Capítulo 11
Clarke entró en la mansión Swan-Mills como si fuera su propia casa causando que Regina rodara los ojos ante eso.
—¿Qué quieres? —Pregunto Regina sin dejar de mirar los papeles en sus manos.
—Ni un buenos días, ¿cómo estas? Nada, solo un simple que quieres. —Se quejó Clarke poniendo una mano sobre su pecho de forma dramática. Regina volvió a rodar los ojos ante eso.
—Sigo esperando una respuesta, que quieres.
—Nada. —Dijo Clarke dejándose caer en el sofá al lado de Regina. —Simplemente saber como ¿estas con todo lo que está pasando?
Regina dejó los papeles sobre la mesa frente a ella y dirigió su mirada hacía Clarke. —Todo va bien por el momento, me siento bien. Las gemelas y Cat están pasando tiempo con Emma lo cual me hace muy feliz, he pasado tiempo a solas con Lauren y he aprendido sobre lo que ha pasado con ella y Emma durante todo este tiempo.
—Cómo te sientes con el hecho de que Emma no recuerda nada, Mal me dijo que la magia de Emma no reacciona a nada.
Regina volvió su mirada hacia el frente y se recostó contra el sofá. —He estado buscando una respuesta para eso y lo único que se me ocurre es que el hechizo que Blue usó contra ella en ese momento no solo provocó que Emma perdiera la memoria sino que selló su magia.
—Como una maldición. —Dijo Clarke sin dudarlo.
—Solo tenemos que encontrar la manera de romperla.
—Si alguien puede romperla eres tú. —Dijo Clarke.
…
Maléfica no sabía si reír o llorar al ver como Trina y Tori se ponían a pelear porque al parecer Tori había golpeado a Trina por accidente provocando que la mayor perdiera la concentración, mientras que la menor negaba a muerte tal cosa.
Lena estaba detrás de Mal riendose al ver como la rubia no sabia que hacer en esos momentos más que solo suspirar.
—Trina, Tori. —Llamo Lena con seriedad. —Presten atención.
—Si, Mamá. —Dijeron ambas morenas antes de volver su atención hacía Maléfica.
….
Emma miraba con una enorme sonrisa como Jade, Lauren y Cat no dejaban de reírse después de que Lauren casi se cayera del caballo. Podía notar lo feliz que las tres estaban con el simple hecho de estar juntas y de que ella estuviera con ellas simplemente haciéndoles compañía.
Emma no era tonta podía ver como Jade y Cat siempre estaban teniendo cuidado de no decir nada que la fuera a hacer sentir incómoda, no quería que sus hijas se sintiera de esa manera pero en ese momento no sabía qué decir. Había notado como Regina se asustaba de decirle cosas, quizás por miedo a que ella se fuera a alejar de ella y sus hijas, quizás porque no quería hacerla sentir culpable por no poder recordar nada.
Todas las personas que había visto entrar en la mansión parecían ser familia de una forma u otra. Había visto como Kara y Lena siempre estaban cuidando de que sus hijas no se fueran a meter en problemas junto a Mal, mientras que Regina siempre se aseguraba que nadie fuera a hacer una tontería.
Emma sintió como alguien se sentaba a su lado. —¿En qué tanto piensas?
Emma movió su cabeza para encontrarse con Jade junto a ella, la mayor de las gemelas parecía haberse aburrido de cabalgar junto a sus hermanas mientras que Lauren y Cat seguían haciendo carreras.
—En todo lo que ha pasado. —Dijo Emma. —Verlas juntas y reír de esa manera tan libre me hace sentir muy feliz. Quizás no tuve la mejor reacción al inicio.
—No esperábamos menos. —Confesó Jade. —Lauren nos dijo que no recordabas nada y que probablemente te sentirias muy fuera de lugar con todo lo que nos paso.
…..
Trina se dejó caer contra el césped de forma dramática, ella y Tori habian pasado la mayor parte del día con Maléfica, enseñándoles a meditar y encontrar el punto donde su magia se encontraba en esos momentos.
Tori por su parte se había emocionado porque sabía que tarde o temprano se saldría con la suya de que Maléfica la llevara a volar sin que su madre pelinegra interviniera en lo absoluto. Ninguna de las morena quería hablar, simplemente querian disfrutar del momento de paz que se había creado después de un dia duro de entrenamientos.
