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Su infancia le enseñó que a veces para ganarse la vida uno debe ingeniárselas solo. Robar estaba más allá de él, era lo suficientemente listo para eso. Lo de Vash era prestar sus servicios. El padre de Lily se tomó la molestia de enseñarle algo de mecánica. Comenzó arreglando las bicicletas de sus compañeros, luego motos y autos. Desarmaba las radios para ver cómo funcionaban, pero dejó de hacerlo luego de una pelea por no armarla a tiempo cuando el novio de mamá llegó borracho y con ganas de escuchar música, fue una tontería que lo acusara de romperla, pero el hombre nunca había sido muy racional.
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