Continuamos con el POV de Edward en este capítulo.

Edward POV

Mis hermanos estaban en el instituto, pero yo no quise ir, dije que iría de caza, aunque la verdad solo quería estar a solas. Me adentré en el bosque y me senté en un roca. Tenía mucho en que pensar.

Hace un par de días solo podía pensar en conocer a esa chica de las visiones de mi hermana, ahora no podía dejar de pensar en todo lo que ella dijo, estaba muy confundido acerca de estos nuevos acontecimientos.

—Edward— dijo una voz que reconocí como la de mi padre, «Te encontré» pensó. Había estado tan distraído que ni siquiera noté su presencia.

—¿No deberías estar en el hospital?— pregunté evitando solo un poco más la charla que venía a darme.

«Me tomé el día» pensó y luego tuvo un pensamiento divertido, «La señora Wilson estará muy molesta» pensó en la anciana que era el único paciente del hospital.

—¿En qué piensas?— preguntó.

—No lo sé, estoy preocupado, confundido, molesto— murmuré.

—¿Por qué estás preocupado? ¿Por Isabella?

—Es Bella— dije sonriendo, al recordar el disgusto que parecía tener ella por su nombre— Y si, estoy preocupado por ella, soy un peligro para ella. También me preocupa la familia, no quiero ponerlos en peligro, ella es una humana, sabe todo sobre nosotros y con lo que ella dijo, si alguna vez los Volturi ponen sus ojos en nosotros será un gran problema. Aún así yo…

«La quieres» afirmó en su mente.

—Si— admití, la quería, no la había conocido bien todavía, pero era algo que podía sentir, un sentimiento que jamás había experimentado.

—¿Por qué estás molesto?

—Con ella, parece tener muy poco sentido de la auto conservación.

—Pienso que es muy valiente y… está muy enamorada de ti— dijo, y eso lo hacía muy feliz. Hice una mueca. Él frunció el ceño.

—¿Eso te molesta?

—No… no exactamente, solo… no se que es lo que ella espera de mí— admití.

—Oh— él entendió— ¿Temes no ser quien ella espera que seas?— Asentí.

—Ella ama al Edward de su sueño, el Edward que la salvó de un accidente, el Edward que la salvó de esos hombres en Port Ángeles y yo… no soy eso.

—Estas sobre pensando las cosas, no creo que el que la salvarás sea la única razón para que ella te amé en el sueño, tu también tienes muchas cualidades hijo.— Él sonrió.

—Gracias Carlisle.— le sonreí, Carlisle siempre pensando lo mejor de mi. Cosa que no merecía.

—Ahora, es hora de regresar a casa— él dijo. «Alice la traerá a casa después de la escuela» pensó.

Me levanté de un salto, ¿Ella iba a ir a nuestra casa?

—¿Qué?

—Esme quería conocerla y yo también, además dado que ella lo sabe todo sobre nosotros, creo que deberíamos conocerla también— Se encogió de hombros. «Ustedes necesitan conversar Edward».

¿Acaso hablaba enserio? ¿Ella voluntariamente iba a meterse en una casa llena de vampiros?

«Vamos, deben estar por llegar ». Dijo y empezamos a correr por el bosque de regreso a la casa, no había ido demasiado lejos, por lo que nos tomaría poco tiempo regresar.

Cuando llegamos a casa ya estaban allí, Rose, Emmett y Jasper. Alice no estaba y ella tampoco, al parecer venían en el auto de Bella.

Rosalie, Emmett y Jasper estaban adentro con Esme, contándole sobre lo que hablaron con Bella hoy. Esme no desconfiaba de ella y estaba encantada de que viniera a casa para al fin conocerla.

Carlisle y yo entramos a la casa mientras ellos seguían conversando en la sala.

«Tu chica es increíble» pensaba Emmett con gran diversión en la conversación que tuvieron ambos y como bromeó con él. «Va a ser increíble tenerla en la familia». Por supuesto, Emmett solo podía pensar en la diversión que le traería.

