Semanas después de que los trillizos cumplieran 6 años, las constantes discusiones, peleas y problemas de la familia llegaron a su punto cúlmine.
Naruto se había quedado despierto aquella noche, sumido en sus pensamientos mientras sus hermanas dormían plácidamente, y fue sólo él quien atinó a escuchar los ruidosos murmullos que emergían más allá de su habitación.
Su curiosidad lo llevó a levantarse haciendo el menor ruido posible, para luego encaminarse fuera del cuarto hacia la sala de estar, donde se filtraba un poco de luz por una puerta entreabierta. Con cuidado de no ser descubierto, el chico asomó la cabeza por entre el resquicio de la entrada, y sus ojos azul zafiro se clavaron en las figuras de sus padres.
—¡No podemos seguir así!—Exclamó Yuriko, acorralando a su esposo.
—¡Por años hemos vivido en la pobreza! Y si no fuese por mí, no tendríamos un hogar siquiera. ¿Es esa la vida que quieres que vivamos?—
El aludido tuvo la decencia de mostrarse constipado antes de encogerse de hombros.
—Ya te lo he dicho, estoy trabajando en eso. En un par de días me llamarán y entonces...
—¿Entonces qué? ¿Te seguirás asociando con los Yakuza?", el hombre pareció sorprenderse ante lo dicho.
—¿¡Estás loco!? ¿Acaso quieres que nos maten?—
—Bah, te preocupas demasiado—Dijo el hombre.
—Cuando termine con esto podremos vivir como reyes. Tú, yo, y los niños. No pasará nada—
—¿Y si pasa?—Había extrema desconfianza en el tono que Yuriko usaba para hablar, y no parecía estar dispuesta a ceder su postura.
—No voy a poner en riesgo la vida de mis hijos por una estúpida idea. Si quieres arriesgar, arriésgate tú solo. He tenido suficiente de ti—
Desde su posición, Naruto observó en silencio cómo su padre ensanchaba los ojos ante aquello, su cara crispándose rápidamente en una mueca furiosa.
—¿¡Q-Qué dijiste!?—
—Lo que oíste. Quiero que te vayas— Yuriko parecía decidida, cómo si aquello no hubiese sido una decisión del momento. Sino algo premeditado.
—Vete, y no regreses—
—¿Que me vaya?—Repitió el hombre tornándose cada vez más furioso a cada segundo que pasaba.
El hombre dio un paso hacia adelante, una sonrisa irónica ahora en sus labios.
—Después de todo lo que he hecho por ti, ¿¡me echas!?—
—Es lo mejor para todos. No lo hagas más difícil de lo que...
De repente, la mujer se encontró incapaz de seguir con lo que estaba diciendo al percatarse de la mano que se aproximaba a toda velocidad a su cara, con su esposo buscando abatirla en un arranque de ira. Nunca fue capaz de cumplir su cometido, sin embargo, ya que en un mero parpadeo del ojo alguien se interpuso entre ambos, alzando una minúscula mano en el aire.
Sin que ambos adultos siquiera notase que estaba ocurriendo, el golpe de el hombre fue interceptado por Naruto, el único varón de los trillizos, quien demostró una fuerza impropia de un niño de 6 años y logró detener el ataque, sujetando el brazo de su 'padre'.
—¿Pero qué-?—
Sólo entonces, Yuriko se percató de lo que acababa de pasar, y sus ojos ensanchados se giraron hacia el pequeño.
—¿¡N-Naruto!?—
—Si llegas a tocar a mi mamá...
Naruto levantaria la mirada y el hombre se aterró de lo que vió.
—Te mato—
La habitación se tornó más tensa de lo que había estado hasta hacía un momento, con ninguno de los adultos capaz de encontrar palabra alguna para expresarse ante lo que acababa de acontecer.
El hombre fue el primero de salir de su shock, frunciendo nuevamente el ceño mientras trataba de liberarse del agarre del pequeño.
—¿¡Qué demonios estás!?—
Sus esfuerzos fueron recompensados por un Naruto que no hizo más que aplicar fuerza en su agarre y procediera a torcer su brazo, provocando que el adulto gritara de dolor e incredulidad ante la muestra de control del chico de seis años.
En ese instante sintió que una respiración en su rostro y al alzar la mirada quedó aún más horrorizado de lo que vió.
Un gigantesco monstruo estaba a las espaldas de Naruto mostrandole los dientes.
—Márchate—Ordenó entonces el pequeño, su cara un raro reflejo de frialdad absoluta.
Su madre, por otro lado, estaba anonadada. Un hombre adulto, siendo intimidado por un mero niño era algo simplemente increíble.
Y más increíble aún fue ver cómo el mismo salía corriendo disparado de la casa una vez que Naruto hubiese soltado su brazo, gritando '¡monstruo!' antes de escapar por la puerta de enfrente.
Una vez se hubiese marchado, un tenso silencio volvió a reinar en la casa.
—Mamá, ¿estás bien?—
La voz de su hijo la sacó de su ensimismamiento, forzando a sus ojos violetas a centrarse en la imagen de Naruto, quien se aproximaba a ella con una mueca de preocupación.
—Estoy bien, Naruto—Dijo la hermosa mujer, tratando de sonreírle a un Naruto que la miraba con evidente preocupación.
—¿Mama? ¿Nii-San?—
Una nueva presencia interrumpió el momento entre ambos, y un par de ojos se giraron en dirección de los recién llegados.
