Hace 6 años
Debía haberse preparado mentalmente para lo que iba a ser buscar un lugar donde vivir. A eso debía sumarle que Edward estaba presionandola con el tema. Estaba estresada.
- Cariño, esta casa me gusta. - señaló su novio abrazando su cintura.
- ¿Viste ese atico? Es demasiado grande. - crítico mirando la fachada de la casa que acababan de visitar.
- A mí me gusta. Puedo poner un equipo completo de entretenimiento o de ejercicios. Compremosla, nena.
- Queda muy lejos de tu oficina.
- Tengo auto.
- Mira esa puerta roja...
- La podemos cambiar. Compremosla.
- Hacerlo arruinaría la estética del lugar. No estoy convencida.
Edward suspiro agotado. Era ya la octava casa que veían y seguía sin convencerse.
La vendedora se acerco fingiendo la mejor sonrisa posible.
- ¿Qué les pareció? Ya existen ofertas para esta casa si la quieren sería bueno dar ya una propuesta.
Edward quiso hablar pero Bella le gano.
- Queremos ver departamentos.
- ¿Departamentos? - pregunto tanto la vendedora como Edward sorprendidos.
- Si.
- Bien. Haré un listado que les enviare para que puedan revisarlo y me indiquen que departamentos les agradan. - sonrio de nuevo ocultando la molestia que habia detrás. - Nos vemos, señores Masen.
Ninguno la corrigió. Desde que empezaron con la búsqueda de una casa los trataban como un matrimonio. Era entendible y no le dieron importancia.
La vendedora subio a su auto mientras ellos dos empezaban su camino hacia el auto de Edward.
- Vamos a tu departamento, tengo sueño porque Tanya...
- ¿Por qué quieres un departamento ahora? Me dijiste que preferias que compremos una casa. - la interrumpió.
- Estaba equivocada. Es muy... no sé. Mejor es un departamento.
- ¿Muy qué? ¿Recien te diste cuenta? Llevamos tres meses buscando.
- No sé, Edward. - le contesto subiendo al auto cuando le abrio la puerta. - Una casa es para una pareja que ya esta casada y lleva años ahorrando. Nosotros llevamos juntos menos de tres años...
- ¿Y...? - insistio su novio sin cerrar la puerta.
- Edward, no lo sé. No me parece adecuado para nuestra situación.
- Nuestra situación. - contestó molesto y cerro la puerta.
Bella observo nerviosa como rodeaba el auto para subirse.
- Me refiero a que no me parece que sea el momento. - le aclaro cuando él se sentó en su asiento.
- ¿Y cuando será?
- Tal vez cuando... ahorremos - comento dudosa, era un tema que no habían tratado. -... y nos casemos.
- ¿Casarnos? Eso es solo un papel y no es un impedimento. - reclamo lastimandola con sus palabras. -Podemos comprarla ahora. Y sobre ahorrar, sé que no tenemos el dinero pero con la ayuda del banco...
- No quiero endeudarme.
- ¿Recien ahora me lo dices?
- Edward, no me juzgues por favor. Tengo muchas cosas en la cabeza y no esta mal que meditara mejor las cosas.
- Pudiste decirmelo antes de venir y perder el tiempo viendo esta casa.
- Estabas muy emocionado, yo no quería...
- Lo estaba porque esta casa es perfecta, Bella. No creo que ningún departamento pueda igualarla.
- Eso no lo sabes...
- Es espaciosa y tiene la excesiva iluminación que tanto querías. La cocina es de buen tamaño y el patio es tan grande que podremos colocar una piscina algún día. Es moderna y no esta lejos de la casa de tus padres. ¿Puedes considerarlo, por favor? Estoy agotado.
- Estas agotado, por eso estas conformandote con esta casa. El ático es demasiado grande, el estacionamiento solo acepta un auto, tiene demasiadas habitaciones...
- Cinco habitaciones no me parece un número tan exagerado.
- ¡Lo es! - replico sorprendida. - ¡¿Qué haremos con tantas?! Ni siquiera tendremos hijos, es un desperdicio.
El comentario que en su cabeza sonaba como un buen argumento pero sonó a un reproche al salir de su boca. Lo detectó ya que Edward no replicó inmediatamente. Giró a verlo un poco incomoda y noto su mirada pensativa.
- Tú quieres...
- Ver departamentos. - terminó por él. - Departamentos con solo dos habitaciones. No necesitamos ni necesitaremos más.
- Bella... - quiso insistir su novio.