«No parece tan mal… a Emmett le agrada, talvez… no» pensaba Rosalie que no daría su brazo a torcer todavía, aunque le había parecido sincera cuando conversaron con ella.

«Ella era sincera, y no nos tiene miedo, incluso a Rosalie la quiere. Que extraño para ser una humana y su aroma…» Jasper divagaba hasta que se dio cuenta de mi presencia y lo que estaba a punto de pensar.

Antes de que alguien pudiera decir algo el ruidoso camión se detuvo al frente de la casa. Escuché el sonido de su corazón y su respiración un poco acelerados. Alice la tranquilizó con una muy mala broma.

—Dile que describa el interior de la casa— dijo Rosalie aún tratando de encontrar algo en su contra. La miré, creo que ya teníamos suficientes pruebas.

—Eso no es necesario— dijo Esme un poco molesta.

—Creo que una prueba final no le haría mal a nadie—Rosalie se encogió de hombros.

Mientras tanto Alice le hizo la pregunta a Bella y ella acepto sin dudar ni un segundo y describió toda la casa con lujo de detalles, incluso mi habitación…

«Escalofriante» pensó Emmett.

«Bueno» pensó Rosalie encogiéndose de hombros, luego me miró «aún así, esto es inconcebible, piensa bien en lo que haces, no hay vuelta atrás. Acabaras con su vida».

Escuchamos los pasos seguros y firmes de Alice dirigirse hacia la entrada y detrás de ella los pasos inseguros y un poco torpes de Bella. Esme se adelantó a abrir la puerta y yo decidí retirarme. Subí a mi habitación y luego salte por la ventana. Decidiendo que no era el momento para tener nuestra conversación con toda la familia presente, además, no me había preparado antes para sentir su aroma.

Así que estuvieron hablando durante un par de horas en las que ella relato todo lo que Alice ya nos había dicho.

Hasta que ella se detuvo al hablar de Isla Esme, Alice pensó que había algo más que ella no estaba diciendo, y lo comprobó al preguntarle y que Jasper la descubriese mintiendo de inmediato.

—Yo… bueno— ella dijo titubeante— me enfermé gravemente en Isla Esme, por lo que tuvimos que regresar, Edward estaba preocupado y me trajo a Carlisle, me estaba muriendo—maldita sea, ¿Es que nada podía salir bien para ella en ese bendito sueño suyo?—así que Edward me convirtió en vampiro tres días antes de mi décimo noveno cumpleaños.—Y esas palabras habrían helado la sangre en mis venas si hubiera tenido. La ira y el dolor se hicieron presentes. Yo mismo le había quitado la vida, yo mismo la había entregado a esta no vida, la había condenado, ¿Y por qué? ¿Por un egoísmo absurdo que me impidió dejar que su vida terminara como se supone que debía acabar?

—¿Qué?— pregunté entrando a la casa sin ningún aviso, solo podía esperar que estuviera mintiendo—¿Qué has dicho?— pregunté justo al borde de la histeria.

—Yo… de qué.— detuvo su frase entrecortada cuando me paré frente a ella, solo podía contener un poco más lo enojado que estaba. Y su aroma embriagador solo lo hacía aún más difícil.

—¿Yo te convertí?— pregunté en un tono agudo que me sonó extraño.

—S.. si— ella susurro.

—Vamos afuera— Alice dijo demasiado bajo para que ella lo escuchará. Todos la siguieron confiados en su criterio. «Te vigilare» pensó y todos desaparecieron un segundo después.

—No… yo… no podría— dije, esto no podía ser cierto, no era justo. Yo no haría eso, no le haría algo así, ¿O si?

—Lo hiciste para salvarme, iba a morir, es lo que yo quería— susurró. La miré, no había duda en su rostro que lo que decía era la verdad, pero ello no me hizo sentir mejor. Ella simplemente estaba mal de la cabeza.

