Notas: Primera mitad del capítulo E&D.
PPP
A pesar que faltaban solo un par de horas para que se ocultara el sol, Darcy decidió ir esa misma tarde a caballo a visitar a Elizabeth. El camino estaba relativamente bien mantenido y como hacía varios días que no llovía, estaba totalmente seco. En una de las principales confiterías de Ramsgate, compró galletitas y unos dulces para la Sra. Bennet, y un ramo de flores a una vendedora ambulante.
En menos de media hora, llegó a destino. Comprobó que la cabaña estaba en muy buen estado, tenía una huerta con varias hortalizas plantadas, un pequeño jardín con flores, unos corrales con animales y un pequeño granero. Ató su caballo a la cerca y se acercó a tocar la puerta.
La primera en verlo por la ventana del comedor fue Mary, y se sorprendió muchísimo. Elizabeth no había tenido ocasión de contarle que ese día había visto a Darcy en Ramsgate. Mirando a Elizabeth, Mary le preguntó, "Lizzy, mira, ¿no es ese el Sr. Darcy?"
Elizabeth se sonrojó levemente; se sentía nerviosa por la visita de Darcy. Nunca le había contado a Mary que el Sr. Darcy le había propuesto matrimonio hacia un año, y tampoco le había contado que le había escrito una carta previniéndola sobre Wickham. Tratando que su voz sonora normal, respondió, "Efectivamente, es el Sr. Darcy. Me olvidé de contarte que me encontró con él y su prima, la Srta. De Bourgh, en Ramsgate. Conversamos por unos minutos, y preguntó por nuestra dirección ya que deseaba darle el pésame a nuestra madre."
Aun relativamente sorprendida, Mary asintió, pero no dijo más nada ya que en ese momento se sintió golpear la puerta, y Elizabeth fue a abrir la puerta. Los dos se quedaron mirando a los ojos por unos instantes sin decir palabra. La intensidad de la mirada de Darcy era tal que, Elizabeth se sonrojó levemente, y fue la primera en bajar la mirada. Recordando donde estaba y los motivos de su vista, Darcy sonrió levemente y la saludó cordialmente, y Elizabeth lo invitó a pasar al comedor.
Mary le dio la bienvenida cortésmente, y posteriormente fue a buscar a la Sra. Bennet que estaba descansando en su habitación.
En esos pocos minutos que Elizabeth y Darcy quedaron a solas en el comedor, Darcy aprovechó a decirle, "Srta. Bennet, estoy contento de verla nuevamente. Si me permite me gustaría hablar con usted sobre varias cosas, preferentemente a solas." Hizo una pausa y preguntó, "¿Aún sigue saliendo a caminar en las mañanas?"
"No salgo a caminar con frecuencia; por lo general en las mañanas me encargo de varias de las tareas de nuestra pequeña granja. Pero, si desea podemos conversar en el jardín de la parte de atrás de la casa y dar un corto paseo."
Darcy sonrió y asintió; pero no pudieron seguir conversando ya que en ese momento entró la Sra. Bennet del brazo de Mary. Darcy se sorprendió muchísimo al ver a Fanny Bennet, ya que estaba mucho más delgada y parecía al menos tener diez años más de los que realmente tenía. Era un pálido reflejo de la mujer robusta y aún hermosa de unos 40 y pocos años que había conocido hacia un año y medio.
Con dificultad al hablar, Fanny lo saludó cortésmente, y posteriormente, Mary la ayudó a sentarse en un pequeño sillón. Darcy sacó de adentro de su bolso el ramo de flores, y los dulces para la Sra. Bennet, que los aceptó con una sonrisa.
Mientras Darcy conversaba con la Sra. Bennet, Elizabeth preparó té, y una bandeja con los dulces que había traído Darcy, pan, queso y conservas.
Pese a que en la media hora que duro la visita, Darcy y Elizabeth no volvieron a hablar a solas, fueron quienes más conversaron mientras tomaban el té. Elizabeth – al igual que Mary y su madre – se enteró que Darcy había ido a Hertforshire unos días atrás, pero no había visto a los Bingley.
Al escuchar esa noticia, Elizabeth se sonrojó nuevamente. Estaba casi segura que había ido a Hertforshire para verla a ella. Notó además, que Darcy se comportó en forma muy cortes con su madre y hermana.
