Final imaginario del siglo XIX

En estos tiempos, las personas que poseen extraños poderes provenientes de su cuerpo o incluso de misteriosas y poderosas armas, son conocidas como ladrones, escoria de la humanidad que roba hermosas y valiosas obras de arte, estatuas o joyas de diversos museos de todo el mundo, con la esperanza de reunir los 108 trozos de inocencia perdidos.

OOOOO

Cuando mini Komurin aterrizó, frente a las grandes puertas de madera nuevas de la orden oscura, volvió a su tamaño original, escoltando al grupo de ladrones al vestíbulo.

Reever, Johnny y Jerry los esperaban ahí. Sin embargo, las gigantescas sonrisas que tenían; por haber completado su misión de rescate, se vieron fácilmente opacadas por sus expresiones, angustiantes.

Lo que haya pasado en Newgate, debió ser algo tan fuerte como para que ninguno pudiera levantar la cabeza y verlos de frente.

-¿Hay camas disponibles en la enfermería? - cuestionó Lavi, llevando a Umiko; dormida, en su espalda.

Johnny asintió, haciéndose a un lado para dejarlo pasar. InuYasha y Kagome lo siguieron con la mirada... hasta que escucharon unos inesperados gritos, en la estancia que se hallaba, en el pasillo a la derecha.

Corriendo por los antiguos y agrietados ladrillos, llenos de polvo y escombros de madera, salieron a un espacio donde había una fuente, quedando más que sorprendidos con lo que miraban sus ojos.

Allen y Megumi, sentados en el piso, se sobaban las partes bajas de sus espaldas, aguantando unas lagrimitas en sus ojos.

Reaccionando, el Hanyou corrió hacia ellos y, sin dejarlos hablar, se arrodilló a sus alturas y los abrazó. Un segundo después, Kagome lo imitó, apoyándose en su espalda y rodeando a Allen con su brazo izquierdo.

-Estaba muy preocupado. - confesó el joven de cabello plateado, apartándose. - Tanto como para pensar... que los Noé y los Akuma los habían matado... - hizo una pausa y suspiró. - ...como a todos los demás.

Allen lo interrogó con la mirada y la joven de cabello negro, apartándose, lo vio atónita.

-Mientras ustedes se encontraban en su misión... - comenzó a explicar. - La orden oscura fue atacada por el hermano mayor de Umiko y dos chicas con armaduras de la antigua China.

Megumi hizo una mueca, recordando enojada a las subordinadas de Menomaru.

-Además... varios Akuma se dispersaron alrededor del mundo, para acabar con los ladrones, los buscadores y los cazadores que buscaban los últimos trozos de inocencia. Murió mucha gente. Incluyendo a dos cazadores.

Saber aquello, dejó más desconcertado a Allen.

-¿Y nuestro maestro? - se atrevió a preguntar.

-Sigue vivo en alguna parte. Komui cree que se encuentra en territorio enemigo y por eso no se ha comunicado.

El chico suspiró. Al instante, fue abrazado por Megumi, ganándose unas miradas confusas por parte de los presentes.

-Perdóname, Allen. - pidió, sollozando. - Dejé que Tyki te llevara lejos de nosotros.

FFFFF

-Nuestro padre estaba tan desconsolado por la muerte de Neah, que me pidió que creara un sustituto para él. Al recuperar una parte de su alma y depositarla en tu cuerpo artificial, te convertí en su reencarnación.

FFFFF

-Si supieras la verdad... - pensó, rodeándola con sus brazos y ocultando su cabeza detrás de la suya. - ¿Tú también me verías como un reemplazo de Neah o seguiría siendo "Allen" para ti?

FFFFF

-Tú eres alguien único e irremplazable, como cualquier otro ser humano que existe en el mundo.

FFFFF

-No... soy irremplazable para ti, para InuYasha, para el maestro y para los demás, porque somos como una familia.

-¿Allen? - lo llamó Megumi, confundida por la fuerza de su abrazo.

Él, reaccionando, se apartó, negó con la cabeza y sonrió.

-Gracias por ayudarme. - llevó sus manos a su rostro y secó sus lágrimas con gentileza. - Y ya no te preocupes por lo que pasó. Lo importante, es que ya estamos juntos.

-¿Allen? ¿Megumi? - Johnny los llamó de repente, apareciendo junto a Reever, Jerry, Komui y Bookman. - ¡Si, son ellos!

Al confirmarlo, los demás también los vieron con una gran sonrisa, dándoles un ataque de pánico. Permaneciendo en silencio, se levantaron y caminaron hacia el pequeño hombre de anteojos, rodeándolo y abrazándolo.

-Lo sentimos, Johnny. - comentó Allen. - Hicimos... todo lo posible por salvar a Suman, pero no lo conseguimos...

FFFFF

-Cuando vuelvas a la orden oscura... dile al jefe Komui y a Johnny que lo siento.

FFFFF

-...y... antes de irse... - agregó Megumi, apartándose; al igual que Allen, y viendo a los demás. - ...me pidió que les dijera... "lo siento".

Reever y Komui intercambiaron una mirada discreta. Con tanto alboroto ocasionado por los ataques de los Akuma y la destrucción de la fachada de la torre, habían olvidado comentarles a los demás sobre la transformación de Suman en caído y su repentina muerte provocada por Tyki Mikk. Todo grabado en primera fila gracias a Timcanpy. Quebrándose, Johnny frunció los labios. Agachó la cabeza y comenzó a llorar. Jerry lo consoló, poniendo una mano sobre su hombro derecho, mientras los demás lo miraban acongojados.

