Cuando Colin entró a la habitación de Penelope notó que la luz era más tenue de lo habitual, estaban casi a oscuras y ella estaba de pie esperandoló. Al acercarse ella puso ambas manos extendidas sobre su pecho y lo empujó con determinación contra la pared.
- Pen ¿qué pasa? - dijo él sorprendido
- Shhhht - puso su dedo sobre sus labios y acercó su rostro a su oído, él creyó que iba a decirle algo, pero en su lugar ella posó sus labios sobre su mejilla, después se apartó y comenzó a quitarle su pañuelo con destreza sin apartar la vista de él, cuando su cuello estuvo libre ella lo besó siguiendo la línea de su mandíbula, él cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás disfrutando de las sensaciones que se despertaban en su cuerpo.
Penelope se alejó sonriendo maliciosa, el azul de sus ojos se había tornado oscuro, lo deseaba y él a ella, la atrajo hacia sí metiendo sus dedos entre su cabello y colocando su otra mano en su cadera, la cual chocó contra la suya...
Colin despertó de pronto, visiblemente afectado a consecuencia del sueño - ¡Demonios! - dijo él al notarlo - ¿Qué diablos me pasa? - Colin se sentía avergonzado, no podía estar pensando así en Penelope, ella era una señorita y él un caballero, además era su amiga y se casaría con otro
Tocaron su puerta y posteriormente su ayudante de cámara entró
- Ya es hora, joven, su baño está listo tal cual lo pidió -
- Gracias, enseguida voy - dijo él intentando cubrirse
Cuando estuvo listo, Colin ya no estaba seguro de ir a visitar a Penelope, de hecho había dejado pasar bastante tiempo intencionalmente para no ir, no sabía cómo la vería a la cara después de soñar con ella de esa forma y la verdad prefería no enfrentarse a eso ahora. Decidido a no ir, se dispuso a asistir al club de Mondrich, pero cuando salió de casa vio que la luz continuaba encendida en la habitación de Penelope, él sabía que la había decepcionado al no cumplir con el paseo y que si la volvía a decepcionar ella podría creer que no tenía palabra o que no le importaba su amistad, así que se armó de valor y se dirigió hacia ella.
Casa Featherington
Cuando Colin entró a la habitacion de Penelope, ella estaba dormida en el sillón pie de cama, no sabía si despertarla o mejor irse, pero la curiosidad pudo más y se acercó un poco a ella observándola, sus largas pestañas caían sobre sus mejillas ligeramente sonrosadas, su cabeza estaba apoyada sobre su mano derecha y su respiración era profunda y tranquila, de pronto ella comenzó a moverse, abrió sus ojos y al verlo sonrió.
- creí que no vendrías - poco a poco se incorporó en el sillón - hasta me quedé dormida - dijo ella
- Ya vi - sonrió él con ternura - honestamente no sabía si venir o no - dijo bajando la mirada - creo que te debo una disculpa por mi comportamiento esta mañana - dijo él un tanto apenado
- desde ayer actúas raro, no sé qué te ocurre, pero puedes decírmelo, intentaré ayudarte como tú a mí - dijo ella de manera dulce
- Ni siquiera yo sé qué me pasa, Pen - estaba agobiado - creo que tengo... miedo - dijo él sentándose junto a ella en el sillón
- ¿Miedo? ¿A qué le temes, Colin? - escuchaba con total seriedad lo que él le decía
- Creo que tengo miedo de que todos encuentren su camino y yo me quedé atrás, de que todos se alejen de mí - por alguna extraña razón no se sentía preocupado de mostrarse así ante ella
- Eso no pasará, Colin. Tienes una familia que te quiere, incluso yo diría que todas las familias respetadas en Londres te quieren... al menos las señoritas y las madres - rio
-¿Y tú? ¿Tú me quieres, Pen? - ella parecía haber perdido el habla - Marina me dijo que me querías e incluso en cierto momento durante la temporada pasada lo creí, pero cuando volví estabas totalmente dispuesta a alejarte de mí - comenzó a subir el tono de voz - habías dejado de escribirme y habías decidido terminar con nuestra amistad porque no te convenía, como si no importara, como si yo no importara y ni siquiera pensabas darme una explicación - de pronto estaba totalmente molesto
- Detente, Colin - Ella se puso de pie - las cosas no son así, yo tenía buenas razones para querer alejarme de ti y si alguien debería estar molesta soy yo - dijo ella de forma tajante
- ¿tú? - preguntó él totalmente confundido
- Sí, yo - dijo haciendole señas de bajar la voz, le preocupaba despertar a alguien - te escuché decir a tus amigos, en mi propia casa, que nunca me cortejarías ¿Sabes lo que eso le hace a una mujer en esta sociedad? Y más a una mujer como yo, tú me declaraste a todo pulmón una mujer inelegible - él palideció - perdóname por intentar rescatar un poco de mi dignidad y de paso las posibilidades de casarme algún día - dijo sarcásticamente - no tienes ni idea de lo que es estar solo o no ser suficiente para alguien, Colin, no me voy a disculpar o sentir mal por haber lastimado tu ego -
- Penelope, yo no... yo había tomado mucho ese día, Lord Fife me estaba... -
- Shhht - ella puso su dedo anular sobre los labios de él haciéndolo callar - que ironía - pensó Colin
- No hace falta que digas nada, yo realmente intento dejar eso atrás, no estoy molesta, de hecho creo que nunca lo estuve, era más tristeza porque no esperaba oírte decir algo así, menos después de que minutos antes me habías dicho que era importante para ti. No tienes obligación de cortejarme, no lo quieres y no lo quiero, estuvieron mal tus palabras, pero sé de primera mano que no estás consciente de la influencia que tienes en las personas, no estarías lamentándote si lo supieras. Puedes obtener cualquier cosa Colin, solo tienes que desearlo y pedirlo - Penelope lo miraba con compasión - Será mejor que vayas a dormir, no hay lección hoy, al menos no para mí -
Colin se encaminó a la ventana, tenía ya un pie fuera de esta cuando se volvió a mirarla - perdóname, Penelope, no era mi intención - ella se acercó a él
- Lo sé - dijo y pasó su mano por el cabello de él, Colin sintió un escalofrío recorrer su espalda
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Espero no me odien por ponerlos a pelear, me ha gustado escribir este capítulo.
