Prólogo

En lo profundo del bosque, rodeado por una exuberante vegetación que se alzaba majestuosamente hacia el cielo. cerca de una carretera solitaria que se extendía hacia la ciudad de Vale, arboles altos y frondosos se extendían a su alrededor, formando una especie de manto verde que filtraba los rayos del sol y proyectaba sombras en el suelo.

El suave susurro del viento acariciaba las hojas, creando una melodía natural que resonaba en el ambiente. Las ramas crujían bajo la brisa, como si el bosque mismo estuviera susurrando. El cielo, amenazante y oscuro, presagiaba la llegada de una tormenta inminente. Nubes grises se arremolinaban en el horizonte, extendiéndose en un lienzo sombrío que contrastaba con el verde intenso del bosque.

En el centro del claro, una fogata crepitaba, lanzando chispas hacia el cielo mientras el humo se elevaba en espirales. Las llamas danzantes proyectaban destellos dorados y naranjas en el rostro de un adolescente, no mayor de 17 años que se encontraba sentado junto a la fogata improvisada que había creado, este era Rei Uchiha.

Se encontraba sentado junto a la fogata, con su capa negra envolviéndolo, y la capucha caída en su espalda. Su figura esbelta y atlética se erguía, como si estuviera en sintonía con el ambiente misterioso del bosque. Vestido en una combinación de negro y azul, su ropa se adaptaba perfectamente a su figura. El viento jugaba con su cabello negro azabache, haciéndolo ondear ligeramente en el aire. Sus ojos oscuros e intensos brillaban mientras observaba las llamas danzantes.

Descansando a su lado, reposaba su fiel compañera, un Chokuto llamada Kurogiri. La espada era imponente en tamaño, con una hoja larga y curva que brillaba con un aspecto oscuro y pulido. El mango, envuelto en un elegante pequeña cubierta para almacenar polvo envuelta en un tejido negro, ofrecía un agarre firme y cómodo. En el filo de la hoja, se podían apreciar grabados intrincados, símbolos ancestrales que representaban la historia y el linaje de los Uchiha.

Rei se encontraba cocinando un estofado con los ingredientes que había recolectado en el bosque. En su improvisada cocina al aire libre, tenía una olla suspendida sobre el fuego de la fogata. Entre los ingredientes que había encontrado estaban algunas raíces de sabor intenso, setas silvestres de diversos colores, zanahorias y trozos tiernos de carne de caza. Los sabores se mezclaban en el aire mientras el estofado burbujeaba lentamente, llenando el campamento con su aroma tentador.

Concentrado en su tarea culinaria, Rei se quitó su capa, revelando una camisa azul claro que contrastaba con su cabello negro azabache. Mientras que sus pantalones eran de un negro profundo. Sus guantes sin dedos de un tono oscuro, cubrían sus manos.

Mientras dejaba reposar el estofado, atendiendo a los últimos detalles, un ligero ruido llamó su atención. Sus sentidos se agudizaron mientras giraba la cabeza hacia el origen del sonido, manteniendo una expresión cautelosa en su rostro.

"Quien sea que esté ahí puede salir" dijo tranquilamente Rei, mientras tomaba un sorbo de su estofado. "El olor a alcohol se siente a kilómetros".

Para su sorpresa, el intruso no tardó en salir de su escondite, sin mostrar vergüenza ni ninguna emoción aparente. Al contrario, parecía preocupado, ¿tal vez se había perdido en el bosque? Rei no lo sabría a menos que preguntara.

"¿Necesitas algo?" volvió a preguntar Rei en el mismo tono tranquilo, observando detenidamente las características del hombre.

Tenía el pelo corto y puntiagudo, negro con mechones grises. Sus ojos eran de un inusual color rojo y una ligera barba adornaba su mandíbula. Era difícil determinar su edad, pero Rei notó que los cabellos grises parecían más resultado del estrés que de la vejez, ya que su rostro conservaba algunos rasgos juveniles. Vestía una capa roja raída, una camisa gris que no estaba bien ajustada, pantalones negros de vestir y zapatos negros también elegantes. En su mano sostenía una espada masiva, con una hoja segmentada que parecía plegable. El mango de la espada tampoco se parecía a nada que Rei hubiera visto antes, recordándole más al manubrio de una bicicleta.

"Estoy buscando a alguien" dijo el hombre mientras sacaba un pergamino y mostraba la imagen de una chica en la pantalla.

