El agotamiento logro que se quedara dormida en la silla continua a la camilla. Los medicos entraban y salian constantemente pero no impidio que tuviera unas horas de sueño. No fue hasta que un movimiento cerca la desperto.
- Edward. - salto de inmediato pero no era su marido el que se movia. Era una mujer que no había visto antes la que estaba junto a él tomando su mano.
- Oh lo siento, no quise despertarla. - susurro con voz rota la mujer y se limpio las lágrimas.
- ¿Conoce a mi esposo? - pregunto mirando fijamente sus manos unidas.
- Oh si. Perdón, no me presente. Soy la agente Sawyer, soy parte del equipo del agente Masen. - dijo formal y seria.
- Soy Isabella Masen, su esposa. - quiso aclarar viendo la cercanía de ambos. Si esta era otra mujer mas...
- Si, te reconozco. Masen me enseño una foto tuya. - le contó. - La tuvo junto a él siempre, de hecho por eso vine. Hay algo mas que siempre tuvo con él.
La mujer solto la mano de Edward revelando un anillo, especificamente su anillo de compromiso. Bella se sorprendio al verlo, habían pasado meses desde que vio ese anillo. Se lo tiro a la cara cuando lo dejo.
- ¿Por qué tienes ese anillo?
- El agente Masen me lo dio para dartelo, la verdad creíamos que no iba a sobrevivir. Él... él me salvo la vida, estuvimos de infiltrados y cometi un error, error que puso en riesgo toda la operación. Iban a violarme por oponerme a consumir drogas junto a ellos, su plan era que consumiera para doparme pero no me deje y se pusieron mas agresivos. Masen no lo permitió, él lucho y arriesgo su vida. No quiero recordar lo que pasamos luego de eso, huimos y nos escondimos esperando ser salvados. Fueron días horribles pero ambos nos aferramos a lo que nos importa mas y él tenia tu foto y esto. - le entrego el niño. - Me dijo que era tuyo apesar de todo.
- Gracias. - susurro sin dar mas explicaciones.
- Yo vendré antes que me den de alta para verlo. Fue un gusto conocerte Bella, sé que Masen estara feliz de verte al despertar.
La agente Sawyer salio del lugar tirando del suero que tenia amarrado a su brazo.
Bella giro el llavero en su palma sin poder evitar notar algunas manchas marrones que debían ser de sangre.
- Por Dios Edward, esto es demasiado. ¿Cómo llegamos a este punto?
Suspiro ya que sabia que por el momento no tendría una respuesta.
Hace 6 años
- Me gusta el lugar. Es acogedor. - comentaba su madre mientras limpiaban los platos luego de cenar.
Ese día había sido la primera vez que ofrecían una cena en su nuevo departamento. Decidieron que los padres de Bella debían ser los primeros invitados. Todo había ido de maravilla, Edward se lució con sus ravioles en salsa blanca y Bella fue alagada por sus gustos en la decoración. Sin embargo, Edward estuvo detras de cada detalle desde las flores que adornaban el lugar hasta la música suave. Se había vestido exquisitamente y estaba guapisimo. Bella se sentía especialmente encantada por la cantidad de atenciones que él le había dado, tantas que cuando sugirio lavar los platos él solo lo acepto porque queria hablar con Charlie sobre algo importante. Por eso Renne la acompañaba en ese momento, apesar de estar intrigadas por el misterio prefirieron darles privacidad.
- ¿Si? ¿Has visto lo lejos que esta el baño de visitas? - criticaba Bella.
- No lo había notado.
- Deberia estar a la vista.
- La ducha de mi habitación no tiene hidromasajes, habia un departamento que si tenia pero su terrasa daba directamente a otro edificio. Solo por eso no quise que lo compraramos.
- La terraza de este es hermosa.
- Lo es pero le hace falta...
- Cariño, son detalles. - rio Renne deteniendola. - Cuando se casen podrán comprar una casa y si quieren pueden mandarla a hacer según sus gustos.
