Disclaimer: Pokémon no me pertenece.
Capítulo 1
La contienda por La Serie Mundial de Coronación había acabado ese día, el atardecer había surgido como un espectador que estaba viendo a los dos contendientes dándose sus respetos por tal combate que casi había dejado sin aliento a todo el estadio y a ellos mismos.
Ash Ketchum de Pueblo Paleta, y Marnie Mary de Pueblo Crampón, ambas promesas de sus respectivos pueblos de origen, un Kanto vs. Galar. El combate de ambos entrenadores había estado lleno de problemas, principalmente por la inicial ausencia del entrenador de Pikachu a la batalla.
La razón era sencilla, el Equipo Yell; fanáticos al extremo de Marnie, habían engañado a Ash para que se retrasará en su combate y la Mary ganase por default, cosa que la chica no quería en lo más mínimo que sucediera, ya que quería que el combate se llevase a cabo si o si, fuera cuál sea el resultado final.
— En verdad le debo un gran favor a tu hermano. — dijo Ash mientras se sentaba en una banca cerca del estadio donde había tenido su enfrentamiento con Marnie —No habría llegado aquí a tiempo sin su ayuda.
— Todavía me siento mal por lo que el Equipo Yell intentó hacerte. — agregó Marnie, viendo como el Pikachu de Ash y su Morpeko jugaban cerca del lugar. — No es que sean malas personas, pero a veces sus tácticas dejan mucho que desear.
— No tienes que preocuparte por eso, lo que hicieron era para beneficiar a su pueblo y a sus habitantes. — dijo Ash mientras sonreía viendo el atardecer. — Además, todo salió bien al fin y al cabo, no hay que darle tantas vueltas a cosas pasadas.
Marnie se sintió impresionada de las palabras de Ash junto a la sensatez que proyectaba, no dejándose llevar por emociones negativas y siendo muy optimista en varios aspectos.
Sin embargo, la chica aún se sentía culpable por lo que sus admiradores le habían hecho a Ash. El objetivo de él al igual que ella era llegar a lo más lejos de la Serie Mundial de Coronación y hacerse como el monarca indiscutible. Aunque por razones diferentes, la meta del chico casi se veía detenida injustamente por una mala pasada por gente que la idolatraba exageradamente.
— Aun así, debe haber algo que pueda hacer para compensar esa mala pasada que viviste. — insistió Marnie en la compensación hacía el Ketchum, acercándose más al chico para generar presión.
— No...no, te digo que no te tienes que preocupar. — contestó Ash un poco nervioso por la insistencia de la chica. — Ahora lo que me depara es seguir entrenando, mis oponentes han de ser muy fuertes. — mirando a la chica. — No puedo quedarme sin hacer nada. — estirando un poco sus brazos.
Marnie volvió a reconocerlo como su igual, alguien que debía seguir adelante, haciéndose más fuerte para poder cumplir su propósito. No obstante, viendo al chico si podía determinar que estaba un poco tenso y algo cansado, no sólo por el combate que acababan de tener, sino por los futuros que le esperaban y que iban a ser cada vez más difíciles de superar.
Tras ese pensamiento, a la chica se le vino a la mente una forma de compensar al muchacho, de tal manera que se pudiera relajar y tener algo de paz mental para sus próximos encuentros.
— Creo saber una forma de ayudarte con eso. — dijo Marnie confundiendo al Ketchum.
— ¿Ayudarme con qué? — preguntó Ash, no sabiendo a que se estaba refiriendo la entrenadora.
— En este punto del campeonato, lo que necesitas no es sólo dedicarte a entrenar, entrenar y entrenar. — dijo Marnie al entrenador de Kanto — Necesitas encontrar instancias para relajarte y de esa forma estar más centrado.
Ash se quedó pensando en lo que la chica le Galar le dijo, encontrando la razón a sus palabras y recordando experiencias previas y anteriores Ligas Regionales que había experimentado. En todas había tenido algún momento de despeje y relajación, de tal manera que podía meditar y estar menos tenso en los combates decisivos, sin embargo, no sabía que tenía que ver Marnie en la ecuación.
Fue entonces que Marnie tomó la mano de Ash y lo hizo levantarse de la banca.
El rostro de la chica estaba un poco rojo, sin saber cómo explicarle a Ash la manera en que podía ayudarlo a poder estar preparado de manera más relajada para sus siguientes combates.
— Ven conmigo. — dijo Marnie llevándose a Ash consigo.
El chico no hizo resistencia y siguió a la chica de Galar junto a los pokémon eléctricos que dejaron de jugar y siguieron a sus entrenadores rumbo a la ciudad cercana al estadio.
La calles de ese lugar específico de la región de Galar no se hallaba tan congestionada de personas, solamente unas cuantas que disfrutaban de la noche y sus placeres.