—¿Cómo puedes querer esto?— me señalé a mi mismo—¿Cómo puedes querer ser un monstruo?— casi le grité.

Su rostro se volvió enfadado cuando me miró, alzó la barbilla y me miró desafiante.

—No Eres Un Monstruo— dijo muy cabreada mientras se acercaba a mi con la misma actitud de desafío. Esto en realidad me sorprendió.

—Ya he tenido está conversación antes Edward, en realidad muchas, muchas veces y no voy a tenerla de nuevo, no eres un monstruo, ni nada parecido y no quiero volver a escucharte decir algo así, ¿Entendiste?— fruncí el ceño, en realidad parecía muy enojada, como si ella se creyera que podía amenazarme.

—No sabes de lo que hablas— le espete molesto aún con su falta de aprecio por su humanidad y su propia seguridad.

—Claro que si, lo sé, pero está bien, si quieres creerte un monstruo sigue creyéndolo—replico enojada de nuevo— pero ni aún así vas a lograr que deje de amarte, Edward Cullen.

Esa sola afirmación de amor incondicional hacía mí, envío chispas de electricidad a todo mi cuerpo, de repente ya no estaba tan enojado como hace un instante, ella me había declarado su amor, sabia que ella me quería, después de todo había venido a Forks por esa razón, pero aun así no pude evitar la felicidad que me recorrió al escucharlo salir de su boca y ver en sus ojos la sinceridad con la que decía estas palabras.

Sabía que estaba siendo imprudente, pero no pude evitar acercarme.—Eres muy hermosa—dije en voz baja, y no pude evitar que mi mano recorriera la tierna piel de su mejilla teñida de un bonito color rosa, estaba intentando entenderla, ¿Por qué no pude leer su mente? Todo sería mucho más sencillo— no entiendo, escuché todo lo que dijiste, pasaste por tanto, estuviste en todo ese peligro tan cerca de la muerte, tantas veces. Incluso el primer día, en esa clase de biología, pudo haber muerto. Fuiste muy imprudente al venir aquí aún sabiendo todo eso— dije tratando de contener mi molestia.

—Yo, no.. no tenía elección, no puedo vivir en este mundo sin ti— susurró, conteniendo las lágrimas. Al escuchar esto mi mano inmediatamente dejó su rostro.

—No digas eso, nunca digas eso, Bella.— Suplique, mi mente yendo hacia aquellas terribles visiones llenas de muerte. Su muerte.

—Perdona, no quiero que pienses que quiero manipularte, lo dije sin pensar, no lo haría— dijo ella, sin mirarme. Mentía y yo lo sabía.

—Si, si lo harías, lo he visto— susurré. Haciendo poco por ocultar mi ira ante esto.

Ella no dijo nada, vi como el color abandonaba su rostro y su labio inferior temblaba, sus ojos se habían llenado de lágrimas que intentaba no dejar escapar, pero no pudo y varias de ellas rodaron por su pálido rostro, ¿Qué le sucedía a ella? ¿En qué estaba pensando?

—Yo… lo siento… ya es tarde, debería ir a casa— ella no me miró cuando dijo esto, y empezó a caminar hacía la salida. Escuché como su corazón latía a un ritmo irregular y su respiración era entrecortada. No iba a dejarla ir de esa forma, así que rápidamente me coloque frente a ella para detenerla, solo que no me vio a tiempo y choco contra mi. La detuve antes de que cayera.

—¿A dónde vas?—pregunté.

—A mi casa— susurró intentando ocultar su rostro de mi.

—No hemos terminado de hablar— dije seriamente.

—Ya terminé de hablar— ella dijo con molestia en su tono.

—Pero yo no he terminado señorita— algo en estás palabras la hizo sonreír—¿Qué es tan gracioso?—pregunté con verdadera curiosidad. Ojalá pudiera saber lo que ella estaba pensando.

