Hace 6 años

Observó a la gente en la boda bailar y beber alegremente, era un día especial y nada podía arruinarlo. Se había casado con él, con el amor de su vida.

Edward estaba demasiado guapo, su rostro brillaba por la felicidad desbordante y no dejaba de reír con sus amigos y familiares.

- ¿Eres feliz? - le susurró su marido en el oído.

- Si, mucho. - volteó para atraparlo entre sus brazos y besarlo.

Los vítoreos no se hicieron esperar.

Edward se acercó a su cuerpo para tomarla entre sus brazos para llevarla a la pista de baile.

Bella jamás había imaginado que podría estar tan feliz y tener tanto optimismo sobre como seria el resto de su vida.

- Te amo. - susurro en su oído cuando la puso sobre sus pies en la pista.

- Te amo mas de lo que podrías imaginar. - le contesto su esposo.

Los fuegos artificiales sonaron y ambos giraron para verlos iluminar el cielo. La noche era increible e inolvidable. Bella tomó el rostro sonriente de Edward y lo besó inundada por sus sentimientos.

- Ya deben cambiarse o no llegaran al aeropuerto.

Bella se despego de su esposo para sonreírle a su suegra.

- Gracias Elizabeth.

Luego consolo a Edward que oculto el rostro en su cuello debido a lo debil que el beso lo dejo.

- Vamos, cariño.

- ¿No puedo tenerte antes de subir al avión? Me muero por quitarte el vestido...

- Edward...

Le advirtió entre susurros.

- Vamos. - su esposo tironeo de ella para llevarla a la habitación donde tenían destinado cambiarse a algo más comodo para el viaje.

- Espera. - Bella detuvo su camino. - Necesito traer mi maquillaje, lo vas a arruinar y debo retocarlo sino notaran que...

- Que te cogí. - completo él tirando de ella. - ¿No es eso lo que hacen todos cuando se casan?

- Dios, Edward. - gruñó Bella cuando la metió a la habitación desesperado.

- Si, soy un Dios. - se acercó a su corpiño para sin esfuerzo bajarlo y liberar sus pezones. - Mios. - anunció antes de meterlos a su boca.

- Edward... - gimió. - Tenemos muy poco tiempo.

El hombre asintió y succionó tan fuerte que le provocó un grito. Bella tambaleó un poco por lo que Edward tuvo que estabilizarla con sus brazos. Pasó a atender el otro pezón con el mismo impetú pero esta vez bajo el cierre trasero del vestido blanco, el cual cayó segundos despues dejandola con un conjunto de lencería blanco que parecía sacado de una novela erotica.

- Mierda. - gimió el cobrizo. - Diosa, eres una diosa.

Retrocedió un paso para verla mejor mientras se abría el pantalon para liberar su erección que ya estaba mas que lista.

- Tenemos poco tiempo. - nerviosa le repitió cuando no reaccionó.

Edward cobrizo salió del hechizo que la imagen le provoco y asintió acelerado. Sin quitarle la vista de encima se quito la ropa desesperado hasta que quedo desnudo y preparado.

- No hay una cama aquí, es una habitación para...

Edward no la escucho, se acercó a su boca para silenciarla y tomó sus piernas para rodear su cintura con ellas. Muy seguro camino hasta chocar contra un espejo empotrado en la pared, fue ahí donde la aprisionó para poder verla a los ojos.

- Eres mi mujer, mi esposa y yo soy tuyo en todos los sentidos.

Bella hipnotizada por sus palabras asintió.

Edward bajó la mano por su cuerpo hasta tocar sus bragas que estaban amarradas a su brasier por ligas. Iba a ser una travesia quitar cada liga pero lo dejaria para despues. Su esposa confundida observo como no le quitaba las bragas sino que las tomaba entre sus dedos para luego tirar de ellas con fuerza creando una fricción dolorosa entre sus labios vaginales y como consecuencia tironeando de su clitoris. Edward tiró un poco mas pero no rompió la tela. Bella casi sin sentido luego de tremenda sensación bajo la mirada y observó la punta del pene de Edward colarse entre sus pliegues y la tela apretada para lograr atrapar sus jugos y lubricarse.

- Rompe la tela. - gimió. - Rompela.

