Bella estaba molesta por tener un suero conectado a su cuerpo. Las agujas siempre la habían perturbado. Sin embargo, no se quejó. Siguió en silencio con el corazón apretado dolorosamente mientras el médico la revisaba, ella solo quería verlo firmar su alta para que pudiera irse pero su esposo estaba lleno de ansiedad y no dejaba de hacer preguntas.

- Parece que un colapso por agotamiento, necesita comer y dormir mejor. - comentó el médico mientras alejaba su mini linterna de sus ojos.

- Pero no es la primera vez que pasa y antes de venir incluso vomitó. - le contó preocupado Edward junto a ella.

- ¿Existe la posibilidad de un embarazo?

Bella no tuvo energía para contestar así que Edward lo hizo por ella.

- Si, si existe. ¿Pueden hacerle un análisis?

La respuesta sorprendió a Bella pero no lo demostró solo siguió viendo a la nada.

- Bien, pediré una ecografía y análisis de sangre.

Cuando el médico se fue hubo un silencio incómodo. Edward se desplomó en la silla de ruedas que le habían dado, estaba completamente agotado. Estaban en el área de emergencias, ocupando una camilla temporalmente.

- Use condón. - le aseguró en voz baja luego de unos segundos exaltando a su esposo ya que desde que despertó no había dicho nada. - Además, he seguido tomando la píldora.

Edward se rascó la nuca incómodo y carraspeó.

- Quizás no sea un embarazo reciente.

Bella suspiró mirándolo.

- Usaste condón, es imposible. - negó mientras trataba de hacer cuentas. - Ya lo habría notado, han pasado muchos meses.

El cobrizo se tiró el cabello.

- Se rompió el condón una vez. - le confesó. - No te dije porque no quería que tomaras la pastilla de emergencia.

Bella no reaccionó, estaba agotada de escuchar... la verdad.

Al ver que ella no iba a hacer ningún comentario el cobrizo soltó una profunda respiración antes de caer agotado en la silla junto a ella.

- Lamento haberte lastimado contándote la verdad, creo que nunca dimensione que tanto iba a... - suspiró sobando su rostro frustrado. - Lo siento, no debí ser yo. Quizás si tu pad...

- Fue mejor que fueras tú. - le contestó sin levantar la voz y sonando bastante desanimada. No quería que mencionara a Charlie ni a Renne. No quería pensar en ellos. - Además lo necesitabas.

El cobrizo asintió agotado.

- Dios, han sido años de cargar ese peso y vivía muerto miedo de tu reacción, te juro que tenía pesadillas donde me culpabas de todo y me decías que me odiabas.

- No puedo odiarte. - contestó en voz baja. - Solo querías protegerme.

- Si, es todo lo que siempre he querido.

Bella se quedó en silencio y no respondió.

- ¿Qué harás ahora? - Edward le preguntó preocupado.

- Iré por Logan, tu padre debe estar abrumado. No cuida bebés hace treinta años... - habló en casi un susurro.

- Sabes que no me refiero a eso. - susurró. - Tus padres...

- No tengo padres. - contestó con la voz temblándole, al parecer estaba empezando a perder el control de nuevo.

- Bells... - Edward quiso detenerla.

- Hija de un violador. Que asco... yo...

- Eres hija de un policía bueno y trabajador. Ese fue tu padre.

- Edward, por mis venas corre la sangre de ese maldito. ¿Entiendes eso? Yo siempre... Dios mío... yo siempre pensé que mis hijos heredarían rasgos de Charlie como sus ojos, ojos que pensé ... - empezó a llorar. - Edward yo no me parezco a Renne, ella es rubia y tiene ojos azules. Yo... yo me parezco a él. - Edward se acercó ella negando. - Yo soy como él y ahora entiendo porque Rosalie siempre fue distante, seguramente me ve y...

- Bella, no es así. - le aseguró preocupado. - Rose mató a ese hombre y para ella es difícil...

- Verme. Le recuerdo a él. Debe sentirse asqueada, siempre debió sentirse así. Y tus padres...

- Mi familia te ama. - le aseguró tomando su rostro entre sus manos. - Mírame Bella. Te aseguro que mis padres no ven a ese hombre en ti. Ven a la mujer que me enderezó, yo era un desastre sin ti y... - quiso empezar pero Bella no escuchaba, su mente iba a mil por hora.

- Como Rose iba a quererme como cuñada o tener de sobrino al nieto de...

- ¡Basta! - Edward la detuvo con un grito que llamo la atención de otros pacientes y médicos cerca así que bajo la voz. - Ya no sigas hablando así, me estas volviendo loco y me... me lastima escucharte hablar así.

Bella se mordió los labios y se limpió las lágrimas.

- Lo siento.

Se alejó de su caricia cuando quiso tocar su mejilla para quitar una lágrima.

- ¿Qué pasa?- preguntó dolido por su rechazo.

- No necesito tu lastima. Suficiente favor me hiciste al fingir que yo era una persona normal cuando me conociste.

- Por supuesto que eres normal y... - le refutó inmediatamente. - Bella, esto no te define...

- No lo entiendes, no por completo. - susurró llena de pena.

- Posiblemente no entiendo como te sientes pero si sé quien eres por eso sé que no debes cargar con el peso de los pecados de ese hombre.

- Ya los cargue, mira todo el daño que mi vida tuvo solo por ser su hija. Nací marcada.

- Bells...

- No hablemos mas de eso. - le pidió tirándose del cabello en un gesto de desesperación.