La chica en la imagen era joven, posiblemente unos años mayor que Rei. Tenía una tez morena clara y el cabello castaño liso que le llegaba hasta los hombros. Sus ojos eran de un marrón claro y debajo del ojo izquierdo tenía un pequeño lunar.

"Me temo que no la he visto" respondió Rei después de observar la imagen por un momento, notando que la respuesta no complacía al hombre.

"¿Has visto o sentido algo cerca de aquí?" preguntó el hombre nuevamente.

Rei supuso que se refería a la carretera cercana. Aunque debido a la frondosidad del bosque no podía tener una visión clara de la carretera, podía percibir los sonidos que esta emitía cuando pasaba gente. Rei pensó durante unos momentos.

"Hace unos minutos, aproximadamente unos 30, sentí el galope de un caballo que pasó en dirección a Vale" respondió Rei, mirando directamente al hombre. "Si mis sentidos no me engañan, tomó un desvío cerca de aquí, en dirección al río".

El hombre abrió los ojos sorprendido ante la declaración del chico. Si decía la verdad, significaba que Amber se dirigía hacia el río en lugar de ir directamente a Vale. ¿Acaso se había dado cuenta de que la seguían y había tomado un camino alternativo para evitar ser atrapada? se encontraba en una situación difícil. Por un lado, necesitaba encontrar a Amber y asegurarse de su seguridad, pero por otro lado, no podía confiar completamente en la palabra de un extraño. ¿Qué le aseguraba que el chico decía la verdad? ¿Y si este chico trabajaba para la bruja?

Sin embargo, antes de que pudiera llegar a una conclusión, una fuerte explosión resonó a lo lejos, interrumpiendo sus pensamientos. La explosión provenía precisamente de la dirección hacia la cual el muchacho había señalado. El hombre sintió una oleada de preocupación y urgencia. No tenía tiempo para dudar ni para cuestionar más al chico. Debía actuar rápidamente para asegurarse de que Amber estuviera a salvo.

El hombre guardó rápidamente el pergamino y miró al chico con determinación en sus ojos.

"Gracias por la información" dijo apresuradamente mientras se marchaba hacia el Río a gran velocidad

Rei no podía evitar sentir cierta curiosidad por lo que estaba ocurriendo. A pesar de su reputación y su deseo de mantenerse al margen de los problemas ajenos, las explosiones repetidas lo intrigan. Deja a un lado su plato de estofado a medio comer y rápidamente se pone de pie, aferrando firmemente su Chokuto y envolviéndose en su capa.

Sin embargo, antes de partir, Rei se asegura de apagar el fuego de la fogata. Aunque no es un detalle crucial en ese momento, la responsabilidad y el respeto por el entorno siempre han sido parte de su código personal. Con un rápido movimiento, asegura que no queden brasas encendidas

Con su espada lista para la acción y su capa ondeando al viento, Rei se lanza a toda velocidad hacia el lugar de las explosiones. Su agilidad y velocidad son evidentes mientras se desliza entre los árboles y evita los obstáculos en su camino.

avanzaba a gran velocidad, su paso se aceleraba con cada pensamiento fugaz que cruzaba por su mente. Las explosiones que habían resonado anteriormente ya no se sentían, pero eso solo aumentaba su inquietud y curiosidad por descubrir qué estaba sucediendo. Su espada se movía en perfecta sincronía con sus movimientos, lista para enfrentar cualquier cosa.

Después de unos intensos minutos de carrera, Rei llegó a un claro en el bosque donde se ubicaba un pequeño río. Allí, se encontró con una escena desoladora. Los árboles destrozados y caídos yacían esparcidos por el suelo, evidenciando la furia y la violencia que habían desatado las explosiones. El fuego ardía en los arbustos, creando un contraste impactante con la oscuridad del cielo nublado.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de Rei fue la figura del hombre con el que había interactuado minutos antes. Lo vio sosteniendo en sus brazos a la chica que estaba buscando, su objetivo principal. El hombre parecía preocupado y agotado, su rostro reflejaba el peso de lo sucedido. La chica, por otro lado, parecía inconsciente y frágil en sus brazos, su cuerpo mostraba señales de heridas, pero la más llamativa fue una quemadura en su rostro.

Rei se acercó cautelosamente, sus ojos analizando la situación y evaluando las posibles amenazas. Observó al hombre con detenimiento, buscando cualquier indicio de sus intenciones y tratando de comprender la conexión entre él y la chica. Su mano se aferró con más firmeza al mango de su odachi, preparado para actuar si fuera necesario.

