Entramos en una tienda que decía Madame Malkin, túnicas para todas las ocasiones.

Madame Malkin era una bruja robusta y sonriente vestida de verde oliva.

Mis padres se quedaban en el recibidor mientras que ella me llevaba a un cuarto contiguo en donde había un joven alto el cual pude ver mejor al subir a un pequeño banco que estaba al lado de el, volteé a verlo con muy poca discreción a lo cual el volteó y al verme me sonrió, al ver su cara se me hizo conocido, lo mas destacable de el era su color de cabello pelirrojo y sus pecas en su rostro.

-Hola, Primer año ¿No? – me preguntó aun sonriente.

- ¡Si! - respondí con una voz mas chillona de lo habitual- ¿Se me nota tanto? - pregunté con una voz menos chillona a lo que el soltó una pequeña risita.

-Te ves igual que mi hermano menor- dijo intentando reprimir su risa.

- ¿En que año vas? - pregunté con curiosidad mientras sentía a madame Malkin poner alfileres en mi túnica que se sentía bastante grande para mi.

-Voy a entrar a tercer año- Dijo volviendo a su sonrisa.

- ¡Oh! - Vi como abría los ojos como si se diera cuanta de que había olvidado de algo.

-Perdóname, no me presenté- dijo cortésmente como si yo fuera una dama- William Arthur Weasley pero todos me dicen Bill- Me extendió la mano para estrecharla.

-Mmm- Dudé un momento al decir mi nombre – Nymphadora Tonks pero dime Tonks- Al igual que el extendí la mano para unirla con la suya.

-Ya está listo lo tuyo, guapo- dijo Madame Malkin interrumpiendo la conversación.

-Gracias- Bajo del banco y volteó a verme- Nos vemos en la estación- Yo dije lo mismo y vi como se iba junto a Madame Malkin para pagar seguramente y cuando ya no lo vi regresé mi mirada hacia enfrente.

Unos minutos después del regreso de la dueña terminó con mis túnicas y el resto de mi ropa para Hogwarts a lo que regresamos al recibidor, para después pagar y salir de la tienda.

- ¿¡A donde iremos ahora!? - Pregunté efusivamente.

-Vamos a comprar tu varita- respondió mamá empezando a caminar a lo que yo la seguí aun emocionada, sería la mejor parte de todo el recorrido, quería saber que varita me escogería.

Llegamos a una tienda estrecha y que se veía un poco descuidada, en la puerta estaba escrito con dorado Ollivander: fabricantes excelentes varitas desde 382 a. C. , al entrar se escuchó el sonido de una campana, por dentro era pequeño y no tenía nada.

-Bienvenidos- Se escuchó una voz masculina pero amable, aunque eso no me quitó el susto que había hecho que casi me cayera.

-Um…. Hola- Mire hacia todos lados ya que no lo veía, solo vi a mis padres sentados, cuando de repente escuche que algo crujía, volteé hacia el lugar de donde provenía dicho sonido y ahí vi a un señor canoso, era el señor Ollivander.

-Se parece mucho a su madre Andromeda Black bueno ahora Tonks- volteo su mirada hacia mi madre- Madera de Caoba, 11 pulgadas, núcleo de fibra de corazón de Dragón, flexible ¿No? – Voltee a ver a mamá la cual asentía- Mientras que Edward Tonks Madera de Acacia, 12 pulgadas, núcleo de pelo de unicornio, semi-flexible - el también asintió- ¿Cuál es tu nombre? – Preguntó viéndome con una sonrisa.

-Nymphadora Tonks- Contesté muy rápido.

-Muy bien déjeme ver- metió su mano en su bolsillo del cual sacó una cinta métrica con líneas plateadas- ¿Con que mano escribes?

-Con la izquierda- le respondí a Ollivander.

