Capítulo 24: Vacaciones de verano en Nueva York.
Habían llegado a Nueva York 3 días antes, lo habían estado pasando muy bien, habían vuelto al Empire State y visitaron el Museo de Historia Natural y el MOMA, fueron todos juntos al zoológico de Central Park, la última vez no fueron Elvira y Severus, Caliope quería que Severus viera su lugar de trabajo hasta su jubilación, cuando llegaron allí y vio que Caliope era guía de las excursiones escolares, Severus entendió cómo es que tenía tan buena mano con los niños, sus antiguos compañeros de trabajo decían que la echaban mucho de menos, sobre todo cuando había algún niño un tanto díscolo.
Habían pasado unos días estupendos y ese día era el cumpleaños de Morgana. Ese día iba a ser también muy especial. Severus y Elvira se levantaron los primeros, querían prepararle un desayuno especial a Morgana y llevárselo a la cama. Severus cogió las recetas de la señora Wilson y entre Elvira y él decidieron prepararle unos gofres. Estaban terminando de calentar los gofres para la niña cuando llegó Thomas.
-¡Eh! ¿Qué hacéis los dos invadiendo mi territorio? - Elvira se rió.
-Tranquilo papá, sabes que hoy es el cumpleaños de Morgana, Severus y yo le estamos preparando unos gofres.
Habían preparado ya 4, pensaban que la niña tendría bastante con 2 y aún sobraba masa para hacer gofres para todos. Severus dijo:
-Pruébalos, son una receta heredada de una vecina de mi infancia que era como una abuela para mí, seguro que te gustarán.
-La verdad es que tienen un aspecto delicioso… - Thomas no se pudo resistir y lo probó. - ¡Joder! Perdona, están más buenos que los míos.
En ese momento llegó Caliope y Thomas le dijo que probara esos gofres que hizo Severus.
-¡Guau! ¡Eres un artista, Severus!
Mientras preparaban más gofres, Elvira preparó una bandeja con patas para que Morgana pueda desayunar en la cama. Le puso dos gofres calientes con chocolate, nata y fresas, un zumo de naranja, un vaso de cacao y un tazón con macedonia de frutas. Pusieron un hechizo para mantener su desayuno también caliente. Los cuatro subieron a la habitación donde dormía Morgana. Elvira llevaba la bandeja, Severus abrió la puerta y Caliope y Thomas entraron después, el matrimonio mayor empezó a cantar el cumpleaños feliz. Mientras Severus levantó un poco la persiana. La niña se despertó un poco sobresaltada pero muy contenta al ver a los cuatro adultos en su habitación. Empezó a llorar de emoción, Elvira le pasó la bandeja a Severus y fue a abrazarla.
-¿Qué te pasa cariño?
Cuando la niña se calmó dijo que se acordó de que en su último cumpleaños su abuela la despertó así también, sólo que en lugar del desayuno le trajo a Lestat. Elvira le dijo que este día también sería muy especial. Le preguntaron si prefería desayunar en la cama o en la cocina, ella dijo que prefería ir a la cocina para desayunar todos juntos. Severus llevó la bandeja abajo y puso la mesa para el desayuno para todos, mientras bajaban la niña fue al baño, cuando llegó a la cocina olió el delicioso aroma de los gofres y su estómago rugió. Se sentó y todos la felicitaron de nuevo, se comió sus gofres con mucho apetito, Morgana dijo que estaban deliciosos. Entonces llegó el momento de los regalos, Severus le regaló un elegante estuche con herramientas para hacer pociones, similar al que le regaló Elvira, era de cuero negro con el escudo de Slytherin en verde y sus iniciales grabadas. La niña se puso muy contenta, se lanzó a abrazar y besar a Severus, que le devolvió el abrazo, contento de que le gustara.
-Sabía que te gustaría… y si sigues siendo tan buena en pociones como hasta ahora, si te conviertes en maestra necesitarás tus propias herramientas y deben ser de buena calidad.
-Gracias, Severus, eres el mejor.
Entonces Caliope y Thomas le dieron su regalo, un bonito colgante de plata con un gatito sobre la luna. Le encantó y lo agradeció con besos y abrazos. Entonces le tocó el turno a Elvira.
-Cariño, como ya eres toda una señorita de 12 años, he pensado que como regalo de cumpleaños, nos vamos a ir las chicas de compras, he pensado comprarte algunos vestidos, pantalones y camisetas, un par de bañadores, que el tuyo te va un poco pequeño, y unos bonitos zapatos de vestir y un vestido elegante, porque esta noche vamos a ir todos a ver "Mamma Mía!" y después cenaremos en ese restaurante italiano que te gusta tanto.
-¿De verdad?
-Sí. - La niña la abrazó emocionada.
-Morgana, ahora ve a vestirte rápido, que mamá y yo haremos lo mismo, después vendremos aquí a almorzar, que papá quiere prepararnos una barbacoa especial. - La niña salió disparada a vestirse, Elvira y Caliope hicieron lo mismo y después bajaron. Se fueron muy rápido.