Se podia observar a dos niñas de la misma edad de Naruto.
La primera era de cabello negro y ojos azules y la segunda era una niña pelimorada con ojos del mismo color.
Sus nombres eran Rin y Sakura hermanas menores de Naruto.
Evidentemente, la acalorada discusión las había despertado de su sueño, llevándolas no sólo a salir de la cama, sino a aventurarse por la casa en busca del origen de la conmoción.
Yuriko sólo esperaba que no hubiesen escuchado nada en particular. Ahora mismo no se sentía preparada para romperle el corazón a sus pequeñas.
—Niñas, ¿qué hacen fuera de la cama?–Preguntó la hermosa mujer, acercándose a su pequeña hija para luego alzarla en brazos.
—Vamos, es tarde. Hora de dormir—
—Escuchamos gritos, mama—Dijo Rin y sus ojos se movieron de una callada mujer al pequeño pelinegro que la miraba que la miraba
—¿Naruto?—Dijo Rin confundida.
El mencionado, solo se encogió de hombros con una sonrisa atípica suya. Era como... forzada, si su madre tenía que describirla.
—No fue nada, Rin. Mamá tuvo una pesadilla—
—Oh...—Asintió Rin, creyéndose la mentira con facilidad.
—¿Viniste a ayudar a mamá, Nii-San? Sakura se proximó a su hermano, bostezando dulcemente.
Naruto solo asintió en confirmación.
—Tengo sueño... ¿podemos volver a dormir?—Dijo Rin.
Naruto asintió y se comenzó a retirar junto a sus hermanas.
Yuriko, mientras tanto, siguió en silencio a sus pequeños, perdida en pensamientos que cada vez más giraban en torno a su hijo, Naruto.
Por el lado del pelinegro este sintió un leve dolor de cabeza pero no le dió importancia.
Un rato después.
Mientras Naruto dormia junto a sus hermanas dentro de el algo pasaba.
—Donde estoy—Dijo Naruto algo asustado del tenebroso lugar pues era una alcantarilla con varios pasillos.
Este empezó a caminar pues sentia una extraña sensación que lo llamaba.
Este llegaria a un tunel donde habia una intensa luz.
Al cruzar veria algo que lo shockeó veria a un inmenso zorro de color anaranjado recostado.
—Al fin vienes tonto—Dijo el zorro en tono tranquilo.
—Puedes hablar—Dijo Naruto bastante asustado ante semejante criatura no podia moverse del miedo.
—Tranquilizate no te haré daño—Dijo el zorro intentando tranquilizar al niño.
Naruto al oír eso se calmaria un poco.
—Bueno se que tienes muchas preguntas hay unas personas que deben presentarse—Dijo el zorro.
Atras del zorro saldrian dos individuos.
El primero tenia un cabello negro y unos ojos negros con un contorno rojo y vestia un traje negro tipo gabardina.
El segundo era un hombre de cabello dorado y ojos rojos como la sangre que vestia una armadura dorada.
—Quie-Quienes son ustedes—Tartamudeó Naruto.
—Soy Anos Voldigoad el Rey Demonio–Se presentó el primero.
—Soy Gilgamesh el Rey De Los Heroes–Se presentó el segundo.
—Oye ya deja de esconderte—Dijo Kurama en tono irritado.
Naruto se volteó y de entre las sombras saldria un dragón enorme del mismo tamaño de Kurama.
—Quien eres tu—Dijo Naruto .
—Soy el dios dragòn del vacio—Dijo el dragón.
Kurama arqueó una ceja al ver a la criatura.
—Porque usas esa forma—Dijo Kurama al dragón.
—¿Forma?—Dijo Naruto confundido.
El dragón solo fue cubierto por una luz y al diciparse se veria a una mujer hermosa de cabello blanco y ojos rojos.
Naruto quedó boqueabierto al ver a la inmensa criatura convertirse en una mujer.
Naruto se desmayaria.
—Jijijiji—Una risita escapaba de los labios de la mujer.
—Parace que si funcionó lo que planeabas—Dijo Anos.
Gilgamesh y Kurama arquearon una ceja.
—De que plan hablas—Preguntó Kurama.
—Acaso no es obvio queria sorprenderlo con su cambio—Contestó el Rey Demonio.
Gilgamesh y Kurama tuvieron una gota de sudor.
Después de un rato.
Naruto se habia despertado y hablaria con los individuos.
No hace falta decir que este quedó atónito de todo lo que le contaron.
—Entiendo pero ¿cual es tu nombre?–Preguntó Naruto viendo a la peliblanca pues ella nunca le dijo su nombre.
—Pues nunca pensé en eso—Dijo la mujer encogiendose de hombros.
—Y no te gustaria tener un nombre para ser más facil comunicarnos–Preguntó Naruto.
—Bueno esta bien ¿y que nombre me vas a poner?—Contestó la mujer.
—Mmmm quetal Irisviel—Dijo Naruto.
—Es un buen nombre—Dijo la ahora llamada Irisviel.
—Como crees que le esta yendo a esos dos—Dijo Anos.
—Creo que les ira bien—Dijo Gilgamesh.
Cambio de escena.
Se ve a Rin frente a frente con un individuo que se presentó como Enkidu.
Este le contaria su historia y sucederia de manera similar que con Naruto.
Con Sakura.
Esta estaba frente a frente con un indiviudo de cabello rubio y una armadura.
Este se presentó como Kanon y pasaria lo mismo que con Rin y Naruto.
Fin Del Capitulo.
