Harry Potter: Una lectura distinta, vol. 8

Por edwinguerrave

Copyright © J.K. Rowling, 1999-2008

El Copyright y la Marca Registrada del nombre y del personaje Harry Potter, de todos los demás nombres propios y personajes, así como de todos los símbolos y elementos relacionados, para su adaptación cinematográfica, son propiedad de Warner Bros, 2000.

Algunos capítulos incluyen extractos de los "fan fic" 'Harry Potter y la Orden del Fénix', © "Daniela Linx", y 'Harry Potter y el Círculo Secreto', © "jesterdead".


La Frontera Final (1)

Capítulo 15: Gloria, Majestad, Unidad (2)

—Y por eso es que desde ese momento se acostumbraron a llamarme Dil —confirmó mientras dejaba el pergamino en el atril.

—Exactamente —dijo Harry, tomando la mano de Ginny.

—¡Vaya! —exclamó Daisy—, qué interesante eso de la cultura hindú.

—Lo que no me gusta —comentó Violet— es eso de la discriminación por ser de una casta tal, o sólo por ser hombre o mujer.

—No es lo que acostumbramos acá en Inglaterra —reconoció Parvati—, y lo digo con conocimiento de causa —indicó mientras tomaba la mano de Lavender y la besaba—, pero las tradiciones hindúes son en algunos casos poco menos que anacrónicas y machistas.

—Pero esas tradiciones —comentó Dumbledore—, así como las que conlleva el conocimiento de la magia que acá compartimos, es lo que ha hecho que sigamos viviéndola como la vivimos y ustedes la viven.

—Exactamente —confirmó el profesor Flitwick, mienras veía el atril con el nuevo capítulo acercarse a su butaca. Cuando detalló el título del pergamino, sonrió y anunció—: Este capítulo se llama Gloria, Majestad, Unidad. Una buena escogencia de palabras, señor Potter.

—No fui yo quien le dio los nombres a los capítulos, precisamente, profesor —comento Harry, a lo que Flitwick sólo hizo una seña de desestimar el comentario.

Cuando llegaron a Hogsmeade, ya todos se habían puesto sus túnicas, Pat y Alex las que usaban en Humstall, azul medianoche con vivos rojos en el cuello y las mangas.

Nos dijeron que usáramos las nuestras al llegar, que ya mañana podíamos usar las de Hogwarts mencionó Pat.

Al bajar del tren, oyeron la poderosa voz de Hagrid llamando:

Vamos, los de primero, y los de Humstall por este lado, ¡rápido, no se retrasen! —Pero cuando vio a Harry, Ginny, Ron y Hermione acercarse, les abrazó, rodeando a los cuatro con sus enormes brazos, y diciéndoles—. Pensaban que no venían ¿eh?

Por supuesto, nos sorprendió la noticia; pero sí que estamos contentos de regresar —comentó Harry, mientras los demás asentían.

—Es verdad —reconoció Hermione—, estábamos muy emocionados por regresar.

Bueno, hoy me toca llevar más gente, así que me tengo que apurar —les despidió, sacudiendo las manos, y volvió a llamar—: Vamos, los de primer año, y los de Humstall, ¡por este lado, no se queden!

¡Nos vemos en el castillo! —les dijo Harry a Pat y Alex, quienes se acercaban a Hagrid, impresionados por el tamaño del semigigante.

—Reconozco que nunca había visto a alguien tan alto —comentó Dil—. Sí sabía que existían los gigantes, por supuesto, incluso vi uno en el momento que estaban atacando Humstall, pero no a alguien tan cerca y tan amable como Hagrid.

—¡Gracias! —reconoció Hagrid, sonrojándose y haciendo sonreir a varios.

Los chicos abordaron un carruaje, tirado por un Threstal, el cual sorprendió a Hermione y Ron, quienes no lo habían visto en quinto año, cuando Harry se los intentó mostrar, o en su rescate de Privet Drive del año anterior.

¿Qué es eso que lleva el carruaje? —dijo Ron, con la boca abierta de la impresión.

Un Threstal, Ron, el que siempre traté de mostrarte… Ya lo puedes ver porque vistes morir a alguien —respondió Harry.

¿Vistes?, tú también estás tan cuerdo como yo —indicó Luna, desde el interior del carruaje.

Ese comentario, en la voz del profesor Flitwick, provocó carcajadas y alboroto por unos minutos, los que se sumaron a los que generó el gesto de incredulidad de Ron.

