N/A: Feliz año nuevo. Quería hacerles saber que en este fic Henry es hijos de los Charmings y como tal sera molesto.
Capítulo 3
Lauren no podía evitar moverse de un lado a otro, había tenido la sensación que siempre había tenido cuando podía hacer magia.
El sentir eso le había dado la esperanza de poder reunirse con su familia. Para Lauren el ser separada de Regina, Jade y Cat había sido más difícil que en el momento donde la maldicion llego al castillo y Blue había lanzado el hechizo en contra de ella y Emma. Su madre rubia había perdido la memoria.
Emma no sabia que tenia una esposa y dos hijas más, Lauren había pasado un mal rato cuando Emma no le habia creido que era su hija, no fue hasta días después de que habían despertado en un apartamento en la ciudad de Boston que Emma había empezado a creer lo que Lauren le decía.
Lauren sabía que no tenía mucho parentesco con Emma, Jade y ella se parecían más a Regina. Sus vidas habían sido normal de acuerdo a todo lo que las personas en ese lugar consideraban normales. El ser la única con las memorias había sido duro para la pelinegra, viendo como Emma seguía su vida sin tener recuerdo alguno de lo que había pasado, Lauren sabía que cuando viera a Blue nuevamente no sería tan civil con la hada.
Su mente en esos momentos estaba reviviendo los buenos momentos que había pasado con sus hermanas. Cuando eso pasaba prefería salir de su casa y despejar su mente por completo. Tomo las llaves de su carro, no sabia a donde ir pero por ese momento seguiría a su instinto y vería hacía donde la llevaba, siempre hacía eso y terminaba en lugares que le daban inspiración para crear.
—Regresó más tarde.—Anunció Lauren antes de tomar su chaqueta negra.
—Ve con cuidado.—Replicó Emma saliendo de la cocina con una lata de cerveza en la mano. Emma muchas veces se sentía culpable de no tener un solo recuerdo de cómo su hija había llegado a su vida, que era lo que había pasado. Emma había decidido esperar a que Lauren le hablara de su pasado y cuando esta le dijo que tenía otra madre, Emma se había sorprendido y había decidido no hacer más preguntas.
Lauren solo asintio y salio de la casa. Empezó manejar por las calles de Boston sin saber qué dirección tomar, entre tanto manejar había decidido buscar una gasolinera cercana para llenar el tanque del carro y comprar algo para comer.
Cuando está a punto de salir de la gasolinera noto como su mano brillaba de manera extraña y no pudo evitar sonreír al darse cuenta de que sin proponérselo estaba haciendo magia. Reviso su celular y no tenia ningun mensaje de su madre, decidió abrir el mapa y ver donde se encontraba en esos momentos.
Frunció el ceño cuando vio un lugar llamado Storybrooke en el map, nunca había escuchado de un lugar con ese nombre, así que decidió buscar información sobre el lugar. Cuando abrió su navegador y puso el nombre del lugar se sorprendió al ver que ese lugar parecía no existir pero eso no explicaba porque aparecía en el mapa.
Empezó a manejar con rapidez para llegar a Storybrooke, si ese lugar parecía no existir en ese mundo quería decir que ese lugar había sido creado gracias a la maldición de Rumple y en ese lugar encontraría a su familia.
Manejo cerca de cuatro horas y media para poder llegar a Storybrooke, sonrió al ver el enorme rótulo, cuando pasó del rótulo sintió como si parte de ella hubiera sido restaurada en cuestión de segundos.
Cada segundo que se acercaba a la civilización su corazon latia con mas fuerza, sabia que habia llegado a casa, sabía que por fin volvería a ver a su madre pelinegra. Miro con confusión como las manecillas del reloj no se movía en lo absoluto, manejo hasta que logro ver la alcaldia de Storybrooke. Miro a todos los lados posibles para ver si podía encontrar un rostro conocido pero no había tenido esa suerte.
….
Horas antes.
Regina se diría al restaurante de Granny, Jade y Cat le habían pedido que almorzara con ellas. Regina sabía que Lexa, Clarke, Raven y Octavia estarían en ese lugar, cuando entró se dirigió a una de las mesas vacías ya que como era costumbre sus hijas no llegaban a tiempo.
