Hace unos meses

Bella había mandado comida a casa porque no tenía animos de hacer la cena. Solo esperaba que Edward recibiera la comida ya que ni le pregunto si estaba en el departamento. Habían estado distanciados ese último mes y ella no tenía energía para arreglarlo. A veces su esposo podía ser muy poco comunicativo cuando estaba estresado y eso la afectaba pero ya habían estado juntos muchos años así que sabía que necesitaba ejercer presión hasta que él explotara y ella pueda tranquilizarlo, estaba muy cansada para hacer eso. Quizas el fin de semana lo llevaría a algún lugar para estar solos...

Eso estaba pensando cuando escucho gritos en su departamento.

Asustada abrió la puerta.

- ¡Me das asco! ¡Alejate!

- ¡Antes no decías lo mismo!

Dentro estaba Tanya y Edward discutiendo en voz alta. Sorprendida se acercó lo suficiente para que sean conscientes de su presencia.

- ¿Qué... ?

- Vamonos de aquí, necesitamos hablar. - Edward se acercó a ella inmediatamente tomando su cintura para sacarla de ahí.

- ¡Bella no! - grito Tanya acercandose con lágrimas que antes no vio en sus mejillas. - Él me engaño, yo no sabía. ¡Perdoname!

- ¿Qué pasa? - pregunto desde los brazos de Edward que la llevaban a la puerta.

- ¡Me embarazo! - gritó tan fuerte que estaba segura que los vecinos escucharon.

- ¿Qué... ? - se quedó sin aire.

- No la escuches, vamonos.

- Me prometió que te dejaría, que no te soportaba mas. Me dijo que estaríamos juntos. - Tanya le aseguro entre su llanto. - Yo no quería lastimarte.

- ¡Callate! - le grito Edward violentamente. - ¡Eres una perra mentirosa! ¡Jamas dije esas cosas!

- ¡Tu hijo es la prueba de que digo la verdad!

- ¿Qué sucede? - Bella no podía creer lo que pasaba.

- Edward me embarazó. Tendré un hijo suyo.

- ¿Qué? - volteó a ver a su esposo que en ese momento estaba tenso.

- Las cosas no son como ella las dice. Ven conmigo. Vamos a hablar solo tú y yo.

- ¡Mira la ecografía!- gritó Tanya levantando la imagen en blanco y negro.

Bella esta aturdida con tantos gritos y empujones de Edward por sacarla de ahí.

- ¡Basta! ¡Cállense ambos! - les gritó alejándose de Edward. - Necesito que me expliquen que esta pasando aquí.

- Que sea tu marido el que confiese. - Tanya reto cruzándose de brazos.

- Esta loca, esta obsesionada conmigo hace mucho tiempo. Me acosa y persigue. - empezó Edward a relatarle.

- Vamos, dile. Dile que me prometiste. Habla o hablaré yo, sabes que no le va a gustar lo que diré. - amenazo.

- ¿Qué pasa Edward? Me van a volver loca.

Edward se tironeo el cabello desesperado por no encontrar las palabras para expresarse. Boqueo un par de veces hasta que Tanya no lo soporto y le entregó la ecografía a Bella.

- Me dejo embarazada. Llevamos meses acostándonos a tus espaldas.

Edward negó inmediatamente.

- Tú y yo jamás...

- Miénteme en la cara y dime que jamás me has tocado. - lo retó Tanya para luego voltear a ver a Bella. - Tiene un lunar en el muslo derecho junto su ingle, en su espalda baja tiene una mancha de nacimiento y le gusta estar arriba cuando se viene.

- Edward... - le preguntó aun sin poder creer en la situación donde estaba metida.

- Por favor, escúchame. - le pidió tomando su rostro entre sus manos. - Las cosas no son como ella dice, confía en mí. Yo te amo y jamás la escogería a ella sobre ti. Jamás.

- ¡No le mientas! - gritó Tanya. - ¡No me hagas decirle... !

- ¡Se lo diré yo! ¡No dejaré que me chantajees!

- ¡Bella escúchame! ¡Es su hijo! - insistió Tanya directamente a su hermana. - ¡Nos hemos estado acostando y ahora debe hacerse cargo!

- Esto no esta pasando. - susurró apoyándose en la pared por un repentino mareo. Edward se acercó de inmediato a socorrerla.

