Gracias a las dos increíbles personas que están dejando comentarios en esta historia. Son la motivación que necesito para seguir compartiendo esto con ustedes.


Willkommen


Su vista se aclaró con la suave luz de la mañana y le mostró que no estaba a la intemperie como esperaba, pero su entorno era extraño.

Un techo alto, muebles y paredes llenas de objetos coloridos que no conocía.

Estaba recostado sobre algo esponjoso y cálido que era la fuente del olor dulce que lo había mantenido cómodo durante sus sueños; sin duda las mantas más lujosas que había visto en su vida.

Olía a otra persona, una mujer si su sentido del olfato no lo estaba engañando.

No entendía qué estaba pasando, no le gustaba lo desconocido. Tenía que buscar una ruta de escape, su misterioso captor probablemente tramaba algo, debían existir motivos ocultos para mantener vivo a un hanyo.

Una ventana abierta se encontraba cerca, se dispuso a escapar por ahí de inmediato. No tenía pensado esperar ni un momento a que alguien se diera cuenta de que estaba despierto.

Se levantó con torpeza y tropezó sin fuerzas, se sostuvo de un mueble cercano para evitar caer al suelo, fue cuando se dio cuenta de su estado. Solo tenía puestos sus pantalones, la parte superior de su cuerpo estaba desnuda envuelta en vendas, olía fuertemente a hierbas medicinales.

Mirando alrededor no vio su ropa faltante por ningún lado. Tendría que regresar después a buscarla, lo primero era escapar e investigar a una distancia segura quien lo había mantenido vivo y con qué propósito.

Saliendo por el pequeño espacio que le daría la libertad se dio cuenta que el exterior era igual de extraño que el interior. La cabaña era alta, rodeada de un piso gris de piedra. El diseño era diferente a todo lo que había visto incluso en los castillos de los señores feudales.

Saltó al suelo y casi cae de rodillas, se sentía muy débil y enfermo. Las ganas de vomitar lo atacaron de repente. El olor de su sangre le avisó que la herida de su estómago se abrió de nuevo.

Mirando sus alrededores se dio cuenta con sorpresa de donde estaba. La cabaña de la que había salido estaba a poca distancia de un pequeño santuario.

¿Quién lo había ayudado?

¿Por qué?

Escuchó pasos acercándose por lo que se dio la vuelta para huir pero apenas dio tres saltos antes de que las náuseas y el dolor lo hicieran tropezar casi caer de rodillas.

¿Qué mierda le pasaba? ¿Lo habían envenenado de nuevo aquí? O ¿El veneno de los asesinos era realmente tan fuerte?

Mientras luchaba contra las arcadas y la falta de fuerza la escucho…

— ¡Oye! ¡¿Qué haces levantado?!

Esa era la voz que recordaba de sus sueños.

Se giró con las garras listas y los colmillos al descubierto, no lo atraparan de nuevo.

Apenas la miró se quedó con la boca abierta…

Una mujer lo miraba atentamente.

Una chica delgada de cabello largo y negro con la ropa más extraña que había visto en su vida. Sus ropas la cubrían por completo pero al mismo tiempo mostraban exactamente la forma de su cuerpo. La parte superior envolvía su torso brazos y cuello como si fuera una segunda piel, al igual que la parte inferior, era tan ceñido que podía ver el contorno de sus largas piernas.

Podía sentir como se sonrojaba, el ardor en su rostro sabía que sería visible incluso para ella que se acercaba pisoteando sin ningún tipo de temor en sus ojos. Esos ojos grises tan extraños, llenos de preocupación... no miedo o asco.

— ¿Quién? — su voz se rompió por el desuso.

— ¡Abriste tu herida! Está sangrando de nuevo.

Dejó de mirarla para revisar su torso, las vendas estaban llenas de sangre. Al mismo tiempo regresaron los mareos y la visión de tunel, estaba seguro de que perdería la conciencia otra vez. Necesitaba escapar pero no creía poder dar un solo paso. Su vista se estaba oscureciendo.

Lo último que vio fue a ella corriendo a su lado.

Lo último que sintió fue su rostro caer sobre algo suave y una explosión del dulce olor lo golpeó.

Dedos fríos le acariciaron el rostro.

...


Otra pequeña actualización para nuestro #MartesRosa y como siempre agradeciendo todo el apoyo.

¡Nos leemos la próxima semana!