Capítulo 49: Sorpresa de Cumpleaños.

Era la mañana de Halloween, Severus se despertó con Elvira pegada a su cuerpo, había sido un octubre bastante frío en las tierras altas de Escocia, así que ella estaba pegada a él como una lapa. No la despertó, aún era temprano, pero no pudo evitar pensar en lo mucho que había cambiado su vida en los últimos años, hasta hace poco, ese día, para él era el aniversario del peor día de su vida, normalmente lo pasaba de un humor de perros y, si Albus lo permitía, suspendía sus clases, se encerraba en sus habitaciones y ahogaba sus penas en alcohol, al día siguiente seguía de un humor terrible y, debido a que se saltaba el baile de Halloween y se escaqueaba de sus obligaciones, Albus le ponía a hacer rondas durante dos semanas y supervisar las visitas a Hogsmeade un mes… pero todo eso cambió desde que llegó la mujer que ahora dormía en sus brazos, no sólo había cambiado el significado que Halloween tenía para él, ahora ese día era el cumpleaños de su bruja, su esposa, el amor de su vida, ella sólo le había traído felicidad, le ayudó a recuperar su salud y entre ambos habían creado una familia y tenían un negocio próspero al margen de Hogwarts. No sólo era el día que celebraba la vida de esa maravillosa mujer, además era su aniversario, él tras semanas de dudas decidió que no quería esperar más y confesarle su amor… también era el aniversario de su primera noche de sexo… y no pudo evitar excitarse al recordarlo… no sólo era una mujer maravillosa, descarada, inteligente, una bruja poderosa y hermosa… eran muy compatibles sexualmente, ambos eran bastante activos, tenían mucha iniciativa e imaginación, era el mejor sexo que había tenido en toda su vida. Aún no podía creer su suerte cuanto más la miraba más pensaba que estaba soñando, cómo podía ser un cabrón tan afortunado, esa mujer lo amaba y no se cansaba de él. Pero no sólo se sentía afortunado por tener a Elvira, ella aceptó casarse con él y además tenían a Morgana, nunca pensó encariñarse con un niño y de pronto llegó esa niña y ahora no podría vivir sin ninguna de las dos.

Habían pasado unas semanas desde que Morgana terminó su castigo, MacMillan no volvió a meterse con nadie, estaba bastante escarmentada, parecía que la amenaza de volver a recoger estiércol el resto del año y perderse las salidas a Hogsmeade hasta el año siguiente o ser expulsada, fue suficiente incentivo para que, por lo menos se comportara medianamente bien. Morgana no volvió a dar problemas, su castigo con Madame Pince era agotador, la anciana no quería que se usara magia para limpiar los libros, porque según ella se estropearían, así que debía usar plumero, también el sistema de archivo era tedioso… un día que MacMillan la vio en la biblioteca cumpliendo castigo se dio cuenta de que no le envidiaba el castigo que debía cumplir, el suyo era asqueroso, pero era un trabajo simple…las normas e instrucciones de la vieja bibliotecaria eran tan enrevesadas que casi era mejor recoger estiércol. Ambas niñas se disculparon la una con la otra al cabo de unos días, no se hicieron amigas, pero decidieron ignorarse la una a la otra, lo cual trajo algo de paz a la sala común de Slytherin.

Severus seguía abrazando a Elvira, estaba pensando en lo que ella dijo sobre Morgana y sintió que era increíble que esa niña llegara a quererlo tanto, nunca fue un hombre especialmente cariñoso y aún pensaba que no se merecía a ninguna de las dos… pero parece ser que esa niña era especial y lo que empezó como admiración por él como héroe, aunque no le gustaba mucho esa etiqueta, y maestro de pociones, la llevó a quererlo y admirarlo como pensó que nadie lo haría nunca. Ahora llevaban desde agosto intentando tener un hijo propio y en parte se debía a tener a Morgana en sus vidas, les hubiera gustado criarla desde el principio y decidieron darle un hermanito o una hermanita, sabían que sería la mejor hermana del mundo. Estaba pensando en todo eso cuando Elvira se movió un poco y abrió los ojos.

-Buenos días, guapo, ¿Cuánto tiempo llevas despierto?

-Sólo unos minutos. Buenos días, bruja sexy. Feliz Cumpleaños, señora Snape.

-Gracias, señor Snape. - Se besaron y remolonearon un poco más, aún tenían casi una hora para tener que levantarse. -Severus, te he visto un poco pensativo al despertarme, ¿Qué te rondaba la cabeza? - Él sonrió y besó su mejilla, esa mujer lo conocía mejor que nadie.

-Simplemente te miraba y pensaba en cómo me cambiaste la vida, si llego a saber que sería así te hubiera buscado hasta debajo de las piedras en cuanto me recuperé de mis heridas lo suficiente para que Poppy me dejara salir de la enfermería. - Elvira se rió.

-Cómo si ella te lo hubiera podido impedir, seguro que no me buscaste porque no sabías por dónde empezar.

-Sí, me lo hubiera podido impedir… Minerva, Pomona y ella escondieron mi varita hasta que me recuperé lo suficiente y no me dejaban moverme de la enfermería o de mis habitaciones, agradezco sus cuidados y su cariño, no se lo digas a ellas, pero en una ocasión me intentaron alimentar como a un bebé y tuve que hablar con Albus para que dejaran de agobiarme y de intentar ponerme un babero. - Elvira reía a carcajadas imaginando a las tres mujeres agobiándolo hasta ese punto. De pronto Elvira suspiró, Severus la miró y dijo: - ¿Pasa algo? - Ella negó con la cabeza.

-No lo sé, ¿recuerdas que me dijiste que había un hechizo que impedía que las mujeres embarazadas se acercaran a la zona de laboratorio del aula de pociones? - Severus asintió:

-Sí, lo puse yo mismo, era una manera de saber si alguna estudiante estaba en problemas. Además de porque no es aconsejable que se acerquen allí las embarazadas cuando el hechizo detecta al bebé, por la toxicidad de algunos de los productos e ingredientes que usamos o por si hay algún accidente. ¿Por qué lo preguntas? - Elvira lo miró arqueando una ceja.

-Ayer no pude acercarme a esa zona. - Severus abrió los ojos como platos.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?

-Porque aún no estoy segura de que sea eso, me dijiste que para que reaccionara el hechizo, debía haber un embarazo de por lo menos dos semanas o no lo detecta el hechizo y si estuviera embarazada no sé de cuánto tiempo estaría, antes de ayer aún podía acercarme. - Severus se pasó la mano por el pelo.

-Está bien, aún es pronto para el desayuno pero Poppy seguro que estará despierta, madruga mucho y aún está en la enfermería un Ravenclaw que tuvo una caída ayer en clase de vuelo. Nos duchamos rápido, nos vestiremos e iremos a verla. - Lo vio un poco serio cuando se levantó.

-Severus ¿estás enfadado por no decirte nada anoche? - Él la miró, ella estaba sentada en la cama aún desnuda enredada en las sábanas, más atractiva de lo que jamás la había visto. Se acercó a ella y besó suavemente sus labios.

-Para nada, querida, es que si estás embarazada no quiero que vuelvas a entrar en el aula o el laboratorio, no quiero que ni tú ni nuestro bebé corráis ningún riesgo. - Él la levantó en sus brazos, ella dormía en braguitas y la llevó al baño, se ducharon juntos entre besos y suaves caricias, lo más rápido posible.

