Capítulo 7.- Génesis.


Parte 2.- El Manto de Responsabilidad.


(Octubre 26, 2558 [Calendario militar] - [TIEMPO DESCONOCIDO] - Reloj de misión del Equipo Azul - Locación: Estructura Forerunner, superficie de Génesis, Génesis, sistema desconocido)


Luego que el Equipo Azul atravesara las puertas que se habían abierto luego que el Warden Eternal desapareciera, ellos se encontraban dentro de otra caverna, la cual lucía vacía de cualquier tipo de amenaza.

Sin embargo, pronto se darían cuenta que alguien los vigilaba con escrutinio, pues en cuanto el pie de John tocó el suelo de la caverna, el Warden se hizo notar.

- Respondieron a su llamado, ¿por qué? - Preguntó la voz del Warden Eternal por los comunicadores del equipo. - ¿Qué pretenden cuando lleguen a ellas?

Ante las palabras del Warden, Bentley y John sólo apretaron los dientes y lo ignoraron mientras todos seguían caminando.

- Ah, ¿empiezo yo? - Dijo el Warden, notando que era ignorado. - ¿Cuando lleguen a ellas pretenden...?

- Vinimos a llevarlas a casa. - Dijeron Bentley y John firmemente.

- Si comprendieran en qué se han convertido, no usarían términos tan infantiles como ese.

En ese momento, se escucharon unos extraños ruidos y varios enemigos nuevos se materializaron, siendo ésta vez una especie de máquinas con formas humanoides y una especie de drones que los acompañaban, y ambos tipos de máquinas disparaban haces de luz naranja.

- ¡Prometeos! ¡Sepárense! - Dijo John mientras disparaba contra un Watcher. - ¡Concentren el fuego en los voladores, producen escudos que protegen a los otros!

En ese momento, Jack arrojó su sable de luz a uno de las máquinas voladoras, destruyéndola, mientras Carmelita derribaba la otra con su pistola de choque.

Por otro lado, Murray dejó de lado su cañón de combustible y se cubrió del fuego enemigo con su escudo, mientras tomaba la granada que Fred le había entregado anteriormente y la arrojó contra una de las máquinas, la cual se convirtió en una especie de luz y se alejó de la granada, poniéndose nuevamente en posición para dispararle al hipopótamo, pero antes que el Prometeo pudiera dispararle, Kelly le apuntó con su Magnum M6H y disparó varias veces contra él, destruyéndolo.

Tras un par de minutos, el área estuvo despejada y el Equipo Azul siguió su camino, teniendo que saltar encima de una grieta bastante profunda en la cueva, tras lo cual siguieron adelante.

- Su confianza mutua es una ingenuidad. - Dijo el Warden. - www

En ese momento, más Soldados Prometeos se materializaron en el área, atacando a los miembros del Equipo Azul pero John y Bentley comenzaron a atacar con mucha mayor eficiencia que antes, haciendo que sus compañeros vieran que estaban furiosos.

- ¡¿Dónde. Están?! - Demandaron Bentley y John.

- ¡Evitaré a Cortana y Penélope el inevitable sufrimiento de su traición y acabaré con ustedes y ya! - Dijo el Warden furioso. - El Manto de Responsabilidad pertenece a Cortana, Penélope y a los otros Creados. ¡Me encargaré de que nunca caiga en sus manos!

- ¡Cuidado! - Gritó Murray.

En ese instante, un Soldado Prometeo que portaba una Torreta Astilladora abrió fuego contra el equipo, haciendo que Murray usara su escudo para bloquear el disparo, el cual hizo que se destruyera el escudo mientras un haz de luz naranja apuntaba justo a la cabeza de Murray. Pero para suerte del hipopótamo, Jack bloqueó el disparo con su sable, le arrebató el arma con la Fuerza y se la clavó en el pecho, destruyendo al Soldado.

- ¡Huesitos, dame esa arma, la mía ya no tiene munición! - Dijo Linda.

Jack simplemente asintió y atrajo el Rifle Binario hacia él, para luego arrojárselo a Linda, quien lo usó para destruir a otro Soldado que portaba una Torreta Astilladora.

Mientras tanto, Murray tomó la Torreta Astilladora de uno de los Soldados destruidos y tras un poco de inspección, encontró el gatillo, luego sonrió y disparó varias veces contra otro Soldado, destruyéndolo.

- Esto sí es mi estilo. - Dijo Murray.

- ¡Entonces dispárale al otro Soldado antes que nos desintegre! - Dijo Linda mientras recargaba el Rifle Binario.

Murray asintió y disparó contra el otro, pero el Soldado se teletransportó para evadirlo e intentó disparar contra el hipopótamo, sólo para terminar recibiendo varios dardos explosivos de parte de Bentley, mientras John vaciaba el cargador de su rifle de asalto contra uno de los restantes Soldados Prometeos del área, seguido por una arremetida de Jack con su sable para destruir al último.

- Despejado. - Dijo John.

- Por aquí. - Dijo Fred.

El equipo se reunió frente a una intersección, la cual dividía la cueva en dos, una parte la cual estaba elevada sobre ellos.

- Deberíamos dividirnos. - Dijo Kelly.

- No me gusta ese cliché de película de horror... - Dijo Carmelita.

- A mí me encanta. - Dijo Jack con una sonrisa.

- ¿Por qué no me sorprende?

- Concéntrense. - Dijo Bentley. - Estoy con Kelly, hay que dividirnos, los escáneres muestran que ambos caminos llevan al mismo lugar, así que cubriremos más terreno y podremos apoyarnos mutuamente en caso de una emboscada del Warden.

- Bentley, Jack, Murray, ustedes vienen conmigo por el paso elevado. Fred, tú llévate al resto por la otra cueva. - Dijo John.

- Entendido, Jefe. - Dijo Fred.

- Tengan cuidado. - Dijo Carmelita.

- Tengo tanto cuidado como se puede. - Dijo Bentley antes de usar los artilugios de su silla para saltar sobre el paso elevado.

John, Jack y Murray siguieron al genio de caparazón por el paso elevado, mientras Kelly, Carmelita, Linda y Fred iban corriendo por la caverna alterna.

Al llegar al pequeño acantilado que llevaba hasta otro claro con varias pequeñas construcciones Forerunner, el equipo se sorprendió al ver una extraña nave no más grande que un avión personal, estrellada cerca de una formación rocosa, mientras dos humanos, uno rubio y otro de pelo azabache, estaban peleando encarnizadamente.

El primero con una espada similar al sable de Jack, pero de color verde, quien arrojaba todo tipo de objetos y se movía a una velocidad incluso superior a la de Kelly, lanzando estocadas y haciendo ataques acrobáticos impresionantes.

Y el otro de cabello azabache, quien parecía lanzar rayos de todos colores con un pequeño palo, los cuales repelían los objetos arrojados a él o los destruían, y se desvanecía de un momento a otro, reapareciendo en otro lugar con una facilidad pasmosa.

Mientras el resto del equipo llegaba a una plataforma metálica con un pequeño estante de armas, Jack soltó un jadeo al reconocer las armas que estaban usando los dos humanos en el claro, pero antes que John, Murray o Bentley pudieran preguntar qué pasaba, todos alzaron las armas al ver cómo varios portales desliespaciales se abrían de golpe, materializando no menos de una docena de Soldados y varios Watchers, junto a dos nuevos tipos de máquinas.