Uno que otro artista callejero con su pokémon realizando un acto a cambio de dinero, unas cuantas personas disfrutando de un trago en las terrazas de los pocos restaurantes que permanecían abiertos.
La pareja de jóvenes entrenadores se movía por las calles de la ciudad, con la fémina sabiendo el destino a donde tenían que llegar y el chico desconcertado por lo que estaba haciendo la chica, pero sabiendo cómo iba a acabar todo.
Habían llegado al destino que Marnie tenía planeado y que Ash sospechaba que podía ser.
— ¿Estás segura de esto? — preguntó Ash, entendiendo ahora lo que la chica se refería con ayudarlo.
— Ya te lo dije, tengo que compensarte de alguna manera. — dijo Marnie, que estaba decidida a no dejar pasar todo esto, no podría dormir por la culpa de lo que habían hecho sus admiradores a un oponente tan honesto como Ash — Además, tengo ciertos conocimientos al respecto.
Ash no dijo nada, a este punto ya no importaba lo mucho que se resistía y negaba la ayuda de la chica gótica. Ella en verdad estaba decidida a querer compensar el error que había cometido el Equipo Yell. Lo único que al parecer podía hacer en estos momentos era aceptar la propuesta de la chica y dejarse llevar.
— Está bien, aceptó tu ayuda. — comentó Ash mientras los dos ingresaban al establecimiento.
X - X - X
Apenas entraron a la habitación del lugar que Marnie había pedido, el auto control de ambos entrenadores desapareció.
Marnie se lanzó encima de su nuevo amigo, Ash cayendo en el sofá del cuarto con la linda chica montando su regazo.
Los adolescentes se besaron con delicadeza, los labios de ambos se tocaban mientras cerraban los ojos, hasta que Ash abrió la boca y sacó la lengua lamiendo los labios de la pelinegra.
La chica de inmediato abrió su boca, Ash metió su lengua en el agujero oral de la oriunda de Galar, la chica chocó la lengua del azabache con la suya.
— Mmm! — masculló Marnie, besando al Ketchum sintiendo el pene del muchacho endurecerse contra su entrepierna.
El duelo de lenguas se intensificó, Ash apretando las caderas de Marnie que presionó las manos contra los hombros del chico, ambos moviendo sus cabezas para un mejor ángulo, ninguno dispuesto a perder contra el otro.
Marnie se separó un poco para tomar aire y sonrió, movió sus caderas hacia adelante, moliendo sus bien formadas caderas contra la ingle del Ketchum.
— Ahh! — gimió Ash sintiendo que la chica tomó ventaja con sus acciones.
Marnie siguió moviéndose contra su amante mientras se seguían besando, pegando sus pechos contra él algo musculoso pecho de Ash, sonriendo mentalmente al ver que ella tenía la ventaja en esta situación tan excitante.
Hasta que Ash bajó las manos, levantando el vestido rosa de la chica.
— MMM! — gimió Marnie, que abrió los ojos por la sorpresa.
Ash apretó con fuerza el redondo trasero de la hermosa chica, acariciando las mejillas que lo volvieron loco apenas la conoció.
Los chicos siguieron 'luchando', Marnie estimulando el bulto de Ash, y él acariciando las nalgas de la Mary, tratando de vencer al otro.
Hasta que ambos recordaron la necesidad de respirar.
— Nada mal. — dijo Marnie a su rival, sus mejillas rojas por la excitación — Me sorprendiste.
— Estoy lleno de sorpresas. — dijo Ash, quien palmeó la perfecta retaguardia de la chica de Galar — Igual que tu.
Ash apretó ambas nalgas con fuerza, haciendo que la Mary gimiera y ría en aportes iguales, el Ketchum bajando la cabeza para marcar el pálido y fino cuello de la hermosa chica con chupetones y Marnie abrazándole la cabeza.
— Ash! — gimió Marnie el nombre del chico de Kanto — Oh, Ash! — la chica meneó sus caderas.
La fémina sonrió al sentir como Ash jadeaba contra su piel, su coño ardiendo por la excitación debajo de sus bragas, haciendo que moler las caderas contra el Ketchum sea igual de placentero para ambos.
— Oh, eres tan caliente. — admiró Ash la figura de la entrenadora encima de él.
— Hehe. — la chica soltó una risita, que contrastaba con su dura apariencia — ¿Lo soy?
Marnie bajo la cabeza del azabache al escote de sus pechos, el chico besando la pálida piel con deseo, la pelinegra casi saltando cuando Ash metió las manos entre sus bragas y agarró su culo directamente.
Ash apretó el culo de Marnie por última vez, hasta que la tentación le ganó, y lo hizo levantar las manos, agarrando la chaqueta negra de Marnie y sacándola con facilidad, dejándola en el sofá.