- Tranquila, amor. - susurró preocupado.

- ¿Es verdad? ¿Qué esta pasando Edward?

- Perdóname, amor. No puedo decirte mucho, solo confía en mí. - le suplicó.

- ¿Es tu hijo? No me mientas, solo dime si es tuyo. - le pidió debilitada.

- Yo... - susurró. - Hay muchas cosas que debes saber, por favor confía en mi y...

- Edward. Por favor, solo es un si o un no.

El cobrizo empezó a llorar.

- No lo sé.

Bella sintió en ese momento que su alma se hacía trizas.

Actualidad

El señor Masen había tenido una discusión muy fuerte con Edward. Tanto que tuvieron que sacarlo de su habitación. Bella junto a Royce tuvieron que comprometerse a evitar otro enfrentamiento sino querían que el señor Masen fuera sacado del hospital.

Edward estaba muy molesto y había pedido que nadie lo visitara ni siquiera su esposa. Esto puso muy nerviosa a Bella ya que quizás la discusión provocaría que Edward decida no hacerse cargo de Anthony o algo similar.

- Hablé con la encargada de Servicios Infantiles. - el señor Masen le informó cuando estuvieron solos en el pasillo. - Ya tus padres le informaron antes que Edward iba a renunciar a sus derechos, ella ha estado evaluando la situación de Tanya y se niega a ver con buenos ojos la decisión que Edward estaba tomando por lo que estaba planteando llevarse a Anthony a un hogar de acogida hasta que el juez decida si tus padres son aptos.

- ¿Un orfanato? - susurró Bella dolida.

- No estoy seguro pero imagino que sí. Será mientras se define su futuro y eso podría tardar muchos meses. Además esta el riesgo de que terminen decidiendo darlo en adopción.

- No podemos permitirlo. - se negó nerviosa y temblando. - Podemos cuidarlo.

- De eso quería hablarte. - el señor Masen la miró seriamente. - Edward me dijo que quieres quedarte con el bebé a pesar de... todo.

- Quiero que Edward se quede con él y yo puedo ayudarlo, se lo ofrecí.

- ¿Entiendes lo que implica? - el señor Masen carraspeo. - Edward saldrá del hospital e irá directo a Chicago, si se queda con el niño también iría. Lo que significa que tú también. ¿Estas dispuesta a renunciar a todo lo que dejarías aquí? Tu trabajo, departamento, novio...

- Edward ya le contó. - Bella se tiró de los cabellos molesta. - No tengo novio.

- Mi hijo no para de repetir que sí y eso hace que no quiera analizar la situación con lógica. - admitió su suegro. - ¿Tú eres consciente de lo que le propusiste? ¿Estas dispuesta a dejarlo todo por Anthony?

Bella se dio unos segundos para pensar. Por supuesto que Edward se iría a Chicago ya había pedido su traslado además era lo mejor para Anthony considerando lo loca que estaba Tanya.

- Si yo no acepto, ¿existe posibilidad de que Edward acepte la custodia?

- No. - su suegro suspiro. - Por eso discutimos, tu propuesta al menos lo tiene confundido pero sin ella... No quiere hacerse cargo del niño, es entendible considerando su concepción. - admitió sorprendiendo a Bella, su suegro le creía. - Sin embargo, es su hijo. Solo verlo me hizo retroceder en el tiempo.

Bella asintió recordando las miles de fotos que sus suegros tenían de sus hijos. No tenía dudas de que Edward era su padre. Por eso es que Bella no podía permitir que el niño sufriera daño alguno. Era parte de Edward también.

- Voy a hacerlo. Dejaré mi trabajo. De todas maneras en Chicago podré cuidar de Anthony si no estoy trabajando. - acepto y se sorprendió de lo poco que le costo. Sin embargo, se puso un año como máximo de tiempo. Volvería trabajar luego de eso.

- Es muy generoso de tu parte Bella.

- ¿Si le digo a Edward cree que aceptara?

- No lo sé con seguridad pero tu siempre has sido su mayor debilidad.

Bella asintió meditando en que momento le diría a Edward si este no quería recibir visitas.

La aparición de sus padres pálidos al final del pasillo le genero una mala sensación. Estaba segura que Tanya tenía algo que ver hasta que vio a una mujer junto a ellos conversando y poniendo mas tensa a Renne.