Regina sabía que solo hacían porque era una manera rara de recordar a su madre rubia, Emma siempre había tenido la tendencia de llegar tarde a las reuniones del consejo, a los entrenamientos o simplemente la cena familiar.
Regina siempre terminaba regañando a la rubia pero esta parecía no prestarle atención en lo más mínimo y ahora que Jade y Cat hacen eso a Regina no le quedaba más que rodar los ojos.
La reina vio como Lexa y Clarke entraban en el restaurante y cuando la vieron rápidamente se dirigieron hacia ella.
—Este si que es un milagro.—Dijo Clarke enarcando una ceja. —Será el fin del mundo.—Agregó levantando las manos en dramatismo.
Regina solo rodo los ojos. —Me agradabas más cuando me tenías un poco de temor.—Dijo la reina. —Siéntate y deja el drama, Jade y Cat quieren que almorcemos juntas.
—Me amas y lo sabes.—DIjo Clarke sentándose frente a la pelinegra.
Lexa solo observaba con una sonrisa divertida como las dos mujeres frente a ella se molestaba, Lexa ya se acostumbrando a que las dos mujeres se dijeran cosas de la nada.
La puerta de Granny's se abrió dejando ver a Snow White o como muchos la conocían en Storybrooke Mary Margaret Blanchard. Regina no pudo evitar fruncir el ceño ante la vista de la mujer, si por ella fuera en ese momento tendrá las cenizas del corazón de la mujer en sus manos.
Regina sabía que Mary Margaret tenía todos sus recuerdos intactos, no como la mayoría de los habitantes de Storybrooke. MM al ver a Regina, Lexa y Clarke sentadas no pudo ocultar su disgusto, ante su rostro de disgusto las mujeres frente a ella no pudieron evitar sonreír de manera socarrona.
….
—Jade.—Llamó Cat entrando en el baúl familiar. —¿Qué es lo que haces?
—¡Encontré un hechizo que permitirá que Lauren o Ma encuentren Storybrooke en sus mapas!—Dijo Jade moviendo por todos lados buscando las cosas que iba necesitar para llevar el hechizo a cabo.
Cat no pudo evitar abrir los ojos en sorpresa. —¿En qué puedo ayudar?—Pregunto con alegría de saber que ya estaban un paso adelante de Rumple y Snow.
Mientras Jade y Cat hacen su hechizo Regina estaba tratando de ignorar todo lo que MM estaba hablando con su esposo David.
—Me pregunto cuál fue el destino de Katrina y Victoria.—Dijo Clarke atrayendo la atención de las dos pelinegras. —Katrina solo tenía 11 años y Victoria la edad de las gemelas y Cat.
—Pagaron por las malas decisiones de su madre.—Dijo Lexa cruzando los brazos sobre su pecho. Regina decidió no comentar nada al respecto, a pesar de que detestaba a Snow podía simpatizar con ella ante la separación de sus familias.
….
—Corre.—Dijo Jade. —Llegaremos más tarde de lo normal.
—No fue mi culpa.—Se quejó Cat empezando a correr al lado de Jade.
—No sabia que me tomaría más tiempo crear un hechizo.—Se quejo la pelinegra.
—Esperas que fue tan rápido después de años sin usar magia.—Replicó Cat rodando los ojos.
Ambas chicas iban corriendo hacía Granny's sabían que su madre las iba a regañar por llegar tarde pero también sabían que cuando le dieran las nuevas noticias se podrían feliz.
—Te echare toda la culpa.—Dijo Jade mientras miraba rápidamente.
—No te atrevas.—Amenazó Cat. —Si haces eso le diré que fuiste tú la culpable de que si Benz se haya rayado.
Ante eso Jade Se detuvo a mirar a Cat fijamente. —No te atreverías.
—Sabes que ella me va a creer.—Dijo Cat con una sonrisa inocente en el rostro sabiendo que había ganado ante Jade.
Jade solo rodo los ojos y siguió su camino hacía Granny's sabiendo que Cat tenía la razón, su madre sabía cuando Jade quería limpiarse las manos de algo que había hecho siempre trataba de culpar a Cat, al final nada le salía funcionando.
Cat se detuvo antes de entrar en el restaurante, eso preocupo a Jade rápidamente sabiendo que quizás algo había pasado.
—¿Que pasa Cat?—Pregunto Jade.