—Tus modales del siglo pasado.—Dijo divertida.

—¿Por qué estás llorando?—pregunté volviendo al tema.

—No es nada, estoy bien.— Mintió. Ella era muy mala mentirosa al parecer, podía leer la mentira en su rostro, aunque su mente estuviera oculta.

—Eres mala mintiendo— afirmé.

—Solo déjalo, bien, estoy bien.—Pero ella no se veía bien. Se veía triste y tratando, sin duda de escapar, «¿La razón? No podía saberla».

—Terca— susurré.

—No soy terca— dijo molesta.

—Entonces dime, ¿por qué llorabas hace un momento?— pregunté.

—Yo… no… no quiero que te sientas obligado a quedarte, no quiero que te quedes por lastima, yo… se que no eres como en mi sueño, talvez fue algo demasiado fantasioso lo que soñé y hasta ahora me doy cuenta, no debería haber venido, soy una tonta— dijo y pude escuchar el dolor con el que decía estas palabras. «¿Qué no era lo mismo que había estado yo pensando?»

—Lo eres, eres muy tonta Isabella Swan— dije con severidad, la observe encogerse ante mi tono— ¿Quién te ha dicho que estoy aquí por lastima?

Tenía muchas razones para estar aquí, ninguna de las cuáles era la lastima. Estaba aquí porque era egoísta, porque quería conocerla, porque ella era un misterio, porque yo la… quería. La bestia que quería tener su lugar junto a la Bella.

Ella me miraba desconcertada por mi pregunta, como si no pudiera encontrar otra razón válida para que yo estuviera aquí todavía. Absurdo. Yo era quien no entendía su presencia en este lugar, y sin embargo, estaba agradecido por ella.

Y en ese momento hice algo que había estado deseando hacer desde hace mucho tiempo, en contra de mis instintos vampíricos y más bien cediendo a los humanos… La besé.

El cazador besando a la presa en vez de cazarla. La bestia había encontrado a su Bella.

Esto fue algo completamente nuevo para mí, jamás había besado a nadie, ni siendo humano. Pero está sensación se sentía bien, ella era suave y dulce. Mi garganta estaba en llamas al estar probando su sabor, Pero no de la manera que el monstruo esperaba, la sangre. En contra de estos nuevos instintos tuve que separarme, ella era humana después de todo y necesitaba respirar.

—Te he estado esperando, mucho, mucho tiempo—susurre aún cerca de ella. El veneno en mi boca se acumulaba y el fuego ardiente en mi garganta se intensificaba con cada segundo. Me sorprendí a mi mismo de no haberle notado antes.

—Lo sé—susurró, su dulce aliento golpeo mi rostro. Estaba demasiado cerca de ella. Había sido imprudente y descuidado.

—Creo que he ido demasiado lejos— admití avergonzado de mi mismo por haberla puesto en tal peligro sin pensar en las consecuencias—Necesito un minuto.

—Lo siento, debí recordarlo—Ella se disculpó, lo que me confundió. Ella tenía todo mal. Pues no era su culpa en absoluto, era mía, lo que yo era.

—No es culpa tuya—dije frustrado.

—Ni tuya, solo… desearía que mi cercanía no fuera tan terrible para ti— murmuró.

—Es solo un precio pequeño a pagar— sonreí, y era cierto, esto era lo mínimo que merecía por haber sido bendecido sin merecerlo con su presencia.

Yo continuaba tratando de controlarme, cuando, de nuevo, su olor desapareció. Entonces lo vi. Otra vez este… ¿Escudo había dicho?

Me moví de nuevo hacia ella y levanté mi mano para tocar la cosa extraña, ¿Podría tocarla? Ella cerró sus ojos y yo toque la extraña cosa, se sentía duro, como una pared.