La Mary le dio un corto beso al azabache antes de levantar los brazos, la chica cerró los ojos mientras que Ash le levantó el vestido rosa, dejando a Marnie vestida con sólo su ropa interior blanca y sus botas, el Ketchum admirando el esbelto pero bien proporcionado cuerpo de Marnie, la tela cayendo de sus manos.
Marnie volvió a besar al Ketchum, esta vez dándole un dulce beso que Ash le correspondió mientras le acariciaba la espalda. Escalofríos recorrió el cuerpo de la joven de Galar, que bajo las manos para meterlas debajo de la polera del Ketchum, sintiendo los abdominales del entrenador de Kanto.
El Ketchum agarró el sostén blanco de Marnie y lo desabrochó con facilidad, tirándolo a la pila de ropa de la belleza de Galar.
— Por Arceus, Marnie. — dijo Ash, dejando de besar a Marnie para admirar sus redondos pechos — Son perfectos.
— Ahhh! — gimió Marnie cuando Ash la levantó por el culo para besar sus senos — Todos los hombres son iguales, ven un par de tetas y pierden la razón.
El Ketchum no le contesto, feliz con poner su cara en medio de los pechos de la chica y mover su cabeza de lado a lado, sus manos teniendo un firme agarre del mejor atributo de la pelinegra.
La chica cerró los ojos y dejó que el chico disfrute de su cuerpo, sus jugos vaginales mojando sus bragas blancas por la excitación, la punta de los dedos de Ash casi tocando su coño, cosa que solo la excitó aún más.
Ash chupo un pecho y después el otro como si fuera un bebe, los suaves dedos de Marnie recorriendo la línea de sus abdominales, como si ella evaluará si él está a su nivel de atractivo.
— Hace tiempo que no lo hacía con una chica tan hermosa. — pensó el muchacho, acariciando el cuerpo de Marnie.
— No pensé que sería tan atractivo. — pensó Marnie excitada.
Ambos adolescentes actuaron como uno y abrieron los ojos, sonriéndole al otro. Ash cargó a Marnie por los muslos para quedar de pie y Marnie abrazándolo, sus desnudos senos siendo frotados contra la polera del azabache, los entrenadores volviendo a besarse, el short y la braga de cada uno siendo lo único que los detenía de follar como Bunearys.
El entrenador apretó el amplio culo de su rival, y le dio un último beso a la muchacha antes de bajarla al suelo, Marnie viéndolo desde abajo con ojos de 'cógeme'.
Ash la volvió a besar, pegándola a su cuerpo mientras la abrazaba de la cintura, Marnie acariciándole el cabello, antes de alejarse.
— Todavía no me he disculpado lo suficiente por lo de mis fans. — dijo la pelinegra mientras sonrió cómplice con Ash. — ¿Tú qué crees?
— Yo solo fluyo, tú decides. — dijo el Ketchum mientras le devolvía la sonrisa, adivinando lo que la fémina iba a hacer.
La chica de Galar solo sonrió y le dio un último beso al Ketchum antes de arrodillarse en el suelo, agarrando los shorts de Ash y bajándolos, el pene del chico evidente a través del bóxer hasta que la entrenadora liberó su premio de la prisión.
— Vaya. — dijo la chica, que comenzó a respirar pesadamente — Nada mal.
Ash sólo jadeo cuando la fémina le dio una rápida lamida a la punta de su polla, la chica soltando una risita por su reacción antes de seguir besando su verga.
— Marnie, no seas mala. — se quejó el entrenador.
— Déjame divertirme un poco. — dijo la chica que se acomodó el pelo — Pero tienes razón. — La Mary pegó sus labios la verga del Ketchum.
Marnie cerró los ojos y abrió la boca, moviendo su cabeza hacia adelante y tragando la mitad de la polla de Ash de un bocado, presionando su lengua contra la uretra del chico, antes de lamer el glande y la carne dentro de su boca.
Ash sintió sus piernas flaquear al sentir la lengua de Marnie comenzar a estimular su polla, los finos labios de la chica besando cada pulgada de carne a su alcance, y él solo pudo acariciar el cabello de la Mary, no queriendo sorprenderla al ser más agresivo.
— Se siente muy bien. — pensó la belleza de Galar — No sé a quién le sirve más esta forma de relajarse, a él o a mí.
Marnie comenzó a mover la cabeza hacia adelante y atrás, tragando la mitad de falo antes de devolverse y besar la cabeza del pene, levantando la mano y agarrando la mitad de la verga no disfrutando de su boca.
— Mierda, Marnie. — dijo Ash, llevando una mano al pecho de la chica, no queriendo parecer un amante descuidado.
La pelinegra gimió cuando el azabache agarró uno de sus pechos, los callosos dedos del Ketchum rozando su rosado pezón, antes de que el entrenador agarre con fuerza su pecho.