PPPPP

Unos minutos después, Megumi abrió un portal hacia la sede fantasma, usando la nueva garra plateada que tenía en su brazo derecho. Trazando un círculo en el aire y apuñalándolo, hizo aparecer una clara imagen de la habitación del estanque, lugar donde Bak, Lou Fa, Rikei, Shifu y Fou, aún estallaban sus mentes al límite, tratando de solucionar su repentina desaparición.

Sin embargo, al verla a salvo, cruzando el portal junto con Allen, Komui, InuYasha y Kagome, sonrieron y lloraron emocionados. En eso, Kanda y Sesshomaru aparecieron por las puertas, sintiendo curiosidad por los gritos de los asistentes de Bak. Cuando los ojos dorados del Youkai, se toparon con los ojos dorados del Hanyou, hubo un silencio absoluto.

El corazón de Megumi se detuvo un instante. Por el ataque de los Tease, no tuvo tiempo de comunicarse con InuYasha o pensar en lo que haría si llegaban a encontrarse. Sesshomaru fue una víctima de una maldición de Menomaru. Pero InuYasha no lo sabe, viéndolo aún, como el despiadado Youkai que asesinó a su madre y a su hermano.

Kagome, Allen y Komui también estaban preocupados por lo que haría. ¿Atacaría al Youkai? ¿Lo insultaría? ¿Lo mataría? No obstante, y para la gran sorpresa de los cuatro, solo se acercó con tranquilidad a su hermanastro, quedándose a escasos centímetros de distancia.

FFFFF

-¿Cross Marian no te lo dijo? Maldije a tu hermanastro hace 52 años para que matara a tu estúpida madre y a tu hermanito basura.

FFFFF

-Ya sé la verdad. - soltó de repente, dejando atónito a Sesshomaru y llamando la atención de los demás. - Pero eso no significa que debamos ser unidos. Solo hay que darle su merecido a ese bastardo de Menomaru.

El mayor frunció el ceño y asintió.

-¡Oigan! - entonces, el Hanyou se giró hacia los subordinados de Bak. - ¡¿Tienen un comedor aquí?! ¡Muero de hambre!

-Qué maleducado... - pensó Kagome, con una gotita de sudor bajando por su largo cabello negro.

-C-Claro, yo lo...

Lou Fa sonrió nerviosa, dando un paso a su derecha que la hizo chocar accidentalmente con Allen. Al encontrarse con un rostro curioso, que después le sonrió, se sonrojó de golpe y le dio la espalda.

-¡STRIKE! - exclamó, tomándose el rostro.

Rikei y Shifu, avergonzados, se llevaron una mano a sus frentes. Fou bostezó y Bak resopló. En especial, cuando vio como Megumi y el chico peliblanco se escabullían tras InuYasha, Kanda y Kagome.

-¿Y ustedes a dónde creen que van? - los interrogó, tomándolos por los cuellos de sus capas.

-T-También muero de hambre. - confesó la guardiana, riendo nerviosa.

-Siento que no comí como por dos semanas. - dijo Allen.

-Más tarde le pediré a Jessica que les prepare algo. - habló Bak con autoridad, arrastrándolos al otro lado del cuarto. - ¡Por ahora, vamos al laboratorio 7!

-¡ESPERA BAKCITO, NO EMPIECES SIN MÍ! - gritó Komui, siguiéndolos a toda velocidad.

InuYasha y Kanda pusieron muecas de espanto.

-¿Pasa algo malo? - los interrogó Kagome al verlos.

Tragando grueso, dieron media vuelta y volvieron a su camino, siguiendo a Rikei y a Shifu.

PPPPP

-¡¿Es muy necesario tenernos así?! - exclamó Megumi, amarrada a una cama con varias cuerdas de cuero y cables de diferentes máquinas.

Allen estaba en las mismas condiciones, ocupando otro mueble a su izquierda.

-¡No se muevan! - ordenó Bak, frunciéndoles el ceño y poniéndoles un par de chupones con cables en sus frentes.

Las máquinas del laboratorio imprimían con rapidez las condiciones en las que ambos se encontraban, llamando la atención de Komui.

-Qué curioso... - comentó, consiguiendo que el rubio volteara hacia él, con sus manos extendidas sobre un panel de controles. - ...los poderes de Allen son de tipo parásito. El arma que le permite robar los objetos con inocencia se invoca mediante su brazo izquierdo. - se llevó una mano a su barbilla, leyendo otro papel que salía de la máquina. - Megumi, por otra parte, no tenía definido su tipo de arma, porque la espada que usa no le pertenece. Se la dejó su padre cuando murió a manos del Conde del milenio. Pero, según esto, también es de tipo parásito, solo que estaba dormida.

-¿Qué crees que la haya despertado?

-S-Señor Komui... - Allen lo llamó de repente, por lo que los dos adultos voltearon hacia el inmenso cristal que separaba la habitación. - ¿Ya podemos comer? - inclinaba su cabeza hacia adelante, sonriendo apenado.

-¡Por favor, sean compasivos! - exclamó Megumi, a punto de llorar.

Bak suspiró.

-Mira sus capas y sus garras. - pidió Komui.

El líder de la sede fantasma lo obedeció, entornando los ojos.

-Es como si ambos pertenecieran a un espejo, representando "la realidad" y "la ilusión". - concluyó.

El hombre de anteojos asintió, viendo cómo tomaba un micrófono, con la intención de comunicarse con los jóvenes, por los altoparlantes colgados en las esquinas de su lado.

-Señorita Hoshino, ¿Cómo encontraste a Allen Walker?

-Ella no lo encontró. - respondió una voz diferente, asustándolos. - Yo lo hice por la conexión entre mis poderes y los de Neah. - agregó, inclinando la cabeza de la joven hacia adelante.

Sus ojos eran de color ámbar.

-¿"Neah"? - repitió Komui, atónito. - ¿O sea que tú eres...?

Megumi asintió.

-Mana Walker.

Fin del capítulo.