Thomas y Severus se quedaron allí, Severus había pensado en preparar una sorpresa como postre para el almuerzo. Le enseñó a Thomas la receta de la tarta de chocolate de la señora Wilson y le preguntó si tenía todos los ingredientes, no hubo problema, Thomas tenía su cocina muy bien abastecida. La prepararon entre los dos y lo cierto es que les quedó muy bien, sólo quedaba probarla. Cuando se enfrió la metieron en la nevera, no querían que la vieran antes del postre.
Elvira, Caliope y Morgana volvieron justo cuando Thomas estaban calentando las brasas para la barbacoa y Severus le estaba ayudando, Elvira besó a su padre y su novio y les dijo que si se habían aburrido.
-Para nada, hija, hemos estado preparando una sorpresa para el postre.
Morgana les preguntó qué era, Severus le dijo que cuando llegara la hora del postre lo sabría. Entonces ella le enseñó todo lo que Elvira le había comprado, la niña estaba creciendo y mucha ropa ya le quedaba corta o demasiado estrecha, le enseñó emocionada el vestido elegante que se pondría esa noche para ir al teatro, un bonito vestido de aspecto juvenil de color negro con un bonito estampado en color plateado, unos zapatos con un pequeño tacón en negro y un bolsito de fiesta plateado. Caliope dijo:
-Cariño ven vamos a guardarlo todo a tu habitación, no se vaya a manchar. - Subieron las dos charlando alegremente.
-¿Qué tal la mañana? - Preguntó Severus.
-Muy bien, es una niña sorprendentemente poco caprichosa para su edad, casi todo lo que hemos comprado lo he elegido yo. Le atraen más los libros que la ropa, le tuve que prometer que otro día iremos a ver librerías. - Severus se reía y Thomas le dijo:
-A ti a su edad lo que más te gustaba eran los libros, sólo espera unos meses y empezará a interesarse por la ropa…y dentro de un año o dos, empezará a interesarse en los chicos. Estudiando en un internado mixto como Hogwarts… vais a tener que vigilarla atentamente. - Severus le dijo a Thomas:
-Ni me lo recuerdes, en cuanto volvamos a Inglaterra voy a empezar a advertirle sobre los chicos y que no son de fiar, tengo planeado decirle que los únicos hombres de fiar en todo el mundo somos tú y yo, Thomas. - Elvira le dijo, dándole un pequeño puñetazo en el brazo:
-No seas capullo y no asustes a la niña con que los chicos son todos malos.
-No le regañes, hija, yo lo veo normal, yo te hacía las mismas advertencias, pero no me hacías caso.
-Y menos mal, o si no ahora no sería tan feliz. - Entonces pellizcó el trasero de Severus, haciendo que se ruborizara.
-Por cierto Severus, también he traído un regalo para ti.
Sacó de su bolso una bolsita de papel encogida, la expandió y se la dio. Severus sacó de allí un bañador negro tipo bermudas, parecido al que ella transfiguró para él.
-¿Y esto?
-¿No lo ves? Es un bañador para ti.
-Eso ya lo veo, pero, ¿Por qué me lo has comprado?
-Pues para cuando te bañes aquí con nosotras.
-¿Qué? No pienso ponerme esto en público.
-Tranquilo, no iremos a la playa, por lo menos este año, ¿O es que pretendes bañarte desnudo en la piscina de mis padres? - Thomas soltó una carcajada y dijo:
-Severus, tranquilo, aquí te puedes bañar tranquilo, no te verá nadie.
-Está bien, quizás mañana podamos bañarnos, de todas formas, si hubiera mirones estarán más atentos a verte a ti en bikini que a mí en bañador.
Los tres siguieron charlando mientras Thomas terminaba de preparar la comida con ayuda de Severus y Elvira, Morgana y Caliope ponían la mesa en el jardín.
Almorzaron conversando y bromeando sobre los planes para esa noche, la obra empezaba a las seis y media, descansarían tras el almuerzo y se arreglarían antes de las 4 y media, pedirían un taxi para esa hora que los llevara allí, muy mal tendría que estar el tráfico para no llegar a tiempo. Cuando llegó la hora del postre, Severus fue a buscar la tarta y puso 12 velas que encantó para que no se apagaran antes de llegar al jardín. Morgana se emocionó cuando lo vio llegar con la tarta, cuando la dejó en la mesa frente a ella, lo abrazó y le dio las gracias. Le cantaron de nuevo el cumpleaños feliz y apagó las velas, después de pedir un deseo. Elvira y Thomas sirvieron tarta para todos y cuando la probaron estaba deliciosa. Morgana dijo:
-¡Ésta es como la tarta de la señora Wilson!
-Sabía que te gustó y pensé que te haría ilusión que fuera tu pastel de cumpleaños. Y ya que me dio la receta, pensé que ésta sería una buena ocasión para intentar prepararla. ¿Cuál es el veredicto? ¿Está buena?
