Bella debía admitir que no hubiera podido ocuparse de Logan sola debido a su estado. Estaba agotada emocionalmente. Lloraba y sentía la rabia apoderarse de ella en cualquier momento del día. Su suegra había sido un apoyo vital en el cuidado de Logan y por otro lado, Edward había sido vital en el cuidado de Bella. Su esposo había creado horarios y vigilaba que ella los cumpliera, eso significaba dormir, comer y asearse. Era extraño como Bella no se daba cuenta de la hora o si seguía en pijama, por ratos no podía concentrar sus pensamientos debido a la pena que la quería hundir. Era como si alguien hubiera muerto, como si estuviera de luto. Quizás si era así ya que Bella Swan no existía mas. Ella no era una Swan. De hecho no sabía el apellido de su padre biológico y la idea de llevar el mismo apellido de Renne y Tanya la enfermaba. Estaba agradecida por haber tomado el apellido de Edward en un arranque posesivo que este tuvo. Y siendo honesta consigo misma nunca se había sentido mas una Masen que esas semanas posteriores a saber toda la verdad. Semanas donde no tenía tiempo para procesar su pasado ya que estaban enfocados en su futuro.

Cuando tres semanas después pudieron al fin cambiar de ciudad fue un golpe radical para ellos. Dejar el departamento que fue testigo de su matrimonio por años y dejar atrás los trabajos que fueron el centro de sus vidas, era demasiado. A eso le adicionaron un bebé que exigía mucha atención y cuidados. Bella sentía una bruma a su alrededor que impedía que asimilara estos cambios como una nueva realidad.

Apenas llegaron a su nuevo departamento Bella sintió sus ojos cargarse de lágrimas.

- ¿Estas bien? - Edward preguntó mientras atravesaban el umbral del lugar. Logan dormía cómodamente en los brazos de Bella.

- Si. - le aseguró con una sonrisa tímida. - No es nada, no te preocupes.

Edward suspiró mirando su entorno. - ¿Odias este lugar, verdad?

El departamento era pequeño. Tal vez la mitad de lo que era su antiguo departamento. Las ventanas daban directamente a otros edificios y los espacios para caminar entre áreas eran estrechos.

- No. Por supuesto que no. - le aseguro limpiando sus lágrimas. - Estoy abrumada por todo, no es el departamento.

- El departamento es pequeño y no tiene buena vista. La verdad lo escogí sin meditarlo mucho. No tengo tan mal gusto. - se disculpo molesto mientras se quitaba la mochila que traía encima y se sentaba en el sofá gastado pero en buen estado que venía con el departamento.

- Oye, no estoy juzgando tu elección. - le aseguró acercandose preocupada.

El cobrizo se paso las manos por los cabellos visiblemente alterado.

- Solo es un departamento, Bella.

No estaba escuchandola.

La mujer suspiró sentandose junto a él.

- Lo es. Es solo un departamento. - temerosa acarició su hombro. - Yo estoy abrumada por dejar nuestra vida alla pero feliz de estar contigo. Ya te lo dije antes, somos una familia y los tres siempre estaremos juntos.

Edward suspiró pero libero su rostro para verla. Bella le dedicó una sonrisa buscando animarlo y luego abrazo su cintura con un brazo para sentirlo mas cerca. Luego de vacilar unos segundos Edward la rodeo con un brazo permitiendo que se apoye en su pecho. Bella se sintió reconfortada.

- Te amo. - le susurró sincera besando su mandibula.

Edward suspiró y asintió acariciando su espalda con suavidad. Bella al no obtener una respuesta sintió su corazón doler y no pudo evitar liberar unas lágrimas.

- Creo que debemos llamar a Royce. - comentó queriendo ocupar su mente. - Quisiera instalar la cuna de Logan.

Todos los muebles de bebé y demás cosas que iban a necesitar las enviaron a casa de Rose y Royce. Este último les aseguro que las llevaría apenas esten en el departamento.

Habían llegado solos a Chicago ya que una semana antes Rosalie había tenido a su bebé y sus padres viajaron inmediatamente. Edward y Bella solo habían felicitado a Rose por videollamada y había sido muy incómoda. Edward por su parte parecía molesto con su familia y Bella estaba avergonzada e incómoda por todos los secretos que ellos le ocultaron.

- Danos unos minutos mas de paz sin ellos. - le pidió el hombre acomodando su pierna enyesada. - Mamá vendrá a vernos apenas lo sepa y la verdad quiero dormir antes de enfrentar su locura.