Ash siguió maravillándose con el perfecto seno de su rival, el oriundo de Kanto cerrando los ojos mientras su polla era mamada por la hermosa chica, su verga ahora siendo lamida por completo por Marnie.
— Ahhh! — gimió la Mary por las caricias de Ash — Eres malo. — la entrenadora dijo en tono de broma.
Ash jadeó cuando Marnie le beso las bolas, para luego darle besos a todo su tronco hasta llegar a su gorda cabeza baja, y darle piquitos.
— Ahora tú eres la mala. — dijo Ash riéndose.
La Mary se rió aún más fuerte, y volvió a mamar la polla de Ash, metiendo la mitad de la polla del Ketchum antes de moverse hacia atrás, presionando sus dientes contra el glande del Ketchum, y luego volver a moverse hacia adelante para chupar el falo.
Ash dejó de manosear los pechos de Marnie para acariciar las suaves mejillas de la oriunda de Galar, Marnie sonrojándose por el acto, cosa que el chico notó, sonriendo al ver a la pelinegra perder esa actitud genial que siempre tenía.
— Te ves muy linda. — dijo Ash a su rival.
Marnie se sonrojo aún más, y trato de callar al chico con una buena mamada, moviendo su cabeza hacia adelante y tragando toda la verga, aguantando las ganas de toser y su reflejo nauseoso.
— Ahh! — jadeó Ash, apretando por reflejo la teta de la pelinegra.
Marnie gimió en la verga de Ash, pegando sus labios a las bolas de su rival, raspando su nariz con el poco vello púbico del chico.
El azabache bajó la otra mano y agarró la parte trasera de la cabeza de la Mary para pegarla más a su polla, la chica casi tragando sus bolas.
Marnie cerró los ojos, aguantando la posición, lamiendo la verga del Ketchum, moliendo sus muslos uno contra el otro mientras sus tetas eran manoseadas por las callosas manos de Ash.
— Mmm! — gimió Marnie, qué llevó una mano a su húmedo coño, masajeando sus sensibles labios.
La otra mano la llevó a sus pechos, jugando con los redondos orbes.
Los entrenadores siguieron en esa posición por varios minutos, Ash moviendo la cabeza de Marnie adelante y atrás, luchando con la chica para tener el dominio del busto de la Mary.
Batalla que Ash perdió, el chico jadeando cuando la chica sacudió la cabeza contra su entrepierna, distrayéndolo por el tiempo necesario.
— ¡Argggghh! — gritó Marnie en la verga de Ash.
Ash agarró la cabeza de la Mary con ambas manos, comenzando a embestir contra la belleza de Galar.
— Perdón. — dijo Ash, aunque no parecía que lo sentía mucho.
El pelinegro movió la cabeza de la chica con delicadeza, tratando de no lastimarla.
Por otra parte, la chica necesitaba aire, Ash metió toda la verga dentro de su boca, y no dejó de embestirla en ningún momento.
La pelinegra sintió la conciencia dejarla por un momento, antes de que ella abriera los ojos y mirara desafiante al extranjero.
— ¿Eso es todo? — preguntó Marnie con la mirada.
— Tú dijiste que esto es una disculpa. — dijo Ash mientras sonreía.
Marnie le sonrió de vuelta, su boca llena de polla contenta con ver que el chico era tan activo como ella.
Ash aumento la velocidad de sus embestidas, dejando la cara de Marnie lejos de su verga, sacando la mitad de su verga y luego moviéndose hacia adelante, para poder llenar la garganta de la voluptuosa chica con su pedazo de carne.
La chica no se quedó atrás, respondiendo al entusiasmo de Ash con su propia tenacidad, pegando sus tetas a los muslos del chico y agarrando su trasero para pegar su cara a la pelvis del pelinegro con cada embestida de este.
La polla de Ash desapareció en la garganta de la belleza de Galar, Ash gimiendo al sentir la lengua y labios de su rival acariciar su grueso falo con tanto entusiasmo como la hicieron Serena y May.
— Te gusta chupar mi polla. — bromeó el Ketchum.
— MMM! — asintió Marnie, moviendo su cara contra la ingle del entrenador.
— Quiero ver tu coño. — dijo Ash de repente — Quiero follarlo. — el pelinegro movió sus caderas más rápido.
Baba cayó de la cara de Marnie con cada embestida de su rival, la chica tosiendo en la verga de Ash, su concha ardiendo ante la idea de tener a Ash follándola como él pretendía hacer.
El pelinegro notó los ánimos de su rival, y de inmediato soltó la cabeza de la belleza gótica.
La entrenadora de Galar miró al azabache con una sonrisa.
— ¿Listo para probar mi coño? — habló la Mary de manera muy vulgar.
— Eso no se pregunta. — dijo Ash emocionado.
