TRAICIÓN PLANIFICADA
CAPÍTULO 20: PASADO O FUTURO
"Adonde el corazón se inclina, el pie camina."
A la luz de las farolas, la aglomeración de gente iba disminuyendo. Luffy acabado de salir del hotel donde Nami lo tuvo retenido levantó los ojos hacia el cielo negro. Andaba encorvado, arrastrando los pies, preso de un súbito desaliento y rodeado de edificios con llamativas fachadas y considerables alturas coronados por terrazas.
No sabía con exactitud cuánto tiempo estuvo durmiendo en aquella especie de taquilla. Según la ladrona, había permanecido allí durante dos días.
La joven le quiso hacer entender que se iba a voluntad propia, pero... algo había en la mirada de la chica que no pudo convencerlo por completo. Con estos pensamientos en mente, oprimió el mapa. Estaba decidido: seguiría buscando a Nami, no la dejaría ir de la isla.
~FLASHBACK~
Por inercia, acercó su mano derecha para tocar ese pelo que le había hechizado desde que la conoció, que le hacía sumergirse en una tarde de otoño rodeado de árboles, o bien, en un atardecer con el cielo pintado de naranja. Pero su mano nunca llegó a rozar un mísero mechón de su larga cabellera [...]
—¿Quién eres...?
—Soy Monkey D. Luffy, el hombre que se convertirá en el Rey de los Piratas.
~FIN FLASHBACK~
Sin apenas haber dado un paso, una fuerte mano le agarró con firmeza el brazo sacándolo de sus reflexiones. Se giró y miró a ese alguien con el odio bañando sus ojos por haber apretado en una de sus heridas.
—Tú —dispuso un monje con pelo verdoso —¿Dónde te habías metido? Están todos buscándote por separado.
—...
—¿Qué es ese papel arrugado que tienes en la mano? —siguió interrogando Zoro.
—Es el mapa de Raftel.
—¿De dónde lo has sacado?
—Me lo ha dado Nami.
—¿Qué...? ¿¡Has estado con ella!?
—Sí.
—¿Y por qué lo ha regresado? ¿Qué te ha dicho? ¿Dónde está? Joder, Luffy, ¿por qué no la has traído al barco como acordamos?
—¿Dónde están los demás? Los necesito aquí ya.
—¡Hazme caso, Luffy!
—¿Qué, Zoro? —dijo el moreno con tono autoritario —¿Le tendría que haber metido uno o dos puñetazos, dejarla inconsciente y llevármela al barco? ¿Es eso lo que esperas que hubiera hecho?
—A un traidor no se le da luz verde bajo ningún concepto.
—¿Y si en lugar de Nami hubiese sido Robin la traidora? ¿Tú qué hubieras hecho? Va, di.
—Déjate de tonterías y regresemos al Sunny.
—No quiero. Tenemos que encontrarla —dijo Luffy acomodándose el sombrero.
—Espera un momento, ¿la dejaste ir y ahora quieres que la sigamos buscando?
—Se marchó ella. Va, reúne a todos, yo iré tirando.
—¡No, espera! Hay algo relacionado con Vivi que... Mierda. Siempre me tiene que dejar con la palabra en la boca.
Una larga semana buscando sin cesar transcurrió, a pesar de los esfuerzos monumentales empleados, no hubo rastro de Nami. Franky había recuperado el Shark Submerge III gracias al aviso de Luffy y debido a esto ya no residía en él tanto rencor hacia la joven pelirroja.
En esos días, Robin despertó más o menos recuperada. Un buen disgusto fue lo que se llevó tras enterarse del engaño de su amiga pero más le consternó lo que informaba ese periódico sobre el secuestro de Vivi, ya que para ella era más que una amiga, era toda una hermana pequeña a quien le tenía mucho cariño. Muy pocos de la tripulación amaban a Nami como una más y nunca se les ocurriría compararla con Vivi, asimismo, había la gran parte que sí le confería favoritismos a la peliazul.
—Siento que la segunda vida se me desvanece... Mis huesos ya no pueden con más —jadeó Brook.
—¡Va, chicos, que hoy sí encontraremos a Nami! —animaba Luffy empapado de sudor.
—Esto es ridículo. Yo me vuelvo al Sunny —bufó Zoro —En mi lugar vendrá Franky a sustituirme.
—Lo siento pero esta vez estoy con el marimo. ¿No te preocupa lo que a Vivi le pueda suceder, eh, Luffy?
—Pero Sanji... —interrumpió Chopper —Con esto no quiero decir que no me importe Vivi, me importa mucho, pero creo que no podemos dejar aquí a Nami. ¿Verdad que tú piensas lo mismo, Usopp?
—Bueno... Nos ha devuelto el mapa, ¿no? Tal vez no sea tan mala como creemos...
—Yo no me voy de aquí hasta que la encuentre; tengo tantas preguntas sin respuestas... Sé que Vivi estará bien pero si tan preocupados estáis, id a salvarla. Yo me pasaré después —dijo el capitán.
