N/A: A partir de este capítulo las cosas se empezarán a poner más intensas, Gold y Snow empezaran a hacer sus movimientos, Mulan y Mal por fin pasaran más tiempo juntas. Nuevo idioma presente, no pierdan su tiempo usando el google traductor porque no encontrarán nada ya que este idioma viene de mi mente, les pondré las traducciones al final de cada capítulo. En instagram estaré publicando pequeños detalles del nuevo idioma.

Capítulo 14

Aurora salió de Granny 's dejando a Mulan sorprendida, mientras que Maléfica estaba tratando de no mostrar que todo esto le estaba afectando, porque después de mucho tiempo ahora tenía la oportunidad de hablar con el amor de su vida y poder decirle toda la verdad, de poder aclarar todas sus dudas.

—¿Podemos hablar? —Pregunto Mulan mirando a Mal con esperanzas.

—Por supuesto. —Dijo Mal antes de volver su mirada a su familia. —Las veré después.

Todas las mujeres presentes asintieron.

Mulan empezó a caminar hacía la salida del restaurante siendo seguida por Maléfica, si Mulan era sincera se sentía muy nerviosa porque no pensó que la rubia iría aceptar hablar con ella con tanta facilidad, no después de tantos años ignorándola, alejándose de ella a petición de Aurora.

Mulan aclaró su garganta mientras seguía caminando. —Tú me diste este brazalete. —Dijo Mulan. —Dijiste que era una reliquia familiar, ¿porque me lo diste?

—Nunca he sido muy táctil con este tipo de situaciones, ese siempre ha sido tu fuerte. —Empezó a decir Maléfica. —Así que solo diré la verdad, ese tipo de brazaletes son creados por dragones.

—¿Me estas queriendo decir que eres un dragón? —Interrumpió Mulan mirando a Maléfica con sorpresa.

Maléfica trató de no reírse ante la sorpresa de su esposa. —Lo soy.

—Ahora tengo muchas preguntas. —Murmuró Mulan para volver a caminar mientras Malefica solo rodaba los ojos y seguía a su esposa con una pequeña sonrisa en su rostro.

…..

Reino de Renenet X547

Habian pasado muchos años desde que había visitado el Reino de Renenet quizás desde que años antes de que Cora tomara el poder del trono, solo había visitado el día del nacimiento de Zelena y luego el de Regina, había pasado tiempo con las hijas de Cora pero no lo suficiente como para que todas las personas en el castillo la conocieran, sabía que era hora de volver.

Se puso a pensar que era lo que tenía que hacer, entrar en el reino como un dragón o no. Mal bufo un poco porque sabía que entrar en su forma de dragón causaría muchos problemas. Lo último que quería era tener a Cora detrás de ella quejándose de su dramática entrada al reino. Empezó a caminar por las calles, frunció el ceño al darse cuenta de que todo había cambiado en los últimos 25 años, Maléfica sabía que Cora solo buscaba tener poder y nada más, nunca le había importado el bienestar de su reino. Era una lástima que Cora no se parecía en nada a su madre Regina I ni a su abuela Persefone, ambas mujeres habian causado grandes cambios dentro del reino en sus reinados, tanto que Persefone había logrado que ella, aceptara ser aliada de ella y su descendencia algo que el reino de Ignis no había logrado durante tanto tiempo.

Se teletransporto dentro del castillo y rápidamente se dio cuenta de que algo no estaba bien, salió de su estupor cuando tuvo que esquivar una flecha dirigida a su cabeza, podía sentir el rastro de magia en la flecha. Se dio la vuelta lista para defenderse pero al ver a la persona que le había disparado no pudo hacer nada más que quedarse quieta y ver a la mujer con el uniforme de capitán del ejército de Renenet, pero lo más importante era que esa mujer era su alma gemela. Ese fue un encuentro muy dramático incluso para sus estándares.

¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

Mi nombre es Maléfica. —Dijo Mal.

La mujer cuando escuchó su nombre bajo el arco y rápidamente empezó a disculparse, Mal podía ver lo preocupada que la capitana estaba así que decidió sacarla de su miseria.

No te preocupes, creo que esta es la mejor bienvenida que me han dado en años. Por cierto, ¿dónde está Cora?

Mal se dio cuenta que la capitana se movió un poco incómoda. —Ella ya no es la reina de Renenet y fue desterrada.

