Hace 7 años
Edward le subió el vestido acelerado.
Estaban en su habitación solos, había una celebración en el primer piso por el ascenso de Edward. Los chicos de la comisaria estaban en el lugar con sus parejas. Era una fiesta con barbacoa, el tipo de fiesta favorita de Charlie que era el organizador. Todos estaban pasando un momento muy agradable. Incluso Tanya esta divirtiendose, que últimamente estaba siendo mas perra que de costumbre.
- Espera... espera... - le suplicó ella buscando de donde sostenerse pero la tenía contra la pared de su habitación. Edward estaba ya con el pantalón abajo y había hecho a un lado sus bragas para buscar su entrada con miembro.
Gimió en voz alta debido a la fuerza de su embestida. Edward le tapó la boca con su mano para evitar que alguien los escuchara. Volvió a arremeter con fuerza contra ella.
- Hmm... - él gemía deliciosamente en su oído. - Hmm...
Bella debía admitir que no había sentido tanta pasión ni energía aplastante con ningún otro hombre. Edward era arrasador. La tomaba con fuerza y decisión. Buscando una especie de confirmación de que ella sabía quién estaba sobre ella.
Llevaban un par de semanas haciendolo. Siempre buscando algún rincón solitario de casa como dos adolescentes. Esto no sería necesario si él la llevara a su departamento pero él nunca había tomado la iniciativa. Eso no la molesto. Después de todo solían hacerlo cuando llegaba del trabajo o cuando la dejaba en casa luego de invitarla a cenar, así que su habitación era el lugar más cercano.
- No muerdas... - le exigió adolorida cuando jugueteó muy rudamente con su pezón.
Edward lo soltó sin perder el ritmo en sus caderas.
- ¿Te gusta? ¿Lo quieres más duro? - le pregunto acelerado sus embestida.
- Oh Dios... - gimió adolorida y llena de placer.
Edward sonrió satisfecho por su reacción y le apretó más duramente las caderas para que golpearan las suyas tan fuerte que el sonido de sus carnes golpeandose se podrían escuchar por toda la casa si la música del evento no hubiera estado tan elevada.
- Mierda... - se quejó ella por los latigazos de placer de su primer orgasmo que la golpearon dejandola indefensa. Se aferró al cuerpo de Edward para no caer.
- Ahora si... - gruñó el hombre entre sus piernas que la cargo a la cama para depositarla sobre su estomago. Salió de ella ganado un quejido de protesta. Con una sonrisa de suficiencia se quito el pantalón y el boxer. - Muerde la almohada. - ordenó antes de penetrarla con brutalidad.
Bella ahogo su grito contra el colchón.
Si algo había aprendido de Edward era lo necesitado que estaba de sexo rudo. Amaba penetrarla hasta dejarla adolorida, más de una vez vió como se ponía duro al verla con molestias al caminar y tomando analgesicos. El cobrizo no era un amante díficil de satisfacer según lo experimentado por Bella, pero valoraba una compañera entregada que no ponía peros y aguantaba su ritmo sexual. Ella creía que cumplía con eso. Dios sabía como se había asustado al notar lo necesitado que estaba siempre por acostarse con ella, siempre buscaba al menos unos minutos a solas todos los días. Sin embargo, esas dos semanas habían sido asombrosas y de descubrimiento sexual para ella. Dado que aprendió que cosas le gustaban y que no como era la insistencia de Edward por el sexo anal, estaba abierta a experimentar posiciones pero esa clase de sexo no la atraía.
- Así... así... - gemía ella al sentir el segundo orgasmo formarse en su vientre.
- Me vendre... mierda... - preocupado se recosto sobre su espalda para meter su mano entre su cuerpo y la cama, luego apreto su clitoris con rudeza obligandola a apretarlo más y acelerado su orgasmo. - Tu cama esta empapada. - rió divertido sin dejar de penetrarla. - Estas demasiado mojada, cariño. Y cuando me venga...
Bella entendía la mitad de lo que decía.
