Esperó tensa que Edward terminara su conversación con la asistente social y su abogado. Bella había salido de la habitación por un poco de aire debido a lo estresada que estaba por la situación.

- ¿Cómo va todo? - Renne le preguntó nerviosa. - ¿Qué hará, Edward?

Observó a su madre y se sintió abrumada por no tener paz en ningún lado. Respiró hondo para no explotar y se sentó en una de las bancas cercanas.

- Esta asumiendo su custodia.

Renne y su padre, que en ese momento escuchaba en silencio, parecían mas relajados luego de escucharla.

- ¿Lo convenciste? ¿Lo ayudaras o... ?

- Lo ayudaré. - contestó sin dudar pero no quería dar mas detalles, Edward se lo había pedido. Así que optó por cambiar de tema para lograr distraerla. - Ya no se llamara solo Anthony, Edward le agregó un nombre mas.

- Bueno esta en su derecho. - carraspeó Renne. - ¿Qué nombre le puso?

- Logan. Ahora se llama Logan Masen. - contestó recordando cuando le pidió a ella que le colocara un nombre adicional.

Bella se sorprendió ante su pedido y no se negó. Fue especial darse unos minutos para escogerlo, muchos nombres estuvieron en su mente pero quería que Edward tuviera de alguna forma una conexión con su nombre así que escogió el nombre de su mejor amigo de la infancia; Logan. Al principio Edward parecía incómodo pero luego no se negó a llamarlo así.

- Logan Anthony Masen. - completó Renne. - A Tanya le gustará saber que Tony esta con su papá mientras ella se recupera.

- Logan no va a estar cerca de ella después de lo que hizo. - le contestó molesta. - Edward no lo va a permitir.

- Sigue siendo su madre, Bells. El amor de madre es necesario para el bebé. Sé que ella va a estar bien, me prometió que iba a mejorar por su hijo.

Bella se sintió molesta con la actitud de Renne.

- No vamos a permitir que Logan corra ningún riesgo. Tanya es peligrosa y para verlo tendrá que autorizarlo un juez.

- Veo que Edward ya te convenció. Le dijo lo mismo a Charlie pero Jenks me ha asegurado que Edward exagera, Tanya no llego a lastimar a Tony y se puede entender su mala cabeza debido al estres del embarazo.

- ¿Mala cabeza? - gruñó Bella.

- Hija, tú no sabes lo que es estar embarazada. Por momentos estas... fuera de ti.

Bella se sintió dolida por sus palabras.

- Eso no justifica nada. Yo no sería capaz de lastimar a mi hijo. Creo que ninguna madre de verdad sería capaz.

Esta vez Renne no contesto y se quedó mirando al vacío.

- ¿Le dirás a Tanya sobre Logan? Me dijeron deben notificarla.

- Jenks ya le explicó la situación. - contestó Charlie que se había mantenido en silencio todo el tiempo.

- ¿Cómo lo tomo?

Charlie carraspeó.

- No muy bien.

- Es su hijo. - la voz de Renne sonó molesta. - Por supuesto que iba reaccionar así al enterarse que podía ser abandonado en un orfánato.

- Imagino que lo que le molesto es que Edward no quería hacerse cargo de él.

- ¿Puedes culparla? Le da un hijo y él...

- Mamá, Edward no se acosto con ella. - le contestó cortante.

- Un hombre dirá lo que sea con tal de no quedar como infiel. - replicó Renne. - No voy a permitir que vuelvas a caer en sus mentiras.

- No me mintió. Yo si le creo. - de pronto recordó a su padre. - Tú también sabes que Edward no miente. Él te contó todo, si no le creyeras como mínimo tendría un ojo morado.

- Cariño, tu papá es una persona pensante. ¿Qué caso tenía lastimar a un hombre como Edward?

- ¿Papá? - insistió Bella.

Charlie se pasó las manos por el rostro desesperado.

- Tu padre esta bajo mucha presión. - Renne interrumpió. - Se siente culpable por traer a Edward a tu vida.

- Edward no miente. - gruñó empezando a realmente alterarse. - Los que mienten son ustedes. Estoy harta de toda esta nube de humo en la que estoy. ¡Quiero la verdad! ¡Quiero saber que me ocultan!

- Edward esta manipulandote y... - empezó Renne.

- No, no lo esta. Ni siquiera quiere volver conmigo. - lloró lo último. - Si todo fuera mentira para manipularme, él estaría conmigo otra vez.

- Bella, tú no puedes volver con ese hombre. ¡Edward Masen se acabó para ti!

Renne sentenció como si tuviera poder sobre ella. Ya no era una niña ni una adolescente a la que podía dar ordenes.

- ¡Sigo amando a Edward! - le contestó molesta por su atrevimiento. - ¡Vamos a regresar y criaremos juntos a Logan!