Cuando terminaron, se vistieron para el día de clases, quedaba casi media hora para el desayuno y cuando llegaron a la enfermería, Poppy estaba dándole el alta al chico que el día anterior se había dañado la pierna, no era grave y sólo necesitó una noche en enfermería. Cuando llegaron, Poppy se sorprendió y los hizo pasar a su despacho privado, allí podrían hablar más tranquilos en caso de que algún alumno entrara. Entonces Elvira le dijo que no contara nada a nadie, pero que llevaban desde el verano intentando tener un bebé y que el hechizo del aula de pociones no la dejaba entrar a la zona de los puestos de elaboración, Poppy gritó entusiasmada, sabía que Elvira estaba embarazada, ella le hizo poner ese hechizo a Severus, para controlar si alguna estudiante se veía en esa situación y atenderla cuanto antes. Entonces la hizo tumbarse en una camilla que tenía allí para los exámenes. Elvira se tumbó con Severus a su lado, Poppy hizo el hechizo y del vientre de Elvira salió una luz y la forma como la foto de una ecografía de un embrión de un par de semanas. Poppy anunció:

-Enhorabuena, queridos, vuestro bebé está muy sano, tiene dos semanas justas de gestación. - Severus sonreía y Elvira preguntó:

-¿Aún no se puede saber el sexo del bebé? - Poppy dijo:

-Puedo probar… creo que aún es pronto, pero hay veces que con los bebés mágicos se puede saber en pocos días… especialmente cuando serán muy poderosos y el vuestro tiene muy buenos genes. - Poppy les guiñó un ojo e hizo el hechizo correspondiente. Del vientre de Elvira surgió una luz brillante de color azul celeste. - Un niño, ya tenéis la parejita. - Anunció Poppy. Severus y Elvira sonrieron.

-Enhorabuena. Y Feliz Cumpleaños, Elvira.

Entonces hizo aparecer un regalo para Elvira, lo abrió y sacó una caja de sus bombones favoritos y unas braguitas comestibles de un sexshop muggle… Elvira preguntó a la sanadora.

-¿Poppy? - La mujer reía viendo el sonrojo de Severus.

-Fui a un sexshop con Aberforth este verano, compramos unas y nos divertimos mucho jugando con ellas… y compré unas para cada compañera de Hogwarts, no se lo digas a las demás, o dejará de ser una sorpresa, cuando se las regalé a Hermione se ruborizó como un tomate…pero al día siguiente me dijo que a Neville le gustaron mucho, el chico aún se ruboriza cuando me ve. - Las dos brujas se echaron a reír. Elvira le dijo:

-Gracias Poppy.

-De nada, disfrutadlas esta noche, no sólo tenéis que celebrar tu cumpleaños, tenéis otro buen motivo de celebración…y antes de que lo preguntes, Severus, podéis seguir teniendo sexo con normalidad, sin grandes excesos o acrobacias del Kamasutra y por supuesto nada de sadomasoquismo… - Severus frunció el ceño y le dijo:

-Poppy ¿Sadomasoquismo? ¿Por quién me tomas?

-Estoy bromeando, relájate.

Entonces le dijeron a Poppy que no contara nada a nadie, ni siquiera a Minerva o Pomona. Ellos querían contárselo primero a Morgana esa noche. Se lo tendrían que contar a Albus y el resto de personal porque tendrían que modificar sus planes de trabajo.

Cuando volvieron a su habitación Severus, la abrazó y la besó, como se moría por hacer, decidieron quedarse allí a desayunar, ella aún no tenía síntomas o náuseas matinales, Severus le prepararía las pociones prenatales y para las náuseas cuando terminaran las clases, esa tarde se suspendieron las clases y podría tomarlas esa misma noche. El resto de personal no sospechó nada, creían que estaban celebrando el cumpleaños de Elvira a solas. Desayunaron lo que les trajo Polly que estaba más atenta de lo habitual si eso era posible y le trajo a Elvira un cupcake de chocolate adornado con crema naranja y motivos de Halloween, además puso una velita para ella. Cuando Polly se fue, a Elvira se le escapó una lágrima, emocionada. Severus dijo:

-Dos semanas y ya estás así con las hormonas… me esperan nueve meses intensitos…

Ella le pellizcó el brazo.

-¡Calla! Polly ha tenido un detalle precioso.

-Está bien, no te enfades, ¿qué tal si te doy tu regalo de cumpleaños? - Entonces hizo aparecer una caja y dentro había un bonito vestido blanco.

-¿Y esto?

-Sé que uno de tus placeres culpables, porque no van con tu estilo, son las novelas de Jane Austen, he pensado que esta noche tú podrías ser mi señorita Elizabeth Bennet y yo tu Señor Fitzwiliam Darcy. - Ella empezó a sollozar, él se preocupó.

-¿Qué pasa? ¿no te gusta?

Él la abrazó y le dijo que no pasaba nada. Elvira se arregló el maquillaje, ese día no tendría clases y se quedó en su habitación, el resto de profesores le mandaron sus regalos antes de que volvieran de la enfermería y estuvo abriéndolos y también estuvo respondiendo las cartas que les mandaron sus padres y sus amigos, Angelina, George, Lars y Fred le mandaron una botella de champagne francés muy caro para que brindaran a solas esa noche y la guardó para otro momento, habría ley seca en sus aposentos por lo menos durante un año. También abrió los regalos de sus compañeros de Hogwarts, casi todos le mandaron dulces, botellas de licor o algún libro, Yoshi le regaló la última novela de Stephen King y Hermione uno de pociones muy interesante. Neville le regaló un rosal de un tipo especial que podía usar como ingrediente de pociones. Sus padres le mandaron un álbum de fotos que habían hecho con fotos muggles y mágicas desde su nacimiento hasta el pasado verano, se emocionó, decidió escribirles y contarles las novedades, lo había hablado con Severus y le dijo que si quería podía hacerlo a solas, eso sí, él llevaría la carta a la lechucería, no iba a subir esas malditas escaleras mientras estuviera embarazada, prefería no discutir con él por eso, además allí hacía mucho frío no le apetecía mucho subir. Después leyó la carta de Narcissa y Hans, la felicitaban por su cumpleaños y le contaban que le quedaba muy poco para dar a luz, al mes siguiente, el día 14 salía de cuentas, aunque ella estaba deseando parir y tener a su hija en brazos. También le decía que le mandó una lechuza a Morgana, a la niña le gustaba tejer regalos para sus amigos y familiares, como le enseñó su abuela, le había hecho un gorrito, unos patucos y unas manoplitas de bebé, en color verde pastel con adornos en blanco, la chica quería agradecerle por la estancia del pasado verano, Narcissa enseñó el regalo de Morgana a todo el mundo y a todos les gustó muchísimo. Elvira se emocionó y Narcissa también le envío un hermoso juego de vasos de precipitados para pociones. Cuando Severus volvió antes del almuerzo se la encontró llorando después de desenvolverlos y ponerlos en la mesa de café.

-¿Qué te pasa, cariño?

-Narcissa me ha escrito, me ha mandado estos vasos para precipitados para pociones tan bonitos.

-Son muy bonitos y resistentes, parecen muy caros, sí, es cristal de murano, ¿Por qué lloras entonces?

-Porque no podré usarlos hasta dentro de nueve meses.

-Es peligroso para ti y el bebé hacer pociones ahora, no te preocupes, dentro de unos meses tendrás al niño y podrás hacer todas las pociones que quieras.

-Lo sé, pero no lo puedo evitar. Lee su carta, dice que ha enviado una lechuza a Morgana y que en un par de semanas nacerá su niña.

-Después le escribiremos y se lo agradeceremos, si quieres, podemos contarle que en nueve meses nacerá su futuro yerno. - Elvira volvió a reír.

-Por cierto, he estado pensando, que me haré cargo de tus clases, tú podrías ayudarme a corregir los ensayos y con la planificación, yo revisaré las pociones que preparen los alumnos, también puedes seguir ideando pociones y productos para la tienda, puedes escribir la fórmula y yo puedo hacer los experimentos con Morgana. - Elvira dijo:

-Yo había pensado lo mismo, también he pensado que como no estaré dando clases, podría aprovechar los días leyendo e investigando la poción que me sugeriste hace unas semanas, la que podría recuperar a los padres de Neville y a gente en su situación.

Severus le contó la historia de los Longbottom cuando ella le preguntó por qué el chico no hablaba de sus padres, si estaban muertos, ella se horrorizó, Severus le dijo que había descubierto una poción que podría curarlos en el libro que le regalaron Caliope y Thomas, pero que quería investigar mejor sus efectos, para no darle falsas esperanzas al chico. Ella dijo que podía buscar información sobre esa poción en la biblioteca y que podría intentar elaborarla. A él le pareció bien.