Marnie de inmediato se separó de su anterior oponente y se levantó, empujando a Ash a un lado y acostándose de espaldas en el sofá, abriendo las piernas y alzando los brazos, invitando a su nuevo amigo de los muslos.
— Ven aquí. — ordenó Marnie.
Ash tiró su ropa restante como un desquiciado desesperado, revelando su cuerpo para el deleite de Marnie, que se lamió los labios ante la vista.
— No me mires así, pareces un Charizard viendo comida. — dijo Ash bromeando.
— No seas tonto. — dijo Marnie riéndose, al igual que su amante que se acercó a ella.
La adolescente levantó el trasero cuando Ash agarro sus bragas, bajándola por sus largas piernas, antes de tirarla a un lado, y subirse encima de ella
La chica estaba acostada mientras respiraba entrecortadamente con el Ketchum encima suyo, ambos desnudos y con la intención de no detenerse hasta el final en lo que se convirtió en una ayuda mutua.
— Ash. — gimió Marnie mientras sentía la polla del mencionado ingresar en su intimidad bastante húmeda — Ahhh!
De una estocada el oriundo de Kanto se metió en el coño de la entrenadora, metiéndose poco a poco hasta introducir su pene lo más que podía, estando lo bastante apretado para que generase una presión en su miembro, pero al mismo tiempo algo suelta para facilitar la movilidad. Era un equilibrio perfecto.
En la posición de misionero que se encontraba la chica era más fácil para el aspirante a campeón moverse contra su intimidad, y al mismo tiempo para la chica recibir la polla de su rival en lo más profundo de su ser.
— Ahh! — volvió a gemir Marnie, sintiendo como el Ketchum se acostaba más contra su cuerpo, haciendo que la chica lo abrazara por el cuello.
Ash movía su pelvis firmemente contra el coño de Marnie, sintiendo como su interior ardía y no lo dejaba salir.
En medio del coito Ash procedió a dar estocadas firmes a la vagina de Marnie, con su pene no durando mucho tiempo fuera de la caliente y húmeda intimidad de la chica gótica, ya que el coño de Marnie lo apretaba mucho.
— ¡Marnie! — el chico gimió el nombre de su amante, no pudiendo hacer otra cosa a excepción de moverse sin descanso contra su coño.
La chica se mantenía aferrada al entrenador de Kanto, acercando su rostro al de Ash para besarlo y de esa forma callar sus gemidos.
— Mmm! — gimió la entrenadora en la boca del muchacho mientras usando sus piernas para agarrarse más contra su cuerpo.
Ambos se mantenían bastante pegados, dejando de besarse para tomar algo de aire con el chico descansando su cara en el hombro de Marnie y la respiración entrecortada.
Marnie quiso intervenir más en la acción, por lo que comenzó a mover sus caderas en sincronía de las estocadas de Ash. Dicho movimiento sorprendió al Ketchum de forma positiva, dado a que de esa forma los genitales de las dos partes se acoplaban mejor.
Los movimientos de la joven pareja no desistieron ni perdieron el ritmo o la intensidad, al contrario, parecía que con cada segundo que pasaba las estocadas de Ash eran más rápidas al igual que los movimientos de cadera de Marnie.
— Ahhh! — gimió Marnie agarrándose de la espalda de Ash.
Ambos estaban disfrutando mucho el momento, con el entrenador de Pueblo Paleta fascinado por la disculpa de Marnie ante las acciones imprudentes de sus admiradores acérrimos e híper obsesivos con la chica.
— Gracias a ellos puedo cumplir con su fantasía más grande. — pensó Ash mientras se movía contra el coño de la entrenadora de Galar — Follarme a Marnie.
Al entrenador le daba algo de gracias ese efecto de causalidad, y entendía de mejor manera porque el Equipo Yell eran admiradores tan acérrimos de Marnie.
— Me volveré un gran admirador de tu coño. — dijo Ash aumentando el ritmo de sus estocadas.
El comentario hizo qué Marnie se sonrojara un poco, ocultando el rostro del entrenador entre sus pechos para que no viese su cara de vergüenza.
— Ahhh! — volvió a gemir la gótica.
El Ketchum no se quedó atrás en cuanto a complacer el sensual y atractivo cuerpo de la chica, por lo que bajo sus manos mientras la embestía para agarrar su culo con ambas manos.
Cada mano de Ash tenía un glúteo de la gótica, que apretaba y moldeaba con mucho deseo, siendo un atributo muy destacable en Marnie.
— Creo que también me volveré fan de tu culo. — dijo Ash, besando a la Mary para silenciar los gemidos.
El chico de Kanto movía con más intensidad su entrepierna, con Marnie sintiendo como el miembro de Ash palpitaba en su interior en señal de que estaba por correrse luego de mucha estimulación en su falo.
Ash no se detenía, ni las embestidas al coño de Marnie como el agarre que tenía al culo de ella. En ese momento quería soltarse dentro de la chica sin ningún problema posible, más si se consideraba que tenía permitido hacerlo sin contenerse.