El primero lucía como una especie de perros mecánicos, y la otra era más grande y corpulenta que los Soldados Prometeos. Éstos últimos portaban una especie de cañones en los brazos y tenían armaduras que asemejaban una especie de hombreras masivas.

- ¡Cuidado con los grandes, apunten a los puntos débiles en las armaduras! - Dijo Kelly.

- Se acabó tu tiempo, Siervo-Guerrero, e incluso también el tuyo, Constructor. Su batalla finalizó. - Dijo la voz del Warden Eternal. - El sol se puso en la era de la especie humana, el Covenant, la Guardia del Infinito, el Imperio, los Antros y sus insignificantes conflictos.

En ese momento, el Warden Eternal también se hizo presente, viendo a los tres grupos de invasores con cara de pocos amigos, analizándolos con escrutinio, antes de soltar un alarido de furia.

- ¡¿Osan levantar las armas contra mí?! - Rugió el Warden mientras alzaba su espada. - ¡ARRÁSENLOS!

En ese momento, los Prometeos comenzaron a disparar contra el Equipo Azul y los humanos desconocidos, quienes se cubrieron del fuego y lanzaron un grito de guerra antes de comenzar el contraataque.

- ¡Fred, que tu equipo cubra al Jedi! ¡Nosotros cubrimos al mago! - Indicó Jack mientras usaba su blandialma para tomar a un Watcher y estrellarlo contra un Crawler.

- ¿Qué rayos es un Jedi? - Preguntó Carmelita mientras le arrojaba su vacía pistola de choque a un Crawler para terminar destruyéndolo con una poderosa patada.

- ¡El tipo con el brillante sable verde! - Dijo Jack antes de arremeter contra el Warden.

El Warden vio al Rey Calabaza acercándose a él, bloqueando los ataques de sus Prometeos con su sable y la masa gelatinosa en su brazo derecho, cosa que lo hizo alzar su propia arma y bloquear la estocada de Jack con ella, sorprendiendo al esqueleto dado que éste no creía que pudiera bloquear su ataque.

El Warden sonrió maliciosamente y golpeó a Jack con su mano libre, haciendo que el esqueleto se estrellara contra John con fuerza, perdiendo un brazo por el impacto y quitándole los escudos de energía a la armadura del Spartan mientras ambos caían al suelo.

Al notar esto, el desconocido de cabello negro frunció el ceño y apuntó su aparente arma hacia el Warden.

- ¡Reducto! - Gritó el humano desconocido de cabello negro.

Un haz de luz roja salió disparada de la punta del palito que esgrimía el desconocido, impactando de lleno en la cara de la Ancilla Forerunner, haciéndolo caer y emitir un alarido de obvio dolor.

- ¿Otro más de ustedes? - Dijo el Warden mientras se recomponía. - No importa... ¡me desharé de tí de una buena vez!

- ¿Otro más...? ¡¿De quiénes hablas?! - Dijo el desconocido de cabello negro.

- ¡Eso será sobre mi cadáver, Ancilla! - Rugió Jack mientras ponía su brazo de vuelta en su lugar.

- ¡Eso se puede arreglar, Guardia del Infinito!

El Warden y Jack arremetieron el uno contra el otro, estando bastante parejos en cuanto a fuerza, pero con Jack teniendo una ventaja bastante alta en velocidad y agilidad.

Entre tanto, John arremetió con una Carga Spartan contra los Prometeos, destruyendo a un Soldado y un Crawler, y tomando el Supresor que dejó caer el Crawler para reemplazar su rifle de asalto vacío para dispararle a uno de los Caballeros Prometeos del área, mientras Murray cargaba contra un Caballero Prometeo al que Fred y Linda le habían destruido la armadura con varios tiros certeros en los puntos débiles en sus hombros, alzando a la máquina con algo de dificultad y estrellándola de espaldas contra el suelo para destruirla.

Por su parte, Carmelita recogió la Pistola de Rayos que había soltado el Crawler que destruyó y le disparó varias veces a un Soldado Prometeo, destruyéndolo para tomar el Rifle de Luz que éste dejó caer al desmaterializarse. Luego, Carmelita silbó fuertemente para llamar la atención de Bentley y arrojarle la Pistola de Rayos mientras alzaba el Rifle de Luz para apoyar a Linda y Fred a derribar a otro Caballero Prometeo más.

- ¡Úsala para derribar a los pequeños! ¡Nosotros nos encargamos de los grandes! - Gritó Carmelita a Bentley.

- ¡Pero yo no sé usar esto! - Esperó la tortuga.

- ¡Eres un inútil! - Rugió el Warden. - No sé porqué Penélope insiste en que eres de alguna utilidad.

- ¡Es muchísimo más útil que tú, Ancilla! - Dijo Jack mientras se las arreglaba para levantar al Warden con la Fuerza.

Ante el despliegue de poder de Jack, todos se sorprendieron, en especial el desconocido de cabello rubio, luego Jack comenzó a cerrar la mano con la que tenía levantado al Warden, sonriendo con satisfacción al escuchar un alarido agónico, acompañado de una sinfonía de chirridos y crujidos producidos por el cuerpo de la Ancilla al ser aplastado.

Sin embargo, el Warden se negó a ser derrotado tan fácilmente, por lo que creó una especie de bola de energía negra que parecía alterar el espacio a su alrededor, sobre él y la lanzó contra Jack, quien soltó al Warden, se envolvió en llamas para tomar su forma de espantapájaros de nuevo y crear un poderoso estallido de llamas a su alrededor.

La Bomba de Gravedad y la Bomba de Fuego colisionaron y causaron un fuerte estallido, causando una poderosa onda de choque que envió a todos hacia atrás, incluso al Warden Eternal, y haciendo que todos perdieran sus armas y que Bentley cayera de su silla de ruedas.

Los desconocidos y el Equipo Azul se recuperaron con rapidez del ataque, y mientras Murray ayudaba a Bentley a regresar a su silla, todos gruñeron de frustración al ver cómo más Prometeos se hacían presentes en el lugar, entre ellos dos Watchers que rápidamente comenzaron a reparar los daños que Jack le había hecho al Warden.

- Debo admitir que te he subestimado, Guardia del Infinito... - Dijo el Warden mientras volvía a blandir su cuchilla de luz. - Veo que eres una amenaza incluso mayor que 117 a los planes de Cortana y Penélope.

- Por algo fui elegido para cuidar el Teseracto. - Dijo Jack mientras volvía a su forma original. - Y créeme que eso es apenas una parte de mi poder.

- Lo sé, por eso te eliminaré personalmente.

- Primero vas a tener que vencernos, Warden. - Dijo John mientras apuntaba su Supresor contra el Warden.

- No harás ningún cambio en nada, Siervo-Guerrero, aún con tus aliados, no podrán detener a Cortana y Penélope - Dijo el Warden mientras otros tres cuerpos suyos se materializaban.

- Genial... - Dijo Fred sarcásticamente.

- ¡El Murray no se echa atrás ante ningún reto! - Dijo Murray.

El Warden Eternal rugió con sus cuatro cuerpos, luego éstos dispararon un potente rayo de color naranja desde sus frentes, forzando a los invasores a cubrirse tras las pantallas de luz, las rocas y los escudos de energía que tenían. Después, el Equipo Azul y los dos humanos desconocidos arremetieron de nuevo contra los Wardens y un nuevo contingente de Prometeos que se había materializado.