El cobrizo siguió moviendo su pene de arriba a abajo por la zona volviendola loca.

- Edward... - suplicó al ver que la tela no permitía la penetración. - Rompe la tela.

- Me gusta mucho. No lo arruinare con otra cosa que no sea mi leche. - sentenció, luego con esfuerzo y un poco de dolor colocó la cabeza de su miembro en su entrada. Bella gimoteo ya desesperada.

- Metela. - suplicó acercando su rostro a su pezon para que no dejara de succionar.

- Ah, mierda. - gruñó mordiendo su carne mientras entraba. La tela de encaje estaba filtrandose tambien pero estaba logrando entrar a la fuerza. Bella sollozó un poco por el dolor cuando terminó de introducirse. - Esto va a doler. - gimió empezando a retroceder para luego introducirse con fuerza. - ¡Oh, si!

Sus caderas tomaron el control en ese momento y el cobrizo tuvo que soltar sus pezones para enterrar su rostro en el cuello de su esposa. Bella completamente abandonada le dejo todo el control de la situación.

La música afuera de la habitación apagaba los gritos de placer que ambos emitían y el sonido humedo de sus caderas uniendose salvajemente. Cuando el placer absoluto hizo su aparición Edward se enterró en ella dejando su descarga en su vientre mientras se retorcia contra el espejo de espada desesperada.

- Así, tomame. - le ordenó Edward apretando sus caderas con fuerza. - Mi leche te llena, siente como te calienta por dentro.

- Edward... - gimió excitada por sus palabras.

- Tu coño me esta comiendo. - susurró ronco contra su oído. - Me aprieta con hambre. Tiene ganas de mas. - gimió empujando de nuevo ya que seguía liberando pequeños chorros de semen. - Ahí, ahí, tiene mas. ¿Le gusta? ¿Sientes como me quiere retener?

- Si, si, si. - aceptó mientras se formaba un nuevo orgasmo producto de los espasmos de su miembro en su interior y sus palabras sucias.

- Mi leche le gusta mucho. - gimió ronco. - ¿Cómo a esa boquita tuya, no? - aun temblando bajó la mano y tomo su clitoris entre sus dedos para apretarlo. - ¿Te gusta, verdad?

- Si. Mucho. - gimoteó ahogada.

- Me la mamaras después. - le aseguro apretando duramente su clitoris. - Ahora, vente de nuevo nena. Necesito unos apretones en mi compañero, tiene que despertar de nuevo.

Sin darle tiempo a decir mas empezó a venirse con un grito agonico. Edward torció el rostro aguantando su apretón.

- Así, nena. Así. - la alentó apretando su clitoris y viendo la mezcla de su corrida y su semen desbordarse en su unión. - Sigue, así.

Bella perdió en conocimiento unos segundos por lo que Edward la llevo gentilmente al baño de la habitación. Agotada y relajada en la tina vacía dejó que su esposo limpiara todo lo posible su coño con una toalla humeda.

- Llegaremos tarde. - susurró mirando como su verga ya había tomado fuerza de nuevo. - Ese soldado debe caer.

Edward sonrió perversamente.

- Ayudame con él mientras limpio esta zona de guerra.

Confundida no entendió sus palabras hasta que el hombre acerco su miembro a su rostro.

- Vamos. - empujó su punta contra sus labios. - Sabes como bajar al soldado rapidamente.

Bella sabía que hacer asi que abrió la boca. Edward gruñó agradecido y siguió con su tarea.

Ya ambos satisfechos empezaron a correr por toda la habitación buscando su ropa y borrando como fuera posible las evidencias de su encuentro. El espejo estaba gravemente enpañado con sudor y la silueta del cuerpo de Bella contra él.

- Esta ropa interior esta muy humeda. - gruñó Bella colandose un pantalón suelto. - Desearia tener tiempo de quitarmela.

- En el avión trataré de ayudarte pero preferiría quitartelo con paciencia en el hotel. Tengo un par de ideas.

Bella solo rio ante sus palabras antes de dejarle un beso en los labios.

