Capítulo 12

Regina estaba disfrutando del drama que Snow estaba causando, la emoción de ver a Tori hacer magia no había pasado desapercibido para nadie en la mesa. Todas se habian quedado calladas al ver como Mal, Kara y Lena se preparaban para defender a Tori y Trina de los Charmings.

Ruby por su parte solo estaba mirando de un lado a otro, viendo como se peleaban. No iba a negar que el saber que Snow tenía dos hijas más le había sorprendido. Nunca las mencionaban, siempre estaban centrados en Henry y nada más.

—Creo que es mejor volver a casa antes de que todo esto pase a más. —Dijo Regina poniéndose de pie. —Si nos quedamos un poco solo terminaremos causando más problemas y no creo que a Granny le agrade la idea de que ciertas cosas se destruyan en su restaurante.

—Eres una aguafiestas. —Dijo Clarke rodando los ojos. —Podiamos esperar un poco mas y ver como Lena ponia a Snow bajo tortura. Ha pasado mucho tiempo desde que la vimos hacer algo emocionante

Tal comentario no pasó desapercibido por Snow y David quienes estaban ayudando a Henry a ponerse de pie. Rumple les había hablado sobre los poderes de Lena y habian visto el miedo que el Oscuro tenía.

…..

Todas llegaron a la mansión Swan-Mills, la tensión era enorme ante el primer encuentro con Snow y su familia. Todas sabían que las cosas no se iban a quedar de esa manera por el hecho que Tori y Trina estaban del lado de la familia que Snow mas odiaba. Todas sabían que las cosas no estaban bien cuando Clarke y Raven no hacían bromas para molestar a Jade y Lauren.

Tori entró sin decir nada y se dirigió hacía el patio, quería estar sola en esos momentos. Miró su mano y recordó el momento en que el golpeo a Henry, en el momento en el que sintió la magia actuar por sí sola. Las ganas de defender a Maléfica, nunca se había sentido de esa manera y a pesar de que se sentía feliz y orgullosa no podía evitar sentir miedo de saber que en un momento de enojo podría lastimar a las personas que más le importaban.

Sintió como alguien se acercaba a ella, no se movió.

—¿Estas bien? —Fue la pregunta que recibió y no necesitaba darse la vuelta para saber que era Jade. Desde el momento que había visto a la pelinegra se había quedado asombrada por la belleza de esta hasta el punto que Trina le hizo burla.

Ninguna había hablado sobre lo que había pasado entre ellas tiempo atrás, ambas habian estado ocupadas con sus respectivas hermanas y madres como para tener un poco de tiempo para hablar.

—Un poco abrumada por todo lo que ha pasado. —Respondió Tori mientras se dejaba caer contra el césped.

Jade se encogió de hombros y se sentó al lado de la morena con cuidado, ambas se habian evitado durante toda la semana por miedo a causar otra reacción que las dejaría desmayadas, para Jade esa había sido la segunda vez y no le gustaba para nada. Nadie les había dado una explicación y Jade tenía sus dudas de por qué había pasado eso.

—¿Qué crees que pase ahora que todos saben que estamos aquí? —Pregunto Tori sacando a Jade de sus pensamientos.

Jade dejó salir un suspiro. —Nuestras familias han estado en muchos desacuerdos desde antes de que los reinos fueran creados. Snow y David rompieron todas las reglas que nuestros ancestros habian dejando al estar del lado de Mike y su genocidio, luego todo lo de la maldicion. Ahora, si volvemos al bosque encantado nuestros reinos entraran en guerra.

—¿Si regresamos, Trina y yo tenemos que quedarnos con Snow o podremos quedarnos con nuestras madres?

—De la única que manera que pueden quedarse con Lena y Kara es si ambas renuncian a sus derechos al trono de Ignis y son aceptadas como herederas legítimas al trono de Lumen.

Tori se levantó de golpe voltear a ver a Jade. —¿Cómo podríamos hacer eso?

—Kara y Lena pueden hacer que ustedes obtengan el trono a Lumen. En cuanto al trono de Ignis, Snow tiene que aceptar que ustedes ya no quieren formar parte de la familia Yrumedezy-Castlemarsans.

Ante lo último Tori dejó salir un bufido. —No creo que ella acepte eso.

Jade dejó salir un suspiro al saber que la morena tenía razón, Snow no iba a aceptar que sus dos hijas renunciaran al trono de Ignis asi por asi. Después de todo lo que Snow quería era obtener todo el poder posible para demostrar que la raza de los ángeles era mejor que cualquier otra.