- Quiero verte caminar con el coño lleno de mi semen. - jadeo con fuerza en su oído. - Mierda... si te vieran con mi esencia entre las piernas...me vendre... uhm... dime que caminaras con mi semen... dimelo...
Edward apreto de nuevo su clitoris y ella libero su segundo orgasmo. Por su parte, el cobrizo arremetio con tanta fuerza al sentirla que la cama trono al ser movida. Su corrida lleno el interior de su vientre.
Agotado se derrumbo sobre ella sin dejar de mover sus caderas para seguir sintiendo sus suaves apretones.
- Dios... - gimió en su oído. - Creo que no podré caminar, no siento las piernas.
Bella que estaba en peor estado que él, movio sus caderas buscando liberarse de su miembro que seguia semi erecto en su interior. Por experiencias anteriores sabía que debía alejarse de él antes de provocar una segunda ronda.
- Debemos bajar. - le recordó debilmente buscando safarse.
- Unos minutos más... - le pidio abrazandola y repartió unos besos en su hombro. - ¿Estas bien?
- Si... - ella seguia con los ojos cerrados. - Arruinaste mi vestido.
- Uhm... mierda... te comprare otro. - prometió. - Este vestido ha sido... mortal. He caminado incomodo desde que te vi salir de tu habitación.
Bella sonrió ya que lo sabía. Había sentido su mirada todo el día. Pocas veces usaba vestidos, no eran lo suyo. Sin embargo, estaba dispuesta a usarlos más seguido.
- Te ayudare a quitartelo. - sugirió Edward levantadose. - Tendras que cambiarte de ropa. Puedes decirle a Charlie que tenías frío si pregunta.
El vestido estaba enrollado en su cintura dejando libre sus pechos.
- Uhm... - ella contesto aún muy débil ganando una risa de suficiencia de parte Edward.
- Te deje algunas marcas. - le comento revisando su cuerpo. Su pezon estaba enrojecido y tenia la clara marca de su mordida. Sus caderas tenian sus manos incrustadas y sus muslos tenian moretones pasados y nuevos. - Lamento esto.
Bella forzó sus ojos a abrirse para ver a que se refería.
- Mi piel se marca con facilidad. - admitió queriendo tranquilizarlo.
- Si esto siendo muy...
- Me gusta. - lo interrumpió. - Conozco mis límites, no has llegado a ellos.
Edward sonrió torcidamente y la mirada de Bella se distrajo al ver su miembro empezar a brotar.
- Creo que mi limite de sexo duro llego por hoy. Así que dile al pequeño Eddy que no se altere.
Edward rio.
- Pequeño Eddy... - se burló orgulloso de su tamaño.
- Subete los pantalones. - le ordeno mientras iba al baño para limpiar el desastre entre sus piernas.
Edward la acompaño de nuevo y se arreglo en el baño.
- Nos hemos ido casi una hora. - suspiro Bella intentando ocular la piel rojiza de su escote con polvos compactos.
- Deben sospechar que estamos juntos.
Bella suspiro.
- Demonios, van a hacer preguntas.
Edward se acercó a ella hasta pararse detrás y abrazó su cintura.
- Podemos decir que queriamos hablar y que... aceptaste ser mi novia.
Bella abrió los ojos sorprendida y se encontro con su mirada a través del espejo.
- ¿Qué? ¿Hoy? ¿Ahora? Mi padre...
- Hoy es un día especial, mi día. Tu padre creera que agarre valor y te lo pedí. Por otro lado, creerá que su perfecta hija me acepto porque no queria arruinarme un día tan especial...
- Tonto. - lo golpeo juguetonamente.
Edward rio.
- Creo que es buen momento para pedirle permiso y decir que eres mi novia.
- Eso no sería verdad.
- Bueno llevamos mucho más tiempo juntos pero...
- Tú no me has pedido ser tu novia. - lo interrumpió.
Edward levanto las cejas.
- Llevamos meses juntos.
- Saliendo a escondidas.
- Porque tú no quisiste que le diga a tu padre.