Bella asintió sintiendo compasión por él. Elizabeth era implacable con el desorden y se alteraba al verlo, definitivamente iba a dar un grito al cielo cuando viera el departamento y que ellos aun no habían acomodado sus cosas. Además estaba su insistencia respecto a Logan, esas actividades padre e hijo que intentaba obligar a Edward a realizar. Esos momentos eran incómodos y solían aparecer cuando Bella no estaba cerca, Elizabeth sabía lo mucho que le dolia a su nuera cuando Edward se negaba a cuidar de Logan.

- Bueno ve a la cama. Yo tratare de desempacar lo poco que trajimos. - le indicó señalando la mochila que descansaba en el sofá.

- ¿No sería mejor esperar a tener los muebles del niño primero? Esa mochila tiene tantos pañales que... Por cierto, no se como demonios los meteremos a la habitación. - gruñó. - Si así de pequeña es la sala...

- Nos acomodaremos. - le aseguró. - Me gustaría que la cuna este junto a nuestra cama para poder tomarlo si despierta en la noche.

- ¿Seguiras durmiendo con él? - Edward casi chilló.

Las tres semanas que vivieron juntos, Edward había estado durmiendo en el sofá mientras Bella y el niño compartian la cama.

- Bueno no como antes. - algo a la defensiva retrocedió para ver su rostro antes de hablar. - Es un bebé y tengo que cuidarlo incluso mientras duerme.

- Mierda. - gruñó soltandola y tomando sus muletas para pararse.

- Edward...

El cobrizo se dirigió a la habitación para verificarla. Bella entro detrás de él y definitivamente iban a estar apretados.

- Este lugar es demasiado pequeño. La cuna y la cama juntas, tendremos que sacar la mesa de noche y... - Edward se tiró los cabellos.

- Estaremos bien. - le aseguró acariciando su espalda. - Logan es muy tranquilo y te prometo que te dejara dormir...

- ¿Lo mejor no sería mudarnos? - susurró sentandose en la cama. Bella sospechaba que estaba agotado y por eso no pasaba mucho tiempo parado.

- No veo la urgencia. - le aseguró. - Esta bien para nosotros tres.

- Un departamento de dos habitaciones es lo que necesitamos.

- Edward, mi hijo va a dormir junto a mí sus primeros meses de vida. Así nos mudemos no lo mandare a otra habitación.

El cobrizo levanto la mirada y se veía molesto, irritado y cansado.

- Bien. Que sea como tú quieras, como siempre.

- Es lo mejor para Logan.

El cobrizo la ignoro empezando a desvestirse.

Bella respiró hondo buscando tranquilizarse y con una mano libre lo ayudo con sus pantalones. Debido al yeso solo utilizaba pantalones cortos y anchos. Ya en solo sus boxers Edward se dispuso a entrar en la cama pero se detuvo al verla en el umbral de la puerta vigilandolo.

- ¿No quieres acostarte un rato?

- Quisiera ducharme antes.

Edward asintió entendiendo y luego de unos segundos de vacilación, al verla dudar su siguiente movimiento, habló.

- Puedes dejar al niño en la cama y hacerlo. Yo vere que no se caíga o no se que pueda hacer mientras duerme.

- ¿Estas seguro? - susurró no queriendo emocionarse. Sus brazos ya estaban cansados por la postura pero no dejaría a Logan sin vigilancia.

- Si. Solo dejalo y duchate. - le indicó el hombre acostandose. - No dormire.

Bella asintió y lo dejo en la cama junto a su padre. A ella se le hincho el corazón de amor ante la imagen.

La ducha fue refrescante y necesaria para sus musculos adoloridos. Definitivamente habían problemas de presión con el agua pero no era algo que molestara demasiado. Salió del baño solo en una toalla ya que su bata y demas estaban en las maletas que habían enviado a casa de Rose días antes para poder viajar ligeros.

Edward estaba en la cama mirando su telefono cuando ella apareció. Su reacción física fue evidente.

- ¿Qué tal estuvo el agua? - pregunto ronco.

- Refrescante. - admitió algo nerviosa mientras caminaba hacia la mochila con la que habían viajado y tenía sus pijamas y ropa limpia.

Edward se levanto de la cama y la siguió con sus muletas.

- El niño duerme sin problemas. Debe estar agotado. - comentó acercandose peligrosamente a ella. - Desde aquí puedes verlo.

Bella tembló por el tono de su voz mientras fingía recordar que demonios estaba buscando en la mochila. Practicamente exploto al abrirla debido a la cantidad de ropa y pañales que había dentro.

- Si, dormira un par de horas. - comentó y tuvo que carraspear por lo aguda de su voz.