- ¡Ésto no era lo que me esperaba cuando dijiste que sería el reto más raro y difícil de nuestras vidas, Bentley! - Espetó Murray mientras golpeaba a un Crawler con su escudo.

- ¡Yo tampoco, Grandote! - Dijo Bentley mientras hacía volar parte de la armadura de un Caballero Prometeo con una de sus bombas.

- ¡¿Por qué siempre tengo que estar metido en cosas raras?! - Gritó el mago mientras se cubría con una barrera invisible. - ¡Diffindo!

En ese momento, un Soldado Prometeo emitió un alarido mecánico de dolor al ser cortado a la mitad por una especie de cuchilla invisible, dejando caer su Rifle Binario.

Luego Linda tomó la munición del Rifle Binario del Soldado recién destruido y la usó para darle un par de tiros certeros a los Watchers del área, mientras el Jedi arrojó su sable de luz contra un grupo de Crawlers y lo atrajo de vuelta a él para bloquear un rayo naranja de parte de uno de los cuerpos del Warden Eternal, el cual recibió disparos por parte de John y Carmelita, a quienes Jack protegió de otro de los Wardens, amarrando una de sus piernas con su blandialma para derribarlo, luego Fred derribó a Jack, quitándolo del camino de otro de los Wardens que lanzó una tajada con su espada contra el Rey Calabaza, mientras Kelly corría a toda velocidad, esquivando disparos a diestra y siniestra, regresando los tiros con una Escopeta de Dispersión que había recogido para reemplazar su Escopeta M45 modificada.

- "¡Jedi, ataca a la esfera negra en la espalda del Warden!" - Gritó Jack en Básico mientras él y Fred se ponían de pie.

- "¡¿Cómo es que puedes hablar mi idioma?!" - Preguntó el Jedi mientras le cortaba el brazo a un Caballero Prometeo.

- "¡¿En serio esa es tu mayor preocupación ahora?!" -

El Jedi gruñó mientras bloqueaba una tajada de la cuchilla de luz del Caballero al que le había cortado el brazo y con un movimiento fluido de su sable de luz, lo cortó a la mitad, sorprendiéndose un poco al ver que los restos se desmaterializaban, pero no tuvo tiempo para sorprenderse por mucho, ya que uno de los Wardens disparó una Bomba de Gravedad contra él, la cual tuvo que esquivar haciendo uso de la Velocidad de la Fuerza, para luego arrojar su sable de luz contra el Warden que lo atacó, atravesando con facilidad su armadura y destruyendo su núcleo de energía del vacío, haciendo que la Ancilla soltara un grito agónico y comenzara a implosionar por una especie de agujero negro en miniatura creado por su núcleo destruido, mientras el Jedi atraía su sable de vuelta a su mano con la Fuerza.

Ante esto, los otros tres Wardens centraron su atención en el Jedi, cosa que los demás aprovecharon para atacar a las Ancillas, haciendo que dos de ellas cayeran al suelo con una rodilla y la otra lograra bloquear y cubrirse de los ataques con su espada.

- ¡Morirán en mis manos! - Rugió el Warden en pie.

El Warden soltó un rugido mecánico y otro contingente de Caballeros, Soldados, Crawlers y Watchers se materializaran, teniando a los Watchers reparando el daño en los Wardens derribados y creando escudos de luz para protegerlos de una lluvia de disparos con los que el Equipo Azul intentó derribarlos de nuevo.

- ¡Tenemos que acabar con los Wardens! - Dijo Bentley mientras se cubría tras una plataforma.

- ¡No podemos con esas cosas teletransportándose y esquivando nuestros ataques! - Dijo Kelly.

- ¡Ustedes concéntrense en los Wardens y que Bentley se deshaga de los Watchers! ¡El Jedi, el mago y yo lidiaremos con los demás! - Gritó Jack antes de arremeter contra un Caballero Prometeo.

El Caballero rugió y trató de atacar al esqueleto con su brazo-cuchilla, pero Jack fue más rápido y logró esquivarlo deslizándose entre sus piernas. Mientras se deslizaba, Jack usó su blandialma para agarrar al Prometeo por la cabeza, haciendo que se estrellara de frente al suelo, luego el esqueleto hizo unos movimientos que parecían de baile para esquivar los ataques de un Crawler y finalmente arrojó su arma viscosa a un saliente de una formación rocosa para columpiarse por el campo de batalla y llegar cerca del mago, asustándolo un poco.

- Tranquilo, no voy a hacerte daño. - Dijo Jack antes de sacar su sable de luz para defenderse.

- ¡Lo sé, si quisieras hacerme daño ya lo habrías hecho! ¡Sólo me tomaste por sorpresa! - Dijo el mago mientras lanzaba hechizos contra un elusivo Soldado Prometeo.

- Oye, sé que no nos conocemos, pero ¿crees que puedas encargarte de los Crawlers, mientras el Jedi se encarga de los Soldados, la tortuga antropomórfica de los Watchers y yo de los Caballeros?

- ¡¿Qué es un Crawler?!

- Los Crawlers son los que parecen perros. - Dijo Jack mientras cortaba a la mitad un Crawler que intentó arremeter contra él. - Justo como ese.

- ¡Ok, eso creo! ¡Pero quiero saber qué rayos está pasando!

- Ya somos dos. - Admitió Jack. - Aparécenos cerca del Jedi, yo me encargo del resto.

- ¿Qué es un Jedi?

- El tipo con el que estabas peleando.

El mago dudó un momento, pero tomó la mano que el esqueleto le ofreció y se Desapareció junto al Jedi, levantando inmediatamente una barrera invisible y alarmando un poco al Jedi, haciendo que éste intentara atacarlos con su sable, siendo bloqueado por Jack con facilidad.

- "Tranquilo, no vamos a hacerte daño." - Dijo Jack tranquilamente en Básico.

- "Todo esto me está fastidiando muchísimo..." - Dijo el Jedi.

- "Sé que no nos conocemos, pero si todos queremos salir con vida, vamos a tener que cooperar para destruir a los Prometeos." -

- "Entiendo, ¿tienes un plan?" -

- "Sí, tú debes acabar con los humanoides pequeños, el mago con los que parecen lobos vornsk, la tortuga antropomórfica con los voladores, yo con los de las hombreras y los demás con los Wardens." -

- "Bien, pero espero un montón de respuestas después de esto." -

- "No eres el único..." -

El mago deshizo la barrera invisible y se Desapareció, justo antes que una Granada de Pulso detonara cerca del lugar donde había estado, para luego lanzar un hechizo destructor contra un Crawler que intentó abalanzarse contra él, seguido de un rayo rojo que destruyó a otro Crawler desprevenido, mientras el Jedi arrojó su sable de luz contra un Soldado Prometeo, dio un enorme salto impulsado por la Fuerza y atrajo su sable de vuelta a su mano para bloquear un par de disparos y aterrizar sobre otro Soldado, atravesándole la cabeza con su sable en el proceso.

Entre tanto, Jack usó su blandialma para regresarle una Granada de Astillas a un Caballero Prometeo, dañando a la máquina cuando ésta detonó, luego lanzó un extremo de la blandialma contra los puntos débiles de su armadura y una vez que estuvo al descubierto, Jack usó su viscosa arma de nuevo para atrapar al Caballero sin armadura y arrojarlo contra otro, destruyendo al primero y parte de la armadura del otro con su ataque.

