Recomendación de hoy:
Simply Edward (Fanfiction): Hay muchas cosas en el hombre que se aparece en Simply Coffee, donde trabaja Bella. "Hola, Chica del Café", dice en voz baja, ofreciéndome un pequeño saludo mientras se acerca al mostrador. "Ya regresé. ¿Te parece bien?" Y ahí se va mi capacidad de respirar. Historia escrita por CaraNo, traducción de EriCastelo. Próximamente en FanFiction punto net.
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Epílogo ~ Por culpa de un niño
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Un año después
—¿Cuánto te has gastado en eso hasta la fecha? —me pregunta Rose mientras señala la prueba de embarazo que estoy leyendo en la farmacia.
—He perdido la cuenta —respondo abatida.
—¿Qué te dijo el médico? —Veo compasión en los ojos de Rose, pero la ignoro.
—Todas las pruebas de Edward han salido bien. Sea lo que sea, no es él. —Me encojo de hombros.
—¿Qué dijo tu ginecólogo?
—Me han programado una ecografía para la semana que viene para ver si me pasa algo en las tuberías, por así decirlo. Además, me han hecho todos los análisis de sangre conocidos, y hasta ahora nadie puede averiguarlo. —Estoy más que frustrada.
—Quizá un especialista en fertilidad pueda ayudar. —Rose me frota suavemente el hombro en señal de consuelo.
—No sé, quizá podamos tener un perro después de todo —me río.
—Date tres meses más, si para entonces no estás embarazada, cómprate un perro —responde Rose.
—Estoy segura de que haría muy feliz a Sebastian. —Sonrío, recordando su cumpleaños y cómo me preguntó si íbamos a comprarle un perro. Cuando le dije que no era probable, hizo un gigantesco perro de papel y lo arrastró por todas partes durante tres semanas.
—Claro que lo hará. Ahora, basta de tristeza. Vayamos a Dunkin' Donuts, compremos garras de oso y cafés grandes y puntuemos a todos los clientes que entren. —La cara de Rose es cómica. Esto es lo que hacemos cuando una de nosotras está triste; vamos a juzgar a los demás. Totalmente equivocado, lo sé, pero oye, funciona.
~BoaB~
Después de intentar en vano concebir durante otro mes más, me dirijo a un experto en fertilidad muy recomendado por mi ginecólogo.
El Dr. Clarence es un hombre mayor encantador, con una sonrisa cálida y unas palabras que no pueden evitar llenarte de esperanza.
—Verá, señora Cullen, creo que una laparoscopia será nuestra mejor opción. El ultrasonido reveló endometriosis. También noté que tiene lo que llamo mugre en sus trompas, no terriblemente doloroso ya que estoy seguro de que ya habría dicho algo, pero con el tiempo podría causar molestias. No puedo asegurar al ciento por ciento que sea eso lo que le impide concebir, pero puedo decirle que no ayuda.
Asiento. —Bien, ¿y qué va a hacer exactamente? ¿Limpiarme y qué más?
Es un hombre paciente y su sonrisa me relaja. —Sí, la limpiaré y rasparé sus paredes endometriales. Señora Cullen, no encuentro ninguna razón en particular por la que no pueda quedar embarazada, es un caso muy leve. En realidad, eso es algo bueno, significa que usted no es una causa perdida. Entonces, ¿quiere hablar primero con su esposo?
Dejo escapar un suspiro y asimilo todo lo que oigo. No es una causa perdida, así que hay esperanza.
—Sí, hablaré con él esta noche y llamaré a su consultorio lo antes posible para comunicarle nuestra decisión.
Salgo de allí sintiéndome extrañamente optimista. Sé en mi corazón que Edward me dirá que haga lo que quiera. Pero, él es mi marido, y esto es una cirugía menor.
—Entonces, ¿el Dr. Clarence cree que esta es la solución a nuestros problemas? —pregunta Edward mientras se lleva otro bocado de tarta de manzana a la boca.
—Bueno, no lo sabe. Pero, en cualquier caso, hay que hacerlo. Espero que sirva de algo.