Regina estaba en su despacho revisando papeles, firmando y negando pedidos. Dejo salir un suspiro de cansancio, si era sincera no quería cocinar nada sólo quería un poco de vino e irse a la cama. Su mente siempre la llevaba a Emma y sus hijas, como romper la maldición bajo la que Emma se encontraba, romper la maldición que las había mantenido atrapadas en ese lugar por tanto tiempo, saber si sus hijas querian quedarse en ese mundo o volver al mundo donde pertenecían.
Escucho las risas de sus hijas junto a la de su esposa y no pudo evitar sonreír ante lo felices que todas ellas estaban en esos momentos. Escucho como tocaban la puerta de su despacho, dio permiso para que entraran y vio como Cat entraban con una enorme sonrisa en el rostro.
—¿Podemos ir a Granny's? —Pregunto la pelirroja. —No vamos desde que todas llegaron a Storybrooke.
—Busca a Kara y Mal, déjales saber que las esperaremos en Granny's.
Cat dejó salir un grito de alegría antes de salir corriendo mientras se aseguraba de cerrar la puerta del despacho de Regina. La mujer pelinegra por su parte no pudo evitar negar con la cabeza al escuchar a su hija correr por todos lados y luego escuchar los gritos de las demás.
—Todo está volviendo a la normalidad. —Dijo Regina en un suspiro lleno de alegría.
….
—Tengo hambre. —Dijo Camila desde el asiento trasero del carro provocando que una de sus madres la volteara a ver.
—Tu siempre tienes hambre.
—Igual que tu. —Replicó Camila. —Por algo soy tu hija.
—Dejen de pelear, por favor. Santana busca el restaurante más cercano para poder comer.
Camila y su madre pelinegra se dieron miradas duras mientras que la única rubia en el carro no podía evitar rodar los ojos antes las acciones de las dos morenas. Siempre era lo mismo, se peleaban, se hacían bromas pero ninguna podía estar sin la otra.
…
—Zelena deja de pelear con Cat por favor. —Se quejó Regina mientras manejaba. —Pareciera como si no fueras las más mayor en este carro.
—¡Hey! —Se quejó Zelena. —Solo porque eres la menor de las dos no es necesario que reveles mi edad.
Regina, Cat, Emma y Lauren no dejaban de reírse, Jade había decidido acompañar a Maléfica ya que sería la única que viajara sola.
—No dije cuántos años tienes asi que deja de quejarte. —Dijo Regina rodando los ojos antes de aparcar y salir del auto.
….
—Mal. —Llamo Jade sacando a la dragona de sus pensamientos. —¿Por qué Rumple y los Charmings están en busca de nosotras?
Mal miro de reojo a la pelinegra quien estaba observando por la ventana. —Sabes la historia de tu familia, ustedes son mas fuertes, su sangre es poderosa. Cat es la última de la línea de sangre de los Valentine, es única.
—¿Crees que ella esté en Granny's?
—Es una posibilidad. —Dijo Mal mientras aparcaba el carro al lado del Regina. —¿Estas nerviosa?
Jade se encogió de hombros ante eso. —Lauren y Ma la provocaron cuando la encontraron aquí. Lena y Ze la retaron cuando ella y Rumple intentaron atacarnos, sus hijas están al lado de la hermana de la esposa de su enemiga.
—Cuando lo pones de esa manera, las cosas cambian. —Comentó Mal. —No te preocupes, nosotros las protegeremos y no dudo que Emma también lo vaya a hacer, memorias o no.
Ruby al ver como Jade y Lauren entraban en el restaurante no podía evitar que la sorpresa se hiciera de ella, ahora caía en cuenta de porque las había confundido, eran gemelas. La castaña se aseguró de unir mesas al ver que toda la familia de la alcaldesa estaba entrando a Granny's y sabían que querian sentarse juntas.
La castaña siempre se pregunto cual era el problema entre la familia Swan-Mills y Charmings porque los Charmings siempre hacían comentarios en contra de las mujeres Swan-Mills y estas nunca decían o hacían nada. La única vez que había visto a la alcaldesa hacer algo era cuando Snow atacó verbalmente a Jade y Cat cuando estas eran unas niñas.
Ruby empezó a atender las mesas de la gran familia, podía escuchar las charlas y las risas de todas. Podía ver la felicidad con la que todas hablaban, veía como Clarke y Raven molestaban a Jade y Lauren mientras Lexa y Octavia trataban de evitar que las pelinegras atacaran a sus esposas mientras que Regina solo negaba con la cabeza.