Fueron a almorzar, todo el personal la felicitó efusivamente y algunos alumnos se acercaron a felicitarla, Morgana también y le regaló una bonita foto enmarcada de los tres ese verano en Florencia, Elvira abrazó y besó a su hija, le dijo que fuera a su habitación a disfrazarse para esa noche. Morgana decidió vestirse de Arwen y Anthony sería Aragorn, ambos acababan de leer El Señor de los Anillos y estaban fascinados con los libros. Severus sospechó un poco que quisieran disfrazarse de una pareja romántica…pero Elvira no le dio importancia y pensó que no debía tenerla, se fiaba del criterio de su esposa. Elvira agradeció los regalos de todos, después cada uno fue a su habitación a prepararse para esa noche, incluso los alumnos, no se veía un alma por los pasillos…

Elvira y Severus volvieron a sus habitaciones, querían descansar un rato, echaron una agradable siesta, cuando llegó Morgana estaban a punto de prepararse para vestirse. Severus le había dicho a Elvira que como su regalo para ella ese año sería elegir sus disfraces de Halloween, se inspiró en la adaptación de Orgullo y Prejuicio que más le gustaba a Elvira, la protagonizada por Colin Firth, él sólo le dio su vestido a Elvira, el traje del señor Darcy no lo vería hasta que estuviera vestido. Elvira fue a vestirse en el dormitorio de Morgana donde ambas tenían todas sus cosas. Morgana entró y los saludó muy contenta, entonces Severus dijo:

-Creo que es el momento de contárselo. - Elvira asintió y dijo:

-Morgana, cariño, tenemos una buena noticia, queríamos darte una sorpresa y que seas la primera en saberlo, vamos a tener un bebé. - Morgana la miraba estupefacta:

-¿Cuándo nacerá?¿Desde cuándo lo sabéis?

-Estoy embarazada de 2 semanas, así que nacerá a mediados de julio aproximadamente, lo hemos sabido pronto porque tu padre tiene un hechizo en el aula para que no pueda acercarse ninguna embarazada a la zona de elaboración. Ayer noté que no podía acercarme allí y esta mañana nos lo confirmó Poppy. - Morgana pareció quedarse pálida, Severus se sentó a su lado en el sofá, acarició su mejilla y le dijo:

-Cariño, ¿No estás contenta? Uno de los motivos por los que buscamos tener este bebé fue porque pensamos que te gustaría tener un hermano menor, nosotros somos hijos únicos, tu madre siempre dice que le hubiera gustado tener algún hermano, yo no, pero sabes que mi padre no era buena persona y si hubiera tenido un hermano hubiera sido otro ser humano al que golpear… aunque no quiero deprimirte con mi horrible infancia, pensamos que nos gustaría traer al mundo a otra persona que te querrá tanto como nosotros. - Severus acarició con ternura el pelo de su hija, Morgana dijo:

-Entonces, ¿No dejaréis de quererme cuando tengáis un hijo que sea vuestro de verdad?

Elvira exclamó:

-¡¿Cómo se te ocurre pensar algo así?! - Morgana se encogió de hombros:

-Algunas chicas dicen que a los hijos adoptivos no se les quiere igual y que cuando tengáis un hijo de verdad no querréis saber nada de mí. - Severus dijo:

-Eso es mentira, yo nunca quise tener hijos hasta que te conocí a ti, si no llegamos a tenerte, quizás no nos hubiéramos planteado tener este bebé o lo hubiéramos retrasado mucho más tiempo. Tu madre y yo te queremos muchísimo, no lo dudes, si alguien dice lo contrario no le hagas ningún caso, ten en cuenta que algunos de los que dicen esas cosas están vivos porque sus padres no saben usar bien los anticonceptivos. Tú eres nuestra hija porque elegimos hacerlo oficial, no te querríamos menos si sólo fuéramos tus tutores legales, pero si formábamos una familia queríamos que tú fueras oficialmente nuestra hija mayor. - Morgana los abrazó muy emocionada y con sus temores más calmados. Severus besó su frente y Elvira le dijo:

-Te lo hemos dicho tan pronto, además de porque tienes que ser la primera en saberlo, porque yo no podré dar clases ni entrar al laboratorio por las protecciones… así que tendremos que explicar el motivo para que no haya especulaciones, ahora, ¿Qué tal si nos preparamos para el baile? - Morgana asintió y preguntó:

-¿Sabéis ya si es niño o niña? - Elvira dijo:

-Es un niño. Si quieres mañana que no hay clases, podríamos empezar a pensar nombres entre los tres. - Morgana la miró con cariño:

-¿De verdad queréis mi opinión? - Ambos adultos asintieron y sonrieron, Severus dijo:

-Por supuesto, ¿A quién le íbamos a pedir opinión? ¿A Sybill? - Morgana se reía. Entonces Severus dijo: - Aunque desde que Poppy nos dijo que era un niño se me vino un nombre a la mente. - Elvira dijo:

-¿De verdad? ¿Cuál?

-Por si acaso, os digo a las dos que no quiero condenar a mi hijo llamándolo "Severus" o "Tobias", no habrá otro Tobias Snape si lo puedo evitar. Me vino a la mente "Duncan" es un nombre que siempre me gustó, el difunto marido de la señora Wilson se llamaba así, murió cuando yo tenía meses pero la señora Wilson siempre me hablaba mucho de él, era un buen hombre, según ella y mi madre. Podríamos hacer una lista de posibles nombres. - Morgana dijo:

-A mi me gusta, suena bien "Duncan Snape". - Elvira asintió.

-A mí también me gusta, aunque siempre pensé que si tuviera un hijo le pondría el nombre de mi padre… aunque entiendo que no quieras llamarlo Thomas, después de lo que pasó con ese desgraciado, ha estropeado el nombre para siempre. - Severus dijo:

-¿Tú padre tiene un segundo nombre?

-Percival, aunque nunca le gustó mucho. - Severus lo pensó por un momento:

-Podría ser el segundo nombre del bebé, el primero ya lo pensaremos mañana.

Se fueron a vestirse y prepararse. Severus salió de su habitación primero con su traje de época, era de color verde oscuro con camisa blanca de cuello alto y corbata blanca, calzas de color crema y botas altas negras, se recogió el pelo en una cola baja y llevaba un sombrero de copa baja negro. Elvira y Morgana se sorprendieron al verlo, ellas ya se habían arreglado, Elvira llevaba un vestido suelto largo de color blanco roto con escote amplio y mangas casquillo, llevaba encima una torera de color celeste, con el cuello subido y mangas largas, se puso zapatos planos, Severus le prohibió volver a usar tacón alto teniendo en cuenta los suelos de piedra de Hogwarts y su estado, prefirió no discutir…de todas formas aún podían hinchársele los pies, el único síntoma de embarazo que tenía por el momento es que le costaba reprimir las lágrimas, se hizo un recogido al estilo de la época y se maquilló discretamente. Morgana llevaba un vestido blanco como de princesa medieval, largo con mangas amplias y poco escote, se puso sus zapatos nuevos, aunque no se le veían eran de un marrón parecido a la pequeña cenefa estampada en el borde de las mangas, la cintura y el escote, se dejó el pelo suelto, ya le llegaba un poco por debajo de la cintura, Elvira le ayudó a ondularlo y le puso una diadema de bisutería que compraron en una tienda muggle de disfraces, además compraron unas orejas falsas de elfo, Elvira le hizo un hechizo para que sólo se quitarán cuando ella quisiera. Se puso unos pendientes de bisutería y un collar a juego, se maquilló con discreción, aunque se puso una sombra de ojos brillante, estaba preciosa. Así se lo dijeron sus padres. Se estuvieron alabando un rato, Morgana iba a hacerle una foto a sus padres y dijo que su padre se parecía más al coronel Brandon que al señor Darcy… entonces Severus tuvo una idea:

-Querida, si tú quieres te puedo hechizar el pelo para que sea rubio rojizo… así tú serías Marianne y yo el coronel Brandon. - Se echaron a reír lo tres, pero Elvira apuntó a su pelo usando su varita y su pelo cambió de color a rubio rojizo, se miró al espejo y dijo:

-Oye, pues es buena idea. - Entonces decidieron que serían Marianne Dashwood y el coronel Brandon.