Lena y Regina estaban viendo como sus hijas estaban sentadas sobre el césped, Regina podía ver lo preocupada que Lena estaba ante lo que había pasado en Granny's y como la menor de sus hijas no había dicho nada.

—Ellas van a estar bien. —Dijo Regina sin dejar de mirar como Jade solo se quedaba recostada contra el césped mientras que la morena parecía estar en su mundo después de todo lo que Jade claramente le había dicho. —¿Crees que ellas regresarian al bosque encantado?

Lena dejó de ver por la ventana para dirigir su mirada hacia Regina. —Ellas regresarán si nosotras lo hacemos. —Dijo Lena. —Sabes que si eso pasa entraremos en guerra.

—Lo se. —Dijo Regina dejando salir un suspiro. —Snow no se dará por vencida y nosotras no permitiremos que ella lastime a las chicas. Tori y Jade no serán separadas, Cat y Trina tampoco. Ellas son almas gemelas y si ellas deciden estar juntas lo estarán.

—Snow va a hacer lo imposible para que eso no pase. —Dijo Lena frunciendo el ceño al ver tener todas las imágenes de lo que Snow haría. Ella no solo podía ver ciertas cosas del futuro y el pasado, en muchas ocasiones podía ver las posibilidades a ciertas decisiones pero no siempre tenía la dicha de verlas.

—Los Yrumedezy-Castlemarsans han estado intentando obtener el trono de Renenet por muchos años, como es posible que ahora que tiene la oportunidad de tener la mitad del poder al trono y el acceso a las reliquias del clan Valentine no la vaya a tomar.

—Tu y Emma despreciaron la oferta de matrimonio con Henry, ella no acepta ningún tipo de relación entre mujeres que no sea solo de amistad.

—Había olvidado eso. —Comentó Regina en voz baja.

—Snow no va a aceptar que las relaciones entre Jade y Tori, Cat y Trina porque ante sus ojos son impuras y van en contra de las leyes de los ángeles. Porque crees que más ángeles empezaron a ser marcados como Reprobi Angeli y todo eso empezó después de que ella tomara el poder del trono de Ignis.

Regina empezó a hacer memoria de cómo su reino, Amazona y Lumen habian tenido más ángeles pidiendo asilo y protección, la cual no se les había negado.

Kara se acercó a las dos pelinegras junto a Maléfica, ambas rubias habian escuchado la plática y sabían que las cosas se iban a poner más tensas.

—¿Recuerdan a Danielle? —Pregunto Maléfica. —El soldado que estaba cuidando de Henry cuando Jade lo llamo estupido.

—Como olvidarlo. —Dijo Regina dejando salir un suspiro. —Snow se estuvo quejando todo el resto del día, exigiendo que Jade se disculpara con Henry.

Lena solo se pudo reír ante eso. —Y nunca lo hará, creo que muy pronto lo volverá a llamar cosas peores.

Kara y Maléfica solo se pusieron a reír ante la cara de resignación de Regina ante eso.

—Lauren se le unirá por cierto, no se cual de las dos lanza un bola de fuego pero Cat las tranquiliza hasta que Henry la provoque. Pobre chico, no sabe cuando callarse y evitar hacer enojar a seres con magia.

—No quiero saber más de eso. —Se quejó Regina notando como Lena y Kara solo se reían de ella. —¿Qué pasa con Danielle? —Pregunto Regina mirando a Maléfica.

—Mulan me dijo que ese no es su nombre real y que en realidad es una mujer, su nombre es Dinah y se hizo pasar por hombre para poder proteger a su alma gemela.

—¿De que?

—Su alma gemela es una mujer. —Dijo Maléfica.

—¿Por qué no buscaron asilo en nuestros reinos? —Pregunto Kara.

—Al parecer la magia de su alma gemela era única y Snow no le permitía salir del castillo. Dinah sabía que tenía que buscar la manera de que pudieran estar juntas y que nadie lastimara a Normani. Supongo que hacerse pasar por hombre fue lo más fácil que encontró y quedarse junto a Normani hasta que pudieran escapar era lo mejor para ella.

—¿Ellas están juntas aquí? —Pregunto Kara mirando a Regina y Malefica.

—Ellas lo están.—Dijo Lena con una sonrisa. —Antes de que las cosas pasen a más, tenemos que hablar con ellas para que puedan quedarse con nosotras.