- Sabes que era peligroso, quizas no iba a funcionar y luego hubiera sido incomodo tenerte aquí a diario como mi ex.
- Bueno si funciona y tus padres ya deben saberlo. - le indico firmemente. - Quiero algo serio contigo, Bella. Con el tiempo incluso... - carraspeo. - Llegar a más, me gustas muchisimo y estos meses me sirvieron para darme cuenta que eres para mí. Así que debo amarrarte lo antes posible y eso incluye extorcionarte a través de tu padre.
Bella tenía las mejillas rojas. ¡Él quería algo serio con ella! No estaban tonteando deliciosamente. Mordio su labio sin saber que decir.
- ¿Dime, hermosa? ¿Eres mi novia?
Ella giro para darle la cara y luego se acerco a sus labios.
- Si, Masen. Soy toda tuya.
No salieron de la habitación hasta entrada la tarde. Muchos de sus compañeros estaban un poco ebrios así que no notaron su ausencia.
Charlie los miró confundido por sus manos unidas mientras Tanya desde la ventana de su habitación los observaba con lágrimas en los ojos y llena de cólera.
Actualidad
Desde que Tanya anunció su embarazo los niños y bebés habían empezado a aparecer por todos lados. En su oficina dos chicas se embarazaron y el departamento de su vecino había sido vendido a una familia con dos niños pequeños. Así que todos los días veía niños y bebés. Era un infierno, cada vez que presenciaba momentos infantiles ya que siempre la cara de Tanya y Edward aparecía en su mente. Y ahora Leah había llegado al borde del llanto a contarle sobre su embarazo.
- ¿Qué voy a hacer? - le preguntó asustada. - Mierda, Jacob va a enloquecer. Le dije que era esteril.
- Tu embarazo es practicamente un milagro. Los médicos se equivocaron contigo. Disfrutalo, cariño.
- Tengo esas cosas en los ovarios por años y una pelota en el útero. ¿Cómo esto pudo ser posible?
- Es un milagro. - insistió Bella y su amiga partió a llorar desconsolada.
Leah ya había asumido por años que nunca sería madre. Lo había sufrido y aceptado. Incluso termino relaciones por este motivo y jamás utilizó anticonceptivos con sus parejas recurrentes, además porque era alergica al latex de los condones. Y a los cuatro meses de relación Jacob la embarazaba, parecía irreal.
- ¿Cómo se lo diré? - gimió angustiada. - ¿Cómo?
- No hay apuro. Asimilalo. Date unos días.
- ¿No se molestara si se lo oculto?
- Explicale el porqué cuando lo hagas. Jacob te entendera.
- ¿Puedo dejar esto aqui? - le pregunto señalando la ecografía que se había sacado pensando que en realidad tenía algún problema gástrico.
Bella vio el sobre como si pesara toneladas y ardiera en fuego.
- Si. - trago. - Lo pondre en mi cajón.
- Nunca pense en esta posibilidad. - admitió Leah aun llorosa. - Supe que era esteril en la adolescencia. No tienes idea de cuantas veces he tenido sexo sin protección. Años viviendo engañada.
- Quizas el destino quería que conocieras al correcto.
A Leah se le aguaron aun mas los ojos y Bella no dudo en abrazarla. Sintiendo la emocion que su amiga transmitía y debido a sus propios problemas relacionados con un bebé cobrizo que estaba por nacer. Rompió en llanto igual o peor que el de Leah.
- ¿Bells? - pregunto su amiga confundida y preocupada.
La puerta se abrió bruscamente.
- Swan, ¿viste a... ? - Jacob entró preguntando por su novia y las encontro llorando desconsoladamente. Y lo peor es que Bella tenía la ecografia en su escritorio.
Leah tembló
Estaban en un gran problema.
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O
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Actualización! Esta historia esta complicada. Lo admito. Estoy en proceso de analisis de la trama ya que hay detalles del plan inicial que dejaron de gustarme.
Bueno diganme que les pareció.
Los leo siempre.
Saludos.
