Casa Featherington

Esa mañana Penelope recibió la visita de Lord Anderson

- Gracias por recibirme, Srita. Featherington - dijo Anderson sonriendo

- Es un placer, Lord Anderson ¿cómo le ha ido durante la caza?

- lo recuerda - dijo él sorprendido

- Claro que sí, son muy pocas las cosas que olvido - contestó Pen

- Qué fastidio - dijo él entre dientes

- ¿cómo dice? Preguntó Penelope, aunque sí había escuchado

- Que la cacería estuvo peligrosa, lo bueno es que yo soy un excelente tirador, así que no fue gran problema - dijo arrogante

- Impresionante ¿es ese su pasatiempo favorito? ¿O disfruta más de estar en casa? -

- Intento ir a cazar varias veces a la semana, un hombre no debe estar metido en casa tanto tiempo, es por eso que esta temporada busco una buena mujer para desposar, una con la capacidad suficiente para mantener el hogar caliente y listo esperando mi regreso - Penelope necesitaba un esposo que estuviera fuera de casa de manera regular, pero no creía que la libertad valiera el tener que compartir vida con Lord Anderson, el cual le agradaba menos cada vez que tenía oportunidad de dialogar con él

- Claro - dijo ella con una sonrisa fingida en el rostro

Posteriormente recibió a Lord Dankworth, quien llegó con tres arreglos de rosas blancas para ella, su hermana y su madre.

- Que amable en traer flores para todas, Lord Dankworth - Penelope estaba fascinada - ¿Cómo está su hermana? - preguntó ella

- Laina está muy bien, gracias, ella me ha pedido le envíe sus saludos, también me ayudó a elegir las flores, debo admitir que yo no tengo mucho conocimiento sobre el tema y me preocupaba elegir las incorrectas - dijo él sonriendo apenado

Penelope consideró su revelación un gesto de humildad y sinceridad - Es una gran virtud conocer nuestras fortalezas, pero aún más nuestras debilidades - dijo ella

- Cierto, aunque debo confesarle que debilidades tengo varias, entre ellas usted - dijo él susurrando, como si quisiera evitar que alguien lo escuchara, aunque Prudence y su madre se encontraban a varios metros de distancia, Penelope no pudo evitar ruborizarse

- ¿Y usted conoce sus debilidades, Srita. Featherington? - Preguntó él con un tono de voz profundo que hizo que la garganta de ella se secara, Penelope tuvo que toser antes de responder - Creo que sí, también son varias y seguramente el tiempo me mostrará aún más, pero al menos por ahora creo que ubicó la más crucial - su pensamiento viajó hacia Colin, ella sabía que él era su mayor debilidad

Cuando se despedía de Lord Dankworth, su mayordomo entró avisando que traían flores para ella, todos en el salón vieron desfilar una docena de arreglos de tulipanes blancos, lo que hizo suspirar y lanzar algunas palabras de sorpresa a las mujeres Featherington

- Creo que tengo un fuerte rival - dijo Lord Dankworth - Me molestaría, pero realmente creo que usted es tan hermosa y agradable, que no culpo a nadie por llenarla de flores intentando conquistarla - hizo una reverencia y se fue

- Quién te ha mandado tantas flores, Pen? - preguntó Prudence fascinada mientras Penelope revisaba la tarjeta

Realmente eres importante para mí, Pen.

- No está firmada - dijo ella

- Un admirador secreto - gritó Prudence - qué emocionante, hermana - Penelope sonrió, sabía que Colin era quien las enviaba, y aunque solo fuera porque se sentía culpable, ella se alegraba con su gesto

Baile Ramsbury

Esa noche Penelope utilizó un vestido rojo, que resaltaba su piel, ojos y cabello, el cual llevaba suelto en suaves ondas que caían sobre su espalda.

Michael Stirling se acercó a ella al ver que su madre y hermana se alejaban

- ¡Srita. Featherington! Le dije que le hacía falta un empujoncito, no que lo matara - él sonrió con soltura y ella se sintió sonrojar - Si se sonroja solo hará la muerte del pobre Sr. Bridgerton más rápida -

- Quizá usted sea quien muera hoy - dijo Penelope acomodándose para que ambos tuvieran una mejor vista de Francesca entrando al salón junto a Kate y Anthony

Él sonrió con nostalgia - Bailemos, señorita Featherington - Ambos se dirijeron a la pista dejando atrás a Francesca y al resto de los Bridgerton que se unían al evento.

Solo entrar al salón Colin buscó a Penelope, a quien encontró bailando con Michael. Colin se mantuvo junto a Benedict y Eloise la mayor parte de la noche, los tres bailaban ocasionalmente con alguna señorita o caballero, ya que a veces les era imposible huir de su madre.

Siempre que podía Colin observaba a Penelope, el rojo la hacía lucir arrebatadora, el escote en su espalda y la forma en la que su pecho subía y bajaba cuando respiraba cansada después de una cuadrilla, lo dejaba sin aliento. Había momentos en los que se topaban en la pista, pero no habían hablado durante toda la velada, después de un baile en el que coincidieron, ambos quedaron a la orilla de la pista sin parejas.