Mal miro a la muerta con sorpresa. —¿Quien tomo el poder?

La Reina Regina.

Maléfica asintió ante eso, por lo poco que había visto en las calles de la ciudad Regina estaba haciendo un buen trabajo como reina.

Llevame con Regina, por favor. —Pidió Maléfica. —Mientras caminamos me podrias decir tu nombre.

Mulan. —Dijo la capitana mientras le mostraba el camino a la rubia. —Fa Mulan, capitana del ejército y de la orden de Polyanthus.

Note tu reacción ante mi nombre. —Comentó Mal con un tono de curiosidad. —¿A qué se debe?

Mulan aclaró su garganta, por alguna extraña razón la mujer frente a ella la ponía nerviosa y no era por lo que sabía que esa mujer era capaz de hacer con el movimiento de un solo dedo. —Pocas personas han hablado sobre Maléfica, de todo lo que eres capaz de hacer, las reinas también han hablado mientras que los reyes de Ignis siempre se han puesto incómodos ante la mención de tu nombre.

Maléfica se puso a reír al escuchar que los reyes de Ignis aún se ponían incómodos ante la mención de su nombre después de lo que pasó entre ellos.

No dejes que los comentarios creen una imagen de mi que posiblemente sea la equivocada. —Dijo Mal mientras entraba en la sala del trono para encontrar a Regina hablando con una mujer rubia de forma muy íntima.

Regina. —Llamó mal sacando a las dos mujeres de su conversación.

¡Mal! —Dijo Regina emocionada de ver a la dragona. —Cuánto tiempo. —Agrego antes de acercarse a Mal y darle un gran abrazo de bienvenida.

Hace tanto tiempo que muchas cosas han cambiado, eres la reina de Renenet.

Regina le dio una pequeña sonrisa a Mal. —Mi madre tenía planes, Zelena renunció al trono después de tu última visita y se fue de viaje por todo el continente. Pensó que yo le haria caso pero en ese momento conocí a Emma. —Dijo Regina para moverse y dejar que Mal viera a Emma.

Entiendo. —Dijo Mal mientras veía de Emma a Regina para darse cuenta que la magia de ambas mujeres se mezclaban con delicadeza como si tuvieran mucho tiempo para evitar crear explosiones de la nada. —Un gusto de conocerte, Emma. —Agrego Mal antes de darle una sonrisa a la rubia.

El placer es mío, Regina y Lexa no dejan de hablar de lo increíble que es su buena amiga Maléfica.

Maléfica rodó los ojos. —Solo dicen eso para evitar que las convierta en carbón, de quien crees que obtuvo su obsesión con el fuego.

Regina solo rozó los ojos pero no podía negar que la dragona tenía razón, ella era quien le había enseñado a controlar su magia y luego a jugar con fuego. Emma solo podía ver a su esposa con una ceja enarcada porque en esos momentos todo estaba teniendo sentido.

Las dejo para que puedan ponerse al corriente. —dijo Emma dejando a las mujeres solas.

Maléfica observó como Emma se despedía de Regina, podía sentir las magias de las dos había reaccionado ante la proximidad, sonrío y espero que algún día ella pudiera sentir esa sensación.

Regina estaba feliz de tener de regreso a la mujer que le había enseñado todo sobre magia y quien para el dolor de cabeza de los demás le había enseñado a amar y respetar el fuego. Emma siempre trataba de actuar enojada cuando trataba de esquivar bolas de fuego, los miembros del consejo también, incluso Mulan se había quejado. Regina solo se encogió de hombros, quizás si la hicieran enojar menos ella lanzaria menos bolas de fuego.

¿Qué te trajo de regreso? —Pregunto Regina mientras le hacía señas a Mal para que la siguiera, quería caminar por el castillo.

Han pasado muchos años desde que he estado aquí, creí que era tiempo de volver y ver como iban las cosas.

Muchas cosas cambiaron. —dijo Regina dejando salir un suspiro.

Me di cuenta, pensé que Cora aún era reina, luego cuando observé el estado del reino pensé que Zelena había tomado posesión pero fue una grata sorpresa ver que tú has sido quien ha mejorado todo. No dudo que Zelena fuera a hacer un buen trabajo pero ella siempre quiso viajar por los reinos.