- Es la asistente de Servicios Infantiles.

Bella se tenso.

La mujer fue directamente a hablar con el medico de Edward que en ese momento estaba en la estación de enfermeras. Cuando la mujer se acercó a la habitación de Edward junto al médico, Bella sintió que se moriría de la angustia así que no dudo en meterse también junto a sus padres. El señor Masen no podía entrar así que se quedo afuera.

Cuando entró lo primero que escucho fue a Edward contestando a una pregunta que la asistente había hecho.

- No puedo tener la custodia. Mi trabajo hace imposible que lo cuide. - justifico Edward con voz cansada.- Dentro de poco me mudaré así que no tengo un lugar para él en mi vida.

- Nosotros somos mayores pero podemos cuidarlo. - insistió Renne llena de dolor.

- Es cierto. Sin embargo, su hija tendría acceso al niño y es algo que debemos evitar mientras el juez evalúa si puede compartir custodia con el padre. Según este informe ustedes son los únicos familiares de la señorita Sawyer y eso es un riesgo. Perdón señores Swan, pero debo velar por la integridad del menor.

- Yo voy a ayudar a Edward a cuidarlo. - susurró Bella sorprendiendo a todos los presentes.

El cobrizo sorprendido por sus palabras no contesto.

- ¿Usted es?

- La esposa de Edward.

- Leí en el informe que están separados.

- Hemos decidido darnos otra oportunidad. - le contestó con un tono de voz que sonaba dudoso.

- ¿Estas segura, querida? - preguntó Charlie muy tenso. - Esto es muy difícil para ti. Además de que también trabajas.

- Yo, creo que podemos solucionarlo. ¿Verdad, Edward? Podemos.

Edward no contestó.

- Ya que se trata de un caso muy grave. Necesito tener todos los datos de quienes estarán a cargo del niño. Vamos a monitorearlos y vigilar que medidas de seguridad van a tener respecto a la señorita Sawyer. - la trabajadora social presionó. - Necesito una respuesta señor Masen.

- Si digo que no, ¿Qué procedería?

El corazón de Bella se apretó dolorosamente.

- Si renuncia a sus derechos. Llevare a Anthony a un hogar de acogida mientras el juez determina si su madre no es un peligro o que sus abuelos no pondrán en contacto al niño con ella.

- ¿Y si acepto?

- El niño será solo suyo. La madre tendrá que luchar en la corte por visitas supervisadas.

Edward se pasó las manos por los cabellos desesperado.

- ¿Puedo pensarlo? Esto no estaba en mis planes.

- Claro. Puedo volver en un par de horas pero será para que me dé su respuesta definitiva.

- Esta bien. En dos horas la daré.

La asistente social los dejo solos.

- Edward. - Charlie se acercó. - Te vamos a ayudar en todo lo que sea posible. Podemos cuidar de Anthony mientras trabajas. Tanya estará internada por un tiempo y no sabemos que dirá el juez sobre lo que intento hacerle a Anthony. Te juro que vamos a ayudarte siempre y mi nieto tendrá todo nuestro apoyo.

- Charlie, yo ya no confío en tu palabra. - afirmo fríamente. - Ahórrate el discurso.

Bella se acercó en ese momento.

- ¿Qué hay de mí? ¿Confías en mí? No te dejaré solo. - le aseguró y trato de tomar su brazo pero de nuevo Edward se alejo. - No dejaré a Anthony solo.

- No estoy listo para esto. - fue su respuesta decepcionando a Bella. Quiso insistirle pero de nuevo el nudo en su garganta la dejo sin palabras.

- Nadie lo esta cuando se convierte en padre. - comentó Charlie sin rendirse. - No permitas que el niño vaya a un hogar de acogida. Podemos solucionar esto entre nosotros.

Edward alejo la mirada y suspiro largamente.

- No entienden lo difícil que es esto para mí.

- Estoy segura que no. - Bella volvió a intentar tomar su mano volviendo a ser rechazada. - Déjame ayudarte.

- ¿Ayudarme? - se burló. - Hace unos días no te importaba si estaba vivo o muerto mientras te revolcabas con ese idiota.

Charlie carraspeo incómodo.

- Estaré con tu madre.

Renne estaba desecha en llanto y se había ido al pasillo para poder seguir desatando su dolor lejos de ellos.