—Snow y Charming están aquí.—Dijo Cat. —Por las caras de Lexa y Clarke creo que Mamá está teniendo problemas ignorando a Snow.
—Con las estupideces que habla hasta yo tengo problemas ignorandola.—Replicó Jade rodando los ojos antes de entrar y dirigirse a la mesa donde estaba su madre.
—Llegan tarde.—Se quejo Regina al ver a su hija.
Jade volvió a rodar los ojos, lo cual provocó que Regina enarcó una ceja. —Lo siento.—Se disculpó la menor al saber que su madre no estaba nada contenta con ella en esos momentos y su actitud no le iba a ayudar en nada. —Encontré algo que nos va a ser de mucha ayuda.
Ante eso Clarke, Lexa y Regina le dieron toda la atención a Jade y a Cat.
—¿Qué fue lo que encontraron? —Pregunto Lexa.
Antes de que Jade o Cat pudieran respondieran Ruby las interrumpió preguntándoles si ya estaban lista para ordenar. Todas a excepción de Regina había pedido platos que ante los ojos de Regina tenían demasiada grasa como para ser comestibles.
—Storybrooke no existe para el mundo exterior.—Dijo Cat en voz baja sabiendo que Snow trataría de saber lo que ellas estaban hablando.
—Lo sabemos.—Dijo Clarke frunciendo el ceño.
Jade dejó salir un suspiro. —Encontré un hechizo que puede hacer que Storybrooke aparezca en el mapa, creo que logre que Lauren y Ma puedan verlo en el mapa.
—¿Como hiciste eso? —Pregunto Lexa. —No sabemos donde están.
Regina había preferido quedarse callada en toda esa conversación, quería analizar muy bien todo lo que sus hijas estaba diciendo.
—Antes de que hiciera algo, buscamos información entre los libros de Mamá para ver si podíamos hacer algo con eso y lo encontramos.—Dijo Cat para luego mirar a Jade y hacerle entender que prosiguiera con la explicación.
—Use mi sangre.—Dijo Jade sabiendo que a su madre pelinegra no le gustaba mucho que usara su sangre para llevar a cabo hechizos. —Es la mejor manera que tengo de conectarme con ellas, soy la única que puede hacerlo. Lauren es mi gemela y Ma bueno es mi madre.—Agregó encogiéndose de hombros.
—¿Creen que funcione? —Preguntó Regina con un poco de esperanza.
Clarke vio con un poco de tristeza a Regina, ambas podían molestarse con comentarios pero a pesar de todo eso podía decir admiraba la fuerza de la pelinegra, escuchar ese tono con esperanza provocaba que su corazón se estrujara.
Antes de que Jade o Cat pudieran responder vieron como Henry entraba en el establecimiento, el hijo mayor de los Charmings había llegado. Jade trato de no rodar los ojos al ver al chico, desde la primera vez que se habían conocido Jade y Lauren lo habían detestado. Cat no se había quedado atrás pero alguien tenía que ser la persona sensata en esa familia y tratar de mantener la paz.
Antes de que los Charmings decidieran ayudar a Mike como último recurso para evitar que las reinas de Amazona y Renenet ganaran una vez más, los Charmings habian ido de visita al reino de Renenet. Snow había dejado a Katrina y Victoria con su padre mientras que Henry la había acompañado.
Regina nunca había obligado a sus hijas a hacer algo que no querían, les había enseñado a siempre ser directas y honestas con lo pensaban.
…..
Reino de Renenet.
—Jade, Lauren, Cat.—Llamo Regina mientras ayudaba a Emma arreglarse, la rubia no quería usar vestido y Regina no la iba a obligar así que le estaba ayudando a ponerse su armadura. Las niñas aparecieron en la habitación en una nube de humo.
—¿Que pasa? —Pregunto Jade cruzando los brazos sobre su pecho.
Emma se le quedo viendo a su hija y no pudo evitar reírse provocando que la pequeña frunciera el ceño. —No podemos negar que es tu hija.—Le dijo Emma a Regina. —Misma pose, mismos gestos.
Regina solo rodo los ojos para luego acercarse a sus hijas. Emma siempre buscaba la manera para recordarle que Jade y Lauren eran casi una copia viviente de ella, pero sabía que las gemelas tenían características de su madre rubia que nadie podía negar.