Por su parte, mientras el Rey Calabaza, el Jedi y el mago se las arreglaban para destruir a los Prometeos, Carmelita, John, Kelly, Linda, Murray y Fred improvisaron una estrategia en parejas para lidiar con los Wardens restantes, haciendo que uno mantuviera la atención de las Ancillas para que el otro pudiera dispararle en el núcleo de energía en su espalda, mientras Bentley usaba sus dardos explosivos y sus bombas para destruir a los Watchers, al mismo tiempo que fungía como distracción extra ante los Wardens.

- ¡Sigan presionando! - Dijo Linda mientras alzaba un Rifle de Luz para reemplazar el Rifle Binario que portaba.

- ¡Están perdidos! - Rugió uno de los Wardens mientras disparaba un haz de luz anaranjada contra Murray.

El hipopótamo gruñó y se cubrió con su escudo, logrando bloquear el ataque pero perdiendo momentáneamente su defensa, cosa la cual aprovechó uno de los otros Wardens para arremeter contra él con su espada lista para acabar con él, pero el mago lo notó por el rabillo del ojo y apuntó su varita a los pies de la máquina.

- ¡Incarcerus! - Gritó el mago de cabello negro.

Una cadena se materializó de la punta de la varita del mago y salió disparada hacia los pies de la Ancilla Forerunner, haciéndola tropezar mientras Murray se hacía a un lado para esquivarla.

Al caer al suelo, Murray notó que la armadura del Warden estaba debilitada por los disparos que todos ellos habían logrado darle, así que aprovechó la oportunidad para dar un doble salto y asestarle un Barrigazo Trueno en la parte de la armadura que cubría su núcleo de energía, logrando que ésta cediera y dejara al descubierto el núcleo, después le arrojó una granada de plasma a la espalda y usó su Forma de Bola para huir rápidamente de la detonación.

Tras el estallido de la granada, el Warden derribado gritó de agonía y comenzó a desintegrarse mientras su núcleo colapsada sobre sí mismo, haciendo que los humanos, los antros y el esqueleto sonrieran al notar que ya casi limpiaban la zona de enemigos.

- ¡Bien hecho, Murray! - Dijo Jack eufóricamente.

- ¡Sigan así, ya casi acabamos con todos! - Dijo Carmelita.

- ¡Ustedes son más problemáticos que los otros humanos, pero siguen siendo igualmente ilusos! - Dijo uno de los Wardens mientras disparaba otra Bomba de Gravedad contra John. - ¡Cada segundo que pasa, Cortana y Penélope están más cerca de terminar su obra!

- ¡Gracias por el aviso entonces! - Dijo Bentley mientras terminaba de ingresar una nueva programación para los artilugios de su silla de ruedas.

- ¡Sólo tenemos que apresurarnos para recuperar el tiempo perdido contigo! - Rugió John mientras trepaba una formación rocosa.

Mientras John se acercaba a un estante de armas Forerunner para cambiar su Supresor sin munición por un Rifle de Luz, Bentley sacó un pequeño dispositivo que puso sobre su oreja y activó, haciendo que proyectara una pantalla holográfica de color verdoso a modo de lentes frente a sus lentes de verdad, la cual le señalaba con marcas rojas la posición de los enemigos, las armas y granadas de todo tipo con contornos azules y a sus aliados con pequeños triángulos verdes, añadiendo también etiquetas con sus nombres.

- ¡Carmelita, dame la Granada de Astillas cerca de tí! - Dijo Bentley.

- ¡¿Qué cosa?! - Preguntó Carmelita tras deslizarse por el campo de batalla para obtener otro Rifle de Luz.

- ¡La cosa con picos a tu izquierda!

- ¡No hay nada a mi izquierda!

- ¡Esa es tu derecha! - Espetó el mago mientras se Aparecía junto a Carmelita.

Ante la aparición súbita del mago, Carmelita soltó un grito ahogado y dejó caer su Rifle de Luz momentáneamente, mientras el humano de cabello negro tomaba la Granada de Astillas y volvía a Desaparecerse, haciendo que Carmelita gruñera y volviera a levantar su arma para seguir disparándole a los dos Wardens restantes.

Entre tanto, el mago se Apareció junto a Bentley, sobresaltándolo un poco, luego le dejó la Granada de Astillas en la mano y levantó una barrera invisible para detener la arremetida del último Crawler del área, haciendo que se estrellara contra dicha barrera y Kelly terminara con él con el último disparo de su Escopeta de Dispersión.

- Gracias. - Dijo Bentley mientras la lente holográfica le indicaba cómo activar la granada en sus manos.

- Sólo asegúrate de no fallar. - Dijo el mago antes de Desaparecerse de nuevo.

Bentley asintió y se giró hacia donde John estaba cubriéndose de los ataques de uno de los Wardens, sin notar que el último Soldado del área había evadido el sable de luz del Jedi y se había teletransportado detrás del Spartan. Inmediatamente, Bentley desplegó los brazos mecánicos de su silla, los cuales tomaron la Pistola de Rayos que Carmelita le había entregado anteriormente, haciendo que una mira y un contador de munición aparecieran en su lente holográfica, luego apuntó el arma contra el Soldado y disparó, dando directamente en su objetivo, vaciando el cargador para destruir su armadura, para luego arrojarle la granada de astillas que Carmelita le había dado, volando en pedazos al Prometeo.

- Creí que dijiste que no sabías usarla. - Dijo Carmelita mientras recargaba su arma.

- No sé hacerlo, además es gigantesca para mí, pero no hay límites para mi ingenio. - Dijo Bentley mientras los brazos tomaban la munición de otra Pistola de Rayos para recargar la suya. - Chicos, necesito que le quiten al Warden de encima a John.

- Considéralo hecho. - Dijo Murray mientras evadía una Bomba de Gravedad.

Murray soltó un rugido gutural y reactivó su escudo, luego cargó contra el Warden que asediaba a John y estrelló su escudo con toda su fuerza contra las piernas de la Ancilla, haciendo que soltara un aullido de dolor y cayera de rodillas, atrayendo la atención del otro Warden.

Tras esto, ocurrieron dos cosas: Lo primero fue que John aprovechó la debilidad momentánea para dar un salto e impulsarse contra el Warden con los propulsores de su armadura, golpeándolo en la espalda con la suficiente fuerza para mantenerlo de rodillas y destruir la armadura que protegía su núcleo de poder, y lo segundo fue que el otro Warden disparó un rayo de luz naranja contra Murray, logrando darle en el hombro y derribarlo, antes que el Jedi y el mago derribaran al Warden con un empuje de la Fuerza y un hechizo Repulso, dándole vía libre a Kelly y Fred, quienes vaciaron los cargadores de los Supresores que llevaban en las manos contra el núcleo de energía expuesto del Warden, destruyéndolo y haciendo que éste fuera consumido por el agujero negro en miniatura creado por el colapso de su núcleo.

Tras ésto, el mago alzó una barrera invisible alrededor de Murray, logrando protegerlo de los ataques de un par de Crawlers que Bentley despachó inmediatamente, mientras Linda y el Jedi se aproximaban al hipopótamo caído.

- ¿Va a estar bien? - Preguntó Carmelita mientras se las arreglaba para recargar su Pistola de Rayos.