Ha venido de visita, me cuenta de sus viajes y de todo lo que ha aprendido.

¿No te molesta? —Pregunto Mal.

Que ella viaje? No, ella siempre fue más de espíritu libre que yo. Tengo todo lo que quiero aquí, si necesito tiempo libre Emma se encarga de todo.

Mal rodó los ojos al ver a los soldados siguiéndola a todos lados, tratando de "cuidarla" bufo en diversión. —Regina, querida si deseas poner a soldados a cargo de la protección que no necesito al menos pon a alguien que no vaya a perderme de vista.

Regina rodó los ojos ante eso. —¿Quién crees que no te perdería de vista?

Tu capitana por ejemplo.

Regina entrecerró los ojos ante eso, noto como Mal se encogió de hombros tratando de actuar inocente. —Sabes que necesito a Mulan.

Tienes a Emma quien actúa de general, no creo que no pueda ayudarte, además puede hacer otras cosas que Mulan no puede.

Oh por...—Murmuró Regina cubriéndose el rostro con la mano. —No insinues.

Como si no lo hubieras hecho antes. - Dijo Mal sonriendo con suficiencia.

Mal. —Dijo Regina. —No lastimes a Mulan con lo que esté pasando por tu mente.

Solo quiero confirmar algo, no tengo intenciones de lastimar a alguien. —Murmuró Mal.

.

Reino de Renenet X552.

Todos los reinos se habían enterado del regreso de Maléfica al reino de Renenet, provocando los reyes de Ignis y Furorem empezaron a pedir mas comunicados pidiendo informacion de lo que la dragona estaba haciendo, a lo cual Regina amablemente les había dicho que no era de incumbencia.

Regina había pensado que Mal solo quería jugar con Mulan, pero se llevó la sorpresa después de dos semanas como las magias de ambas mujeres se calmaba con la presencia de la otra. Le había tomado tiempo a Mulan entender que era lo que estaba pasando mientras que Maléfica solo había esperado pacientemente.

Todo se había complicado cuando la familia de Mulan se había enterado de todo habian causado discusiones ya que la familia Fa eran cazadores y Mal era una de las criaturas que ellos cazaban.

Mulan había ido en contra de su familia al convertirse en soldado y obtener el puesto de capitán en lugar de liderar a los cazadores. Cuando Mulan fue capaz de hablar con Regina sobre lo que su familia hacía, Regina logró que la cacería fuera ilegal y que todas las especies en su reino fueran protegidas, tales leyes llegaron a Amazona, Lumen y sin proponérselo a Vetulu.

Maléfica sabía que tenía que ser muy paciente, que los Fa tenían años de entrenamientos y no los iban a dejar con tanta facilidad. Mulan por mucho que amara a su familia no compartía sus puntos de vista y no iba a dejar pasar la oportunidad de ser feliz.

Mal había estado actuando de manera muy rara, Mulan queria saber que era lo que estaba pasando pero su novia no le decía nada, Mulan incluso les había pedido ayuda a Regina para saber qué era lo que estaba pasando pero la reina solo le había dicho que era algo que no le correspondía decir a ella.

La capitana estaba tratando de entender qué era lo que llevaría a su novia a actuar de esa manera, se preguntaba si tenía que ver con el hecho de que Mal era una dragona o quizás era la magia de esta.

Regreso a casa luego de un día duro de trabajo, entrenar a los nuevos soldados nunca era fácil y más cuando algunos creían que solo por tener magia podían hacer lo que ellos quisieran, le tomaba mucho tiempo para que ellos entendieran que necesitan de mucha disciplina para controlar su magia.

¿Me puedes decir que es lo que te pasa? —Pregunto Mulan al sentir la presencia de Mal en la cocina.

No es nada. —Dijo Mal dándose la vuelta y caminando hacia Mulan para darle un beso en la mejilla.

Mulan rodó los ojos. —Sabes que no es verdad, has estado actuando raro en los últimos días. Buscando cosas que brillan, te distraes con facilidad.

Me disculpo por eso, a veces las cosas brillantes llaman mi atención con mucha facilidad.

Mulan dejó pasar las cosas por el momento, solo quería disfrutar de su tiempo libre junto a su novia.