Todos dijeron que estaba deliciosa y Thomas le preguntó si podría darle una copia de las recetas de la señora Wilson, le encantaría seguir preparando esas delicias cuando ellos volvieran a casa. Severus las duplicó encantado, sabía que Thomas las apreciaría y prepararía muy bien.
Tras un breve descanso, todos se arreglaron para la noche, Severus y Thomas las esperaban en el salón, ambos se pusieron elegantes trajes muggles oscuros, Severus complementó su traje negro con una camisa también negra y corbata en verde y gris plateado, con zapatos negros, muy Slytherin, como no podía ser de otro modo. Thomas llevaba un traje azul marino con camisa blanca y corbata azul oscuro. Caliope bajó la primera, se puso un vestido negro que le llegaba un poco por debajo de las rodillas de material sedoso con un escote discreto y un chal violeta con un patrón de flores negras y zapatos violetas con bolso a juego, se recogió el pelo con un moño elegante y se maquilló discretamente, resaltando sus labios en un rojo sangre, se puso un collar de plata con un colgante con una piedra de color violáceo y pendientes a juego. Cuando la vio su marido le dijo que estaba deseando que volvieran esa noche para quitarle el vestido, lo que provocó la incomodidad de Severus y las risas en la pareja. Después bajaron Elvira y Morgana, Elvira llevaba su peinado cardado habitual y se había maquillado los ojos en su estilo espectacular y sus labios en rojo intenso, se puso un vestido también en negro, sujeto a su cuello con una cinta gruesa y un espectacular escote, la falda era ceñida con una abertura en los laterales que subían hasta casi la mitad de su muslo, tenía unos ribetes en el escote, el bajo y alrededor de su cintura en verde esmeralda y llevaba, como siempre, el collar que le regaló Severus y unos pendientes discretos en negro, llevaba unos zapatos verde a juego y un bolso negro. Morgana se puso su vestido nuevo, no tenía mangas, la falda le llegaba por encima de la rodilla y aunque no era muy de mayor, le hacía parecer mayor de lo que era. Elvira la ayudó a peinarse, le hizo una gruesa trenza de lado y la sujetó con una cinta con dos rosas artificiales pegadas, una negra y otra plateada a juego con su vestido y sus complementos. Severus las miró a las 2 impresionado. Thomas fue el primero en hablar.
-¡Caray! Mis tres chicas están preciosas hoy. - Severus reaccionó por fin.
-Tienes razón, estáis preciosas las tres.
Las 3 agradecieron los cumplidos y Caliope dijo que necesitaba una foto de todos así, antes de que llegara el taxi puso el temporizador de su cámara, usando magia sin varita Elvira hizo que la cámara se elevara y se mantuviera flotando en el sitio perfecto para que los sacara a todos. Caliope se puso al lado de Severus, al lado de él se puso Elvira y luego Thomas, Morgana se puso delante de los adultos entre Severus y Elvira. Como la cámara nueva de Caliope era digital vieron que quedó perfecta.
En ese momento llegó el taxi, advirtieron que eran cinco y les mandaran uno en el que cupieran todos, la empresa cumplió el encargo. Llegaron al teatro en poco más de una hora, aún no era hora de entrar y Caliope insistió en hacer más fotos allí en la puerta, con los carteles de la obra y, aunque Severus era reacio, terminó dejándose fotografiar en varias ocasiones. Llegó la hora de entrar y los acomodaron, estaban en la cuarta fila, bastante cerca del escenario. Morgana estaba completamente emocionada, ese era un cumpleaños que nunca olvidaría. Cuando empezó la obra y sonó la música estaba emocionada. Severus y Elvira la miraban encantados, sabían que la habían hecho feliz. Caliope y Thomas los miraban a los tres, les alegraba verlos tan felices juntos. Sorprendentemente, Severus disfrutó de la obra, el argumento le pareció una memez, pero recordaba esas canciones de la radio y le parecía que, a pesar de que no era lo que solía escuchar, que no eran terriblemente malas. Los cinco terminaron divirtiéndose y aplaudiendo con entusiasmo al final.
Cuando salieron del teatro Morgana estaba completamente emocionada, no paraba de hablar de lo mucho que le había gustado la obra. Todos estaban contentos de que le haya gustado. Fueron al restaurante italiano que le gustaba a la niña, tenían una mesa reservada. Cenaron tranquilamente, la comida estaba riquísima y cuando terminaron salieron a buscar un taxi a la parada que había cerca de la puerta del restaurante. No había ninguno en el que cupieran todos juntos y decidieron coger dos, en uno irían Caliope y Thomas y en el otro Severus, Elvira y Morgana. Se subieron al taxi, Severus se sentó entre Elvira y Morgana, estaban tardando un poco en llegar y cuando quedaba bastante para llegar a casa, Morgana se quedó dormida encima de Severus, él la rodeó con su brazo y Elvira se apoyó en su hombro.