El recorrido en el carruaje fue tranquilo, Harry, Ron, Ginny y Hermione intentaban suponer cuales sensaciones vivirían los alumnos de Humstall al momento de ver por primera vez el impresionante perfil del castillo desde el lago, y recordando sus propias experiencias.

Al llegar al castillo, notaron que aún no estaba totalmente restaurado, pues las grandes puertas principales no estaban instaladas, además que en muchos bloques de piedra se notaban estallidos de explosiones mágicas, posiblemente maldiciones que quedaron marcadas en las paredes.

—Les puedo comentar —intervino Dil—, que fue una vista impresionante. Ese claro desde donde se ve el castillo da una vista hermosísima.

Los más jóvenes asintieron en silencio, a excepción de Nadia y Christina, quienes veían interesadas la reacción de los presentes.

Cuando Harry, Ron, Hermione y Ginny entraron al gran salón, inmediatamente surgió un aplauso sostenido por todos los estudiantes, excepción hecha de algunos Slytherin, que Harry notó lo veían con mala cara. Al girar el rostro hacia la mesa de los profesores, notó a la profesora McGonagall sentada en el puesto del director, el puesto del profesor Flitwick ocupado por una profesora desconocida, al profesor Slughorn, de Pociones, las profesoras Sprout, de Herbología, Trelawney, de Adivinación, Sinistra, de Astronomía, y en el asiento reservado generalmente al profesor de Defensa contra las Artes Oscuras a…

El profesor Flitwick hizo una parada deliberada, levantando el rostro y viendo con interés cómo, poco a poco, los más jóvenes comenzaban a hacer conjeturas. Dumbledore veía divertido la escena, hasta que, algunos segundos más tarde, preguntó:

—¿Continúas, Filius?

—Por supuesto, Albus —dijo, aún sonriendo.

¿Viktor Krum? —preguntó Ron, detallando la mesa—. ¿Viktor Krum profesor de Defensa contra las Artes Oscuras?

No es de extrañar —comentó Hermione, como si no le diera gran importancia—. Recuerda que en Durmstrang se le da mucha importancia al estudio de las Artes Oscuras, debe tener mucha información.

Sí, pero yo me lo imaginaba jugando en un equipo profesional de quiddith —planteó Ron, mientras se sentaban a la mesa de Gryffindor, saludando a diestra y siniestra—. Como es la imagen de la nueva marca de escobas de competencia…

—¡Oye, verdad! —exclamó JS—, tenía más pinta de jugar que de dar clases.

—Y más si había jugado con su país en el mundial de quidditch —recordó Freddie.

—Exactamente —confirmó Rose, asintiendo lentamente.

Justo en ese momento se levanto la profesora McGonagall, y se dirigió a los asistentes:

Bienvenidos a Hogwarts –inició su discurso con voz firme, aunque agotada—. La hermosa institución creada por los cuatro magos más importantes de Inglaterra, los recibe hoy, más fuerte, más firme, más unida… —fue interrumpida por una salva de aplausos, que espontáneamente surgió de entre los estudiantes—. En Mayo, la maldad, la intolerancia y la venganza intentaron destruir lo que el mundo mágico ha conocido y respetado por más de diez siglos, pero un enorme grupo de magos, entre ellos nuestros estudiantes, defendieron el castillo, la libertad y la fe en el futuro, aún a un costo enorme, muchas vidas perdidas, de magos y brujas valiosos, y de alumnos que, aún arriesgando sus vidas, quisieron defender lo que creían… —otra salva de aplausos interrumpió a McGonagall, quien suspiró, y continuó—: Hoy, podemos decir que Hogwarts se levanta nuevamente, altiva, firme y dispuesta a recibir a todos aquellos que requieran de un refugio. Por eso me honra anunciarles que recibiremos este año a los estudiantes de la "Escuela Humstall de Estudios Mágicos", cuya sede fue destruida en su totalidad por los mismos que atentaron contra nuestro colegio y los institutos hermanos de Beauxbatons y Durmstrang —un rumor se elevó desde las mesas de los estudiantes, que fue rápidamente ahogada por la directora—. A continuación haremos la selección de nuestros alumnos de primer año, e inmediatamente después la de nuestros huéspedes, a los cuales espero recibamos con los brazos abiertos, como hubiera sido el deseo de nuestro querido Director, Albus Dumbledore —otra salva de aplausos se extendió por el comedor cuando la profesora se sentó. En ese momento entró Hagrid por la puerta del fondo, su entrada habitual luego de dejar a los estudiantes de primer año, y este año a los de Humstall, con el director asistente.