—La Reina de Ignis estará de visita.—Dijo la pelinegra mayor.
—No cuentes conmigo.—Dijo Lauren rápidamente.
—Conmigo menos.—Dijo Cat.
Jade por su parte no necesitaba decir nada, su gesto de disgusto le había hecho a Regina entender que Jade no se iba a quedar. Emma estaba tratando de no reírse al ver las caras de las tres pequeñas frente a ella ante la mención de Ignis, las tres conocían la historia detrás de ese reino y como los Angelis Luminis habian tratado asi varias veces tatarabuela Renenet.
—No necesito que esten ahi.—Dijo Regina en un suspiro. —Se de sus tendencias en hacer bromas, simplemente les pido que eviten hacerle una broma a Snow y a su hijo.
—No se metan en problemas.—Agregó Emma mirando a las pequeñas con seriedad. —Tenemos cosas importantes que hablar con ella.
—¿Cosas sobre que? —Pregunto Jade con el ceño fruncido.
—Furorem.—Dijo Regina sorprendiendo a Emma y a las niñas. Si todas eran sinceras no esperaban que la pelinegra les fuera a decir. —Mulan ha estado recolectando todas las pertenencias que aún están intactas del clan Valentine Goddelyot.
Emma noto como Lauren y Jade se acercaban a Cat, tratando de darle todo su apoyo a la pequeña pelirroja. Una pequeña sonrisa aparecía en la rubia al ver los lazos que esas tres tenían.
—Snow quiere hablar sobre las posiciones que tomamos ante lo que sucedido hace cincos años. Supongo que quiere que nos quedemos de brazos cruzados.—Dijo Regina cruzando los brazo sobre su pecho y frunciendo el ceño, tal y como Jade lo había hecho minutos antes.
—No se pueden quedar de brazos cruzados.—Dijo Cat. —Mike me quitó a mi hermano.
Jade y Lauren abrazando a Cat rápidamente. Emma y Regina se pusieron de cuclillas frente a Cat y las gemelas.
—No haremos eso.—Dijo Regina limpiando el resto de las lágrimas que Cat tenía en sus mejillas. —Mike rompió las leyes de este continente. Rompió una familia y eso no se lo puedo perdonar.
—Lexa y Clarke están de acuerdo con nosotras.—Dijo Emma atrayendo la atención de las pequeñas hacía ellas. —Kara y Lena nos apoyaran en dado caso de que una guerra de comienzo. Saben que Lena paso algo similar a lo que pasaste tu Cat, ella no permitirá que esto quede impune.
Cat asintió con lentitud para luego lanzarse a los brazos de Regina y Emma.
Cat, Jade y Lauren se habían mantenido alejadas de la sala del consejo donde sabía que Snow y sus madres estarían. Si eran sinceras no querían ni ver a la mujer y tener que ser amables con ella.
—¿Que hacen? —Escucharon a Mulan preguntarles.
—Nada.—Dijo Jade dejando salir un suspiro. —Desafortunadamente, Mamá nos ha prohibido hacer bromas mientras Snow esté en el castillo.—Agregó causando una pequeña risa en la capitana.
—¿Quieren salir a montar a caballo?
Cat y Lauren rápidamente se pusieron de pie ante la idea. Mulan miro a Jade esperando a que esta le dijera que sí, pero la capitana sabía que la mayor de las gemelas se aburría con rapidez cuando no estaba haciendo algo relacionado con magia.
—Si vienes puedo hablar con Maléfica para que te enseñe cómo transformarte en un dragón.—Dijo Mulan mirando a Jade a los ojos. Ante esa idea Jade se levantó con tanta rapidez que les había sorprendido.
—Vamos.—Dijo Jade dejando a las demas atras.
—Siempre me he preguntado si en realidad somos gemelas.—Dijo Lauren mientras empezaba a caminar.
Cat y Mulan simplemente negaron con la cabeza y empezaron a caminar sin esperar más. Jade y Lauren a pesar de ser gemelas tenían muchas características que la hacían totalmente diferentes.
Mulan siempre se divertía cuando las niñas estaban a su alrededor, a pesar de que en muchas ocasiones la sacaban de sus casillas con sus bromas. Mulan siempre había pensado en las gemelas como el sol y luna, Lauren siendo el sol, Jade la luna y Cat las estrellas quien siempre estaba en la compañía de las gemelas en todo momento.