-Pobre, está agotada, y con este tráfico infernal estamos tardando tanto que la ha vencido el sueño. - Severus dijo:
-Sí, supongo que nunca había tenido un cumpleaños con tanta actividad, esta mañana te la llevaste de compras, después el teatro y la cena.
-Es el primer cumpleaños desde que… ya sabes, quería que fuera especial y que no tuviera tiempo para estar triste. Quizás el año que viene, podamos ir a Italia a visitar a Narcissa, Draco y Paolo, también será emocionante para ella conocer otro país.
Severus estaba mirando a Morgana dormida sobre su pecho, se dio la vuelta y besó a Elvira en la boca.
-Esa es una gran idea, ya hablaremos de ello más adelante.
Elvira lo abrazó. Cuando llegaron a casa, Caliope y Thomas acababan de llegar y se estaban bajando del taxi. Severus despertó a Morgana con delicadeza, ella le pidió disculpas por dormirse.
-No pasa nada, ahora cuando entres lávate los dientes y acuéstate.
Pagaron a los taxistas y entraron en la casa, estaban todos bastante cansados, se habían levantado temprano y entre las compras, el teatro y la cena, ellos también tenían sueño. Se acostaron en cuanto llegaron y activaron las protecciones, pero no pusieron alarma, al día siguiente no se levantarían temprano.
A la mañana siguiente Severus se despertó y aún no eran las 8 de la mañana, decidió despertar a Elvira de la forma que sabía que a ella más le gustaba… sin varita, hizo un hechizo no verbal y la puerta quedó cerrada a cal y canto y la habitación insonorizada. Elvira esa noche se había puesto un pijama de seda negra y adornos de encaje con un pantalón corto, que era del tamaño de unas braguitas, y una camiseta de tirantes muy finos con encaje adornando el escote. Así que se puso tras ella, con su espalda pegada a su pecho, empezó a acariciar lentamente sus pechos y a besar su cuello con delicadeza, su otra mano se apoyó en su cadera y luego a su cintura, metió la mano por el elástico de la cintura de su pantalón, ella empezó a moverse ligeramente cuando notó su mano en la suave piel de su cintura, él notó que se estaba despertando y estaba un poco tensa, le dijo:
-Buenos días, mi bruja, tranquila, he asegurado la puerta y puse un hechizo silenciador… - Siguió besando sus hombros y su mano cubrió su vagina, se dio cuenta de que no llevaba bragas. - ¡Qué traviesa! Durmiendo en casa de tus padres sin braguitas…me encanta. - Ella seguía sin decir nada, estaba aún un poco adormilada, pero cuando sintió un dedo de él rozando su clítoris y metiéndose luego en su vagina se despertó del todo. Elvira finalmente consiguió decir:
-Buenos días, mi amor, gracias por despertarme así. - Ella giró su cabeza y se besaron profundamente, él siguió con sus caricias, ella llevó su mano atrás y agarró su polla que estaba bastante erecta. - Vaya, tú también te has despertado muy contento…
Él metió un segundo dedo en su húmedo coñito y ella soltó su polla, pero empezó a restregar su trasero contra su polla. Ambos estaban muy excitados, Elvira hizo desaparecer sus pijamas cuando consiguió concentrarse en ello, las prendas cayeron al suelo. En ese momento él la giró y ella estaba tumbada sobre su espalda, volvió a meter sus dedos dentro de ella, mientras volvía a besarla con pasión. Ella rodeó su cuello con sus brazos y cuando se separaron para respirar él sacó sus dedos y los chupó.
-Ummm estás en tu punto, ahora voy a desayunar…
Le guiñó un ojo y bajó por su cuerpo y empezó a chupar su coño como sabía que a ella le gustaba, Elvira no se explicaba cómo alguien que a veces era tan callado podía usar así su lengua. Él se apartó un momento mientras metía sus dedos de nuevo. Apenas apartando su boca del pubis de Elvira le dijo:
-No te haces una idea de lo mucho que me gusta empezar el día con tu chochito en mi boca.
Entonces la sorprendió metiendo aún más sus dedos y doblándolos un poco, en ese momento chupó con fuerza en su clítoris, provocando en ella un grito de placer y un intenso orgasmo.
-¿Qué te parece? ¿Te ha gustado despertarte así?
Ella, sin decir palabra, le hizo subir para besarlo, él obedeció y ella empezó a masturbarlo mientras él le acariciaba los pechos y seguía tocando su húmeda entrepierna. Ella lo apartó de repente e hizo que se tumbara sobre su espalda, Severus estaba encantado mientras ella se subió a horcajadas sobre él y lo volvía a besar apasionadamente. Entonces sin previo aviso se colocó sobre él y se empaló en su polla hasta el fondo, empezó a moverse rítmicamente, él cogió sus caderas, estaba hipnotizado mirando sus pechos que se movían al ritmo de sus caderas, se sentó en la cama y empezó a lamer y morder sus pechos por todas partes, ella los tenía bastante sensibles y en poco tiempo casi se había corrido de nuevo, él entonces con una de sus manos agarró con fuerza su cadera e hizo que se mantuviera por un momento quieta con toda su enorme polla dentro de ella y empezó a acariciar su clítoris mientras mordía suavemente sus pechos, hasta que ella se corrió de nuevo y él al sentirlo no lo resistió más y se corrió sólo unos segundos después dentro de ella. Ella cayó encima de él prácticamente agotada. Aún estaba dentro de ella y besaba su pelo, acariciaba su espalda y le dijo:
-Preciosa, no es que me queje, pero creo que será mejor que comprobemos si hay alguien despierto, ya son casi las 8 y media y he notado que tus padres son madrugadores. - Elvira recuperó la capacidad de hablar.