—Ja... Qué gran estúpido gomoso eres. Nadie va a partir sin ti —sonrió Sanji con fastidio.
Nico Robin reposaba en una tumbona en el césped del Sunny. Disfrutaba del Sol después de haber estado encerrada en la enfermería ¿que por cuántos días?, unos pocos pero quién sabe. Leía relajada un libro como de costumbre. Podía haber salido y colaborar en la búsqueda de la pelirroja pero Chopper se lo prohibió, debía de reposar.
Observó cómo Franky pescaba, ausente de todo. Parecía mosqueado.
—Oye, ¿tú entiendes a Luffy? El Luffy que yo conozco pondría rumbo enseguida a Erlandia.
—Sí... La verdad es que últimamente Luffy está bastante obsesionado con la navegante. ¿Por qué será? —dijo Robin riendo por lo bajo.
—¿Has dicho "navegante"? Esa ya no se merece ese atributo.
—¿Acaso existe otra navegante más aparte de Nami en la tripulación? No a mi parecer.
—Ese puesto siempre le ha pertenecido a Vivi... Y tú más que otra persona en la tripulación lo piensa.
—...
El esqueleto viviente decidió que necesitaba despejarse un poco y acompañar al desorientado Zoro era la mejor oportunidad para escapar de la ofuscadora supervisión de Luffy.
—No hacía falta que me acompañases. Me las podía apañar yo solo.
—Si no fuera por mí ahora estarías más perdido que un bolsillo en la espalda.
El vice capitán subió las escaleras del barco y se cambió con Franky, quien se largó con Brook. Ahora sería el espadachín el acompañante de la arqueóloga en esa calurosa mañana.
La persona que se quedase con Robin tenía la responsabilidad de vigilar el barco y también a ella, por si se volvía a desmayar según el intranquilo Chopper.
—¿Cómo te encuentras? —soltó Zoro secamente.
—Mejor, gacias.
—Es imperdonable lo que te hicieron aquellos desgraciados en Detrickver —comentó sin darle importancia al peso de esas palabras.
—Tenía la constancia de que únicamente el capitán, el doctor y la navegante sabían de ello.
—Luffy me lo chivó. ¿Es que te desagrada que lo sepa yo?
—No me hace inmensa gracia que digamos. Pero por favor, dejémoslo estar —respondió la morena sin apartar la mirada de la novela en ningún momento de la conversación —Sospecho que no estás muy conforme con la decisión de Luffy.
—¿Y tú me lo dices a mí? Yo por lo menos no lo escondo. Puedes fingir todo lo que quieras ahí tumbada como si nada te importase pero los dos sabemos que te mueres por ir a ayudar a Vivi y dejar tirada a la bruja —le provocó Zoro divertido.
—Qué feas acusaciones. Aunque así fuera, no soy yo quien marca el rumbo del barco —dijo Robin sin borrar la sonrisa ladina de sus labios.
—Explícate.
—Verás, una mujer a lo largo de su vida tiene muchos secretos... Tal vez tenga algo que contarnos cierta ladronzuela.
—Ya entiendo, confías en que siga siendo trigo limpio. Lástima que estés cometiendo el mismo error que Luffy.
—¿Confiar? Fufufu... Yo solo creo en el juicio que da el capitán a las personas. De ahí proviene mi única compasión hacia ella.
~FLASHBACK~
Una brisa deliciosa soplaba del sur. Las gaviotas revoloteaban por un cielo bien claro, bien azul. El Going Merry navegaba viento en popa en un calmado día.
—¡Con esa parsimonia no conseguirás atraparme nunca en la vida! —gritaba el bonachón de Luffy dos años más joven.
—¡Eso no vale! No uses tu elasticidad para desplazarte —replicaba el narigudo.
—¡¡No es justo!! Usopp, yo también estoy jugando y solo haces que perseguir a Luffy —reprochó el peludo.
De una de sus tantas aventuras habían salido sanos y salvos. Últimamente el trío infantil no paraba de liarla en el Merry, cosa que tenía hartos a Zoro y a Sanji y a la vez les parecía entrañable a Nico Robin y a Vivi quienes los miraban con ternura.
—¡Hey, Vivi! ¿Cuánto falta para la siguiente isla? —preguntó Luffy regalándole una grandiosa sonrisa de las sinceras.
—¡Ep! Eso ya se lo preguntaste cinco veces esta semana —reprendió Usopp.
—No es molestia para mí, al contrario, me agrada que me lo pregunte. Para eso estoy ¿no?, para informar y guiar a Luffy-san a dónde él quiera ir.
—¡Shishishishi...! ¡Chúpate esa, Usopp! ¡¡El próximo Rey de los Piratas no ha podido encontrar mejor navegante que VIVI!! —chilló orgulloso mientras le daba palmadas a la espalda de la chica.
Para Luffy ella era a quien más deseaba proteger ante las adversidades que se les presentaban. Para Robin su mejor confidente.
~FIN DEL FLASHBACK~