- ¿Quizás sea buen momento para intentarlo, no crees? - atrapo sus caderas y la giro sin problema para verle el rostro.

- ¿Intentarlo? - susurró nerviosa, como nunca antes le había pasado con él.

- Quiero hacerte un hijo ahora.

Bella tembló ante su solicitud.

- Pero...

Edward tomó el borde de su toalla y tiro de él dejandola desnuda.

- Si no necesitara estas malditas muletas... - susurró tomando uno de sus pecho para levantarlo y llevarselo a la boca. - Dios... como extrañaba este sabor.

Bella se sentó en el poza brazos del sofá y con un gemido lastimero permitió los tirones y mordidas de su amante a sus pechos. Sus pezones estaban adoloridos porque Logan había estado succionandolos últimamente. Había visto en internet que podría amamantarlo si preparaba sus pechos y hormonas, las cuales estaba manipulando con anticonceptivos que segun su ginecologa la ayudarían en el proceso que era mas comun de lo que pensaba.

- No muerdas. - le pidió sintiendo dolor.

Edward dejo de hacerlo y prefirió succionar con dureza. Bella soltó un gruñido de dolor y tuvo que empujarlo ligeramente para apartarlo.

- ¿Qué pasa? - Edward preguntó sin apartarse. - ¿No quieres hacerlo?

- Si, si quiero. - admitió. - Pero me duelen los pechos, se gentil.

El cobrizo asintió un poco confundido.

- ¿Te va a bajar la regla? - preguntó haciendo cuentas en su cabeza.

- No, hasta dentro de unos días. - admitió sonrojada.

- ¿Eres fértil ahora?

- Yo... - iba a negarse y decirle que estaba tomando anticonceptivos temporalmente pero Edward podía reaccionar mal, tuvo miedo. - No creo, por las fechas.

El cobrizo suspiró claramente decepcionado y retrocedió un paso.

- Entonces tendré que esperar.

- ¿Esperar? ¿No quieres hacerlo ahora?

- Quiero pero no sé si sea mejor esperar, llevo tiempo sin venirme...

- Entonces, ¿por qué no?

- Quería que fuera especial la primera vez que te toco. - admitió sin despegar los ojos de su cuerpo. - Quiero saber que mi hijo se quedara en tu interior, borrando el rastro de...

- Hey... - lo detuvo tapando sus labios. - No pienses en eso.

- ¿Cómo no pensarlo? - gruñó molesto. - Tu cuerpo lo toco otro. Tu vientre tuvo su semilla.

- Edward, siempre he usado protección. - le recordó tomando la toalla del piso y protegiendose con ella. - No fantasees con nosotros. Fueron encuentros breves que no se comparan a las noches que viví contigo.

- Encuentros breves... - Edward se sentó en el sofa personal que tenía cerca y tiro de ella para sentarla en su regazo. - ¿Era precoz? - preguntó de mejor humor.

- No, pero no era como tú. - le aseguró abrazando su cuerpo y suspirando en su cuello. - Eres el mejor sexo que he tenido en mi vida y nadie me conoce como tú.

- Soy mejor en la cama que él. - susurró sin ocultar su felicidad.

- ¿De verdad crees que alguien podría superarte? - beso su cuello. - Son casi diez años juntos y me sigues excitando.

Edward rio ronco apegandola a su cuerpo mientras su miembro saltaba entre ellos.

- Y tú a mí.

- ¿Quieres esperar para hacerlo? - susurró bajando la mano para tomarlo pero Edward suspiró asintiendo.

- Si. Quiero que sea especial. - admitió con pena mientras alejaba su mano de su miembro atrapado en su boxer. - Luego no te dejare en paz. Vas a caminar con mi semen entre las piernas todo el día.

- Eres un puerco. - rio besando su cuello.

- Tú me hiciste así. - le recordó besando su hombro. - Te mojas cuando hablo así.

- No es cierto. - rio mientras él regaba besos hasta llegar a sus pechos donde beso con gentileza sobre la toalla que la protegía.

- ¿No? - sin permiso coló su mano debajo de la toalla y comprobo la humedad.

- ¡Edward! - gritó entre risas y ligeros gemidos por sus caricias.

- Te gusta cuando te hablo sucio. - le susurró ronco penetrandola con un dedo. - Admitelo.

- Uhm Edward... - empezó a gemir al ritmo de su dedo.

- Vamos, dilo. - le susurró besando su cuello. - Te pone caliente cuando te digo que quiero ver mi semilla cayendo de tu centro mientras caminas. - Bella gimió. - Y que te excita cuando te cuesta cerrar las piernas porque te cogí muy fuerte. - siguió bombeando con su dedo. - Vamos amor, dilo. Sino parare.