Regina volteo a ver por la ventana para encontrarse con Jade y Tori dormidas en el césped, podía notar que ambas se habian acercado aún más, al punto que sus hombros se estaban tocando y si se movían un poco sus piernas quedarian entrelazadas.

—Hablen con Clarke y Lexa, diganles que necesitan buscar información sobre todas las personas que fueron encarceladas por Snow. A todos aquellos que fueron encarcelados por leyes que solo existen en Ignis se les ofrecerá asilo en Renenet.

—En Lumen también.—Dijo Lena. —Y por lo que veo en Amazona también.

Malefica solo se encogió de hombros ante todo lo que las mujeres frente a ella habian planeado, en ese momento lo único que le importaba era que Mulan recuperara su memoria, que Tori y Trina aprendieran a controlar sus magias y que supieran que para ella, ellas eran sus hijas y que se podían quedar junto a ella. Maléfica sabía que Snow la retaria que ella era una dragona que la podía devorar con rapidez.

Maléfica sonrió al recordar el enojo de Snow cuando Tori y Trina no dejaban de seguirla, ambas morenas estaban pequeñas y no entendian porque querian pasar tiempo con ella todas las veces que iban de visita al reino de Renenet.

….

Reino de Renenent, Sentrioky 03, X581.

Las puertas del reino se habian abierto para celebrar el noveno cumpleaños de la princesa Catherine Quinn Florence Valentine Goddleyot II Gaydhale-Canymesto Swan-Mills. Esa era la primera vez en la que las reinas de Renenet presentarian a la pequeña con los apellidos de su clan juntos a los apellidos de los descendientes de Renenet. Emma y Regina sabían que ya no daba importancia si todos sabían que la pequeña era la última de la línea de sangre de los Valentine.

Regina por su parte estaba tratando de mantener a sus tres hijas en orden pero las tres parecían no querer darle tregua. Emma era la encargada de la protección de sus hijas y su esposa por ende tenía que asegurarse de que todo estuviera en orden. Muchas personas siempre se referían a ella como Reina Emma a pesar de que esta nunca había aceptado ser reina y no usaba corona, ella solo usaba el uniforme militar de Renenet dando a entender que era la que lideraba el ejército de su esposa.

Lexa y Clarke habian llegado tiempo antes para ayudar con los preparativos, mientras que Octavia y Raven ayudaban a Emma a proteger el castillo. Malefica solo miraba de un lado a otro tratando de no reírse al ver como Regina trataba de vestir a Jade mientras que Lauren y Cat hacían enojar a su hermana provocando que Regina estuviera batallando con Jade.

Mal en lugar de estar riendo deberías ayudarme a vestir a Lauren y Cat. —Dijo Regina tratando de que su hija se quedara quieta. —Jade, querida, deja de moverte por favor.

Pero Mami, ellas me están molestando. —Se quejó Jade mirando a su madre con un puchero.

Malefica solo bufo por lo bajo antes de levantarse y tomar a Lauren de la mano y ayudarla a vestirse, la rubia trato de no reírse al ver como las gemelas siempre preferían vestir con colores oscuros a diferencia de Cat que siempre vestía colores más claros. Era divertido ver como Jade siempre preferia el negro en todo mientras que Lauren preferia el gris en lo que ambas siempre estaban de acuerdo era que odiaban los vestidos y preferian los pantalones lo cual Regina y Emma apoyaban. Cat por su parte amaba el rosa y el verde, no le disgustaba usar vestidos, faldas o pantalones, lo único que le importaba era que sus vestimentas combinarán.

Tranquila. —Dijo Maléfica mientras veía como Lauren no dejaba de mirar a todos lados y tratar de tomar la mano de Cat. Lauren bufo por lo bajo, Maléfica trato de no reírse al ver que el gesto que la pequeña había hecho era un gesto que había visto a Regina hacer cuando Emma la hacía enojar. —Si no se dejan vestir no podrán ir a cabalgar con Mulan antes de que todos los invitados lleguen.

Cat y Lauren al escuchar eso se quedaron quietas, Regina solo rodo los ojos ante esa reacción pero agradeció que sus hijas se hubieran quedado quietas.

Lo único que les pido es que no ensucien sus vestimentas por favor, en especial tu Catherine.

Ante la mención de su nombre completo Cat miró a su madre con el ceño fruncido. Maléfica y Regina no pudieron evitar reírse un poco ante eso. La pequeña pelirroja detestaba que su familia le llamara por su nombre completo y las únicas veces que lo hacían era cuando se metia en problemas.

