Hace cuatro años

- Eres un salvaje. - renegó molesta. - Solo tenías que aparentar unos minutos que no estabas incómodo...

- Yo no hice nada. Fuiste tú hablando con el idiota de Lewis, sabes que no tolero que te coquetee.

- Jamás le he dado a entender que tiene una oportunidad.

- De todas maneras odio que se te acerque.

- No puedes insultarlo por acercarse a mí.

- No lo insulte.

- Decirle que me te gustan los hombres tan formales y aburridos lo es.

- Para mí fue muy suave. Debía haber sido mas directo.

- No te llevare de nuevo. Es la última vez que vas a mis galas de navidad y tampoco te contaré sobre mis compañeros de trabajo. No quiero otra escena así.

- ¡Claro que debes contarme! ¿Si se sobrepasan?

- Si es asi lo sabrás pero si es algo tan estupido como Lewis. Prefiero arreglarlo sola.

- Bella...

- Por cierto, el sofá creo que será un lugar perfecto para ti esta noche.

- ¿Es en serio?

- Lo es.

- No puedes echarme de mi cama por algo así. - discutió molesto.

- Debo castigarte por lo que hiciste.

- No eres mi madre, eres mi mujer. - gruñó molestísimo.

Bella huyo de su toque porque vio sus intenciones de atraparla entre sus brazos.

- Oh no. Aléjate. - llego a su habitación con él pisandole los talones.

- No tengo por qué, es mi habitación, mi cama y tú mi mujer. - gruño alterado tomando su brazo y la apego a su pecho.

- Que estemos casados no significa que puedes forzarme a nada. - le refutó.

Edward la solto de golpe.

- Yo jamás te he forzado a algo.

- Ahora quieres forzarme a dormir contigo.

- ¿Qué? Estoy haciendote ver que porque estes molesta no significa que yo deba ser castigado. No soy un niño. Pero sabes... ahora soy yo quien no quiere dormir contigo. No quiero que mi presencia junto a ti te cause malestar.

Molesto buscó su pijama y tomo su almohada. Bella no dijo nada, solo alejo la mirada.

Esa madrugada ella dio mil vueltas en la cama, sentía frío y también estaba preocupada por su marido. Cuando escucho pasos en el pasillo fingió estar dormida, con alivio escucho a su marido acercarse posiblemente había esperado que se quedara dormida para colarse en la cama. Edward siempre había tenido problemas para dormir sin ella, en más de una oportunidad cuando no convivían él se colaba a su habitación para dormir con ella.

Sin embargo, el sonido de la cadena del baño siendo usada le rompió la burbuja. Y se sintió confundida por sus sentimientos cuando escucho a Edward caminar por el pasillo alejandose. Quizas despues de todo si podía dormir sin ella, pero ella no sabía como aceptar que no podía dormir sin él.

Actualidad

Nerviosa camino por los pasillos del hospital. Se había levantado muy temprano ya que no había dormido nada. Necesitaba estar presente ante la avalancha, sentía que su mundo iba a derrumbarse pero ella debía verlo para creerlo y seguir adelante. Vio a su madre a lo lejos y se acercó, inmediatamente esta la apretó entre sus brazos.

- Mi niña. - lloro. - Gracias por venir. Creo que no podré sola. - confesó.

- Tranquila, mamá. Serás una excelente abuela.

Renne le dio una sonrisa rota pero asintió.

- Los bebés nunca han sido... fáciles para mí. Me abruma cuidarlos, yo ya había olvidado la sensación y cuando Anthony...

- Tranquila, podrás con esto además Tanya se recuperará y...

Renne bajó la mirada adolorida.

- Ella será internada un tiempo. - confesó en voz baja. - En su intento de... - cerró los ojos nerviosa. - Se cortó el vientre, ella perdió el control y quiso sacar al niño pero no pudo y... se cortó la venas.

Bella levantó las cejas impresionada por sus palabras.

- ¿Lastimó al niño?

- No, en realidad no fue un corte preciso pero si se lastimo. Protección a los menores se entero y... - suspiro. - Me darán su custodia si el padre biológico no lo reclama. Yo... tengo miedo de que Tanya... me asusta que lo intente otra vez.