Su amenaza la acompaño con su dedo aminorando el ritmo.

- No, no. - le suplicó y quiso tocarse pero Edward mordió su pecho con suavidad paralizandola. - ¡Edward!

- Sacate la toalla. - le ordenó bombeando de nuevo.

La mujer se apuro en desanudar la toalla y dejando sus pechos a merced de su esposo que no tardo en besarlos con suavidad.

- Pronto van a crecer. - sonrió sobre su pezón. - Cuando mi hijo este en tu vientre van a inflarse mas y te los voy a follar. Hace tiempo no lo hago.

Su miembro se movió debajo de ella.

- Edward... - quiso moverse pero el hombre la paralizó en su regazo y aumento un dedo en su interior.

- No. Él no tendra acción hoy.

- Quiero sentirte. - se quejó mirando sus dedos entrar y salir de ella.

- En unos días. - contesto seguro y en control de la situación.

- Edward... - se quejo en un suspiro ya que su esposo encontro un ritmo que la volvió loca.

De pronto el llanto de Logan paralizo a los amantes sobre el sofá.

Bella saltó de su regazo amarrando la toalla como pudo a su alrededor. Prácticamente corrió hacia el bebé que gemía molesto en la cama.

- Aquí estoy cariño. - lo sostuvo entre sus brazos. - Tranquilo.

Besó su pequeña frente arrugada que empezó a destensarse por su toque.

- ¿Tienes hambre? - le preguntó cuando empezo a mover sus labios y cabeza en busca de su alimento.

Edward entró en la habitación visiblemente incómodo.

- Me daré una ducha.

Logan se removió en sus brazos y volvió a llorar.

- Bien. - asintió sin verlo pero los malabares entre tener al bebé y sujetar la toalla iban a dejarla sin uno u otro en cualquier momento.

- O puedo ayudarte... - Edward suspiro al verla batallar.

Bella se mordió el labio sin saber que decirle hasta que Logan lanzo un grito de impaciencia.

- ¿Puedes sujetarlo mientras preparo su biberón? - la cara crispada de su esposo hizo que replanteara la pregunta. - ¿Puedes preparar su biberón?

Edward asintió sin expresión dirigiendose a la sala. Bella lo siguió de cerca para poder guiarlo.

- Hay que calentar el que deje listo en la mochila. Sumergelo en agua caliente.

El cobrizo asintió.

Bella no se atrevía a colocar su pezón en la boca del bebé luego de las actividades que había estado realizando con Edward pero sin él posiblemente incomodarian a los vecinos.

- Edward, ayúdame. - el cobrizo dejo el agua calentando en el microondas antes de acercarse. - Necesito que desinfectes mi pezón con un paño humedo.

- ¿Qué? - confundido la vio sentarse y liberar uno de sus pechos.

- Quiero distraerlo o volvera locos a los vecinos. - nerviosa señalo la mochila. - Hay paños en el bolsillo de adelante.

El cobrizo no tardo en actuar y ayudarla. Rodeo y froto de su pezón con el paño un par de minutos antes de que ella pudiera estar segura que podría colocarlo en la boca del bebé. Logan empezó a succionar silenciando por completo la pequeña cocina.

- ¿Tú lo amamantas? - consulto sorprendido.

- No, aun no. Por ahora solo lo hago para relajarlo pero en un tiempo podré producir leche.

- ¿Es posible?

- Si, investigue y cuando hable con mi ginecologa me explico como estimular mis pechos.

Logan la miraba mientras hablaba y luego enfocaba la mirada en Edward cuando respondia.

- Bueno supongo que sera bueno para el bebé cuando nazca. Ya tendras leche.

Bella sintió cierta pena al oír su comentario. Amamantar a Logan sería bueno para Logan en primer lugar. Era por su hijo que estaba poniendo todos sus esfuerzos para lograr producir leche.

Edward siguió su tarea de calentar el biberón y en un par de minutos Logan ya estaba alimentandose pero lo dejo pronto. Al parecer todo su llanto fue por el nuevo entorno que descubrió al despertar.

Minutos mas tarde, mientras Edward entraba a la ducha, Bella tomo las pastillas anticonceptivas que su ginecologa le receto para el tratamiento hormonal que le ayudaría a producir leche y decidió esconderlas. Edward no lo entendería y para ella cualquier acción que fuera para brindarle a Logan lo mejor, era su prioridad.

o

Actualización!

Díganme que les parece! Estoy atenta a sus palabras.

Por favor, no olviden mandarme su buena vibra en esta búsqueda de trabajo! Lo agradeceré!