La capitana estaba al pendiente de que las chicas no se hicieran daño, vio a Jade cabalgar con lentitud, serenidad todo lo opuesto a sus hermanas. Lauren y Cat parecían tener una carrera. Después de todo Lauren y Cat tenian más en ellas la personalidad de Emma mientras que Jade tenia mas de la personalidad de Regina.
Mulan sintió como dos personas se acercaban a sus espaldas, puso su mano izquierda en su espada, lista para sacarla en caso de que fuera necesario.
—No hace falta.— Escucho Mulan reconociendo la voz con rapidez y quitando su mano de su espada.
—Din...—Dijo Mulan.
—Danielle.—Le interrumpió la soldado antes de que pudiera decir su verdadero nombre. Mulan se dio cuenta de que Danielle había cambiado sus facciones a unas más varoniles.
—¿Qué haces aquí?—Pregunto Mulan confundida. Danielle le hizo señas que después le explicaría lo que estaba pasando, Mulan simplemente asintió.
—Prepárame un caballo.—Dijo el chico al lado de Danielle.
—Se dice por favor.—Dijo Mulan con el ceño fruncido.
—¿Sabes quien soy?
—Lo se, eres el Principe Henry.—Dijo Mulan.
—Entonces que esperas, te he dado una orden.
—No estás en tu reino.—Dijo Mulan. —Estás en Renenet y aquí las cosas funcionan de manera diferente, así que un poco de respeto de tu parte hacia mi seria una buena manera de empezar.
—Danielle.—Dijo Henry. —Prepárame un cabello.—Danielle no se movió de su lugar provocando que Henry frunciera el ceño. —¿Que esperas?—Preguntó el príncipe.
—Este no es nuestro reino, mientras las reinas o la capitana no den una orden no puedo hacer nada.—Dijo Danielle tratando de no rodar los ojos ante la falta de respeto del chico.
Jade estaba observando todo lo que estaba pasando entre Mulan y los visitantes del reino de Ignis. La pelinegra ya se había aburrido de montar así que con lentitud se dirigió hacía donde estaba Mulan para que esta le ayudará a bajarse.
—¿Puedo ir con Maléfica ahora?—Pregunto Jade con tranquilidad. —Me aburri de montar, Lauren y Cat siguen haciendo sus carreras.
—No puedo dejar a tus hermanas solas.—Dijo Mulan con una pequeña sonrisa en forma de disculpa.
Jade dejo salir un suspiro sabiendo que Mulan tenia la razon, Lauren y Cat tenian la tendencia de lastimarse cuando nadie las estaba supervisando.
—¿Me ayudas a bajarme?—Pregunto Jade. —Creo que Rocinante está cansado de dar vueltas al igual que yo.—Agrego mientras acariciaba la melena del caballo.
—Ven aquí.—Dijo Mulan mientras ayudaba a Jade a bajarse.
—Ella no dijo por favor.—Se quejó Henry al ver como Mulan si ayudaba a Jade y no le hacía caso a el.
Jade miro al chico pelinegro y enarco una ceja. —La diferencia es que este es mi reino y se lo he pedido de buena—Dijo Jade con el ceño fruncido. —En cuanto a ti te faltan modales para dirigirte a alguien mayor que tu. Mulan es la capitana de nuestro ejército y como tal se merece respeto.—Gruño la pelinegra dejando a todos con la boca abierta.
—Cat sigueme.—Dijo Lauren. —Algo pasa con Jade.
Lauren al sentirse extraña decidió acercarse a Mulan y ver lo que era lo que estaba pasando, Lauren sabía que algo no estaba bien con Jade.
Cat sin esperar mucho decidió seguir a la pelinegra con rapidez.
—¿Qué es lo que pasa?—Preguntó Lauren al llegar donde estaba su hermana gemela.
Mulan negó con la cabeza para que las recién llegadas no hicieran nada, se acercó a Lauren y le hizo señas para bajarla del caballo a lo que la pelinegra asintió, luego se acercó a Cat y está también asintió.
—Tengo más modales que ustedes.—Dijo Henry mirando a Jade con el ceño fruncido. —No tengo porque hablar con personas como ustedes.