Ya cambiados salieron de la habitación. Si alguien los escucho era imposible saberlo pero todos parecían haber estado disfrutando de la fiesta. Ya que estaban atrasados las despedidas debían ser rápidas. Todos los felicitaron y desearon lo mejor. Sus padres estaban radiantes de felicidad sin embargo, el rostro de sus respectivas hermanas no parecía conforme por diferentes motivos.

Bella escucho a Edward reprocharle a Rosalie su actitud ya que Royce había sido invitado a la boda pero él no quiso ir y ella simplemente le contesto:

- Sabes bien que no estoy incomoda solo por eso. - luego se acercó a su cuñada con una sonrisa sincera. - Felicidades, bienvenida a la familia.

Por otro lado, Tanya le sonrió amarga.

- ¿Emocionada por tu primera vez? - le susurro amargamente al oído cuando la abrazo para despedirse. - Dile que sea gentil.

Bella levantó una ceja sorprendida por su comentario.

- ¿Qué?

- Duele si no son suaves, solo te estoy cuidando hermanita.

- No es necesario, hermanita. Ya pase esa etapa. Gracias.

La rubia abrió los ojos sorprendida. A lo que Bella interpreto como incredulidad. Quizas por orgullo mas que por querer compartir algo tan intimo con ella se acercó a su oído.

- Hace mucho que no le pido que sea gentil. No es su estilo tampoco. - le guiñó un ojo antes de acercarse a su esposo y tirar de él para ya irse.

El cobrizo no se despidió de Tanya debido a esto por lo que la rubia se acercó rapidamente para tomar a su cuñado entre sus brazos. Fingió un momento emotivo cuando en realidad le susurró palabras que lo dejaron paralizado.

- Ten cuidado, hermanito. - comentó en voz alta. - Cuando regresen no sean tres.

Algunos rieron por su chiste, sin embargo Edward se mantuvo serio alejandose de ella. Bella puso los ojos en blanco antes de tirar de su esposo para llevarlo a su auto.

- Que inoportuna. - se quejó Bella cuando ya estaban en el auto. - ¿Puedes creer que creía que era virgen? - bufó. - Es una estupidez.

- Si. - carraspeó concentrandose en la pista.

- Pero me dio una idea, ¿tú quieres que... - ella susurró acercadose a su cuerpo de nuevo. - ... tu semilla se apodere de mi vientre? - le gimió bajando la mano para tomar su miembro flacido sobre la ropa. - Tenerte en mi interior, sentir crecer a tu hijo ahí. - su miembro se agito y Edward apreto el timón. - ¿Quieres embarazarme durante este viaje?

Edward tembló bajo sus dedos visiblemente. Sin embargo, respiro hondo buscando controlarse.

- Quiero... quiero que nos disfrutemos como teniamos... planeado. Gozemos nuestro matrimonio y mas adelante te... haré un bebé.

- ¿Seguro? - le preguntó juguetona. - Me excita la idea. Tú creciendo en mí. - Edward tembló bajo sus dedos y ella rio.

- Si, amor. No hay prisa. - le aseguro. - Hagamos lo que planeamos, unos años para nosotros. Luego...

- Me embarazaras. - Edward dio otro respingo provocandole risas a su esposa.

Bella lo interpreto en ese momento como los nervios que cualquier hombre puede tener ante la idea de ser padre pero este no era el caso.

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Actualidad

Leah saltaba en su lugar emocionada por la música que invitaba a todos a bailar en el pub. Bella sonrió pero no se animo a acompañarla. Jacob por otro lado termino su trago de golpe para tener el valor de pararse y acerca a su novia para bailar.

Una gran nostalgia la invadio al verlos tan acoplados bailando en la pista, riendo y besandose.

- ¿Estas sola esta noche? - un hombre se acercó a ella, era bastante atractivo pero ya se había rendido con los chicos atractivos.

- No. - contesto escueta tomando un poco mas de su bebida.

- No veo a tu acompañante por ningún lado.

Bella lo ignoro y siguió observando la pista.

- Vamos a bailar. Se nota que estas muriendo por acompañar a tus amigos.

La castaña puso los ojos en blanco.

- No bailo con extraños.

- Me presento. - carraspeo el hombre. - Me llamo James Dindale, soltero, con un trabajo en el distrito financiero, fanatico de los animes y muy tímido.

- No parece que digas la verdad. - le dio un vistado de pies a cabeza.