Malefica tomo el brazalete en sus manos y no pudo evitar sentirse orgullosa, por fin podria darselo a Mulan y esperar a que esta lo aceptara, sabía que Mulan no era una mujer de joyas y que quizás no iría a usar el brazalete pero tenía un poco de esperanzas.

Maléfica espero a que Mulan terminará con los entrenamientos, ya tenía todo preparado, sabía que Mulan había estado preocupada por ella. Había sido difícil no decirle la verdad a Mulan, ellas siempre hablaban con la verdad.

Mulan entró en su casa con lentitud, dejó salir un suspiro de alivio al fin podría descansar y pasar tiempo con Mal. los últimos días había estado muy ocupada a petición de la reina Regina, había notado que Emma había estado muy ocupada. No sabía qué era lo que estaba pasando pero esperaría a que las reinas se lo hicieran saber.

Lento la mirada y se dio cuenta de que su casa estaba en un silencio absoluto, siempre llegaba Mal estaba sentada en el sofá o en la cocina, siempre haciendo algún tipo de ruido. Dejó su espada cerca de la puerta, se quitó las botas y se dirigió hacía la cocina para encontrarla vacía. Se dirigió hacia la habitación que compartía con Mal y dejó salir un suspiro de alivio al ver que la dragona estaba sentada en la mesa.

Mulan se acercó con lentitud y se sentó al lado de Mal, la capitana noto que su novia estaba muy concentrada en la caja que tenía en sus manos, era como si nada mas podría obtener su atención.

Estas bien? —Pregunto Mulan si dejar de observar a Mal.

La dragona salió de sus pensamientos y volteo a ver a Mulan, le dio una pequeña sonrisa. —Estoy bien. —Respondió la dragona.

¿Qué hay en la caja? —Pregunto Mulan con curiosidad, no era la primera vez que veía esa caja pero sabía que era importante para Mal así que no había hecho nada para ver que había en la caja.

Maléfica sonrió ante la pregunta porque había visto a Mulan observar la caja pero nunca había intentado abrirla. —Es un regalo.

¿Para quien?

Maléfica se quedó callada, trato de no reírse al ver como Mulan fruncía el ceño al no tener una respuesta, se quedó callada por las tiempo. Mulan seguía con el ceño fruncido.

Empecé a recolectar cosas brillantes, pocas veces me ha pasado eso. —Dijo Mal con un tono suave. —Esta vez fue diferente porque todo lo que brillaba me desconcentraba con rapidez, Regina se dio cuenta y me ayudó a recolectar más objetos. Fue cuando me di cuenta que era por ti.

Por mi? —Pregunto Mulan confundida.

Recolectar cosas brillantes es algo que los dragones hacemos por diversión, pero hay ocasiones como esta. Hemos estado juntas por cinco años, es más de lo que muchos dragones desean al ser criaturas que aman viajar. —Mulan se tenso un poco ante eso, decidió no decir nada hasta que Mal le explicara todo. —Que darte algo importante para mi, algo que muchos vean y se pregunte qué es y porque lo tienes.

Mal movió la caja depositándola en el regazo de Mulan, la capitana tomo la caja en sus manos sin saber que hacer o qué decir.

Si llegamos a cruzarnos con otro dragón, él o ella sabrá qué significa.

Mulan abrió la caja para encontrarse con un brazalete, noto que era oro puro con líneas de plata que hacía resaltar todo. Tomo el brazalete en sus manos y se dio cuenta que era una ala de dragón.

Para los humanos es normal dar anillos, los hechiceros dan un tipo de reliquia familiar mientras dragones crean sus propias reliquias. Sé que no eres una persona de joyas…

Dijiste que los humanos dan anillos, ¿es este brazalete una representación de compromiso o matrimonio?

Lo es. —Murmuró Maléfica mirando como Mulan trazaba el brazalete con delicadeza. Mulan levantó la mirada para ver a Mal con sorpresa y sin evitar sonreír, sabía que Mal no era muy buena expresando sus emociones pero siempre lo intentaba.

Mulan sabía que muchas veces las acciones eran mejor que las palabras, así que sin dudarlo se puso el brazalete provocando que Mal la mirara con sorpresa para luego sonreír con delicadeza y ayudar a Mulan a ponerse el brazalete.

Es hermoso. —Murmuró Mulan mirando la joya en su brazo.