Renne abrió los ojos impresionada.

- ¡Bella, Logan es hijo de Tanya! ¡No tuyo!

El señor Masen que se encontraba a unos metros de distancia por respeto sin embargo, era obvio que estaba muy atento a la discusión.

- Va a ser mío. - le contestó sin dudarlo y olvidando el pedido de Edward sobre no mencionarlo aún. - Mi hijo. Edward esta haciendo todo este papeleo para que yo sea su tutora. Logan va a ser mío y te aseguro que no voy a permitir que mi niño este cerca de Tanya, ni de ustedes si no pueden ver el peligro que es ella para él.

- No puedes apropiarte del hijo de Tanya. ¡Ella es tu hermana!

- No es mi hermana. Es tu hija. - le contesto fríamente. - Además, sabes muy bien que ese niño debió nacer de mí. Tanya nos metió en esta situación por su obsesión y locura.

- Bella... - Renne se levanto de su asiento y tomó su brazo. - No voy a permitir que...

- Señora Masen. - la asistente social había abierto la puerta y observaba el apretón de Renne en el brazo de Bella con una ceja alzada. - Su esposo ya firmó todos los papeles, puede retirar al menor del hospital.

- Gracias. - carraspeó Bella liberandose del agarre de Renne.

- Ahora debo ir a informarle a la madre biológica. - notificó. - Es parte del procedimiento tener a todas las partes enteradas.

- Esta medicada. - le contó Renne asustada. - Nosotros le informaremos.

- Debo asegurarme de que haya recibido la notificación. No queremos demandas por este tema. - contestó la mujer sin inmutarse. - Hablaré con su médico. ¿Puede decirme cuál es su habitación?

Bella se sorprendió ante la actitud de la asistente social. Parecía muy decidida a hablar con Tanya y eso le pareció extraño.

- Es la habitación 403 en el área de psiquiatría, no sé quién es su médico pero imagino que puede preguntarle a alguna enfermera. - contestó Bella.

- Bella. - Renne la llamó aprensiva.

- ¿Qué pasa mamá? Me dijiste que Jenks ya le había dicho antes la situación de Logan. - la retó.

- Gracias, señora Masen. - le agradeció la asistente social retirandose inmediatamente.

- Charlie, haz algo. - la queja casi llorosa de Renne no fue escuchada o atendida.

Bella observó la desesperación de su madre y puso los ojos en blanco ya cansada de actitud protectora de ella.

- Si va a hablar con mi hija, primero su médico debe autorizarlo.

- Mamá, ya dijo que lo hará. No actues de esta manera. - la reprendió Bella avergonzada.

- Tiene miedo. - la voz seca y fría de Edward retumbo en su habitación. No se habían dado cuenta que la puerta de su habitación estaba abierta.

- Edward. - Bella entró inmediatamente para sentarse junto a él. - Me dijo la asistente social que puedo llevarme a Logan.

- Si. - asintió. - ¿Lo harás hoy?

- Es un niño sano así que no tiene que quedarse. Hoy lo llevaré a nuestro departamento. - le dedico una pequeña sonrisa.

- ¿Pero estas preparada? - interrogó el cobrizo preocupado. - ¿Tienes pañales y esas cosas?

- Aún no. Planeo ir a comprar todo lo que pueda y regresaré por él en unas horas.

- Supongo que tus padres ya saben que Logan es tuyo. - Edward señaló a los Swan que estaban hablando atentos a una llamada por teléfono. Posiblemente consultaban con Jenks la situación.

- Si, imagino que escuchaste los gritos.

- En parte. - admitió mirando atento como ella estaba buscando tomar su mano. - Bella, no hagas esto.

- ¿Qué parte escuchaste? ¿Cuándo decía que te amaba o que confiaba en tu versión? - le preguntó mirandolo a los ojos.

- Son palabras que quería escuchar hace meses o incluso días. Ahora ya no tienen el mismo efecto.

Bella asintió dolida pero no derrotada.

- Tu médico me dijo que mañana podrás ir a casa. Pero es un mes de descanso. - preocupada siguió. - Royce se fue hoy a Chicago. No creo que tu padre pueda cuidar de ti y...

- Estaré bien. Solo será un mes de cuidados extras. De todas maneras sigo con la pierna rota, no me moveré mucho.

- Si vienes al...

- Bella no. - fue cortante. - Por supuesto que no.

- Entiendo tus razones. - le aseguró. - Solo piensalo, ¿si? De todas maneras iré a verte donde sea que estes y...

- No vamos a jugar a la casita ni a la enfermera y el enfermo. - la cortó molesto.

- Estas muy equivocado si crees que dejaré que estes solo en este estado.

- No vas a cuidarme. No lo voy a permitir. Hace unos días no te importaba una mierda mi estado mientras ese hijo de puta te la metía.