Lloro en su hombro destrozada por la horrible situación.

- Tranquila, mamá. Estoy segura que encontrarán una solución y...

- No encuentro una, me estoy desesperando. Yo... yo pude cuidar de... ustedes gracias a Charlie. Yo... me siento abrumada, es un bebé que ni siquiera tiene a su padre aquí. Tanya jamás quiso darnos información. Yo no sé si sea buena idea que él se haga cargo, no lo conozco y eso me asusta. ¿Y si lo lastima? No sé quien es y si aparece me quitaran a Tony.

- Tranquila. Estoy segura que es cuestión de tiempo para que este con su hijo. - le aseguro con el corazón pesado. - Lo verás y te aseguro que te sentiras mas tranquila.

- ¿Y si nunca aparece? Ay Dios... me aterra que Tanya lo lastime por lo alterada que esta además no sé aún si podrán vivir juntos. Deben evaluarla mentalmente cuando despierte.

- ¿Crees que la obliguen a irse de la casa?

- No lo sé, tal vez. Pero si se queda sola... ¿qué hará? Dios mío. - lloro. - Esto es demasiado.

- Mamá... - Bella la abrazó con pena.

- No tolero esto. Me volveré loca. ¿Cómo voy a cuidar un bebé? El único bebé que cuide ayer quiso matarse. No puedo, no puedo.

- Mamá...

- ¿Tú no podrías cuidarlo? Por favor, piensalo. Tú y Edward...

Como si invocara a un condenado el cobrizo apareció en el pasadizo. Se le veía mucho más delgado y demacrado que mientras se recuperaba del accidente. Sus ojeras eran escandalosamente grandes y su rostro serio asustaba a cualquiera. Se veía agotado de estar caminando con muletas por todos lados, junto a él estaba Royce vigilando sus movimientos.

- Edward. - lo saludó Renne con una sonrisa tímida. - Me alegra que tambien vinieras. Justo yo...

- Hola Renne, hola Isabella, ¿el niño esta bien? - pregunto serio y formal.

- Si. Él nació a la 1:43 de la mañana. Es un bebé precioso y muy tranquilo pero cuando llora todo el mundo lo nota. - rio suavemente pero con mirada triste. - Como Tanya...

- Tenemos que hablar sobre esto. ¿Charlie esta de servicio?

- No, él esta con el bebé. No le quita la mirada de encima. Lo adora.

Bella apartó la mirada para que no vieran sus lágrimas.

- Tengo que hablar con ambos. ¿Podemos buscarlo?

- Claro. De paso conocen al bebé.

Edward asintió.

Bella se quedó de piedra al ver la rapidez con la que él estaba llevandose a sí mismo a la horca.

- Edward. - lo tomó del brazo y le habló en susurros rápidos. - ¿Crees que sea el mejor momento? Hay cosas que no sabes sobre Tanya.

El cobrizo la observó sin emociones.

- ¿Qué pasa con ella?

Renne se había adelantado un metro.

- Vengan. Charlie me escribio, dice que ya desperto.

Edward asintió condecendiente a Renne safandose del agarre de Bella así que ella insistio.

- No es buen momento. - le repitió. - Los vas a lastimar.

- Es mejor acabar con esto de una vez.

Royce se había mantenido alejado hasta ese momento.

- Ella tiene razón. Estan felices por su nieto, les vas a quitar eso. Hazlo junto a Tanya, o en otro momento.

- Ella trato de suicidarse. Por eso, Anthony tuvo que nacer. No es buen momento, por favor. - le suplicó.

Edward alejo la mirada de ella y maldijo.

- Bien. - acepto safandose de nuevo de su agarre. - No diré nada. Por ahora.

Bella asintió agradecida.

- Me iré. Volveré mañana para acabar con esto.

- ¿Te irás? - preguntó Bella confundida.

- Volveré mañana y hablaré con ellos como me pediste.

- ¿Pero no quieres ver a... ?

- No, ya te dije que pienso al respecto.

- Sigue siendo tuyo, sin importar las condiciones o quien es su madre. - le susurró molesta y seria.

- No puedo hacer esto, no me siento su padre.

- Ya lo eres. - gruñó. - Hazte cargo.