—¿Qué cosa es esto?—pregunté, con gran curiosidad— Parece… una… pared o un cristal— dije desconcertado.—No puedo sentirte otra vez, sino te estuviera viendo, no podría saber que estás aquí, ¿Qué es lo que estás haciendo?

—No entiendo, ¿De qué hablas?—preguntó como si no entendiera de que hablaba.

—¿No lo haces tú? ¿No lo ves? ¿Está especie de piel extra?—pregunté, pero su expresión era de incredulidad.

—No se de qué hablas, no estoy haciendo nada, no te entiendo.

—¿Sientes esto?—pregunté mientras tomaba su mano, al fin pareció entender y retiro su mano con brusquedad.

—¿Qué?—preguntó ahogadamente.

—¿Dijiste que en este sueño tuyo tenías una especie de escudo? ¿Así lo llamaste? ¿No?— pregunté y ella asintió— Mmm, talvez se está manifestando aun cuando eres humana— reflexioné.

—Pero, mi escudo es solo mental, me protege de los vampiros con dones mentales, no es físico—ella explicó torpemente. Así que ella no tenía idea de esta cosa.

—Pero esto—tomé su mano cubierta por el escudo y dije: — sin duda es algo físico.

—Que extraño— dijo en voz baja, pensó por un momento y de repente se puso nerviosa.

—¿Estás bien? Te quedaste pensativa.

—Estoy bien, solo… esto… es distinto, no sé cuánto cambiará del futuro, si es bueno o es malo—explicó ella.

—Pienso que es muy bueno—la tranquilice—¿Sabes? Esta cosa, se lleva tu olor, por eso puedo estar tan cerca de ti ahora, cuando hace un momento no podía.

—¿En realidad?— preguntó con dudas.

—Si, es exactamente lo que sucedió, lo sé porque ya había sucedido en biología— le expliqué—ahora, creo que hay mucho que tú y yo debemos conversar.

—Cierto, tenemos mucho de que hablar.

—¿Quieres subir a mi habitación?— pregunté, se oyó mal, por lo que aclaré—para conversar, la familia aún está afuera y no quieren marcharse— gruñí.

Ella se rio.

—Esta bien—dijo ella.

—Esta bien, si ya estás en una casa de vampiros, ¿Qué más te da subir a la habitación de uno de ellos?— dije con sarcasmo.

—Por favor Edward conozco absolutamente cada rincón de esta casa y he dormido en tu habitación muchas veces— Un segundo después de decir eso, su cara se torno de un profundo color rojo, podría haberme reído si yo mismo no estuviera avergonzado también.

—Vamos—decidí ignorar lo que dijo, era lo mejor para ambos.

Subimos y noté como su corazón aceleraba con cada paso.

—Siéntate—le señale el espacio a mi lado y ella se sentó. De repente me quedé sin palabras, no encontraba nada que decir, todo esto era tan nuevo, tan confuso. Y a la vez era algo tan bueno, que nunca pensé que llegaría a pasarme.

—¿Y bien?—preguntó rompiendo el incómodo silencio.

—Solo… pensaba, en toda la suerte que tengo— admití mirándola a los ojos.

—¿Suerte?—preguntó con el ceño fruncido.

¿Ella enserio no podía entender porque me sentiría afortunado? Negué con la cabeza.

—Sabes quien y que soy, sabes lo peligroso que es mi mundo para ti y, sin embargo has venido y te has expuesto a todo eso… por mi.

—Por nosotros—dijo ella con superioridad.

—Por nosotros— negué con la cabeza, yo era afortunado, si— ¿Ves toda la suerte que tengo?

—Que tenemos—me corrigió de nuevo y solo pude sonreírle.

—No podía creer cuando Alice vino aquí con esa historia que le contaste, no es que no creyera que fuera verdad, pero lo que no podía creer era que sabiéndolo todo, todo el peligro y el dolor que podría causarte hayas decidido aún así venir.