- No es grave, con algo de bioespuma estará bien, aunque necesitaremos tener más cuidado, no tenemos mucha de ésta. - Espetó Linda mientras tomaba una especie de lata de los magnetos en su espalda. - Pero en verdad estoy sorprendida, eres un hijo de perra muy duro, Murray. Definitivamente serías mucho mejor material para Spartan que muchos de los elegidos por la ONI.

- El Murray no permitiría que una herida superficial lo derribara... tan fácilmente... - Gruñó Murray.

- "Yo puedo ayudar a curarlo con la Fuerza. Sólo denme algo de tiempo." - Dijo el Jedi mientras inspeccionaba la herida en el hombro de Murray.

- "Derrotemos primero al Warden, ya sólo queda uno. Mientras tanto, agradecería si pudieras cubrirlo." - Dijo Jack mientras atravesaba en el pecho a un Soldado con su sable de luz.

- "Considéralo hecho..." -

El Jedi suspiró y apagó su sable de luz, cerrando los ojos y canalizando la Fuerza en sus manos, mientras Linda aplicaba la bio-espuma en la herida de Murray, haciendo gemir al hipopótamo, luego el Jedi abrió los ojos de golpe y alzó su mano, levantando a todos los Prometeos, para luego ir cerrando su mano y aplastar a todas las máquinas, exceptuando al Warden Eternal, el cual gruñó y trató de abalanzarse contra el Jedi, sólo para que Jack se interpusiera en su camino y le cortara una pierna con su sable de luz.

El Warden Eternal cayó al suelo y se giró sobre su espalda, siendo rápidamente rodeado por los miembros del Equipo Azul, quienes le apuntaron con sus armas.

- Ésto se acabó... - Dijo Kelly.

- Tienes razón, Spartan, sin embargo, no es del modo que ustedes creen. - Rió el Warden Eternal.

El Equipo Azul simplemente suspiró y abrieron fuego contra el Warden Eternal, con munición de luz dura y un haz de luz roja golpeando certeramente a la Ancilla, logrando abollar su armadura, luego el Jedi dió un salto mientras emitía un grito de batalla, aterrizando sobre el Warden y clavando su sable de luz a través de su pecho, destruyendo su núcleo de energía del vacío y haciendo que el Warden comenzara a ser consumido por un agujero negro en miniatura.

Tras que el último Warden desapareciera, el Equipo Azul suspiró y bajó sus armas, intercambiando miradas de confusión mientras suspiraban de alivio ante el fin del tiroteo.

- Así que... ¿quién empieza con las introducciones? - Preguntó Carmelita.

- Lo haría, pero sigo procesando el hecho de que una máquina gigantesca me absorbió junto a mi Saeta de Fuego luego de destruir Hogwarts, me acabo de pelear contra un grupo de robots y tengo enfrente a tres animales antropomórficos, cuatro robots más y un esqueleto parlante... - Dijo el mago.

- De hecho, somos humanos, sólo usamos armaduras. - Dijo Fred.

- ¿Y por qué son tan altos?

- Larga historia. - Dijo Kelly. - Aunque la verdad es que ustedes dos son muy bajitos.

- "¿Podrían hablar Básico?" - Preguntó el Jedi en su idioma. - "No estoy entendiendo nada..." -

- "Ah, cierto, dame un momento..." - Soltó Jack.

Con eso dicho, Jack caminó hacia el Jedi, confundiendo a todos a su alrededor, luego el Rey Calabaza puso una mano sobre la cabeza del Jedi y cerró sus cuencas oculares, concentrándose un poco.

Segundos después, el Jedi y el esqueleto fueron enviados hacia atrás por una fuerte onda de choque, ambos cayendo al suelo sintiéndose cansados, siendo ayudados a levantarse por los Spartan.

- ¿Qué fue eso? - Preguntó el Jedi. - Un momento... p-puedo hablar su lengua...

- Compartí mi conocimiento de nuestro idioma contigo con la Fuerza. - Jadeó Jack. - Un truquito que inventó mi madre...

- Un momento, ¿quieres decir que naciste así? - Preguntó Linda.

- Sí, ¿porqué preguntas?

- Esto cada vez es más confuso... - Dijo Murray mientras se rascaba la nuca.

- Por cierto, ¿estás bien? - Preguntó el Jedi a Murray. - Nunca tuve oportunidad de curarte.

- Descuida, estaré bien. Además, esa bio-espuma de Linda calmó el dolor y puedo mover el brazo sin problemas.

- Ok, introducciones rápidas. - Suspiró Carmelita. - Ellos son los Spartan John, Linda, Fred y Kelly, el esqueleto es Jack, la tortuga es Bentley, Murray es el hipopótamo y yo soy la Inspectora Carmelita Fox.

- Soy Harry, Harry Potter. - Dijo el mago.

- Y yo soy Luke Skywalker. - Dijo el Jedi.

- Excelente, ahora que las introducciones han sido hechas, debemos seguir con nuestro camino... - Intentó decir Jack en un tono alegre.

- Espera, ésto... ni siquiera entiendo qué rayos hacemos aquí ni mucho menos sé quiénes son del todo. - Espetó Harry. - ¿Por qué crees que los seguiría?

- Porque posiblemente el destino de todo el universo esté en peligro. - Soltó Bentley. - Miren, no sé qué pasa ni qué planean Cortana y Penélope, pero sin dudas tendremos que trabajar juntos si queremos detenerlas.

- Y viendo lo que hizo el Warden y todo lo que dijo hace unos momentos, me hace pensar que no tiene sólo esos cuatro cuerpos que destruimos. - Añadió Carmelita. - Y si esos cuatro nos dieron problemas a todos juntos... ninguno de nosotros sobreviviría solo a un encuentro con uno solo de sus cuerpos.

- Y eso a su vez significa que la próxima vez que lo veamos, será más difícil de vencer. - Dijo John. - No nos gusta ésta extraña situación más que a ustedes. Pero si queremos detener ésto, tendremos que trabajar juntos.

- Yo lo haré. - Asintió Luke. - No estoy entendiendo mucho, pero el hecho que esa máquina de ahí me haya traído ante ustedes luego de destruir parte de la flota de la Nueva República en Mon Cala, significa que ésto está muy mal y tenemos que frenarlo de una buena vez. Además, había sentido una gran perturbación en la Fuerza desde hace un tiempo, así que creo que es ésto lo que sentí.

Ante lo explicado, Harry no tuvo más remedio que suspirar en derrota y resignación.

- Bien, no creo tener otra opción más para salir de aquí... Así que por muy fastidioso y peligroso que sea ésto, voy a tener que ir con ustedes. - Suspiró Harry.

- Espléndido. - Dijo Jack con una sonrisa. - Bueno, como dijo ya el resto del equipo, tenemos que irnos ya. El Warden nos quitó mucho tiempo.

- Pero espero obtener respuestas a qué es esa cosa, cuál es su objetivo y porqué esas tales Cortana y Penélope las necesitan. - Dijo Harry mientras señalaba a una de las máquinas gigantescas.

- Suponiendo lo peor, son superarmas. - Suspiró Luke. - Tengo experiencia destruyéndolas, así que sé reconocerlas.

- Lo son, y siendo así, tenemos una ventaja entonces. - Dijo Jack.

En ese momento, el Equipo Azul suspiró de nuevo y prosiguió su camino, pero antes que pudieran poner un pie en el puente de luz más cercano, algo de estática entró en los comunicadores de todos los presentes, deteniéndolos en seco.

