Rosalie suspiró tensa por milésima vez mirando el rostro golpeado de su hermano gemelo. Junto a ella un hombre alto y serio acariciaba con cariño su hombro.
- Tranquila, va a despertar. - le susurraba él.
- Sabía que estaba en problemas, llevo meses sintiendo que algo va mal. Debí llamarlo, debí preguntarle que demonios pasaba.
- Cariño... - insistió el hombre arrodillandose junto a ella. - No te pongas así, recuerda que el bebé esta sintiendo todo.
Bella sintió simpatía por el esposo de su cuñada. Lo había visto un par de veces pero no habían sido agradables. Suspiro recordando los conflictos de Edward con Rosalie respecto a este hombre.
- ¿Tú como estas, querida? - la voz de su suegra la saco de sus recuerdos.
- Bien, Elizabeth. - aceptó nerviosa. - Yo estoy... bien.
Su suegra la miró con simpatía.
- ¿Sabes que él me dijo la última vez que hablamos?
Bella negó suavemente.
- Estaba nostálgico. - sonrió algo triste. - Le pedí explicaciones porque una madre sabe cuando su hijo esta sufriendo. - suspiro poniendo la vista en Edward. - Me dijo que te extrañaba, que habías ido a un viaje de trabajo y no paraba de pensarte. ¿Es un romántico, no? Siempre me dio curiosidad la forma de ser de Anthony cuando esta junto a ti, supongo que se resume en que es romántico cuando esta enamorado.
Bella largo a llorar con fuerza.
- Oh no, querida. Disculpame. - la abrazo. - Quería decirtelo solo para que vieras que mi hijo te ama. Estoy segura que no soportara hacerte sufrir de esta manera y despertara pronto.
Se dejo abrazar hasta que estuvo mas calmada.
Su suegro por su parte miraba serio a través de la ventana. Siempre formal y recto no se dejaba derrumbar. Sin embargo, se notaba en sus ojeras la preocupación que le generaba la situación.
- Creo que debemos ir al hotel. - recomendo el esposo de Rosalie. - Estas muy agotada.
- No me ire hasta que mi hermano reaccione. No pierdas el tiempo. - contesto cortante la rubia. - Necesito hablar con él.
- Rose...
- Royce. - lo cortó. - Mi hermano tiene que despertar sino no iré a ningún lado.
- Bien. - resignado se sentó junto a ella en el sofá. - Tony es fuerte, no te preocupes.
- No puedo creer cuantas veces he escuchado esa frase salir de tu boca.
- ¿Si?
- Cuando se cayó del árbol de niño o cuando se peleaba en la escuela. Dios... mi hermano siempre vive al borde del peligro.
- Lo recuerdo. - rió bajo el hombre. - Pero siempre sobrevive, míralo.
- No dejaré que siga exponiendose. Cuando despierte me va a escuchar.
- Creo que lo que menos necesitara son reproches, cariño. - Royce abrazó sus hombros para acercarla a él. - Déjalo sanar con tranquilidad.
Rose asintió al final relajandose contra su esposo.
Bella sintió un gran pinchazo en el pecho al ver la escena. Era agridulce ver una pareja enamorada. Al ver a su esposo lastimado en una cama de hospital miles de escenarios vinieron a su mente; escenarios de bellos momentos juntos.
Era extraño, ya no estaban juntos. Ella no tenía que estar ahí, ya no era su lugar pero no podía evitar sentirse culpable por no notar la ausencia de Edward. Si ella lo hubiera notado... la culpa la carcomía... Y tenia la paranoia de que su familia política lo sabía, por momentos creía tener la mirada fría de su cuñada sobre ella y la decepción de su suegra palpitando junto a ella.
La relación con la familia de su esposo siempre fue distante debido a los conflictos que tenían entre ellos. Sin embargo, nunca fueron malos con ella. Solo no habían interactuado mucho. Edward había dejado la relación con ellos casi por completo para convertirse en un Swan. Bella jamas se lo reprocho debido a que ella era muy apegada a su familia y esta lejanía provocaba que la única opción para pasar navidades fuera ir donde los Swan. Fue egoísta no importarle que mejoren su relación pero en su momento ella no lo vio así.
Sus suegros siempre fueron cordiales y atentos, Rosalie siempre fue fría pero no en un mal sentido. Solo no pudieron crear nunca un lazo de amistad por las circunstancias. Bella nunca imagino que siquiera Rosalie quisiera tanto a Edward como para viajar embarazada para verlo, siempre estaban discutiendo e hiriendose. Sin embargo, eran hermanos gemelos. Edward le conto alguna vez que de niños tenían telepatía y que podían sentir el dolor del otro. Supuestamente esa habilidad se desvaneció pero Bella tenía dudas, la mirada cargada de su cuñada casi gritaba que sabía que ella y Edward habían terminado.
- Bella. - su suegra la llamó.
- ¿Si?
- ¿Por qué no vas a la cafetería a comer algo? Prometo llamarte apenas exista algún cambio. Estas muy pálida.
- No quiero separarme de Edward. - admitió nerviosa.
- Ve Isabella, por favor. - el padre de Edward habló con ese tono formal y serio que la ponía nerviosa. - Sé que mi hijo enloquecerá si se entera que no hicimos algo porque comieras. Llevas mucho tiempo sin hacerlo.
Quiso negarse pero la mirada de su suegro lo impidió.
Tenía razon, desde que ellos habian llegado ella solo habia ido a comer una vez y cambiarse de ropa habia sido posible gracias a Renne, que le llevo una mochila con todo lo necesario. Llevaba esperando demasiado tiempo que despertara pero no lo hizo. El médico les aseguraba que era normal que tardara pero eso no ayudaba a sus nervios.