—Sabias palabras, Minerva —reconoció el profesor Dumbledore.

—Con gusto, Albus —admitió la directora McGonagall.

Casi al mismo tiempo, entró por la puerta principal del Gran Salón el profesor Flitwick, junto a una larga fila de asustados niños de primer año, seguidos por los estudiantes de Humstall, los cuales llamaron la atención de todos en el salón, por ser un grupo vestido de distinta forma, y cubrir todos los cursos; al pasar al lado de Harry, Ron, Hermione y Ginny, Pat les hizo un saludo.

Bueno, jóvenes —dijo a los estudiantes el profesor Flitwick, luego de colocar el taburete y el Sombrero Seleccionador encima de él—. Oigamos que nos dice el Sombrero Seleccionador de Hogwarts y luego, los asignaremos a sus respectivas casas.

El Sombrero Seleccionador, se sacudió, abrió una ranura como si fuera una boca y comenzó su canción:

—¿Lo va a cantar, profesor Flitwick? —preguntó Fred, sonriendo con malicia.

—Ande, no sea malo —dijo George al ver la negativa del subdirector—, complazca mi oído.

—No, no, jovencitos —replicó el profesor, aunque sonreía ampliamente—, sólo voy a recitar lo que el Sombrero cantó.

De entre todos los colegios

Uno fue fundado

Por cuatro magos poderosos

De épocas remotas.

Cada uno consideraba

Actitudes diferentes

Las esenciales características

A escoger del alumnado.

A Gryffindor le interesaba

Que poseyeran lealtad y valentía

Tal, que nunca fallara

Por difícil que todo fuera.

Todos los Gryffindor presentes en la Sala aplaudieron efusivamente a la mención de su casa.

Para Ravenclaw lo principal

Era el conocimiento, la disposición a aprender

La visión de conjunto que analiza

Cada movimiento antes de actuar.

Los integrantes de la casa azul y bronce aplaudieron, haciendo sonreir a su jefe de casa.

Para Hufflepuff lo básico

Era poner esfuerzo y energía

En todo lo que se hiciera,

Quitando obstáculos del camino.

Los tejones presentes, aunque pocos, hicieron bastante bulla, haciendo sonreir ampliamente a la profesora Sprout.

Para Slytherin lo fundamental en sus pupilos

Era su astucia, su sagacidad

Pues recurrían a cualquier medio

Para lograr sus fines.

Draco, Astoria y Scorpius aplaudieron tranquilamente, mientras Snape asentía en silencio.

Por mucho tiempo fue así,

Pero pareció que esto llegaba a su fin,

Cuando la marcha de la venganza (3)

Atacó este viejo castillo.

Luego de la gran batalla

que por poco destruye

la herencia de diez siglos

que los Cuatro nos dejaron,

Hemos vuelto a nacer,

Y recibimos a aquellos que

Por la maldad que hicieron algunos (4)

Han quedado sin hogar.

Dil asintió en silencio, sonriendo tristemente. Ginny, sentada a su lado, le colocó la mano en el brazo, haciéndole suspirar y sonreir levemente.

Ellos también tienen virtudes

Que yo sabré discernir

Y las cuatro casas de Hogwarts,

Con hijos de Humstall se llenarán,

Para unirse y crecer

Con gloria, majestad y unidad,

Manteniendo en alto el ideal

De nuestros cuatro fundadores.

¡Ponme en tu cabeza!

¡Pues no hay nada que no vea!

Yo sabré decirte

A que casa pertenecer.

—Curioso —gruñó Lilu.

—Es su trabajo —comentó Rose—, como lo comentamos en su momento, cuando leímos el primer libro. Recuerdo que tío Harry dijo exactamente eso, "Curioso", y el profesor Dumbledore respondió diciendo "Es su misión, para eso fue creado".

—Exactamente —confirmó Dumbledore.

El sombrero terminó su canción y el salón estalló en aplausos. Los chicos nuevos aplaudieron también. Ron le comentó a Harry:

¡Wow!, el Sombrero se lució, ¿no? Como que sabía que venían los de Humstall.

Seguramente, acuérdate que él está en el despacho del director.

De la directora, Harry, ahora es de la directora —le rectificó Hermione.

—Lo normal —comentó Zacharias con sarcasmo—, Granger corrigiendo a los demás.

—Zach —dijo Padma con voz decepcionada.

—Está bien, tranquila —indicó Hermione con calma—, siempre fue así.