Edward me toma la mano. —Bella, escúchame. Tengamos o no un hijo juntos, siempre te voy a amar. Si quieres operarte, lo haremos. Si no, tampoco pasa nada, ¿de acuerdo?
Le dedico una pequeña sonrisa y asiento con la cabeza. —De acuerdo.
~BoaB~
—Entonces, ¿eso es todo? —pregunta Edward mientras estamos sentados frente al computador, mirando un precioso husky siberiano en venta.
—¡Sí! Creo que a Seb le encantará.
Siento sus pesadas manos sobre mis hombros. —Lo siento mucho, nena —susurra y me besa suavemente la mejilla.
—Simplemente no está destinado a suceder. No pasa nada. Tenemos a Seb, y ahora un precioso perro de ojos azules.
Asiente e imprimimos la foto para enmarcarla y envolverla como regalo de cumpleaños de Sebastian.
Su fiesta es dentro de una semana, y Edward y yo decidimos que lo sorprenderemos con lo único que quiere incluso más que un hermano o una hermana... un perro.
~BoaB~
—¡Feliz cumpleaños, Seb! —Beso a mi precioso niño en la mejilla mientras le doy su desayuno de cumpleaños que consiste en pancakes, dos tiras de tocino y zumo de naranja.
—Gracias, mami. —Sonríe radiante y come.
—Buenos días, amigo. —Edward se sienta con su café y yo me siento frente a él—. ¡Feliz cumpleaños!
Seb suelta una risita. —Me estoy haciendo viejo. —Edward y yo nos burlamos al mismo tiempo.
—Entonces, ¿quieres tu regalo ahora o más tarde? —pregunto con la esperanza de que diga ahora porque estoy que reviento.
Los ojos de Seb se abren de par en par. —Ahora, por favor.
Voy al cajón de la cocina y saco el regalo en forma rectangular; una enorme sonrisa se dibuja en mi rostro mientras aprieto el regalo contra mi pecho.
Sebastian prácticamente tiembla de emoción. —Aquí tienes —le digo, y Edward me guiña un ojo.
Miro a Sebastian mientras mueve la cabeza de un lado a otro. Frota la mano sobre el regalo envuelto e incluso llega a olerlo.
—¿Qué haces? —pregunta Edward.
—Intentando adivinar —responde Sebastian como si Edward fuera un extraterrestre o algo así.
Cuando termina la investigación y Seb no adivina de qué se trata, rompe el papel y se queda mirando la foto.
—¿La foto de un perro?
Suelto una risita. —Se llama Hobs y es un husky siberiano. —Seb asiente y frunce los labios.
—Es realmente genial, eh, ¿gracias? —Edward estalla en carcajadas.
—Es tu perro, Seb.
—¿Mío? —Mira la foto y luego vuelve a mirar a Edward. Lo hace varias veces hasta que lo asimila. Deja la foto encima de la mesa y, al más puro estilo «Home Alone» (18), se golpea las mejillas con las manos y pone cara de asombro.
—Lo recogeremos dentro de dos semanas en el aeropuerto. Viene en avión desde Indianápolis —responde Edward, y la sonrisa de Sebastian es tan grande que me llega al corazón.
—¡Dios mío! —Seb se levanta de la silla, me abraza y corre hacia el otro lado para abrazar a Edward. Esto dura un rato. Se pega a mí demasiadas veces y, de repente, me da un vuelco el estómago.
—Cariño, me haces daño. —Me levanto y cojo un vaso de agua.
—Lo siento, mamá. —Seb parece triste, y le froto suavemente la mejilla.
—Estoy bien cariño, de verdad. Ve a poner tu foto en tu habitación. —Sonríe de nuevo coge la foto y sube corriendo.
—¿Qué pasa, Bella? —Edward se acerca por detrás y me frota suavemente los hombros.
—No lo sé, me sentí mareada, eso es todo —le ofrezco una sonrisa.
—¿Por qué no vas a recostarte un rato y yo llevo a Seb al parque? ¿Te parece bien?