Mal dejó descansar su cabeza en el hombro de Mulan. —Siempre estaré a tu lado. —Susurro la dragona.

Mulan dejó salir un suspiro, sabía que las palabras de Mal eran sinceras y que la dragona no iba a dejarla sola en ningún momento. —Sabes que si lo deseas puedes salir de viaje, que estemos juntas no quiere que estés atada a quedarte.

Maléfica sonrió ante eso. —Lo sé, pero no quiero. A menos que tú vengas conmigo.

Mulan se quedó callada ante la petición de Mal. —Lo pensaré, sabes de mis responsabilidades. —Mal asintió sin poder dejar de sonreír.

Mulan había dejado de caminar, miró el brazalete en su brazo y no pudo evitar tocarlo con delicadeza. Ahora entendía porque nunca se lo quitaba.

—Eres mi esposa. —Dijo Mulan con emoción. —Aurora nunca me lo dijo.

Maléfica dejó salir un suspiro ante eso. —Para ella era mejor que no supieras nada, era más fácil tenerte en la oscuridad y evitar que estuviéramos juntas. Ella pensó que el brazalete era algo que tu familia te había dado.

—Lo siento. —Murmuró Mulan sin poder ver a Maléfica a los ojos.

—¿Por qué te disculpas? —Pregunto Mal con confusión.

—Todo este tiempo tu solo querías hablar conmigo y no lo permiti.

Mal dejo salir un suspiro. —Nada de esto fue tu culpa, Aurora y Snow fueron las que se aprovecharon de tu pérdida de memoria. Ahora que sabes algo de tu pasado, depende de ti lo que continúa. Te lo dije antes y te lo vuelvo a decir, siempre estaré a tu lado.

….

Gold estaba caminando de un lado a otro tratando de buscar la mejor manera de distraer a la familia Swan-Mills y poder obtener la sangre de las gemelas y de Cat.

Dejó de moverse cuando Snow entró en la casa de empeño siendo seguida por Aurora quien parecía estar a punto de perder los estribos. Gold dejó salir un suspiro al entender que habian perdido a Mulan y su plan de manipular a Maléfica se había ido por el drenaje. Gold sabía que ese plan no tenía sentido, podía que mujer guerrera hubiera perdido la memoria pero eso no iba a ser para siempre, un simple beso de Mal haria que la maldición que Snow había puesto en Mulan se rompiera.

Gold había llegado a la conclusión que tenía que dejar a Emma y a Regina fuera del juego, ellas eran las que unían a todas. Maléfica estaría ocupada buscando la manera de que Mulan recuperara la memoria, Lexa y Clarke estarían ocupadas buscando la manera de proteger a las demás mientras tanto trataría de buscar la manera de que Lena y Kara estuvieran fuera.

…..

Todas habian regresado a la mansión Swan-Mills, se la habian pasado bien a pesar de que Mal y Mulan no habian estado presentes. Lexa y Clarke se habían ido a descansar mientras que Lena y Kara se habían quedado en el sofá de la sala simplemente acurrucadas. Trina y Tori se habian puesto a jugar a los pies de sus madres en el XBox de Jade, Regina se había sorprendido al ver que a Jade no le había molestado que usaran su XBox.

Jade, Lauren y Cat se habían ido a cabalgar a pesar de las protestas de Jade, se rió por lo bajo al ver que Lauren y Cat sonreían con arrogancia tras haber convencido a su hermana.

A paso lento se dirigió hacia la cocina, quería una copa de vino. Sintió como Emma entraba en la cocina y eso provocó que frunciera el ceño, era la primera vez que eso pasaba. Movió su cabeza hacía donde estaba Emma y cerró los ojos tratando de entender qué era lo que pasaba se sorprendió cuando sintió la magia de Emma, era algo tan pequeño que si no se prestaba atención nadie se daría cuenta.

Abrió los ojos para encontrarse con Emma sosteniéndose del refrigerador con fuerza, era como si en cualquier momento se fuera a caer. Regina dejó caer su copa de vino y corrió a sostener a Emma, quien se había desmayado. Lena y Kara entraron corriendo a la cocina siendo seguidas por Trina y Tori.

—¡¿Que paso?! —Pregunto Kara con preocupación.