- Edward, estabamos separados. - repitió no queriendo perder el control. - Deja ese tema. Además no estabas solo, tu madre, Royce e inclusive Rose estaban contigo. Jamás te hubiera dejado solo. Estoy segura que tú tampoco a mí.

- Estabas cogiendo con otro mientras yo estaba recuperandome. No lo voy a olvidar nunca. - admitió serio.

Bella sintió como se le oprimía el pecho.

- ¿Es por eso que no quieres volver conmigo? ¿Nunca perdonarás lo que hice mientras estabamos separados?

- ¿Cómo volvería contigo luego de eso? ¿Tú podrías?

- Quiero volver contigo apesar de que me mintieras miles de veces y que sigas ocultandome lo que sea que mis padres y Tanya saben y yo no.

- No es lo mismo.

- Edward, James es un tipo que conocí en un bar. Nisiquiera tengo planeado informarle que se acabo lo que sea que teníamos, solo eliminare su número de mi teléfono. Así de poco importante es para mí. - le explicó desesperandose. - Me sentía sola y mal por toda la situación, pero no fui infiel porque no estabamos juntos.

- Sigues siendo mi esposa y él te tuvo. - gruñó.

- Edward, ya no te lastimes pensando en eso. - le pidió. - Sigo siendo tu esposa y él no es importante. Por favor, si nos das una oportunidad...

- No quiero volver a la misma mierda. - admitió cortante.

- Ya te dije que será diferente. - de nuevo rechazó su agarre. - Te prometo ser paciente, iremos al ritmo que tú quieras. Así que si quieres un hijo pronto te lo daré o si quieres que empecemos a salir como al inicio de nuestra relación también estoy dispuesta.

- Bella, no insistas.

- Edward, no te voy a dejar ir sin luchar. - le contestó segura. - He cometido muchos errores y los voy a reparar.

- Me iré a Chicago apenas pueda. - le recordó. - No quiero quedarme en esta ciudad.

- Lo sé, no voy a negarte que quiero ir contigo. Pero no quiero presionarte con mi presencia y la de Logan. - Bella suspiró. - Nos quedaremos aquí si tú así lo quieres.

- Reharé mi vida allá.

- Bien. - Bella se limpió las lágrimas al escucharlo. - Si eres feliz allá, estaré bien con eso.

- Es lo mejor para mí.

- Quizás si. - admitió. - Quizás si lo sea.

- No llores, es como deben ser las cosas. Hemos cometido muchos errores y necesitamos sanar.

- Si, solo desearía que me dejarás a mí sanar tus heridas y no al tiempo y distancia. - admitió ella.

- No puedes ser la enfermedad y la cura.

- Para mí, tú si lo eres. - se levantó de la cama con un suspiro. Esa discusión no tenía sentido, ninguno iba ceder. - Debo ir a comprar las cosas de Logan, esta noche quiero tenerlo conmigo.

- No hemos hablado de la pensión que te daré por él. - le recordó.

- No quiero tu dinero. - contestó simple.

- Debo ayudarte, sigue siendo mi... - no acabo la oración.

- Hijo. Es tu hijo. - Bella suspiró al ver su rostro incómodo. - No quiero tu dinero, no estas amarrado a Logan de ninguna manera. Yo me haré cargo de él.

- Es lo que debo hacer. - Edward la retuvo cuando empezó a alejarse de su cama. Apretó ligeramente su brazo. - Además a ti también debo mantenerte por ser mi...

- Esposa. Sigo siendo tu esposa. - suspiró dolida porque Edward siempre la había llamado su mujer pero ahora no podía porque ya no la sentía así. - No quiero ser una obligación ni Logan lo será. Seguiremos casados para que yo siga conservando su tutela así que ya hiciste suficiente por nosotros, nos mantienes unidos. No quiero nada que sientas obligación de dar, ni siquiera amor.

- Es mi deber. - insistió preocupado. - No puedo dejarte sola con esta responsabilidad y no ayudarte.

- Yo me ofrecí, Edward. No quiero ayuda. Te quiero a ti. - suspiró. - Mira no voy a discutir sobre esto, simplemente no quiero dinero. ¿Esta bien? No mas peleas.

- No lo voy a permitir. Te depositare una cantidad todos los meses. - contestó terco. - Si necesitas mas, me lo haces saber y yo...

Bella negó pero no discutió.

- Edward, debo irme. - quiso zafarse de su agarre. - Mañana vendré a verte cuando te den de alta y si quieres puedo llevarte a casa con nosotros.

El cobrizo la soltó. Bella le dió una sonrisa triste.

- Hablaré con tu padre, quiero saber donde estaras.

Edward no lucía muy contento con sus palabras.

- No quiero una enfermera. - le contesto refiriendose a ella.