-Tienes razón cariño, además, esta mañana me gustaría que nos bañemos en la piscina y quiero que estrenes tu bañador nuevo.
Él estaba a punto de negarse, pero ella lo miró suplicante e hizo un pequeño puchero a la vez que movió un poco sus caderas para restregarse contra su entrepierna.
-¡Oh, está bien! No sé por qué no puedo resistirme cuando me miras así.
-Porque me quieres… y porque si eres bueno esta noche podríamos escaparnos y bañarnos desnudos en la piscina y hacerlo dentro del agua…
Severus pensó que podría ser una buena idea…pero después pensó que ahí se bañaban también los padres de Elvira y Morgana y le pareció un poco pervertido. Cuando se lo dijo ella se echó a reír y le dijo que no se preocupara, su madre le enseñó un hechizo para desinfectar la piscina que había ideado. Dejaron de remolonear, se asearon, se vistieron y bajaron, se encontraron con todos levantados preparándose para desayunar. Caliope los miró con una sonrisa pícara, y Severus se sintió incómodo porque, aunque era imposible gracias a los hechizos que lanzó, estaba seguro que sabía por qué habían tardado en ir a desayunar. A Elvira no le importó, conocía perfectamente a su madre y sabía lo que pensaba.
Terminaron de desayunar y estuvieron un rato charlando sobre lo bien que lo pasaron el día anterior, Thomas dijo que ya que habían pensado pasar el día en casa y bañarse en la piscina esa mañana, podrían preparar unas hamburguesas en la barbacoa para comerlas en las hamacas del jardín y por la noche podrían pedir para cenar unas pizzas y ver alguna película en casa. A todos les pareció un plan muy apetecible, aunque Elvira, Severus y Morgana estaban de vacaciones no era necesario salir todos los días, un día sólo descansando en casa les parecía una gran idea, además, tenían más de un mes por delante. Entonces fueron a ponerse todos el bañador, Elvira le compró a Morgana varios trajes de baño, dos de una sola pieza, uno verde y otro azul oscuro, y un bikini con un estampado tropical, que cuando se lo enseñó el día antes al volver de compras Severus odió con toda su alma y no sólo por el estampado, lo consideró muy atrevido para una niña, aunque no dijo nada en ese momento. Morgana decidió ponerse el bañador azul y un pareo que le prestó Elvira, para tranquilidad de Severus cuando la vio bajar. Elvira se puso un bikini negro liso estilo años 50 que le quedaba mucho más sexy de lo que cualquiera imaginaría que pudiera quedar y un caftán casi transparente a juego, tenía otros bikinis más atrevidos, pero sabía que a su padre le incomodaba que se los pusiera, era un hombre un poco tradicional, sin llegar a ser un mojigato, pero tenían un vecino cuyo hijo era un cuarentón pervertido e inútil que se pasaba la vida mirando a las vecinas en bañador, llegando a incomodar a niñas de 14 años, llegó a espiar a Caliope cuando era un adolescente y, desde que Elvira se desarrolló, no le quitaba el ojo de encima. Thomas y Severus llevaban sus bermudas y una camisa de manga corta Thomas y una camiseta vieja Severus. Caliope bajó con un elegante bañador en negro con algunas franjas en blanco y un caftán parecido al de Elvira pero no tan transparente. Todos llevaban chanclas y se pusieron algo de ropa además del bañador para que cuando llegara la hora de comer tener algo cerca para no tener que entrar a la casa mojados a buscar algo si lo necesitaban para evitar mancharse. Salieron todos y Elvira llevó sus cremas solares, Caliope le pidió la bronceadora y su padre lo mismo, Severus prefería el bloqueador solar, todos lo miraban extrañados.
-No me miréis así, ya me miran raro cuando me ven en Hogwarts con ropa muggle, si vuelvo bronceado de las vacaciones, seguro que hasta me sacarán fotos.
Todos reían, Morgana quería bronceador, había una chica muy presumida en su casa que decía que iba a ir de crucero por el Caribe y le dijo que seguro que el murciélago la encerraría en una mazmorra y quería darle en las narices y además de enseñarle a todos un montón de fotos de sus vacaciones, volver con un bonito bronceado. Severus le preguntó quién era esa chica, ella le dijo que sólo se lo contaría si no tomaba represalias, él se lo prometió, resultó ser quien sospechaba, una alumna de primer año cuyo padre era primo por parte de madre de Lucius Malfoy.
