escribo sobre ella. Me gustan las historias mega dramáticas también; con misiones, tragedias, muertes y toda esas cosas pero hay algo de dos personas que se quieren, que solo están bebiendo té y se ven y con esa mirada se dicen todo que me llena muchísimo. Sobre el final feliz… de nuevo me reservo cualquier comentario incriminatorio lol. Gracias por el comentario y abrazos también! No me leerás el próximo jueves pero muy probablemente el que le siga. Jane Ny; Gracias por comentar y leer mi otra historia! Tan pronto termine esto le dedicaré más tiempo. Espero que este capítulo alcanza tus expectativas. Gracias de nuevo a todos ustedes, hasta el próximo capítulo.
Teresa Laurence