- Tienes una esposa, así que ya cuentas con el paquete completo; enfermera, chef, asistente y si quieres... - Edward se tensó por su tono de voz a lo que Bella no pudo evitar sonreír con mas ganas, al menos aún la deseaba. - Masajeadora. Ya sabes para tu terapia.

- Bella... - Edward alejó la mirada.

- Ya te dije que no me rendiré. Tengo un mes para cuidar de ti como debí hacerlo y no lo vas poder impedir.

- Tendrás un bebé que cuidar tambien.

- Logan no será un problema, es un bebé muy tranquilo. - le aseguró pero al ver su expresión carraspeó. - No lo verás. No te preocupes. No lo llevaré. Pensaba dejarlo unas horas con mi madre.

- No es necesario que hagas esto. Puedo cuidarme solo.

- Quiero hacerlo. Te voy a extrañar mucho cuando estes en Chicago. - suspiró.

Edward no contestó y frunció la frente mirando su sábana.

- Tomaré tu silencio como un "Tambien te extrañaré".

Antes de él pudiera reaccionar besó su mejilla y lo dejó solo.

Ese día fue agotador pero una energía que no sabía que tenía la poseyó cuando le entregaron a Logan y permitieron que se lo llevara.

Bella ajustó sus brazos al cuerpo pequeño que pronto se quejó por la presión extra. Hizo malabares para dejar la pañelera en el suelo y poder sacar sus llaves.

- Shh tranquilo. Ya estamos en casa. - le susurró calmandolo.

Bella observó a su alrededor. El departamento donde había planeado que algún día sería el primer hogar de su hijo ahora la recibía con la frialdad propia de un lugar que estuvo abandonado por semanas.

Sola con el recien nacido en sus brazos caminó hasta su habitación donde una cama sin sabanas la esperaba. Una lágrima se le escapo por encontrar el lugar tan impersonal y sin los recuerdos que adornaban sus paredes antes.

Encontrar el anillo de matrimonio de su esposo junto a la cama la destrozo. Sus sollozos rompieron el silencio y despertaron al bebé que acunaba.

- Shh. - lo calmó de nuevo. - Solo extraño a papá, tranquilo.

El pequeño pestaño al escuchar su voz y fijo sus ojos azules en ella.

- Perdón por despertarte. - le susurró. - Vamos a dormir de nuevo, ¿si?

El pequeño bebé levantó una de sus pequeñas manos mientras se estiraba. Bella la capturo para besarla.

- ¿Me ayudarás, verdad? - le preguntó mirandolo. - Seremos una familia feliz si nos esforzamos. Seremos un buen equipo, Logan y... mamá.

El niño la miraba con atención e hizo un puchero antes de cerrar los ojos de nuevo.

Bella acomodó al niño en la cama mientras buscaba sábanas y algo de su ropa olvidada. No había querido ir a su otro departamento porque siempre había soñado llevar a su bebé a ese departamento que en su momento eligió con Edward. Quería cumplir todos esos sueños con Logan. Ahora era su hijo, su Logan. Porque así había prometido que sería, el bebé sería su hijo desde el momento en que firmó todos los papeles referentes a ser su tutora legal. Habían muchos detalles a tener en cuenta respecto a su custodia, como que Edward seguía figurando como su padre y poseía todos los derechos que correspondían. No había renunciado a su custodia porque al hacerlo Bella no habría podido ser asignada como tutora. Eran muchos detalles que una vez Tanya saliera del hospital y demandará por la custodia debían tener en cuenta. Por el momento Bella se encargaría de enfocarse en Logan y su bienestar.

Por otro lado, sus padres habían marcado distancia y se guardaron sus opiniones. Un ambiente tenso se instauró cuando Bella les informó que esa noche se llevaría a Logan con ella y este empeoro cuando confirmó que Edward y ella seguirían casados para evitar problemas legales con la custodia de Logan. No opinaron pero era obvio que la noticia no era de su agrado para nada.

Bella notaba el muro que se había creado entre ella y sus padres. La evitaban y cuando estaban juntos lucían nerviosos. Tenían suerte de que Bella había estado ocupada con Edward y Logan.

Edward...

Se le formó un nudo en la garganta.

Encontro las sábanas limpias en su lugar y una camiseta vieja de Edward en la lavadora. Era suficiente para ella por ese momento.

- Al menos dejaste algo. - susurró poniendose la camiseta. Edward había hecho un buen trabajo empacando todo lo que era suyo.

Preparó dos biberones como el médico y las enfermeras le recomendaron. Tambien reviso la hora para saber cuando le tocaba a Logan su siguiente toma y se recostó junto a él.

- Estaremos bien. - le prometió.

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Comenteme que les parece esta nueva etapa de Bella como madre!

Qué les parece la actitud de Bella? No merece una nueva oportunidad?