- Mira, no quiero una casa. No necesitamos tanto espacio, al menos aún no. Tal vez cuando tengamos un perro... ¿o no quieres... ?
Edward la miro un segundo para luego suspirar.
- Si, cariño. Un perro estaría bien. - le contesto sereno.
- Edward, no quiero forzarte. Era una idea y...
- Esta bien. No me opongo. - le aseguro.
- Pero no quieres. - concluyó agotada y se froto las sienes.
- Amor...
- ¿Podemos ir a tu departamento? Realmente quisiera dormir. Tanya gritó tonterias toda la noche, es una pésima borracha. No puedo esperar a que mis padres vuelvan.
Hubo unos segundos de silencio. Bella siguio frotando sus sienes hasta que Edward solto el aire que aguantaba.
- Vamos. - Edward suspiro derrotado.
- Gracias. - se relajo contra su asiento al fin.
Habían pasado unos pocos minutos cuando Edward volvió a hablar.
- ¿Has pensado que clase de perro te gustaría tener? El otro día Jacob, ese chico musculoso de tu oficina, me dijo que su perro tuvo cachorros quizas...
- No tendremos un perro ahora. Era solo una idea.
- Los perros pueden vivir en departamentos...
- Un perro necesita espacio.
- Pero...
- ¿Ahora vamos a pelear por eso?
- No busco pelear. - contesto molesto. - Te estoy dando una opción.
- Edward no es momento para tener un perro. - suspiro tratando de controlar su caracter. - Por eso dije que podriamos pensarlo cuando tuvieramos una casa.
- Estas aplazandolo porque quieres. Podemos comprar una casa ahora y tener un perro, ¿por qué esperar?
- Acabo de explicarte que no es momento. Vamos poco tiempo juntos.
- Son casi tres años, Bella. - contesto molesto. - No es poco.
- Por eso viviremos juntos, bueno oficialmente. - su último comentario salió mas ácido de lo esperado y no lo noto hasta que no escucho replica. - Trato de decir que casi siempre dormimos juntos.
- Si, Bella. Así fue como sono. - contesto sarcastico.
- Edward, basta por favor. - le pidió. - Necesito dormir.
- Si ayer hubieras pasado la noche conmigo no hubieras escuchado a Tanya y sus estupideces. Sabías que tendriamos un día pesado. Sin embargo, no me escuchaste como siempre
- Quería dormir.
- Podías dormir en mi cama.
- Edward, sabes bien que no podemos estar en la misma cama sin coger.
- Eso no es verdad. Hemos dormido juntos en mas de una oportunidad.
- Cariño, pasas mas tiempo en mi vagina que cualquier ex pareja que haya tenido. Conozco tu apetito sexual. No hemos tenido sexo desde el martes, anoche ibas a pedirmelo y yo queria dormir.
- ¿Y yo te hubiera forzado?
- No, por supuesto que no pero tú... - se froto las sienes. - ¿Estas buscando pelear, no? No vas a parar.
- ¿Por qué siempre tengo que parar? ¿Por qué no tengo opción de opinar en nuestra relación? Todo lo decides tú.
- No digas tonterías, tú decides mucho e incluso mas que yo.
- Bella acabas de informarme que tendremos un departamento y luego una casa con un perro.
- ¡Bien! ¡No tendremos ningún maldito perro!
- Eso no es lo que trato de demostrar. Yo quiero opinar y que me escuches, solo te escuchas a ti misma.
- No seas injusto. He modificado mi vida a tus deseos ahora no puedes reclamarme.
- ¿Qué malditos deseos? ¿Cuándo yo te he... ?
- No acepte el trabajo en Seattle, me quede en la ciudad porque tú conseguiste un ascenso aquí y ya deje ir la idea de tener hijos. He renunciado a mis planes para acomodarme a ti y a tus planes. ¡No digas que no te tengo en consideración!
Edward no contesto. Solo apreto el volante con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.
Dejaron unos minutos pasar antes de que Edward prendiera el auto para partir.
Actualidad
- Esta dormida. - escucho voces susurrando cerca a ella.
- Lo sé pero debe ir.
- No ha dormido en dos días...
- Debo llevarla. Es lo que ella hubiera querido.
- Charlie... - se quejó su madre.
Sintio una mano frotar su brazo con cariño.
- Bells, despierta cariño.
Agotada abrió los ojos buscando el origen del sonido hasta dar con los ojos cansados de su padre.
