Hace 6 años
- Edward, aún no. - le pidió intentando retener la cabeza de su novio entre sus piernas.
Su novio estaba jugando con su lengua pero ya había acabado con el juego previo. La necesitaba asi que estaba bajandose los pantalones de pijama pero Bella no estaba de acuerdo, quería más de sus atenciones para poder recibirlo. No queria admitirlo pero tenía un dolor ahí abajo que la estaba incomodando desde el sabado que su novio la tomó todo el día, Edward no habia tomado bien los días de abstinencia que ella le impuso debido a que habia empezado a trabajar luego de las breves vacaciones que pidio por navidad y no tenia energía suficiente para aguantar su exigente ritmo sexual. Además ya no se quedaba a dormir tan seguido desde que confeso que llevaba años siendo un parasito de los Swan. Fueron días difíciles para ambos y Edward desquito su disgusto y exceso de energía ese sabado siendo agresivo y potente en sus embistes. Días despues seguia adolorida.
- Edward... - insistió al sentirse ignorada. Empujaba sus caderas con sus manos para impedir la penetración.
- Te necesito, nena. - toco su centro con su miembro tanteando la entrada. - Estas húmeda. Te viniste en mi boca.
- Si, pero aún...
La ignoró y la penetró. Bella lanzó un grito de dolor. Definitivamente no estaba en condiciones de recibirlo.
- Uhm. - gimió él disfrutando su estrechez.
- Basta... - se quejó ella cuando empezó a dar embistes duros. - Edward...
- Te siento tan apretada... - susurró entre quejidos.
- ¡Edward! - le gritó. - ¡Basta!
- ¿Qué? - preguntó confundido.
- Me estas lastimando. No estaba lista. - lo empujo molesta. - Te dije que esperaras.
- Estas húmeda... - comentó confundido.
- Pero adolorida. - le gruñó. - Dios... ¿por qué no podías esperar? - le reclamo molesta con él. Últimamente sus conductas sexuales la tenían muy molesta. Parecía un adolescente desesperado por lograr penetrarla, estaba siempre ansioso y desesperado. Esa conducta sumada a su gusto por el sexo brusco la estaba volviendo loca, tenía marcas por todo el cuerpo y su vagina ya tenía una irritación por el excesivo uso de la fuerza.
- No. - le reclamó cuando quiso salirse.
- ¿Quieres que... ?
- Hazlo despacio. Se gentil.
Su novio asintio y empezo a dar suaves estocadas.
- Así. - suspiro ella concentrandose en el placer y olvido el ardor doloroso que tendría despues.
Debia admitir su parte de la culpa, ella había buscado acostarse con él apesar de estar adolorida. Amaba el sexo oral que Edward le daba, sabía que podía pedirselo sin problemas pero conocía a su novio, con una mamada no tendria suficiente. Sabía que él iba a querer penetrarla y aún así lo intento. Ser conciente de su responsabilidad en el mal rato que paso hizo que se tranquilizara y fijo su atención en su pareja.
El cobrizo sudaba por lo concentrado que estaba y apretaba el cabecero de cama con fuerza. Bella notaba su esfuerzo y sintió su corazón crecer, su novio era un amante generoso pero no sumiso. Desde la primera vez que estuvieron juntos había demostrado su necesidad por ser demandante e incluso agresivo al tomarla, su pasión le encantaba. Verlo en ese momento batallar por darle lo que necesitaba le ablando la molestia y se acerco a besarlo. Lo quería demasiado. Estaba loca por él. Tan viril y fuerte, era un sueño tenerlo como suyo.
Su orgasmo llego como un gran alivio y agradecida le siguio besando el rostro y pecho a su novio mientras este dejaba ir su esencia caliente en el interior de su vientre. Otra manía de su novio era siempre acabar adentro, al principio no le importo pero luego detecto la posesividad que habia detras del gesto. Ese era otro pequeño gran detalle que había descubierto, Edward era posesivo y celoso. Sin embargo, Bella no pudo evitar obviar esos defectos antes, estuvo cegada y ahora no dejaba de verlos preocupada. Edward no era tan perfecto como creía.
Pronto y con cuidado salio de su interior. Se recosto junto a ella mirandola preocupado. Esa mirada era la única que veía desde que habían regresado de su primera visita a casa de los Masen. Fueron unos días tensos que no deseaba repetir, entre tener a Edward insistiendo con sus disculpas y los conflictos de esa familia ya estaba agotada. No tenía deseos de volver a ver a la familia de su novio. A eso debía sumar la jaqueca que le dejaron las novedades que le dio su novio, ahora tenía decisiones que tomar ya que debia modificar sus planes de maternidad si queria continuar con Edward y no menos importante debia aceptar que su novio habia sido un parasito para sus padres por un largo tiempo.
Su novio, ese titulo nunca se habia visto mas pesado.
Edward estaba siendo increíblemente inseguro, tanto que la estaba asfixiando con sus intentos de pasar tiempo juntos. Sin embargo, ella debía admitir que se había alejado de él. Ya no estaba tan pendiente de él y comenzó a bloquear los pensamientos que la llevaban a desear verlo. No lo había meditado seriamente pero probablemente estaba confundida ya que en su mente había creado un Edward ficticio que era ideal y que cuadraba perfectamente en su vida y planes a futuro. Pero no era así. Estaba con un hombre que le gustaba utilizar a la gente y que solo veía por si mismo, no tenía grandes ambiciones profesionales y no parecía atraído por la idea del matrimonio. Sumandole los problemas sexuales que estaban teniendo... Bella no pudo evitar soltar una lágrima. No quería terminar con él, lo queria ¡maldita sea!