"¿Que ha pasado?" pregunta con cierta cautela Rei, sabía que el hombre no le había causado las heridas, pero tampoco sabía porque la chica huía de él.

"Nada que te importe" respode secamente el hombre mientras se levantaba, teniendo a la chica en estilo princesa en sus brazos. "Ahora si no te importa, me voy."

Rei observó en silencio cómo el hombre respondía de manera brusca a su pregunta. Su actitud evasiva solo aumentaba su curiosidad y sospechas. Sin embargo, decidió no insistir y dejarlo marchar con la chica en sus brazos. La situación se volvía cada vez más intrigante, y Rei sabía que debía permanecer alerta y analizar cuidadosamente lo que había sucedido.

Conforme el hombre se alejaba a gran velocidad en dirección a Vale, Rei se quedó solo en el solitario bosque, rodeado por los destrozos y los signos de violencia que habían dejado su huella. Cerró los ojos por un momento, dejando que la calma y la serenidad lo envolvieran antes de volver a abrirlos. Cuando sus ojos se abrieron nuevamente, el color oscuro que los caracterizaba había sido reemplazado por un intenso rojo carmesí, como si reflejaran la sangre derramada y la agitación de su interior. En ellos, tres tomoe giraban lentamente, mostrando la activación de su Sharingan.

Rei utilizó su Sharingan para analizar detenidamente la escena que lo rodeaba. Su mirada aguda y penetrante captó cada detalle, buscando pistas y revelaciones ocultas. Examinó los destrozos de los árboles, los rastros de fuego y las marcas en el suelo, intentando reconstruir mentalmente lo que había sucedido. Había una energía extraña en la escena, no era aura, pero estaba ligada al parecer a los ataques elementales porque había mucha donde estaba el fuego y restos de hielo.

Mientras su Sharingan lo asistía en su análisis, Rei, intrigado por la naturaleza de esa misteriosa energía, comenzó a percibir una conexión entre ella y Aura. A medida que exploraba el área y observaba los destellos de energía dispersos a su alrededor, Rei se concentró en los elementos que se manifestaban. Vio destellos de fuego danzando en el aire, gotas de agua suspendidas en el cielo, ráfagas de viento que acariciaban su rostro y la vibración de la tierra bajo sus pies. Esta energía parecía estar intrínsecamente ligada a los elementos y era capaz de manipularlos y controlarlos de formas sorprendentes.

La energia elemental fluía en armonía con la naturaleza y al parecer tenía un poder innato para moldear los elementos a su voluntad.

"¿Chakra?" pensó Rei, la sola idea de pensarlo le pareció ridículo, ni el mismo tenía chakra como tal. "No, es imposible. Se siente diferente".

Rei sumido en sus pensamientos mientras observaba los restos de energía elemental que llenaban el lugar. Había descartado la posibilidad de que se tratara de chakra, la forma de energía utilizada no se asemejaba a la conocida por él. Además, el aura, tampoco encajaba en esta situación, a menos que esta energía estuviera relacionada con un semblance o con el polvo.

Sin embargo, la cantidad y diversidad de energía elemental que percibía Rei no se ajustaba a ninguna de estas explicaciones. Había restos de energía de diferentes elementos dispersos por todas partes: fuego, aire, hielo e incluso rayos. Esta energía no se parecía a ninguna forma de chakra o polvo que hubiera encontrado antes.

"Esa chica..." recordó Rei, ese hombre le había mostrado una imagen de ella antes de verla completamente acabada, seguramente el hombre la estaba buscando porque sabían que había alguien más siguiéndola. "¿Ella puede controlar los elementos?"

Rei se dio cuenta de que estaba frente a una manifestación de energía elemental diferente, una forma de energía que estaba más allá de sus conocimientos previos. Esta energía elemental no se limitaba a un solo elemento o dos, sino que abarcaba una amplia gama de ellos. Parecía que esa chica tenían una conexión especial con los elementos, ya podían utilizarlos y controlar los diferentes elementos.

La incógnita de cómo y por qué esta chica puede usar esta energía elemental estaba presente. Rei se sintió intrigado y decidido a descubrir más sobre esta energía elemental y su relación con el esa chica. Tal vez en su búsqueda de respuestas, podría desentrañar algunos soluciones a sus propios problemas.