Bella suspiro por su comentario y siguio secando los platos.
- ¿Qué pasa?
- Nada.
- Oh no, esa cara desanimada es un letrero que anuncia problemas.
- Mamá... - se quejo con una risa.
- Sabes bien que no te parí pero te conozco muy bien Isabella. Dimelo. ¿Qué esta sucediendo?
- Edward no quiere casarse.
- Oh.
- Si, él no lo considera necesario.
- Bueno, no estoy de acuerdo. Un matrimonio es un pacto para toda la vida.
- Él no piensa igual.
- Cariño, tú eres mas tradicional. Deberías decírselo.
- No quiero obligarlo a nada.
- No considero que lo estarías obligando, si quieres casarte tu pareja debe saberlo. No estas diciendole que lo hagan inmediatamente.
- Edward es de tomar medidas inmediatas y no quiero que mañana me de un anillo porque sabe que eso me hara feliz.
- Él quiere hacerte feliz.
- Pero es mi sueño casarme, no el suyo. Si no le nace pedirme matrimonio, no lo quiero conducir a eso.
- ¿Y qué haras? ¿Conviviras con él por siempre? ¿Y cuando tengan hijos?
- Muchas parejas viven así y no tiene nada de malo.
- Esas parejas no soñaron casarse como tú.
- Pero Edward no lo soño asi que no tiene sentido.
- Uno debe ceder.
- Yo no lo obligare a hacerlo.
- Prefieres sacrificarte.
- Solo quiero que mi relación deje de tener tantos desacuerdos. No tienes idea de lo dificil que fue mudarnos aquí. No quiero volver a pasar por eso.
- Bueno aún es pronto, lo mejor es que se adapten a vivir juntos.
Bella asintio dejando el tema.
Cuando fueron a la sala encontraron a Charlie y Edward riendo mientras abrían unas botellas de vino.
- Cariño, haremos un brindis. - anuncio Charlie mientras servia y entregaba a cada uno las copas. - Por su nuevo hogar.
Edward la apego a su costado y beso su frente.
- ¡Salud! - bebieron pero Bella solo probo un poco antes de alejarse del líquido. No era fanática del vino.
- ¿Te traigo agua? - le pregunto su novio conocedor de sus gustos.
- Si, por favor.
- Esta bien. - su novio se alejo.
- ¿Por qué no tomas vino? - preguntó Charlie.
- No me cae bien.
Su padre la examino detenidamente. Edward regreso en ese momento con un vaso para ella y no tardo en abrazar su cintura.
- ¿Esto es lo que te tiene nervioso? - Charlie le pregunto a Edward directamente, el hombre mayor había tomado un color morado de pronto. - ¿Esto es lo que ibas a decirme?
El cobrizo lo miro confundido.
- ¿De qué hablas Charlie?
- La embarazaste.
La pareja se quedo embobada un segundo por tremenda pregunta mientras Renne saltaba de felicidad.
- ¡Felicidades!
- ¿Qué? ¡No! - aseguraron muy nerviosos. - No lo estamos.
- No me mientan. Los he notado extraños y quiero la verdad.
- Papá, no estoy embarazada. - le aseguro picada. - Estas haciendo acusaciones sin sentido.
- No me mientan. Vi que comiste el doble y Edward anda pendiente de ti todo el día.
- Estas exagerando, me gustaron mucho sus rabioles. Él sabe que son mis favoritos. Eso es todo. Tu comentario me hizo sentir gorda.
Edward rio y la apego a su pecho.
- Yo siempre estoy pendiente de ella. - continuo el cobrizo suspirando detras de ella. - Era otra cosa la que quería decirte pero bueno creo que no tengo porque esperar.
Curiosa por su discurso giro entre sus brazos para verlo. El hombre sonrió y sin quitarle la mirada de encima empezo a arrodillarse.
El mundo se detuvo.