.

Trina y Tori estaban tratando de no rodar los ojos ante el dramatismo que sus padres estaban poniendo ante ellas por culpa de Henry. Siempre era lo mismo, Henry no dejes que nadie te intimide por no tener magia, si algo pasa nos dices de inmediato y lo resolveremos, Trina, Tori no vayan a molestar a su hermano. Blah, blah, blah.

Ambas morenas habian llegado al punto de ignorarlos la mayor parte del tiempo, siempre se ponían a jugar entre ellas o simplemente usaban magia para comunicarse. Henry siempre se quejaba cuando ellas hacían magia provocando que su madre siempre las regañara o en algunas ocasiones las mandaran a sus respectivas habitaciones.

Lo único emocionante de ese viaje era que visitan el reino de Renenet, lo que quería decir que ellas podrían ver a Maléfica y hacer que les enseñara un nuevo hechizo o jugar con las hijas de las reinas.

.

Emma y Kara estaban caminando por los pasillos, hablando de lo que había pasado en Lumen desde la última vez que se vieron. Emma de la nada frunció el ceño provocando que Kara la viera con un poco de preocupación.

¿Qué sucede? —Pregunto Kara.

Mal y Jade está practicando magia. —Dijo Emma. —Si Regina las encuentra veremos bolas de fuego volar por doquier.

¿Pensé que Regina dejaba que Mal les enseñara?

No cuando Mal le enseña a una niña de ocho años que ama el fuego a convertirse en un dragón escupe fuego.

Oh. —Dijo Kara. —Ya veo el problema, Jade incendiaria el reino en el primer intento.

Emma camino hasta encontrarse con Mal supervisando como Jade creaba una bola de fuego con ambas manos. Emma se volteo a ver a su hermana y solo enarcó una ceja provocando que Kara se pusiera a reír sacando a Mal y Jade de su concentración. Jade al ver a su madre y tía solo les dio una pequeña sonrisa inocente. Mal solo vio a las rubias con una ceja enarcada.

Por favor no causen un incendio. —Pido Emma.

¿Qué crees? No somos novatas. —Dijo Mal. —Además, Jade es muy consciente de que no puede jugar con fuego a su antojo en estos momentos.

Jade solo asintió sin dejar de ver de su madre a sus tías. Jade solo quería volver a jugar con su magia mientras esperaba que su una de sus madres le dijera que tenía que presentarse en la sala del trono junto a sus hermanas.

Emma miró como esperaba a que ella le dijera algo y solo sonrió. —No vayas a quemar tu ropa, de otra manera tu madre me mataría y probablemente le lanzara una bola de fuego a Mal.

No lo haré. —Dijo Jade sonriendo antes de volver a su posicion y crear una bola de fuego, Emma y Kara solo observaron por unos minutos mientras que Mal instruia a Jade para que hiciera que el fuego cambiara de color.

¿Dónde están Lauren y Cat? —Pregunto Kara sin dejar de mirar como su sobrina lograba hacer que el fuego cambiara de color.

Con Mulan cabalgando. —Respondió Maléfica mirando con orgullo a la pequeña pelinegra.

Porque no me sorprende. —Murmuro Emma antes de ponerse a la altura de Jade y darle un beso en la frente para ir en busca de sus otras hijas. Kara se despidió de Mal y Jade para luego alcanzar a su hermana.

Maléfica y Jade siguieron practicando con magia hasta que la rubia sintió la magia de Regina llamarla, supuso que era momento de llevar a la pequeña con sus hermanas y poder festejar el cumpleaños de Cat.

Maléfica podía ver como Jade frunció el ceño al ver que su tiempo con ella se había visto interrumpido pero cuando le dijo que era momento de que Cat celebrará su cumpleaños una pequeña sonrisa aparecía en el rostro de la pequeña.

Mal sabía que las gemelas podían ser traviesas, amaban jugar con cosas peligrosas y no tenían miedo de animales venenosos, el ejemplo que tenía era cuando Mulan y ella habian llevado a las niñas en un picnic y Jade había encontrado una serpiente, Lauren había estado a punto de tomar la serpiente entre sus manos por suerte Mulan lo había evitado.

En lo que ambas gemelas estaban de acuerdo era que su hermana pelirroja tenía que ser feliz y que si alguien trataba de lastimarla ellas la defienden a como diera lugar. Ambas entraron a la sala del trono para encontrar a toda la familia reunida, Mal rápidamente identificó a los hijos del rey Mike, Hayley y Ryder junto a la pequeña Tara que siempre parecía estar al lado de Hayley desde que tenían cinco años.