—Y todavía lo sigue siendo —soltó JS provocando risas en la Sala.

Muy bien —dijo el profesor Flitwick—. Comencemos con la selección. Cuando yo llame a alguno de ustedes, pasará, se colocará el sombrero y él le anunciará a cuál casa pertenecerá. ¡Comencemos! ¡Abberley, Roland!

Un chiquillo, de cabello castaño oscuro, y bastante nervioso, se acercó al taburete, al sentarse y serle colocado el Sombrero Seleccionador, éste le tapó casi completamente la cara, lo que le causó risa a Ron. El Sombrero, luego de unos segundos lo envió a Ravenclaw. Así ocurrió durante unos veinte minutos, en los cuales la nueva generación de primer año entregó cinco alumnos a Gryffindor y Ravenclaw, tres a Hufflepuff y cuatro más a Slytherin. Luego de ellos, comenzó la selección de los estudiantes provenientes de Humstall.

—¡Wow! —exclamó Dil, lo que atrajo la mirada de varios en la Sala—. No recordaba lo nerviosa que estaba en ese momento. Bueno, todos los que estábamos esperando.

Arelquind, Karen —una pequeña de pelo oscuro y rizado se acercó temerosa al taburete. Se puso el Sombrero Seleccionador, que luego de treinta segundos gritó:

¡Gryffindor! —Los antiguos Gryffindor se levantaron a saludarla. Fueron pasando varios chicos y chicas de primero y al final:

Saline, Vicktory —La última de los de primero; otra pequeña, de ojos fríos y cabello rubio se acercó al taburete.

¡Slytherin!

Y así continuó, por casi una hora. Cada vez que alguien más llegaba a una de las casas, se paraban a recibirlo, lo aplaudían y lo invitaban a sentarse a la mesa.

—Como correspondía —comentó la directora McGonagall.

Hasta que llegó la hora de los de séptimo:

Austen, Paul —el sombrero tardó un rato en decidirse. Finalmente, gritó:

¡Gryffindor!

Harry se levantó a saludarlo, como todos.

—Él era bastante reservado para ser Gryffindor —comentó Neville—, pero cuando tuvo que mostrar valentía, lo hizo bien.

Harry y Dil asintieron, esta última sonriendo levemente.

Duboix, Jean

¡Ravenclaw!

Fenton, Joan

¡Ravenclaw!

Aquí debería venir Pat –susurró Hermione. Sin embargo, el profesor Flitwick leyó, con cierta dificultad:

Sadjib, Djilah —ante la sorpresa de sus compañeros de Humstall, fue Pat la que se acercó.

—¿Nadie en Humstall sabía que te llamabas así, Dil? —preguntó Hannah, dando palabras a las dudas de muchos en la Sala.

—Así es —reconoció Dil—. Como le comenté a los muchachos en el expreso de Hogwarts, cuando nos vinimos a Inglaterra, le pedí a mi madre que me inscribiera con un nombre "británico" para, cómo decirlo, no sentirme discriminada. Venía con tantos traumas de la India que no me sentía con fuerza para luchar y defender mi origen.

Wow —exclamó Al—. Debió ser algo muy duro.

—Sí —reconoció Dil—, y más cuando, a pesar de las amistades y buenas relaciones que puedes tener, hay alguien con intenciones deshonestas o malsanas.

—Claro, entiendo —confirmó Al, mientras algunos asentían con interés.

Muy poco después de que el sombrero tocara su cabeza gritó:

¡Gryffindor!

Pat se fue a sentar contenta, mientras Harry y los demás la aplaudían:

¡Genial! —exclamó— ¡Siempre quise estar aquí, y ahora encima, con ustedes! ¡Gracias a Shivá, el Terrible!

Te felicito —le dijo Hermione, sonriendo también—, pero insistimos, ¿Cómo tenemos que llamarte?

Dil está bien para mí. Pero también Pat, creo que me acostumbré.

—Al final —comentó Dil—, creo que todos decidieron llamarme Dil.

La selección continuaba, con los siguientes estudiantes.

Scott, Alex

¡Hufflepuff!

Sellers, Franz

¡Slytherin!

La ex pandilla de Draco Malfoy, quien no había llegado en el expreso, aplaudió con fuerza. Franz era el único chico de séptimo que iría a Slytherin.

Woolvey, Anne

¡Hufflepuff!

Con Piotr Zabriski (¡Ravenclaw!), la ceremonia de selección concluyó para todos.

—¿Y como cuánto duró la selección de todos? —preguntó Paula.