Suena bien. Los últimos días no me he sentido muy bien y tampoco he dormido bien. —Me parece bien, gracias.
Cuando Edward y Seb se van, me voy al dormitorio, me meto bajo las sábanas y me duermo enseguida.
No sé cuánto tiempo he dormido hasta que una enorme oleada de náuseas me despierta. Corro al baño y apenas lo consigo.
—¿Bella? —Oigo que Edward me llama, gruño y en un momento está detrás de mí cogiéndome del pelo.
»Oh, nena —me tranquiliza.
—Me siento fatal —consigo decir antes de que mi cabeza vuelva a estar sobre el sanitario.
—Llevas durmiendo tres horas por lo menos. No tienes buen aspecto y estás caliente. Quizá deberíamos llamar al médico.
Sacudo la cabeza. —Si me siento así mañana, lo haremos, pero hoy no, no en el cumpleaños de Seb.
Edward acepta después de un poco de coacción y volvemos a bajar las escaleras, donde pongo una sonrisa falsa en mi cara y participo en los festejos del cumpleaños de mi hijo.
El día siguiente viene con más náuseas y un poco de fiebre. Pongo los ojos en blanco y dejo que Edward me lleve a rastras al médico. Me hacen todo el reconocimiento y paso más tiempo esperando que siendo atendida.
Después de lo que parece una eternidad, el médico entra con una carpeta y una pequeña sonrisa.
—Señora Cullen, hoy tengo buenas noticias para usted. —Sonríe más, y miro a Edward con cara de «¿qué demonios?».
—Bueno, la sonrisa dice que no es mala —responde Edward.
—¡Ah, es maravilloso! Usted, señora Cullen, está embarazada.
Noto que los ojos se me agrandan, que el corazón me late con fuerza y, sin previo aviso, suelto un sollozo.
—¿Embarazada? —pregunta Edward.
—Sí, no estoy seguro de cuánto está, pero un ultrasonido puede determinarlo. —El médico me ofrece un pañuelo y ni siquiera reacciona ante mi arrebato. Está claro que está acostumbrado a mujeres hormonales.
—Pero... pero, nosotros… —Hipo—. Tenemos un p... perro.
Edward se ríe. —Bueno, supongo que entonces hemos encontrado la cura para concebir, ¿no?
Miro a Edward. —¿Cuál es?
—Si no puedes quedarte embarazada, búscate un perro. En veinticuatro horas tendrás un pastel en el horno.
El médico se ríe, e incluso yo suelto una risita. Vaya, un bebé... Sebastian será hermano mayor. Me río un poco más.
—Vamos a tener un bebé. —Sonrío ampliamente a Edward.
—Sí, lo vamos a tener —dice Edward—. Supongo que estaba destinado suceder después de todo.
Fin
~BoaB~
(18) Home Alone (titulada Solo en casa en España y Mi pobre angelito en Hispanoamérica) es una película estadounidense de 1990 escrita y producida por John Hughes, dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Macaulay Culkin, Joe Pesci, entre otros.
~BoaB~
Nota de la traductora: Esta historia iba a tener una secuela, "Grow With Me" [Crecer conmigo], pero la autora fue víctima del ataque continuo de un trol en FFN y no la continuó, de hecho, es la razón por la que retiró todas sus historias de esta plataforma.
Muchísimas gracias por acompañarme en la traducción de esta hermosa historia de amor, superación e inclusión. Si en tu diario vivir te encuentras con una persona neurodiversa, date la oportunidad de conocerla y estoy segura que tu vida será aún más maravillosa.
Recuerda activar la alerta de "Author" y de unirte a mi grupo en Facebook (Agencia de traducciones de EriCastelo) para más detalles de mis futuras traducciones. Las que siguen en programación son "Bellaria" de la grandiosa Pattyrose y "Simply Edward" de la estupenda CaraNo. La primera es un viaje de historia y reencarnaciones y la segunda es de un hermoso Edward dentro del espectro autista (en mi grupo hay adelantos y puedes ver la hermosa portada que Paliia nos hizo para la traducción).