- Lo único que puedo ofrecerle es dinero y eso haré. - le contesto. - Mírame, nisiquiera puedo caminar.

- Edward, le van a quitar la custodia a Tanya. Ayer estuvo a punto de dañarlo, se lastimó el vientre al propósito.

Edward y Royce se sorprendieron pero el cobrizo alejo la mirada.

- ¿Qué? - Royce se estremeció.

- Mi madre dijo que le darán el niño a ella pero Tanya volvera a vivir con ellos cuando se recupere. Esta en riesgo. ¿Me escuchas? Si pruebas que eres su padre...

- No, no puedo. Bella es imposible. - le respondió. - No sé nada de bebés y... - nervioso replicó.

Renne se había quedado esperándolos al final del pasillo sin querer interrumpirlos pero su rostro reflejaba curiosidad.

- Debes hacerte cargo, mañana hablarás y te darán la custodia...

- ¡No! - gruñó rabioso. - No dejaré que esa loca me amarre, ya jodió mi vida y no permitiré que me até a su vida con su hijo.

- Nadie te puso una pistola en la cabeza para cogertela.

- Ya te explique como fueron las cosas. - respiró hondo. - No voy a discutir aquí. Cometí un error si, fue no contarte todo y sacrificarme como un idiota cuando jamás has confiado en mí.

- ¿Sacrificarte? - se burló molesta. - ¿Qué sacrificios has hecho además de vivir conmigo cuando en realidad quería a mi hermana en tu cama?

Edward alejó la mirada cerró los ojos y respiró hondo.

- Tu hermana, si tu hermana...

- Sabes lo que trato de decir. Lo que hiciste fue asqueroso.

- No tiene sentido hablar, no crees nada de lo que digo y yo no voy a seguir discutiendo.

- Si, siempre discutimos. Esto no tiene sentido así que no me busques mas, cumple tu palabra por una vez en tu vida y deja de ir a mi departamento a buscarme. Es bastante patético de tu parte.

- ¿Qué? Yo no he ido. - replicó.

- No mientas, Ja... un amigo te vio hace una semana. Deja de buscarme en las madrugadas. No quiero ni querré estar contigo de nuevo.

Edward la miraba confundido hasta que la resolución lo golpeó y giró a ver a Royce.

- ¿Tú... ? - le preguntó quedamente.

- Fui yo, Bella. Yo me tope con tu novio y me fui. Lamento haberlos incomodado, fui porque...

- ¿Novio? ¡¿Qué carajos Isabella?!

- No me hables así, te recuerdo que estamos a punto de divorciarnos.

- ¿Te acostaste con él? Dímelo, ¿te toco?

- Eso no es tu problema.

Edward se quedó unos segundos observando sus ojos detenidamente hasta que Bella apartó la mirada. Ninguno dijo ni una palabra. El cobrizo de pronto golpeó con sus muletas el suelo lleno de rabia.

- ¡Esta es una maldita pesadilla!

Bella no contestó, ni se atrevió a mirarlo a los ojos de nuevo.

- Edward... - Royce tiro de su brazo queriendo contenerlo.

- Dile al puto ese con el que te acuestas que lo voy a matar, ¿me escuchaste? ¡Lo voy a matar!

- Tranquilizate. Te repito que no estamos juntos. - lo enfrentó pero no aguanto su mirada dolida mucho tiempo. - Ya nos vamos a divorciar.

- Eras mi mujer, Bella. Era lo único que me quedaba de ti. Lo único. - se quejó ahora adolorido tanto que su voz se quebró. Bella sintió hasta el último poro de su cuerpo retorcerse de dolor al escucharlo.

- Tú eras mío también. - susurró dolida.

- Yo sigo siendolo, yo sigo siendo el mismo idiota que mataría por ti. - lloró y con rabia aparto las lágrimas. - Te odio, hoy si te odio. No tienes idea de todo... mierda... - lloró de nuevo y Bella si dio un paso hacia él esta vez. - No pongas esa cara, porque no me vas a convencer de que te importo una mierda. Estoy cansado de sentirme un idiota, Isabella.