—¿En total? —repreguntó Ron antes de responder—, como tres horas.

—¡No exageres, Ronald! —reclamó Hermione—. Fue como una hora y media, más o menos.

En ese momento, la profesora McGonagall se dirigió nuevamente a los alumnos, incluyendo los recién incorporados:

Me voy a tomar unos minutos para anunciar las nuevas incorporaciones a la plantilla docente: el profesor Viktor Krum asume la cátedra de Defensa contra las Artes Oscuras, por lo que le deseamos el mayor de los éxitos.

Los rumores arreciaron al mismo tiempo que los aplausos, cuando la mayoría de los estudiantes reconocieron a Krum, algo más delgado, y con algunas cicatrices.

Vaya, Viktor como que no tuvo mucho descanso, miren lo demacrado que está —comentó Ron.

—Realmente parecía que hubiera estado en un duelo —dijo Ron con tono sombrío.

Para la cátedra de Transformaciones, la cual cedo por haber asumido la dirección del colegio, tengo el placer de presentarles a la profesora Laura Polly, proveniente de la Escuela Humstall de Estudios Mágicos, quien asume a su vez la jefatura de la casa de Gryffindor, al menos por este año.

Una lluvia de aplausos siguió este anuncio, cuando la profesora desconocida se levantó del asiento que tradicionalmente era de Flitwick, y pudieron detallarla, siendo una profesora relativamente joven, con rostro alegre y mirada aguileña. Harry comentó a los chicos y a Pat (o Dil):

Espero que mantenga en alto el listón de la profesora McGonagall.

Yo también —ratificó Hermione.

—Vaya que sí lo hizo —reconoció Seamus, haciendo sonreir orgullosa a Dil.

Finalmente, es importante que les recuerde a los estudiantes que el Bosque Prohibido está vedado para los estudiantes, además que el señor Filch, nuestro conserje, posee en su oficina la lista de los objetos mágicos que no pueden poseer. Recuerden todos que aún se van a llevar a cabo reparaciones en el castillo, por lo que pueden encontrarse áreas inaccesibles. Los entrenamientos de quidditch inician en dos semanas, cada capitán del equipo de su casa sabrá cuales son los puestos vacantes, y programará las prácticas correspondientes. Ahora, tengan buen provecho.

Al sentarse, inmediatamente se llenaron los platos y bandejas de las múltiples exquisiteces preparadas por los elfos domésticos. Luego de comer hasta hartarse, aunque Ron parecía no llegar a satisfacerse, lo que molestó a Hermione, salieron las diversas casas, guiadas por los prefectos y Premios Anuales, en el caso de Gryffindor, por Ron y Hermione, quienes guiaron a los estudiantes mientras comentaban las curiosidades del castillo.

—Lo normal, pues —comentó Hugo—, mamá no pierde la oportunidad de explicar algo de algún lugar o persona.

—Sí, algo asi —confirmó Hermione, sonriendo.

Hermione, muy en su papel de Premio Anual, condujo a los nuevos chicos a la Sala Común:

Bueno, chicos: esta es nuestra Sala Común. Recuerden que la contraseña ("Claroscuro Corintio") es secreta, y que no deberán dársela a nadie de otra casa. Ahora, los dormitorios de las chicas están por la escalera de la izquierda y los de los chicos, por la escalera de la derecha. Deben irse a la habitación con el letrero del curso correspondiente, por favor.

—Sí, maestra —dijeron a dúo JS y Freddie, saludando como un aprendiz saluda a su sensei, y provocando risas en la Sala. Hermione suspiró pero no hizo comentario ninguno.

Harry (luego de despedirse de Ginny con un beso rápido en los labios), Ron (con una acción similar con Hermione), Neville, Seamus, Dean y Paul Austen entraron a la habitación correspondiente a los estudiantes de séptimo, la cual vieron más amplia, y a su vez más ocupada, pues a las cinco camas tradicionales se le sumaba la de Paul.

—Así nos pasó a nosotras —comentó Parvati—, porque incluyeron la cama de Dil, y por eso la habitación se veía más pequeña, aunque era del mismo tamaño.

Padma, Hannah y Seamus asintieron en silencio, confirmando esa apreciación de parte de Parvati.

Harry se cambió la túnica por un pijama, se entretuvo comentando sobre la restauración de Hogwarts con los demás compañeros de cuarto, y casi dos horas después, vencidos por el sueño, decidieron irse a dormir, esperando, como les comentó, "que este año sea más tranquilo, sin amenazas, dragones o mortífagos".