-No te preocupes, no le haré nada el curso que viene, pero te aseguro que sé quién es su padre y os ha mentido a todos, aparentan tener dinero pero están arruinados, tienen una hija de unos 20 años y están intentando que se case con alguien rico, averiguaron, supongo que por Lucius, que yo tengo bastante dinero y en un evento del ministerio se me acercaron con ella para intentar convencerme en que me interesara en ella, los largué diciendo que no me gusta relacionarme con antiguos alumnos y menos con una tan mema y tan torpe, les aseguré que no me gustan las niñas y que ella mucho menos, que huelo los interesados a kilómetros. Se fueron furiosos y humillados. Si tuvieran dinero para unas vacaciones de ensueño y después de lo que les dije, ¿No crees que mandarían a su hija menor a estudiar a Francia, por ejemplo, en lugar de a Hogwarts donde yo podría humillarlos de nuevo con facilidad? - Morgana se echó a reír.
-Tienes razón Severus, no te preocupes que no le contaré a nadie lo que me has dicho.
Elvira y Severus se echaron el bloqueador solar, a ella tampoco le gustaba broncearse, cuando estaban todos listos y se habían aplicado su crema, salieron al jardín, Thomas se aseguró de que el agua estaba bien, que la pequeña depuradora funcionaba y que no hubiera bichos y hojas en el agua y dijo:
-¡Venga! ¡Todos al agua!
La piscina no era muy grande ni profunda, Caliope y Thomas no eran grandes nadadores y sólo la usaban en verano para refrescarse básicamente…y para hacer travesuras, según le dijo Caliope haciendo que Severus se sonrojara de nuevo.
Se estuvieron bañando, Morgana no nadaba muy bien y entre Thomas y Severus le estuvieron enseñando para que mejorara un poco, Caliope y Elvira después del primer chapuzón salieron un rato a tumbarse en las hamacas, Morgana quiso jugar con una pelota que encontró por allí con Severus, Thomas salió un momento del agua para ir a buscar una jarra de té helado, era una mañana calurosa y tenía ganas de algo fresco. Elvira volvió al agua y estuvo jugando un rato con Severus y Morgana, la niña salió en cuanto vio a Thomas llegar con el té helado. Elvira abrazó y besó a Severus en cuanto se fue la niña, se acercó a su oreja y le susurró al hombre que la abrazaba por la cintura.
-¿Estás seguro que no quieres que nos escapemos esta noche aquí a ser un poco traviesos?
-No me tientes…además, estate quieta o no respondo…
Se reían y de pronto Severus puso una expresión de furia mirando a la valla. Salió corriendo de la piscina y se lanzó como una fiera para agarrar por la camiseta al inútil del hijo de los vecinos de al lado, al que pilló por sorpresa con unos prismáticos sin quitarle la vista de encima a Morgana. El imbécil ese gritó, Elvira salió de la piscina, Thomas a la vez siguió a Severus a ver lo que pasaba y Caliope le dijo a Morgana que se quedara con ella y se terminara su té helado.
-¿Qué pasa Severus? - Preguntaron Elvira y Thomas casi a la vez.
-He pillado a este cerdo espiando a Morgana. Por suerte la niña no se ha dado cuenta.
Apretó más su agarre. Elvira y Thomas lo miraban asqueados y furiosos. Severus le dijo:
-Como te vuelva a ver mirando así hacia aquí te mato. No hay nada que me dé más asco que pervertidos como tú, si vuelvo a ver tu asquerosa cara te arrepentirás. - El hombre salió corriendo. Thomas le dijo, poniendo una mano en su hombro:
-Bien hecho, hijo, yo hubiera hecho lo mismo si me llego a dar cuenta antes que tú, probablemente irá a llorarle a sus padres, dentro de un rato vendrán a pedir explicaciones, pero yo me encargaré de ellos, sé manejarlos, yo también lo he echado más de una vez.
Pasado el momento de tensión, volvieron a disfrutar de su día de piscina. Nadie los molestó. Los vecinos se acercaron y cuando iban a decir algo Severus los miró como si los fuera a matar y ambos salieron corriendo sin decir nada. Caliope consiguió distraer a Morgana y la niña no se percató de nada, afortunadamente.
Cuando terminaron de almorzar pensaron echar una siesta en las hamacas del jardín, Morgana eligió la hamaca que colgaba entre dos de los árboles que Caliope y Thomas tenían plantados en el jardín, después del incidente estaban considerando plantar un seto bien alto en el lado donde vive ese guarro. Severus y Elvira compartieron una tumbona y Thomas y Caliope ocuparon las otras dos. Durmieron una media hora y después, Severus, Elvira y Morgana se vistieron y pensaron ir al videoclub a buscar unas películas para ese día. Los tres fueron al videoclub cercano, el dueño, un señor ya mayor saludó efusivamente a Elvira y llamó a su mujer que había ido al almacén un momento, la señora salió feliz a saludarla era un matrimonio muy amable, amigos de los padres de Elvira, ella no iba allí hacia mucho tiempo.