- Tú me engañaste con mi hermana. Esto no se compara. Yo solo estoy rehaciendo mi vida. - refutó con voz quebrada. - No vas a hacerme sentir mal porque no toleras que ya empece a vivir de nuevo.

- Vivir de nuevo... - se burló en voz rota Edward. - Pues felicidades, tienes una nueva vida pero a mí me mataste.

Bella se quedo en silencio porque el nudo en su garganta no la dejo respirar ni emitir palabras.

- ¿Y sabes? Te pude perdonar que no me creyeras o que desconfiaras. Pero que te vengaras de mi, no.

- Esto no es... ¿Sabes que? no tengo porque darte explicaciones. No estamos juntos desde...

- ¡Me importa una mierda! ¡Sigues siendo mi mujer! Mi puto anillo sigue perteneciendole a tu dedo.

Bella no contesto a sus palabras energicas y se abrazo.

- Hiciste justamente lo que sabías que me mataría, no te importé. Cuando yo sigo como el mayor estupido del mundo velando por ti y suplicando por otra oportunidad.

- Bueno ya no supliques mas. - contesto pero se arrepintió de inmediato. Es mas torció el gesto adolorida por sus palabras e inmeditamente abrió la boca sin saber que decir.

- Tienes razón. - tan dolido como estaba negó con la cabeza retrocediendo sus pasos. Se encontró con Royce que como un fantasma estaba a unos metros sin intervenir mas. - No, no te vuelvas a meter Royce. Te lo pedí, confíe en ti.

- Era importante, Edward. Mira lo que pasó y si...

- Ya pasó, al final pasó como te dije. No te vuelvas a meter. - gruño con voz letal. - Isabella y su novio no deben ser perturbados. - la mirada que le dió la hizo sentir incomoda, sintió la frialdad de él algo que jamás había experimentado. - Vamos Royce.

El rubio asintió y empezaron a caminar dejandola sola y abrumada. Tardó unos minutos en serenarse lo suficiente como para acercarse a su madre que la esperaba a varios metros de distancia, posiblemente no había escuchado los gritos.

- ¿Qué pasó? - preguntó Renne nerviosa. - ¿Hablaban de Anthony, verdad? ¿No quiere cuidarlo?

- No, no se siente preparado. - susurró.

- Bueno, no lo juzgare. Quizas solo quiere hijos propios, a un niño de su sangre si va a amarlo. - Renne la abrazo al verla lagrimear. - No llores, querida. Estoy segura que cuando te embaraces no se comportara así. Te adora y a un hijo tuyo aun mas.

Bella no contestó, no quería derrumbarse.

- Ahora vamos a ver a mi pequeño principe. Tu padre me dijo que podremos entrar a los cuneros y tomarlo.

Si Renne sintió su tensión no dijo nada, solo tiró de ella hasta que llegaron a la zona de recien nacidos. Su padre estaba detras del vidrio, con el pequeño Anthony entre sus brazos. Se acercó hasta el vidrio para que lo vean.

Habían heredado el cabello de su padre, era innegable. Verlo fue con ver una foto de los albumes de su suegra. Ese cabello cobrizo estaba rizado y resaltaba en contraste con su piel clara pero sonrojada. El pequeño bostezo y Bella podría jurar que la miró a los ojos. Anthony sonrió antes de cerrar los ojos y volver a dormirse.

- Es un ángel. - comentó Charlie muy emocionado.

El bebé atrapo el dedo de su abuelo con fuerza logrando sacarle un lagrima de felicidad.

Bella se quedo hipnotizada. Ese niño había representado el mayor dolor que había pasado en su vida pero no podía culparlo, no tenía ni un día en el mundo y no tenía a ninguno de sus padres junto a él. De pronto recordó su infancia, las veces que añoro a su madre esa que no conoció ni tenía fotos. Ese pequeño pasaría por lo mismo y se le rompió el corazón, su padre no podía hacerle esto. No podía permitir que esa personita indefensa pasara por el dolor de la ausencia.

- Anthony. - susurró a través del vidrio. - Vas a estar bien, te lo prometo.

o

O

o

Actualización!

Esto se esta cargando a tope para que explote... ! Preparense. Ya saben que me encanta lo tóxico así que no me digan que no les advertí.