Se hicieron algunas fotos para mandárselas a Caliope y Thomas y fueron al gran salón, aún quedaban alumnos por llegar, Morgana corrió a reunirse con Charlotte que estaba vestida de Dorothy de El Mago de Oz, después Anthony, Linda y su amigo Paul se unieron a ellas, bromeando les hicieron una reverencia a las chicas que reían, Anthony iba disfrazado de Aragorn y él y Morgana hacían una pareja adorable, Paul se vistió de vampiro, Linda se vistió de Miércoles Addams, vio la foto de Morgana y le pidió el vestido si no lo iba a usar, lo que no quiso llevar es la muñeca desde que Morgana le habló de Cosa, estaba fascinada con la mano que andaba sola, así que se enganchó en el hombro una mano de goma como si fuera Cosa. Los cinco pensaron sentarse juntos y estaban charlando animadamente antes de que comenzara la cena, Severus los observaba atentamente, hasta que Elvira le dijo que era el momento de ir a cenar, como era un baile se permitió que los chicos se sentaran donde quisieran sin tener que separarse por casas, así que Morgana, Charlotte, Linda, Anthony y Paul se sentaron juntos, se divirtieron mucho.

Severus y Elvira de sentaron en la mesa de profesores, estuvieron charlando con sus compañeros de trabajo, que se sorprendieron al verlos así vestidos, les dijeron que eran Marianne Dashwood y el coronel Brandon de Sentido y Sensibilidad, entonces Hermione dijo que Severus estaba exactamente igual que el actor de la película, Yoshi, Hellen y Neville le dieron la razón, Albus y Minerva sintieron curiosidad por ver a ese actor y Elvira sugirió ver la película durante las vacaciones de Navidad. Estuvieron charlando y bromeando mientras cenaban, entonces se dieron cuenta de que Poppy los miraba insistentemente. Cuando iba a empezar el baile se acercó a ellos y le preguntó a Elvira por su estado, ella le contestó que estaba muy bien.

-¿Cuándo se lo contaréis a Albus y los demás? - Entonces Elvira dijo:

-Habíamos pensado en la reunión en la sala de profesores cuando termine el baile. - Poppy sonrió:

-Ya estoy impaciente, no sabes lo que me cuesta mantener el secreto, me encantan las buenas noticias. - Las dos rieron.

El baile comenzó con Albus y Minerva, después se fueron uniendo el resto de profesores y alumnos, Anthony y Morgana estaban adorables, estaban bailando y charlando, Severus y Elvira estuvieron bailando también, cuando terminó el lento, Severus fue al baño y Elvira se quedó un rato charlando con Minerva y Pomona que miraban a Morgana y Anthony mientras charlaban con sus amigos y comían algunas golosinas. Minerva dijo:

-Elvira, Morgana es toda una mujercita… y con Russell hace una pareja adorable, es un gran chico, Pomona te lo puede decir. - Pomona asentía con una sonrisa.

-Sí, es uno de mis mejores alumnos, me recuerda a Neville a su edad, además es muy servicial y atento, siempre se ofrece voluntario para ayudarnos a Neville y a mí para cuidar las plantas. - Neville estaba al lado y dijo:

-He oído mi nombre, espero que no estéis hablando mal de mí, señoras. - Las tres rieron y Pomona dijo:

-Por supuesto que no, estábamos hablando de Anthony Russell, le estaba diciendo a Elvira que es un gran chico y nos ayuda mucho en clase. - Neville dijo:

-Sí, es un buen chico, a mí el único problema que me ha dado fue una vez que llegó 10 minutos tarde y fue porque estaba leyendo en la biblioteca, le pregunté a Irma y me lo confirmó. Sólo espero que si Severus entra ahora mismo no lo mate. - Entonces vieron que Morgana estaba cogida de su brazo y apoyando la cabeza en su hombro mientras charlaban con un grupo de chicos y chicas. Elvira dijo:

-Tranquilo, Neville, si intenta molestar a los tortolitos lo tendré un mes a pan y agua…y durante ese tiempo desfilaré delante de él con mi ropa interior más atrevida. - Se echaron a reír. Neville dijo:

-No sabía que podías ser tan cruel Elvira. - Elvira lanzó una sonrisa diabólica:

-Por eso me casé con él, es un hombre inteligente y sabe que no debe contrariarme…

Le guiñó un ojo a Neville. Volvieron a reír, en ese momento entró Severus de vuelta al salón, tardó un poco más de lo habitual porque encontró a dos chicos de último curso en una situación muy comprometida… en cuanto lo vieron se les pasaron las ganas de "fiesta" aceptaron una semana castigados con Filch y volvieron al baile antes de que el profesor Snape cumpliera su amenaza de restarles puntos. Cuando llegó Elvira lo arrastró a hablar con Albus y Minerva, estaban solos en ese momento y pensaron que iban a decirles que Elvira está embarazada antes que a los otros miembros del personal, no en vano eran sus jefes.

Cuando se acercaron Minerva, como siempre, regañaba a Albus porque alguien del ministerio se quejó a ella porque faltó a una reunión, no era nada de importancia pero los funcionarios del ministerio podían ser muy fastidiosos cuando se les ignoraba. Cuando llegaron, Albus vio una salida a la regañina de Minerva y los saludó alegremente:

-Hola, queridos, ¿Qué tal la noche? - Elvira tomó la iniciativa y contestó:

-Muy bien, podemos poner un hechizo silenciador, tenemos que hablar con vosotros en privado antes de la reunión de personal… y es un asunto privado, no queremos que los alumnos sepan nada hasta mañana. - Albus puso un hechizo sobre los cuatro y dijo, muy intrigado:

-No sé qué es pero habéis despertado mi curiosidad. - Minerva los miró con curiosidad.

-Sí, ¿ha pasado algo? Os vi esta mañana cerca de la enfermería, y no le llevabais pociones a Poppy, ¿no estaréis enfermos? - Severus dijo:

-Minerva, no te vimos, no me digas que estabas espiando por ahí en tu forma animaga…

Minerva se encogió de hombros:

-Es una buena manera de pillar alumnos incumpliendo normas o planeando trastadas. Y ahora contestad a mi pregunta, por favor. - Elvira apretó la mano de Severus y dijo:

-No te preocupes, Minerva, ninguno de los dos está enfermo, pero yo voy a tener que ir allí a menudo en los próximos meses, estoy embarazada.

Minerva y Albus los miraron sorprendidos y entonces Minerva los abrazó y besó y les dio la enhorabuena, Albus los felicitó después de ella y notaron que el resto de profesores y alumnos los miraban disimuladamente. Entonces Severus y Elvira les dieron las gracias y les dijeron que debían ser más discretos. Les contaron que estaba embarazada de muy poco tiempo y que Poppy les contó que estaba sano y que el hechizo lo detectó tan pronto porque la magia era bastante intensa en él, si su magia era tan intensa en un bebé tan pequeño era señal de que nacería sano y fuerte, que sería un niño y que nacería a mediados de julio aproximadamente. Albus le preguntó qué pasaría con las clases de Elvira. Ella les contó lo que habían planeado, para ellos no suponía un problema, pero le dijeron que estableciera dos horas de tutoría diarias por si los alumnos necesitaban ayuda con la teoría, así podrían justificar su sueldo ante la junta escolar. A Elvira le pareció bien, estaba pensando en esa posibilidad, se pusieron de acuerdo con los detalles sobre el trabajo de Elvira esos meses. Albus preguntó si habían escrito a Caliope y Thomas, ellos se lo confirmaron y que esperaban pronto su respuesta. Pasaron un rato charlando de otras cosas y quitaron el hechizo para que no siguieran mirándolos con sospecha.