-Extiende el brazo- yo obedecí, me medía del hombro al dedo más largo, de la muñeca al codo, de la rodilla a la axila y alrededor de la cabeza, el decía algunas, pero debido a mi acelerado corazón no podía entender, todo era tan emocionante – Listo, ya esta – dijo mientras la cinta se enrollaba- Carpe, 10 pulgadas, fibra de corazón de dragón, flexible, agítela- intenté agitarla pero el me detuvo- no, mejor pruebe esta, Laurel, 9 pulgadas, pelo de unicornio, rígida- intenté agitarla de nuevo pero el volvió a quitármela y lo mismo pasó más veces y mi cabello empezó a cambiar de mi rubio brillante a un rojo suave, al notar esto Ollivander se fue para después agarrar una-Madera de Cornejo, Longitud 12 ½ pulgadas, Nucleo pelo de unicornio, semi-flexible – Esta vez la agarre con fuerza y la agité pero esta vez salieron chispas verdes.

-¡Genial!- dije emocionada y dí un pequeño salto.

-Creo quela varita y la dueña se perecen- dijo con una pequeña sonrisa.

-¿Por qué?- pregunté confundida.

-Las varitas de Cornejo son extravagantes y juguetones, tienen un carácter juguetón y se empeñan en ofrecer a sus compañeros las posibilidades que les pueden brindar con emoción y diversión. Sin embargo, sería completamente erróneo inferir de esto que una varita de cornejo no puede realizar verdadera magia cuando es convocada. Se sabe que lanzan hechizos extraordinarios en condiciones difíciles, y cuando se combinan con una bruja o un mago inteligente e ingenioso, pueden producir hechizos vertiginosos- Explicó Ollivander a lo que yo me impresioné, al salir de la tienda volvi a ver mi varita.

-Parece que nos llevaremos bien- susurre para mi misma.

1 de septiembre de 1894

Mi cumpleaños ya no era mi día favorito, era este, yo estaba tan emocionada que casí no había dormido, cuando dieron las nueve el desayuno ya estaba listo y al sentarme empece a comer con mucho entusiasmo.

-Nymphadora no comas tan rapido te vas a ahogar- Me reprendió mi mamá.

-No puedo evitarlo mamá, ¡hoy voy a Hogwarts!- le respondí emocionada.

-Dora tiene todas razones para emocionarse Dromeda, yo hice lo mismo cuando iba por primera vez a la escuela- dijo cuando termino su bocado.

-Se me había olvidado que Nymphadora fisicamente se parece mucho a mi pero su comportamiento lo sacó de ti- Dijo al terminar su plato.

-¿Eso es malo?- Preguntó Regulus- Digo ella es más expresiva que nosotros que fuimos criados con la etiqueta de "sangre pura"- dijo mientras bebía su café.

-Tio ¿Vas a acompañarnos a King's Cross? – dije bebiendo mi jugo de calabaza.

-Lo haré, pero ya sabes que medidas tengo que tomar para que vaya- dijo levantandose mientras que mamá le puso un hechizo al plato para que se fuera a lavar.

-No importa como vayas, el punto es que irás- dije con una sonrisa haciendo lo mismo que Regulus, antes de que el pudiera decir algo yo salí corriendo hacia mi cuarto- ¡Voy a alistarme!

10:45

-¡Rapido!- Les dije a mis papás y a Regulus el cual vestía una sudadera negra con la capucha, me paré en el muro donde tenia un nueve y al verlo dudé un poco.

-Vamos Dora, crusaremos juntos- Agarro el carro que tenía todas mis pertenecias dandole mi gato a Regulus, el vio a ambos lados para despues correr conmigo y carro al muro, yo cerre los ojos.

-Dora ya puedes abrirrlos- dijo mientas bajaba la velocidad, haciendo caso a sus palabras abrí mis ojos y ahí ví el tren que me llevaría al lugar más maravilloso….

Junté los dos capítulos que iba a subir ya que a mi perecer eran muy cortos así que se los dejo aquí, espero que lo disfruten.

Atte. Nana Banana