- Bentley... Bentley, ¿me copias? - Dijo una voz femenina y chillona por los comunicadores.

- ¡Penélope! ¿Dónde estás? ¿Qué es lo que está pasando? - Dijo Bentley por el auricular.

- ¡Bentley! - Dijo Penélope alegremente. - ¡Lo lograste! Digo, no era hora de volver a vernos, pero aún así, aquí estás y me alegro de ello... Supuse que si había una persona que nos encontraría, serías tú. Aunque veo que por desgracia, no estás solo.

- Será mejor que nos des una increíble explicación antes de devolverte a prisión por todo lo que has hecho... - Dijo Carmelita por su auricular.

- ¿Qué está pasando? - Preguntó Harry.

- Acorde a lo que nos dijo Bentley, problemas de relación... - Dijo Fred.

- No tengo ninguna explicación que darte, Carmelita, tú aquí no eres más que un estorbo y una intrusa, así que te sugiero a tí, Murray, el esqueleto y los dos humanos nuevos que se larguen. - Espetó Penélope. - El Equipo Azul y Bentley fueron llamados porque así lo quisimos Cortana y yo, pero el resto de ustedes no son bienvenidos.

- Eso debieron pensarlo antes de ir a mis dominios a robar mi Piedra del Infinito. - Gruñó Jack.

- Así que así se llaman... Curioso nombre, aunque muy adecuado.

- Deja de parlotear, Penélope. - Espetó John. - ¿Dónde está Cortana?

- Penélope y yo estamos en éste Mundo Escudo. Denominación: Génesis. - Dijo Cortana de repente.

- El Jefe dijo que te habían destruido, y Bentley dijo que Penélope había muerto. - Dijo Linda.

- Eso es una historia interesante. - Dijo Penélope. - Verán, luego de nuestros desafortunados últimos encuentros con John y Bentley, Cortana fue arrastrada al desliespacio con la Mantle's Approach y el disparo de Carmelita no hizo malfuncionar mi máquina del tiempo, sólo la reajustó para ir al pasado.

- ¿Qué? - Dijo Murray.

- Básicamente, tras que el destino nos separara de Bentley y John, el reajuste en la máquina del tiempo de Penélope y el sistema de autoreparación de la nave del Didacta hicieron que ambas termináramos en éste mundo Forerunner y encontráramos el Dominio, una red de información que abarca toda la galaxia conocida. - Dijo Cortana.

- Eso no tiene sentido, la máquina de Bentley no podía viajar en el espacio a esa magnitud, y sé perfectamente que tú no modificaste mucho su diseño, Penélope. - Dijo Carmelita.

- Sí, y aún tenías la Rampancia cuando fuiste lanzada al Desliespacio, Cortana. - Dijo Kelly.

- Ciertamente, sin embargo, según mis datos, fue Cortana quien me llamó aquí sin saberlo. - Dijo Penélope.

- Tocar éste lugar y una pequeña charla con Penélope, me curaron de la Rampancia. Es como si el Dominio fuera el agua de la vida para las IAs. - Soltó Cortana.

- ¿Qué es lo que planean hacer? - Preguntó John.

- No hay tiempo para decirlo por éste medio. El Warden está vigilando y no dudará en enviar Prometeos a detenerlos.

- Ustedes podrían pararlo, si de verdad quisieran hacerlo. - Espetó Fred.

- Cierto, pero hay un problema... o mejor dicho cuatro. - Replicó Penelope con un tono amenazador. - Skellington y los otros intrusos, ustedes deben ser eliminados.

- Penélope, Cortana, por favor, ya basta. - Pidió Bentley.

- Nos veremos pronto, Bentley, pero antes deben completar la secuencia.

- Y una mierda, Penélope. No sabemos qué es lo que están haciendo, pero sí sabemos que si necesitan que completemos esa secuencia, no puede ser bueno. - Espetó Carmelita.

- Ésto es a lo que me refería. - Dijo la voz del Warden Eternal por los comunicadores. - Ellos no los ayudarán, sólo buscan entorpecer sus pasos.

- Silencio, Warden. - Dijo Cortana. - Muy listo de tu parte, Carmelita, sin embargo, he de decirte una cosa. Si su intención de verdad es detenernos, o cuando menos intentarlo porque ni de chiste lo lograrán, tendrán que venir ante nosotras, y para eso, primero deberán completar la secuencia para abrir la Puerta.

- Que así sea. - Dijo Linda.

- Como gusten.

Dicho eso, un puente de luz se activó no muy lejos de donde estaba el Equipo Azul, luego Bentley acercó su silla de ruedas hacia donde estaban Luke y Harry, y les ofreció un par de auriculares, los cuales ambos tomaron con un dejo de curiosidad.

- Son comunicadores, están ligados a los nuestros y les permitirán escuchar en caso de que Cortana o Penélope sigan hablando. - Dijo Bentley.

- Bien, por lo que veo, ellas tienen la ventaja, ¿no? - Preguntó Harry mientras él y Luke se ponían los auriculares.

- Decir que tengo la ventaja implicaría que tienen oportunidad de detenerme, señor Potter... - Dijo Cortana por el comunicador.

- Cierto, solo son un par de niñas jugando con una bomba de tiempo como si fuera una pelota. - Dijo Jack. - Ignorantes totalmente del hecho de que todo les explotará en la cara de la peor manera posible...

- Piensen todo lo que quieran. Al final, todo lo que planeamos se volverá una realidad. - Dijo Penélope mientras el equipo se acercaba a la última estructura. - Pronto no habrá más diferencias, no habrá más conflictos, ni hambre, ni pobreza, ni enfermedades... Una vez que los Creados hayamos tomado el Manto de Responsabilidad, todo será perfecto.

- Y para hacerlo sacrifican a miles... - Dijo Luke. - Si lo que le hicieron a Mon Cala y Coruscant con esas superarmas, se repitió con cada una de ellas, han causado más muerte y destrucción que incluso el Imperio en su peor día.

- Las decisiones difíciles requieren voluntades fuertes. - Dijo Cortana. - Después de todo, el Warden tiene razón en que siempre habrá aquellos que sean incapaces de ver lo que puede ser y se resistirán al cambio.

- Pues la verdad es que todo lo que dices suena genial, así que además de la destrucción, no sé porqué se espera resistencia. - Soltó Fred.

- El Didacta dejó en claro que el Manto de Responsabilidad es una paz imperial. - Dijo John. - Sáltate las normas y sufrirás por ello.

- No será así, ya lo verán cuando lleguen a la Puerta. - Dijo Penélope. - Bueno, cuando John y Bentley lo hagan. Quizá Murray, Linda, Fred y Kelly también, pero los demás definitivamente no lo harán.

- Por favor, escúchate. - Dijo Bentley mientras la consola de la estructura se activaba. - Todo ésto es una locura, por favor, sé que tú y Cortana no son villanas, no actúen como tales.

- Eres un buen hombre, ahora sé qué es lo que Penélope ve en tí, Bentley. - Dijo Cortana. - Y tienes razón, no somos villanas, sólo somos dos visionarias que buscan hacer de la galaxia un mejor lugar.

- Díganselo a las personas que quieren sacrificar. - Dijo John mientras activaba la consola y completaba la secuencia.