El baile transcurrió con normalidad… excepto por la taciturna profesora de Astronomía, Julieta Lester que pasó la noche mirando el techo encantado, pero cuando se nubló no apartaba los ojos de Severus, el resto del personal no lo notaba, pero él fue espía y notaba las miradas indiscretas. En el tiempo que llevaba allí no era muy comunicativa con nadie y sólo empezaba alguna charla con Severus, por lo general algo insustancial o dudas sobre si las fases de la luna o los eclipses influyen en la elaboración de pociones. Severus no podía evitar sentirse incómodo en su presencia, Elvira había salido a bailar con Neville, Severus siempre que lo veía bailar se preguntaba cómo era posible que un chico tan torpe con las pociones en su época de estudiante ahora fuera un bailarín consumado, supuso que su torpeza se limitaba a sus manos. Se distrajo un momento viendo a Elvira reír por alguna de las tonterías de Longbottom, en ese momento, Julieta Lester apareció a su lado y lo saludó. Él le devolvió el saludo porque Elvira le dijo que durante el baile debía ser educado con el resto del personal si no esa noche se quedaría con las ganas de celebrar su cumpleaños y su futura paternidad en privado. La señorita Lester dijo casi susurrando:

-Profesor Snape, ¿le importaría bailar conmigo?

Severus la miró extrañado, él sólo bailaba de buena gana en esos eventos con Elvira o Morgana, por lo general, Minerva, Pomona y Poppy solían obligarlo a bailar con ellas y no podía negarse porque se ponían muy pesadas, pero le sorprendió que la señorita Lester lo invitara a bailar, no parecía interesada en bailar. Severus le dijo:

-Señorita Lester, he visto que no ha bailado con nadie más en toda la noche, ¿Por qué quiere bailar conmigo? Soy el menos dispuesto a bailar con nadie que no sean mi mujer y mi hija. Pregúntele al señor Longbottom. La señorita Granger está agotada y él cuando termine de bailar con mi esposa seguro que estará encantado de bailar con usted. - Ella lo miró a los ojos y dijo:

-Lo cierto es que es una excusa, quiero hablar con usted de un asunto personal, algo bastante privado y quería aprovechar ese momento de cercanía. Sé que comparte despacho con su esposa y no quiero que nadie más lo sepa. - Ella recalcó sus palabras de manera extraña cuando se refirió a Elvira y Severus la miró extrañado y dijo:

-Ahora nadie nos presta atención, puedo poner un hechizo silenciador y puede decirme lo que quiera.

Ella lo miró de una manera extraña y dijo que pensándolo mejor, preferiría hablar a solas con él en un sitio más privado, le pidió que al día siguiente fuera a verla a su despacho tras el almuerzo, tenía un poco de tiempo libre. Severus aceptó ir a verla para que no insistiera en bailar de nuevo con él, ya pensaría una excusa que darle durante el desayuno del día siguiente. En ese momento ella se fue y pocos segundos después llegó Elvira a su lado y se abrazó a él.

-Te he echado de menos, cariño, he visto que hablabas con Julieta.

-¿Celosa? - Elvira negó con la cabeza:

-Para nada, sé que tú sólo tienes ojos para mí. Sólo estaba extrañada, esa chica no habla casi con nadie, exceptuando a Minerva y Albus, porque son sus jefes, es muy rara, si sólo fuera tímida en el tiempo que lleva aquí ya habría cogido confianza con el resto de profesores, no quiero decir que nos considere amigos íntimos, pero por lo menos para contestar cuando la saludan por los pasillos sin salir corriendo después.

-A mí, extrañamente me habla de vez en cuando, y ahora me ha pedido bailar con la excusa de hablar conmigo de algo, no conozco sus intenciones, pero me pareció tan raro que la rechacé y le dije que sería mejor que se lo pidiera a Longbottom, pero dijo que era una excusa para hablar conmigo aprovechando la cercanía del baile. - Elvira dijo:

-Vaya, profesor Snape… voy a tener que ponerme celosa…

-Para nada, me pidió que fuera a su despacho mañana tras el almuerzo, estoy pensando en inventar una excusa y no ir, no me gusta nada cómo me ha mirado y cómo se ha referido a ti.

-Es rara, eso te lo puedo asegurar, quizás sea mejor que vayas, te diga lo que sea y a otra cosa, si no vas igual empieza a acosarte y es peor.

-Tienes razón, pero si tardo más de 20 minutos manda allí a Polly a buscarme, dile que necesitas ayuda con algo o que has recibido una carta urgente para mí del ministerio que la trae una lechuza que sólo me la entregará a mí.

-Está bien, pero de veras, es una chica extraña y no sólo tímida, hace un par de semanas Minerva le sugirió hacer una pequeña reunión de chicas para que se integrara mejor y nos conociéramos un poco y se negó rotundamente… hicimos algo así cuando llegó Candice al casarse con Rolanda y aunque se mostró bastante tímida al principio porque aún se sentía débil tras su accidente, hicimos un té en la habitación de Minerva, lo pasó muy bien, y mírala, ahora es como si fuera una más del personal. - Severus se quedó pensativo:

-Su predecesor era más antisocial que yo, quizás por eso no le he dado importancia, pero es cierto que aunque no iba a las reuniones sociales del personal por lo menos dirigía la palabra al resto del personal sin salir corriendo y durante las comidas conversaba cuando alguien iniciaba una charla…esa manera de aislarse, ahora que lo dices, es llamativa.

-Bueno, mañana ten cuidado con lo que le digas se lo vaya a tomar a mal o demasiado bien… - Severus la besó:

-Tranquila, cariño, soy hombre de una sola bruja.

Salieron a bailar y después Elvira insistió en bailar con Anthony y que Morgana lo hiciera con su padre, Morgana estaba encantada y Severus muy contento por evitar que siguiera bailando con el chico Russell, Anthony estaba completamente avergonzado, todos los miraban y Elvira le dijo:

-Tranquilo, chico, seguro que eres el más admirado de Hogwarts en este momento, no sólo llevas bailando con Morgana toda la noche, sé que muchos chicos quieren pedirme bailar, pero tienen miedo de Severus…deben considerarte todo un valiente… - Elvira reía y el chico se relajó un poco. - Ahora, voy a decirle a Severus que quiero beber algo, así podrás volver con Morgana, sé que te gusta y es recíproco, pero ella sigue siendo demasiado joven, sé que ambos lo sabéis, sois buenos chicos y confío en vuestra sensatez.

-Sí, señora Snape, le prometo que siempre me comportaré como un caballero con Morgana.

-Eres un encanto, ahora ven, y recuperaremos a nuestras parejas. - Intercambiaron parejas y el baile continuó.

Albus dio el baile por concluido y los alumnos volvieron a sus dormitorios y salas comunes, muchos estaban agotados y los profesores tendrían una pequeña reunión en la sala de profesores para celebrar el cumpleaños de Elvira, Filch vigilaría los pasillos y Albus avisó a los chicos de que había puesto un hechizo indetectable en las puertas de las salas comunes y si alguien salía o entraba tras el toque de queda que empezaba en 10 minutos le avisaría y pasarían un mes limpiando retretes sin magia. Todos los chicos corrieron a sus habitaciones, lo que no sabían es que Albus los había engañado, no puso ningún hechizo…pero ellos no podían confirmarlo, ni querían arriesgarse a un castigo. Anthony y Paul acompañaron a Morgana y Charlotte a su sala común y se despidieron de ellas con un beso en el dorso de la mano, ellas les besaron en la mejilla tímidamente, ambos chicos volvieron a su sala común en una nube, a Hermione le tocó vigilar ese pasillo y se derritió al ver la escena, se encontró con Elvira de camino a la sala de profesores y le contó la escena.

-Son lo más mono que he visto nunca, Elvira, son completamente adorables. - Elvira asintió.