- Isabella Marie Swan, tenía planeado este día por meses. De hecho estaba un poco desesperado porque tardamos en conseguir este departamento y tú sabes que esperar no es lo mio. - le guiño un ojo porque así era sobre todo en la cama. El cobrizo sostuvo su mirada mientras buscaba en su bolsillo una pequeña caja negra. - Bella estoy completamente enamorado de ti y sabía que eras la mujer de mi vida desde que te vi por primera vez, ahora quiero convertirme en el hombre de tu vida y trabajare para ser lo que esperas de mi. ¿Te quieres casar conmigo?
Impresionada y bastante sorprendida parpadeo dando bocanadas de aire hasta que termino sobre su novio abrazandolo.
- Claro que si. - acepto sonriendo contra su cuello.
- Te amo, nena.
- Y yo a ti. - admitio ya con lagrimas en sus ojos.
Edward tomo su mano y con delicadeza coloco el anillo de compromiso, era un anillo delicado con un diamante ligeramente rosa rodeada por pequeños brillantes.
- Es bellísimo. - alabo antes de girar para poder besarlo.
- ¡Felicidades!
Sus padres esperaron a que se levantaran para abrazarlos.
- Esto si que es una sorpresa.
- Queria pedirte permiso antes, Charlie. Sin embargo, arruinaste la sorpresa.
Todos rieron bebiendo sus vasos. Los nuevos prometidos estaban tan acaramelados que sus padres no tardaron en irse y darles privacidad.
Bella practicamente salto sobre su prometido dispuesta a disfrutar de él toda la noche.
- Sexo de prometidos. - rio ella extasiada de tanta felicidad luego del primer orgasmo que lograron en el piso del pasillo hacia su cuarto.
- Me gusta. - acepto Edward agitado. - Me gusta mucho.
- No puedo creer que estamos comprometidos. Creía que no creías en el matrimonio.
- ¿Dije eso? - pregunto confundido.
- Dijiste que el matrimonio era solo un papel... - le recordo.
- Oh... cariño, no quise dar a entender eso. En realidad no es así. Yo estaba estresado y quería comprar un lugar antes. Quería vivir contigo y estabamos demorando. No estar casados para mi no era importante.
- ¿Entonces si crees en el matrimonio?
- Si, además desde que te pedi que seas mia te dije que quería algo serio contigo. Casarnos era el plan además recuerdo claramente esa historia tuya con un velo de novia hecho de papel periodico...
- ¿Lo recordaste?
- Nena, recuerdo todo ademas Charlie tambien me ha contado cada una de tus asañas. Por supuesto que recuerdo todo lo que tiene que ver contigo. Siempre me subestimas. - beso su coronilla. - Incluso recuerdo... tu tarea de la escuela sobre ser astronauta... y ser mamá.
- Eso lo escribi cuando tenia 7 años. - rio. - La verdad te tengo miedo a las alturas y odio la fisica.
- Bueno pero no tienes miedo a los pañales ni odias los llantos infantiles.
Bella se apoyo en su pecho para ver sus ojos. ¿Estaba hablando de lo que ella creía que estaba hablando?
- Bueno quiero que esa Bella de 7 años sea feliz conmigo. - le indico tocando su nariz con la punta de su dedo.
- No te obligare a...
- Quiero tener un hijo contigo.
- Edward...
- Hablo en serio. No me gustan los niños pero quizas si es mío se sienta diferente.
- No es un experimento y si tu plan de vida no tiene contemplado un hijo es mejor...
- Mi plan de vida es hacerte feliz. Mis soldados me ayudaran en la causa.
- Edward así no. Tú tienes que desearlo, no es un cachorro o un peluche que regalas.
- Un hijo es un gran regalo.
- Un hijo necesita amor y unos padres que lo deseen por igual.
- Quizas sale igualito a ti, ¿cómo no lo amaría?
- Edward, no... - quiso llorar.
- Quizas tiene tus ojos o tu forma de hablar. - sonrio mirando su rostro. - Si pudiera duplicarte lo haría.
- ¿Y si se parece a ti? - susurro ella sin poder evitar soñarlo.
