Como siempre Inuyasha y compañía no son míos.


SENTIRSE BIENVENIDO


Okaerinasai

Pasó corriendo entre los árboles, sosteniendo con fuerza su estómago sangrante. Sentía que en cualquier momento podría caer y sería su fin.

Tenía dos flechas clavadas en una pantorrilla, una más en un hombro, dos cortes en su espalda y uno más profundo en su estómago. No serían heridas realmente tan malas si no estuvieran imbuidas con veneno.

Había sido una emboscada, tomado completamente por sorpresa por un par de asesinos de demonios de un pequeño pueblo al que le había robado unas cuantas verduras.

Todo esto por un par de zanahorias y un rábano medios marchitos.

Había encontrado una casa cerca de los límites del bosque con un diminuto huerto bien cuidado. Tenía hambre, el invierno no era un buen momento para la caza por lo que solo robó una mínima cantidad para sobrevivir, no había lastimado a nadie y pensó que no había sido visto. Al parecer se equivocó porque mientras estaba posado sobre las ramas de un árbol saboreando su primer bocado en días fue atacado por flechas, su botín cayó al suelo junto con él.

Se giró dispuesto a defenderse pero en poco tiempo comenzó a sentirse mareado.

Eran dos cazadores bien experimentados, le habían dado una buena pelea debido a los venenos por lo que tuvo que tragarse su orgullo y huir.

Siguió corriendo como podía, escuchando pasos apresurados acercarse a él, gritos de "maldito Yokai ladrón" lo seguían, todo por un triste manojo de verduras que ni siquiera pudo comer.

Quedando aun más claro que su vida era una mierda desde que murió su madre. Mitad humano y mitad yokai, un monstruo para ambos mundos. Luchaba para sobrevivir pero estaba claro que no había motivos para seguir luchando, se le había terminado el tiempo.

Los venenos en su sangre hacían su vista borrosa, tenía que encontrar un refugio para esconderse.

Mientras tropezaba entre los árboles alcanzó a divisar un pozo a poca distancia, tenía esperanza en que funcionará como escondite. Apenas llegó al borde se asomó por un breve segundo confirmando que era un pozo seco y con sus últimas fuerzas antes de perder la conciencia se lanzó dentro.

Ni siquiera escuchó a los asesinos de demonios alejándose en otra dirección.

Su último pensamiento fue que solo quería un lugar seguro donde vivir en paz, donde no fuera constantemente perseguido como una plaga.

Demasiado pronto todo se volvió negro a sus ojos, tan cansado incluso para revisar sus heridas… No pudo darse cuenta de la suave luz azul que lo envolvió.

...


Hola de nuevo. Sigo en la edición de otras historias pero la universidad es un infierno así que están tardando demasiado. Lo siento por eso.

Encontré esta historia entre mis archivos y aunque me costó, decidí compartirla con ustedes. Los capítulos son cortos pero serán muchos. Espero que me acompañen en este viaje

Esta historia se actualizará cada martes por el #MartesRosa de la página de fb mundo fanfics Inuyasha y Ranma.