-Yo opino lo mismo. Estoy segura de que será un yerno maravilloso. - Hermione sonrió:

-Supongo que Severus no opina lo mismo. - Elvira se reía:

-Yo creo que piensa que no existe ni existirá un hombre que merezca a Morgana. - Hermione sonrió:

-Es normal, creo que a todos los padres les pasa lo mismo. Pero será mejor que dejemos de hablar de ello, por ahí llega Severus y no queremos que nos escuche.

Hermione le guiñó el ojo y ambas se reían. Cuando llegó Severus acompañado de Filius ofreció su brazo a su esposa y ambos entraron en la sala de profesores.

Los elfos la habían decorado con globos verdes, negros y naranjas y cintas a tono. Habían preparado una tarta de chocolate y vainilla, Dobby y Polly estaban allí y Elvira se emocionó cuando todos los profesores, le cantaron el cumpleaños feliz y sopló las velas. Julieta entró después de apagar las velas, Elvira estaba emocionada, entonces empezó a lloriquear un poco y Severus la abrazó por la cintura, todos se mostraron preocupados porque Elvira no era una mujer de lágrima fácil. Severus dijo:

-Antes de que penséis que a mí esposa le ocurre algo malo, tenemos algo que anunciaros. - Todos estaban expectantes.

-Elvira tendrá que dejar de dar clases durante un tiempo, seguirá aquí en Hogwarts, pero no podrá dar clases de pociones porque está embarazada.

Todos los felicitaron con efusividad, contaron que estaba embarazada de poco tiempo, que Poppy la revisó y todo estaba perfecto, que Minerva y Albus lo sabían y harían los arreglos para que pueda mantener su sueldo, cuando dijo que estaría por las mañanas investigando un proyecto en ciernes, Irma le dijo que si iba a la biblioteca le pidiera cuanto necesitara, que estaría allí para ayudarla a buscar el libro que quisiera, de todas formas, Elvira pretendía ir a unas horas durante las cuales no había más de un alumno o dos a los que vigilar. A todos les sorprendió, pero es que la esposa de Filius fue la última embarazada en Hogwarts y de eso hacía más de 30 años. Elvira le agradeció el detalle a la vieja bibliotecaria, era una mujer muy cascarrabias, pero no podía evitar ser protectora con una embarazada. Estuvieron charlando un rato y brindando todos con zumo de calabaza, no quisieron beber champagne en solidaridad con Elvira. Polly y Dobby dijeron que llamara a los elfos en cuanto necesitara cualquier cosa, Polly dijo que ella ayudaría a cuidar al bebé siempre que lo necesitaran. Elvira abrazó a la pequeña elfa, que estaba muy emocionada. Julieta Lester miraba a los futuros padres fijamente, con una extraña sonrisa.

Se despidieron y volvieron a sus habitaciones, de vuelta allí no se cruzaron con ningún estudiante, la estratagema de Albus funcionó a las mil maravillas… nadie quería pasar un mes limpiando retretes sin magia. Severus y Elvira llegaron a sus habitaciones, se besaron y comentaron la noche, aún seguían extrañados por la actitud en ocasiones esquiva, en ocasiones cercana a una extraña insinuación, de la señorita Lester. Elvira se cambió en el cuarto de Morgana, devolvió su pelo a la normalidad y dejó allí su disfraz… no avisó a Severus y salió de allí sólo con las braguitas comestibles que le regaló Poppy esa mañana… cuando la vio salir de allí Severus se quedó boquiabierto, la cogió en sus brazos y la llevó a su cama.

-¿Te he dicho hoy lo preciosa que estás, lo mucho que te quiero y que no necesitas ponerte nada especial para excitarme?

-Creo que sí… pero quería ponerme estas braguitas, es que dentro de unos meses no me entrarán porque estaré muy gorda y posiblemente tú tampoco quieras tocarme entonces.

-¿Estás loca? Claro que te querré tocar aunque engordes, es normal, estás esperando un bebé y sabes que no soy un hombre superficial, además había imaginado que en el momento en que te pusieras de parto yo estaría haciéndote el amor… - Se besaron y Severus le sonrió y le dijo simplemente: - Relájate y disfruta.

Empezó a besar y acariciar todo su cuerpo, mientras ella se dejaba querer… él llegó a su vientre, lo besó y acarició con infinita ternura, le susurró algunas palabras que Elvira no entendió y prefirió no preguntar no se le fuera a cortar la inspiración. Entonces bajó un poco más y llegó a sus braguitas, olían a fresa, eran de un material delgado similar al látex pero comestible, como una tela hecha de gelatina. Severus dijo:

-Huele delicioso. - Se fijó que la prenda se ajustaba a sus caderas con unos lacitos, mordió un pequeño trozo del lazo que colgaba de su cadera derecha, Elvira se estremeció ligeramente. - Delicioso, pero creo que voy a probar en otra parte.

Lamió su entrepierna cubierta de material comestible, empezó a lamer toda esa zona, ella estaba bastante húmeda, él siguió chupando con más intensidad, hasta que el sabor de la ropa interior se mezcló con el de sus jugos… estaba muy excitada, él también, así que mordió la zona de cubría su pubis y ella casi se corrió al notar el roce de sus dientes en su clítoris sobre estimulado, Severus mordió de nuevo y arrancó un trozo de buen tamaño de la braguita, entonces se levantó sobre ella y le pasó un trozo de su boca a la de su esposa.

-¿Te gusta cómo sabes mezclada con fresa? - Ella asintió. Él entonces dijo: - A mí también, tengo que probarte con mermelada de fresa.

Se besaron y arrancó con los dientes el resto de la ropa interior lo compartió con ella y luego volvió a lamer su vagina, quería que se corriera por lo menos una vez antes de penetrarla. Él la lamió y tocó como sabía que la volvía loca, rozando ligeramente su nariz contra su clítoris a la vez, en pocos minutos estaba corriéndose como una loca. Entonces él terminó de desnudarse, subió por su cuerpo besándola y acariciándola, la besó y la penetró, lenta y suavemente, a un ritmo lento y enloquecedor, lo mantuvo constante hasta que ambos se corrieron con unos segundos de diferencia, después Severus se tumbó sobre su espalda, abrazando a Elvira y besándose perezosamente, él le dijo que le había comprado un conjunto de ropa interior para esa noche, pero que podría usarlo al día siguiente, ella reía contenta y prometió usarlo cuando él quisiera, entonces Elvira se dio la vuelta, hicieron la cucharita y él acarició tiernamente el vientre de Elvira hasta que ambos se durmieron.

Al día siguiente se despertaron temprano, se ducharon juntos y fueron al gran salón a desayunar, Albus anunció a los alumnos los cambios en clase de pociones, los chicos de primer año estaban un poco acobardados por tener clases con el profesor Snape… pero todos aplaudieron y gritaron felicitaciones a sus profesores, Elvira tuvo que aguantar las lágrimas, nunca había estado tan hormonal… Albus advirtió que no contaran nada de eso a nadie de fuera de Hogwarts. Durante ese día no habría clases y los chicos se dedicaron a terminar sus tareas pendientes… y a descansar de la noche pasada. Severus y Elvira recibieron por floo una carta de parte de Narcissa, Hans, Freya, Draco y Paolo, estaban muy contentos y los felicitaron con entusiasmo, les invitaron a visitarlos tan pronto como pudieran viajar. Elvira estaba muy contenta. Según sus cálculos a Midnight aún le quedaban unas horas para llegar a Nueva York, así que no esperaban carta de Caliope y Thomas hasta unos días después.

Pasaron la mañana organizando las clases de primer año, Severus conocía el plan de estudios de Elvira y sólo tenía que ver el nivel que tenía cada alumno y ser advertido de los que tiene que estar más pendiente para que no provoquen explosiones. De todas formas, les pondría una pequeña prueba inicial y un ensayo para saber cómo seguir donde lo dejó Elvira. Llegó la hora del almuerzo y fueron al gran salón, el almuerzo transcurrió con normalidad y llegó la hora que Severus estaba temiendo, iba a ir al despacho de la señorita Lester y no se le ocurrió ninguna excusa para no ir, además, Elvira sabía que si no volvía en un tiempo prudencial debía enviar a Polly con una excusa creíble de la que ya habían hablado.