Jade sonrió socarronamente, Mulan dejó salir un suspiro al saber que lo que saldría de la boca de la pelinegra no sería nada bueno. —Pero aquí estás discutiendo con una niña de ocho años cuando tienes trece años. Te miras estúpido haciendo esto por si no te has dado cuenta.
Henry no podía creer lo que la pelinegra le había dicho, nadie lo había insultado a la cara. Miro como Lauren y Cat se ponen a reír y a Mulan tratando de mantener su rostro pasivo.
—Te vas a arrepentir de eso.—Dijo Henry con enojo acercándose a Jade.
—Ah.—Dijo Jade levantando la mano. —De tu familia eres el único que no tiene magia.
—Si fuera tú tendría más cuidado.—Dijo Lauren poniéndose al lado de su hermana. —Por que nosotras si la tenemos y mientras tu das órdenes para que hagan todo por ti, nosotras hemos aprendido a hacer muchas cosas.
Regina estaba haciendo lo imposible para no rodar los ojos ante lo que Snow le estaba diciendo, si la reina era sincera aun no entendía cómo esa mujer había obtenido el trono de Ignis. Emma miraba de Snow a Regina y trataba de no reírse al ver los gestos de su esposa, la rubia podía decir que siempre tenía un poco de entretenimiento cuando Snow y Regina estaban en la misma habitación.
—Entiendes que el rompió una regla que se aplica para todos los reinos.—Dijo Regina respirando con lentitud para no perder la paciencia.
—No se sabe que fue lo que los Valentine Goddelyot hicieron para que él tomara esa decisión.—Replicó Snow. —El tiene un reino que proteger.
Emma miró a Snow y no pudo evitar fruncir el ceño. —Eso no le da el derecho de destruir un línea de sangre de esa manera, si no fuera por Catherine los Valentine Goddelyot ahora serían historia.—
—¿Catherine? —Pregunto Snow. —¿Ustedes están protegiendo a la única sobreviviente de esa familia? ¿Por qué?
Regina podía ver el ceño fruncido de Snow. —¿Por qué te molesta que esté bajo nuestra protección? —Dijo Regina. —Por lo que he entendido estas de acuerdo con Mike para que éste destruyera una familia entera, que más te da si nosotras cuidamos de esa pequeña.
Snow iba a responder pero en ese momento Emma y Regina se miraron rápidamente y se levantaron de sus asientos.
—Esto no es bueno.—Dijo Emma. —Jade siempre esta calmada a pesar de todo lo que pasa a su alrededor.
—Tenemos que ir.—Dijo Regina empezando a caminar hacía la salida siendo seguida por Emma. Snow no estaba entendiendo lo que pasaba así que sin más decidió seguir a las reinas de Renenet.
Emma y Regina sabían que Snow las estaba siguiendo y por eso habían decidido no usar su magia para aparecer en el lugar donde estaban sus hijas. Caminaron unos minutos cruzando pasillos, Snow miraba hacía todos los lados dándose cuenta de que ese castillo no era como se lo había esperado. No era oscuro, no tenía imágenes horrorosas, no tenía esculturas de demonios como lo había pensado. Miro hacía atrás para ver a tres soldados detrás de ellas, el emblema en sus brazos le daba a entender cuál era el rango que poseían, las dos alas dentro del escudo haciendo honor a sus ancestros. El ala de demonio y el ala de un ángel, al ver el ala del ángel Snow no pudo evitar fruncir el ceño.
—Ustedes no tienen una sangre limpia.—Escucho Snow a Henry decir. —Tienen sangre de demonio corriendo por sus venas y aun asi tienen sangre de angel tambien. Eso solo las hace unos monstruos.
Snow vio como Emma y Regina tomaban las manos de las gemelas frente a Henry y les hacían retroceder, fue en ese momento que Snow se dio cuenta de las bolas de fuego en las manos de las dos pequeñas mientras que la única pelirroja del grupo se quedaba cerca de la capitana del reino de Renenet.
—¿Que significa esto?—Preguntó Snow poniéndose al lado de Henry.
Jade y Lauren podían ver la sonrisa maliciosa aparecer en el rostro del chico pelinegro, pero la sonrisa se le borró cuando se dio cuenta de que las dos gemelas tenían una sonrisa maliciosa también. Que las dos pelinegras no tenían miedo alguno de lo que fuera a pasar al tener a las reinas frente a ellas.