— Mmm! — gimió la chica de Galar en medio del beso con Ash.
La mamada previa de Marnie a la polla de Ash no se había concretado con la eyaculación por parte del chico, así que no podía soportar más el instinto y necesidad de correrse y hacerlo en el interior de la gótica.
— AHHH! — gimió Marnie con Ash ocultando su cabeza en su hombro derecho.
El chico de Kanto mantenía su cuerpo lo más cercano al de la chica de Galar mientras iba llenando su coño con su semen. Hacía bastante tiempo que no había podido relajarse de esa manera, así que de cierta manera debía agradecer a Marnie y desde luego al Equipo Yell por todo eso.
La respiración de la chica que en un principio era pesada por la placentera sensación, comenzó a normalizarse y sintiendo como el entrenador de Pueblo Paleta se apartaba de su lado para sentarse en la orilla de la cama de la habitación.
Ambos se estaban recuperando del clímax qué habían experimentado juntos, sin embargo, eso no parecía ser el final para lo que habían iniciado.
Marnie se sentó en el sofá, escurriendo el semen de su coño y viendo desde su posición el miembro de su nuevo amante qué se encontraba erecto nuevamente.
Ash tragó saliva, viendo la mirada depredadora de su nueva amante en su entrepierna, antes de quedar embobado nuevamente al contemplar el hermoso cuerpo de la chica frente a él.
Era evidente para los dos qué el coito no había acabado para ellos, pues aún sentían calor y la necesidad de fornicar.
— Ven aquí. — dijo el chico de pelo negro mientras alzaba sus brazos.
Marnie soltó una risita, que provocaría paros cardíacos en sus fanáticos por la ternura del sonido, y se subió a la cama, montando el regazo de Ash, agarrando la larga verga con su mano izquierda.
Las manos de Ash apretaron en bien formado trasero de la chica, haciéndola gemir, gemido que se transformó en grito de placer a medida que ella se sentaba en la polla de su rival.
— Ahhh! — gimió Ash, antes de levantar el culo de la Mary.
Mary chilló, siendo impulsada por el movimiento hacia el cuerpo de Ash, que encontró sus labios a mitad de camino, comenzando un beso que la entrenadora correspondió de inmediato.
En medio de los besos, Ash acomodó su agarre sobre las perfectas nalgas de Marnie y con fuerza bajo a la entrenadora sobre su verga.
— MMM! — gimió la Mary callando sus gemidos en la boca del extranjero.
La polla del Ketchum golpeó el punto g de la belleza de Galar, Marnie pegando sus tetas al pecho de su rival, gimiendo en la boca de Ash que estaba igual de excitado que ella.
Los entrenadores gimieron por el placer, las bocas de ambos juntándose sin besarse, ambos viendo al otro con la mente nublada por la lujuria y el deseo, Ash bajando y subiendo a Marnie sobre su gran verga.
— Ahhh! — gimió Ash enterrando su verga en el coño de la pelinegra.
— Ash! — gimió Marnie, jadeando el nombre de su amigo/rival — No puedo perder. — pensó la chica, no queriendo perder en ese "combate de caderas".
La chica bajó de pronto sobre la polla de Ash, justo antes de que él la bajara, haciendo que el Ketchum jadee y pierda fuerza en el agarre.
El grito de placer de Marnie al sentir la punta del pene en su útero la hizo ver estrellas, antes de que ella se acomodara encima de su rival, comenzando a mover sus caderas.
Ash gimió cuando Marnie molió su enorme culo contra sus bolas, antes de pegar el mojado coño al inicio de sus abdominales, las caderas de la Mary moviéndose como una bailarina en su regazo.
— Me encanta tu polla. — dijo Marnie mirando al azabache fijamente.
Ash no respondió con palabras, sino que comenzó a besar el cuello de Marnie para dar uno que otro mordisco suave y provocar qué la chica gima de placer.
Los movimientos de pelvis de Ash no se detuvieron ni contuvieron, quería que la chica también llegase al máximo y diera todo para no perder ese "combate" que se había generado entre sus entrepiernas.
Aunque Ash sabía perfectamente que al final del día ambos iban a quedar satisfechos independiente de quien sea el ganador.
— Ahhh! — gimió Marnie sintiendo las manos del chico colocándose en su gran culo.
— Me encanta tu culo. — dijo Ash tratando de aludir lo que Marnie le dijo sobre su verga.
— Mmm! — gimió la chica en medio de un beso para silenciar al Ketchum y omitir el comentario vergonzoso qué dijo.
Las caderas de la chica se movían sin control, dominando el movimiento qué tenía Ash en medio del coito. La fricción dentro de su intimidad la hacía sentir qué se derretía, pero paradójicamente no quería detenerse.