Bella respiro hondo antes de sentarse junto a él. Paciencia, paciencia se repitió.

- No voy a discutir ese tema contigo, estábamos separados. - Edward alejó la mirada. - Esto es por Anthony, quiero ayudarte por él. Porque merece una buena vida. - Edward la ignoro magistralmente, perturbándola con su indiferencia. - Yo... - Bella limpió sus lágrimas. - Escúchame por favor. Ya te prometí que será un nuevo comienzo para nosotros...

- ¿Me crees cuando te digo que no toque a Tanya? - la interrumpió secamente. - ¿Siquiera tienes dudas al respecto?

Bella quiso acercarse a abrazarlo porque se sintió débil al escuchar su tono. Necesitaba su contacto físico. Necesitaba algo de él que en palabras no podía expresarlo, ese algo la estaba dejando sin aire por su ausencia. Y fue peor cuando Edward la alejo de su cuerpo.

- Respóndeme. - le exigió.

- Yo... - llorosa no pudo verlo a los ojos. - Yo... te creo. Si creo en tu versión.

Hubo un gran silencio entre ellos.

Bella no dijo nada porque no podía parar de llorar por muchos minutos. Edward por su parte estaba llorando silenciosamente. Algo estaba roto entre ellos y ambos a su manera sabían que probablemente no tenía arreglo.

- Bella, ya no llores. - le pidió en voz baja. - Ya no hay nada que hacer.

- Lamento... - susurro.

- Esta bien, yo también tengo la culpa por no hablar a tiempo. Por tener miedo de la verdad y que tú me vieras como un cómplice en todo este enredo. Si soy sincero siempre creí que me dejarías al primer error y tenía razón. - sonrió con amargura. - Mi error fue protegerte de todos incluso de ti misma.

- ¿Puedes decirme que es eso que todos me ocultan? - le pidió. - Estoy cansada, sé que mis padres están involucrados y no he podido enfrentarlos aún porque Anthony es mi prioridad ahora y la verdad... tengo miedo. Por favor, dímelo tú. Sé que harás que sea mas sencillo para mi.

- No es el momento para hablar de eso. Y la verdad ya lo intente antes pero no quisiste escucharme.

- Mi mamá acababa de decirme que me eras infiel y...

- Cierto, no dudaste un segundo que fuera verdad. - recordó con amargura. -Mira creo que no soy la persona indicada para hacerlo, háblalo con tus padres.

- Necesito saberlo para entender todo y poder...

- ¿Perdonarme? - la retó. - ¿Quieres entender mis razones para acostarme con Tanya? Veo que sigues sin creer que no la toque y que esa loca...

- No, no. - Bella empezó a desesperarse. - Entender porque no me dijiste nada, entender porque caíste en su chantaje. Es eso. Te creo.

Edward suspiro.

- Y yo no te creo a ti. Solo quieres manipularme para que me quede con ese niño.

- Edward...

- Te daré a Anthony. - las palabras de Edward la sorprendieron cortando su súplica. - Aceptare la custodia y te lo daré, si lo quieres puedes ser su madre.

- Edward veras que juntos... - empezó emocionada.

- No, juntos no. - Edward se negó. - No puedo hacerlo. Será solo tuyo porque nos vamos a divorciar. Hablaré con mi padre y le pediré ayuda para ver la forma de que tú seas su tutora legal, ya que aún eres mi esposa debe haber una forma.

- Edward no, así no... - volvió a llorar. - Por favor, no hagas esto. No nos dejes.

- Bella, tú me dejaste. - le recordó.

- Quiero otra oportunidad. - empezó y esta vez tomó su mano con fuerza.

- Quieres una oportunidad ahora por Anthony. No porque me ames. No merezco eso.

- Te amo. Te amo. - empezó a llorar con mas fuerza. - Juntos podemos con esto. Tú y yo. Juntos.

- No merezco este amor condicional, no merezco que me obligues a ser papá para mantenerte a mi lado. Sin Anthony ni siquiera me estarías hablando en este momento.

- Creía que no me amabas, que estabas acostándote con mi hermana. No seas injusto conmigo, yo no sé nada. - le recordó dolida. - Y si es verdad lo que dices Tanya va a ver la manera de destruirme dentro de poco. No me dejes, por favor. Te necesito.

- Estas siendo egoísta. - le replicó Edward. - Cuantas veces yo te suplique.