Severus acompañó a Elvira a su habitación, estaba cansada. Se despidió de ella y le recordó su acuerdo, Morgana iba a ir a dejar allí su disfraz para que no le ocupara mucho sitio en su armario, así que ella le dijo que lo esperaría para tomar una siesta juntos. Él la besó y se fue. Cuando llegó al despacho de la señorita Lester llamó y enseguida la mujer abrió su puerta. Se sorprendió al verla con una voluminosa capa cerrada desde el cuello hasta el suelo, era un atuendo un poco extraño para estar en tu despacho en un día sin clases, una ocasión en las que él mismo se solía relajar a solas en sus habitaciones desde que empezó a dar clases en Hogwarts. Lo hizo pasar a su sala de estar privada y lo saludó educadamente, le ofreció una copa o un té, él lo rechazó y fue al grano porque no quería estar ahí más tiempo del necesario.

-Señorita Lester, no dispongo de mucho tiempo, tengo que preparar algunas cosas para las clases a partir de mañana y tengo algo que terminar de preparar en mi laboratorio, ¿qué necesita consultarme? ¿Necesita usted o algún familiar o amigo una poción específica o difícil de elaborar? Si lo necesita con urgencia, puedo prepararla para usted o aconsejarle algún manual adecuado si quiere preparar algo usted misma. - Ella negó con la cabeza.

-No es nada de eso, sólo quiero unos minutos para explicarle mi situación. - A Severus le pareció extraño y dijo que contara lo que fuera que tenía cierta prisa.

-Está bien, resulta que no estoy en Hogwarts por casualidad, profesor Snape, vine aquí por usted. - Él la miró sorprendido y ella siguió hablando con tranquilidad. - Cuando vine a trabajar al observatorio de Greenwich me suscribí al periódico El Profeta, por aquellas fechas se publicó la noticia de que el famoso niño Harry Potter iniciaría sus estudios en Hogwarts ese curso y publicaron un reportaje sobre quiénes eran los profesores que se harían cargo de su educación. - Severus dijo:

-Recuerdo ese reportaje, todos los profesores fueron ensalzados y halagados, yo salí peor parado por mi pasado como mortífago.

-Lo recuerdo perfectamente, aún lo guardo, decían que a pesar de la confianza de Dumbledore en usted no se podría estar seguro de su auténtica lealtad. Yo por algún motivo confiaba en el criterio del director Dumbledore. Cuando escribieron sus credenciales y cualidades, aunque no ahondaban mucho en ello, decían que tuvo uno de los expedientes escolares más brillantes desde que el mismísimo Dumbledore era estudiante, decía que era un hábil maestro de pociones, uno de los mejores del mundo y uno de los profesores más jóvenes de la historia de Hogwarts. Era muy joven y estaba fascinada por toda esa información…y cuando vi la foto que publicaron, debo admitirlo, me enamoré de usted. - Severus sintió un nudo en la garganta y estaba pensando en cómo hacer para irse de allí cuanto antes, iba a interrumpirla pero ella dijo antes: -Déjeme terminar o esto tardará demasiado. Bien, unos meses después volví a Australia porque terminó mi contrato y me ofrecieron trabajo en una escuela cerca de Sydney. Volví, pero seguí suscrita al periódico, seguí toda su historia, hasta después de la caída de Voldemort. Aún sentía mucha atracción por usted y cuando supe la historia con la madre de ese chico, la atracción sólo aumentó más. Siempre me ha atraído mucho la inteligencia en un hombre y sabiendo que además de inteligente era capaz de amar así, era demasiado. Resulta que supe que se había casado, se me rompió el corazón, pero vi que se ofrecía un puesto de profesor de astronomía y decidí mandar mi currículum, tuve suerte y aquí estoy. A pesar de saber que está casado, pensé que quizás si su matrimonio no era feliz, podría tener una oportunidad con usted… pero cuando vi su relación con su esposa y supe que habían adoptado a una alumna huérfana me di cuenta de que no tendría ninguna oportunidad. Anoche quería intentar seducirle usando una poción de amor que impregné en un alfiler, pero cuando después de verle bailar con su mujer y su hija, me di cuenta de que nunca correspondería a mis sentimientos.

-Efectivamente, señorita Lester. ¿Eso es todo? - Ella dijo:

-No, cuando en la sala de profesores anunció con su esposa que estaban esperando un hijo, pensé que ojalá yo pudiera tener un hijo suyo aunque no estuviéramos juntos. Me di cuenta de que lo que me atrae de usted es que nuestra descendencia sería extraordinaria, siempre he deseado tener hijos, por eso lo deseaba a usted, era la manera de tener los hijos inteligentes que deseo… aquí voy a exponerle mi caso, soy sangre pura pero mi mejor amiga es nacida de muggles, ella me habló sobre un procedimiento muggle llamado inseminación artificial, veo que eres fértil y sólo necesitaría que me dieras una muestra de semen y yo volvería a Australia y no sabrías nada de mí ni del bebé, nadie conoce mis intenciones ni que planeo tener un hijo con usted. - Entonces sacó del bolsillo de su túnica un bote de análisis muggle. Severus la miró como si de repente tuviera 3 cabezas y 8 ojos.

-Por supuesto que no lo haré. - Entonces ella se levantó y dijo:

-Está bien, podemos hacerlo al estilo tradicional. - Entonces ella soltó el botón que sujetaba su capa en su cuello y la pesada capa cayó al suelo con un susurro dejándola en bragas y sujetador. Severus se horrorizó.

-¡¿Está usted loca?! - Severus hizo un gesto y ella volvió a estar completamente tapada. -No pienso tener un hijo con usted, ni con nadie, sólo con mi esposa, por supuesto no pienso tocarla, es más le agradecería que no vuelva a acercarse ni a mí ni a mi familia.

Ella lo miró con tristeza.

-Pero, Severus, sólo te pido un hijo, eres todo lo que siempre he deseado en un hombre.

-Pues busque mejor porque no es correspondido, me marcho ahora, si vuelve a intentar algo así hablaré con Albus y Minerva, no vuelva a dirigirse a mí y refiérase a mí como Profesor Snape. - Ella empezó a llorar:

-¿Por qué me rechaza? ¿Qué tengo de malo? ¿Soy fea? ¿No soy lo suficientemente inteligente para usted? - Severus suspiró:

-Señorita Lester, usted no es el problema, simplemente ha puesto sus ojos en alguien que no le corresponde y nunca lo hará, búsquese a alguien que lo haga, seguro que lo encontrará, aún es joven. - Ella seguía gimoteando y chillando incoherentemente. - Está bien, no quería recurrir a esto, pero no me deja otra opción. - Entonces usó un hechizo para que se desmayara, en ese estado manipuló su mente para que cambiaran sus sentimientos por él, hizo que su imagen de él cambiara, ahora lo veía desagradable y antipático y como un idiota, ella no sentía nada por él, ese enamoramiento era cosa del pasado y no volvería a pensar en él en esos términos…también eliminó su idea de tener un hijo con él, además le implantó la idea de que debía intentar hacer nuevos amigos, entre el personal o en Hogsmeade o en Londres. Así se aseguraría de que intentara superar su decepción. Hizo que se quedara dormida y buscó el artículo del periódico del que habló, lo encontró en un álbum lleno de publicaciones sobre él, lo cogió e implantó el falso recuerdo de ella quemándolo, una vez se desencantó de él, encogió el álbum y el vaso de análisis de plástico y los guardó en su bolsillo, para quemarlos en su habitación, tras enseñárselos y contarle a Elvira lo ocurrido, también puso en su cabeza el recuerdo de estar leyendo y dormirse en el sofá, puso un hechizo para que se despertara como si nada hubiera pasado, evidentemente, borró todo recuerdo de su reunión y su conversación la noche anterior, tras esto se fue a su habitación. No había tardado mucho, afortunadamente, Elvira no tuvo que enviar a Polly… los elfos domésticos no son muy buenos mintiendo.