— Mmm! — gimió Ash sintiendo la lengua de Marnie entrar en su boca.
La estimulación qué estaba sintiendo Ash era demasiada, a tal punto de que su miembro no podía soportar por mucho tiempo la fricción y rozamiento con el coño de Marnie.
— MMM! — gimió Marnie.
El miembro del chico de Kanto había soltado otra vez mucho semen dentro de Marnie, el cual permaneció en su interior hasta que la chica se acostó en la cama a un lado de Ash, derramando un poco en las sábanas.
La respiración de la chica era entrecortada, sintiendo sus caderas un poco cansadas por todo el movimiento que había hecho y que había resultado con otro clímax en su interior.
Dicho evento fue sorpresivo para el chico de Kanto, quien no pudo soportar el movimiento de la chica y acabó dentro de ella por segunda vez. No obstante, aún no tenía signos de querer detenerse, sintiendo como su pene poco a poco ganaba dureza al ver a la chica acostada al lado de él.
Esa imagen de la belleza de Galar acostada con las piernas abiertas y con rastros de su semen en la entrada íntima de la chica lo emocionó, pero no sabía si la chica tenía energía para continuar o necesitaba un descanso.
— Marnie. — dijo Ash, acostándose de lado y agarrando su pene para comenzar a frotarlo contra el muslo de la chica.
Marnie si tenía intenciones de continuar, pero necesitaba un breve descanso qué no quería admitir ni tomar porque sería un símbolo de debilidad.
Fue entonces que la chica de Pueblo Crampón se acomodó sobre la cama, quedando de estómago sobre ella y levantando su culo al aire.
— Adelante, deléitate Ash. — dijo Marnie meneando sus caderas para seducir al oriundo de Pueblo Paleta.
La chica sabía que de esa manera podía seguir follando a gusto con el muchacho sin tener que moverse mucho, y al mismo tiempo complacerlo de la vista, ya que Ash se proclamó admirador de su culo.
Ash cayó en la carnada, levantándose de la cama para posicionarse detrás de la gótica agarrándole las nalgas para acercar su miembro a su húmeda intimidad.
— Ahhh! — gimió Marnie.
Las embestidas del Ketchum comenzaron con poca fuerza, pero el chico igualmente metía su pene hasta el fondo del coño de Marnie, quien se aferraba a las sábanas de la cama ante los movimientos de Ash contra su cuerpo.
Cada embestida que hacía el chico causaba un sonido placentero que era la combinación entre el choque de la pelvis de Ash con el gran culo de Marnie. Desde su posición podía contemplar el perfecto trasero de la chica recibiendo su verga en su coño.
— Ahhh! — gimió la chica al sentir una pequeña nalgada propinada en su trasero.
Ash no pudo resistir la tentación y le dio una nalgada a ese provocativo culo mientras seguía penetrando con vigor. Dicho atributo de la chica era comparable al de Dawn.
Marnie únicamente podía mantenerse quieta, aferrarse a las sábanas y dejar qué Ash metiera sin pudor su miembro en su interior, el cual ardía con mucha intensidad con el roce de sus genitales.
— ¡Ash! — gimió Marnie el nombre del entrenador al recibir otra nalgada en su culo.
El interior de la chica seguía un tanto delicado, ya que Ash se había corrido hace poco en su interior y había provocado unos leves espasmos que le impedían formar parte del vaivén. Sin embargo, el Ketchum no sabía que Marnie estaba acumulando energía y fuerza para un contraataque cuando él volviese a correrse en su interior o estuviera a punto de hacerlo, quedando vulnerable.
— ¡Marnie! — gimió Ash sintiendo como las paredes vaginales de la chica presionaban su verga por instinto cada que la introducía más en su interior.
El roce de las embestidas de Ash provocaban que Marnie mordiera las sábanas y se aferrara más a ella, al mismo tiempo que la ayudaban a retener y suprimir sus gemidos que eran imposibles de ignorar con las nalgadas que el entrenador de Kanto le daba.
— Mmm! — gimió la chica aguantando otra nalgada.
La pálida piel del culo de Marnie se encontraba ruborizada por el trato un tanto brusco por parte del muchacho y sus constantes nalgadas, aunque la gótica no podía negar que disfrutaba mucho de aquello.
Las múltiples corridas que Ash había experimentado le estaban cobrando factura esa noche. El coño de Marnie se había vuelto un oponente formidable, habiendo sido capaz de soportar varias de las corridas del chico de Pueblo Paleta, y a la vez causando una placentera sensación de roce y presión en la verga del muchacho que lo obligaban a correrse otra vez.
Marnie sentía cómo Ash posaba sus manos en su gran culo, inclinándose un poco contra su cuerpo y sintiendo como su miembro iba palpitando en su interior. La chica también decidió inclinar su cuerpo hacia adelante de forma qué se acostó en la cama, pero dicho movimiento causó qué el Ketchum perdiera un poco el equilibrio y de paso cayera encima de la gótica.