- Discúlpame. Empecemos de cero, tú y yo. - insistió. - Te compensaré, yo... Vamos a Chicago, dejaré mi empleo y cuidaré de Anthony mientras trabajas.

- Amas trabajar, siempre amaste trabajar incluso mas que a mí. No permitiré que dejes algo que amas por el niño.

- Edward no. - seguía aferrada a su mano. - Yo siempre te he amado mas que a nada.

- Entonces creo que no tenemos la misma capacidad de amar. - susurró el cobrizo.

Bella sollozó destrozada.

- Vamos a Chicago. Por favor. Vamos a Chicago.

- No Bella. Yo quiero ser feliz y con Anthony no podré.

La castaña se le partió el corazón al escuchar su voz rota.

- No puedo elegir entre los dos. - susurró. - Yo te necesito y él me necesita.

- Lo entiendo, por eso no te pediré que lo hagas.

- Edward te juro que sé que podemos ser felices. - abrazó sus hombros y besó su cuello.

- Bella... - Edward se quejó queriendo alejarse pero sin poder lograrlo. - Yo no me siento cómodo asumiendo esta paternidad, este proceso no fue como lo soñé contigo.

- Puedo embarazarme de ti. - le ofreció Bella. - Piénsalo, así te sentirás como un papá y con Anthony se te hará mas sencillo todo. Vamos, piénsalo. Yo estoy dispuesta a todo.

Siguió repartiendo besos hasta que llego a sus labios. El cobrizo no se alejo así que ella aprovecho para demostrarle con ese beso todo lo que sentía por él. Era un amor agonizante el suyo y ella no iba dejarlo morir.

- Tengamos un hijo, piénsalo. Estarías en mí por nueve meses. Tú viviendo en mí. - susurró besando su cuello. - Me sentirías tuya otra vez, ¿verdad?

- Bella... - se quejó Edward. - No hagas esto mas difícil.

- Seremos felices. - le aseguró otra vez en sus labios. - Te daré todo de mí. Mi cuerpo, mi corazón y mi alma. Ya son tuyos pero ahora me voy a encargar de que no tengas duda de eso.

- No merezco...

- Mereces ser feliz y yo también, sé que sin ti no lo seré así que no me voy a rendir. - bajó su mano para tomar la suya. - Anthony no es la razón principal de pedirte otra oportunidad. Si fuera así yo me hubiera conformado con tu propuesta, puedo cuidar de él. Puedo hacerlo sola pero yo te quiero conmigo. Quiero que sigas siendo mío y para probarlo me iré contigo a Chicago, China o Australia, donde sea que quieras que nuestra familia vuelva a empezar. Porque eso somos; una familia. Si no te sientes cómodo cerca a Anthony, yo me ocupare de él. Te daré un bebé que puedas amar o mas si así me los pides. Todos los niños que quieras. Hoy, mañana o en cinco años. Prometo no reprocharte nunca si te cuesta tener a Anthony cerca y tampoco si amas mas a mis hijos. Yo le daré todo mi amor por los dos.

- Bella...

- ¿Vas a ser feliz sin mí? - le pregunto insistente. - Eres el amor de mi vida, yo no podré. ¿Puedes con la idea de que te irás y me dejarás aquí anhelándote? ¿Tiene sentido eso? ¿Después de saber lo feliz que puedo hacerte? Esta es nuestra última oportunidad, este puede ser el nuevo inicio que necesitamos.

Hubo un largo silencio luego de su argumento.

- No es justo lo que me dices. - susurró él. - Me quieres dar lo que siempre quise de ti pero lo quieres hacer ahora y no lo hiciste cuando yo mas te necesité.

- Déjame probar que eso no volverá a pasar. Te juro que serás mi prioridad. - prometió en otro susurro.

Edward no le contestó pero tampoco alejó la mano de su toque y eso le dio fuerzas para continuar.

- Piénsalo, sin presiones porque te esperare. - le suplicó. - Me haré cargo de Anthony. Pero estamos con los brazos abiertos para recibirte porque eres nuestra familia.

Edward asintió con un suspiro.

O

o

Actualización pesada!

Mucha emoción! Qué les pareció? Vale la pena darle otra oportunidad a esto? O mejor separarlos? Serían felices sin resolver todo lo que esta enredado en sus vidas?