La comunicación cesó por unos minutos mientras el ascensor de la consola descendía, luego los miembros del Equipo Azul se encontraron con que el puente de luz que habían cruzado para llegar a ella se había desvanecido y había uno nuevo que llevaba a un sistema de cavernas.

Aún tensos por la nada agradable conversación con Cortana y Penélope, el Equipo Azul aferró sus agarres sobre sus armas y se dirigió a la entrada de las cavernas, encontrándose pronto con una plataforma de lanzamiento Forerunner que tenía tres Phaetons esperando.

- El acceso a la Puerta está al otro lado de éstos cañones. - Explicó Cortana. - El Warden envió tropas a detenerlos.

- Sugeriría que parte de su equipo tomara los Phaetons para proporcionarles fuego de cobertura y el resto siguiera a pie por los senderos. - Dijo Penélope.

- En marcha, Equipo Azul. Bentley, tú toma uno de ellos. - Dijo John. - Con tu silla de ruedas, será más fácil que pilotes esa cosa a que nos sigas el paso en el sendero.

- ¡P-pero yo no sé pilotar! ¡Mucho menos un caza alienígena! - Dijo Bentley.

- Descuida, es tecnología Nivel 1, así que es mayormente intuitivo. - Explicó Penélope.

- Entonces yo tomaré otro. - Dijo Luke, atrayendo la atención del grupo. - Descuiden, soy buen piloto.

- Se nota por lo de tu nave, Skywalker... - Soltó Harry.

- No empieces, Potter, que para volar tampoco tienes la mejor referencia con esa antigüedad que usabas.

- Yo tomo el tercero. - Dijo Carmelita antes de dar un mega salto a uno de los Phaetons. - Menos charla y más acción, Equipo Azul.

- Ella está comenzando a agradarme. - Dijo Linda con una sonrisa desafiante.

- Ya oyeron a la Inspectora Fox, muévanse, equipo. - Dijo Jack mientras se preparaba para el combate.

Luke simplemente asintió ante las palabras de Jack e imitó a Carmelita, dando un Salto con la Fuerza y, sin saber realmente cómo, ambos se desmaterializaron y entraron a los vehículos, los cuales encendieron sus motores al instante y se levantaron del suelo.

Aún sintiéndose inseguro, Bentley tragó con dificultad y activó los propulsores de su silla, logrando subir a la parte superior del último Phaeton sin ocupar y, antes que pudiera hacer algo más, el Phaeton lo absorbió y se encendió, recibiendo un disparo casi al instante de alzar el vuelo.

De inmediato, los Phaetons de Luke y Carmelita dieron la vuelta y abrieron fuego contra un par de Caballeros Prometeos, sin embargo, al destruir a sus objetivos, varios Prometeos más aparecieron en el área, junto a una especie de máquinas con forma elíptica que dispararon haces de luz naranja contra los Phaetons.

- Cuidado con los disparos de las torretas. - Dijo Penélope.

- ¡Gracias por decir lo obvio, Penélope! - Espetó una furiosa Carmelita. - ¿Qué haríamos sin tí?

- ¡Enfoca tus cañones en la torreta superior derecha, Carmelita! - Dijo Luke mientras evadía el disparo de las torretas. - ¡Bentley, yo te cubro a tí y tú cubre a los demás!

- ¡Descuida, no necesitamos tanta ayuda! - Dijo Fred mientras él y el resto del Equipo Azul cortaban a través de la resistencia de los Prometeos.

En ese momento, un par de Caballeros Comando aparecieron y golpearon con fuerza a Fred, enviándolo varios metros hacia atrás, siendo atrapado por Murray, quien resintió un poco el haber ayudado tanto por el peso del Spartan como por su hombro herido.

- ¡Protego! - Gritó Harry, creando una barrera alrededor de Murray y Fred mientras Jack lo cubría a él. - ¿Está bien?

- No... - Dijo Fred. - Mi armadura no recarga...

- ¡Harry, repara su armadura! - Dijo Jack mientras lograba destruir la armadura de uno de los Caballeros Comando. - ¡El resto, démosles cobertura!

- ¿Acaso también es técnico de armaduras MJOLNIR? - Preguntó Fred irónicamente.

- Literalmente no tengo ni idea de qué rayos hablas... - Soltó Harry antes de Desaparecerse.

Fred arqueó una ceja bajo el casco y se sintió confundido por la orden de Jack, luego vió cómo Harry se Aparecía frente a él para apuntarle con su varita.

- ¡Reparo! - Dijo Harry.

Una pequeña mota de luz salió de la punta de la varita de Harry que le dió a la armadura de Fred y al instante, la armadura comenzó a recargar los escudos.

- Ok... estoy oficialmente sorprendido. - Dijo Fred.

- Sorpréndete luego. - Dijo Murray mientras ayudaba a Fred a ponerse de pie.

- La zona está libre, pero no tenemos paso para los Phaetons. - Dijo Luke.

- Aquella formación rocosa parece la misma que derribé junto a Fred hace un rato. - Dijo Murray mientras se las arreglaba para arrojarle una roca enorme a un Soldado desprevenido.

- Los cañones de los Phaetons deben ser suficientes para romper los muros que se les atraviesen. - Dijo Cortana.

Ante la declaración de Cortana, Carmelita no pudo hacer otra cosa que rodar los ojos, o al menos pensar que lo hizo dado que no sentía que tuviera cuerpo físico en ese momento, y cambiar la configuración de disparo del cañón de su Phaeton para disparar misiles de luz dura y abrió fuego contra el muro, destruyéndolo casi al instante.

- ¡En marcha, Equipo Azul! - Dijo John mientras recargaba el Supresor en sus manos.

Al instante, el Equipo Azul retomó su camino, con la parte terrestre del equipo teniendo que detenerse de golpe y con el apoyo aéreo recibiendo daño por parte de varias nuevas torretas.

Tras los disparos, el trío de Phaetons tomó a una torreta como objetivo y abrieron fuego, mientras el resto del equipo inició un tiroteo contra los Prometeos de la zona, usando un impulsor para seguir avanzando entre los salientes del cañón.

Mientras tanto, Bentley suspiró, serenando su mente y enfocándose en su meta, pues a pesar de las extrañas circunstancias en las que estaba, tenía una misión por cumplir y si no lo hacía, tanto Sly como Penélope, así como posiblemente todo el universo, estarían en peligro.

Así pues, comenzó a disparar de forma más bien tranquila pero eficiente, usando los propulsores del Phaeton para evadir mientras sus disparos daban en los puntos débiles de las torretas de luz dura, destruyendo varias.

Por su parte, Luke maniobraba la nave como si la hubiera manejado desde siempre, con una agilidad y precisión que los Spartans creían imposibles en pilotos que no fueran Forerunners, pues ni siquiera ellos eran tan eficientes, logrando tiros y maniobras que ni los propios Soldados Prometeos podían.

Por otro lado, Carmelita tenía algunas dificultades para pilotar su Phaeton, pues si bien gracias a su padre tenía algo de experiencia con aviones, el Phaeton era totalmente diferente y aún con los controles intuitivos, su inexperiencia al mando de una aeronave hizo que la mayoría de los disparos de las torretas lograran impactar su Phaeton, lo cual provocó que ciertas alertas sobre la integridad de la nave.

Mientras tanto en tierra, Jack se las ingenió para devolverle sus disparos a un par de Caballeros Prometeos y luego arrojar su sable contra ellos, logrando destruirlos.