—Yo… te amo, te amo tanto que da miedo. Entiendo que pienses que es una locura venir a vivir aquí y buscar a unos vampiros solo por un sueño que podía no ser real, pero no creo que puedas entender el dolor y la desesperación que sentí cuando desperté y no estaba en casa, contigo con…—se detuvo y me sentí curioso por saber como terminaba ese pensamiento. Sobre todo al ver que de sus ojos brotaban lágrimas.

—Calma, calma—susurré, quise limpiar sus lágrimas, pero no pude por la extraña barrera invisible.—Bueno no todo puede ser bueno— me reí. Ella pareció darse cuenta de lo que pasaba.

—Eso es extraño y da miedo, tengo que averiguar cómo quitarlo—dijo, pero no estaba seguro si hablaba conmigo.

—Eso sería útil—concorde. De nuevo nos quedamos en silencio, Pero está vez fui yo quien hablo primero.

—Bella…Yo… no tienes idea de lo culpable que me siento.—dije con sinceridad.

Frunció el ceño.—¿Culpable de qué?

—Culpable de tenerte aquí, conmigo, y porque no pretendo hacer absolutamente nada para que eso cambie.

—¿Estas diciendo?

—Estoy diciendo que quiero vivir ese sueño a tu lado, Bella, que soy tan egoísta que no me iré y no te diré que te alejes si lo que deseas es quedarte aquí, conmigo. Es tu decisión, tu tienes tu sueño para creer en lo nuestro, bueno, yo he visto las visiones de Alice, y de verdad quiero que se haga realidad— dije avergonzado de mi mismo.

—No hay ninguna decisión que tomar Edward, quiero esto, te quiero a ti, para siempre— dijo ella muy segura de si misma.

—Me temía que dijeras eso.

—Bueno, no tengo otra cosa que decir— ella dijo alzando la barbilla— esto… es todo lo que he esperado desde que desperté en ese hospital Edward, la única cosa en la que he pensado desde ese día y hoy me haz hecho la persona mas feliz de este mundo.—dijo, pero ella se equivocaba.

—Tú eres quien me ha hecho feliz, más feliz de lo que he sido en más de nueve décadas, es como si hubiera estado dormido todo este tiempo, realmente muerto, como debería haber sido sino fuera por Carlisle. Todo este tiempo yo nunca supe lo que era sentirse así… vivo.

Ella me miró con ternura, sus ojos y su expresión era de rebosante felicidad.

—Oh, Edward— ella lloró— ¿Me dejas darte un abrazo?— ella preguntó.

Solo pude asentir. Ella se acercó con movimientos lentos hasta que estuvo pegada a mi. Sus brazos rodeaban mi espalda y su rostro estaba justo en mi cuello.

—Te extrañé tanto— ella susurró entre sollozos. Yo también la rodee con mis brazos, mientras ella lloraba, ojalá pudiera también llorar de felicidad.

Ninguno de los dos dijo nada más. Nos quedamos así durante mucho tiempo hasta que la luz del sol se fue. El final del día. Pero aunque los rayos del sol se habían ido, la luz estaba aún aquí. Mi luz, mi Bella.


Espero que les haya gustado este capítulo, gracias por dejar comentarios.

Feliz año a todos y besos especiales a:

—Wenday 14. Te quiero gracias por el apoyo y siempre dejar lindos comentarios en cada actualización, eres un amor, muchos besos para tí.

—aliceforever85. Eres un amor, lamento hacer esperar, espero que valga la pena, besos y abrazos.

—phoenix1993. Feliz año para ti también, gracias por el apoyo, eres un sol, siempre leo tus comentarios, eres muy especial, de las primeras personas en leer este fic y siempre has dejado lindos comentarios. Eres muy especial, un gran abrazo con todo cariño.


Ya, ahora si, me siento en paz para avanzar, con el POV de Edward de todo lo que pasó, ¿Quieren el próximo capítulo en POV Bella o POV Edward?