- ¿Qué pasó? ¿Lo encontraron? - pregunto activando su cerebro.
- Si. - le indico su papá con una leve sonrisa. - Esta vivo, cariño.
La ola de alivio que la inundo fue tan grande que se sintió flotar y quiso reír, llorar y gritar. Pero nada salio de su boca solo se desplomo en la cama de su ex departamento y aspiro con fuerza el olor de la almohada de su marido.
- Él esta herido. - Charlie carraspeó. - Hizo algo muy peligroso e irresponsable. Es probable que reciba una sanción y tambien algún tipo de reconocimiento porque logro su objetivo.
- ¿Qué tan herido?
Charlie compartio una mirada con Renne.
- Fue baleado en el abdomen, su pierna esta destrozada por una caída y cuando lo encontraron estaba con serias infecciones. Cuando me llamaron seguían operandolo, es posible que... pierda la pierna.
- No, no pueden... - empezo a sollozar.
- Lo encontraron deshidratado y delirando. - siguio su padre.
- Esto no parece real, ¿esto no es real, verdad? ¿Qué esta sucediendo?
Charlie le sonrió compasivo mientras acariciaba sus cabellos.
- Debemos ir al hospital. - le conto. - Eres su esposa así que debes autorizar los procedimientos.
- Yo no... no...
- Sus padres y hermana estan en camino. Ya deben estar por llegar, debes estar ahí tambien.
- No puedo dejar que le quiten la pierna. Él... él... es un policia, necesita correr y... - lloró.
- No es algo seguro. - la tranquilizo. - Solo es una probabilidad. Date una ducha mientras yo hago unas llamadas. Te llevare al hospital.
Bella camino por su departamento temblando. Cerro la puerta del baño y entro a la ducha sin meditar en sus acciones. Cuando estuvo bajo el chorro de agua fue conciente que Edward había puesto los chorros de hidromasaje que ella siempre había querido. Su debil llanto empeoro y las lagrimas se confundieron con el agua.
Utilizo el shampoo de Edward y su jabon neutro. Era extraño hacerlo ya siempre habia tenido sus cosas en ese baño pero cuando lo abandono se llevo todo, no dejo rastros. Se tuvo que colocar ropa limpia de Edward mientras indicaba que quería estar comoda delante de sus padres que la vieron extrañados por las ropas anchas.
El camino al hospital fue terriblemente angustiante. Salto del auto apenas llegaron y corrió a la recepción preguntando por su esposo. Este ya había sido trasladado a piso y le dieron el número de habitación. Dejando a sus padres atras avanzo por los pasillos hasta llegar a la habitación 304. Entro sin tocar y bastante alterada.
Un médico y dos enfermeras estaban junto a él revisando a Edward, este estaba acostado en una camilla.
- ¿Usted es Bella Masen? - preguntó el hombre.
- Si. Soy yo. - acepto sin atreverse a entrar. Su mirada estaba clavada en el rostro lleno de heridas y moretones de su esposo.
- Necesitamos que firme unos formularios del seguro.
- Si, lo haré. - contesto ida.
- Su esposo esta estable. La infección esta siendo combatida favorablemente por los antibioticos y las balas no perjudicaron organos, las quitamos todas.
- ¿Balas? ¿Cuántas fueron?
- Tres.
- Dios mío.
- Su acompañante ayudo mucho a controlar que la infección no se agrabara, él esta vivo gracias a ella.
- ¿Acompañante?
- La agente Sawyer. Ella esta en la habitación de a lado.
- Creía que estaba solo.
- No. Ambos estuvieron juntos todo el tiempo.
Bella asintió dando un pequeño paso al interior de la habitación.
- ¿Su... pierna?
- Debera hacer rehabilitación y quizas nunca vuelva a caminar igual que antes pero logramos salvarla.
Bella sintió una oleada de alivio y se atrevió a ver la parte inferior de la camilla.
- Él fue sedado por las heridas y dolores. No despertara hasta mañana.
- Entiendo.
- Volveremos mas tarde para revisarlo. Con permiso.
El equipo salió del lugar dejandolos solos.
Bella caminó lentamente hasta que llego hasta el cuerpo golpeado e inflamado de su esposo.
- Me dijiste que siempre te cuidarías. ¿Qué demonios te pasó? - susurró dolida. - Tienes explicaciones que darme...
Con sumo cuidado acaricio el pomulo magullado de su marido.
O
o
Actualización! Bueno son cosas que pasan en un oficio como el de Edward. Esperemos su pronta mejoría.