-Elvira, hija, nos hubiéramos enfadado mucho contigo si en esta ocasión no hubieras venido a vernos, la vez anterior que viniste tus padres nos lo contaron, pero viniste pocos días, si en esta ocasión no nos hubieras visitado hubiera dado de baja tu carné de socia.
-¿De verdad lo hubieras hecho, Danna?
-No, Elvira, no hubiera podido dar de baja a mi clienta favorita, con lo que a mí me gusta charlar contigo de cine.
Estuvieron hablando sobre Morgana, mientras la niña buscaba película acompañada por Severus y Nick, el marido de Danna, le explicó que era su hija de acogida y que prefería no entrar en más detalle. Ella lo entendió, no quería que la niña la escuchara. Se reunieron con los demás, estuvieron charlando sobre cine y se llevaron Superman, la de 1978, Severus quería volver a verla y Morgana se fiaba ciegamente del gusto de Severus, Elvira sonrió y cogió una película de Rock Hudson, Sólo el cielo lo sabe, la eligió especialmente para su madre, sabía que le gustaba mucho ese actor, decía que su padre de joven se parecía un poco a él, alto, moreno, robusto y atractivo, y también se llevaron la segunda parte de los Gremlins, a Morgana le gustó la primera y Elvira pensó que ésta también le divertiría. Se despidieron de Danna y Nick, que les dijeron que volvieran por allí pronto. Así lo prometieron.
Volvieron a casa y pensaron en ver una de las películas antes de cenar. Primero estuvieron viendo Gremlins 2, se divirtieron como locos, Morgana especialmente, lloraba de risa con las diabluras de esos bichos. Después cenaron mientras veían Superman, Severus disfrutó muchísimo, recordaba que fue una de las últimas películas que fue a ver al cine de adolescente. A Morgana le gustó mucho y cuando le dijeron que había cuatro secuelas dijo que las quería ver todas, Elvira le dijo que ella tenía la colección guardada en Hogwarts, que si quería las verían a su vuelta. Morgana se quedó bastante contenta. Caliope cuando vio la que Elvira le trajo le dio las gracias, hacía tiempo que no la veía y era una de sus favoritas. Cuando salió Rock Hudson, le dijo a Morgana que de joven creía que Thomas se parecía a ese actor, por eso se fijó en él la primera vez que lo vio. Estuvieron viendo la película y Morgana parecía sorprendentemente conmovida por la historia, Elvira le susurró al oído a Severus que siempre se ponía muy tierna cuando veía esa película. Cuando terminó Caliope le enseñó a Severus y Morgana una foto de juventud de Thomas.
-No me digáis que no se daba un aire, Thomas es más guapo.
Todos le dieron la razón. Después estuvieron charlando un rato, haciendo algo de zapping y riéndose de lo malos que eran algunos programas y series actuales.
Se fueron a la cama pasadas las 12, Elvira y Severus llevaban un rato en la cama besándose y acariciándose. Cuando Elvira le dijo:
-Entonces, no podré convencerte de ir un ratito a la piscina…
-No, y menos después de lo que dijo tu madre de que ella y tu padre de vez en cuando lo hacían ahí, me daría un infarto si nos los encontramos allí en plena acción. O peor, que Morgana se asome a la ventana y nos vea allí. - Elvira se echó a reír.
-Está bien, pero algún día lo haremos en una piscina…
-Donde tú quieras…
Empezó a besarla de nuevo, en pocos minutos ambos estaban desnudos y Elvira estaba a cuatro patas mientras Severus la penetraba intensamente mientras sujetaba sus pechos con fuerza. Después los soltó y sujetó sus caderas hasta que ella se corrió intensamente y cuando él lo hizo momentos después cayeron agotados, se pusieron un pijama usando magia y se durmieron en pocos minutos.
Los días transcurrieron tranquilos, entre visitas a la ciudad, volvieron a ir al teatro y en un par de ocasiones al cine y a Central Park, a Morgana le encantaba pasear por allí, a los adultos también, para qué negarlo, también pasaban tiempo en casa y en la piscina y el mirón del vecino no volvió a aparecer, parece que la advertencia de Severus sirvió para algo, no se le volvió a ver en el jardín, según le contó otra vecina a Caliope cuando se la encontró en el supermercado, por lo visto la madre de ese malnacido andaba diciendo que el nuevo novio de Elvira era un delincuente que había amenazado a su hijo. Caliope se indignó y le dijo que era profesor de ciencias en un prestigioso colegio inglés donde trabajaba Elvira y que lo tuvo que regañar vigorosamente para que dejara de mirar lascivamente a la niña huérfana de 12 años que ha acogido Elvira, esa vecina quedó horrorizada, Caliope conocía bien a esa mujer y en pocos días nadie en el barrio miró con desconfianza a Severus, es más, muchos empezaron a mirarlo con simpatía.