Podía ser que Hayley y Ryder fueran los hijos del hombre que había ordenado el genocido del clan Valentine, pero Cat parecía feliz de tener a esas dos personas cerca. Ella sabía que Emma y Regina le habian explicado a Cat que Hayley y Ryder no tenían la culpa de las decisiones de su padre y la pequeña pelirroja lo había entendido.

La puerta se volvió a abrir dejando ver a Snow junto a su familia, Trina y Tori parecían estar buscando a alguien con la mirada y cuando encontraron a Maléfica no pudieron evitar sonreír con felicidad. Tal gesto provocó una enorme felicidad en Mal, Mulan por su parte estaba viendo la escena con una pequeña sonrisa en el rostro porque sabía lo feliz que esas dos pequeñas hacían a su esposa.

Trina y Tori rápidamente dejaron el lado de sus padres y se apresuraron para ir al lado de Mal.

¡Mal! —Dijo Trina emocionada.

Tori no dijo nada simplemente abrazo a la mujer con fuerzas, provocando que Trina siguiera las acciones de su hermana. Snow veía la escena con celos porque sus hijas nunca reaccionaban a ella de esa manera, ni cuando ella salía en semanas de negocios. David sabía que esas acciones de sus hijas afectaban a su esposa pero en esos momentos no podía hacer nada y aunque hablara con sus hijas sobre eso, ellas nunca le hacían caso. Snow siempre trataba de usar la frase "son princesas y tiene que portarse como tal" pero ni eso funcionaba.

Te extrañe. —Murmuró Tori sin soltar a la rubia. —¿Por qué no nos visitas?

Mal suspiro ante eso. —Sabes que no puedo, a menos que Regina o Emma vayan de visita a su reino. Tu madre y yo no tenemos una buena relación que digamos y no quiero causar mas problemas.

Eso no es justo. —Se quejó Trina soltando a Mal y cruzando los brazos sobre su pecho.

Me vieron hace tres meses. —Dijo Mal.

¡Eso fue hace mucho! —Se quejó Tori.

Mal no pudo evitar sonreír ante el dramatismo que la pequeña había hecho. —Me verán el mes que viene, recuerden que pronto será el cumpleaños de las gemelas.

Ante la idea de ver a Maléfica dentro de poco había puesto una enorme sonrisa en los rostros de las hermanas.

Por ahora vayan y jueguen con los demás.

Tori y Trina abrazaron a Mal antes de ir y reunirse con los demás niños. Mulan se acercó a Maléfica con cuidado de no asustarla.

Parece que pronto las tendrás detrás de ti. —Dijo Mulan mirando con Tori estaba saludando a Cat y entregandole un regalo mientras que Trina no sabía qué hacer así que solo dejó que su hermana hiciera todo el trabajo. Mal solo negó un poco porque sabía que era verdad.

¿No te molesta? —Pregunto Mal un poco preocupada.

Mulan solo rodo los ojos porque sabía que el miedo de Mal era que ella no pudiera entender su magia de dragón. —No me molesta, ellas te hacen feliz y eso es todo para mi.

Maléfica sonrió ante esa respuesta, se inclinó un poco para depositar un beso sobre la mejilla de su esposa, al hacerlo pudo notar la mirada de disgusto de Snow y ella solo pudo rodar los ojos.

Si era sincera no entendía cómo esa mujer podía hablar con Emma, Regina, Kara, Lena, Clarke y Lexa sin hacer esos gestos de disgustos. Mal sabía que el reino de Vetulu tenía dos reinas y era el único reino que no asistía las fiestas de los reinos vecinos pero las reinas siempre estaban de visita en Amazona, Regina nunca pidió una explicación desde la primera que las reinas de Vetulu pidieron disculpas por no asistir y la relación entre Vetulu y Renenet era perfecta lo cual no se podía decir los mismo de Ignis y Vetulu.

Podrían hacer eso en otro lugar. —Dijo Snow mirando a Maléfica con el ceño fruncido.

¿Hacer que? —Pregunto Mal con una ceja enarcada.

Hacer esas demostraciones frente a los niños. —Dijo Snow.

Si tú puedes hacerlo con tu esposo, yo puedo hacerlo con mi esposa. —Dijo Mal. —Creí que después de tanto tiempo ya te acostumbraras a ver parejas mostrándose afecto. Nuestras muestras de cariño no afectan a los niños en nada.