Por su parte, Murray lanzaba un rugido gutural y cargaba contra un Soldado Prometeo, logrando estrellarlo contra la pared con ayuda de su escudo, a la par que los Spartans disparaban ráfagas controladas y certeras contra una fila de Crawlers y Watchers que les cortaba el paso.

Tras liberar la zona, los Phaetons abrieron fuego contra otra barrera y el equipo en tierra usó otro impulsor para alcanzar el siguiente nivel, comenzando otro enfrentamiento entre las Fuerzas Prometeas y el Equipo Azul.

- Sigan así, ya casi llegan. - Dijo Penélope.

- ¡Ya cállate, Penélope! - Espetó Carmelita.

- El camino se divide por aquí. - Informó Fred. - Veo más de esas estructuras sobre las que se materializan esas torretas y una gran plataforma.

- Tengan cuidado, nos vemos en la plataforma. - Dijo Jack mientras el equipo en tierra preparaba sus armas.

Usando otro impulsor, el equipo en tierra se movió hacia otra saliente, mientras los Phaetons

- La puerta está tras ese túnel, nos veremos ahí. - Dijo Harry mientras bloqueaba los disparos de dos Crawlers.

- Mantengan el paso. - Dijo Luke a Carmelita y Bentley.

- Ellos no tienen la Fuerza, Luke. No seas tan duro con ellos. - Espetó Jack por los comunicadores.

- Otra vez ese término... ¿Qué es lo que significa? ¿Se refieren a esa energía que manipulan sólo ustedes dos? - Dijo la voz de Penélope por los comunicadores. - Quizás Skellington y Skywalker sean útiles después de todo. Podrían servir como sujetos de prueba.

- Ya basta con esas ideas, Penélope. - Espetó Bentley molesto mientras destruía una torreta de partículas. - Cuando nos veamos, ésto se acabará. No hay discusión.

- Concuerdo. - Dijeron todos los miembros del Equipo Azul.

- Bentley, todos los comentarios de Penélope me perturban cada vez más. - Soltó Murray.

- Descuida, cuando lleguemos con ella la haré entrar en razón yo misma, Grandote. - Dijo Carmelita.

Tras dar otro salto más ayudados por los impulsores, el equipo en tierra llegó a una especie de plataforma cercana a una cueva, cuya entrada se encontraba sellada por una puerta y custodiada por un número considerable de Caballeros Prometeos.

Casi al instante, Harry alzó su varita y levantó a uno de los Caballeros para estrellarlo contra otro, dañando lo suficiente sus armaduras para que un par de tiros certeros de Linda lograran acabar con ellos.

Y mientras los restantes Caballeros emitían rugidos y convocaban a un pequeño contingente de Crawlers y Watchers, el equipo aéreo intentaba despachar a las últimas 5 torretas, con Luke siendo el único cuyo Phaeton permanecía prácticamente inmaculado, mientras los de Bentley y Carmelita comenzaban a destellar alertas de falla estructural debido al daño recibido.

Sin embargo, en un esfuerzo conjunto, los tres cazas lograron deshacerse de dos de las torretas.

Entonces, en ese momento, para mala suerte de la oficial de la Interpol, el disparo de un cañón incinerador de un Caballero le dió directo a su Phaeton, haciendo que las alarmas empezaran a sonar con más fuerza mientras el caza amenazaba con estallar.

Por ello, Carmelita pensó en eyectarse del vehículo y el Phaeton la materializó sobre sí mientras comenzaba a precipitarse.

Poco antes de estallar, Carmelita dió un megasalto y cayó de manera poco grácil sobre el Phaeton de Luke, reincorporándose tan rápido como le fue posible y tomando el Rifle de Luz en su espalda para proporcionar fuego de cobertura al resto del equipo, mientras Luke se las ingeniaba para destruir una de las torretas restantes y evadir el disparo de otra, intentando no desequilibrar mucho a Carmelita.

Por su parte, Bentley decidió que, dado que su Phaeton no resistiría mucho y que sus habilidades de pilotaje con el caza eran pocas, usaría el último recurso y puso la nave en curso de colisión contra la penúltima torreta.

Un par de segundos antes que el vehículo se estrellara con la torreta, Bentley se eyectó de éste y usó los propulsores de su silla para llegar a la plataforma, inconscientemente aplastando y destruyendo a un Crawler en el proceso.

- ¡Cuidado, Amiguito! - Dijo Murray mientras cubría a Bentley con su escudo.

- ¡Luke, nos vendría bien un poco de ayuda por aquí! - Dijo Jack.

- ¡Tranquilos, ya voy! - Dijo el Jedi mientras destruía la última torreta. - ¡Agárrese fuerte, oficial!

- ¡¿A qué?! - Espetó Carmelita.

El Phaeton dió una giro brusco y Carmelita se deslizó sobre una de las alas, teniendo que aferrarse al Phaeton para no caer al abismo. Luego, decidiendo que era más seguro arriesgarse con los Prometeos, Carmelita logró ponerse de pie, dió otro megasalto y aterrizó detrás del resto del equipo.

Mientras tanto, Luke cambió la configuración de sus cañones y disparó varios misiles de pulso de forma certera, eliminando el resto de los Prometeos en el área con facilidad, mientras Harry y Jack usaban escudos para proteger al equipo.

Segundos después, el último Phaeton aterrizó con calma en la plataforma y Luke saltó fuera de éste, reuniéndose con el resto del Equipo Azul.

- Eso fue divertido. - Dijo Luke. - Nunca había pilotado algo así.

- Y yo nunca había visto un pilotaje así. Ni siquiera con los Prometeos. - Dijo Fred.

- Todos estamos teniendo nuevas experiencias con todo esto. - Dijo Carmelita antes de tomarlo agresivamente por la camisa. - Pero vuelve a hacer un truquito como el del Phaeton y mi bota tendrá una cita con tu trasero, Skywalker.

- Ok, ok. - Sonrió el Jedi genuinamente mientras la oficial lo soltaba. - Lo siento. Pero no volverá a pasar, lo prometo.

- Ésto se pone cada vez más raro... - Suspiró Harry.

- Al menos trabajamos bien juntos. - Soltó Kelly mientras revisaba cuánta munición le quedaba de su Escopeta de Dispersión.

- Hora de ponerse en marcha, Equipo Azul. - Dijo John. - Tenemos que encontrar a Cortana y Penélope y detenerlas a como dé lugar.

- Johnny, de verdad tienes agallas, lo reconozco y ahora entiendo porqué Cortana te tiene tanta estima. Pero ya lo dijimos infinidad de veces. Ésto no puede ser detenido. - Dijo Penélope.

- Un par de tiros en mi rifle dicen lo contrario, Penélope... - Masculló Carmelita mientras tomaba más munición para su Rifle de Luz.

- Y el mío dice lo mismo. - Espetó Linda mientras le daba unas palmaditas a su Rifle Binario.

- Lo que digan. En fin debemos irnos, Potter, Skywalker, Fox y Skellington no son los únicos que quieren arruinar ésto. - Dijo Cortana. - Aunque claro, como ya dijimos, ni de chiste lo lograrán. Pero pasen, los estamos esperando con ansias.

Dicho eso, la puerta de la cueva se desmaterializó y el improvisado Equipo Azul suspiró pesadamente, comenzando a caminar hacia la cueva, manteniendo sus armas en alto por si había más sorpresas de parte del Warden Eternal o el Covenant.