Emma noto como Jade iba a decir algo. —Jade.—Dijo Emma mirando a su hija para luego negar con la cabeza. Jade dejó salir un bufido y cruzó los brazos sobre su pecho. Regina, Jade, Lauren y Cat tenían el ceño fruncido mientras que Mulan miraba de un lado a otro esperando a que nada fuera a pasar. —Mulan.—Dijo Emma para luego hacerle una seña a la capitana para que hablara.
—Las chicas estaban cabalgando, el Príncipe Henry ordenó que le diera un caballo, pero me negue.
—¿Con qué derecho?—Dijo Snow frunciendo el ceño.
Mulan miró a Henry sonreír, al parecer el chico pensaba que había tenido a la capitana en problemas.
—No dijo por favor.—Dijo Mulan encogiéndose de hombros.
—Te dio una orden, tienes que cumplirla.—Replicó Snow.
—No en este reino.—Dijo Regina con voz dura. —Mulan es la capitana de mi ejército, ella sigue las órdenes mías y de Emma. Ella no tiene que seguir las órdenes de mis hijas porque aún están aprendiendo sobre lo que significa tener un reino bajo su comando, mientras ellas no sean reinas tienen que pedir las cosas por favor y de buena manera, y hacer lo que Mulan les dice.
—Quieres que lo tratemos como un príncipe.—Dijo Emma provocando que Snow asintiera. —Entonces espero que como tal, trate a mis hijas como las princesas que son y les pida una disculpa por insultarlas.
—Ella me llamó estúpido.—Dijo Henry señalando a Jade. Snow miro a Jade enarcando una ceja y esperando a que la niña le pidiera una disculpa a su hijo por haberlo insultado, pero se quedaría esperando porque la disculpa no llegaría.
—Eres estúpido.—Dijo Jade frunciendo el ceño, provocando que Lauren y Cat se pusieran a reír. —No me voy a disculpar por eso, no te mereces mi respeto.
—¿Así esperan que gobiernen? —Pregunto Snow enarcando una ceja.
Emma y Regina dejaron salir un suspiro para luego ver a Jade quien no parecía sentirse culpable en lo más mínimo por lo que había dicho. Regina estaba tratando de no sonreír ante eso, se sentía orgullosa de que su hija no tuviera miedo de decir lo que pensaba a pesar de ella y Emma estaba a su lado.
Emma se puso de cuclillas frente a Jade. —¿Por qué le llamaste estúpido?
—Cree que por su posición todos harán lo que él diga, además piensa de que le tengo miedo porque es mayor que yo.
—Sabes que no puedes ir llamando a todos estúpido, Jade.—Dijo Regina.
—Lo sé.—Se quejó Jade haciendo pucheros al ver que su madre pelinegra tenía el ceño fruncido. —Pero no me voy a disculpar por eso.
Ante todo eso Snow y Henry se quedaron esperando una disculpa que nunca llegaría.
…
—Creo que nunca te disculpaste por llamarle estúpido.—Dijo Cat.
—Y nunca lo hare.—Replicó Jade provocando que todas se puserian a reír.
….
Regina aun seguía en la oficina, desde que Jade y Cat le habían dicho que habian posibilidades de que Lauren y Emma estuvieran de camino, había estado inquieta.
La reina no podía quitarse la sensación de que algo iría a ocurrir en cualquier momento. Se quedó hundida en sus pensamientos, cada vez que estaba sola no podía evitar pensar en su esposa y en su hija. Quería verlas nuevamente, quería abrazarlas y no dejarlas ir en ningún momento. Quería decirles lo mucho que las había extrañado, lo mucho que las amaba pero sabía que tendría que esperar.
Regina estaba tan distraída que no se había dado cuenta de que la puerta de su oficina había sido abierta de golpe.
Lauren abrió la puerta y se quedó para, mirando a la mujer dentro de la oficina. Sus pies no le permitían moverse, sentía que si se movia sus piernas le harían caer. Tomó una bocanada de aire y lentamente la dejo salir.
–Mamá. –Dijo Lauren provocando que la mujer frente a ella se moviera tan rápido que pensó que se caería.