Ante eso Mal tomo la mano de Mulan y se alejó de Snow, ese dia era para celebrar a Cat y no iba a permitir que las estupideces de Snow lo destruyeran.

¡Mal! ¡Mal! —Escucho la rubia los gritos e inmediatamente supo que era Tori. —¡¿Es cierto que eres un dragón?!

Mulan se puso a la altura de Tori y le dio una sonrisa. —Ella se puede convertir en un hermoso dragón. —Le susurro la capitana como si le estuviera diciendo un secreto a la pequeña.

¿Puede lanzar fuego? —Pregunto Tori mirando a Mulan con emoción y curiosidad.

Lo hace. —Susurro Mulan. —He visto cuando lanza fuego, a veces cuando estas cerca puedes sentir la intensidad de fuego.

¿Has volado junto a ella?

Mulan le hizo señas a Tori para que se acercara más a ella, lo cual Tori hizo con entusiasmo. —Te puedo enseñar cómo se siente, no será la misma manera pero te dará una idea.

¡¿Puedes?! —Pregunto Tori con tanta emoción que Mal no pudo evitar sonreír al ver como dos de las personas mas importantes estaban sonriendo.

Llama a los demás y podremos ir al jardín.

Antes de que Mulan terminara su oración Tori ya había salido corriendo con una enorme sonrisa en el rostro. Todos los adultos que vieron a la pequeña podían notar la emoción y felicidad de esta.

..

Luego de la demostración que Mulan les había dado a los niños, Tori y Trina no se habian querido separar del lado de Maléfica provocando que Snow y David fruncieron el ceño porque todos no dejaban de ver a sus hijas mientras que Henry apenas había podido obtener la atención de alguien, el único que había hablado con su hijo había sido Ryder.

Hayley y Tara junto a Lauren se habian quedado en su propio mundo hablando mientras que Jade, Cat y Trina que después de minutos habían dejado el lado del Mal habian empezado a jugar con sus magias con la supervisión de Kara. Tori, por su lado, se había quedado quieta sentada al lado de Mal, la dragona se había preocupado un poco al ver a la menor de las morenas no interactuar con nadie.

¿Que pasa? —Pregunto Mal dándole toda su atención a Tori.

¿Hay algo mal con Trina y conmigo? —Pregunto la pequeña de la nada sorprendiendo a Mal.

¿A qué te refieres con eso? —Pregunto Mal.

Tori dejó salir un suspiro pesado que Mal no sabía cómo tomarse ese gesto. —Siempre es lo mismo. —Murmuró la pequeña para mirar a Mal directamente a los ojos, Mal podía notar las lágrimas acumularse en los ojos de Tori. —Cuando venimos aquí Trina y yo nos sentimos...seguras. Tú siempre te aseguras de que estemos bien, noté como la reina Regina no dejaba de buscar a Jade, Lauren y Cat con la mirada solo para asegurarse de saber dónde estaban. Mis papás siempre están cuidando de Henry, muchas veces Mamá no sabe donde estamos a menos que le pregunté a Dani o Mani.

Mal podía escuchar la inseguridad en la voz de la pequeña, levantó la mirada para ver a Regina y se encontró con la pelinegra mirando a todos lados asegurándose de que sus hijas estuvieran bien, dirigió su mirada hacia los Charmings y estos estaban concentrados en Henry y pudo ver lo que Tori quería decir.

No hay nada malo contigo o tu hermana. —Dijo Mal tomando una de las manos de Tori entre la de ella. —Ustedes son increíbles. —Ante ese halago Tori miró a Mal sin poder evitar dejar salir un sollozo porque aparte de Dani y Mani nadie le había hecho nada con eso.

¿Por qué no tuve una mamá como tú? —Murmuró Tori sin saber que Mal la podía escuchar.

Mal abrazo a la pequeña con fuerzas, sintió como esta se aferraba a su vestimenta como si en cualquier momento fuera a despertar de un sueño y su lugar seguro se desvanecerá en cualquier momento.

Regina miró como Maléfica se quedaba viendo por la ventana por mucho tiempo.

—Mal, ¿estas bien? —Pregunto Regina sacando a la dragona de su memoria.

—Estoy bien. —Murmuró Mal aclarando su garganta, recordar lo feliz que había visto a Tori, Trina y Mulan siempre provocaba un nudo en su garganta.

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