- Hola, Pen - se atrevió él a decir

En ese instante, Lord Anderson se acercó solicitando a Penelope ir a bailar

- Lo lamento, Lord Anderson, ya había aceptado bailar con el señor Bridgerton, estábamos a punto de ir a la pista - Colin no entendía qué pasaba, pero le tendió su mano rápidamente para alejarla de ahí

En la pista, un vals suave comenzó a sonar, Colin se posicionó muy cerca de Penelope, una de sus manos la situó en la espalda de ella y con la otra tomó su mano, el baile no requería se alejaran, salvo cuando debía girarla, lo que les permitía charlar.

- Gracias por las flores Colin, realmente no era necesario, como te dije estamos bien -

- Lo sé, pero quería hacerlo - ambos se miraron sin decir nada durante algunos segundos, después la giró quedando Penelope de espaldas a él, quien respiró su aroma y se dejó embriagar por él - te ves hermosa hoy - dijo haciendo cosquillas en su oído, después la volvió a girar quedando de nuevo frente a frente, ella solo le sonrió

Casa Featherington

Cuando Penelope entró a su habitación Colin ya estaba ahí esperándola, se había ocultado al escuchar la puerta abrirse, pero al ver que era Penelope salió intentando no asustarla.

- Colin, que rápido llegaste - dijo ella sorprendida

- Es que salí casi al mismo tiempo que ustedes. Espero que no te moleste que haya venido - dijo él intentando averiguar en qué condiciones estaba su relación

- No hay problema, aún debemos asegurar que sea capaz de conseguir un marido - dijo ella dejando su abanico sobre la mesa de noche - ¿qué lección tendremos hoy? - preguntó ella yendo a sentarse en el sillón que habían compartido la noche anterior

- Primero cuéntame por qué no quisiste bailar con Lord Anderson - indagó Colin

- no me agrada, no creo que él pudiera ser un buen esposo para mí... y definitivamente yo tampoco lo sería para él - rio

- ¿Y de tus pretendientes hay alguno que sí veas como posible esposo? - preguntó él, creyendo que la oiría decir el nombre de Mr. Stirling, ya que él sabía que ellos dos reían sin parar cuando estaban juntos, además que ella siempre se miraba cómoda a su alrededor

- Creo que sí, creo que Lord Dankworth podría ser un buen esposo, es amable, educado, atractivo, interesante... - después ella frunció el seño

- ¿Qué ocurre? - Preguntó él con genuino interés mientras se sentaba a su lado

- ¿Qué se siente besar a alguien, Colin? Yo nunca he besado a nadie y tampoco sé cómo hacerlo - dijo ella ruborizandose

Colin la miró sorprendido - besar a alguien se siente como... mmhh... creo que no sé cómo explicarlo, Pen - dijo él incapaz de dejar de pensar ahora en besarla - pero qué estoy pensando, no debería siquiera estar hablando de esto con ella - se dijo él

Ella lo miraba a los ojos con una intensidad que hacía que Colin sintiera que sus huesos se derretían, ella de pronto bajó la mirada y Colin creyó que dejaría el tema por la paz, casi suspira aliviado

- Colin, bésame - dijo Penelope de pronto, así como si nada

- ¿Qué? - Él la había oído bien, pero necesitaba que lo repitiera

- Colin, bésame... por favor - dijo nuevamente volviendo sus ojos ahora suplicantes hacia él

Él no pudo contenerse, no sabía qué pasaba, todo a su alrededor se detuvo y se evaporó, de pronto solo escuchaba su corazón latir con fuerza y rogó porque Penelope se sintiera igual, él inclinó su cabeza lentamente acercando su rostro al de ella, primero simplemente juntó sus labios con los suyos de la forma más elemental, aún incrédulo de estar haciéndolo, rozó con su nariz la nariz de ella, permitiéndose y permitiéndole adaptarse a sentirse cerca, a él le pareció sentir que ella temblaba, pero él mismo también lo hacía, después volvió a besarla lento, se dejó llevar y jugó con sus labios, de pronto su mente se había callado, subió sus manos hasta su cuello acariciándola y sujetándola más cerca, no quería que se alejara y Dios sabía que él no sería el primero en apartarse, el beso se intensificó hasta que Penelope necesitó aire, momento en el que él aprovechó para colocar algunos besos suaves sobre el rostro de ella

- Gracias, Colin - dijo Pen - creo que tampoco sabría describirlo - Colin se apartó sin saber cómo tomar sus palabras, Penelope tenía sus labios ligeramente inchados por el beso y sus ojos brillaban, Colin estaba tan sorprendido que se había quedado mudo, de pronto alguien intentó abrir la puerta, por lo que ambos se pusieron rápidamente de pie - vete Colin - dijo ella arrastrándolo hacia la ventana y obligándolo a salir - ¡un minuto, por favor!- gritó a quien estaba en la puerta

Una vez que Colin estuvo fuera, ella respiró y abrió la puerta, encontrando a su madre fuera con ojos llorosos

- ¿qué pasa, mamá? - preguntó ella asustada al verla así

- Ay Pen, no sé cómo decirte esto... - sollozo - Marina ha muerto - dijo