Snow, David y Henry entraron a Granny's para ser recibidos con risas y charlas provenientes de una de las esquinas del lugar. Snow miró hacía el lugar de donde provenian todas esas risas para encontrarse a Regina al lado de Emma riendo libremente con el resto de su familia junto a ellas.
El enojo en la mujer se hizo presente rápidamente, eso no era lo que ella y Gold habian planeado cuando llevaron a cabo la maldición. Movió su mirada por la mesa para encontrarse con dos chicas morenas al lado de la hermana de Emma y dejó de respirar al ver como esas morenas no dejaban de reírse y mirar a Maléfica con tanta confianza.
—Mamá. —Escuchó que una de las morenas dijo mientras veía a Lena. —Tienes que dejar que Mal me lleve a volar. Solo será por una hora.
Esa fue la gota que derramó el vaso, camino rápido hasta quedar al frente de las dos morena y sin duda sabía que esas eran sus hijas.
—Katrina, Victoria. —Llamó Snow provocando que las dos morenas la miraran con el ceño fruncido.
—Es Trina y Tori. —Dijo la mayor de las chicas. Lena se levantó provocando que Kara también lo hiciera.
—Si fuera tu pensara bien lo que vas a decir porque de otra manera no responde ante mis acciones. —Amenazó Lena mirando a Snow con enojo.
—¡Cómo te atreves a decirme que hacer cuando ellas son mis hijas! —Grito Snow.
—Biológicamente lo son. —Dijo Kara mirando a Snow con seriedad. —Pero nada más, ellas son mías y de Lena, así que ten más cuidado con lo que dices o haces.
—¡Les lavaron el cerebro, de otra manera ellas nunca las hubieran llamado madres! —Dijo David a espaldas de Snow sin poder quitar los ojos de sus dos hijas. Sabía que había hecho al no darles la atención que las pequeñas necesitaban por el simple hecho de que ellas tenían magia mientras que Henry no. —Katrina, Victoria les ordenó que se alejen de ellas. —Dijo Snow con autoridad. Tori solo enarcó una ceja y miró a su hermana. —¡Ahora! —Grito Snow al ver que las dos morenas no se movían de sus lugares.
—A ver. —Empezó a decir Trina. —No eres nadie para darnos órdenes, no te recordamos, no te conocemos y no te debemos respeto solo porque dices que somos tus hijas.
—Las únicas figuras maternas que conocemos están aquí. —Prosiguió Tori mirando de Lena a Kara. —Nadie más.
—¡Cómo se atreven a hablarle a nuestra madre de esa manera! —Grito Henry tratando de acercarse a las dos morenas para ser bloqueado por Mal y Lena.
—Cuida como les hablas, Mocoso. —Dijo Maléfica. —Tu y tus padres están jugando con fuego en estos momentos. Mira que enfrentarnos cuando casi toda la familia está reunida.
—Oh si claro solo falta la amnésica de tu esposa. —Dijo Henry sin pudor y mirando a Mal con odio.
Tori no pudo evitar empujar a Mal y su madre para darle un golpe a Henry en la cara a puno cerrado pero al momento que hizo eso su magia salió a relucir provocando que el chico saliera expulsado hasta golpear el otro extremo del lugar. Tal acción dejó a Tori sorprendida pero segundos después sonrió con autosuficiencia al saber que podía defender a las personas que eran importantes en su vida.
Snow y David corrieron al lado de Henry para asegurarse de que estuviera bien. Mal miro como Tori sonreía al ver lo que había hecho y ella no podía evitar sentirse orgullosa al ver que la morena estaba empezando a entender poco a poco lo que podía hacer ahora que estaban en Storybrooke.
—¡¿Cómo te atreves?! —Grito Snow. —¡Es tu hermano!
—A la única persona que veo como hermana es a Trina, nadie más. No voy a permitir que nadie se burle del dolor de Mal.
—Ellas no son tu familia, nosotros somos tu familia. —Dijo David mirando a las dos morenas con enojo.
Tori miró al hombre directamente a los ojos. —Familia es aquella que está siempre a tu lado y nunca te deja atrás por poder.
Todos miraron a Tori con sorpresa, los Charmings sabían que no sabían qué decir ante eso.
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