- Lo siento. - susurró Edward culpable- Debí tener mas cuidado.
- Esta bien. - contesto tomando su camison que había sido lanzado sobre la lampara de su mesa de noche.
- ¿Te duele?
- Tengo una rozadura desde el sabado. No creo que ser capaz de aguantarte por unos días.
Edward asintió.
- ¿Crees poder dormir con ese dolor? - le pregunto.
- Si, estoy agotada. - admitio metiendose entre las sabanas del departamento que Edward había alquilado. Era bastante pequeño pero le quedaba cerca a la casa de Bella así que pasaba a recoger a Charlie y a dejarla a ella sin problemas.
Su relación se había enfriado, sin embargo, seguian viendose seguido pero era debido a la mala relación que Bella tenía con Tanya, gracias a esto deseaba pasar todo el tiempo posible lejos de casa. Odiaba los comentarios hirientes de Tanya, parecía especialmente dispuesta a hacerle la vida imposible.
Suspiro recordando la discusión estupida que tuvieron en la mañana por el uso de una pulsera que Tanya juraba que Bella había robado. Tremenda mentira. Tanya se quedo callada cuando le aseguro que Edward se la había regalado.
- ¿Amor? - susurro su novio besando su hombro.
- Dime. - suspiro adormecida.
- Cambiare de área en el trabajo. Empezare en drogas y narcoticos en una semana. Es algo peligroso pero me gusta y me pagaran mejor.
- Eso es genial, cariño. - se alegro girando para abrazarlo.
Edward la encapsulo entre sus brazos feliz de tenerla atrapada.
- Estoy orgullosa de ti. Me alegra que cumplas tus metas. - dejo un sonoro beso en su pecho y se acurruco en él. - Hace dos meses me dijiste que pondrias en orden tu vida y mirate, conseguiste el trabajo que querias y ya tienes un departamento.
- Lo alquile, nena. - se rio. - No es mío.
- Da igual, estas buscando el tuyo. Este lugar es temporal pero es la representación de que estas en camino. ¿Viste alguno que te gustara?
Edward la apretó a su costado.
- Estuve pensando en ello y... - carraspeo nervioso. - ¿Y si buscamos un departamento juntos?
Bella se tenso al escucharlo.
- ¿Quieres que... ?
- Si, nena. Yo... odio despertar solo y ahora ganare un poco más. Puedo usar mis ahorros para conseguir algo mejor que esta ratonera.
- Esta ratonera es agradable. - se rio Bella abrazandolo.
- ¿Qué dices? ¿Buscamos un lugar juntos?
Bella se mordió el labio dudando. No iba a ignorar esos dos meses de incomodidad y lejanía entre ellos. No habían sido poca cosa. Sin embargo, había algo en Edward. Mirarlo, sentirlo... rayos no podía dejar de sentirlo a pesar de todo.
- ¿Bella? - preguntó suavemente. - Sino...
- Te amo. - contesto dejandolo sorprendido. Era la primera vez que ella lo decía y pareció tener un efecto demoledor en su pareja que temblo en sus brazos antes de besarla con sentimiento.
- Te amo, Bella. Te amo demasiado.
- Buscaremos un departamento juntos y será nuestro hogar.
- Nuestro hogar. - acepto Edward con la voz rota antes de volver a besarla.
Actualidad
- Isabella Marie Swan. Detente. No dejare que vayas a ningún lado sin hablar conmigo.
La castaña se tenso al escuchar la voz seria de su padre a su espalda.
- ¿Qué pasa, papá? - giró cerrando la puerta de su auto.
- ¿No hay nada que quieras decirme? - gruñó molesto.
- ¿Qué... qué debería decirte? - pregunto palida.
- Creo que tu marido tiene que darme alguna explicación. Fui a tu departamento antes de regresar a casa y no lo encontre. ¿Donde demonios se metió? Lo que sucedió es muy grave y debe hacerse responsable.
Bella queria desmayarse. Estaba confundida. ¿Cómo se enteró? ¿Tanya confeso? Parecia improbable acababa de verla junto a su madre caminando con su vientre gigante como si fuera pavo real. Bella aguanto su sinverguenceria solo porque queria ver a su madre y esa perra no iba a impedirlo.
- Papá, Edward es quien debe dar las explicaciones yo...
- Debes decirme donde esta. ¡Esto es grave, Bella! ¡Arruinara su carrera!
¿Carrera? ¿Edward tenia problemas en el trabajo? ¿Esa conversación era por eso? Toda la sangre regreso a su cuerpo con tanta fuerza que casi se desmaya.
- ¿Esto es por trabajo? - pregunto pero sono aliviada.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿No lo sabes?
- Yo... aún no llegue a casa y no hable con Edward. - argumento nerviosa.
Charlie cruzo los brazos y la miro analitico.
- ¿Dónde esta Edward?
- Quizas sigue alterado y fue a otro lado. Yo... lo llamare y...
- ¿Alterado aún? - Charlie asintió sin creerle nada. - Ah comprendo. Quizas fue a beber algún bar a relajarse...
- Es posible. - susurro nerviosisima.
- Siempre fuiste muy mala mentirosa. ¿Dónde esta Edward?
Se quedo sin aire.
o
O
o
Actualización!
Este capitulo iba salir mas toxico pero cambie de idea.
Diganme que les pareció!
Saludos