La entrenadora de Galar tomó la iniciativa, y en un movimiento fugaz Ash terminó acostado en la cama con Marnie encima de él. El chico de Pueblo Paleta quedó impactado con el giro de los acontecimientos, sintiendo como la chica se levantaba un poco para agarrar su polla.
— Adelante, deléitate Marnie. — dijo Ash repitiendo las palabras que la chica le había dicho antes, viendo cómo la gótica alineaba su polla con la entrada de su intimidad.
— Ahhh! — gimieron ambos arqueando sus espaldas.
Marnie pese a haber estado "acumulando energía" mientras Ash le daba por detrás, no podía omitir qué su cuerpo seguía cansado y con las secuelas de los clímax previos, lo mismo que Ash, quien estuvo a punto de correrse antes de que la gótica lo interrumpiera y dejará en una posición sumisa y vulnerable.
En esencia, ambos estaban en su límite e iban a aprovechar hasta el último momento para darse placer, intentando aguantar lo máximo posible.
— Mmm! — gimió Marnie, acostándose sobre el pecho de Ash mientras iba moviendo su culo de arriba a abajo.
Ash permanecía quieto sintiendo como era la chica quien tenía el dominio del vaivén, sin embargo, tenía que resistir un poco el movimiento pélvico para evitar correrse al instante.
Durante el coito el entrenador colocó sus manos sobre el culo de la gótica, agarrando sus nalgas mientras ella subía y bajaba de su verga. El cuerpo de Ash se encontraba un poco rígido para soportar los sentones de Marnie.
— Ahhh! — gimió la entrenadora por una acción repentina del Ketchum.
El chico había metido uno de sus dedos en el interior del recto de la gótica, causando que ella sintiera una corriente eléctrica recorrer su espalda. Marnie se aferró a la cabellera de Ash mientras acercaba se disponía a besarlo.
— Mmm! — gimió Marnie mientras su lengua jugueteaba con la de Ash.
Ambos jóvenes se movían y actuaban bajo puro instinto y placer, en esa habitación sólo podían escucharse los gemidos de los dos entrenadores sumados al choque de sus cuerpos desnudos en el coito.
Ash se la estaba pasando bien estimulando el ano de Marnie, metiendo y sacando su dedo del orificio rectal simulando una doble penetración en equipo con su verga en el coño de la gótica. La chica por su parte sintió en un primer momento una sensación extraña de lo que había hecho el entrenador, debido a que no tenía experimentado el sexo anal, aunque gracias a esa estimulación estaba dispuesta a probarla en un futuro.
— Mmm! — gimió Ash besando a Marnie.
Los sentones de la gótica eran cada vez más rápidos, una señal clara de que a la chica no le quedaba más energía para el vaivén y que Ash tampoco podía soportarlo más. El miembro del chico ya había soportado lo suficiente como para no correrse en el primer sentón.
— AHHH! — gimió la chica mientras caía rendida sobre el cuerpo de Ash.
El muchacho igualmente cayó rendido en la cama mientras su miembro soltaba lo que podía de esperma en el interior del coño de Marnie, no tenían energías para taparse con las sábanas, aunque no parecía que sintieran frío gracias a todo el movimiento que habían generado con el coito.
Al poco tiempo los dos terminaron dormido en la habitación, sin una noción clara del tiempo el cuerpo de Ash se sentía más cansado, pero de una forma positiva al haber podido desestresarse gracias a Marnie.
X-X-X
La mañana había caído y la pareja de entrenadores comenzó a despertar poco a poco. Sentían que habían dormido por bastantes días, aunque sus cuerpos fuera de todo pronóstico se encontraban bastante bien al no tener problemas para levantarse y arreglarse para salir al exterior.
— Momento, ¿Dónde está Pikachu? — preguntó Ash preocupado de no haber visto a su pokémon inicial desde que ingresó al edificio con Marnie.
— Descuida, él y Morpeko se encuentran en un área especial del recinto diseñada para no molestar a sus entrenadores mientras se ocupan de sus asuntos. — dijo la chica acomodando su vestido.
El Ketchum se sintió más aliviado, habiéndose disociado bastante luego de la propuesta de Marnie, que volvía a recalcar fue bastante buena y necesaria.
— Espera. — dijo Ash tratando de ver la hora — ¡Mierda!
— ¿Qué sucede? — preguntó Marnie.
— Creo que perdí mi vuelo a Kanto. — dijo el chico notando la hora de su vuelo.
— Oh, creo que es culpa mía. — dijo Marnie con cierta picardía en su voz — Tal vez tenga que compensarte por eso.
Continuará.
Espero que les haya gustado, y comenten que les pareció.