Cuando llegó a su habitación, Morgana iba saliendo, había quedado con Charlotte para terminar un ensayo conjunto de encantamientos, un último repaso y revisión de ortografía. Cuando se fue su hija, Severus llamó a Polly y le pidió un té para ambos. Polly encantada de servirles llegó en seguida con una bandeja con un servicio de té completo y un plato de galletas de jengibre, Elvira le preguntó por qué le trajo esas galletas si sólo pidieron té, la elfa contestó:

-Polly pensó que a la señora Snape le vendrían bien las galletas de jengibre son buenas para evitar las náuseas. - Elvira se volvió a emocionar por lo mucho que la cuidaba la elfa, su marido le dijo:

-Tranquila, cariño, y acostúmbrate a los mimos, a partir de ahora serás la persona más consentida de Hogwarts. - Polly se acercó y dijo:

-Polly la va a cuidar siempre, señora Snape. - Elvira abrazó a la elfa y le dijo:

-Gracias, querida.

-La elfa se despidió y entonces ya a solas, Poe subió al regazo de sus dueña, Severus la rodeó con su brazo y acarició al gato.

-Elvira, tengo que contarte lo que ha pasado con la señorita Lester.

-Creía que no me lo ibas a contar nunca. - Severus le contó todo sin ahorrarle ningún detalle, no le gustaba tener secretos con ella. Cuando terminó Elvira estaba sumamente sorprendida.

-Severus, sabes que manipular una mente hasta ese punto es ilegal, ¿Qué pasará si se da cuenta de lo que le has hecho? ¿Y si te denuncia? ¿Y si te mandan a Azkaban?

-Eso no ocurrirá, no te preocupes, sabes que domino ese tipo de hechizos sin dañar la mente y que domino la legeremancia, no me gusta hacer estas cosas, pero no había otra opción, estaba histérica después de rechazarla, temía que pudiera dañarte a ti, a Morgana o a nuestro hijo.

Entonces puso su mano en el vientre todavía plano de su mujer. Después le enseñó el álbum de la obsesión de esa mujer, lo miraron y vieron que era muy obsesiva, desde aquel reportaje sobre el profesorado de Hogwarts tenía todo lo que publicó El Profeta sobre él desde entonces… decidieron antes de quemarlo, hablar con Minerva y Albus, para mantenerla vigilada, puede que su carácter sea obsesivo y tras lo que él hizo, no confiaban en que no pudiera llegar a obsesionarse con alguien más. Severus invocó su patronus, hacía tiempo que no lo hacía y se sorprendieron al ver una majestuosa águila real, había cambiado y no lo había notado, le pidió a Albus y Minerva que fueran a sus habitaciones. Cuando llegaron le preguntaron por su nuevo patronus, él simplemente les dijo que había cambiado, pero que querían hablar de algo a solas, Severus conjuró un par de tazas más y Elvira les sirvió una taza a cada uno. Severus directamente les contó todo lo que le pasó esa tarde y les mostró el álbum, ambos le dijeron que hizo bien, una obsesiva de ese calibre podría ser peligrosa y teniendo en cuenta el estado de Elvira era comprensible. Prometieron no decir nada, decidieron quemar el álbum en ese momento y deshacerse del bote de plástico, Severus pensó que la mejor opción era dejarlo en un cubo de basura muggle. Aprovecharía para hacerlo ese fin de semana, tenía planeado ir a ver a su antigua vecina, la señora Wilson, y se desharía de él discretamente. Estuvieron de acuerdo y tras deshacerse del álbum, Minerva y Albus prometieron estar atentos a su conducta y si hubiera alguna queja de alguien del personal. Tras el tema serio, Albus y Minerva preguntaron qué tal estaba Elvira, ella no tenía aún muchos síntomas de embarazo ni náuseas, ella les dijo que estaba tomando las pociones prenatales que le preparaba Severus y la que se usaba para las náuseas matinales. Pasaron un rato agradable de charla hasta poco antes de la cena.

Cuando se fueron Albus y Minerva, ya a solas, Severus y Elvira llegaron a la conclusión de que habían actuado bien y que hicieron bien en compartir lo que sabían con Albus y Minerva, no podían confiar en nadie más.

Fueron a cenar y mientras cenaban, entró Midnight por un ventanal con una carta de Caliope y Thomas, la lechuza había batido un récord de velocidad, Elvira besó la cabeza del pájaro y le dio un trozo generoso de su chuleta de cordero. Mientras Severus leía la carta, los alumnos lo miraban con curiosidad cuando notaron que estaba sonriendo. Elvira después de acariciar un poco más a la exhausta lechuza que se posó en su regazo, leyó la carta por encima de su hombro y también sonrió. Sus padres estaban muy felices, estaban deseando ir a Hogwarts en Navidad, estaban deseando ver a su hija, su yerno y, por supuesto, a su nieta Morgana, no iban a permitir que Elvira viajara en traslador o en avión en su estado, aunque no estuviera desaconsejado, no querían que corriera ningún riesgo, a esa hora no era habitual que llegaran lechuzas y Albus le preguntó si pasó algo malo. Elvira dijo:

-No, Albus, es una carta de mis padres, están muy felices y dicen que están deseando venir en Navidad. - Albus dijo:

-Sabes querida, nosotros también estamos muy contentos por vosotros y, puedo hablar por muchos de los aquí presentes, también tenemos ganas de volver a ver a Caliope y Thomas. - Los profesores que estuvieron presentes en su boda le dieron la razón, los padres de Elvira se ganaron su cariño en esos pocos días, especialmente de Minerva, Poppy y Pomona que siguieron manteniendo el contacto con ellos.

Tras la cena volvieron a su habitación, Morgana se acercó a ellos antes de que salieran del gran salón y les preguntó por la carta que trajo Midnight, ella se mostró feliz cuando le dieron la carta y la leyó rápidamente, estaba muy contenta, le dijo a sus padres que en su próxima carta ella quería enviarles una carta también, ellos le dijeron que la mandarían en unos pocos días, Midnight estaba exhausta, la niña acarició a la lechuza en brazos de su madre y dijo que al día siguiente se la daría. Elvira dijo que llevaría a la lechuza a sus habitaciones para que descansara mejor, luego la llevaría Severus a la lechucería y en una semana o así mandarían la carta, temían que en un sobreesfuerzo el pobre animal no resista el viaje. Morgana les dijo que le escribieran a los abuelos que dejen descansar a la lechuza un par de días. No habían caído en la cuenta de hacer eso cuando enviaron la carta para anunciar el embarazo de Elvira, estaban muy emocionados y lo olvidaron. Ese día olvidaron quedar para elegir el nombre del bebé…pero aún había tiempo para eso, aunque no se lo dijeron a Severus, a Morgana y Elvira cada vez les gustaba más el nombre de Duncan.

Volvieron a su habitación, esa noche estaban bastante agotados, el día había sido un poco más agitado de lo que pensaron por la desquiciada señorita Lester, que esa noche parecía más normal de lo habitual, no sólo se mostró menos taciturna de lo normal, cuando alguien le hablaba contestaba sin evasivas y parecía que le interesaba lo que le decían. Severus pensó que su hechizo funcionó mejor de lo esperado, Elvira también se tranquilizó en ese sentido, pero Severus, Elvira, Albus y Minerva, estarían atentos de todas maneras…Severus es un gran mago y dominaba la magia mental, pero no podía cambiar el carácter y personalidad de nadie…si hubiera podido, habría cambiado la de Voldemort cuando se lo presentó Lucius y hubiera evitado mucho sufrimiento a muchísima gente.

Esa noche durmieron plácidamente, en su nueva postura favorita, haciendo la cucharita con Severus poniendo su mano protectoramente en el vientre de su adorada bruja.