—Vanas esperanzas —soltó Harry a la vez que el profesor Flitwick dejaba el pergamino en el atril. Lily lo vio con extrañeza, antes de preguntar:

—¿Y eso? ¿No se supone que ya no debías tener problemas, por haber vencido a Voldemort?

—Precisamente eso era lo que suponía, mamá —respondió Harry, mientras se levantaban para dirigirse al área de comedor—, pero entre una cosa y la otra, el año fue bastante movidito.

—Tranquila, Lily —dijo James, abrazando a su esposa—, nuestro Harry seguramente saldrá adelante, como hizo ante Voldie.

Lily asintió en silencio, dando paso a un delicioso almuerzo inspirado en el banquete de bienvenida en Hogwarts, el cual estuvo matizado por conversaciones relacionadas a los inicios de año, especialmente de la generación más joven de los asistentes.

Mientras disfrutaban del postre, Neville comentó:

—Lo más complicado de ser el encargado de recibirlos, además de cubrir el puesto de la directora McGonagall primero y del profesor Flitwick después, es que es imposible que no me sorprenda al haberme encontrado con alguno de ustedes año tras año. No digo mis hijos —aclaró al ver que Frankie, Alisu y los mellizos iban a replicar—, porque los conozco bien. Lo comento más bien por los demás, los Weasley, incluso por Scorpius o CJ, que, aunque los conozco, y quisiera darles todo el apoyo, debo mantenerme imparcial.

—Como debe hacerse, profesor —confirmó la directora McGonagall.

Regresaron al área principal de la Sala, y luego de ubicarse en sus asientos, el atril con el nuevo capítulo se materializó delante de Roxanne, quien vio el pergamino entre confundida e interesada.


Notas al pie:

(1) Iron Maiden: "The Final Frontier" (álbum editado en 2010) © Iron Maiden Holdings

(2) Manowar (Joey DeMaio): "Glory, Majesty, Unity", editado en el álbum "God of War", de 2007 © Manowar (La narración "Glory, Majesty, Unity" es una variante de "The Warriors Prayer" (Joey DeMaio), del disco "Kings Of Metal" (1988) de Manowar, y está narrado por la misma voz.) Disponible en: watch?v=26TvkEFICoA

(3) Manowar (Joey DeMaio): "March for Revenge (by the Soldiers of Death)", editado en el álbum "Into Glory Ride", de 1983 © Manowar. Disponible en watch?v=XPr7alrwfz8

(4) Iron Maiden (Adrian Smith, Bruce Dickinson, Steve Harris): "The Evil that Men Do", editado en el álbum "Seventh Son of a Seventh Son", de 1988 © Iron Maiden Holdings. Disponible en: watch?v=HSOQzk842LQ


Buenas tardes desde San Diego, Venezuela! Un inicio de año siempre cae bien, y más si ocurre en Hogwarts después de todo lo vivido en mayo, cuatro meses y medio antes, con la batalla entre Voldemort al frente de sus fuerzas y Harry Potter apoyado por los magos y brujas de buena voluntad, lo que luego se fue descubriendo (desde el punto de vista de esta linea temporal, todo sea dicho) que fue un ataque coordinado a las cuatro escuelas "principales": Hogwarts, Beauxbatons, Durmstrang y Humstall (ahora que lo pienso, nunca hemos pensado en qué pansó en España ese 2 de mayo; yo menciono en mis relatos de la "expansión venezuelensii del Potterverso" lo que creo que pasó en Australia y Venezuela, pero eso es apenas algo mínimo); con las consecuencias que trajo en los distintos lugares, incluyendo ese "desplazamiento" de los estudiantes de Humstall a Hogwarts. Espero que este capítulo, al igual que todos los demás, sea del agrado de todos y cada uno de ustedes, quienes me acompañan semana a semana con sus visitas, sus marcas de favorito y sus alertas activadas, y sus comentarios, como el que esta semana dejó KariPM (Me alegra que te haya parecido buenísimo el capítulo, y sí, siempre esa visita al andén 9 y 3/4 es una experiencia)... Les recuerdo, la semana que viene es la final de la Junior Eurovision en Niza y pretendo ver la transmisión en vivo e incluso participar en un "directo post evento" en un canal Twitch, por lo que posiblemente se retrase la publicación del capítulo a final de la jornada (noche o medianoche del domingo), pero seguramente estará, sin dudas... Gracias or seguir, gracias por acompañarme y gracias por soportar esta locura! Saludos y bendiciones!