Llena del cansancio gracias a pasar la noche anterior en una silla incómoda camino por los pasillos del hospital queriendo llegar a la cafetería. El cansancio y preocupación era un factor común entre todos los que ocupaban ese lugar. Era espantoso ver a alguien cercano en un hospital, Bella no habia pisado uno desde la muerte de Marie, su abuela, y no creyo que tendria que volver a pisarlo tan pronto. Su padre por supuesto que corria riesgos y mas de una vez fue herido por maleantes a los que detuvo pero lo de Edward era diferente, habian intentado asesinarlo. Estaba horrorizada.
El sonido de su teléfono la abrumo sacandola de la nube dolorosa donde estaba metida.
- ¿Bella? ¿Cómo estas, cariño? - le pregunto Leah llena de preocupación. - No puedo creer lo que paso. ¿Cómo sigue Edward?
- Él esta mejorando. - contesto con un nudo en la garganta mientras recogia el cafe que había pedido y caminaba hacia una mesa. - Los medicos dicen que su recuperación tardara pero volvera a caminar.
- Oh Dios mío, me alegro mucho. - la voz de Jacob se escucho, al parecer estaba en altavoz. - Mi amigo es fuerte, Bells. Tranquila.
- Si lo es. - admitió ya que lo que habia sucedido no era poca cosa y Edward habia sobrevivido. - Esto no parece real, me siento tan abrumada...
- Oh cariño. - se lamento Leah.
- Bells... tienes que serenarte. Tu bebé no tiene que sentir este estres. Ya lo peor paso, es hora de que te relajes. - le recordo Jacob con preocupación.
Bella suspiro, había olvidado la gran mentira que le dieron hace casi un mes cuando Leah no quiso admitir su embarazo. Jacob creía que Bella estaba embarazada. Fue una tremenda tontería. ¡Gigantesca! Un problema mas a la lista de problemas de Bella. Sin embargo, no pudo contradecir a Leah cuando impulsivamente le dijo a Jacob del embarazo de Bella.
- Gracias, Jake. Esta situación me esta sobrepasando. - admitió, bueno al menos ya tenia una razon para tener un supuesto aborto espontaneo. Mierda, todo era un caos.
- Tranquila y no te preocupes por este lugar. Estamos dividiendonos tu trabajo asi que cuando vengas no tendras pendientes. - la interrumpio Leah nerviosa y con remordimiento.
- Gracias chicos. - les agradecio cansada. - Ire a ver a Edward, ya debería haber despertado. Le quitaron los sedantes pero sigue sin hacerlo.
- Hey, paciencia. No debe tardar en despertar.
- Espero que si. Adios, chicos.
- Adios, Bella.
Colgó suspirando con fuerza.
- ¿Qué voy a hacer? Dios mío...
- Tranquila, no estaras sola. - una voz amable la sorprendió haciendola saltar. Horrorizada giro encontrandose con los ojos verdes de su cuñada.
- Rosalie...
- Entiendo mejor tu angustia. - la mujer se sentó junto a ella. Llevaba un emparedado de pollo en la mano. - Cuando te vi supe que estabas preocupada por mi hermano, era obvio, pero había algo en ti que no entendía y ahora si. - sonrió simpática. - Tony siempre ha sido un desastre y tengo claro que mi hermano nunca fue un amante de los niños, una combinación peligrosa para ser padre de cualquier niño. Pero estoy segura que sera un excelente padre, mi hermano te adora y vera a tu hijo como una extensión de ti.
- Rosalie, yo no...
- No tengas miedo, cuando despierte podras decirselo. No te angusties mas por eso.
- Yo no...
- ¡Rose! - Royce se acerco con un paquete de donas entre sus manos. - Tu padre me llamó. ¡Ya desperto! ¡Vamos!
Ansiosas se levantaron para ir a la habitación. Bella nunca había sentido esos pasillos mas largos e interminables.
Edward las recibió con la mirada cansada y llorosa.
- Hola. - saludó con voz ronca cuando Bella estuvo en la puerta.
- Edward... - contesto ronca por la impresión.
El cobrizo le dedicó una media sonrisa que se vio extraña en un rostro tan lastimado como el suyo.
Rosalie la paso y se acercó a la cama para saludar a su hermano. De hecho, la familia Masen se acerco a él para preguntarle como se sentia y si necesitaba algo. Miles de preguntas aceleradas pero Edward solo la miraba a ella.
Bella incomoda retrocedió un paso provocando que la expresión de Edward cambiara a una de dolor. Cuando retrocedió el segundo el cobrizo soltó una lágrima pero asintió. Su expresión la dejó sin aire. Nunca había sentido tanto dolor como amor en su vida. Estaba destrozada. Quería verlo vivo y que fuera feliz, quería que ese hombre golpeado en esa cama de hospital fuera la mejor versión de sí mismo. Al mismo tiempo también quería dejar de sentir y dejar de querer lo mejor para él. Él no lo merecía, él la había engañado, él la había destrozado... ella no deberia ni siquiera estar junto a él en ese momento.
- Bella... - la voz de Royce la saco de sus pensamientos. - ¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?
- Si... yo... - retrocedió de nuevo.
Lo último que vio fue a Edward mirarla horrizado mientras ella se desmayaba.
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Mil disculpas por la demora pero la app de Fanfiction me esta haciendo la vida imposible. No he podido organizar el capítulo ni tampoco ha sido comodo escribir. Espero que hagan pronto una nueva actualización porque no tengo paciencia.
Dejando eso de lado, les pido sus opiniones y que creen que va a suceder.