- Que lo guapo que soy no te evite ver el nerd que hay en mi.

Bella volvió a poner los ojos en blanco pero rio llevandose su copa a la boca.

- Linda sonrisa.

Era un galán. Cualquier otra chica estaría tirando sus bragas por un hombre así de atractivo pero ella apesar de sentir deseo por él no se sentía bien. Llevaba casi dos semanas sin saber de Edward, ni una llamada o mensaje de texto. El cobrizo había cumplido y la estaba dejando en paz. Por otro lado, no sabía si comunicarse con sus suegros ya que ya debían saber lo que paso entre ellos y sobre la infidelidad... le hirvió la sangre recordar ese hecho, su hermana y él... era asqueroso y tambien lo era esa historia retorcida sobre como...

- ¿Qué dices hermosa? ¿Me concedes un baile? Prometo portarme bien, por ahora.

Bella asintió sin pensarlo y tomo su mano para llevarlo lejos de sus amigos. Ya en un rincón seguro se apego a él y empezo a bailar. El rubio se mordió el labio concentrando su mirada en el movimiento de sus caderas.

- Eres tan sensual como imagine. - se apego mas y siguieron el baile pero rozando sus cuerpos con segundas intenciones.

Bella se sintió deseada. Un sentimiento que llevaba apagado un buen tiempo. Edward siempre la había hecho sentir así, podía coger con ella en definitivamente cualquier momento y eso la hacía sentir poderosa sin embargo, su infidelidad hizo decaer su autoconcepto ya que ahora pensaba que Tanya había llenado vacios que ella no pudo y sobre todo había ganado su lugar en la cama de su esposo. Las lagrimas de rabia se agruparon en sus ojos.

- ¿Quieres ir a otro lado? - le susurro el hombre en el oído. - Mi auto esta afuera.

- ¿Qué te hace pensar que ire contigo?

- Nena, se que sientes el mismo fuego que hay entre los dos. - le aseguró muy seguro de sí e intencionalmente la llevo contra una pared detras de ellos, apreto su erección contra su vientre. - ¿Para que alargar el momento? Dejemonos llevar.

Y la beso.

Bella no había sido seducida ni besada en mucho tiempo. Antes la dinamica diaria con su esposo era de seducción pero de pronto eso fue enfriandose debido al trabajo y la falta de tiempo así que mas de una vez su marido se instalaba entre sus piernas para penetrarla sin siquiera una seducción previa. Al comienzo del matrimonio fue excitante ver su lado dominante, durante el noviazgo era sexualmente demandante pero ya casados esto muto a ser literalmente poseída por él sin preguntas. Edward podía venirse en su vientre mientras cocinaba o limpiaba, simplemente bajaba sus bragas para apoderse de su coño. Era al comienzo un juego erotico donde él le repetía que era su dueño así que podía hacerle el amor siempre que deseara pero luego se volvió en una costumbre incomoda ya que ella estaba aburriendose de la dinamica. Luego de la infidelidad, la seducción ya no estaba porque Edward no tenía ese poder aplastante que antes manejaba en la relación, sus encuentros sexuales fueron dominados por ella y mas de una vez lo dejo sin llegar a su orgasmo ya que se priorizaba a sí misma. Fue refrescante hacerlo sufrir en ese sentido, quizas fue una especie de venganza privada por lo poco atento que había sido con ella.

James entre sus brazos gimió ya que sus caderas habían empezado a responder a sus embistes.

Bella podía sentir su tamaño y lo duro que estaba por ella. Estaba segura que en otro momento no tendría problemas de tenerlo. Hace diez años lo hubiera llevado a casa sin problemas. Pero ahora estaba casad... no ella estaba separada y muy pronto divorciada. Claro que podía llevarlo a su departamento.

El hombre subio la mano para tocar su pecho.

- Aquí no. - susurró ella apartando su mano. - Vamos.

Tiro de él hacía la puerta del local con solo una idea en mente. Podía hacer con su vida lo que quisiera, ya no estaba amarrada a ningún hombre.

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Actualización! Qué les pareció este capítulo? Bella y Edward estan mas lejos que nunca! Qué creen que sucedera?

Gracias por su reviews son mi motivación.

Nos leemos pronto.