Llegó el 4 de julio y en un parque cercano se organizaba una pequeña fiesta con fuegos artificiales y puestos de comida y de helados. Decidieron ir a ver los fuegos artificiales, Thomas preparó una cesta de picnic con cena y una manta enorme para sentarse todos juntos en el suelo, si no había mesas disponibles. Por suerte se pudieron sentar con una pareja de amigos de Caliope y Thomas, estaban encantados de ver de nuevo a Elvira y de conocer a Severus y Morgana. Además les contaron, cuando Morgana fue a por un helado con la nieta de esta pareja con la que había congeniado, que como el día anterior estuvieron todo el día de excursión viendo algunos museos, mágicos, pero esa información la omitieron, no se habían enterado de que su vecino el mirón había sido detenido, por lo que se sabía, la policía llevaba tiempo reuniendo pruebas contra él, en su habitación encontraron pornografía infantil, se dedicaba además a hacer fotos de mujeres en momentos íntimos a través de sus ventanas y por lo que escucharon esa mañana, le esperaban muchos años de cárcel, los padres de él pusieron la casa a la venta, no soportaban la vergüenza, porque había fotos de algunas vecinas, jóvenes y mayores e incluso de niñas, antes de que volvieran las niñas les dijeron que la policía el día anterior estuvo hablando con muchas vecinas por si se reconocen en alguna foto, pero posiblemente lo retomen tras el día festivo. Severus dijo:
-Ojalá no salga de la cárcel vivo ese guarro desgraciado. - Todos le dieron la razón.
La gente se fue de la zona de las mesas y casi todo el barrio se reunió en un prado donde se veían mejor los fuegos artificiales, extendieron la manta, Caliope y Thomas se sentaron juntos, igual que Elvira y Severus, Morgana se sentó en el regazo de Severus y él la abrazó. Elvira estaba contenta viéndolo siendo tan cariñoso con la niña, sabía que cuando volvieran a Hogwarts no podría mostrarse afectuoso con ninguna de las dos, con ella por las normas del colegio y con Morgana para que nadie pensara que tenía una alumna predilecta o que se había ablandado. Vieron los fuegos artificiales y Morgana disfrutó del espectáculo, a Elvira y Severus les recordó el que organizó Albus en Fin de Año y se besaron con ternura cuando terminó.
Poco después volvieron a casa, mandaron a Morgana a la cama. Cuando se quedaron a solas los adultos, comentaron lo que les dijo la amiga de Caliope sobre su vecino. Severus confesó que tiene un amigo auror que trabajaba en Nueva York, se trasladó cuando se casó con una auror americana, el día que fue sólo a un recado de Dumbledore que no podía desvelar, fue a hablar con él, sabía que colaboraban con la policía muggle, donde trabajaban algunos squibs, sobretodo para atrapar a pervertidos de ese tipo, le puso sobre la pista de ese desgraciado, que le daba muy mala espina y no se equivocó, la policía lo investigaba y empezó a hacerlo mejor, porque no tardó en pillarlo. Los tres se quedaron asombrados, Caliope y Thomas, porque no pensaron que pudiera tomarse tantas molestias por esa basura humana… Elvira porque le mintió cuando ella lo hubiera apoyado y ayudado. Él le dijo que quería hacerlo lo más discretamente posible para que Morgana no hiciera preguntas. De todas formas, Caliope le dijo que era un héroe. Lo besó en la mejilla dejándole una marca de pintalabios y le dijo que era un hombre maravilloso. Severus se ruborizó, Thomas le dijo que no tenía que avergonzarse de ser un buen hombre. Se fueron a dormir, pusieron sus protecciones y una alarma a las 9 para el día siguiente.
El resto de las vacaciones en Nueva York transcurrieron tranquilas, por lo menos para Severus, que ya no se preocupaba cuando Morgana iba a bañarse en la piscina, sólo se preocupaba de que se pusiera crema y que tuviera cuidado en el agua, normalmente él o Elvira salían con ella y mientras nadaba o se metían en el agua con ella o leían en una tumbona. También salían de paseo y hacían pequeñas excursiones de un día, quizás el año próximo se plantearían ir a California, Morgana quería ir a Hollywood. Pero por ese año se conformarían con Nueva York, que también lo estaban disfrutando mucho, sus anteriores vacaciones les supieron a poco.
Pero tenían que volver, necesitaban comprar uniformes nuevos para Morgana, que estaba bastante alta para su edad y revisar el nuevo material escolar. Además querían ver lo que quería hacer la niña con las cosas de su abuela, para todo eso necesitaban unos cuantos días. Caliope y Thomas estaban diciéndoles que ya querían que llegara la Navidad, porque, por supuesto, debían pasar la Navidad con ellos. Elvira y Severus les dijeron que algo muy grave debía pasar para que ellos no volvieran allí en Navidad y Morgana dijo que ella también quería pasar la Navidad con ellos. Los padres de Elvira dijeron que si por algo no podían ir a Nueva York, ellos irían a Londres. Incluso Severus se rió de la ocurrencia.