El cobrizo le dio unos segundos antes de tomar sus manos con gentileza alejándolos de su cabeza.

- ¿Qué harás si estas embarazada?

Bella quiso zafarse de su agarre pero él no lo permitió.

- Edward, no lo estoy. - le aseguró frustrada. - Quítate esa idea. He tenido mi periodo dos veces desde la última vez que estuve contigo. Y si lo estoy y es de James, no lo tendré. No traeré al mundo niños que lleven los genes de ese enfermo.

- Bella... - Edward preocupado insistió. - No hables así. Tú siempre has querido ser mamá y vas a serlo.

- Ya lo soy, tengo a Logan.

- Pero él... - el cobrizo se detuvo.

Bella iba a refutarle que no importaba que no hubiera nacido de ella pero de pronto ese argumento se desfiguro en su cabeza. Antes siempre sus sentimientos hacia Renne le recordaban que se podía amar a una madre con todo el corazón a pesar de no serlo, pero Renne si era su madre biológica. ¿Así que después de todo era verdad esa estupidez de la sangre llama? ¿Logan amaría a Tanya mas que a ella porque era su madre biológica? Quizás ya la amaba y ella...

- Bella, basta. - Edward le suplicó ya lloroso. - No sé que decir o hacer. Estoy muy asustado. Dime que hacer.

- Quiero irme a casa y quitarme esto del brazo. - contesto mirando el suero.

- Bien, te acompañaré. Quizás sea bueno que Logan se quede con mi papá y...

- No, lo quiero conmigo. Es mío hace un día y ya le estoy fallando.

- No es así... tu vida acaba de cambiar y...

- Si, soy un desastre pero no lo voy a dejar con tu padre. Tengo que cuidarlo yo. Es mi hijo ahora.

- Bien, bien. - Edward asintió dándose por vencido. - Iremos por él y te acompañaré al departamento.

- No es necesario que vengas.

- ¡Claro que si! Tengo que cuidarte.

- Edward no quiero tu lástima, ¡basta!

Se tapó el rostro desesperada.

- Bella, no te dejaré sola en este estado. - su voz dura sonó a una amenaza.

La mujer respiro hondo buscando tranquilizarse.

- Yo ocasione que estés así, no puedo simplemente dejar este caos sin intentar arreglar.

No quito el rostro de sus manos cuando hablo.

- Nada de esto tiene una solución. Viví una mentira toda mi vida y que todos a mi alrededor lo hacían por lastima, incluyéndote.

- No fue lastima, teníamos miedo. Todos estábamos aterrados por tu reacción. - le insistió. - Yo no quería que me dejaras y tus padres no querían perderte, fuimos cobardes pero no fue lastima. Llámanos egoístas si quieres pero fue porque te amábamos demasiado.

Bella iba a contestar pero no pudo porque un ataque de llanto la dominó.

- Bella. - el cobrizo insistió. - Tenía miedo. Yo no quería verte así.

- Todos me mintieron. - lloró. - Todos.

- Te juro que nunca mas te ocultare algo. Por favor, ya no llores así.

- Yo no debí nacer, Edward. Yo no... Renne no podía ni verme. Tanya dijo que le daba nauseas mi aspecto por eso no quiso amamantarme.

- Cariño, ella quiere lastimarte. No la escuches. - le suplicó.

- Me parezco a él. - lloró. - Somos iguales.

- Bella, no es así. - le aseguró desesperándose. - Te aseguro que no.

Recordó que él lo conocía.

- ¿Cómo era? ¿Tenía mis ojos o mi nariz? ¿Qué hay en mi que te lo recuerda? - tironeó de su camisa desesperada.

- ¡Nada! ¡Nada! - le aseguró tomando sus manos para evitar que siga tirando. - Eres la mujer mas hermosa que he visto. La mas hermosa.

- ¡Dime como era él! - insistió sacudiéndolo.

- Ya no lo recuerdo. - le confesó. - Yo... yo lo vi muerto... yo no...

- Rosalie, ella debe recordarlo ¡llámala! y a Royce también. Dios mío, Royce fue amable conmigo a pesar de...

- Él debía ser amable contigo como con cualquier otra persona. - le aseguró. - No hables de esa forma.

- Llámalos. - susurró dolida. - Diles que quiero saber que ven en mí de él.

- No lo haré, es una locura. - tomó sus muñecas que estaban hurgando por su cuerpo en búsqueda de su teléfono. - Escúchame, mi hermana no ve a ese hombre en ti. Ella siempre se sintió incómoda porque ella lo mató y tú debías saberlo, no porque le recuerdes a él.

- No mientas.

- Por Dios Bella, te juro que es así.

- Por supuesto que ve a ese hombre en mi, soy su hija.

- No es así, ustedes no tienen nada que ver.

- ¿Cuándo ves a Logan recuerdas a Tanya?

- Mierda Bella. - se quejó. - No es lo mismo.

- ¿No? ¿No lo es? Ella abusó de ti, te tocó sin tu consentimiento. - le recordó. - Logan es igual a mi, producto de una violación.

Edward no contestó a eso. Bella no quiso verle el rostro y poco después no tuvo oportunidad de hacerlo ya que un nuevo calmante se encargó de relajar su cuerpo.

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El drama continua.

Muchísimas gracias por todos sus consejos y palabras, es un momento difícil y cada frase me llega al corazón.

Espero escribirles a algunos de ustedes pronto.

Nos leemos pronto!