Regina no respondió, simplemente trató de acomodar a Emma en sus brazos. Kara se iba a acercar pero Lena la detuvo, la rubia volteo a ver a su esposa con el ceño fruncido pero al ver que Lena tenía un gesto de seriedad se quedó quieta. Regina levantó la mirada y todas dieron un paso hacía atrás antes los ojos rojos de Regina.

Kara entendió porque Lena la había detenido, la parte demonio de Regina las estaba viendo como enemigas al tener a su alma gemela en un momento de vulnerabilidad.

Kara levantó las manos, dándole a entender a Regina que ella no quería hacerles daño. —Regina, necesitamos mover a Emma a tu habitación, tenemos que asegurarnos que ella se encuentra bien.

Lena por su parte con mucho cuidado puso a Trina y Tori detrás de ella, las dos morenas sin quejarse de nada se movieron detrás de su madre. Regina solo dejo salir un gruñido al ver los movimientos de todas y atraer a Emma aún más contra su cuerpo.

—No quiero que la dejes ir, ella es tu alma gemela solo necesitamos que ella esté en un lugar más seguro.

Kara se movió de la entrada de la cocina al ver a Regina levantar a Emma del suelo, empezar a caminar hacía las escaleras sin dejar de mirar a todos lados en busca de peligro.

—Le, ve por las demás. —Susurro Kara.

Lena negó con la cabeza, no quería dejar a Kara sola en esos momentos. Kara dejó salir un suspiro. —Lexa y Clarke están arriba, pero Regina necesitará de Cat y las gemelas para calmarla.

Lena volvió a ver a Trina y Tori quienes parecían estar muy preocupadas por lo que habian visto y al mismo tiempo tenían muchas preguntas.

—Okay. —Dijo Lena en un suspiro, se acercó a Kara y le dio un pequeño beso en los labios. —Pero si veo algo no dudaré en regresar con ellas o sin ellas.

Regina deposito a Emma en su cama, podía sentir ese pequeño destello de magia provenir de Emma. Trató de calmarse y controlar su demonio pero el ver a su esposa y alma gemela tan vulnerable le estaba siendo imposible.

Regina se acomodo al lado de Emma de forma protectora, no iba a dejar a Emma sola en ningún momento. Gruño cuando escucho la puerta abrirse, miro a quien había entrado y trato de relajarse al ver a Kara en la puerta.

—No me acercaré a menos que tú me lo digas. —Dijo Kara mirando a Regina directamente a los ojos. —Necesito que veas si Emma tiene fiebre.

Regina solo miraba a Kara con firmeza como si estuviera tratando de entender qué era lo que la rubia le estaba tratando de decir. Kara en ese momento cayó en cuenta que Regina no le estaba entendiendo, lo que quería decir que tenía que hablarle en Lenjuxena.

—Regina, neitoky qi drait za Emma haiv caledum. —Dijo Kara para luego sonreír al ver que Regina la miraba y luego ponía su mano sobre la frente de Emma.

—Zá, Emma haiv caledum. Haivy timet. —Respondió Regina mirando a Emma con preocupación.

—Et adki meds qi auxli e Emma. —Dijo Kara antes de dejar a Regina sola con Emma. Kara dejó salir un suspiro de alivio al saber que Regina no estaba del todo perdida en su demonio como para no entender Lenjuxena.

—Qué fue eso? —Pregunto Tori mientras seguía a Kara hacía la cocina. —No entendí nada.

—Lenguaje que se habla en Castellum, si ustedes recordarán todo probablemente podrían hablarlo.

—¿Por que Regina no entendía nada hasta que empezaste a hablar en ese idioma?

—Regina siempre cuando uno de sus lados toma posesión de cuerpo no entiendo nada que no sea Lenjuxena.

—Me enseñas a hablar en Lenju...lo que sea.

Kara solo se puso a reír al ver que Tori no podía decir Lenjuxena. —Lo haré cuando sepa que estaba pasando con Emma. Mientras tanto, ayúdame a llevar esto hasta la habitación de Regina.

Traducciones:

"Regina, neitoky qi drait za Emma haiv caledum" - Regina, necesito que veas si Emma tiene fiebre.

"Zá, Emma haiv caledum. Haivy timet." - Si, Emma tiene fiebre. Tengo miedo.

"Et adki Meds qi auxil e Emma." - Iré por medicamentos que ayudarán a Emma.