- Pues sería un niño muy guapo. - bromeo tratando de aligerar el tema, Bella sonrio asi que lo logro. - Yo me preocuparia mas por si salen dos. Acuerdate que mi familia esta llena de gemelos.
- Oh Dios mío. - susurro ella.
- Tú quisiste un bebé Masen, cariño. Es una posibilidad.
Ambos rieron.
- ¿Estas seguro de eso?
- Completamente, lo he pensado por mucho tiempo. Pero solo te daré uno o bueno tratare de embarazarte de solo uno. - le advirtio en broma. - Luego si me gusta eso de ser papá y si tú sabes convencerme quizas te de mis soldados sin casco una vez mas.
- Eres terrible. - rio ella feliz. - Pero acepto. Quiero a esos soldados sin casco cuando ambos estemos listos.
- Cuando tú lo pidas los tendras. - le aseguro. - De todas maneras les fascinas.
Se señalo el vientre bajo donde su erección ya empezaba surgir. Ella rio y lo tomo en su mano para prepararlo para otra ronda.
- ¿Por qué no me lo pediste antes? - pregunto unos minutos despues.
- ¿Un hijo?
- Hablo de pedirme matrimonio.
- Quería amarrarte. - rió tomando su mano para ajustar el agarre sobre su erección.- La verdad estaba dudando que me dirias que si... yo tome el comprar este departamento como una garantía...
- Eres un tonto. - puso los ojos en blanco. - No era necesario, hubiera dicho que si.
- Tengo que jugar mis cartas sabiamente.
- Tu inseguridad es un problema. - susurro no queriendo herirlo con sus palabras.
- Eres demasiado perfecta para mi.
- Y te amo. Deja de dudarlo.
- Ahora que tendras mi anillo...
- No tiene que ver con el anillo. Te amo, deja de dudar.
Edward la miro a los ojos y asintió.
- Ahora levantate. El piso esta frio y quiero mi segunda ronda en esa gran cama que compramos.
El cobrizo asintió dejandola libre de su agarre. La ayudo a levantarse con una sonrisa satisfecha. Bella puso los ojos en blanco ya que vio su mirada ir a sus piernas húmedas que tenían un hilo blanco fluyendo.
- Dios mío... que sexy te ves con mi semen. - comento empezando a tocarse.
- No entiendo que le ves de sexy a eso. - le comento mientras recogia su ropa.
Edward gimió a su espalda cuando se agacho para recoger su ropa regada.
- Esto de vivir juntos nos hara ninfomanos. - rio ella al sentirlo acercarse a su espalda para tomarla por atras.
- Oh si cariño, esto es solo el comienzo de una larga vida sexual. Tendremos sexo sucio de ancianos, te lo prometo.
Bella rio pero pronto olvido lo que dijo ya que su prometido empezo a moverse contra ella.
o
O
o
Nuevo capitulo! Me gusta escribir cuando estoy tensa y mañana son las elecciones generales de mi pais asi que todos estamos en incertidumbre.
Por otro lado, adelante este capitulo porque recibi un review pidiendome que salve la historia porque mis personajes no estaban evolucionando y que me estoy excediendo en toxicidad. Yo siempre tomo las criticas a mis historias tratando de no sentirme herida o tomarlo personal, sobre todo porque comprendo que mi forma de escribir o los dramas que abordo son densos e incomodan. Sin embargo, en esta ocasión quisiera pedirle a quien escribio eso (escribio en forma anonima) que no me lea mas. Si no le gusta el desarrollo o como romantizo a este Edward en especifico para que sufrir con esta historia toxica quizas no logre hacer una trama que se le acomode o agrade. Me quitan las ganas de escribir comentarios así ya que siento que me estan encasillando en una escritora machista y que mis historias son perjudiciales para las mentes jovenes, soy conciente que mis Edwards son de personalidades fuertes y explosivas y sobre todo toxicos pero siempre he tratado de demostrar como esos comportamientos los perjudican y alejan de sus objetivos.
Bueno sin mas que decir, me despido.
